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[DM 06/20] Madrid Negro

[Partida] Madrid Negro

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31/05/2020, 22:30
Narrador

Madrid Negro

Ella estaba allí donde la habían dejado, junto a ella un par de maderos que no vestían uniforme, estaban tomando notas mientras un tercero había desplegado su maletín de inspecciones oculares y se entretenía sobre un mueble tratando de obtener impresiones de huellas. Probablemente en cuanto aquel último diera por finalizado su trabajo en el escenario del crimen, procederían al levantamiento de cadáver.

No era la primera vez que Marisa o Jaime veían un cadáver. Sin embargo, era la primera vez que el cadáver era alguien cercano, casi de la familia. Se trataba de Angelines, la secretaria de la Agencia de Detectives "Castro Friol". Probablemente les habrían llamado por eso.

Estaba a apenas un par de metros de la puerta de entrada, vestida con apenas en un camisón que por su posición estaba mostrando ya la cara de los muslos a un nivel que considerando los estándares sociales hacía varios centímetros que había sobrepasado lo obsceno. Sin embargo, se había visto condenada a aquella posición tras aquel par de puñaladas en el pecho que habían segado su vida. Poco más pudieron fijarse en ella pues al ser alguien de la casa, el protocolo habitual era más dificultoso que nunca.

Una gran nube del oloroso humo de un puro les golpeó bruscamente atrayendo su atención. 

Se trataba del Inspector Bravo, lo único que tenía de Bravo además de su apellido eran los modales. Un sabueso de la vieja escuela de los que una mirada adusta y un prejuicio eran suficientes para dar con un culpable suficiente como para cerrar el caso. Todo lo demás se resolvía en el interrogatorio por las palabras o por las manos, daba igual el método, la verdad acababa por salir siempre a la verdad.

Lo habían conocido en algún caso antiguo ya cerrado en el que habían tenido que acudir a la policía para pedir algún tipo de favor, favor que se aseguraron de cobrarse en otros momentos.

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31/05/2020, 23:18
Inspector Bravo

—Gallego... Ya habéis visto suficiente y he contestado a vuestra pregunta del crío1. ¿Qué podéis decirme la señora y tú de la joven? —inquirió el responsable de la bocanada de humo—. Dicen por aquí que era un poco casquivana... Los vecinos, ya sabéis.

 Volvió a pegar una bocanada a su puro mientras escrutaba a la pareja, su compañero el subinspector Almonte hacía lo propio como si buscasen una excusa para confirmar la culpabilidad de la pareja de detectives.

—La de al lado, y alguna más comenta que a veces venía su hermana —aclaró el segundo mientras revisaba sus notas—. Paquita... sí. Pues eso, Paquita se quedaba con Fabián, el crío, mientras la finada pasaba la tarde fuera, a veces incluso llegaba bien entrada la noche.

Otra bocanada de humo.

—Gallego, no me jodas y dime la verdad que no quiero enterarme por otras vías. Porque te juro por Dios que me voy a enterar... ¿Te acostabas con ella?2

Notas de juego

Os meto in media res para plantear todo el caso de la manera más rápida posible y así poder lograr enclavar todo el Desafío en plazo y centrándonos principalmente en la investigación.

1Al llegar y ver a la víctima, sabíais que tenía un niño así que probablemente preguntaríais por él. Se lo han llevado al hospicio hasta que decidan qué hacer con él.

2Lo dejo a tu gusto.

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01/06/2020, 08:35
Jaime Friol

—No.

Los que conocían a Jaime sabían que no era de los que derrochaban palabras. Además, pese a su aspecto de matón imbécil, no era nada tonto. Enfrentarse de forma frontal al agente que llevaba el caso, siendo además un capullo como Bravo, era una mala jugada. Mejor mantener la calma.

—Nuestra relación era laboral. ¿Habéis encontrado el arma del crimen? ¿El niño escuchó algo?

