Partida Rol por web

Die Glocke

El Putsch (Capítulo III)

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07/07/2017, 01:38
Rolf Kleiber

Escuchó lo que dijo con un gesto serio, adusto, entiendo lo que escondían las palabras concretas. Intuyendo, quizá, que ella tenía las mismas dudas que muchas de las personas de aquella colonia. Eran las dudas que él mismo albergaba. A pesar de que había sido de los primeros en aferrarse al partido, era lo suficientemente mayor para saber que podía existir una Alemania "sin el partido". Los recientes sucesos y la fragilidad de su estancia en la colonia le habían movido a la reflexión.

-La pregunta es legítima. Nuestros ideales respondían a una función concreta. Alemania había sido humillada con una paz dura que no se correspondía con una derrota plena, y sufrió lo peor de la recesión internacional y la ocupación francesa en nuestras fábricas. Creo que necesitábamos que alguien nos dijera que podíamos volver a ser grandes, que tuviéramos fe en un futuro que podíamos construir con nuestras propias manos.

Parpadeó, apoyando el codo en el respaldo del pupitre.

-La pregunta que creo que te estás haciendo es la misma que parece que se está haciendo mucha gente ahora mismo. ¿Cómo encaja todo el ideario en éste mundo? Ésto no es siquiera la Tierra. La gente que habita aquí tiene otra cultura diferente, y no parece existir el concepto de raza entre la masa. Su única distinción es con esos "Nuaki" que son sus amos y dioses. Ésta gente tiene otras prioridades, y nosotros deberíamos ordenar las nuestras.

Sonrió brevemente.

-Realmente, la pregunta es. ¿Se mantendrá firme el propósito de regresar? Es decir... si nos mantenemos "puros", totalmente, y aún sin conexión con la madre Patria seguimos los ideales del führer hasta dentro de 200 años... ¿Merecerá la pena? Es decir, nuestra comunidad quizá encuentre en éste planeta el sitio que estaba buscando, la paz por la que estaba luchando, y el lebensraum que le fue prometido. Teniendo todo eso... ¿Nos importará la Tierra dentro de 200 años? El fruto de todos nuestros desvelos aquí es, teóricamente, crear un ejército numeroso e imparable para regresar, pero... Ahora mismo, durante los siguientes meses, años, décadas... nuestra mente debe estar en el aquí y en el ahora. Éste planeta se nos puede tragar vivos si seguimos como hasta ahora, como casi sucede en esa batalla... Ellos son muchos y nosotros somos pocos. Aún si cada mujer tuviera varios hijos, tardaríamos casi veinte años en ser el doble o el triple de los que somos ahora. Y seguiríamos siendo muy pocos. Para invadir Rusia hicieron falta casi cuatro millones de soldados. ¿Cuanto tardaríamos en alcanzar semejante cifra y conservar una comunidad importante en éste planeta? Habrá mucha gente, pienso que la mayoría, que simplemente no querrá regresar. ¿Dejarán que sus hijos vayan a morir por una guerra sagrada que ni ellos mismos han vivido?

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07/07/2017, 01:54
Director

El día de trabajo prosiguió, no exento de rumores y miradas extrañas. Escuchaban cosas, de las que estaban pasando fuera, y a algunos científicos no les gustaba nada. Al parecer, los militares habían hecho un nuevo juramento y tenían otra bandera de combate y uniforme. El ejército incluiría ahora a soldados y suboficiales nativos, al estilo colonial inglés. Algunos de aquellos científicos eran miembros del partido y aquellos cambios tan súbitos no eran de su agrado.

No fue el único cambio. Adeline regresó al laboratorio, poniéndose la bata como si no hubieran pasado todos aquellos meses (para ellos) desde que desapareció, ni los cinco años que había estado en el planeta siendo poco más que una esclava. Hubo miradas extrañas, pues en su ausencia el plantel femenino de la comunidad científica se había visto muy reducido. Tan solo la joven ayudante de laboratorio de Bernstein pululaba por allí.

Se presentó ante Krieg, para saber qué debía hacer. Como ayudante de su esposa, había trabajado mucho con la campana y toda la tecnología relacionada. En realidad, si había una tarea para ella, pero era conveniente hablarla en privado.

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07/07/2017, 02:01
Director

La verdad es que Bernstein estaba con la mosca detrás de la oreja. Desde aquellos comentarios, quería confirmar sus propias sospechas. Sabía, o intuía, que Krieg se estaba callando algo. ¿Se había vuelto un elemento del que desconfiar? La referencia a su ayudante le dio que pensar. ¿No quería decirle nada por que sospechaba que ella pudiera estar pasando información? Después de todo, estaba aquel problema de "los otros nazis" que esperaban en la Tierra. Los rumores iban llegando, al parecer tras un discurso de Rommel. Algo sobre 1947 y una base en la Antártida, mucho más grande, que tenía que venir. No se sabía muy bien si esa base iba a reforzarles, quería destruirles o era simplemente una exageración o un mito.

O eso era lo que pensaba Bernstein, al que le faltaban un par de datos. Y eso le escamaba, la verdad. Krieg parecía mirar a la chica de vez en cuando, y también a su tío, lo que era normal, por que se suponía que era el segundo al mando. La recién llegada sabía de todo, pero callaba y disimulaba con tal maestría que parecía ajena a la cuestión.

El turno terminaba pero, como siempre, Bernstein se quedaría trabajando un rato más. Aunque quizá no era lo más conveniente... Habría que discutirlo, para lo cual ciertas cartas debían ponerse sobre la mesa. Con todo lo sucedido, a Krieg no le cabía ninguna duda de que los conjurados contactarían con Kammler. Quería pillarles in fraganti.

