Partida Rol por web

[DM 21/05] Dragonlance - La Feria de Belleria

Capítulo I - Bienvenidos a la Feria

Cargando editor
27/04/2021, 20:39
Sargento Markguth

—En efecto señorita —sonríe con amabilidad el veterano arquero cuando lady Briand le interpela—. Soy el sargento Markguth, el responsable de entrenar a los arqueros de la guardia y, en esta maravillosa ocasión, el maestro de ceremonias de esta competición tan apasionante. ¿Quiere probar suerte? Cualquiera de esos dragones sería afortunado de acabar en manos de semejante dueña.

Sin embargo, antes de que ella tenga ocasión de contestar, Lowen avanza con su despreocupada campechanía decidido a probar suerte, repartiendo sendas monedas de plata entre el Glinthalas y el sargento.

Se escuchan susurros inquietos cuando Kylian ofrece la bendición de Gilean a su compañero y risitas cuando éste efectúa su primer disparo contra el pequeño dragón dorado y la flecha pasa a tres palmos de distancia de su objetivo. Ofuscado y decidido a hacer diana como sea en el peluche de menor tamaño, Lowenherz dispara una flecha tras otra y cada disparo parece menos certero que el anterior.

—No pasa nada, no es nada fácil —le anima el sonriente Markguth—. A ti por lo menos no se te ha roto la cuerda del arco ni has acertado a ningún viandante por accidente. Puedes seguir intentándolo tantas veces como tu bolsillo te lo permita o hasta que consigas tu premio. Solo se permite un premio por persona.

A continuación, es Kylian quien acepta el arco prestado y las tres flechas de alquiler para probar fortuna. Su aspecto de erudito despierta menos expectativas entre la gente reunida que el corpulento Lowen con su metro noventa y sus músculos de acero. Tal vez por eso, el público contiene el aliento al ver que la primera flecha pasa rozando uno de los peluches abriendo un desgarrón allí donde le alcanza antes de seguir volando y perderse en la distancia.

—Vaya, eso estuvo muy cerca —comenta el curtido sargento con actitud entendida—. Buen disparo.

Con la tranquilidad de que ya no tiene nada que perder pero sí la oportunidad de ganarse la admiración y la fe del público, Kylian apunta a una segunda diana y su flecha se queda perfectamente clavada en ella, hasta las plumas. Algunos comentan que ha sido suerte y otros aplauden. Cualquier duda sobre la destreza del joven clérigo se disipa cuando éste apunta hacia el pequeño dragón dorado y hace diana en él.

La gente comienza a aplaudir y vitorearle. Algunos se acercan a palmear la espalda del clérigo, a felicitarle y a estrecharle la mano. Una mujer con un bebé en brazos incluso le pide que coja a su hijo en brazos y le bendiga.

—¡Menudo disparo! ¡El mejor que hemos visto hoy! —asegura Markguth, francamente impresionado, antes de dirigirse a la concurrencia—. ¿Qué os parece, se merece un premio de consolación al menos, no?

—¡SÍÍÍÍÍ! —grita el gentío, alborozado.

—Ya has oído al pueblo soberano de Belleria, amigo. Elege el color de tu dragón y aquí tienes tu moneda de acero. Bien ganada, sí señor.

A continuación le toca el turno a Glin. El público está animado después de haber visto en acción a Kylian pero se oyen comentarios de incertidumbre ahora que han elegido ya a su arquero favorito.

—Cuidado con este —bromea el sargento, reconociendo al buscavidas elfo—. Parece un niño pero es más viejo que cualquiera de nosotros y sabe más que los ratones colorados. Igual nos sorprende a todos.

Glin acierta sin problemas con su primer disparo a un muñeco de dragón rojo. La gente aplaude con la misma energía con que lo abuchean en el segundo disparo. La tercera diana a un dragón verde es más por amor propio que por otra cosa.

—Otro intento —reclama el silvanesti, muy seguro de sí mismo, mientras entrega una segunda moneda de plata a Markguth.

Su primera flecha se clava certeramente en el pequeño dragón amarillo en un alarde de puntería. Glinthalas sonríe y asaetea al mismo muñeco de dragón negro con las dos flechas siguientes, dejándolo en un estado deplorable.