Pensó en el pobre Francisco. Esperaba que la hermana se hiciera cargo del chaval. La vida ya sería suficientemente mala para un huérfano como para que lo dejasen en un hospicio. Aunque se mostrase frío a Jaime le hervía la sangre. Angelines era una buena mujer, que había sacado adelante a su hijo y trabajaba sin quejarse. Una chica guapa, sí, pero él nunca se le habría insinuado. No era de los que mezclaban el trabajo con el placer, aparte que su posición de jefe le habría dado la sensación de haber ejercido derecho de pernada aunque la chica hubiera querido. Friol no era de esos.

Examinó con cuidado la escena. ¿Había manchas de sangre en la puerta principal? ¿Huellas? Aquello parecía un crimen pasional y cuando se mata a alguien con pasión se cometen muchos errores, se dejan pistas. Bravo era un inútil incapaz de ver un elefante a dos pasos. Si querían encontrar a quien le había hecho aquello a Angelines iban a tener que hacerlo por su cuenta. Además: quedaría muy mal en su curriculum que alguien les matase a la secretaria y no haber dado con el asesino. No quería mercantilizar aquella muerte pero él no había inventado las reglas.

 

Notas de juego

Busco un rastro de la sangre de haberlo.

Intento averiguar si el asesino dejó cualquier rastro visible. También me fijo en la intensidad de las puñaladas ¿lo hizo alguien fuerte? ¿con destreza o a lo bestia?

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01/06/2020, 09:48
Inspector Bravo

–¡Alto ahí Castro!1 –dijo Bravo deteniéndole en cuanto amagó con acercarse al cadáver. Había posado su gruesa mano sobre la pechera del detective. Tuvieron que conformarse los dos con mirar desde la distancia, cosa fácil por toda la sangre que había.

El par de puñaladas parecía muy violento por el tamaño de las heridas, parecía que se habían hecho cómodamente y ejerciendo una fuerte presión, probablemente el autor era un hombre, o una mujer con mucha fuerza. La sangre seca que se apreciaba en un lateral de la cabeza corroboraba dicha teoría: la víctima estaba en el suelo cuando fue apuñalada. Un charco de sangre se había formado extendiéndose por todo el camisón hasta que rebasó éste alcanzando el suelo. Un leve atisbo de movimiento se insinuaba en las manchas de sangre a ambos laterales de la víctima que parecía delatar que tras recibir las puñaladas seguía consciente, pero sin fuerzas para moverse apenas un palmo.

–A lo mejor no entendéis cómo va esto, acostumbrados como estáis a meteros en la vida de los demás, pero esto es asunto del Cuerpo General de Policía. Que alguna vez hayamos acudido a vosotros para resolver algún fraude no significa que te creas que te puedes tomar esto con confianzas.

Miró entonces a su compañero quién acababa de cerrar su maletín.

–¿Has terminado? –Éste asintió

–Vamos a ir precintando la escena del crimen. Si alguien entra, sé que habrás sido tú –señaló acusadoramente a Friol–. Entiendo que esto sea personal para vosotros, joder que un asesinato de una trabajadora en una agencia de detectives quede impune seguro que dañaría vuestra reputación y nadie en la puta vida os contrataría.

Notas de juego

¡Chemo, ya estás cambiándome los nombres! Al niño le llamé Fabián y tú me lo llamas Francisco

1Te llama Castro suponiendo que “Detectives privados Castro Friol” eres tú. El machismo que comentamos en la preparación.

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01/06/2020, 18:30
Marisa Castro

Marisa tenía el ceño fruncido y los labios apretados en una fina línea. Sus ojos se escapaban una y otra vez con desaprobación a las piernas descubiertas de la pobre Angelines. Le parecía una vergüenza que la tuvieran así expuesta, como si fuese una chica sin honor o una cualquiera. 

—Los vecinos, los vecinos —masculló, molesta—. Seguro que tienen la lengua larga y las miras cortas. Angelines era una buena chica, muy formal. 