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07/07/2017, 02:09
Director

Los soldados respondieron a la orden. ¿Por que tendrían que dudar? Habían escuchado cosas increíbles durante todos aquellos años, cosas como "vamos a invadir Francia por las Ardenas" o "podremos llegar andando hasta Moscú". Habían pasado muchas cosas hasta llegar allí, pero tenían ganas de volver a sentir la victoria y no la derrota, que conocían demasiado bien desde hacía dos años. Hitler les prometió victorias si juraban su credo, ahora solo había que dar el mismo paso con Rommel.

Sin embargo, algunos tenían dudas. No dijeron nada, solo obedecieron. Pero había algo que no les gustaba, algo que no encajaba con la educación que habían recibido en las juventudes hitlerianas, en las clases de adoctrinamiento del partido para militares, en lo que les había gritado la sociedad de la que venían. Algunos eran "demasiado nazis" como pensar más allá de la doctrina. Había entre ellos algunas "manzanas podridas" que podrían dar problemas. Pero quizá, y solo quizá, si se habían acostumbrado a toda aquella locura vomitada desde los palcos de Hitler, Himmler y Goebbels, podían aprender un discurso nuevo, acostumbrarse a él, incluso amarlo. Si ese discurso les llevaba a la victoria final y el destino que se les había prometido. ¿Por qué no?

La nueva bandera para la infantería tenía que ser jurada y entregada. Los soldados pronunciaron las palabras de aquel juramento, que repitieron de labios del mariscal.

"Yo, colono del Reich,
Juro solemnemente
Servir, engrandecer y proteger
A la colonia, a sus oficiales,
a sus habitantes y aliados.
Todo hombre, mujer y niño
Que jure ésta bandera, será mi hermano.
Juntos, marcharemos hacia la victoria".

Justo después, se anunciaron cambios. Los soldados se iban a dividir en varios grupos de combate. Dos de ellos serían unos "comandos" al estilo de los brandemburgueses y británicos, en principio formados solo por alemanes con el acompañamiento de uno o dos nativos expertos como enlace y traductor. Su misión iba a ser la de efectuar tareas arriesgadas, tras las líneas enemigas o encabezar ataques en sectores críticos. Una de esas unidades la encabezaría el teniente Fegelein, ahora ascendido a capitán, con la ayuda del ahora sargento primero Oldekamp.

No fue el único ascenso. El resto de soldados formaría unidades mixtas con los nativos, convirtiéndose muchos suboficiales en alféreces para mandarlas, y algunos soldados que habían sobresalido formarían parte de la suboficialidad. Sin embargo, se prometió que las nuevas escalas de mando se definirían totalmente al final del entrenamiento, para dar una oportunidad a los nativos que destacaran y "premiarles" con rangos de suboficial y cabo para integrarles en su estructura de mando.

Lo que ahora mismo quedaba claro es que la tropa, nativa y alemana, se iba a adiestrar en un nuevo reglamento y tácticas adaptadas a aquel mundo y el tipo de guerra que les esperaba. El director de aquel entrenamiento, aparte del mismo Rommel, iba a ser Topf en calidad de sargento mayor, con la ayuda de diversos sargentos y auxiliares. Se esperaba que Hagall enseñara técnicas de supervivencia, lengua nativa y lucha cuerpo a cuerpo con cuchillo. Daman, ahora sargento, se encargaría de la parte "nativa" del entrenamiento, que debía incluir lucha cuerpo a cuerpo y uso de armas "arcaicas" para que los soldados se defendieran de las cargas medievales. Además de la esgrima de bayoneta, que se volvería muy necesaria, había que enseñar el uso de la pistola a corta distancia, el lanzallamas con el que esperaba guardar las distancias y la presencia de un soldado de apoyo (el artillero municiador de la ametralladora) que debería cubrir a sus compañeros con un escudo y una espada si algún enemigo suelto "se les echaba encima". Los soldados tendrían además en el equipo una especie de machete o espada corta, para defenderse en un cuerpo a cuerpo si la situación lo requería, asemejándose a las tropas nepalíes de los británicos.

En general, la unidad tenía que combatir de modo flexible, atrincherándose para soportar cargar pesadas si el terreno lo requería, pero también utilizando la superioridad de fuego para emboscar al enemigo y abrumarle con su fuego, un flanqueo o el ataque combinado de morteros, granadas y lanzallamas. Había cosas curiosas, como la presencia del "abanderado" a nivel de compañía, un soldado de apoyo que desplegaba lo que parecía una "bandera romana" hecha de metal y con un forro aislante en la empuñadura, con el símbolo de aquel nuevo ejército. Según explicaron, con una pequeña demostración, el soldado debía clavar la bandera cuando el enemigo se aproximaba, usando la bandera como pararrayos para atraer a sus armas eléctricas y que éstas no hicieran daño (o tanto daño) a la unidad. Al portador de la bandera le entregaban una especie de manga aislante que se vestía sobre el uniforme, con una manopla a juego.

Había mucho trabajo que hacer y solo de instrucción de infantería. Luego, habría que enseñar a los nativos a utilizar los vehículos. Se rumoreaba, además, que estaban en la línea de producción los primeros "vimanas alemanes" que esperaban que superaran en prestaciones a los de sus enemigos.

Faltaban armas y equipos, y no había uniforme para todos. Pero todo se andaría. De momento, podían instruirles en orden cerrado, a respetar las órdenes y que conocieran la cadena de mando. Para los ejercicios de fusil, había palos para todos, algunos mauser con su bayoneta para las explicaciones y en vez de granadas usarían patatas o piedras. Se esperaba que en las próximas semanas, o mes, todos pudieran tener su arma. De momento, tendrían que usar algunas de las que tenían de reserva, que no eran pocas, pero no bastaban para armar a tantos miles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Oldekamp, no se donde paras. ¿Va todo bien?

