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[DM 06/20] Madrid Negro

[Partida] Madrid Negro

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24/06/2020, 23:17
Marisa Castro

La mujer apretó los labios al contemplar la silueta que marcaba el lugar donde Angelines había quedado tendida, pero hizo de tripas corazón y se puso a trabajar. 

Lo primero que hizo fue buscar si había algo por el suelo cerca del contorno. Se agachó con algo de dificultad para asomarse debajo de los muebles, en busca de cualquier objeto que se le pudiera haber caído al asesino o a la víctima en un forcejeo.

Luego se puso en pie y se fue fijando en las superficies de muebles y estanterías. Buscaba algún cerco de polvo que indicase la ausencia de algún objeto, para comprobar si se habían llevado algo. 

Finalmente revolvió los cajones, a la caza de algún documento, carta, factura o diario que pudiera dar algo de luz al caso. 

Notas de juego

Estas cosas se me ocurren así de primeras :3.

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25/06/2020, 09:24
Jaime Friol

Jaime fue directo al dormitorio. La gente, normalmente, ocultaba cosas que otros no querían ver en lugares que consideraban inviolables. Y uno de esos lugares en una casa sería, sin duda, el dormitorio.

Fue directo a la cómoda para rebuscar en los cajones de ropa, en los fondos, tras los muebles... en los lugares donde alguien podría ocultar algún diario, una carta comprometedora, un recuerdo que quisiera atesorar lejos del alcance de los demás.

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25/06/2020, 10:02
Narrador

Como si fuesen las piezas de un engranaje perfectamente engrasado, ambos se coordinaron y en un momento se repartieron la casa entre los dos para empezar a revisarla concienzudamente. Marisa empezó por los alrededores del cuerpo, pero no vio nada inusual, quienquiera que hubiera sido el o la atacante lo había hecho con la suficiente profesionalidad como para no dejarse nada que apuntase a un arma. Sin embargo, al trasluz se encontró en el suelo con un par de hebras de cabello corto. Ambas de aspecto similar que apuntaban a ser de la misma persona, lo que confirmaba que, de pertenecer al asesino, éste era un hombre. Buscó más rastros en esa área sin suerte. Entonces se fijó en su prueba más el color era negro. Lo cual convertía a la mitad de los españoles en sospechosos potenciales, entre ellos sus dos últimas parejas conocidas.

Jaime por su parte fue sin dudarlo a la habitación de la víctima, la cama estaba abierta y arrugada, un leve escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir que estaba siendo testigo del último movimiento de Angelines: estaba durmiendo en el momento del asalto, o al menos en su cama. En cuanto se recompuso, echó un rápido vistazo a la habitación: se fijó en cómo en una de las mesillas había un libro, mientras que en la otra un jarrón que tenía un ramo de flores que había empezado a secarse. Entonces empezó a registrar toda la habitación, todo ella estaba dentro de lo normal, hasta que empezó a revisar el cajón con las prendas íntimas de la víctima. Allí vio una tarjeta con un estampado de la floristería y una dedicatoria:

“Mi vida era tinieblas, hasta que tú entraste en ella como los rayos de sol” P.

Aunque la inicial de la firma apuntaba a cualquiera de los dos novios conocidos, era de prever por el trato que se le habían dado a las flores y la necesidad de no extender el nombre más allá de la primera letra, que la dedicatoria y el remitente de las flores no eran otro que Don Pablo. Lo último que revisó era el cajón de joyas, allí estaban todas, lo que descartaba el robo como posible móvil. Sin embargo, un rápido análisis clínico pudo atestiguar que había algunas bastante caras para la economía que acostumbraba Angelines. Posiblemente dádivas de Don Pablo quién a falta de estabilidad sólo podía aportar regalos caros.

Salvo las hebras, no había nada que apuntase al asesino, todo lo que habían encontrado más allá de la evidente imagen de una mujer que cuidaba como podía a su hijo, eran la confirmación de la relación de la víctima con alguien del perfil de Don Pablo.

