Partida Rol por web

SCYTHIA:

- En efecto, no averiguas nada. Estas tiradas eran ocultas, pero no pasa nada. Es para que si no averiguas nada no sepas si es por fallo de tirada o porque no hay nada que averiguar.
 

- "Sucesos que implicasen cadáveres humanos sólo aquí. Han habido algunas desapariciones en el asentamiento en sí, pero con tanta población transeúnte es difícil de decir cuál tiene algo extraño o no.

También han habido muertes inexplicables entre las cabezas de ganado del asentamiento.

Y aquí en las colinas se han visto luces extrañas, pero nadie ha podido descubrir su origen.

Aparte de eso, se han escuchado ruidos extraños en el asentamiento." -

- Echemos un vistazo ya que estamos aquí a ver si podemos averiguar el orígen de esas luces extrañas... - sugirió la hermana a la espera de que alguno de sus compañeros tuviera una idea mejor.

Quitando eso, no tenían mucho más que hacer en las colinas, y sólo quedaría volver al asentamiento a investigar las desapariciones de personas y cabezas de ganado.

Lo de los ruidos extraños le parecía algo más absurdo a la sororita, era algo indefinido, ambiguo... cualquiera podría hacer ruidos raros y no tenía por qué ser nada raro o relacionado con herejes...

Renata no quiso intervenir, limitándose a escuchar. Al parecer lo que tenían frente a sí era lo que quedaba de una bestia nativa, herida y maltrecha, que parecía haberse vuelto loca como consecuencia del veneno que recorría su cuerpo. Al menos en opinión del Hermano Lamark. Negó con la cabeza, haciendo que su cabello negro como los cuervos que pobablan aquellas tierras se agitaran.

-Bueno, puede que no sea la más inteligente de las mujeres, pero ¿podía alguno de los presentes decirme cómo un animal sin ojos es capaz de perseguir y aún más, abatir una presa? El señor Veridio se ha mostrado realmente eficaz acabando con ese... hexálido, ¿verdad? -el comentario fue seguido de un guiño a Pelofino-, pero esa bestia nos acechaba y no ha dudado en atacarnos con algo más que precisión. Y dudo que nos localizara por el olor si tenía que respirar su propia podredumbre. Ese animal apesta. No me extraña que el sacerdote Faith lo creyera muerto ya con anterioridad, y aunque le creo Hermano Lamark y prefiero pensar que lo muerto no puedo animarse ni manejarse como una marioneta -Renata se acercó al cadáver y pese al gesto de repugnancia ante el hedor, no dudó en acuclillarse junto al vientre del animal y sacar su cuchillo-, muchas veces las cosas son justo lo que parecen. Y Hermana, para ver luces, hay que esperar a la noche y este sitio no parece especialmente hospitalario.

Con un seco gesto clavó el cuchillo y sajó aquel vientre, dejando que sus vísceras salieran fuera. Quería ver aquellos órganos con sus propios ojos y comprobar sus estado.

RENATA:

- Perspicacia +20. Oculta.

RENATA:

- No eres ninguna Magos Biologis, pero incluso para ti resulta evidente que esta criatura estaba viva hasta hace tan sólo un momento. Las entrañas están todavía calientes.

- Observas las heridas y los ojos y deduces que son producidas por picos y garras de ave. En concreto los ojos fueron arrancados a picotazos.

- Acerca de cómo pudo acecharos este depredador animal, cabe suponer que sus otros sentidos estaban hiperdesarrollados.

- Mientras estás observando esto, te das cuenta de que en las rocas cercanas a vosotros hay una creciente bandada de cuervos de esquisto que os observan en completo silencio. Debe de haber cientos. De repente sientes un estremecimiento que recorre tu espinazo. Si algo así no sonase más propio de tus compañeros que de ti, dirías que sientes una corriente de intensa maldad emanando de esos animales negros y alados. Maldad enfocada hacia vosotros.

- Ya es por la tarde... si se pone el sol y todavía os encontráis en este lugar... Estarías formidablemente expuestos, y vulnerables.

-La respuesta a ése interrogante es el motivo de nuestra presencia, Renata. No descarto que el hexálido estuviera muerto, o al menos muy herido, y aún así se nos echara encima. Hemos visto unas cuantas cosas en nuestros viajes, y esta sería posible. 

Viendo que allí no era útil, el vostroyano se levantó, alejándose un poco del cadáver. 

-Sí, deberíamos buscarlas... Pero con luz, nuestra posibilidad de dar con ellas disminuye, como ha señalado Renata. ¿Es aconsejable esperar a la noche, hermano Lamark?

