Partida Rol por web

La habitación de la mujer mayor sólo os indica aquello que ya sospechabáis. Es la dama de llaves, perteneciente al servicio del señorito Leopold Roseburrow, vuestro objetivo y futuro heredero de la fortuna de su padre. La sala es un pequeño dormitorio bastante más modesto que el resto de la casa, pero que no tiene demasiado interés más allá de un diario que encontráis sin apenas buscar demasiado. 

No parece que la mujer lo escondiera o lo intentara ocultar de alguna forma. Simplemente estaba en el cajón de su mesilla junto a otros objetos personales de escaso valor monetario. Objetos que os dejan ver que la vida de esa mujer es la de una mujer sencilla y sin pretensiones, cerca de la edad de jubilarse, con hijos y nietos...

El diario en cambio si os llama la atención. Pues en sus páginas hay escritas algunas cosas desconcertantes. La mujer habla de su vida cotidiana, d como trata que el señorito vuelva a recuperar las ganas de vivir. Habla de que cada vez está más encerrado en sí mismo y la obsesión de que intentan asesinarle le perturba hasta en pesadillas...

Por último relata la visita inesperada de un hombre que conocéis muy bien, su tío Anthony Roseburrow. Explica que tuvieron una acalorada discusión en el despacho y que desde entonces la actitud del señorito cambió. Desde hacía días no había salido de su cámara ni para comer. Sólo permitía que su guardaespaldas personal hiciera de intermediario. El diario termina con una oración para pedir por el alma de este niño atormentado...    

La pareja de tyvianos se desplegó por el descansillo como sombras, atento a cualquier ruido que les pudiera delatar. Moverse en una noche como aquella hacía que cada uno de los ruidos de sus cuerpos sonaran escandalosamente altos en sus cabezas, y Vladko estaba tan en tensión que parecía la cuerda de un piano: el latido de su corazón, su respiración resonando en la máscara de ballenero, el crujir del cuero a cada paso. Para él era como avisar a viva voz que estaban allí y que no habían sido invitados, pero se recordó que sólo era una impresión. El silencio y la noche magnificaban los sonidos y sabía que todo estaba en su cabeza. Esa era una de las primeras cosas que aprendía uno cuando emprendía el camino del asesinato.

Cuando llegó a la puerta que sí podía abrirse, le hizo una señal a Matka alzando un dedo. Esta la primera, parecía decirle. Las puertas cerraban hacían ruido al desbloquearse y tardaban más tiempo, y tiempo no era algo que tuvieran de sobra.

En la oscuridad se manejaban bien, pero siempre había que tener cuidado. Lo que por ahora era aliado, con un error o ruido podría convertirse de en enemigo.

En silencio cubría a Vladko, atenta a cada cosa, pero eso no le impidió echar un vistazo a las cerraduras de las puertas que impedían su paso.

Joder -pensó-... Eso podría abrirlo yo fácilmente... -o eso quería creer. Pero le llevaría quizás un tiempo, y de eso andaban escasos.

Asintió a su compañero, siguiéndole a la piuerta que sí abría. Enfocó la flecha de su ballesta hacia el interior, por si al abrir había sorpresa dentro. Siempre estaban a tiempo de probar las otras puertas, si la que abrían era inútil.

Elian observó como la asesina pasaba junto a él y empezaba a quitar las sábanas de la cama de la que parecía ser el ama de llaves de la casa. Con varios pasos silenciosos se acercó a ella y observó la habitación con mas detenimiento. Sara había hecho un ovillo con las sábanas, las había depositado en una esquina de la cama y estaba revisando la habitación. Él hizo lo mismo.

La asesina abrió uno a uno los diversos cajones que había en la cómoda y en la mesita, quedándose con un objeto en su mano al abrir este último. Lo observó con detenimiento y ojeó sus páginas con rapidez. Una visión por encima la dio algunas pistas de lo que había pasado recientemente en la casa. Con un "psss" casi inaudible avisó a Elian que volvió su mirada hacia ella. Sara le pasó el objeto. Era un viejo diario. Mientras la asesina empezaba a atar las sábanas al pomo de la puerta de la otra habitación Elian con dos zancadas volvió al pasillo y bajo la tenue luz de una lamparita empezó a leer su contenido con rapidez. Quizá pudieran descubrir algo.