—Pues ya tenemos a nuestro ganador de la jornada —anuncia el veterano sargento, haciendo bajar al peluche dorado mientras la gente ha enmudecido de asombro—. Os dije que este pequeño tunante era un fuera de serie. Aquí van esas tres monedas de acero y aquí tienes tu merecido trofeo; paséalo con orgullo y anima a la gente a participar. Todavía quedan muchos premios. ¿Quién se anima a intentar conseguir uno de estos magníficos dragones?

Notas de juego

Disparos de Lowen: 10, 8, 8 (3 fallos)

Disparos de Kylian: 13, 22, 19 (casi)

Disparos de Glin: 19, 8, 20 // 25, 20, 17 (el efecto de bendición ha terminado en la segunda tirada pero voy a considerar el 20 natural como una diana al dragón dorado).

Cargando editor
27/04/2021, 20:49
Dungeon Master

Montas tu llamativo tipi haciendo caso omiso de las protestas y lo decoras con atrapasueños, pendientes y collares de hueso pintados de alegres colores para atraer la atención de la gente.

No es la primera vez que te pones a vender tu artesanía tribal para ganarte la vida en tus viajes, aunque eres demasiado tímida como para disfrutar promocionándote. Simplemente te sientas y comienzas a trabajar en tus pequeños adornos mientras esperas a que los compradores se te acerquen y te pregunten por alguno de ellos.

Viendo que no les vas a hacer demasiada competencia, los comerciantes vecinos dejan de molestarte y vuelven a sus asuntos.

Aunque hay muchos curiosos paseando por la plaza del mercado, no muchos se detienen a admirar tu modesta bisutería y todavía son menos los que se interesan genuinamente por ella. Al cabo de una hora solo has conseguido seis piezas de cobre.

Con ese dinero, a lo más que puedes aspirar de entre las apetitosas viandas que se exponen en la caseta de comidas es a  una hogaza de pan de maíz. Tendrás que seguir vendiendo tus artículos decorativos si esperas sacar algo más de dinero, aunque tal vez merezca más la pena reencontrarte con tus compañeros y disfrutar sin preocupaciones de la alegría de la feria.

Notas de juego

Prueba de "artesanía (tribal)" por cada hora que intentes vender tus artículos.

Cargando editor
27/04/2021, 22:35
Lluvia Estelar

Ciertamente la gente está mas que atraida por la cantidad de objetos que venden por doquier, Lluvia  se consuela comiendo algo de queso de la misma ración que había empezado en la mañana mientras le dedidca toda la mañana a estar en la plaza, el sol se pone sobre ella y Duna empieza a rebuznar sediente.

-No vale la pena seguir intentandolo amiga... mira- Le enseña las pocas monedas de cobre mientras se dedica a guardar nuevamente las artesanías. -Busquemos algo de comer con esto y esperemos encontrar a los demás en la feria, al parecer la gente está muy entretenida, descubramos que es lo que le ven a estos eventos- Saca la olla de su mochila y procurando que nadie la vea, coloca sus manos alrededor de el recipiente, mágicamente este se empieza a llenar de agua mientras la joven Que-Shu se concentra observando hasta que se llena por completo.

-Bebe amiga mia, voy a empezar a recoger las cosas- Deja la olla llena de agua para que Duna beba tranquila mientras ella se dedica a empacar todo de nuevo con tranquilidad.

Al retirarse agradece a los comerciantes vecinos que inicialmente le increpaban y se acerca al lugar donde venden la comida, mira de lado a lado esperando ver los pequeños que desde temprano estaban haciendo fila y contando sus monedas busca comprar algo que pueda saciar su apetito, una hogaza de pan recien hecho o algún caldo caliente bastará.

- Tiradas (3)

Motivo: Artesanía Tribal

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+3)=12 [9]

Motivo: Artesanía Tribal

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+3)=4 [1]

Motivo: Artesanía Tribal

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+3)=8 [5]

Notas de juego

Que me quedo 3 horas mas hasta que es medio día o las 13 horas aprox. (Asumí que legué a las 8 am a la plaza y con 4 tiradas de artesania han pasado 4 horas, pero ya me dirás que hora es)

Si Lluvia ve a los niños por ahí, va a compartir la mitad de lo que compre con ellos. Sentándose al lado de un árbol e invitándolos a que compartan con ella mientras comen.

