Partida Rol por web

Me encogí de hombros, las preguntas mas interesantes ya las habían hecho. Agumon parecía mas espabilado que cuando llegamos, lo cual era un alivio, aún así seguía teniendo una gran bocaza, pero quien lo podía culpar, seguíamos estando en un mundo nuevo, la emoción nos desbordaba y era natural no pensar con racionalidad. 

Pero me quedé mirándolos, si que tenía una pregunta. - ¿Que se espera de nosotros?¿Por que hemos venido hasta este mundo?

Creía que era la pregunta mas lógica, nos habían llamado niños elegidos, pero elegidos para que? Seguro que cuando respondieran la pregunta de Salamon también responderían la mía.

Sigo al grupo de digimons en silencio.oigo sus comentarios y preguntas de mis compañeros y me quedo en silencio esperando respuestas, pues nose me oocurre nada mas que preguntar.

Por suerte no eran enemigos, parecían ser lo que los envió a buscar el Banchou. Eso aliviaba a Yusei ya que habían cumplido con la meta. Sus palabras fueron otra cosa, parecía ser que la maldición no solo había sido con ellos sino con otros humanos que habían caído en este mundo. Armándose de valor Lopmon preguntó curioso, con una voz mas aguda y suave al tono que había manejado antes:

—Disculpe, dijeron que hubo otros humanos han venido antes y también se han convertido en digimon. ¿Tambien vinieron con el Banchou o de otra parte?.

También habían mencionado "niños", hasta donde el recordaba el era un joven grande y muy fuerte, no era un niño. Con el tiempo pasado aun podía verse a si mismo y recordarse tal cual era. Esta imagen reconstruyó su confianza un poco y le relajó de su angustia pasada.

—Momantai.—dijo casi como un suspiro.

Este recuerdo mas las palabras de Salamon le dieron valor, ahora podía seguir la marcha hacia fuera de la celda. Ellos les guiaban y seguían hablando entre ellos como si no estuvieran ¿que estaba pasando?.

—¿Que esta pasando?—pregunto Lopmon.

Pronto se hallaron en una sala con una mesa y sillas, el sitio era frío, cuanto agradecía tener pelaje. Mientras seguían hablando entre ellos a lo cual Yusei no entendía ni jota.

Wizardmon os mira, atento a vuestras preguntas y dudas.

Agumon... te mira mientras suspira.

- Desgraciadamente es así, ambos eran inseparables, pero de repente cambió. BanchouLeomon está obsesionado con traerla de vuelta. (se reclina sobre el asiento) No sabemos como, pero algunos digimons sufren una mutación en el que cambian sus datos y se vuelven malignos. O si eres tentado por la oscuridad y no puedes controlarte, digievolucionas hacia la oscuridad. (esto lo dice mientras mira a Monodramon)

Luego mira a Salamon...

- Cuando este mundo tiene problemas, suele llamar a niños que han tenido contacto alguna vez en su vida con digimons. Esto no significa que los llame de inmediato, sino que son apuntados como candidatos, y los llama cuando son necesarios.

Dorumon...

- Para ayudar a restablecer el equilibrio en el mundo digital. Normalmente esa tarea corresponde a ciertos guardianes, pero éstos no han aparecido, no sabemos por qué, y por eso os han llamado. El cómo? No lo sabemos, puede ser averiguando que les ha pasado a los guardianes, puede ser eliminando el mal de este mundo.

Lopmon...

- Si, así es. No sois los primeros, de hecho creo que sois la quinta generación ya. Los primeros derrotaron a unos demonios digimons y con su acción nacieron las 4 bestias sagradas. La segunda generación aparecieron cuando los amos oscuros capturaron a las bestias sagradas y casi destruyen el mundo digital. La tercera fue cuando un antigo enemigo de los de la segunda generación volvió y puso todo patas arriba. La cuarta fue cuando un pograma digital, llamado D-Reaper, casi destruye el mundo digital y el vuestro de paso. Hasta ese entonces, los niños venían siendo humanos, pero esta es la primera vez que vienen convertidos en digimons.

En esto habla Leomon...

