Partida Rol por web

Zak cogió la tarjeta de datos y después de comprobar que estaba el dinero que le debían a cargo se la guardó en el interior de la chaqueta.

-Has elegido la opción correcta. No te fustigues, seguro que antes de un par de meses tú suerte cambia.-

Se giró a sus compañeros y se dispuso a salir de aquel local. Una vez fuera volvió a sonreir.

-Bueno, este ha sido rápido y fácil. Esperemos que el siguiente también lo sea, o como mínimo rápido. Si es así, y el bueno de Cargo cumple, estaremos fuera del planeta a tiempo.-

Habían logrado el dinero, pero Andur no lograba relajarse del todo aún. Mientras caminaba en dirección a la salida controlaba todas las esquinas y rincones desde la que pudieran tenderles una emboscada. La resignación de Rashid parecía sincera, pero con esta clase de gente uno nunca estaba seguro.

—No me gusta lo que estamos haciendo. No me gusta nada. ¿El trato con Cargo incluía, además del transporte, el acceso libre al hangar? Porque si lo han bloqueado también, nos vamos a reír...

Media hora es lo que les había costado llegar, "negociar", conseguir los créditos y salir de aquel lugar. Sin incidentes, sin contratiempos^[1]. Andur respiró aliviado cuando llegaron de nuevo al deslizador y pusieron rumbo al siguiente negocio... ¿Tendrían tanta suerte con el segundo?

No les costó más de cinco minutos sin tráfico y escoltados por la noche. El segundo negocio era mucho más evidente que el anterior. Un gran cartel luminoso de una twi´lek ligera de ropa y moviendo una única pierna con el texto bajo el mismo "La twi´lek sexy".

Un rodiano vigilaba la puerta exterior, abriéndola y concediendo el paso a quien llegaba...

Quien hubiera estado dentro recordaría con facilidad el lugar. Luces de neon rojas y azules por el techo, barras de baile repartidas por toda la planta baja con twi´leks machos y hembra bailando para disfrute de los presentes y una barra en una de las esquinas con, de nuevo, dos twi´leks ligeros de ropa. Música alta y machacona. Había una zona VIP elevada en donde Lady Vanila solía observar a los clientes y como se dejaban sus créditos en el negocio.

Andur había estado ya en aquel garito, no una, sino una docena de veces o incluso más. Comenzó a frecuentar el lugar llevado por sus nuevos compañeros de trabajo y una noche se gastó su primera paga en Saomi y Layeera, dos cariñosas twi'leks con las que terminó forjando una relación más allá del puro comercio.

En ese momento en que se disponían a entrar en el local, Andur estaba seguro de que Saomi no trabajaba, porque antes de que el plan de fuga de emergencia se pusiera en marcha estaba dispuesto a quedar con ella. Sin embargo, no podía decir lo mismo de Layeera. Tal vez la otra twi'lek estuviera allí dentro y le iba a costar muchísimo trabajo ignorarla; pero, sobre todo, abandonarla sin dar ninguna explicación.

—¿Es necesario que entremos todos? —preguntó visiblemente preocupado.

Habían hecho bien en dejar el siguiente sitio para cobrar el último. Zak lo conocía, pero lo malo es que le conocían a él. Y sabían que si estaba allí normalmente no era por placer. Había tenido que asustar a algún que otro cliente para cobrar deudas, y eso había hecho que se marchase del lugar y no se gastase toda la pasta que podría haber sido. Por lo que Lady Vanila le tenía un poco de manía.
Esperaba que al menos el venir de parte de Cargo la ablandase un poco, pero suponía que no iba a ser tan fácil de coaccionar. Seguramente tendrían que usar otra táctica.

-Como quieras. Aunque estate atento, lo mismo la cosa se desmadra demasiado dentro y podrías venir bien como refuerzo. Tengamos los comunicadores activos.-

Jade sopesó durante unos segundos las opciones que tenían. 

— Creo que tenemos que ir todos. Como habéis visto antes, es más fácil si hacemos grupo. Entramos, conseguimos el dinero y nos marchamos. No podemos perder tiempo, si estamos juntos nos ahorraremos minutos. — Jade estaba convencida de que no tenían tampoco muchas más opciones. — Y si sale mal... cuantos más estemos mejor, tenemos que salir los cuatro del planeta, nadie se queda atrás. — trató de inspirar a su compañeros.