Sara cerró la puerta de la habitación de la anciana con sumo cuidado y ató fuertemente los dos pomos con las sábanas. Se notaba que había estado muy bien entrenada. Una vez finalizó se acercó a Elian que continuaba observando el diario con atención. Al percatarse de que la joven estaba a su lado puso el diario a la vista de los dos. Toda pista que pudieran obtener les vendría muy bien.

En cuanto Vladko abre la puerta con sumo cuidado tiene que detenerse y cerrar. Al otro lado al alguien haciendo guardia. No ha tenido mucho tiempo para ver de quien se trataba pero parecía otro mercenario. Lo único que el tivyano ha podido percibir sin ponerse en peligro es que hay una balaustrada que parece limitar por una parte una escalera ascendente y a la espalda del guardia otra que da a un espacio sin piso. Seguramente comunique con una gran sala situada en el piso de abajo. 

El problema es que parece tener controlada la zona central de la mansión y sin saber que hay más allá del rango de visión, tenéis apenas una fracción de la información de esa gran sala que intuís que ocupará gran parte de la planta superior.

Desde esa posición y con la puerta entreabierta, Matka podría tener un tiro limpio, a riesgo eso si de lo que pueda suceder justo después. Todos vuestros esfuerzos por llegar hasta ahí en silencio podrían venirse abajo...

Elian comienza a ojear el diario y encuentra varios datos que son sumamente esclarecedores. En primer lugar las fechas en las que se relata la visita de Anthony Roseburrow, vuestro contratante y tío del muchacho, son de hace apenas unos días ¿Porqué acudiría en persona a visitar a su sobrino días antes de que perpetrarais el crimen? ¿A caso lo volvió a intentar por su cuenta no poniendo en riesgo toda esa fortuna en vuestras manos pudiendo ser posible que fracasarais? ¿Tan desesperado estaba por el dinero? 

Por otro lado no aparece en ninguna parte lo que sucedió después de la discusión entre el señorito y su tío. Es como si la ama de llaves hubiera tenido que marcharse sin poder ser testigo del final de aquella tensa escena.

Por último dice que tras la visita de su tío no solo se había encerrado en si mismo, más que nunca, sino que un brillo en sus ojos la había asustado. No especifica nada más al respecto, pero parece ser que la mujer se había llevado un buen susto al percibir en un niño inocente esa mirada despiadada, como de una persona malvada.

Todo esto no hace más que acrecentar vuestras dudas sobre lo que está sucediendo en esta maldita casa. Todo es muy extraño. Desde los intentos de asesinato fallidos, la paranoia del niño, la inesperada visita de su tío y la mirada terrorífica que se le había podido percibir...

Ayjoder. El tyviano cerró rápidamente la puerta en cuanto vio la reconocible figura de uno de aquellos mercenarios y contuvo el aliento cuando volvió a estar a solas con Matka y cabeceó a su compañera hacia su siniestra— Probemos suerte con esa puerta*. 

Prefería no arriesgarse con un enfrentamiento abierto con uno de aquellos mercenarios y montar una escandalera, sobre todo considerando que se encontraban en la planta superior de la mansión. Si se despertaba su presa y escapaba, o aún peor, avisaba al zancudo, estarían en un serio aprieto. Así que mejor probaban suerte con alguna otra puerta, a ver si podían encontrar la habitación del muchacho entrando por alguna ventana.

Aun impresionado por lo que acababa de leer Elian miró a Sara y luego de nuevo al diario. Lo cerró y lo guardó sin hacer ruido dentro de su gabardina. Dirigió su mirada hacia el final del pasillo y, de nuevo con sumo cuidado, se encaminó hacia la cocina. Su mente le daba mil vueltas a lo que acababa de leer. ¿Qué estaba ocurriendo allí? ¿Qué misterio encerraba todo aquello? ¿Por qué el ama de llaves, que se supone vivía con el niño desde hacia mucho tiempo, lo notaba tan extraño? ¿Y que le pasaba en la mirada? ¿Le habían dado algún brebaje? ¿Estaba poseído por un extraño hechizo? Nada de aquello tenía ningún sentido. Pero deberían aclararlo si querían salir con vida de allí y poder terminar la misión.....fuera cual fuera el resultado.