Leomon: Algunos de esos chicos regresaron para ayudar a la crisis actual, ya que la condición de niño elegido no se pierde nunca. BanchouLeomon, era TK de la segunda generación; perdió a su compañero digital en una batalla hace tiempo. También vino con él Kari, convertida en Angewomon, aunque ahora es Ophanimon Modo Caido. Tambien vinieron dos más de la tercera generación: Davis y Ken, ambos convertidos en UlforceVeedramon y en GrandisKuwagamon. No hemos sabido de ellos en varios meses, asi que o están prisioneros o  han sido eliminados. De la tercera generación vino una chica, Rika creo que se llamaba. Vino convertida en Sakuyamon (mira a Renamon) la forma Mega de tu clase, Renamon.

Demasiada información que asimilar sin duda. - Pero lo que realmente interesaba es que se habían mencionado dos maneras de volver a casa, de restablecer el equilibrio. Bien podíamos intentar llamar a los guardianes buscándolos nosotros mismos o podíamos derrotar a la oscuridad a nuestra manera. Me rasqué la barbilla. Ambas parecían tareas complicadas que no serían moco de pavo. Si bien en nuestro estado actual enfrentarse a la oscuridad sería una absurda estupidez, el buscar a los guardianes sin si quiera saber nada de este mundo sería igual de difícil. Quizás debíamos recopilar información, no podíamos perder mucho el tiempo, pues el tono de tanto Leomon como de Wizardmon parecía que estábamos en un apuro en el que el tiempo no sobraba.

Suspiré y miré a mis compañeros. - Yo quiero ayudarles, quizás es la única manera de volver a casa, y está claro que esta gente necesita nuestra ayuda. - Miré a Wizardmon sonriente. - Me gustaría buscar a los guardianes, pero está claro que aún desconocemos este mundo en su esencia mas pura, los otros niños elegidos juegan con ventaja ya que han estado aquí antes. - Volví a mirar a mis compañeros. - Creo que lo primero será buscar información de todo el mundo, zonas y regiones y mas tarde recopilar información sobre los otros niños elegidos y luego de los guardianes. Que os parece? Me vais a dejar solo en esto? - Les saqué la lengua a modo juguetón, no esperaba que me dejaran tirado, pero quizás alguno tenía una idea mejor o prefería irse por su cuenta.

-Por mi parte, tienes mi apoyo, Dorumon -dije, cruzando los brazos sobre el pecho, con actitud de seguridad-. Creo que lo primero debería ser informarnos acerca de la distribución de este mundo: zonas, regiones, digimons habituales, etc, antes de salir a buscar a los niños elegidos. Y pienso que deberíamos ir todos juntos. Solos aún somos débiles, pero juntos tenemos una oportunidad.

Tenia miedo de incomodarlos con tantas preguntas, pero respondieron tranquilamente todas y cada una de nuestras preguntas.

- Yo también estoy con vosotros. ¿No tendrán algún mapa de este mundo? Nos seria muy útil a la hora de viajar para recopilar información.

Yusei escuchaba la información con los brazos cruzados y los ojos cerrados. Ciertamente era una situación desesperada y que tenía mucho tiempo campando a sus anchas en este mundo.

—Esto es muy serio.—musitó Lopmon—Nosotros no somos héroes como los otros elegidos que vinieron antes ¿que podríamos hacer nosotros?.

Lo decía con cierto desanimo, quizás resultado por una "modificación" de su ser al volverse un digimon. Sin embargo abrió los ojos sereno y continuó hablando en respuesta a la petición de Dorumon:

—Es un buen plan, buscaremos y despertaremos a los Dioses Digimon, las 4 bestias sagradas. De paso entrenaremos y nos haremos mas fuertes, así tal vez podríamos ganar en base a nuestra propia fuerza.

Concluyó así chocando sus ojeras como si fueran puños, esto fue tan natural como sí lo hubiera hecho desde siempre y aún así le parecía menos inquietante.

Me siento abrumada, es demasiada información de golpe. Pero al parecer no somos los primeros. Yo no pienso desaprovechar esta oportunidad de vivir libre y sin las normas impuestas en mi casa, porfin puedo ser yo misma. Yo me apunto, asi que... ¿Cual es el primer paso que deberíamos dar?

