Partida Rol por web

-Si nos dividimos y alguien se tiene que quedar con las provisiones, no recomiendo dejar atrás a más de dos Digimons. Uno más o menos fuerte y el otro débil, para que esté más equilibrado. Y que el resto fuéramos directos hacia el templo -propuse, pensativo-. O si quieres te acompaño mientras llevas las provisiones, Renamon. Odio estar parado sin ayudar mientras nuestros futuros compañeros están en apuros. ¡Sea como sea, hay que decidir y movilizarse rápido!

- hummmm... como lo hacemos..... como lo hacemos... -  me quedo pensando frente al dibujo, y como podría ayudar ademas de esto, luego miro a renamon que fue capaz de sentir el estruendo mucho ante que yo lo pudiera ver y se me ocurre una idea.

- bueno.... podemos dividirnos , por un lado seria un grupo que se lleve las provisiones hasta el templo, si tenemos suerte el lugar debería ser seguro si es verdad que Magnamon lo visita a menudo, en este grupo debería ir al menos dos que sean capaz de mover la caja y yo para guiarlo hasta el templo - mientras dibujaba tres puntos junto dentro de un circulo junta a la marca de la X y este avanzaba hasta el símbolo de la casa - mientras por otro lado iría el restos guiados por renamon a investigar el asunto del humo, al no tener que estarse preocupando de las provisiones pueden avanzar con mayor velocidad y ahorrar tiempo- haciendo un gesto similar al anterior, encierro cinco puntos dentro de otro circulo pero este en dirección hasta el fuego.

- Por lo mismo seria mejor que el grupo de Renamon se lleve el mapa, a su grupo se les puede volver mucho mas complicado avanzar una vez lleguen al origen del humo y quieran volver - al escuchar lo que decía Lopmon asiento con la cabeza - eso, eso, si pueden, lleven unas pocas provisiones que no les dificulte el movimiento, si esto se alarga no quiero que ustedes se queden sin comer por culpa de separarnos.

- una vez confirmemos que pasa en el templo, pondré marcha inmediata para reunirme con el otro grupo, cosa de ver donde se esta armando el alboroto y sabre donde están jeje... - digo esto en tono de broma aunque no era el momento lo mejor no era perder los ánimos, la idea de separarnos podía ser peligrosa, pero debía hacerse si es que de echo había mas como nosotros y estos estaban en algún tipo de riesgo

Escucho atenta las ideas de todos, mientras miro el entorno que nos rodea.

Lo siento patamon, pero estoy con gaomon y rena, deberíamos ir todos juntos aunque sea unos por delante y otros por detrás. De esta forma no nos separamos y creo que será más seguro.

Había estado cayado cargando un par de cajas mientras escuchaba los comentarios de los demás, al parecer pese a lo que los otros digimons les habían dicho sobre el nombre de aquel lugar, despreocupándolos, el “valle de la muerte” se les había quedado en la mente ya que nunca los había visto tan organizados que hasta Patamon no paraba de hacer mapas y planos de estrategia como si fuera director técnico elaborando una formación.

— Salamon tiene razón… si me lo preguntan — Dijo una vez encontró una pausa entre el debate de los demás — Tanto planeamiento es un poco pérdida de tiempo, lo mejor es simplemente avanzar cada uno con su carga. Además, el humo perfectamente podría ser de una chimenea o de una fogata, no tiene por qué ser de una explosión o incendio. Si esos otros dos que hemos venido a buscar están por aquí quizás se sentaron ante un fuego. — Entonces, con las provisiones que le correspondían a él empezó a avanzar — Vamos, el lugar de donde sale el humo parece el lugar más importante a revisar ahora, ¿No?

Vuestros ataques, aunque le dais, parece que ni se inmuta. En eso lanza un ataque hacia Guilmon, el cual falla por los pelos, derribando varios árboles y causando un poco de polvareda.

Fugamon: No podeis conmigo, asi que ser buenos digimons y dejaros absorber!

Vais todos en dirección a donde la columna de humo, cada uno llevando vuestras provisiones. Al poco rato de ir caminando, notais (los que estais en el suelo) unos minitemblores en la tierra. Patamon ve a lo lejos otra columna, y como un par de árboles caen al suelo.

No me importa, i will survive!!!- Exclamo continuando atacandolo a la distancia. Sonrio al ver como mi ataque le pega en toda la cara. - Sera mejor que te calles antes que el fuego te coma la lengua.

.... ufffff .... al final después de un rato discutiendo que hacer, todos partimos en una sola dirección tomado todo lo que pudimos y abandonamos la caja atrás.