¿Sería él el asesino? ¿Tal vez alguien de su círculo? Las dos preguntas pivotaban sobre la mente de ambos, cuando cayeron en que el tiempo se les había echado encima y que tenían que salir y tratar de disimular su allanamiento si no querían dar más explicaciones de las estrictamente necesarias.

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25/06/2020, 14:47
Marisa Castro

El examen de la escena les sirvió para corroborar algunas de las hipótesis que tenían y en eso estaba pensando Marisa cuando se dio cuenta de que la hora se les estaba echando encima. 

—Vámonos de aquí —le dijo a Jaime, enfilando ya la puerta—. Creo que deberíamos ir a hablar ahora con la esposa de Don Pablo. Si la enfrentamos con la verdad quizá flaquee o se le escape algo. ¿Qué te parece?

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25/06/2020, 16:21
Jaime Friol

Jaime se afanó en poner de nuevo el precinto en la puerta. Se les acababa el tiempo. ¿Y si a Angelines no le llegaba con aquellas joyas? ¿Y si quería algo más y Don Pablo, enamorado, se lo había prometido sabiendo que incumpliría la promesa? La amante, cansada de vivir escondida, deseando una vida mejor para ella y su hijo amenaza con decírselo todo a la mujer oficial. Estas historias siempre acaban mal. Del amor al odio, a la ofuscación, sólo hay un paso.

—No lo sé... Si nos equivocamos levantaremos un avispero imposible de tapar. Don Pablo usará todos sus recursos para aplastarnos. Y si no es el verdadero culpable no le costará nada hacerlo. ¿Qué crees que obtendremos de la mujer? Necesitaríamos el arma del crimen, las ropas ensangrentadas... algo.

Salieron del edificio. Miró los callejones cercanos:

—Eran las siete y media pero ya habría gente en la calle de camino al trabajo. El asesino tuvo que salir manchado de sangre. Con el arma homicida. No pudo ir en transporte público, tenía que tener coche. O si no alguien acabaría viéndolo dos calles más allá. Todo apunta a Don Pablo. Pero si yo fuera él no llevaría la ropa a lavar a casa ¿cómo se lo explicaría a mi mujer? Estoy seguro de que Don Pablo no sabe ni encender una lavadora. Tuvo que llevarlo a la fábrica o dejarlo en el coche. Estamos buscando en el lugar equivocado.

Aún así echó un vistazo a los callejones cercanos para ver si, por un casual, encontraba un cuchillo ensangrentado en algún sitio. Miró también en sumideros cercanos. Puede que no lo tirara a la basura. ¿Alguna pisada ensangrentada en la calle? El coche no podía estar aparcado en la vía principal, tendría que estar en un callejón lo suficientemente amplio como para esconderlo sin llamar la atención.

Mientras lo hacía volvía al tema de entrevistar a la mujer de Don Pablo:

—¿Y si ella se había enterado de lo sucedido y pagado a alguien para cometer el crimen? Alguien así no busca a un sicario, dudo que tenga contactos. ¿Un fiel sirviente capaz de llegar a matar por dinero y callar? Me gustaría hablar con esa señora pero no ir de frente...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vaya, el precinto no aguanta tanto viaje :D

De primeras miro si hay algún callejón que cumpla las características y busco por un posible escondrijo para el arma, marcas de sangre en el suelo (pisadas) o algo que apunte a que un coche haya estado aparcado ahí (marca de neumáticos en la tierra, basura, etc).

Después mis posibles ideas son:

- Visitar la fábrica y buscar las ropas ensangrentadas (¿basurero? ¿despacho de Don Pablo?)

- Entrevistar a la mujer de Don Pablo haciéndonos pasar por otras personas y ver si sacamos una primera impresión de algo.