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07/07/2017, 09:14
Damien Krieg

Krieg se quedó con Bernstein, cuando este se quedó solo y todos se fueron en el turno...

Podemos ponernos manos a la obra con ese cañón sónico que me comento, de paso, lo veo ultimamente bastante pensativo y callado, algo no habitual en usted.. ,¿ algo de lo que quiera hablar ? , ¿ que le preocupe ?, ¿ o quizás se esta enamorando de su ayudante ?... - dice eso último con una sonrisa, estaba claro que esa pregunta era para relajar el ambiente.

Estaba claro que nunca le habría preguntado con su ayudante cerca,había esperado a decirle tales cosas cuando estaba solo.

A Adeline, le había encomendado el trabajo de revisar los sistemas de filtrado y unos cálculos referentes a la campana.

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07/07/2017, 12:52
Hans Topf
Sólo para el director

Notas de juego

¿Quieres que prepare un plan de adiestramiento ... supongo que par unos dos meses, para todo eso?

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08/07/2017, 00:26
Director

Notas de juego

No, tranqui xD. Si quieres ir aportando ideas en cada escena, está bien. Pero ya ves que es todo bastante narrativo. No hace falta hacer listados ni comerse la cabeza tanto.

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08/07/2017, 10:20
Hans Topf

Los nuevos galones le quedaban extraños. Por lo menos él se veía así. Aún no estaba acostumbrado. Lo que si le gustaba era ser el jefe de la instrucción de los nuevos reclutas. Estaba totalmente convencido que en el adiestramiento se verían muchas cosas, y soldados bien entrenado dan mejor resultado, aumentando así las posibilidades de victoria, de evitar desastres en momentos críticos y la propia supervivencia de los mismos.

Se reunió con los "maestros" y le pedía que informasen, puntualmente de personal con deficiencias, y con personal que hubiera "despuntado satisfactoriamente" en la clase. Además, los cuerpos necesitaban descansar, así que los reclutas, mientras se reunían podían tomarse un respiro, agua o dejarse caer extenuados.

El nuevo Sargento Mayo asistía a todas las clases, sobre todo a las deportivas y las tácticas (que impartía él mismo) recordando viejos conceptos y entrenando él mismo. "Cuanto más sudor en tiempo de paz, menos sangre en tiempo de guerra". Además, en todas las clases, su asistencia era ... habitual. Siempre puede un perro viejo aprender algún truco nuevo. Pero lo mejor es que él mismo podía ver, de primera mano los que mostraban interés, los que podrían ser promovidos para líderes de sus pequeños grupos o dispuestos en funciones especiales o específicas. "Un buen líder tiene que conocer a sus subordinados, para saber que pedirles y que es mejor pedirle a otro, saber sus deficiencias, para ordenarles mejores adiestramiento o para evitar cosas que no son capaces, y disponer al personal más cualificado en puestos, responsabilidades o momentos clave". 

Ejercía su liderazgo lo mejor que sabía, y eso, era, hombro con hombro con la tropa.

Dos horas de ejercicio mientras despuntaba el sol, y media al atardecer siempre era bueno, para iniciar el día y para estar lo suficientemente cansado para que por la noche, a nadie se le ocurrieran tonterías. La marcha o carrera vespertina, mandaba a muchos a dormir directamente.

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10/07/2017, 09:07
Helmut Bernstein

Bernstein estaba que estallaba. Por supuesto que tenía cosas que hablar. Se había querido aguantar pero era como una olla a presión.

Hizo caso omiso a la broma sobre la pequeña Olsen. Las cosas fuera del laboratorio se ponían feas y con las informaciones que sabía, aquello le gustaba poco menos que nada.

Sí, sí... Muchas cosas, Damien. Allí fuera pasan cosas raras. Y aquí dentro también.

Entonces baja el tono, hasta ser de conspiración de patio de colegio.

Mire, le voy a ser sincero, ahora que estamos solos... Estaba Adeleine pululando por allí, pero por lo que había oído de ella, estaba claro que no podía ser del bando de "los malos". Tengo miedo de los Olsen. Tengo miedo de la sra. Olsen. Temo que sea una gestapo. Durante mi primer contacto se me antojó algo absurdo, pero después de conocer el plan de la segunda oleada... Bueno, que descubrí que somos el equipo prescindible... Y los últimos movimientos me hacen pensar que es así.

Opino como usted, que la srta. Olsen puede ser los ojos y los oídos de la gestapo, pero no me pareció mal contar con su ayuda extra y como tampoco hacemos nada susceptible de ser denunciado... E incluso comenté aquello de las enfermedades en la comida para sondear a los miembros de nuestro grupo y que llegara a los oidos de Annette y de su tía. Aunque ahora las cosas podrían cambiar, por supuesto. Todo se acelera y estas situaciones políticas me ponen muy nervioso. Quizás deberíamos hacer algo para asegurarnos como colonia. Tener acceso a unas listas de buenos y malos que seguro que ya ha confeccionado la sra. Olsen... ¿Y quién es el militar al mando de los afines al régimen? ¿El coronel? Me parecía un hombre cabal pero con la llegada de Rommel quizás se ha dejado corroer... ¿Quién podría ser si no fuera él? El teniente?

Toma aire para mirar al ingeniero. Está hablando mucho, pero confía en Krieg.

Notas de juego

ooops

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10/07/2017, 17:22
Adeline Grasser

Adeline se dedicaba a hacer lo que le correspondía al menos en ese papel que le habían dado pero claro que estaba ansiosa por hacer algo más, sin embargo se tenía que mantener en aquel papel meditabundo y afanoso para no perderse en lo que no le convenía. Cuando finalmente se quedaron a solas, en principio no quiso interrumpir porque los hombres parecían realmente atribulados con toda aquella situación.