Despues de todo, estabais dispuestos a ayudar, la cuestión era cómo. Tanto Leomon como Wizardmon se pusieron a pensar durante un rato, hasta que Jijimon, que no habia hablado, les interrumpió.

Jijimon: Al Valle de la Muerte, deben ir. Allí a Magnamon encuentren tal vez.

Leomon: Es posible, Magnamon es uno de los Caballeros Reales y uno de los guardianes, es el que siempre está más a la vista. 

Wizardmon: Ir allí, averiguar que ha pasado y si es posible, que Magnamon venga con vosotros. Uno de los Guardromon os llevará al valle.

Leomon: Si teneis alguna duda antes de partir, éste es el momento.

-Valle de la Muerte -dijo Agumon, respirando hondo-. Eso suena bastante mal. -Cruzó los brazos sobre el pecho en actitud de seguridad-. Por mi parte, ninguna pregunta. Encontrar a Magnamon, averiguar qué ha pasado e intentar que venga con nosotros. -Dirigió una mirada a sus compañeros, por si alguien quería tomar la iniciativa en preguntar sus posibles dudas.

Y que hacemos si no lo encontramos? Que peligros nos aguardan allí? - Miré a mis compañeros, mas valía prevenir que curar. Luchas tendríamos que luchar seguramente, pero prefería saber de antemano a que atenerme. 

Me rasqué el pecho y sonreí. - Y como sabremos que hemos dado con Magnamon, como es él?

Vale... Entones al valle de la muerte ¿No? Coincido con Dorumon ¿Como es el?y ademas ¿Como llegamos a ese valle?

Yusei choco las orejas a manera de puños y dijo optimista:

—Muy bien, vámonos.

Claro los demás tenían dudas y eran justificadas, esto hizo que Lopmon se parará y se cruzara de orejas. Ciertamente, no era así de fácil.

 Permaneció en silencio solo escuchando y analizando, tratando de apasiguar una leve risa interna cada vez que el anciano Digi-Yoda hablaba. Cuando finalmente se les asignó una misión agachó levemente la cabeza y cerró los ojos.

 - No debemos apresurarnos... - musitó más para si que para los demás - Leomón, Wizardmon... - volvió a decir esta vez un poco más decidido mirando a los dos a los ojos uno a la vez - Quizá el viaje sea peligroso, quizá solo sea un linda excursión por el digimundo pero... ¿podemos contar algunos suministros para el viaje?, ¿comida?, ¿medicina?. Entiendo que debemos encontrar a ese tal Magnamon y a verdad el sitio al que vamos debe tener ese nombre por una razón. - 

 Desvió entonces la mirada hacia sus compañeros de travesía con una leve sonrisa.

Escucho mientras nos explican nuestra próxima misión. ¿Tú, vendrias con nosotros? Genial a mas mejor. Estara bien ir con alguien que sepa a donde va. Me quedo pensativa unos segundos. ¿Porque, tu sabes a donde vamos ¿No?

   Bueno mientras pensaba sobre todo lo que había ocurrido, el ambiente se empieza a enrarecerse . Por mas que la mayoría estaba buscando la manera de ver el lado bueno de esta situación, lo sucedido con Monodramon seguía volviendo a colación. Antes de poder decir cualquier cosa, El leomon con cuchillo y aquel perro con guantes llegaron acompañando de 2 digimon's con pintas de sabios.

   El mas joven se presento así mismo como Wizardmon mientras que el viejo solo lo llamaban jijimon, Wiz empezó junto a su grupo a interrogarnos sobre nuestra situación y el como terminamos en aquel lugar  en donde nos encontraron, sin esperar, Lopmon y Agumon dieron el primer paso revelando nuestra extraña condición y que solo fue un accidente el como terminamos aquí.

   Mientras nos llevaban a otro cuarto mas espacioso y con una gran mesa nos empiezan a hablar sobre los guardianes, las digi-evoluciones impuras - Sooo, existe mas  de una forma de cambiar ?....- digo en voz baja, para no interrumpir las palabras del resto, y acabo esta parte del interrogatorio con la mención de los antiguos niños, de diferentes épocas unidos por un mismo objetivo, ayudar a este mundo.