Luego de eso irá hasta preguntará a alguien donde es el concurso de tiro con arco e irá hasta allá esperando reunirse con los demás.

PD: Con esa mierda de tiradas menudos bodrios de artesanías que ha hecho. xD

Ya me dirás si me restas una ración que tomé para el desayuno.

Edit: Se me olvidó aclarar que gaste un crear agua para llenar mi odre y la olla donde bebe Duna.

Cargando editor
28/04/2021, 00:09
Briand Le Besco

La noble observó el breve espectáculo. Claramente había sido tan sorprendida como muchos de los espectadores, al ver los curiosos resultados de aquel juego. Aquellos de quien menos esperaba una mayor muestra de habilidad, fueron los que más la dieron... O mayor suerte tuvieron. Acompañó la ronda con un muy controlado aplauso de su parte, sin transmitir la euforia de la gente. Una dama como ella, no podía demostrar tales expresiones a tope en público, tenía toda una imagen que mantener. Lo que conllevaba...

- Un gusto, sargento Markguth. Mi nombre es Briand Le Besco, descendiente de Gerar Le Besco, del Castillo de Kalaman. - Se presentó por su parte, con un muy noble gesto e inclinación, como su linaje mandaba. - Debo reconocer que es una gran muestra la suya, sargento. Aunque, como verá, me temo que no soy una tiradora yo misma. - Se excusó elegantemente... Si bien había sido iniciada en el arte del tiro con arco, no portaba uno con su persona y lejos estaba de demostrar una experticia como la que poseía el Silvanesti, sorpresivamente. Tan sólo portaba una pequeña ballesta al otro lado de su refinado cinto, una que se veía mucho más ostentosa que funcional.

- Mas si me permite, y no se lo impiden las normas de esta noble competencia... - Tomando sutilmente una elegante y diminuta bolsita de cuero negro con varias piezas platas de su morral, de la cuál tomó una para ofrecérsela al veterano. - ...Sería todo un honor para mi el poder presenciar una demostración del mismísimo encargado, de instruir en estas tierras. Sin premios, ni intereses. Yo invito las flechas. - Solicitó tras su respetuosa adulación, aún con la pequeña bolsa en mano, dispuesta a pagar un poco más si así se lo exigía.

Aquello no era una mera muestra de intriga y curiosidad. Tanto el sacerdote como el inesperado guía, habían marcado un cierto nivel en la competencia. Esto, podría brindarle la oportunidad de observar cuál era el nivel de la guardia local en comparativa... Y la educación militar, podía darle una muy buena idea del nivel de educación en general, ya que la segunda en raras ocasiones solía sobrepasar la primera.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+8)=20 [12]

Cargando editor
28/04/2021, 11:00
Lowenherz

¡Oh, venga! —exclamo decepcionado al no ser capaz de acertar ni una sola vez a los dragones de peluche.

Me retiro algo desilusionado de la posición de tiro y me separo un poco para poder observar los intentos de mis compañeros.

—Lástima... —comento tras ver el primer fallo de Kylian. Pero sus siguientes tiros son tan asombrosos que consiguen levantar el ánimo y la admiración de los presentes. Aplaudo sonoramente y también me uno con fuerza al grito que pronuncia el público como respuesta a la pregunta del sargento Markguth. Quien habría pensado que un clérigo pudiese tener tanta habilidad con el arco. Yo desde luego, no.

El siguiente turno le corresponde a Glinthanas, que aunque no tiene demasiado éxito en su primer intento, en el segundo demuestra que su habilidad con el arco es de primerísimo nivel.

¡Por todos los dioses! No mentías cuando decías que eras diestro con el arco —digo con genuina admiración cuando se acerca a nosotros con el dragón de peluche en brazos—. Nunca había visto tanta precisión.

