Partida Rol por web

Die Glocke

Un mundo nuevo (Capítulo I)

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21/02/2017, 10:55
Hans Topf

Notas de juego

Joer, te me has adelantado mientras redactaba.

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21/02/2017, 11:39
Helmut Bernstein

El oficial le sorprende en esa pose teatral, con la tierra en las manos. Bernstein se siente turbado, como un niño pillado en falta. Se queda congelado, sin saber muy bien donde mirar.

Eh? Oh! Sí, claro, por supuesto. El telescopio. Por supuesto que es posible. Informe al coronel que así se hará.

Lo observa como se aleja para hablar con la fräulein. la Sacerdotisa es todo un personaje. Con sus ritos paganos. Es encomiable en su esfuerzo por recrear esos rituales del pasado. Fascinante. Le encantaría hablar con ella de ese tema, pero no ha encontrado el momento en todo ese tiempo. La reina aria le impone, aunque él se sepa superior intelectualmente.

Ahora que la magia se ha roto, decide descalzarse y se remanga el pantalón. Se mete unos pasos inseguros, cobardes, en el agua, mirando que no se le mojen los bajos de sus pantalones. Quiere comprobar, de forma empírica, si el agua es fría o cálida. Eso puede dar bastantes pistas del ecosistema. Ante la presencia de esos seres que parecen una especie de los selachimorpha, y los estromatolitos sabe que las aguas no son tóxicas.

Se moja un dedo y se lo lleva a la boca para comprobar el grado de salinidad del agua.

De fondo escucha a Topf dando órdenes marciales a sus hombres. Le molesta un poco esa cháchara intrascendente sobre rondas y turnos pero intenta aislarla de su mente. Las hormigas soldado son importantes para mantener a la reina segura.

 

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21/02/2017, 16:33
Director

El agua estaba templada, imaginaba que por le había estado dando el sol todo el día. La laguna o mar interior se hacía más profunda, pero gradualmente, por lo que existía una zona bastante grande en la que las aguas eran someras. Eso daba pie a un hábitat que tenía paralelismo con la vida cámbrica en la Tierra, según había leído en no se acordaba que gaceta científica.

Había otras formas de vida de esqueleto duro, algunas que parecían gusanos y otras que no supo identificar. Todo un ecosistema. Pero los únicos animales grandes en la zona de la laguna eran aquellos peces que tenían "dos tentáculos" que actuaban como boca y órgano sensorial.

El agua era dulce, pero le supo a rayos. Debía ser un agua de dureza mineral, posiblemente a causa del carbonato cálcico generado por microorganismos que formaban colonias, como aquellos estromatolitos. Si la colonia pensaba consumir el agua de la laguna tendrían que descalcificarla primero. Aunque quizá podrían encontrar otras fuentes de agua dulce cercanas, ríos o manantiales donde fuera más potable, o solo hubiera que hervirla.

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21/02/2017, 16:42
Rudolph Fegelein

Pensó en lo que ella decía, mientras miraba con curiosidad al científico. Se le veía como pez en el agua, ahora literalmente. Él no se habría metido allí. ¿Y si había depredadores? A saber que animales o plantas de aquel planeta podían provocar a los seres humanos la muerte de las más variadas y dolorosas maneras. Él no quería averiguarlo en carne propia, no de momento.

-No, yo debo quedarme ésta vez. Está anocheciendo por momentos, así que rogaría que esperaran a que saliera de nuevo el sol. No podemos malgastar recursos como las pilas para las linternas, no si no es estrictamente necesario. Además, los vehículos están apiñados los unos contra los otros, incluso en varias alturas. Tenemos que sacar los pequeños, como las motos. Puede ayudar en eso, si gusta.

Miró el reloj, consciente de que los relojes de la tierra podían no tener mucho sentido allí. Quizá los ciclos no eran de 24 horas. Topf regresó, diligente. Había mandado más que el general Guderian, y eso le había hecho sonreír.

-Montaremos la torre, soldado, pero no es una prioridad ahora mismo. Comenzaremos por algo sencillo, una empalizada con foso, por si hubiera animales grandes. Pero no antes de que se monten los módulos, claro. Lo que si puede hacer es ir preparando la marcha de mañana, señor Topf. Nada mejor que un cazador de montaña para una exploración en el exterior. Necesitarán víveres, agua, pastillas potabilizadoras, herramientas para tomar muestras, cuerda... En fin. Lo dejo en sus manos y en las de la señorita. Eso si, las órdenes son no alejarse demasiado de la base. Unos cien kilómetros como mucho, y regresar.