Ya de nuevo en la cocina, y justo al salir del pasillo, pegó su cuerpo y su oreja a la primera puerta que tenía a su izquierda. Escuchó atentamente antes de hacer nada mas. Un paso en falso podía delatar su situación y complicarles mucho las cosas.

Siguiendo el ejemplo de su superior, Dar avanzó por detrás de Elian, para escuchar detrás de la puerta siguiente, aprovechar el tiempo era clave, por lo que venía viendo, Vladko y Magia habían ido por unas escaleras que ahora se veían a sus espaldas, el "señorito" estaba lisiado según suponía, y eso significaba, que o bien se escondía en los pisos superiores y encerrarse en sus aposentos era parte de refugiarse, o bien le habrían preparado una sala (tal vez subterránea) en la que pasar más desapercibido.

Que estuviera en la planta podía ser la forma de sus sirvientes de procurar hacer que se moviera, pero veía poco probable que el muchacho aceptara eso si tan aterrorizado estaba.

No le importó demasiado lo leído sobre los ojos del chico, pensó que en su desesperación podía haber buscado pactar con el extranjero, el libro que aun poseía Sara y había podido leer con más calma, daba la sensación de no ser el único modo de contactar con él. Quizás el extranjero no solo tenía un pacto con Daud, y buscaba curiosear un poco. No sabía si el chico tendría algún poder, después de todo sobrevivir a tantos intentos de asesinato ya era raro de por si. Lo que más rabia le dio fue pensar que el contratante hubiera podido avisar al chico de su cercana llegada, ¿se molestaría Vladko si tras cobrar mataba al tío del crío? Sin duda incluso a ella le comenzaba a dar pena ese crío, separado de su familia, revelándose contra todo lo que le amenazaba...

Se sonrojó ligeramente bajo su máscara, ¿era eso empatizar con alguien? De algún modo, aquel caso le recordaba muchísimo a sus propios inicios al lado de Daud, ¿habría sentido quizás el extranjero lo mismo por ese muchacho que lo que sintió Daud por ella? Le parecía mentira pensar en que por una vez no quería matar a una presa...

Ella se dio cuenta de que algo andaba mal, y Vladko cerró la puerta con tanto cuidado como la habían abierto. Fue una sabia decisión, matar al guardia en unas escaleras hubiera sido posible, pero muy evidente. Cayese hacia donde cayese, más guardias acudirían. No era garantía de seguridad, sino el suicidio de la misión.

De nuevo ella le hizo un gesto afirmativo, apoyando así su decisión. 

Ante la intención de abrir otra puerta, esta vez sí tendría que intentar forzarla. Desenganchó una de las cremalleras de su chaleco, la parte que se coge con los dedos para subirla y bajarla. Estaba afilada a propósito, y disimulaba bastante como arma escondida. Era lo justo para que entrase en la cerradura, y también para cortar la yugular de alguien en algún apuro. Nunca se sabe.

Comenzó a manipular la cerradura, intentando oír ese "click" que les llevase al otro lado.

Matka haciendo uso de su ingenio, logra improvisar una especie ganzúa en un santiamén. El problema es que abrir puertas no es precisamente su especialidad. Con mucho empeño lo intenta una y otra vez llegando al límite de dejar la cerradura inservible. La ganzúa queda atrapada en el hueco, Matka intenta extraerla y de pronto se rompe...

La puerta se abre de golpe dando un portazo. Vladko justo antes intenta agarrar el pomo, rozándolo con la punta de los dedos, pero sin tiempo para reaccionar. El portazo resuena en toda la zona. Pero lo más crítico no sucede por eso. En el interior de esta sala que resulta ser un dormitorio, hay un hombre atado de pies y manos a las cuatro esquinas de la cama. Cuando os acercáis podéis ver que se trata de vuestro contratante Anthony...