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25/06/2020, 16:51
Marisa Castro

—No creo que Don Pablo lo hiciese, pareció realmente sorprendido. No olvidemos que la puerta no fue forzada —valoró Marisa tras escuchar las dudas de Jaime—. Una mujer no abriría a esas horas a cualquiera, debía conocer a su visitante. Tal vez algún criado de Don Pablo. Podríamos tantear a la mujer y ver su casa haciéndonos pasar por representantes de la beneficencia en busca de donativos.  Pero tenemos que asegurarnos de hacerlo cuando Don Pablo no esté en casa. 

Siguió al chavalito mientras éste rastreaba la zona, mirando ella también a su vez en busca de algún rastro que pudieran seguir. 

—Por otro lado, antes de ir creo que podríamos llamar al hermano. Comprobar si estaba en el pueblo y averiguar si Angelines le había contado algo a él o a su madre.

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25/06/2020, 23:23
Narrador

Notas de juego

¿Sondeáis a la mujer mientras Don Pablo trabaja entonces?

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25/06/2020, 23:33
Marisa Castro

Notas de juego

Por mí sí :3.

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25/06/2020, 23:43
Jaime Friol

Notas de juego

¡Vale! En los alrededores entiendo que no encontramos nada ¿verdad?

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26/06/2020, 08:48
Narrador

Revisaron durante una larga media hora las calles aledañas, revisando incluso la basura. Sin embargo, no encontraron prueba alguna que pudiera haber dejado el asesino. De haber un sitio para el arma homicida, incluso para la ropa ensangrentada, presumiblemente sería el cercano río Manzanares, mas encontrar algo allí se antojaba quimérico por aquel momento.

Había que explorar antes otras opciones más cercanas y aparentemente más sencillas: la mujer de Don Pablo. 

Para cuando localizaron el lugar de residencia de Don Pablo, las dos agujas del reloj se encontraban alineadas marcando las doce. Habían tenido que hacer varias llamadas preguntando a viejos conocidos hasta que toparon con alguien que conocía a la familia. Vivían en el barrio Salamanca, entre Ramón de la Cruz y Núñez de Balboa, en un piso de grandes dimensiones.

Llamó Marisa a la puerta con seguridad mientras Jaime se posicionaba a su lado. Abrió una mucama:

—Buenos días, ¿qué desean?

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26/06/2020, 17:32
Jaime Friol

Jaime se mantuvo esta vez en un segundo plano. Aquel era un territorio donde Marisa oficiaría mucho mejor de primera voz.

Notas de juego

Que te dejo el marrón, vamos... :D

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26/06/2020, 22:30
Marisa Castro

Al llamar a la puerta Marisa colocó en sus labios su mejor sonrisa.

—Buenos días —saludó, cordial—. Somos de la organización benéfica Todo por los niños y estamos visitando a las familias de la zona para recoger donativos. Protegemos a niños huérfanos. Nos gustaría hablar con los señores de la casa.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Adelanto tirada de Persuasión por si hace falta. Si no hacía, ignoradla.

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27/06/2020, 10:46
Narrador

La mención a la asociación benéfica era como la de haber escuchado a un vendedor puerta a puerta, a punto estuvo de dar portazo en el momento pero quedóse unos instantes pensativa hasta que finalmente contestó:

–Un segundo, déjame que hable con la señora de la casa.

Y tras sus palabras cerró la mucama.

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27/06/2020, 10:49
Doña Inés

Tras un par de largos minutos se abrió la puerta.

–Buenos días señores, soy Inés. Me ha comentado mi mucama que venían del hospicio. Pero veo que no son muy amigos de la verdad. Mi marido me habló de ustedes.

Tras dedicarles una sonrisa enigmática volvió a entrar.

–Vayamos a la librería para hablar. 

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27/06/2020, 15:06
Jaime Friol

A Jaime le gustó aquella mujer. No se andaba por las ramas. De camino a la librería decidió cambiar su plan y romper el silencio que se había autoimpuesto.

—Será interesante hasta que punto le previno su marido frente a nosotros y que es lo que le ha contado... y lo que sabía usted. Me libra de un peso el saber que podemos hablar en confianza.