Aquel policía no le había caído en gracia a la señora Castro. Y menos después de que le pareciese que insinuaba ciertas cosas sobre Jaime y la pobre Angelines. Lo fulminó con una de esas miradas de madre, una de esas que hacían que su hijo Marcos agachase las orejas incluso cuando ya era padre y tenía su propia familia. Que confundiese el orden de los apellidos ni la inmutó, a eso estaba acostumbrada. Siempre los confundían y a veces hasta se aprovechaba de ello. No se molestó en corregirlo. 

La mujer había tomado ya buena nota mental de todo cuando había que ver allí. Al menos de lo que podían ver en la distancia. Y también de un par de nombres que podían convertirse en pistas que seguir, aunque eso no pensaba decirlo en voz alta hasta que no estuviesen a solas ella y el chavalito1. Estaba triste y mosqueada por la muerte de la secretaria, todo apuntaba a que Marisa se iba a tomar aquel caso como algo personal, y tenía pocas ganas de lidiar con las malas pulgas del inspector Bravo.

—¡Pues usted fue quien nos llamó, oh! —señaló—. La chica era muy buena secretaria, formalita y educada. Nunca faltaba al trabajo y era muy ordenada. La pobrecita Angelines perdió a su marido en la guerra, pero trabajaba duro para sacar adelante a su hijo. ¿Qué más quiere saber? 

Notas de juego

1El "chavalito" sería Jaime, que aunque sea un hombretón de 2x2 para Marisa sigue igual que cuando lo conoció. 

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02/06/2020, 12:19
Inspector Bravo

Se apartaron todos un momento para dejar salir al portador del maletín, y en cuanto los cuatro estuvieron solos Bravo volvió a la carga respondiendo esta vez a Marisa, con su característico bramido:

–¡Claro que les llamé! La reconocí como vuestra secretaria y quería que la identificarais… También para haceros las preguntas de rigor. Con vuestras respuestas tengo más que suficiente. ¡Y ahora largo! ¡Que tengo que trabajar!

En ese momento empezaron a escuchar los pasos de una pareja de hombres que llevaban una camilla, eran los que se iban a encargar del levantamiento de cadáver.

Con terquedad y tozudez se mantuvo el par de detectives a una distancia prudencial de aquel par de cuyo trabajo apenas se fiaban mientras dejaban hacer al par de recién llegados. Fue un proceso rápido y sin apenas ceremonia: depositaron la camilla a un lado, en un momento trasladaron el cuerpo encima de la misma. Atrás quedaba delimitado en el suelo el contorno de la fallecida. Con la misma deferencia que habían empleado para trasladar el cuerpo, corrigieron los pliegues del camisón dando una apariencia más recatada a la difunta Angelines. Finalmente, tras cubrir el cadáver, se levantaron al unísono tras contar hasta tres y empezaron a desandar el camino por las escaleras del bloque.

Los últimos en salir fueron el Inspector Bravo y su colega el subinspector Almonte quién se santiguó al pasar por delante de él el cuerpo sin vida, cosa que hizo que su superior pusiera los ojos en el cielo.

–¡Ya no hay nada más que ver! ¡Ahora sí, largo u os hago detener por obstrucción! Tengo que precintar esto y os voy a vigilar muy de cerca, porque aún no tengo claro que no estéis en el ajo.

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02/06/2020, 14:43
Jaime Friol

Jaime salió de la casa y, apoyándose en su coche aparcado al otro lado de la calle, encendió un pitillo mientras contemplaba a los agentes precintar el lugar. Tiró la cerilla al suelo y exhaló el humo pensando en las posibilidades que tenían de tirar de algún hilo. Era probable que tuvieran que regresar a la casa de Angelines a revisar el escenario pero no había prisa.

—¿Qué opinas?— le preguntó a su compañera —¿A ti te contó algo alguna vez de que tuviera enemigos o algún lío? Joder. Es que lo pienso y casi no la conocía. Y el otro capullo insinuando que pudiera tener un lío con ella. Me cago en su calavera.

Miró los edificios colindantes.

—¿Espero a que se larguen los maderos y hago una ronda de preguntas a los vecinos? Igual alguien escuchó algo. Tú podrías ir a ver a la hermana, que seguro que contigo se suelta más que conmigo. ¿Qué te parece? ¿O tienes otra idea?