-Las vísceras están aún calientes así que no cabe duda. Estaba vivo. Así que si incluso ciego y herido era capaz de detectarnos, ni puta idea de qué sentidos tenía esta bestia, pero no me gustaría encontrame a solas con uno de ellos y perdida por aquí -dijo restregando el cuchillo contra el suelo y limpiándolo. Se puso en pie y se sacudió las perneras, momento en el que alzó la mirada-. ¡Joder! -exclamó-. Mirad hacia ahí -su dedo señalaba las rocas cercanas donde una creciente bandada de cuervos de esquisto les observaba en completo silencio-. Debe de haber cientos -un violento escalofrío recorrió el cuerpo de Renata que se acercó a Kurt, abrazándose a su cintura-. Osito, abrázame. Esos pájaros... Son la puta encarnación de la maldad. Y nos miran a nosotros. Ostrogov, quedarse aquí, con esos bichos cerca y sin ninguna protección entre nosotros y ellos, algo como una pared de piedra de tres metros de grosor... Se comieron los ojos de ese animal estando vivo. Y es posible que trataran de devorarlo también, vistas sus heridas. Y con nuestras armas, dudo que pudiéramos hacer gran cosa. ¡Alejémonos!

- "Tranquila, jefa. Ya pasó, ea, ea, ea. Si esos pajarracos se acercan, probarán mi hacha." -

-Vuelve a decirme ea, ea, ea y te cortaré las pelotas -susurró furiosa Renata a Kurt, que siguió aferrada a su hombre-. Y hasta esos cuervos te parecerán un buen destino.

Las palabras de los presentes tienen mucho sentido, sobre todo la evidencia de Renata al tocar las viseras de la bestia, que aun estaban tibias. El bicho estaba vivo pero no podría ser tan simple. Es improbable que este bicho haya matado a todos esos hombres y haya creado un mito él solo.

En ese momento Renata indica su miedo a los cuervos. Les miro y entiendo que son un gran peligro, pues si se deciden a atacarnos a pesar de nuestra salud actual, tendríamos realmente pocas posibilidades de huir con vida. Aquellas criaturas pueden ser un terrible mal si atacan en bandada en busca de nuestros ojos.

Asiento a las palabras y le hablo al resto:

 - "A menos que haya algo más por acá, deberíamos irnos por donde hemos llegado. Esos cuervos tampoco me gustan."

Miro alrededor de mí en busca de alguna última pista que pueda darnos luces antes de que debamos largarnos de este sitio, ojalá con la cola un poco menos entre las piernas de lo que pienso que puede resultar si esos cuervos deciden que somos demasiado apetitosos como para esperar a que nos muramos primeros.

- Si, será mejor marcharse - a mi también me inquietaban esos carroñeros ciegos, eran repugnantes.- Pero a mi me quedan un par de cosas claras: la primera es que a la fuerza este bicho no tiene nada que ver con los sucesos que puedan haber ocurrido dentro del asentamiento, o de lo contrario alguien lo habría visto y probablemente lo habrían abatido; y además no tiene sentido que el monstruo nos haya atacado a plena luz del día... Mi conclusión es que no son sucesos aislados, todos provienen de la misma fuente, seguramente alguien de dentro del asentamiento, imagino que hay alguien capaz de ejercer control sobre criaturas de este tipo... además el ataque ha sido muy oportuno ¿No creéis, hermano Lamark?

Scythia asintió. - A mí tampoco me traen buenos pensamientos esos pajarracos. Larguémonos. -

No se sentía nada tranquila ahí en medio de la nada esperando... mientras aquellos pájaros del infierno nos observaban. Eran demasiados y ni sus pistolas, rifles e incluso su espadón servirían para defenderles de ellos.

Por un momento Scythia escuchó las palabras de Tercio. ¿Algún tipo de control mental sobre las criaturas? Podía ser... puede que el psíquico que estaban buscando fuera el responsable.

- Las palabras de Tercio son muy acertadas. Deberíamos volver al asentamiento e iniciar nuestras pesquisas allí... Al menos será más difícil que nos ataque una criatura, ya sea controlada mentalmente o no. -

El Hermano Lamark asiente pensativo e inicia el regreso al asentamiento de Desesperanza.

- "No, señor Vladymir, yo no me quedaría aquí a pasar la noche en ningún caso." - Dice mientras se marcha.

Bajo la inquietante presencia de los cuervos de esquisto, ciegos y sin ojos, el grupo retorna al asentamiento de Desesperanza.

EL YERMO DE IOCANTHOS:

- El grupo se sube al camión de caja abierta que los trajo a Desesperanza desde Puerto Amargura. Las puertas del asentamiento se abren para ellos y pronto emprenden camino hacia el oeste, con Vladymir a los mandos del vehículo terrestre.

356.810M41.

HORA LOCAL: MUY AVANZADA LA TARDE.