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21/02/2017, 16:51
Director

Estaba tan ocupado que cuando al exterior no se percató de la maravilla del nuevo mundo. Al menos no inmediatamente. Revisaba el interior y exterior de los varios módulos y estructuras. No parecían haber sufrido daños, más allá de algunos objetos caídos de sus anclajes.

Cuando regresó de la planta generadora de combustible, vió que la gente estaba apiñada en torno al lago, curiosa. Sabía que tenía que dar la mala noticia a las familias de los fallecidos, y hablar con el coronel para que se hiciera un entierro apropiado. Quizá también necesitara de la señorita Wirth, que fungía como sacerdotisa del culto neopagano que gran parte de los presentes profesaban debido a su filiación con las SS.

Entonces, en la lejanía, vió una manada de animales de cierta altura. Medirían más que un humano medio, pero parecían herbívoros. Eran extraños, como gran parte de la vida en el planeta, y se movían con un ritmo lento, cadencioso, como si no temieran al ser humano o su presencia les resultara indiferente.

Al fondo, muy lejos, en una cresta coronada por la hierba, vió algo imposible. Una figura humana que, quizá estaba soñando, era la de su fallecida esposa, Margot. ¿La imaginación le estaba jugando una mala pasada? La figura se mantuvo allí, de pie, con un vaporoso vestido de colores, observando la lejanía. Observándoles a ellos.

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21/02/2017, 16:54
Hans Topf

- ¡Coñé, 100 km!. Esos son varios días de marcha.

Quedó sorprendido levemente, ya que no esperaba tener la suerte de encabezar las primeras misiones de exploración.

- ¿Para cuantos miembros la comitiva mi teniente? Podría incluir media docena, entre diferentes grupos, y puedo dejar al cabo primero Kruguer en el puesto de control de seguridad sin reducirse la efectividad, aumentando la fatiga de los vigilantes. Sabían todos que los primeros días serían de mucho trajín. Se había comentado en las reuniones preparativas y de planeamiento, y que hasta que no ese estabilizase todo, que serían por lo menos dos o tres días, y los pesimistas indicaban que hasta dos semanas, de dormir poco, mucho trabajo, y más sorpresas aún.

Hans era un sargento diligente, y no dudó en cumplir su orden en cuanto hubiera recibido la información pertinente. Se cuadró ante lo ordenado, y tras saludar marchó a sangrar un grupo de soldados para la excursión.

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21/02/2017, 18:47
Helmut Bernstein

El excéntrico científico escupió con desagrado el agua que había probado.

Observaba la fauna primaria que habitaba en aquella balsa. Por supuesto, era consciente que aquello no era una forma muy segura de proceder. No sabía qué toxinas podían tener aquellos seres extraterrestres. Deambuló un poco arriba y abajo, agarrándose los pantalones, evitando que se le mojaran. Caminando con la torpeza de un viejo.

Pensaba en mil cosas. En la composición del agua, en la fauna primaria, en el clima, en la acción de las mareas de una luna tan grande, en las temperaturas que deberían de alcanzar en el cénit de ese gran Helios... Y de golpe se le dibujó una sonrisa de autosuficiencia.

Cuanta casualidad. De todos los planetas, uno con luna. Una aún más inusual que la de la Tierra. De un tamaño imposible. Este planeta ha de ser enorme para albergar una luna de ese tamaño... Pero no te desvies. ¿Cúantos planetas hay con lunas? Sí, algunos. Pero ni más ni menos. Una. Una luna. Un sol. Una tierra primigenia.

Una intuición se dibujaba en su corazón.

Creo que no podré reconocer estrella alguna. O reconocerlas todas. Este lugar no es un lugar. Es un estado. Estamos en una proyección de nuestra realidad. Una proyección primaria. Una realidad simbólica de nuestro Reich. Un lugar primigenio para empezar a crear nuestro Edén. Una luna que nos muestre el poder femenino. La oscuridad maternal. La Madre en su esplendor. Fräulein Wirth estará contenta. Y un Helios poderoso. Grande. La iluminación prometida. Un lugar de transformación. Sí... Un estado mental. Un estado de resonancia armónica. Quizás un eco de la Campana. O al revés. No. Al revés no. Ella amplifica nuestra Anima Mundi. Qué oportunidad.