Los escuchaba atentamente a pesar de no estar tan cerca de ellos pero no quería sentirse así por lo que caminó hasta donde estaban y se los quedó mirando fijamente, tras suspirar finalmente se decidió decidió hablar.

-Perdón que me meta pero..., ¿no se les ha ocurrido pensar que podríamos conseguir esos nombres pero que podrían infiltrar a alguno tal como hemos hecho nosotros? Hay que tener cuidado con ese asunto...

Hizo un gesto con la mano, disimular que estaba a gusto en aquel sitio no era algo que se hiciera con facilidad por más que uno estuviera acostumbrado a ello.

-Puedo tratar de ser amiga de la señorita Olsen y averiguar esas cosas que necesita. No les aseguro conseguirlo pero si intentarlo.

Ya no quería vivir para siempre en el laboratorio, parte de su pasión por eso a había ido con su esclavitud.

Notas de juego

Berstein, no te faltó Krieg?

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10/07/2017, 21:18
Damien Krieg

Bueno, ya que estamos a solas seré franco, esta claro que no confío en los Olsen, en ninguno, desde que nos enteramos que mandaban científicos a nuestras espaldas y exploradores, para "estudiar" la nueva zona, no confío en nadie, la lista de esos nombres de gente afín al Reich de la manera radical, será larga, pero a la misma vez corta, no se como explicarme...- respira hondo para proseguir.

Krieg aún se sentía observado y escuchado, fijo que se pondría de nuevo a buscar micrófonos o algo por el estilo, debería de crear un aparato, que captara tales frecuencias y así detectar los micrófonos que estuviesen cerca o algo parecido, ya que buscarlos, se vería muy sospechoso.

Me explico, esta claro que todos los de la colonia Sigfrido, somos "sacrificables". nos mandaron a este mundo, planeta ahora que lo conocemos, con la idea de si sale bien, preparamos la base de la antártida, si sale mal, son bajas de las que no nos tenemos que preocupar, por esa parte, ya somos de por si, prescindibles, pero esta claro que entre todos, deben de haber gente, que controle eso, la pregunta es como bien ambos habéis dicho, quienes son, debe de haber una lista de nombres por algún lado, aunque su ubicación se me es desconocida, lo que dice Adeline es inteligente, pero meternos demasiado en la boca del lobo, puede ser sospechoso, el tema de hacerse amiga de la sobrina de Olsen, podría traer sospechas a su persona, mas que nada, por la novedad y la situación de la que pasamos... - dice con tranquilidad a ambos en voz baja, ahora que ya se acercó Adeline.

 

Esta claro que ando preocupado, pensativo, por la situación, pero deberíamos de tener una actitud y comportamiento normal, yo empezando, usted mismo Doctor Bernstein, le ha llamado la atención que ande últimamente "diferente", por suerte, puedo poner la excusa de mi mujer, temo el día que nos "haga una visita", como me comentó. En primer lugar debemos tener un perfil bajo, normal, cotidiano con las cosas que siempre hemos hecho, no solo evitaría que aparentemos mas sospechas de las que podemos asimilar, que sino, además podemos infiltrarnos mejor, Adeline tiene experiencia en ese campo, sabrá hacer lo que tiene en mente, pero recuerde, que no son tontos, tanto cambio de última hora, puede llamar más la atención de la necesaria, puede intentar hacerse amiga de la sobrina de Olsen, pero debe de ser una cosa con tiempo, coincidencias esporádicas, sin similitud de gustos, bueno, no voy a decir como hacer su trabajo, en cuando a nosotros Bernstein, debemos de hacer investigaciones paralelas y a la misma vez, hacer las que hacemos a diario. - explica Krieg.

 

Debemos de ser normales y extraños, como siempre hemos sido, para no llamar la atención, o llamarla si es necesario, para que otras partes puedan aprovechar el momento, para infiltrarse en otros lados.- termina de decir Krieg.

¿ Ideas ? - mira a ambos por igual.

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11/07/2017, 10:19
Helmut Bernstein

El doctor escuchaba a una y a otro con interés. A Adeleine por lo que proponía y a Krieg por explicar sus inquietudes. Helmut se quedó pensativo unos momentos.

 

Ideas... Bueno, se me ocurre alguna.

La más arriesgada sería empezar a trabajar en algo no esperado. Poco antes de la guerra trabajé para un proyecto sobre el uso de la energía nuclear. Luego los avances de mi equipo se usaron para las propiedades del Xerum... Estoy lo bastante versado en la parte teórica como para creer posible la conversión de la Campana en una terrible arma de fusión. La energía liberada destruiría toda la colonia y más allá. Hasta llegué a hacer unso cálculos y no se pdoría descartar la combustión de la atmósfera. No es algo muy probable pero sí posible sobre el papel... Imagine una explosión así... Imagine que alguien del equipo científico tiene esas órdenes, para así acabar de un plumazo con toda la oposición planetaria. Sería la razón para enviar una avanzadilla. Limpiar el camino. Ese científico tiene unas instrucciones del propio Kammler para realizar esa misión. Unas instrucciones codificadas, por supuesto... Un código lo bastante sencillo como para que un agente de la gestapo pueda decodificarlo. Ya tenemos el escenario. El científico trabaja en algo no autorizado fuera de su horario. Seguro que eso llega a los oídos adecuados. Seguro que la vivienda de ese científico recibe un registro y encuentran la carta. Esa carta es decodificada y los nacionalistas descubren que son también sacrificables. Traicionados por su régimen. Quizás eso hace que se unan a nosotros. Es la que más me gusta por ser la más pacífica. Nada es seguro y muchas cosas pueden salir mal, por supuesto, pero es una apuesta arriesgada, e investigar el potencial atómico del Xerum no debería ser menospreciado.