Tanto Kylian como Glinthalas acababan de mostrar una pequeña porción de todo su enorme talento, mientras que yo a su lado no había hecho más que quedar como un principiante. Pero qué más daba, había presenciado un espectáculo fantástico, de los que pocas veces se pueden ver y la decepción inicial por haber arruinado mi oportunidad se había esfumado completamente.

Les habéis puesto las cosas difíciles a cualquiera que quiera decidir cual de los dos ha sido más emocionante, sobre todo a los chiquillos. ¿Visteis sus caras cuando acertasteis en el dragón dorado? —les pregunto emocionado—. ¡Ah!, ¡fue alucinante!

—Vale... —comento en un tono más bajo tratando de calmarme—. ¿Y ahora qué? Lo más cercano que tenemos es el castillo, ¿no?

Cargando editor
28/04/2021, 14:58
Kylian

Al parecer el guerrero falló terriblemente, con bendición o sin ella. Esperaba que fuera más diestro con la espada, la prueba de fuerza supondría un juez más benevolente. Aunque al alegrarse del éxito de sus compañeros, apenas  unos desconocidos, dijo mucho de la bondad de su alma. Sin duda era un hombre bueno, y eso era importante tenerlo en cuento de cara a una futura compañía de viaje.

Le llegó el turno y fue casi exitoso, una forma de llamar la atención, recordar al pueblo que los dioses observan y llevar a todos los presentes a la compasión. Era interesante ver la reacción de aquellas gentes, los fantasmas del hambre y la guerra habían volado hace tiempo de aquella pequeña villa, de eso no cabía duda alguna.

Cuando la mujer le acercó aquel pequeño, de cara sonrosada y mofletes redondos levantó su símbolo sagrado, con expresión preocupada lo tomó en brazos. El niño empezó a berrear como si lo hubieran lanzado a un lago helado, ante la mirada airada de su madre. Pronunció unas palabras de bendición y devolvió el paquete de vuelta, antes que llenara de mocos o algo peor su túnica de sacerdote.

- Que Gilean guíe sus pasos y despierte el hambre de conocimiento en su corazón. Deme un dragón amarillo, seguro que le gustará al pequeño.- O eso esperaba.

Cuando le dieron el muñeco lo ofreció a su madre como ofrenda de paz, quien trataba de consolar a su hijo. Cuando los vítores resonaron de nuevo observó las dianas. Vaya, el pequeño elfo había demostrado su destreza con el arco, bueno después de fallar la primera tanda. Sin embargo la perseverancia era una virtud a tener en cuenta. La noble inició una conversación con el encargado de aquella prueba. Al parecer se trataba de un miembro de la guardia, tenía sentido. Lo mas probable es que fueran los soldados los que llevaran cada evento de la villa, para ofrecer divertimento, seguridad y mantener un control de los visitantes peligrosos.

Felicidades Glinthalas. La perseverancia lleva a la perfección, y su destreza es más que loable. Invito a una ronda esta noche para celebrar nuestro éxito.. bueno.. - Corrigió al ver de nuevo al guerrero.-  El habernos encontrado.

Escuchó el discurso de su compañero y asintió. No quería pasar toda la mañana en un solo puesto, y ahora que el guía ya había vengado su honor con las esquivas dianas podían ir al siguiente puesto.

- Estoy de acuerdo con Lowenherz, cuando quieran vamos a la siguiente parada en el tour. Maese Glinthalas, estamos en sus manos.

 

Cargando editor
28/04/2021, 22:16
Glinthalas Wyrmslayer

Aquella noble dama, Briand Le Besco, tramaba algo. Podía verlo bajo su superficie bella y perfecta. Le daba la sensación al elfo que tenía mejor fondo de lo que estaba acostumbrado a ver en otros nobles, pero aún así tenía una agenda secreta. ¿Pagarle una moneda al sargento por diversión? Bueno, tal vez fuera algún tipo de crueldad, si es que se había dado cuenta que aquel sargento estaba mejor ahí, atendiendo a los niños que sirviendo para garantizar la seguridad de la villa, pero, bueno. Ella sabría...