Hemos de buscar otra fuente de agua. Esta es demasiado dura. Es dulce pero los sedimentos son excesivos y le da un gusto realmente desagradable. Si buscamos las fuentes de esta ribera estoy seguro que tendremos buena agua para el consumo. En caso de emergencia esta se puede consumir. Con una simple electrólisis podríamos aislar el calcio, pero no lo recomiendo por el gasto de energía a no ser que sea imprescindible... Eso sí, no hará falta almidonar las camisas si las lavamos aquí.

Apostilló, con un dedo en alto, aún con el agua por las pantorrillas.

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21/02/2017, 21:46
Hagall Wirth

Ambos se quedaron mirando al científico, Hagall de hecho arqueó mucho las cejas
-El entusiasmo del doctor puede resultar peligroso, la última vez que vi a alguien meterse en un lago desconocido sin comprobar la acidez se deshizo en el agua como una aspirina- metió las manos en los bolsillos relajada observando el atardecer. Empezaban a distinguirse las primeas estrellas en el horizonte y de pronto la melancolía asomó a su semblante. Pensó en Venus y en su brillo, el cual no vería nunca más. Aún estaba digiriendo que estaban en otro planeta, el viaje fue tan… fugaz… parpadeó –Tiene razón teniente, mejor aguardar a la mañana, hay cosas más urgentes de momento. Muchas gracias- esbozó una correcta sonrisa y caminó unos pasos acercándose (no demasiado) a la orilla. Bernstein hablaba solo cavilando sobre el lugar y lo que había que hacer, era la viva imagen de un científico loco. Gente difícil de controlar estas mentes tan brillantes, nunca sabes por donde te pueden salir y eso no le gustaba. Los hombres había que atarlos en corto, a todos, por inofensivos que pudieran parecer. Carraspeó –Ejem… Doctor- dijo en tono firme –¿Puedo pedirle un favor? La próxima vez que quiera comprobar el agua hágalo con isopos ¿Tengo que recordarle el dracunculus medinensis, la esquistosomiasis o las cianobacterias? Se lo digo porque cuando amanezca saldremos a explorar los alrededores, usted incluido, y no me gustaría que nadie se pusiera en peligro por una imprudencia. No hemos atravesado el espacio para morir estúpidamente- suspiró viéndole en aquella estampa tan cómica, observándolo mejor… “Bernstein, hmmm”-Haría bien en sacar y montar su telescopio, tiene pinta de que va a ser una noche muy larga. Necesitamos encontrar la eiðarstjarna*-  ella también escudriñaría el cielo con atención. Lanzó una última mirada enigmática al paisaje y marchó hacia los barracones quería dejar listo el tema del transporte antes de que oscureciera del todo. Desembalar el resto de sus pertenencias podía hacerlo tranquilamente dentro del módulo correspondiente, pero su moto... no la tocaba nadie más que ella.

Notas de juego

*eiðarstjarna: Nombre vikingo de la estrella polar (Hagall lo dice en más de un sentido)

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21/02/2017, 23:51
Ilse Dietrich

Había llegado el momento de la verdad. Mientras estuvo en el hospital había visto casos muy dolorosos, soldados a los que les faltaban sus miembros, heridas de metralla por todo el cuerpo, había visto a un chico con un ojo casi colgando y muchos de ellos con quemaduras. Pero en el hospital, a pesar de que los medios materiales empezaban a escasear, por lo menos tenían el apoyo de más personal, sin embargo en aquellos momentos sólo eran el doctor e Ilse y la vida de aquel joven soldado dependía de ellos.

Antes de ponerse a disposición del doctor para comenzar con la operación, se giró hacia el otro soldado para apoyar las palabras de Kleiber.

Creo que será mejor que espere fuera.

Ilse ni siquiera se detuvo a comprobar si el soldado le hacía caso y, después de ponerse los guantes de goma, examinó las manos del herido. Las tenía completamente quemadas, como si hubiera estado sujetando una granada con las manos y ésta hubiera explotado. Con el material preparado y comprobando que todo estuviera listo, se puso la mascarilla atenta a cualquier orden del doctor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Espero que la tirada esté bien hecha :/

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22/02/2017, 00:19
Rolf Kleiber

La operación fue larga, pero quedaba claro que hacían un equipo excelente. La enfermera era mucho más de lo que parecía. En realidad, si las leyes del Reich no fueran tan estrictas ella podría ser una cirujana de primer orden. Por eso, Kleiber nunca quería operar sin ella.