Lo dijo con un tono natural, sin dobleces, sin ironía. Era pronto para saber que cartas había sobre la mesa pero el detective había decidido que los faroles estaban de más en aquella conversación.

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28/06/2020, 00:35
Marisa Castro

Marisa enarcó un poquito las cejas con la respuesta directa de aquella mujer. Intercambió una mirada con Jaime y luego la siguió al interior de la vivienda. Que estuviese sobre aviso podía facilitarles el trabajo, pero también impedía que pudieran aprovechar el factor sorpresa para comprobar sus reacciones. No estaba segura de si aquello le parecía bueno o malo para la investigación. 

Sonrió internamente al escuchar al chavalito. Sí que iba a ser interesante, sí. Y mientras avanzaban por la vivienda sus ojos se fueron fijando en el lugar, los muebles, los adornos. Los detalles de una casa siempre contaban cosas de quienes vivían en ella.

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28/06/2020, 15:47
Doña Inés

—No me previno contra ustedes, me contó la conversación que mantuvieron y cómo usted, señor Detective, le acusó —explicó una vez llegó a la biblioteca, tomó asiento en uno de los sillones más privilegiados que presumiblemente ocuparía su marido en las recepciones. En cuanto todos entraron la mucama cerró la puerta tras ellos para darles intimidad

—Vino preocupado porque hubiera gente dispuesta a arrastrar su buen nombre por el fango. Así que tras hablarlo, llamamos a la policía para interesarnos por el caso y si era cierto que había indicios contra mi marido. No veas cómo nos tranquilizaron. De hecho nos revelaron que ya habían encontrado al culpable.

En ese momento la puerta volvió a abrirse y entró el servicio con una bandeja de plata sobre la cual había varias tacitas todas ellas con café por la mitad, la mucama depositó cada una de ellas en el regazo de las visitas y una tercera en una mesilla cercana a la que tenía Doña Inés. Depositó también una jarra con leche caliente. Tras todas las operaciones salió volviendo a dejarles solos.

 —Así que tenía mucho interés en hablar con ustedes pues me sorprendió verles cómo seguían insistiendo. Supongo que la policía no les ha informado tal y como nos prometieron ayer que iban a hacer.

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28/06/2020, 20:07
Jaime Friol

—Nos han informado pero el hombre detenido es inocente.

Jaime parecía interesado en su taza de café pero en realidad no quitaba ojo de las reacciones de la mujer.

—Supongo que la policía le habrá informado que el detenido es el ex-novio de la víctima. Créame: no se trata de un simple intento de arrastrar el nombre de su marido por el fango. Los líos extraconyugales no son algo que nuestra sociedad vea demasiado mal, sobre todo cuando es el hombre quien los tiene, pero un asesinato es un problema más serio. Imagino que la policía también le habrá puesto al día de que su marido tenía una relación con la víctima, iniciada después de que la ruptura con su exnovio.

Ahora sí que fijó la mirada en la de la mujer.

—Le aseguro que este tipo de conversación es tan incómoda para nosotros como para usted. No estamos buscando airear ningún affaire. Estamos buscando a la persona que mató a Angelines Soriano.

Notas de juego

Le he puesto un apellido para darle un toque más determinante. A ver como reacciona la señora...

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28/06/2020, 20:50
Marisa Castro

Marisa tuvo que morderse la puntita de la lengua para contener la barbaridad que quería soltar sobre la policía y sus investigaciones. Soltó el aire por la nariz y apretó la sonrisa, atenta a cómo encajaba la mujer lo que iba diciendo Jaime. 

—¿Tiene usted hijos, doña Inés? —preguntó al fin, sus ojillos clavados en ella. 

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28/06/2020, 22:52
Doña Inés

Visiblemente incómoda, la señora de la casa ignoró las palabras de Jaime y optó en su lugar por dar réplica a las de Marisa:

—Así es, los tengo. No sé qué tiene que ver todo eso con este incómodo asunto.

Dio entonces otro sorbo a su café.