Partida Rol por web

El aire de la habitación huele a quemado, pero no a tabaco.

Como me lo temía la sala huele a quemado. Y si soy capaz de percibir el olor es que hace poco se ha quemado algo aquí. Me da rabia porque quiero avanzar, no retroceder, pero vuelvo al cubo 251 dejando que se cierre la compuerta. De nuevo con los oídos protegidos con mis manos corro hasta la puerta del frente. 

Abres la compuerta que da al cubo 261. Blanco y aparentemente tranquilo. No hay nadie ni ninguna señal extraña.

Entro en la 261 no sin prudencia y miramiento. 

Entras y la compuerta se cierra tras de ti. Se cierra con el ya conocido sonido de pistones, pero además con un ruido seco "clap!". Ves que por el suelo comienza a filtrarse agua hacia el interior del cubo. Poco a poco el nivel va subiendo. Te cubre los zapatos. Sigue subiendo. Te llega por las rodillas. sigue subiendo...

¿Haces algo?

Entro con el pensamiento de tomarme un respiro, de fumar y pensar en las salas que llevo hasta ahora, pero resulta imposible en cuanto escucho el Clap! Comienza a entrar agua en el cubo con una rapidez desmesurada. El sonido del agua entrar con tanta presión y velocidad que en pocos instantes el agua alcanza a cubrir la sala y ya tengo las deportivas mojadas.

-Joder… no! no!…- sigue subiendo y no disminuye. Corro hasta la puerta de la izquierda con la mano extendida para presionar en seguida la plataforma negra. Antes de que llegue a la puerta el agua ya me alcanza las rodillas. Por un instante pienso en el movil, los cigarrillos... la coca...

La puerta no se abre. El agua sigue subiendo. Te llega por la cintura. Sigue subiendo. Te llega por el cuello. Estás completamente empapada. Sigue subiendo...

¿Haces algo?

Miro al techo y veo lo que queda para abrir hasta la compuerta de arriba. Pero en lugar de eso, cojo aire y me sumerjo e intento llegar a la plataforma del suelo.  De nuevo con la mano extendida para abrirla.

He perdido casi todas mis pertenencias. Jodido cubo...

La compuerta del suelo no se abre. El agua sigue subiendo, ahora sí que estás empapada, al igual que todas tus cosas. El agua ya llega por encima de las compuertas de las paredes, el nivel está más alto y sigue subiendo.

¿Haces algo?

Apenas puedo percibir el frio del agua, ni siquiera pienso en mi ropa mojada o mis cosas perdidas por culpa del agua. Ahora toda mi atención se centra en salir de este maldito cubo que terminará con mi vida de una de las peores formas de morir. Ahogada.

Frustrada de que no se abra al segunda puerta que intento, asciendo a la superficie. –¡¡Socorrooo!!- grito con la vaga esperanza de que alguien me oiga. Fijo otro objetivo y nado hasta él. Voy hacia la compuerta que está enfrente de la que entre en el cubo.

Nadie responde a tu grito desesperado. El nivel del agua está muy alto. Te sumerges por última vez e intentas abrir la compuerta. No se abre. El agua llega casi hasta el techo.

Ante la presión del momento y la desesperación consigues mantener la calma, demostrando una gran dosis de autocontrol. Vuelves a la superfice para respirar con la cara apoyada contra el techo. Apenas quedan unos centímetros de aire, el agua sigue subiendo y colmata definitivamente todo el espacio del cubo.

¿Qué haces con tu última bocanada de oxígeno?

La compuerta no se abre y vuelvo a subir a la superficie para atrapar la última bocanada de oxígeno que queda en el cubo. Estoy aterrorizada, no quiero morir, no así. Me empujo desde la pared con las piernas y llego hasta la compuerta del techo en el centro. Trato de tranquilizarme pues no me queda mucho tiempo aguantando la respiración. Sorprendentemente no me ha invadida la histeria ni la agonía del momento y me siento con autocontrol. Posiciono la mano y miro expectante a que la puerta ceda dejando escapar un par de burbujas de aire para ver hacia donde se dirigen. 

Al presionar la placa negra de la compuerta del techo ésta cede y se abre. Las burbujas ascienden por el hueco de la escotilla hacia el Cubo361. Consigues pasar por ella y salir del agua. Respiras aliviada.

Cuando veo que la puerta cede y se abre, grito de alegría dejando escapar el aire en un montón de burbujas serpenteantes que ascienden hasta la superficie del otro cubo. Me agarro con toda la prisa posible en los bordes de la compuerta y saco al fin la cabeza al aire, tomando todo el aire posible para llenar mis pulmones de nuevo. Me incorporo y apoyo el cuerpo para salir por fin del agua del otro cubo.  Me tiro sobre el suelo con la respiración entrecortada y aliviada. Esperando escuchar cómo suena el bloqueo de la puerta al cerrarse. Al menos reposo unos instantes después de la agonía vivida.

Tras el momento de euforia por haber salido del infierno acuoso del Cubo261, descansas tumbada en el suelo de este otro cubo. Oyes tu respiración y el fuerte latir de tu corazón, sientes tu cuerpo, te sientes viva.

Cuando empiezas a disfrutar de la calma oyes un silbido sobre ti. Ssssssiu! De una de las paredes salen dardos a gran velocidad que se clavan en la pared opuesta.

¿Qué haces?