Lo que no pudo resistir Glinthalas fueron los halagos respecto a su puntería con el arco. Los halagos eran algo prácticamente desconocido para él, así que enrojeció hasta la médula.

─Gracias, señor Lowenherz, en realidad no tiene tanto mérito. Es decir, sí tiene mérito, no todo el mundo tiene tanta puntería, pero no es malo no tener tanta, sobre todo si la compensas con esos brazos... ─farfulló el arquero sin acabar de saber muy bien cómo salir con buen pie de aquella situación. Era más fácil acertar al dragoncito dorado.

─Emmmm, bueno, gracias también a usted, señor Kylian, seguro que vuestra intercesión con su dios ha ayudado. No sólo soy cabezota, ¿sabe?

Luego el elfo se acercó a su mulo y abrió las alforjas para depositar en ellas al dragoncito dorado. Un curioso recuerdo, aunque no fuera un trofeo de verdad. Lo guardaría si tenía oportunidad.

Además el clérigo ofreció invitar a una ronda por la noche para celebrar el encuentro del grupo. Esto era algo inaudito para Glinthalas. ¿Podría ser que Kylian quisiera celebrar lo que podía ser el principio de una amistad? Vaya, eso le incluía a él, ¿verdad? Glinthalas no estaba precisamente sobrado de amigos. Aunque los había tenido, su longevidad élfica jugaba en su contra para mantenerlos entre los humanos. Lo que no quitaba que de tanto en tanto se encariñara con alguno. Sus vidas pasaban raudas. ¿Qué dirían si supieran la edad que tenía?

─De acuerdo, cuando la señora haya acabado nos dirigiremos a la siguiente parada: el patio de armas del castillo. A ver qué espectáculo tienen montado allí.

Cargando editor
28/04/2021, 22:27
Sargento Markguth

—Me temo que el único dragón dorado que tenemos es el que ha ganado tu compañero —asegura el veterano sargento cuando Kylian reclama su premio para el bebé que le han puesto en brazos—. Pero este de color azul es muy bonito también, ¿no te parece?

Al mocoso debe parecérselo así porque deja de llorar en cuanto lo tiene entre sus brazos, casi tan grande como él mismo.

—Si cualquier pudiera conseguir el dorado, ¿dónde estaría el mérito de ganar la competición? —se justifica el sonriente sargento. A continuación, devolviendo su atención a lady Briand, añade—: Vuestros compañeros me ha puesto el listón tan alto, que dudo que sea capaz de alcanzarlos. Pero, puesto que vos me lo pedís tan amablemente, probaré fortuna por agradaros.

Acepta de buen grado la moneda de plata y tensa su propio arco largo apuntando a uno de los monigotes. La primera flecha vuela tan desviada que se pierde entre el follaje antes de caer blandamente al suelo.

—Vaya, ha sido una inesperada racha de viento —intenta justificarse, colorado hasta las orejas y con una sonrisa algo avergonzada.

El público se burla pero él no se muestra ofendido y apunta una segunda vez. En esta ocasión, su proyectil hace diana en un peluche pintado de verde. Apunta a continuación a uno de color blanco y... Diana de nuevo. El tornadizo público le aplaude ahora y él les dedica una teatral reverencia.

—No está mal para un viejo como yo pero me temo que no os he conseguido vuestro peluche, señorita —se excusa con la joven noble—. Quizá tengáis más fortuna que yo si lo intentáis vos misma.

Cargando editor
28/04/2021, 22:27
Dungeon Master

Pero ni Briand tiene el menor interés en fallar delante del populacho, ni Lowen en intentarlo de nuevo después de su insuficiente actuación anterior.

Así pues, abandonáis los jardines del gobernador con vuestros premios y os dirigís por el caminito de tierra que lleva hacia el sur, evitando así las calles más concurridas en torno al centro de la plaza, donde están los puestos.

Varios niños con los que os cruzáis llevan peluches como el que Kylian ha regalado o de cualquiera de los otros cuatro colores de los dragones cromáticos, pero ninguno tiene un dragón dorado como el de Glin. Es poco probable que se los hayan ganado en la competición de tiro con arco, así que sospecháis que sus padres los habrán comprado en el mercado. Algunos pequeños os saludan con la mano y os enseñan sus propios muñecos cuando pasáis junto a ellos, compartiendo una secreta camaradería con vosotros, como si fuerais de su mismo clan. El propio Glinthalas no parece ser mucho mayor que cualquiera de ellos.