    Mientras nos íbamos acercando al sitio en cuestión, los arboles a nuestro alrededor si iban remeciendo y las piedras mas pequeñas no dejaban de bailar, haciéndole una señal a mi grupo, decido elevar vuelo para tener una mejor imagen de lo que estaba ocurriendo.

     El panorama no pintaba nada bien, ademas de la primera columna de humo, una segunda había nacido a unos metros mas haya y ademas, esta vez se podía ver con claridad como unos arboles alrededor de la columna acababan de ser talados para caer sobre la columna ... mierda, el fuego se va expandir!!! ....

   - Problemas!!, otra columna mas acaba de aparecer y esta pareciera que acababa de ser creada por un golpe muy fuerte- digo al bajar unos metros para que el grupo pueda oírme, pero sin abandonar el cielo.

Empezamos a andar cada uno cargando nuestras provisiones, me alegro de qué no nos hayamos separado así si pasa algo podremos cubrirnos las espaldas más fácilmente.

Íbamos caminando con relativa calma cuando de repente patamon se eleva en el aire y nos avisa de que ahora no solo hay una columna de humo sino dos. Esto no pinta nada bien.

¿Otra columna de humo? Tal vez deberíamos de aligerar, si realmente ellos están allí pueden estar en peligro

Guilmon ya empezaba a enojarse ante las tonterías de ese tal Fugamon por lo que esta vez utilizo sus garras, si el ataque a distancia no era bueno entonces el cuerpo a cuerpo debía ser efectivo.

-Sí, tiene toda la pinta de que la columna de humo es de una chimenea o una hoguera. Seguro que estarán asando salchichas -comenté, con sarcasmo, ya que era evidente que aquellos chicos se encontraban en peligro-. Y encima ahora temblores en la tierra. Esto huele a combate. ¡Vamos, compañeros! ¡Debemos darnos prisa para ayudarles!

Miré sorprendido a Patamon, estaba claro que la zona de conflicto iba a ser peligrosa y no lo ibamos a pasar bien, las columnas de fuego ya sonaban dañinas solo de mencionarlas y no me apetecía que mi pelaje lila se achicharrara, pero teníamos que ir a echar un vistazo, seguro que había alguien en problemas.

-Vamos! Hay que aligerar! - Miré a Renamon. - Tendremos que hacer de primera linea... si descubrimos como digievolucionar. - La verdad es que no había vuelto a pasar desde aquella vez con Coelamon. Como se supone que íbamos a proteger a los demás si no podíamos hacerlo?  

—Momantai.....—decia Lopmon aliviado.

Ahora iban en camino hacia la columna de humo lo cual era bueno, no lograrían nada discutiendo sin llegar a nada y perdiendo el día en el proceso. Yusei cumplía con lo suyo, sí bien llevaba 8 panes en su bolsita que llevaba a lomo también cargaba con varias manzanas con las orejas, peso ridículo a los 100kg que podía cargar cuando fue humano pero al menos ya era algo.

Estaba concentrado, no quería que se le cayera la fruta que iba acomodada de tal forma que un tropezón la haría caer al suelo. —Vamos, con cuidado, con calma, con.......—

En eso un pequeño temblor simbro el suelo, siendo un susto menor para muchos pero para Lopmon fue el acabóse, sus manzanas cayeron al piso. Derrotado se tiró al piso de rodillas y clamó:

—¡¡¿Por que?!!.—maldijo al cielo.

Sus compañeros notaron algo mas urgente a lo cual se fueron hacia el frenéticos. Lopmon vio esto y por inercia los siguió.

—¡¡Hey, esperen!!. ¿Cual es la.....—Mientras corría vio aquella otra columna de humo.—...prisa?

 Finalmente habían decidido llevar cada quien las provisiones que pudiesen llevar sobre los hombros en pequeños sacos, eso hacía las cosas más sencillas y ya estaban de camino cuando una leve vibración seguida de una segunda columna de humo irrumpió en la aparente tranquilidad que el grupo estaba comenzando a experimentar.

Observó el suelo y entonces levantó la mirada al tiempo que Patamon mencionaba la segunda explosión, entonces sin siquiera pensarlo las patas de Gaomon le hicieron apresurar el paso, hizo una leve gesticulación de molestia, sujetó mejor sus provisiones y echó a correr hacia el lugar, esta vez no dejaría que nada malo pasara, esta vez haría algo y con esa idea en la mente siguió adelante.

Al final me libro de llevar todas las provisiones, y nos las repartimos.

A medida que nos acercamos puedo oir otra explosión y el ruido de los árboles caer.

si, vamos. Demonos prisa

Guilmon y Tsukaimon...

Esquivabais bien los ataques de ese digimon, aunque vuestros ataques parecían que no le hacían efecto ninguno, o al menos en apariencia. Comenzabais a cansaros de ir esquivando sus ataques, y cuando pensabais que no podíais mas, a la espalda de ese Fugamon... aparecieron....