Notas de juego

Entiendo que es una casa ¿no? ¿O se trata de un apartamento en un edificio?

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02/06/2020, 15:33
Narrador

Notas de juego

Es un apartamento en un piso.

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02/06/2020, 21:30
Marisa Castro

En cuanto puso un pie en la calle Marisa bufó por lo bajo, contempló pensativa cómo los policías trabajaban y al escuchar a Jaime negó en su dirección.

—Angelines no hablaba mucho de su vida, tampoco conmigo. Pero siendo tan joven y ahora que el niño ya es casi un hombrecito nadie podría culparla por buscar compañía. No es bueno que una mujer tan joven esté sola tanto tiempo.

Era muy diferente en su caso, claro. Ella había compartido toda una vida con su Roberto, que en paz descansara. Pero Angelines era una cría cuando se había quedado viuda. Apartó esos pensamientos a un lado para mostrar su acuerdo con el plan de Jaime.

—Sí, estaba pensando lo mismo. Tenemos que hablar con la hermana de Angelines y con esas vecinas chismosas. Y deberíamos también intentar hablar con el niño, Fabián. Nadie se fija en los críos, pero se enteran de todo.

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03/06/2020, 10:20
Jaime Friol

—En marcha pues. ¿Nos vemos a mediodía en la de Antonio y nos ponemos al día mientras comemos?1

A Javier le quemaba estar quieto, era un hombre de acción, aunque esa acción de momento se limitase a recorrer la escalera preguntando a los vecinos si había visto u oído algo extraño, si habían notado algo raro estos días con respecto a Angelines, hombres que la hubieran visitado, ruidos de discusiones, desconocidos que pululasen por la zona... Siempre había una vecina cotilla2 que espiaba por la mirilla quien subía y bajaba, sobre todo cuando una de las vecinas era una mujer soltera con un hijo.

Notas de juego

[1] La de Antonio es el Bar Asturias. Un bar en el que sirven comidas y que está debajo de la oficina de los investigadores.

[2] Si la hay ¡debería llamarse Maria Luisa en honor a nuestra partida de Ecos Disonantes! XDDDD

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03/06/2020, 18:38
Maria Luisa Domínguez

—Buen día señó... Antes no pude evitar verle cuando estaba limpiando la mirilla —saludó al tiempo que abría de improviso, la vecina de la puerta situada frente a la de Angelines1.

—¿Ha estao ahí dentro, no? —inquirió al gallego mientras señalaba a la puerta precintada por la policía—. Te he visto con esos detectives. Mae mía... Pobre la Angelines... Si es que ya se lo decía a mi Paco: se veía venir, tanto va el cántaro a la fuente que acabará por romperse.

Se sacó de un lugar en el interior de su ropa un pañuelo con el que con suma delicadeza empezó a secar lo que apenas parecía un amago de lágrima. Al terminar parpadeó y se miró en un espejo interior para confirmar que no se la había corrido el rímel. Una vez se sintió segura, volvió a la carga contra el intruso de la escalera.

—¿Y qué anda haciendo por la escalera? No por nada, una que se preocupa por sus vecinos... No pareces de los policías, antes estuvieron preguntando a todos los vecinos... ¿Eras uno de los novios de la Angelines?

Notas de juego

De momento narro como si estuviera Jaime ahí, entiendo por el contexto que Marisa tratará de localizar a la hermana 

1Son dos puertas por planta que dan a un rellano pequeño desde el cual se va cambiando de planta. Ni hablar de ascensores.

Si la hay ¡debería llamarse Maria Luisa en honor a nuestra partida de Ecos Disonantes! XDDDD

¡Concedido!

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03/06/2020, 20:03
Marisa Castro

—Allí nos vemos. Ten cuidado. 