— ¿Qué pasa Andur, te ruborizan estos locales? — bromeó — Si quieres, entraré yo contigo, si alguien más quiere quedarse fuera... pero este local no parece el mismo que el anterior, puede que aquí no nos lo pongan tan fácil.

Miró a Zak esperando que abriera la marcha.

Lady Vanila... se rumoreaba que además de ser un local de ocio y entretenimiento, "El twi´lek sexy" era una tapadera para la venta de píldoras letales^[1]. Y era Lady Vanila quien lo gestionaba absolutamente todo. No llevaba demasiado tiempo en Aldera, pero los rumores de la calidad de sus productos ya se habían extendido de alguna forma.

Jade sabía que tenía algunos contactos entre la alta sociedad y diplomáticos de Aldera, pero todavía eran demasiado escasos y poco influyentes para poder expandirse como era debido. Zak por su parte, desde la última intervención, no tenía demasiado buen trato con Lady Vanila. 

No tuvieron problemas en entrar al local. Todo estaba tal y como lo recordaban, y cuando miraron hacia la planta superior pudieron ver a la propietaria rodeada de algunas personas en un sofá, riendo y pasándoselo bien. Un par de guardias armados a cada lado vigilaban la parte inferior del local.

Una twi´lek que bailaba en la barra más cercana a la puerta se os quedó mirando durante un segundo. Luego guiñó un ojo al grupo y continuó su sensual baile ante un grupo de clientes que vitoreaban con cada movimiento...

Zak localizó a Lady Vanila y refunfuñó un poco.

-En fin, vamos al lío. Lyra y Andur, lo mejor sería que tomaráis posiciones aquí abajo. Jade conmigo, parece que se te da bien hablar. Y a Vanila no la voy a poder intimidar como al otro pringado, está claro.-

Dicho esto Zak se encaminó hasta la parte de arriba directo a donde se encontraba la dueña del local. Si estaba nervioso no lo demostraba.

— ¿Tenemos que tener algo en cuenta aquí abajo? — preguntó la mecánica mirando en todos los rincones de la sala a posibles matones dispuestos a abrir fuego a la mínima orden de la twi'lek con nombre de postre — Y suerte.

Andur entró con los demás y cuando Zak le pidió que se quedara con Lyra aceptó sin rechistar. Sin embargo, era evidente que no estaba tranquilo y que miraba todos lados buscando a alguien antes de que ese alguien le encontrara a él.

—Sí, que no nos cobren de más en las bebidas —bromeó mientras se tapaba disimuladamente la cara con una mano—. No, en serio, estaremos atentos, jefa —prometió a Jade.

Jade asintió a lo que había dicho Zak y se juntó a él. 

- Te dejaré hablar a ti si lo prefieres, te apoyaré si veo que es necesario y veo que es más necesario intervendré. —  comentó con un tono tranquilo. Aunque por dentro estaba empezando a perder los nervios. Tenían que salir del planeta cuanto antes.

Zak y Jade se dirigieron a la zona VIP. Unas escaleras en un lateral daban acceso a la misma. Un hombre alto y fuerte, con cara de pocos amigos los detuvo poniendo su mano en el pecho de Zak y negando con la cabeza.

— El acceso está restringido. —

Zak le comentó que iban de parte de Cargo, a lo que el guardia enarcó una ceja y lo comentó por un pinganillo que tenía en la oreja.

Mientras tanto, Andur y Lyra pudieron ver como uno de los hombres que vigilaban al lado de Lady Vanila se le acercaban y esta asentía. 

El guardia junto a Zak y Jade asintió. 

— Las armas. — Dijo extendiendo la mano, parece que no podríais subir armados allí arriba. 

Zak se quedó mirando al tipo y puso mala cara. Pero tampoco tenía tiempo de ponerse a discutir o enseñar modales al de seguridad. Así que le dio su pistola blaster. Ya iba a entrar cuando el tipo le volvió a parar, con lo que suspiró resignado.

-Está bien, está bien. Tenía que intentarlo. No me gusta estar desarmado.-

Y le entregó el cuchillo de combate.