Dos horas más tarde, habían salvado algo más que la vida de aquel hombre. Sus intervenciones quirúrgicas no habían terminado, pues habían dejado un cultivo de su piel en crecimiento, para poderle practicar en un futuro no muy lejano unos injertos que pudieran salvar, en la medida de lo posible, su aspecto. La fase crítica había terminado, y el soldado quedaría en observación hasta que le pudieran intervenir en aquel sentido. Y sin embargo, lo habían hecho con sobrada solvencia. Tanta que el doctor albergaba esperanzas sobre la posibilidad de que el soldado recuperara parte de su epidermis original y no quedara horriblemente desfigurado.

El doctor se quitó los guantes, indicando a otras enfermeras que podían trasladar al enfermo a una cama "de planta" donde quedaría ingresado a espera de una segunda intervención. Compartió una mirada con ella, compartiendo una sonrisa que quedó visible cuando se quitó la mascarilla.

-Felicidades. Una vez más, la alumna supera al maestro.

Asintió un par de veces, agradado. Luego salió a la puerta, donde Oldekamp esperaba noticias.

-Su amigo está bien. Somos optimistas, y creemos que podrá recuperar gran parte de la piel quemada. No obstante, tiene que quedarse en la enfermería, en observación, hasta que le hagamos un injerto de piel. Por supuesto, podrá visitarle cuando quiera.

Asintió, despacio. De momento, aquel había sido el primer y único paciente de la colonia Sigfrido. Afuera, había caído la noche y el aire, aunque todavía cálido, refrescaba un tanto. Si aquel era el tiempo habitual en el planeta, tendrían que acostumbrarse a una temperatura tropical, más propia de las antiguas colonias alemanas de África Oriental o Tanganika.

La enfermera se asomó, sintiendo por primera vez el aire de aquel planeta. Afuera, habían montado ya el primero de los módulos prefabricados de habitación, y les seguirían muchos más. De momento, la mayoría deberían dormir hacinados dentro de los diferentes "edificios madre" del complejo.

Krieg, el ingeniero jefe, venía directo hacia allí después de revisar que todas las estructuras estaban en buen estado, a excepción del asunto de la campana. La gente seguía trabajando, aunque pensaban ya en un descanso para cenar, charlar y dormir. Muchas cosas nuevas y fascinantes debían hacerse en aquel nuevo mundo. De hecho, no sabían siquiera cuanto duraban los días y las noches en su nuevo hogar.

Krieg preguntó sobre el herido, y el doctor le dió la misma información que al soldado: estaba fuera de peligro, y la operación había sido un éxito. El balance de bajas del incidente de la Fase 2 permanecía, pues, en dos desafortunados científicos a los que se planeaba enterrar al amanecer del próximo día. Sus tumbas serían las primeras en aquel planeta, y esperaban que no hubiera que cavar muchas más. Al menos hasta dentro de mucho tiempo.

Notas de juego

Más que bien. Sumas (3+4+5) + 7 por atributo = 19. 7 puntos más de lo necesario.

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22/02/2017, 00:41
Director

La primera noche en el planeta.

A pesar de la contaminación lumínica de sus focos, un inmenso y fascinante cielo estrellado tapizaba el cielo sobre sus cabezas, más allá del fulgor espectral de aquella fascinante luna. A pesar de las trágicas pérdidas de Klein y Hausser, los dos científicos que habían sido pasto de las llamas, el saldo había resultado positivo. Estaban allí, sanos y salvos, y se había evitado una tragedia mayor. El soldado Hirscher, compañero de Oldenkamp, se había salvado de sus horribles quemaduras gracias al saber hacer del doctor Kleiber y su brillante asistente.

Cada uno dedicó, antes de la cena en el Volkshalle, las horas restantes a lo que quiso. Krieg no descansó, como era habitual en él, hasta que se había bombeado todo el Xerum de la sala del generador, evitando males mayores. Oldenkamp visitó a su amigo, que aún cubierto por aquellas gruesas vendas pudo hablar con él y darle las gracias por sacarle de aquel infierno tóxico. Hagall valoraba mucho sus cosas, y entre ellas y muy especialmente su BMW R75 con sidecar, una motocicleta de 10 que no iba a consentir que manosearan los soldados. Con la ayuda de una grúa, la bajaron y desempaquetaron, y ella acarició su tapicería con una pequeña sonrisa.

Topf no descansó hasta que el asunto de las guardias quedó organizado, y el coronel le agradeció sus esfuerzos y tuvo una pequeña charla con él. Al día siguiente, un grupo de exploradores saldría para hacer una batida de los alrededores, mientras el resto de los colonos comenzaba sin prisa, pero sin pausa, a instalarse.