Con esa despedida Marisa se puso en marcha con andar vivaz en busca de un teléfono público. No sabía si la tal Paquita tendría aparato en su casa. Por no saber, ni siquiera sabía si esa mujer estaba casada, con lo que el teléfono seguramente estaría a nombre de su marido. Tal vez la cosa fuese algo más complicada, pero haría el intento antes que nada. Esperó hasta que la voz de la operadora la atendió al otro lado y le dio el nombre de Paquita y el apellido de Angelines. Si no tenía suerte su siguiente paso sería ir al despacho a revisar las cosas que la secretaria pudiera haber dejado en su escritorio.

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03/06/2020, 22:38
Jaime Friol

—No señora, no soy de la policía. Soy detective privado. Angelines trabajaba en nuestro despacho. ¿A qué se refiere con ir el cántaro a la fuente? ¿Había tenido altercados en casa antes? ¿Vio algo que nos pudiera dar una pista sobre quien hizo esto? ¿Tenía muchos novios? Pobre chica... lo que le han hecho...

Jaime jugaba con el morbo de la cotilla. Si le dejaba entrever que le contaría lo que había visto en el piso de Angelines puede que la señora se fuera de la lengua y colaborase contestando alguna de sus preguntas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo hecha una tirada de persuasión (por si procede) y añado que tengo Interrogatorio por si sirve de algo en la situación.

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03/06/2020, 23:04
Narrador

—¿Dígame? —contestó a Marisa una voz femenina al descolgar el auricular

—¿Paquita Hernández Polo? Un segundo. Francisca supongo... Francisca Hernández Polo —decía la voz al otro lado de la línea mientras Marisa reconocía el familiar sonido del garabateo—. Deme un segundo que intento localizarla. Aguarde donde está que la llamaré en unos minutos.

Permaneció en su puesto aguardando la devolución de la llamada cuando al cabo de diez largos minutos el teléfono empezó a sonar.

—No localicé a ninguna mujer registrada bajo el nombre de Francisca Hernández Polo, pero localicé a un hombre con esos apellidos. Era su hermano por lo que me pudo dar el contacto de su marido. La he localizado. Te paso...

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03/06/2020, 23:05
Paquita

—¿Hola? ¿Puedo hablar? —preguntó finalmente la voz al otro lado

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03/06/2020, 23:06
Maria Luisa Domínguez

—Pues hombre... ¿Qué te voy a decir? Que por la escalera se habla y una no es sorda. Además por si fuera poco a veces lo he visto con estos ojos que te ven aquí mismo delante de mi puerta —contestó a Jaime subrayando sus palabras con un gesto a su ojo.

—Lo siento mucho si era su amiga pero, esa mujer pasa... pasaba más horas fuera, que en su casa; que es donde tendría que haber estao, ya me entiende usté. Entiendo que enviudara pero parecía que abandonó el luto mu pronto, casi cuando empezó a trabajá. Y por si fuera poco faltaba muchas tardes. Una me despertó casi cuando había logrado dormirme, a eso de las once de la noche, ¿sabes? Oí la puerta.

Casi parecía estar aprovechando para desahogarse por todas las tropelías por las que parecía sentirse ofendida. De pronto pareció darse cuenta de que hablaba sobre una persona fallecida y se santiguó relajando su postura.

—Sin embargo, tengo que reconocerla que al menos ha sido respetuosa con nosotros, los vecinos. No se ha traído a sus hombres a casa, siempre salía sola y volvía sola. Eso sí alguna vez la he visto por la ventana paseando con un hombre así jovencito. Más que usté quiero decir. Pero de eso fue hace mucho, las últimas veces nada, un coche venía a buscarla, era un... sí uno de esos...

Empezó a hacer memoria intentando escoger las palabras cuando de pronto cambió de tema como si quisiera llevar la conversación a lo que realmente la interesaba:

—¿Está aquí porque cree que la mató el que vi? —preguntó de improviso buscando una nueva exclusiva de las noticias de la comunidad.

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04/06/2020, 00:42
Jaime Friol

Jaime mantuvo un gesto interesado en todo momento. Sabía como era este tipo de gente: querían ser el foco. Y no iba a defraudarla.