Deja pasar un momento d epausa antes de continuar.

Por otra parte, veo otra opción. No sería descabellado que dos de las integrantes del escaso equipo femenino de investigación trabaran amistad, como ha dicho Adeleine. Una amistad con Annette abriría las puertas de la vivienda de los Olsen a usted, señorita. Una vez con acceso a la casa podría intentar hacerse con los libros de notas o lo que tenga la sra. Olsen. Seguro que en algún lugar de la casa hay esa lista. Supongo que será una lista contraria, con la gente susceptible de no ser afín al régimen. También nos sirve, por supuesto. Quizás más que lo contrario. Es una misión muy arriesgada, por lo que entendería que no la quiera hacer. Nosotros podríamos darle cobertura, una excusa para sacar a los Olsen de su casa y darle a usted la oportunidad de entrar y husmear.

Después de eso miró a sus interlocutores, en busca de otra ideas.

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13/07/2017, 02:31
Adeline Grasser

Adeline sabìa que habìa muchas cosas en contra, que corrìan peligros que tal vez ni siquiera podìan imaginar pero ya no habìa oportunidad de echarse atràs y mucho menos habìa la posibilidad de unirse a aquellos porque no comulgaban en nada con ellos. Asì era, estaban en el medio del mar y habìa que nadar hacia el ùnico lado que ellos hconocìan como cierto, inseguro tal vez pero necesario para seguir el plan que habìan tratado desde un principio.

-Bueno, supongo que el plan es bueno, yo podrìa hacer todo eso sin problema. Ellas no me gustan nada y tal vez yo tampoco a ellas pero casi estoy segura de poder convencerlas de que no duden de mì.

La mujer se acercò a ellos y se dirigiò a Krieg directamente, no habìan tenido un buen comienzo.

-Tambièn podrìa ayudar con sus proyectos. Sè que no tuvimos un afortunado comienzo pero estamos todos en este barco y hemos de hacerlo funcionar juntos. Sin rencores.

Entonces si se dirigiò a Berstein con voz pausada y miràndolo a los ojos, consiente de que tenìa que ser breve y no atreverse a mucho para no incomodar a ninguno de los hombres pero sobre todo porque primero tenìa que ver lo que sucedìa con Annette antes de mover cualquier pieza. Su experiencia como esclava le decìa que debìa comportarse como tal, sumisa, tranquila, lista para obedecer pero al mismo tiempo, atenta a los detalles.

-Dudo que Annette sospeche nada de ninguno de nosotros, asì que vamos a hacer esto cuanto antes si usted me da su venia.

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13/07/2017, 11:58
Hagall Wirth

En esos días hubo grandes cambios, los colores, los uniformes, las banderas… el partido se diluía en un mar de luz y colores. Tal parecía que hasta el carácter alemán se volvía más amable o por lo menos daba la impresión de que había más vida, más jovialidad en el ambiente.
A menudo los ojos de Hagall quedaban cautivados por el ondeo de las banderas que ella misma había ayudado a diseñar. Pasados unos días la combinación de colores dejó de chirriarle tanto, pero era otra cosa lo que acaparaba su atención, algo más profundo. Por primera vez sentía que realmente estaba haciendo algo con su vida y por primera vez también sentía miedo, su destino estaba en sus manos.
Aquel extraño optimismo sin embargo no la apartaba de las cuestiones concretas. El golpe de efecto que suponía el cambio de imagen de la colonia sin duda habría espoleado a los infiltrados de Kammler, lo que a su vez la ponía nerviosa a ella también. En su mente apareció la sospecha de que en cualquier momento podía saltar la liebre en la más funesta de sus formas: otra noche de cuchillos largos. Podía sentir los ojos clavados en su espalda ansiosos por cortarle el cuello. Las noches eran infernales dándole vueltas a la cabeza, sospechando de cualquier ruido. En consecuencia tomó medidas, la única rutina que mantuvo fueron las clases para los soldados, lo demás… siempre horarios distintos, siempre lugares distintos y, todo lo a menudo que sus obligaciones le permitían, perderse en la naturaleza (donde sabía que tenía ventaja y podía llorar sus penas sin temor de mostrar debilidad).
Los días eran harina de otro costal, amaba enseñar, y con el nuevo estatus de “formadora” de la soldada obtenía la posición académica que el Reich le había negado por el simple hecho de ser mujer. No era la universidad… pero ya era mejor que ser maestra de escuela, aunque a veces los soldados podían portarse como niños. Las clases teóricas no las llevaban muy bien mientras que las prácticas eran divertidas, sobre todo para ella que solía organizar "excursiones" y se lo pasaba pipa toreandoles, pero como les dijo desde el primer momento -Un soldado con imaginación es un soldado con el doble de posibilidades de sobrevivir- y quería que sus alumnos aprendieran a salirse de los límites de la instrucción. -Mundo nuevo, reglas nuevas- solía decir también. Ser profesora le brindaba la oportunidad perfecta para meter cuñas que reprogramaran los ideales de sus alumnos.
Al principio los hubo que creyeron que las clases serían una “maría”, porque pinchar con un cuchillo es algo que sabe hacer cualquiera y no podía ser muy difícil hablar el idioma de esos “monos”. Pero en cuanto se  vieron a si mismos haciendo más flexiones de castigo que un tonto e incapaces de llegar a rozarle siquiera un pelo sin ver su orgullo herido se les quitó la tontería. No obstante sabía que no debía pasarse de dura, así que les daba una de cal y otra de arena, después de cada “reto” siempre había una recompensa y nunca les pedía nada que ella misma no demostrara ser capaz de hacer. Detrás de los objetivos inmediatos como enseñarles a valerse con lo más básico y hablar védico, estaba el interés de tener al grueso de las Venuskorps de su parte y crear complicidad entre alemanes y nativos.
A veces unía fuerzas con Damán combinando grupos para que aprendieran a base de picarse entre ellos, otro modo de alentar la mutua admiración y el espíritu de equipo.
Naturalmente hubo que habilitar un horario de tutorías y para su sorpresa los hubo que acudían más en busca de consejo vital y respuesta a dudas filosóficas que por problemas con las materias. Resultaba que no solo ella estaba hecha un maldito lío. Algunos eran muy simplones o de lo más cándidos (también los había que eran un pedazo de mierda, pero esos no se dejaban ver pelo fuera del horario obligatorio) y resultaba difícil creer que hubieran estado destinados en lugares que sabía habían sido de lo más cruentos, tal vez por eso los habían mandado a Sigfrido.
Aquel fue el indicador de que estaba logrando su objetivo de ganarse la confianza de sus alumnos. Además aquellas “confesiones” le sirvieron para conocer rumores e informaciones varias que circulaban por la colonia y que, juntas, formaban un valioso panorama de la situación*.