Pronto se dieron cuenta de que el agua iba a ser un problema. La de la laguna era muy dura, no potable, y requería de tratamientos químicos para su uso. Si no encontraban una fuente de agua potable pronto, habría que poner a trabajar a la industria y a los científicos para cubrir aquella necesidad. De momento, sin embargo, podían servirse del agua y los licores que habían llevado consigo.

Fascinantes y extraños animales poblaban la campiña junto al lago. Animales terrestres, lacustres e incluso anfibios. Las especies vegetales eran, en algunos casos, muy extrañas, con remates bulbosos o lo que parecían esporas. La hierba, sin embargo, era extremadamente parecida a la de la tierra. Eso les hacía albergar esperanzas en cuanto a la posibilidad de que sus cultivos pudieran germinar.

Un grupo de soldados cazó a una criatura herbívora de gran tamaño que se acercó al perímetro. Medía más de tres metros de alto, y a pesar de su aspecto intimidante no parecía suponer una amenaza. Sin embargo, los soldados estaban nerviosos y se asustaban por todas aquellas novedades. Todavía no sabían lo que era o no peligroso. El cadáver de la criatura daría material de estudio para los biólogos al día siguiente...

Mientras la mayoría de los colonos cenaba por turnos en el gran salón, el doctor Bernstein se había instalado en una tienda de campaña a las afueras de la colonia, apuntando al cielo con el telescopio que había traído a aquel mundo. La enfermera Dietrich fue a llevarle la cena, seguida de una curiosa Hagall que había cenado en el primer turno y ahora deambulaba, aburrida y con ganas de realizar sus primeras exploraciones de campo.

Sobre una mesa, el doctor consultaba cartas estelares que había llevado en su equipaje. Eran las típicas disecciones del cielo nocturno en la Tierra, con su Osa Menor y Mayor, así como otras constelaciones y planetas cuya posición relativa variaba en función de la época del año o la latitud del observador.

Estaba fascinado, intrigado al mismo tiempo. Debían estar en una zona similar de la galaxia, pues las estrellas eran prácticamente las mismas. De hecho, la similitud entre la carta y las estrellas del cielo le hizo ser suscipaz. Apuntó el telescopio con dirección al sol, y al cabo de media hora de búsqueda dió con algo... imposible. Aquello era... ¡Mercurio! Definitivamente, y aunque se veía mucho más cerca que cuando lo observaba desde la Tierra.

Excitado, giró el telescopio en busca de otros planetas emblemáticos. ¿Estaban en la Tierra, quizá, en otra época histórica, o en el futuro? Su corazón latía rápido, y lo hizo más cuando dió sin problemas con la gran Júpiter, e incluso un planeta rojo que le pareció Marte. Se despegó un momento del telescopio, zampándose un strudel como quien pica galletas entre horas. Luego, tras hacer sus propias anotaciones, tuvo una intuición. Apunto al cielo, cerca de la estela de Marte, siguiendo el camino lógico que debía llevarle a...

¡Dios Santo, aquello era la Tierra! No era azul intensa, si no más bien blanquecina, con algunas zonas azules. Era difícil de precisar a causa de la distancia, pero imaginó que la Tierra debía estar cubierta por zonas heladas y mares. No era "su tierra". ¿Quizá una tierra alternativa, anterior o posterior en el tiempo con respecto al año de su partida? El enigma le haría devanarse los sesos durante semanas.

Pero algo estaba claro. Muy claro. Así que salió de la tienda, gritando con júbilo. Parecía un niño pequeño, trotando alegre en una campiña durante una tarde de verano. Agitaba los brazos y gritaba a todos los que se topaba en su camino, anunciando el asombroso descubrimiento.

-¡Estamos en Venus!, ¡Estamos en Venus!

Sus pasos le llevaron a irrumpir en el volkshalle, donde se cenaba y departía animadamente. De hecho, se tropezó con alguien que llevaba una bandeja con su parte del rancho, y atrajo las miradas de casi todos los que estaban allí dentro. Sonreía, jubiloso, alzando los brazos como si fuera un mago presentando uno de sus mejores trucos.

-¡Esto no es Himmel! -dijo- ¡Estamos en Venus!

- Tiradas (1)
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22/02/2017, 01:51
Damien Krieg

Krieg no habia dormido nada, algo en todo el viaje, no le convencia, algo que se le escapaba.