Con el ruido que acabáis de causar con ese fortísimo portazo parece despertar o recuperar la consciencia de pronto. Intenta inútilmente quitarse las ataduras que le apresan y es entonces cuando os dais cuenta de que está amordazado. 

- Mhhhh!!!... mhhh!!! - intenta desesperado gritar al veros entrar.

La situación definitivamente es crítica. Sabéis que apenas a unos metros de allí en la sala principal el sonido ha tenido que llegar y al menos un guardia irá para ver lo que ha sucedido. 

Llegáis de nuevo a la cocina, donde todavía repos el cuerpo de la ama de llaves, el guardia muerto y el moloso inconsciente. Elian se acerca para poner la oreja tras la primera puerta de la izquierda y poder escuchar...

Apenas pasan unos segundos cuando puedes oír un fuerte golpe que resuena por toda la casa y parece provenir de la planta de arriba. Unos segundos después oyes la voz de un hombre con acento...

-  ¿Que ha sido eso? ¡Ve a averiguarlo! Yo me quedaré aquí. - suena tras la puerta.

Justo después, se oyen un par de pasos correr por el suelo de piedra y luego como el subir de peldaños sobre moqueta. El sonido cesa y ya lo único que oís son voces de lejos que no conseguís entender o diferenciar.

Algo parece que va mal y todo vuestro plan se puede ir al cuerno si os descubren a vosotros o a los otros dos balleneros.

El tyviano contuvo la respiración e inmediatamente se volvió en dirección a la puerta que daba al descansillo donde vigilaba el mercenario. Era imposible que no lo hubiera oído y apenas tardaría unos segundos en acercarse a ver qué sucedía. Su compatriota no podía ver la urgencia en su mirada, pero le hizo un ademán para que se escondiera rápidamente al otro lado de la puerta que daba al descansillo para reducirle en cuanto asomara. Él haría de cebo mientras descubría qué cojones estaba su contratante maniatado de esa forma. Esto huele demasiado mal.

Para asegurarse la victoria, Vladko enfundó su acero y preparó la ballesta.

Elian dio un paso atrás al escuchar aquel estruendo. Algo no iba bien. Miro a Sara y sin pensarlo dos veces regresó a la semioscuridad del pasillo. Volvió a levantar el brazo apuntando hacia las puertas con su ballesta de mano. Tal vez desde allí tuviera mejor visión si necesitaba disparar. Tal vez tuviera ocasión de sorprender a quien apareciera por alguna de aquellas dos puertas.

De reojo, volteando ligeramente la cabeza, Elian había mirado también la puerta entreabierta del pasillo y aquellas escaleras que subían hacia la planta superior. ¿Qué era todo aquel alboroto? ¿Habían descubierto a Valdko y Matka? No era muy posible, dada la experiencia de los dos asesinos. ¿Quizá les habían tendido una trampa? Tensó su cuerpo. La sola idea de que algo iba realmente mal hizo que su respiración se volviera más agitada. Nuevamente, todo estaba en juego.

¡¡¡mierda... mierdamierdamierda!!!

Lo que no tenía que pasar, pasó. Que hubiesen irrumpido a golpe de platillos no hubiera sido más efectivo que ese portazo tan traidor e inesperado. Ella se quedó unos segundos.conteniendo el aliento, esperando que hordas de guardianes acudiesen al golpe, que en su imaginación y el silencio reinante retumbó como un cañón.

Finalmente reaccionó y volvió a su ballesta, dispuesta a defenderse. En la habitación recién abierta el contenido no fue menos sorprendente que su modo de entrar, parece que el instinto de Vladko eligiendo puertas compensaba la torpeza de la tyviana en abrirlas. Aún así, siguió atenta a lo que pudiese pasar.

Tras dar ese portazo inesperado, todo parece moverse en la casa. Oís tanto las voz como los pasos de alguien que se acerca. Apenas tenéis unos segundos para intentar tomar posiciones... 

- ¿Qué cojones ha sido eso? - pregunta uno. - Ve a echar un vistazo. Parece que nuestro "invitado" no se está portando como es debido.