Ara andaba, como de costumbre, revoloteando alrededor con sus millones de preguntas (cuando Nidhogg no estaba con Hagall se iba a hacer trastadas con ella). Algunas de ellas picaron especialmente a la sacerdotisa como -¿Por qué no hay mujeres entrenando?-. Le dio que pensar, la niña tenía razón. Formar un batallón femenino tal vez era demasiado ambicioso (de momento) pero dar nociones de defensa personal… le sonaba mejor que bien, por eso puso un cartel en el tablón del volkshalle y le dijo a la niña que corriera la voz entre las venusianas (las cuales ya habían mostrado interés por el yoga). Los fines de semana podría organizar un grupo o dos.

Un tema recurrente era Fegelein. Sí que debía caer simpático el chaval porque más de uno y más de dos abogaron por él, de forma tímida y fugaz, introducido como por casualidad en medio de otras conversaciones. Se anunciaron un par de bodas y de ahí que saliera el tema de vez en cuando haciéndole desear que la tragara la tierra. Recordaba las palabras de Adeline recomendándole aprovechar el tiempo antes de que estallara la guerra, pero ahí estaban los dos… evitando mostrar nada, no haciendo nada y ella con la moral cada vez más tocada. A veces hasta se le saltaban las lágrimas, de rabia, de melancolía… ¿Tal vez se debía a su nuevo rol? Cabía la posibilidad de que verla entrenando con los hombres, manejando cuchillos, hablando de desangrar, destripar y desmembrar a la vez que tumbaba a tipos considerablemente más grandes que ella… intimidara al capitán. No lo sabía por que no era capaz de descifrar su expresión cada vez que coincidían ¡Que sentimiento tan molesto! ¿Pero que hacer si no entendía de la misa la media? A menudo intentaba convencerse de que era una cuestión química, procesos físicos instintivos, que se acabaría pasando y que al fin y al cabo que sentido tenía entrar en un cortejo cuando a ni le interesaba ser una “esposa” ni podía ser madre. Quería creerlo de verdad…
Otra cuestión que revoloteaba por su mente era el príncipe, establecer contacto con él. A veces imaginaba posibles conversaciones, sentía la necesidad imperiosa de conocerle mejor. Ignoraba por qué. No era nada similar a lo que Fegelein suscitaba en ella pero tampoco entendía bien que podía ser ¿Alguna clase de vínculo raro Nuaki? Muchas veces en sus expediciones al Tibet quiso encontrar a la tribu de su madre (cosa que nunca logró)y con Ajaka le sucedía lo mismo. Quería corroborar las sospechas sobre su ascendencia, descubrir como aquello era posible y sobre todo tender puentes. Tenía el convencimiento de que el príncipe era un gobernante temperado, razonable y justo, y que si unían esfuerzos podían acometer una transición para Venus que no supusiera la aniquilación de uno u otro bando.
Por esta razón abocetó un montón de cartas que acababan echas un gurruño entre las brasas de la cocina, total tampoco había un servicio de correos en el que poder mandarlas… a lo mejor lo que debía era ir ella misma en persona, hasta se le ocurrió el plan loco de ofrecerle visitar Sigfrido o llevarselo por ahí de exploración. Sí, cuando le daba demasiadas vueltas a la cabeza los planes tendían a ser bastante disparatados.

A nivel religioso la comunidad fue creciendo y mostrándose más activa. A través de Hagall solicitaron permiso para erigir varios lugares de culto que a su vez servían para toda la comunidad: un columbario para depositar las cenizas de los muertos y un espacio ajardinado para celebrar los blot hasta que se levantara un högr* y un hof*. La junta de gobierno admitió ambos proyectos siempre y cuando no interfiriera con los horarios laborales de la colonia. También prepararon una sorpresa a su sacerdotisa. Hablaron con un artesano nativo al que encargaron que tallara una roca, de la peña que dominaba el lago de Jat, con una inscripción y la convirtiera en un altar. La llevaron allí con la excusa de celebrar un picnic con motivo del Sigurds-blot*y todos pudieron ver como se le saltaron las lágrimas al descubrir el monumento.