Practicamente estuvo todo el dia y noche, con el tema de las revisiones estructurales, analizar los datos recogidos, dar el pésame a los familiares de los fallecidos en el accidente, hablar con la sacerdotisa para el entierro de los dos científicos.

Eso sin contar con la visita al hospital para saber el estado de los heridos, la entrega del informe de daño y luego estaba aquello, lo que le pareciò ver.No estaba seguro si aquello, era un efecto secundario del viaje o si de verdad era real lo que vio.Tendrà que tener una charla con el doctor o enfermera sobre eso.

Sin haber dormido, pero no significa eso que no tuviese hambre, va a comer .

Los pensamientos le iban y venían, el último obus que tambaleo el complejo Sigfrido, el accidente, los datos recogidos, le alerto la subida de vibración que ocasiono aquel óbus, presa de esos pensamientos, comiendo el silencio,algo no cuadraba y era algo que afectaría a todos.

No fue hasta que entro el señor Bernstein, al grito de "no estamos en Himmel, estamos en Venus", cuando se levanto de su asiento como un resorte.

- ¡¿ Esta seguro de eso, Her Doctor ?!, ¡¿ estamos en Venus ?!- dice con la voz alterada, en una especie de mezcla entre asombro y enfado.

Sus puños estaban apoyados en la mesa, brazos estirados hacia abajo, mientras los nudillos se blanquecian, de tener los puños apretados, en tensión.

- ¡¡ Maldita sea, eso es, la sobrevibración debido al último obus, nos desvio !! - Pensaba Damien, mientras su cara parecía ponerse en un tono rojizo.

- ¿ Ha comprobado que realmente estamos en Venus, está seguro ?-Claramente se le notaba enfadado, aquello era un indicativo, de que si realmente, fuera eso cierto, tendrían un serio problema.

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22/02/2017, 10:27
Hans Topf

La cena había procedido por turnos, y el Suboficial montañero ya no estaba en el comedor. El Volkshall era un lugar de relajación, y no se podía permitir un momento hasta tener el quipo listo para la travesía.

- Releches. 100 km. Le alegraba el paseo, pero le parecía una exageración para un recorrido en terrenos desconocido, sin ser personal preparado y adiestrado. Su grupo, su patrulla, serían felices haciendo este viaje, pero tener que cuidar de científicos sin adiestramiento, sin el entrenamiento requerido, sería una fuente de problemas.

Un sonrisa afloró momentáneamente: - Un nuevo reto al que hacer frente.

Ya tenía agua, alimento y equipo de escalada. Un soldado lo amontonaba, según sus instrucciones, pero eran sus manos las que extraía el material de los estantes de los pañoles donde se almacenaba todo. Entonces, un científico se puso a gritar. Una escandalera que parecía divertida. Le ordenó al cabo mientras adujaba una de las cuerdas de escalada y le colgaba mosquetones: - Tome, deje esto con el resto y acérquese a ver que ocurre.

Se lo había ordenado despacito, mientras ponía el oído en lo que decían. - ¿Venus? Y ¿No tenemos mapas de allí? Se lamentó. Bueno, pues tendrían que cartografiar ellos este planeta.

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22/02/2017, 12:05
Helmut Bernstein

Está pletórico. Sabe donde están. Eso es una gran ventaja. O debería serlo si es así. Está acostumbrado a seguir la máxima alquímica de "lee, lee, relee y encontrarás". Sabe que una segunda lectura de una misma situación puede aportar datos distintos, siempre y cuando se haga con ánimo abierto.

Es Venus. Todo encaja. En un principio. Es Venus en el pasado. Un pasado geológico. Aunque también podría ser un Venus de un futuro incierto. Quizás es un futuro con un sol que se ha enfriado. un sol viejo. Y Venus vuelve a albergar vida. Quien sabe... Esto es Venus pero... ¿Y esa luna? ¿Puede ser Neith? Su naturaleza esquiva la convierte en un ente daimónico de primer orden... muy apropiado que se nos muestre, y que hayamos venido a este lugar, si es así.

Sí. Sísísísí. Eso es. ¡Eso es!

Y ya convencido entra en el volkshalle, gritando, emocionado, como un niño que se sabe la lección. Tropieza con alguien a quien ni mira y se da cuenta que las miradas están sobre él. El que habla es Krieg. Un tipo tan frío como las máquinas que tanto ama.

Qué error traer a este hombre sin alma. Es competente como un robot. Y tiene su lógica muerta.

Lo mira con un rictus de suficiencia.