-Más te vale que no te vea jugar con ellas.-

Lo cierto es que en verdad no le gustaba estar desarmado, le molestaba mucho, por lo que agradecía que hubiese podido colar el blaster de bolsillo que tenía en su funda de muñeca.

Jade, consciente de que su compañero estaba introduciendo un blaster pequeño, hizo visible su entrega del arma. Ella no se quedaría con nada y haría ver que nada tenía tampoco para que la atención se desviara un poco de su compañero.

— Gracias. —  dijo Jade a quienes les habían parado y luego dado el paso. 

Miró a Lady Vanila y luego miró a su compañero

Pues... ahora es cuando nos la jugamos...

Zak y Jade pasearon por la zona VIP. Una zona de sofás con gente disfrutando de la bebida, de compañía y de sustancias claramente poco legales. Al final de la misma, en una zona ligeramente más grande que las demás esperaba la mujer. Al ver a los dos nuevos invitados apartó al twi´lek macho que jugueteaba con la mujer. Los dos guardias miraron a los invitados pero ninguno habló o dijo nada.

— Vaya vaya, el matón de Aldera. Zak Atanna en persona. ¿Vienes a quitarme a otro de mis clientes? ¿O es que te has quedado sin trabajo y esperas que yo te consiga algunas migajas a cambio de un pago ridículo? —

Miró a Jade, sonrío.

— Has venido con una amiguita... que mono. —

Rio ante el comentario de su compañero. Después de eso alternó su mirada entre la twi'lek y el piloto.

— ¿La conoces, truhán? — le preguntó juguetona — ¿O es que ya has ligado nada más entrar?

Por un momento Zak pensó en replicar a la cabrona que tenía delante, pues no le gustaba que se riesen de él. Sí, a Zak no le gustaban muchas cosas. Pero después se recordó que precisamente estaba allí para conseguir salir del planeta, y que todos los que se quedasen morirían de forma horrible. Y eso le alegró, por lo que sonrió a la mujer.

-Sí, bueno. La verdad es que estoy trabajando. Vengo a por el pago de Cargo. Me lo das, me marcho y te aseguro que no me verás la cara nunca más.-

-Ni yo te la veré a tí. Lo cuál es un trato aún mucho mejor.-Pensó para sus adentros el soldado.

Al ver que hasta Lyra se había dado cuenta, Andur abandonó aquella actitud ridícula.

—Sí, la conozco. Se puede decir que es una amiga y yo más que un cliente...

Andur se dio cuenta del gran cariño que le había cogido a Layeera y a Saomi. Seguramente era eso que llamaban poliamor, aquella disquisición filosófica acerca de si se podía amar a más de una persona a la vez o, en concreto, amar una parte de cada persona...

—¿Crees que podríamos llevarnos a más gente con nosotros? —preguntó a su compañera; pero inmediatamente se arrepintió de haber formulado esa pregunta. Es absurdo. ¿Cómo voy a llevarlas a las dos y a Bogdono conmigo en menos de cuatro horas? ¿Con qué motivo? ¿Qué iba a ser de ellos luego? El Imperio pediría muchas explicaciones y casi con toda seguridad los cuatro terminaríamos en las minas de especias o flotando en el espacio... Sin embargo la mala conciencia le estaba matando.

Una larga sonrisa se dibujó en el rostro de Lady Vanila.

— Así que es eso... eres el perrito de Cargo. Debería habérmelo imaginado. —

Con la mano hizo un gesto despidiéndote, indicando que podías marcharte ya.

— Dile a ese aqualish que no voy a pagarle ni un duro... dile que hay una nueva jugadora en la ciudad. Que su, reinado, se ha terminado. — Se inclinó hacia delante guiñándole un ojo — Que venga con todos sus hombres si quiere. Dile, que estoy preparada. —

De nuevo se recostó.

— Para variar tu visita no ha sido placentera. Puedes irte. —

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Mientras tanto en la planta de abajo, de nuevo el comunicador de Lyra comenzó a sonar. Era de nuevo mensaje.

— ¿Dónde estás? Esto se me queda grande y están amenazando que o lo reparamos en la siguiente hora o se lo llevan a Ryann^[1] —

Andur por su parte recibía una llamada de su compañía...Era el número de la central, así que debía ser un nuevo trabajo.