Un día (el mismo en el que puso el cartel en el volkshalle) se armó de valor y entró al comedor. Sabía que a esa hora Fegelein almorzaba allí así que fue directa a buscarle. La sala se hizo un mar de cuchicheos al verla mientras que en la mesa donde él estaba se hizo el silencio. Con excusas de lo más variopintas, y poco creíbles, sus acompañantes cogieron sus bandejas y se alejaron para dejarles privacidad (privacidad pero sin quitarles el ojo y aguantarse la risilla). Rudolph no supo que pasaba hasta que fue a girarse y se encontró con toda la panza de Nidhogg en su cara. La kimlar trepó por su cabeza hasta quedar asida a su espalda como si le abrazara, frotando la cocorota cariñosamente en la nuca del capitán.
Hagall carraspeó –Emmm… disculpe que le moleste capitán…- hablaba de pie intentando mantenerse correcta –no he tenido oportunidad de hablar con usted en clase. Emmm… quería pedirle un favor- arqueó las cejas y tamborileó los dedos en el cuaderno que llevaba entre las manos –Supongo que estará al tanto de las próximas bodas de Müller y Schinkel- se rascó la nariz –verá… me han pedido que oficie una ceremonia religiosa y… me gustaría regalarles el plato para el pan*…- parpadeó –c…como se le da bien trabajar la madera*… se me había ocurrido que quizás podría tallarlos usted…- hubo un silencio –podemos convenir algún trueque si lo cree justo…- Una propuesta de lo más capciosa...

Notas de juego

*"le sirvieron para conocer rumores e informaciones varias que circulaban por la colonia y que, juntas, formaban un valioso panorama de la situación"
DJ: Usted me dirá de que se entera Hagall

*högr: https://en.wikipedia.org/wiki/H%C3%B6rgr
*hof: https://en.wikipedia.org/wiki/Heathen_hof
*Sigurds blot: Festividad en honor del héroe Sigfrido, celebrado el 9 de Junio
*Plato del pan:
http://www.germaniainternational.com/bread.html
http://thule-italia.org/ThuleItaliaEditrice/la-cerimonia-di-matrimonio-e-lammissione-delle-mogli-alla-ss-sippengemeinschaft/?lang=es

*Cuando levantaron su casa, Fegelein, hizo algunos grabados decorativos en vigas y pilares

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15/07/2017, 18:37
Damien Krieg

Yo no estaría tan seguro, si los controla alguien , posiblemente conozcan mas de nosotros de lo que creemos, pero no nos eliminan , porque no les conviene de momento, o tal vez tenga razón Adeline. Confío en sus habilidades como científica, nunca podré perdonarme o poder reparar todo el daño que ha hecho mi mujer, todo el daño que le ha hecho a usted o al resto de científicos. - se explica Krieg.

Pero esta claro, que debemos de centrarnos en lo de ahora, sus habilidades son excepcionales Adeline , lo presiento, confío en que lo hará todo bien, en cuando a nosotros y los proyectos, debemos de prepararnos para alguna eventualidad negativa, no se cuando tardaran en completar lo de la base de la Antártida, pero en cuando lleguen, fijo la Reina se aliara con ellos para tener el control de todo. - dice mirando a sus compañeros.

No se bien como deberé de hacer las cosas, o que debo de hacer, ahora mismo tengo demasiadas cosas en la cabeza. - dice serio Damien.

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16/07/2017, 21:32
Director

Los nativos estaban aprendiendo bien. En algunas tareas, se mostraban todavía más capaces que los alemanes, aunque en otras eran como niños a los que había que enseñar desde cero. Sin embargo, se notaba que tenían ganas. No eran las típicas tropas nativas, algo indiferentes, que huyen en el momento de la verdad. Ésta gente parecía deseosa de pelear junto a ellos, de ganarse un lugar en la colonia. Estaban encantados de formar parte de aquello tan "nuevo" y para ellos fascinante.

Poco a poco, fueron llegando las armas nuevas. A la tropa la equiparon con el que iba a ser el STG-45, un fusil de asalto más barato que tenía partes de madera. En éste caso, no abarataron en sus partes metálicas (no como los prototipos que habían visto en Alemania), lo que hacía que el arma tuviera unas prestaciones muy decentes. Los tiradores a nivel de pelotón recibieron un mauser k98, fiable como siempre, con buena óptica de zeiss, y los suboficiales y tiradores de apoyo la MP 40. Los grupos de fuego pesado tenían ametralladoras MG 38 o MG 42, así como los mentados soldados que serían enseñados a usar los morteros, cañones, lanzallamas y toda la panoplia de armas que el Reich podía ofrecer.

Aquello no era enseñar a formar, ni superar el circuito de obstáculos. Eran armas de fuego, y convenía entrenar bien su uso, montaje, desmontaje y empleo táctico. Iban a ser unas sesiones intensas aquellas en el curso. Convenía generar en los soldados los buenos hábitos que les acompañaran durante el resto de su periodo de servicio, para que ellos mismos fueran los mejores armeros para el cuidado de sus armas, y para que supieran sacarles todo el partido recordando siempre los consejos en materia de seguridad.

Notas de juego

Haz una tirada de "Fusil", para las clases.

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16/07/2017, 21:47
Director

Notas de juego

Cuando queráis hago flashforward. Si ya habéis decidido algo (aunque sea no haber decidido nada xD) os pongo turno.

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16/07/2017, 21:48
Rudolph Fegelein

El bichillo se le subió encima y él sonrió. Era muy simpático, la verdad. No terminaba de comprender cuanto de ella había en la criatura y viceversa, pero sabía que estaban conectados de una manera muy especial. Entendía que de alguna manera la criatura podía ser la llave para interpretar su a veces inescrutable y serio semblante.

Había estado prudente de aquel "incidente con el pólen", por que estaba convencido de que la señorita Wirth no le quería más que como a un buen amigo. Tampoco podía reprocharle nada. Por las cosas que le había contado, y las que había escuchado sobre ella, imaginaba que su aversión hacia los hombres estaba más que justificada. De hecho, hacía ya unos días que había tenido una serie de "conflictos sentimentales" sobre el particular. Sobre si dejarla o no en paz, distanciarse y "desenamorarse", por así decirlo. Aunque también consideraba que no había seguido los pasos. Es decir, que no lo había intentado "oficialmente". Por eso, cuando la vio llegar el corazón inevitablemente latió con fuerza.