—No sabemos quien fue todavía. A veces se quedaba hasta tarde a trabajar.— añadió sintiendo la necesidad de disculpar a Angelines —Es duro para una mujer sola sacar un hijo adelante. El coche que vio ¿recuerda que modelo era? ¿la solía recoger a menudo?

Se quedó pensando en si alguna vez había visto en que llegaba Angelines al trabajo. Siempre había dado por hecho que vendría en tranvía o andando. No se paró jamás a pensar que la pudiera traer alguien. ¿Se había fijado él mismo alguna vez en si la habían traído en coche?

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04/06/2020, 04:08
Marisa Castro

Marisa esperó paciente mientras la operadora trataba de localizar a la hermana de Angelines. Desde fuera parecía sólo una señora distraída mirando el teléfono, pero por dentro los engranajes de su cerebro no dejaban de girar dándole vueltas a cada encuentro que había tenido con la secretaria en los últimos días. ¿Había habido algo extraño o diferente en alguno de ellos?

—Muchas gracias, señorita —le dijo a la operadora cuando volvió a hablar con ella. Y luego esperó hasta que una mujer descolgó el teléfono—. Hola, buenos días. Es usted Paquita, ¿verdad? Soy la jefa de Angelines, del despacho de detectives. Lamento muchísimo su pérdida. Me gustaría conocerla y hablar un poco, ¿podríamos reunirnos?

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04/06/2020, 18:34
Maria Luisa Domínguez

—Creo que era un seat de esos que empiezan a verse mucho ahora... Un milipico1 que se llama ¿no? —preguntó buscando confirmación a Jaime Friol sacándole del letargo en el que se había sumido mientras intentaba recordar cuánto conocía a la joven fallecida.

Definitivamente Angelines siempre llegaba andando o en transporte público. Si hubiera usado un vehículo privado lo habrían advertido aunque tampoco es que estuvieran muy pendientes pues aunque el despacho se abriera a las nueve de la mañana, ella empezaba su jornada al cabo de una hora.

—Lo que sí que sé es que era gris. Sólo lo vi un par de veces pero no es que esté siempre pegada a la ventana, una tiene mucho lío entre limpiar la casa todos los días, hacer la comida... Ya me entiende.

Consciente de que no parecía que iba a enterarse de mucho más de pronto la vecina pareció perder el interés y amagó con volver al interior.

—Bueno, si se enteran de algo más o si puedo serles de ayuda, soy Maria Luisa... Del tercero A como puede ver —añadió señalando la placa con la letra. De pronto pareció caer en la cuenta de algo—. Por cierto, no entiendo la pregunta del coche. Ayer no estaba el coche ese, ayer no vi ningún coche la verdad. Sólo escuché muchos pasos escalera abajo, salí para regañar a quienquiera que fuese y entonces me encontré la puerta abierta con la Angelines ahí en el suelo.

Notas de juego

1Un 1400, según leí en internet se empezaron a fabricar a finales de 1940 pero en 1954 ya se empezaban a ver bastante.

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04/06/2020, 18:53
Paquita

Las palabras de la operadora y después de Paquita interrumpieron la línea de pensamientos de Marisa1.

—¿Usted era la señora Marisa, no? ¿También acaba de llamarla la policía? —preguntó sorprendida. Su voz estaba rota e hipaba, incluso pudo advertir Marisa cómo hablaba nasalmente—. Me han pedido que vaya al hospital a identificarla porque necesitaban un familiar. No quisieron decirme nada más.

Se hizo un silencio sumamente incómodo mientras Marisa podía escuchar lo que parecía el conato de un ataque de ansiedad.

—Mi marido estará trabajando todo el día y no llegará hasta tarde. ¿Puede acompañarme? Después podríamos hablar de lo que quiera...

Notas de juego

1Nada raro, llegaba 1 hora más tarde que vosotros, atendía llamadas, recibía a clientes hasta que les podíais atender y se marchaba a la hora de comer para buscar a su hijo al colegio. Cuatro horas que junto con la pensión la permitían ir tirando.