Tan seguro como se puede estar de cualquier cosa, señor. ¿Me toma por un estudiante que dibuja penes en sus apuntes? Por supuesto que lo he comprobado. He hecho las observaciones pertinentes. O esto es el sistema solar, y estamos ubicados entre Mercurio y la Tierra, o estamos en un sistema solar que es una copia del nuestro. Y en ambos casos estaríamos hablando de Venus, herr Krieg.

Himmel y Venus son la misma cosa. Días largos, un clima cálido... Es posible que en un pasado remoto existiera vida en venus. Y Venus es uno de los pocos planetas visibles desde la Tierra. Es perfectamente posible que su visión diaria influencie en nuestra psyche. Y no hablo de la psyche materialista y mecanicista, señor. Es lógico que la visión de Venus nos haya creado la posibilidad más que probable de venir aquí. No estamos aquí por casualidad, sino por causalidad.

Tras ese monólogo, qu eve que empieza causar el normal pasmo entre el personal, se frena y mira, intrigado, al inegniero.

¿Qué pasa con Venus, señor? ¿Tiene algún problema con el astro de Afrodita?

 

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22/02/2017, 12:47
Fritz Oldenkamp

Fritz había abandonado la enfermería tembloroso y con gélidos sudores, tras echar un último vistazo al estado de su compañero. La imagen de Hirscher abrasado y agonizante no se desvanecía de su cabeza. Dio vueltas frente a la puerta de la enfermería hasta que esta se abrió y el doctor salió a darle noticias del estado de su amigo. 

-¡Dios le bendiga, herr doctor!- Dijo sin poder evitar llevar ambas manos a los hombros de Rolf, agradeciéndole su intervención. Miró entonces a la enfermera, a la que tampoco iba a dejar fuera de su agradecimiento. -Mil gracias a usted también, fräulein, gracias- La noticia había logrado calmarlo bastante, y antes de retirarse al Volkshall añadió. 

-Rezaré por la pronta recuperación de compañero, gracias, gracias- Juntó las manos y bajó algo la cabeza antes de marcharse. 

Trató de adecentarse y calmarse un poco más antes de unirse a sus camaradas en la cena, habría agradecido un cigarro en esos momentos pero toda su reserva se había ido en los días previos al inicio de la misión. Habían sido días duros, y cuanto desearía haber podido enviar alguna carta a su madre para informarla de que era probable que nunca se volvieran a ver.

En el momento en el que el doctor Bernstein irrumpió en el lugar, Fritz se encontraba discutiendo con sus camaradas de unidad la necesidad de implementar una capilla o un lugar de credo en la colonia, para satisfacer las necesidades religiosas de los cristianos como él. 

Dejó el rancho a medias cuando los intelectuales comenzaron a discutir acerca del paradero de la recién establecida colonia. ¿Venus? ¿Eso quiere decir que cometimos un error? ¿Se habrá ido a la mierda la operación? No pudo evitar pensar en la posibilidad de que todos sus esfuerzos se hayan esfumado, pues no comprendía ni la mitad de lo que anunciaban los científicos.

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22/02/2017, 13:24
Damien Krieg

Se levanta de la mesa y con paso apresurado se acerca al doctor, cualquiera diría que iba a darle un guantazo, pero a cada paso que va acercándose mas al doctor, se le empieza a notar mas calmado y sin esa impresión violenta.

- Tenemos que hablar, Her Doctor...¡ Ahora ! - pasa al lado del doctor, deteniéndose para decirle esa frase, para proseguir en  ir a alguna zona donde  puedan tener  una conversación privada.

El tono en que lo decía, no era en plan, enfadado ni cabreado, sino meditativo , posiblemente en un sentido de aclararle unas cosas o simplemente preocupación.

 

 

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22/02/2017, 13:49
Helmut Bernstein

Observa el rostro demudado de Krieg. No entiende. Asiente a su petición con la cabeza, sin decir nada. Se aleja junto a él. Con la cabeza gacha, meditabundo sobre su reciente hallazgo.

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22/02/2017, 14:41
Damien Krieg

Van a un sitio mas Privado para hablar...

Se gira hacia el doctor, su cara estaba entre una extraña mezcla de preocupación y enfado.

- Si sus cálculos son correctos y estamos en Venus, la campana habría sido la causante, recibió una sobre-vibración al caer el último Obús, posiblemente alteró de alguna manera el campo electromagnético, desviándose de su posible trayectoria, al tele transportarnos a este mundo  - explica Krieg al doctor.