Ella parecía también nerviosa. Y ahora es cuando el gran abismo se abría. ¿Cuantas veces un hombre ha malinterpretado el nerviosismo o el interés de una mujer? La lista era larga, muy larga. Pero debía intentar algo, aunque solo fuera para confirmar sus peores sospechas y dejarlo estar. No podía abandonar sin luchar un poco.

-Claro, será un placer. Espero que me de tiempo a hacerlos antes de la boda, por que me tienen bastante ocupado con los entrenamientos. Pero imagino que podrá compensar un poco más de esfuerzo, si podemos cenar juntos, usted y yo, después de la ceremonia.

Parpadeó. En ese momento pensó "quizá ahora es cuando se va, o cuando saca el cuchillo y me amenaza, con ésta mujer todo es posible".

-Usted y yo... solos.

Inmediatamente desvió la atención con una cuestión trivial.

-Aunque tiene que explicarme mejor lo de su dieta. No quiero meter la pata si cocino algo... para usted.

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17/07/2017, 04:36
Hagall Wirth
Sólo para el director

-…cenar juntos, usted y yo, después de la ceremonia-
Hagall quedó desconcertada por esas palabras ¿Qué le estaba pidiendo? Todos irían a la ceremonia y todos comerían después de ella ¿O lo que quería decir era que fuera su acompañante? Obviamente asistiría porque era la oficiante. Ambas ideas le parecieron bastante absurdas e incomprensibles
-Usted y yo… solos- se apresuró a especificar el capitán viéndola más perpleja que un ciervo delate de un coche. Nidhogg la miraba con los ojos muy abiertos y brillantes.
-Oh!- musitó entendiendo a la vez que él se apresuraba a seguir hablando –…si cocino algo para usted-
Hubo un silencio. Tomó aire interiormente ¿Para eso había ido allí no? Para romper el hielo de una maldita vez y poner las cosas en claro. Entonces... ¡¿Por que demonios estaba confusa?! Ese puñetero aleteo en el diafragma la atontaba. Parpadeó y luego llegó un momento para la historia: un leve gesto de azoramiento muy coqueto y femenino,  breve  como una estrella fugaz. “Radio Patio” iba a arder.
-Vaya…- carraspeó –eso es como dentro de un mes- arrugó la frente -no creí que estuviera tan ocupado… me habría gustado comentar algunas ideas que tengo para el diseño- tamborileó de nuevo los dedos en la libreta -Hmmm...- sacó el labio inferior pensando –tal vez… podríamos hacer como cuando levantamos la casa. Ir al lago, estilo picnic, desconectar del stress diario…- le miró de reojo –Me parece abusivo pedirle un favor y pretender que además me haga la cena…- elegante manera de prevenir un desastre. No tenía ganas de repetir escenario después del desayuno de las flores, las reuniones tendían a irse de madre cuando se hacían en su casa... además no le apetecía que nadie anduviera cotilleando ni que pudieran interrumpirles. Tenían pendiente una conversación importante y había decidido que la iban a tener ya, bastante habían mareado la perdiz durante un mes -¿Qué le parece si… quedamos en mi casa después de las tutorías? Organizamos lo que haga falta para la cesta y cogemos la moto. Si desea traer algo le informo que no como carne ni pescado, ni nada cocinado en grasa animal, pero no tengo problema con derivados como la leche, la miel, los huevos, el queso o la mantequilla. Es... complicado lo se...- se frotó el cuello, llevaba tiempo doliendole pero por no cruzarse con Dietrich no había ido a la enfermería -Si dispone de tiempo claro…- se sentía muy tonta, sabía lo que quería hacer pero no como conducirse. Le hubiera gustado pedir consejo a Adeline

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17/07/2017, 10:13
Helmut Bernstein

Bernstein se encoge de hombros ante las ¿disculpas? por lo que ha hecho su mujer. Helmut no cree que Kireg deba disculparse por nada que no ha hecho, y de todas maneras cada vez disfruta más con lo que está haciendo. Jamás creyó posible trabajar en las condiciones que lo está haciendo. Artefactos alienígenas, mundos extraterrestres, proyectos revolucionarios... ¿Disculpas? Este hombre bromea.

Al científico le queda claro que no va a tomar una decisión por el momento. Palmea el hombro del ingeniero como para darle ánimos.

Está bien, está bien... En estos casos es imposible saber si se hace lo adecuado. Se ha de confiar en los hados. Dejarse llevar por la intuición. A veces resulta ser mucha más poderosa que la razón.

Podemos probar ambos planes de forma simultánea. Yo preparo la charada de la bomba de fisión. Adeleine intimará con los Olsen. Y si se le ocurre algo a usted, Damien, nos lo puede hacer saber, por si le podemos ayudar o necesita de nuestro concurso.

Espera a ver la confirmación en sus interlocutores para continuar.

Por cierto, eso me recuerda que quería probar un nuevo método exotérmico para calentar, e incluso hornear los alimentos. Se trata de una cámara rodeada por un circuito con óxido de calcio que reacciona ante el contacto con agua. Ambos subproductos del agua del lago. Había pensado en animar la reacción con un ácido débil y potenciarla, además, oscureciendo la cámara donde depositaré... Este struddel. Energía barata, señores. Muy barata. Voy a probarlo ahora mismo, si me permiten. Me ha entrado hambre y necesito animar mi materia gris para crear... Siempre crear. La lucha entrópica es una lucha como la de Sísifo y la montaña...

Y con esas palabras se aleja del grupo.