Partida Rol por web

En lugar de quedarnos en el cruze donde nos encontrabamos, comence a andar invitando a Lord Stefon a que me siguiera. Alumbrados entre los tapices y la luz de las lamparas de aceite continuabamos la conversacion

- Fiel Lord Stefon - Lord Loren se mostraba confidente - de todo el mundo es conocida vuestra lealtad a los siete reinos. Vos sois un hombre inteligente, sabeis que muchas veces, por el bien del reino, la mano derecha no debe enterarse de lo que hace la izquierda. Vamos a recibir en nuestra fortaleza a los que hasta hace muy poco eran nuestros enemigos. Para algunos de nosotros incluso lo siguen siendo. Mi pretension es estar seguro de que esta gente es tan leal como dicen que son. No me gustaria que nuestro principe se desposara con una traidora a los dragones....

Tu contertulio se mesa la barba, anodado por tus ingeniosas palabras.

La mano izquierda... traicion... ¡Dioses! Teneis razon Clegane, suerte que el reinol cuenta con gente como vos y Lord Lannister, que nunca alzarian una mano para dañar al Trono ni al Rey. Mira a lado y a lado antes de hacerte una seña para que lo sigas. Cuando llegais a la puerta de las habitaciones la abre con una larga llave de hierro y te hace seña de que entres. Daos prisa eso si, que en esta Corte las paredes oyen, los tapices ven y en cualquier momento puede a uno acaecerle la desgracia.

Dejo que Lord Steffon me guie por las dependencias, le hago participe del asunto, que sienta que esta tambien es su guerra, que a Tiwyn Lannister le gusta saber quienes son leales al reino. Confio en que se crezca y se lo crea. Repaso las estancias donde van a estar, donde dormira la princesa, donde descansaran sus escoltas... valoro las opciones para deshacerme de ellos... y sobre todo tengo la referencia de Lord Steffon por ai alguna vez necesito volver a entrar,

Lord Clegane escudriño la habitacion, buscando desde donde se podria espiar conversaciones, o quizas lugares escondidos donde la comitiva dorniense puediera esconder objetos. A su lado Lord Stefan paseaba intranquilo, sin duda preocupado por si les encontraban en unas habitaciones donde no deberian estar, eso impidio a Lord Clegane concentrarse tanto en su busqueda como hubiese deseado...

La aguda vista de Lord Clegane recorre la habitacion. Al parecer no hay nada fuera de lo normal. Cama con dosel, arcones, alfombras, gruesos tapices en las paredes. ¡Un momento! La mirada de Clegane vuelve a fijarse en uno de los tapices, espera unos momentos... y si, confirma sus sospechas. El tapiz ha ondeado levemente, como si tras el hubiese una corriente de aire.

Con una señal el y Stefon descuelgan el tapiz, encontrando detras tan solo una pared de piedra. Stefon suelta un quejido pero Clegane pasa sus manos por la mamposteria y descubre camuflado con astucia un tirador. Tirando de el y con un crujido la falsa pared se abre revelando un pasadizo oculto.

Lord Clegane sonreia mientras se adentraba en el pasadizo. Se despidio de Lord Stefan con una promesa de ir a verle en cuanto descubra que hay al otro lado. Comprobo si habia suficiente luz como para caminar por el y con mucho cuidado me adentro en la semioscuridad intentando hacerlo con el menor ruido posible.

Con paso cauteloso Clegane se adentra en el pasadizo. La luz solo llega unos metros mas y si no toma una antorcha una vez la peurta se cierre a sus espaldas quedara en la mas absoluta oscuridad. La mamposteria del pasadizo es obviamente antigua y una capa de humedad fria cubre la pared, el suelo hace una continuada pendiente hacia abajo como si el pasadizo descendiese hacia el interior de la tierra.

Lord Loren se interna en la oscuridad, finalmente equipado con una pequeña lampara de aceite, camina despacio, confiando en que sus pason no alerten a nadie de su presencia, y tapando la luz ante posibles rafagas de viento e intentando que la excasa luz tampoco sirva para descubrir su presencia a cualquiera que pueda estar al final del pasadizo por el que se interna sin ningun tipo de temor...

El pasadizo desciende y el aire se va haciendo mas humedo y mas frio a medida que se avanza por el mismo. Incluso de vez en cuando sus botas pisan charcos en los que cruje el hielo al romperse. Despues de un rato Clegane se fija que por el "techo" del tunel parecen colarse rendijas de luz. Se oyen tambien ruidos de pasos.

Me pego a la pared sn hacer ruido, tapando la luz, y mirando hacia los pasos. Agudizo el oido a ver si pùedo identificar quien habla ... o al menos localizar la parte del castillo por donde me estoy moviendo.

Los ruidos de voces son una verdadera algarabia, oyes voces de al menos una docena de personas distintas, asi como el ruido de ruedas de carro y el casco de unos caballos ¡encima tuyo! Al parecer este pasillo era mas largo de lo sospechado y por algun motivo lleva fuera del Alcazar y probablemente fuera de la mismisima fortaleza.

Sigues avanzando y tras un buen rato notas como el pasillo vuelve a subir y como rafagas de aire healdo parecen provenir de la oscuiradad delante tuyo.

Tengo la sensacion de haber cruzado media fortaleza, alguna de las calles que rodean el torreon y parece que ahora estoy fuera de la ciudad. El aire frio sin duda señala la salida de la gruta, asi que continuo, con mucho cuidado de no ser visto, y me dispongo a abandonar el pasadizo.

El frio del aire libre golpea a Clegane en el rostro cuanndo abnadona el pasadizo. Rapidamente echa un vistazo a su pobremente iluminado alrededor. Fijandose vé que se encuentra en el interior de una enorme estructura, el techo es una enorme boveda cuya altura se pierde en la distancia, la planta del edifico es ademas circular, o cuanto menos eliptica con un diametro de mas de un centenar de metros. Aún así la edificación está en muy mal estado y partes de la boveda se han derrumbado dejando a la vista el cielo gris del invierno. Algunos pajaros revolotean en las alturas y se oye el goteo incesante de alguna filtración de agua.

Lord Clegane reconoce el lugar como la Boveda de los Dragones, el lugar en el que antaño los Targaryen encerraban a sus dragones. Se da cuenta de que el pasadizo en cuestión sale de la Fortaleza Roja, se desliza por debajo del barrio del Lecho de Pulgas y va a dar a la colina de Rhaenys.

Tapo todo lo bien que se la entrada. De momento todo estaba saliendo a pedir de boca. Ahora le quedaba un argo paseo de nuevo hasta la Fortaleza Roja. Necesitaba saber cuando exactamente aparecerian los dornienses y vigilar cada uno de sus pasos.

Y sabia exactamente donde buscar. En el tugurio mas sordido de todo Desembarco... hacia alli se dirigia esperando que la noche no se le echara mucho encima.

En ese momento se oye una voz que sale de entre los recovecos del inmenso edificio en ruinas. Se trata de un hombrecillo con pinta miserable que aparece a tu diestra armado con una cachiporra, sus intenciones parecen claras, e incluyen matarte y desplumarte.

No ze de onde abrá zalio pero aflojando ezo venados..