     Mientras a mis compañeros les nace una fuerte convicción de ayudar en la causa, por mi parte estaba mas interesado en eso de los distintos cambios alcanzables ... me gustaría recuperar mis pulgares para la próxima vez ...

    Ya con un objetivo y con un lugar a donde ir, solo nos queda preguntar detalles antes de partir:

-   Bu-bueno, ¿  y saben donde fue que se vio por ultima vez a Magnamon ?, no es por traer malas vibras, pero si el lugar tiene ese nombre, me gustaría pasar lo menos posible por aquel sitio.- aunque sabia que esto parecía ser una misión rutinaria, no podía relajarme sabiendo que iríamos a un sitio con ese nombre.

— Intuyo que esa era tu primera digievolución, no Monodramon? — Dice aquel Leomon dirigiéndose a él — Recuerdas lo que sentistes antes de digievolucionar?

Él solo apuntó su mirada sobre aquel por un momento, solo para confirmar que realmente estaba dirigiéndose a él… con el intimidatorio rostro de aquel, enseguida volvió a apartar la mirada sin responderle. Aún tenía muy fresca la escena en que volvió de nuevo en si para verlo a aquel con su espada… o cuchillo gigante, muy cerca de él. No era realmente miedo lo que le hacía sentir, sino simplemente desconfianza… o una especie de incomodidad por un estado de tensión o alerta que aún mantenía. Demonios… si tuviese un cuerpo cubierto de pelo seguro que estaría completamente erizado.

— … O si eres tentado por la oscuridad y no puedes controlarte, digievolucionas hacia la oscuridad. — Aquel otro Digimon casi completamente cubierto llamó su atención cuando al decir esas palabras percibió el peso de la mirada de este clavarse en él. El rostro del que parecía una especie de brujo no se veía tan amenazante o imponente como el del otro por lo que Monodramon si le devolvió la mirada, de costado sin girar la cabeza.

No dejaba de sentirse extremadamente tenso o incomodo, ya sea junto con los demás o ahora cerca de aquellos otros desconocidos.

Luego la conversación prosiguió revelándose mucha información muy interesante… aunque mayormente implicaba nombres de otras personas que no conocía. Casi se volvió a poner a pensar en cómo encajar todo aquello en la red de ideas que venía barajando desde que llegó a ese mundo… con todo eso siendo algún proyecto secreto del gobierno, pero decidió no hacerlo. Ya no le importaba nada de eso.

Entonces, mirando a los ojos de aquel tipo de brujo o hechicero por fin logra recuperar su voz:

— Entonces… — Empezó pero enseguida se detiene porque las palabras le salieron roncas. Enseguida se aclaró la garganta y siguió. Había perdido por completo el tono ameno y simpático que había tenido… ahora todo su cuerpo se mantenía tenso, su mirada no dejaba de ser esquiva y con el ceño fruncido — Esta bien. Parece que ustedes son los buenos. Y ahora se ve que ya vieron que nosotros no somos amenazas… y nos creen cuando decimos que BanchouLeomon, que está de su lado, nos envía. — Deja de mirar a los ojos del brujo para mirar ahora a aquel Digimon de aspecto anciano — Entonces… si el viejo dice que tenemos que ir a ese “Valle de la Muerte” o lo que sea entonces quiere decir que ya nos van a sacar de esta celda en la que nos metieron, ¿No? — De pronto el tono de voz de Monodramon empieza a elevarse cargada por la irritación — Porque bien que no sé que hicieron con ese Ogremon o como se llame… ¿Y saben qué? Ya no me importa. Pero no pienso ir a ningún “valle mortal” a hacer nada, no tenía un hogar en mi mundo ni tampoco tengo uno en este y en ambos soy un don nadie sin casa, ni amigos, ni familiares, ni nada… ¡Pero en este mundo tengo algo de poder! Ya puedo defenderme y en este mundo hacer mi propia vida, ¡Solo y en paz! Ahora solo quiero ir a buscar algún bosque o pradera solitaria… cortar troncos de árbol con estas garras — Dice alzando ambas garras — Y hacer mi propia casa. Por fin estoy lejos de todo lo que fui, y puedo empezar desde cero siendo otra persona. Ya no soy Marcuzi… ¡Ahora soy Monodramon!