Vuestro guía os conduce por detrás de una concurrida taberna y después hacia el este, directamente hacia la pequeña fortaleza amurallada al que los lugareños han dado el pomposo nombre de "Castillo" pero que es poco más que un torreón viejo con un pequeño patio irregular cercado por una muralla que se conserva en sorprendentemente buen estado.

Antes incluso de cruzar las puertas dobles de madera, abiertas de par en par, os llega el bullicio, las risas y la música procedentes de su interior.

Al entrar en el recinto descubrís un escenario de madera de unos seis metros de ancho por tres de profundo, hecho de planchas de madera encajadas sobre bloques de piedra. Sobre él, una pareja interpreta la Canción de Goldmoon. Aunque no son unos músicos muy buenos, la gente sonríe al oírles cantar. A alguno se le escapa una lágrima solitaria recordando a los Héroes de la Lanza, la pareja de enamorados que cambió para siempre la historia de Ansalon y devolvieron los dioses a Krynn después de 350 años de ausencia.

Notas de juego

Las llanuras son infinitas,
el verano sigue cantando,
y la princesa Goldmoon
ama al hijo de un hombre pobre.

Su padre, Chieftain,
abre abismos entre ellos:
las llanuras son infinitas
y el verano sigue cantando.

Las llanuras ondean,
el cielo está gris,
y Chieftain envía a Riverwind lejos,
hacia el este,
en busca de una magia poderosa.
Allá donde amanece,
las llanuras ondean y el cielo está gris.

¡Oh, Riverwind! ¿Adónde has ido?
¡Oh, Riverwind! El otoño se acerca.
Me siento junto al río
y contemplo el amanecer,
pero el sol asciende solitario sobre las montañas.

Las llanuras palidecen,
el viento del verano desaparece,
y él regresa, con la oscuridad de la piedra
reflejada en sus ojos.

Lleva una Vara Azul,
tan brillante como un glaciar.
Las llanuras palidecen,
el viento del verano desaparece.

Las llanuras son frágiles,
tan doradas como la llama.
Chieftain se burla
de la pretensión de Riverwind.

Ordena a la gente
apedrear al joven guerrero:
las llanuras son frágiles,
tan doradas como la llama.

Las llanuras han palidecido,
ha llegado el otoño.
La muchacha se reúne con su amante,
y las piedras pasan silbando junto a ellos.

La Vara refulge con luz azulada,
y ambos desaparecen:
las llanuras han palidecido,
ha llegado el otoño.

Cargando editor
28/04/2021, 22:31
Dungeon Master

Después de unas cuantas horas no has conseguido sacar demasiado dinero, aunque lo suficiente como para llenar el estómago sin tener que recurrir a tus cada vez más escasas provisiones.

Das de beber a Duna con un sencillo conjuro, desmontas tu tienda de campaña y haces cola pacientemente en el puesto de comidas hasta que es tu turno. Pides un humeante bol de guiso de cabra con cebolla, un par de pastelitos de miel y una hogaza de pan de maíz y te dispones a buscar un lugar tranquilo donde disfrutar de la comida cuando descubres a la pareja de famélicos niños pequeños que merodean por allí.

Intentas hablar con ellos pero no te responden, uno de los dos es demasiado pequeño para hacerlo y el otro es demasiado tímido o lo ha pasado demasiado mal como para confiar en ningún adulto. Sin embargo, tú vistes de forma estrafalaria, eres una joven sonriente y afable y además les ofreces la comida que llevan toda la mañana anhelando.

Tras no pocas bacilaciones se acercan a ti, te siguen a una distancia prudencial y se sientan a tu lado en silencio a la sombra de un árbol cuando tú haces lo propio.