El resto...

Habeis ido lo más rápido posible y veis a dos digimons los cuales estaban cansados,

y a un digimon que os recordaba demasiado a uno verde con el que luchasteis unos días atrás.

El digimon, al ver tal cantidad de digimons, comenzó a ponerse algo azul, pero aun así, lanzó una especie de haz energética de su puño, el cual todos esquivasteis por los pelos... salvo uno: Monodramon. El golpe le dió de lleno, y fue tal potencia, que comenzó a desmenuzarse como en datos, hasta desaparecer. Todos os quedasteis pasmados, hasta que una luz os cegó a todos.

Por fin llegamos al lugar de las columnas de humo, afortunadamente cuando llegamos vemos que los dos están bien, aunque parecen agotados y y no me extraña viendo contra quién luchan, ese bicho es igual que el que nos enfrentamos nosotros antes y a pesar de ser 7 casi nos destruye. Sin embargo este es diferente parece marrón en vez de verde. Avanzo lo más rápido que puedo y me coloco delante de ellos sé que no los puedo cubrir mucho debido a mi tamaño pero no pienso dejar que los hagan daño. Hola, ¿Estaís bien? ¿os han heridos? Tranquilos estamos aqui para ayudaros Mientras tanto el que se parece a Ogremon nos lanza un haz de energía, logro apartarme por los pelos pero tirarme para comprobar si están bien mis compañeros veo como monodramon recibe el impacto y es convertido en datos. No puedo evitar que mis ojos se llenan de lágrimas al ver a mi compañero caído. NOOOOOOOOO!!!!! Monodramonnnnn!!!! Con este grito suelto un potente aullido sin apenas enterarme.
Todos estamos igual impactados cuando de repente una luz proveniente de Agumon nos deslumbra. Acaso está...

Semejante escena era una historia de horror, otra vez estaba ese ogro despreciable haciendo de las suyas y sembrando el caos.

Sin pensarlo Lopmon soltó su mochilita y de un salto le atacó:

—Fox Terrier helado.

Una potente ráfaga de balas heladas salieron de la boca de Yusei. Era increíble, se sentía mas potente que cuando lo uso antes, así lo sentía, se sentía mas fuerte que antes.

Habíamos llegado a tiempo para salvar a aquellos chicos, aunque estaban muy cansados. Uno de ellos era un dinosaurio de color rojizo, mientras que el segundo parecía un clon de Patamon con tonalidades moradas.

Observé al monstruoso digimon contra el que se enfrentaban, el cual se parecía bastante a Ogremon, contra el que habíamos combatido días atrás. Definitivamente, aquellos dos solos no tendrían ninguna oportunidad. Puede que ni siquiera nosotros la tuviéramos.

Esquivé el haz energético del puño de aquel digimon por muy poco, lanzándome a un lado, pero cuando dirigí una mirada a mis compañeros advertí que no todos lo habían conseguido: el golpe había alcanzado de lleno a Monodramon. Nuestro compañero ni siquiera había podido reaccionar. Su cuerpo comenzó a desintegrarse, convirtiéndose en datos hasta acabar por desaparecer. Monodramon estaba muerto. Ya no existía.

Sentí el dolor en mi corazón al recordar cómo, solo unas horas atrás, Monodramon había sido un digimon lleno de sueños, que ya se planteaba todo un futuro por delante. Él quería irse solo por su cuenta, vivir en el mundo digital, dejando atrás un pasado de malos tratos a manos de su padre. Y ahora, aquel mundo salvaje había terminado acabando con él. No había nada que se pudiera hacer. Nada, salvo demostrar que su muerte no había sido en vano. Pude percibir cómo los ojos se me empañaban de lágrimas, devastado por la muerte del dinosaurio morado.

-Adiós, Mono... -comencé a decir, con tristeza.

Fue entonces cuando sentí que mi cuerpo comenzaba a agrandarse y a cambiar, mientras me veía envuelto en una luz cegadora. En apenas unos segundos, había cambiado. Agumon, la pequeña lagartija amarilla, ya no estaba, y en su lugar se alzaba mi nuevo yo, un gigantesco e imponente dinosaurio anaranjado.

-¡La leche! ¡He digievolucionado! -exclamé, observándome, con sorpresa.

Mis ojos se posaron en el digimon que había matado a Monodramon, muy seguro de que esa muerte no iba a salirle gratis. Le haría pagar por lo que había hecho.

-Van a llover hostias como panes -aseguré, mientras cargaba contra aquel digimon, embistiéndolo con mi gran cuerno para causarle el mayor daño posible.