- Si realmente estamos en el planeta que dice, nos esperan días muy calurosos al igual que sus noches, eso será un gran problema, ya que solo disponemos del agua que portemos. Si lo que pienso es cierto, al estar más cerca del sol, no hay que ser un genio para imaginar que vamos a pasar verdaderos infiernos en este planeta, calor sofocante, asfixiando y aún podemos considerarnos afortunados de haber llegado, en un tiempo mas o menos aguantable. Pero al igual que la tierra, tendrá sus estaciones, eso sin contar, que estamos mas directos al sol, los rayos ultravioleta serán un grave problema en un futuro - dice con preocupación Krieg.

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22/02/2017, 18:06
Kiefer Jürgens

Se levantó de la mesa donde comían los oficiales, todavía sin ponerse la gorra. En aquel planeta hacía mucho calor, y eso cuadraba. Venus estaba más cerca del sol. Hizo un gesto a Krieg para que se acercara, ya que creía que lo que tenía que decir le interesaría. De hecho, les interesaba a todos.

-No teman, éstamos donde deberíamos estar. El doctor tiene razón, pues el general Kammler albergaba ciertas sospechas. Sin embargo, las fotografías y datos que obtuvimos en los primeros contactos se realizaron siempre durante el día en éste planeta. Eso quiere decir que era imposible determinar su posición en el Universo. Pero tanto mejor.

Parpadeó, con una breve sonrisa.

-Es muy posible que como dice el buen doctor, estemos en otro Venus. Aunque yo creo... bajo mi humilde punto de vista, que estamos en el pasado de éste mundo. No se si han fijado, pero la rotación de éste planeta es la misma que en la Tierra. Se hace en el mismo sentido. Y según leí, la de Venus era al revés.

Carraspeó.

-Corrígame si me equivoco, doctor. Pero el impacto de esa gran luna contra la superficie venusiana pudo haber cambiado su rotación. Pudo haber evaporado todo el agua, y terminado con éste vergel.

Hubo un murmullo creciente. ¿Eso quería decir que iban a morir en breve plazo, o que la colonia no tenía un futuro muy largo en el horizonte?

-De cualquier manera, creo recordar que el tiempo geológico es muy amplio. Miles de millones de años, cientos de millones de años... Como dijo el general, el tiempo puede no ser un problema. Además, volveremos. Ésto es solo una parada para coger fuerzas. Un respiro.

Se acercó a Krieg. Sabía que no había pegado ojo y que se obsesionaba con el trabajo.

-No se preocupe, señor Krieg. Mañana, un grupo de exploradores saldrá a reconocer los alrededores. Por que creo que "mañana" no durará todos esos días que ustedes piensan. El planeta gira como la tierra, y la luz se extinguió en dos horas a nuestra llegada. Eso es un movimiento bastante rápido del sol. Si es Venus, calculen. Los días y noches quizá sean más largos, pero serán similares, de momento, a los nuestros.

Cayó en la cuenta de algo. Algo importante.

-Podría acompañar a los exploradores si quiere. Eso calmaría su desasosiego. Necesitamos datos, y eso está claro. Conocer más, explorar más allá. No se preocupen, creo que conseguiremos que tarde o temprano éste planeta deje de tener secretos para nosotros. Además, ya se tomaron mediciones de radiación ultravioleta, ozono y otros indicadores propicios para la vida. El general no hubiera consentido mandarnos aquí de lo contrario. Pueden volver a efectuar mediciones, pero ya que les garantizo que estamos en el mismo sitio, y que hay criaturas vivas en el planeta, con una piel fina como la nuestra, los valores no deberían ser alarmantes.

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22/02/2017, 18:40
Damien Krieg

- Como guste Coronel, de darse el caso de una expedición, mejor que vaya a descansar algo, para estar completamente despejado para acompañar a la expedición, me gustaría visitar una zona - contesta al Coronel Jürgens , podría aprovechar esa expedición para examinar la zona donde vio lo que vio.

- Estoy completamente seguro, que también querrá acompañarnos Her Doctor - mirando a los presentes en la cena, logra ver a la señorita Hagall Wirth.

- y usted señora Wirth - dirige la mirada hacia la arqueóloga.

- Si me disculpan, mejor que vaya a descansar ya. Buenas noches a todos, mi segundo se encargará de todo en mi ausencia - espera un poco para escuchar alguna que otra respuesta, para luego dirigirse, a su zona designada de descanso.

Notas de juego

No puedo editar el mensaje anterior privado, para que escuchen todos y cambiar un poco lo que puse.