No necesitas hablar con ellos. Sabes perfectamente lo que es el hambre, la soledad y el miedo. Compartes con la pareja lo poco que tienes y no puedes evitar emocionarte cuando se echan a llorar de felicidad al darle el primer bocado a los pasteles. Aunque solo haya sido por este momento, sientes que ha merecido la pena invertir la mañana en vender unas pocas baratijas.

Cargando editor
29/04/2021, 14:25
Lowenherz

Dejamos atrás los preciosos jardines y nos dirigimos hasta el patio del castillo. Aunque la palabra castillo le quedase algo grande, la estructura era lo suficientemente imponente como para destacar dentro del pequeño pueblo de Belleria. Y aunque parecía tener muchos años, la muralla se conservaba en bastante buen estado.

Según nos íbamos acercando comenzamos a escuchar el sonido que procedía del interior, la música y las risas se entremezclaban transmitiendo una alegre calidez. Una vez dentro, encontramos una alegra pareja interpretando la Canción de Goldmoon. Como todo el mundo, conocía la historia pero era la primera vez que escuchaba la canción. Aún así me sorprendí al descubrirme que sonreía tontamente al disfrutar con la canción, contagiado por el sentimiento que transmitía la preciosa historia de amor de Goldmoon y Riverwind.

Aplaudí con los ojos vidriosos cuando finalizaron la canción y disimulé un poco para secármelos con el reverso de mi manga derecha. La emoción se había apoderado de mí al recordar su historia y del enorme sacrificio que hicieron por todo Ansalon. Eran historias como esa las que me habían traído hasta Belleria y no había mejor manera de recordar mi objetivo que con las hazañas de los héroes de antaño.

Cargando editor
29/04/2021, 14:49
Lluvia Estelar

La joven Que-Shu sonreía emocionada al ver a los pequeños con los ojos humedecidos. 

-El alma no tendría arco iris si nuestros ojos no tuvieran lágrimas- le dijo a los pequeños mientras rebuscaba un par de artesanías en su mochila- -Es un proverbio de mi gente, significa que las lágrimas confirman que tienes alma... Tienes todo lo necesario para ser quien quieras ser- Les extiende un par de collares  compuestos únicamente de un pequeño cordel y lo que parecía ser un colmillo de lobo.

-Acepten esto... El espíritu del lobo les dará el coraje que necesitan. Caminen siempre en manada, juntos tendrán la fuerza necesaria para superar las dificultades.- Les puso ambos collares a los pequeños acercándose con calma mientras susurraba unas palabras en su idioma natal.

Finalmente se levantó y se despidió de los pequeños, mientras guiaba a Duna hacia el lugar donde Glinthalas y los demás habían acordado ir, allí donde organizaban la competición de tiro con arco. En su tribu eran buenos cazadores y quizás debía haber probado suerte. Pero el conocer y poder apoyar en algo a esos pequeños, había valido la pena. 

Notas de juego

Pues eso, que me voy a buscar a los demás.

Cargando editor
29/04/2021, 15:15
Kylian

Aquella pequeña villa lo sorprendía a cada paso que daban. Del pacífico jardín, de líneas elegantes y sencillas lleno de flores de colores vibrantes, pasaron a la pequeña construcción llamada el castillo. Un pequeño torreón rodeado por una curiosa muralla que se mantenía en pie desafiando al tiempo. Se acercó a su pared labrada, tratando de averiguar su manufactura y los detalles en la mampostería ¿Sería anterior a la guerra de los espíritus? ¿Quizás incluso de la guerra del Caos? Levantado seguramente por algún baluarte solámnico, aunque bien podría tratarse de los caballeros de Neraka. 

Cuando el grupo se internó en el patio, Kilyian estaba sacando algunos grabados sobre piedra de la muralla. Se apresuró a seguirlos hasta que aquella pequeña obra de belleza e historia lo sorprendió de nuevo. La canción de Goldmoon, una de las buscadoras más famosas de la historia de Ansalón. En cierta forma sentía una conexión muy personal con aquella pareja de bárbaros Que-Shu. La búsqueda que inició por amor y acabó en una epopeya que devolvió el conocimiento de los Dioses al mundo. Demostrando que fueron sus propias faltas las que dieron la espalda a sus creadores.

El no estaba destinado a actos de tal grandeza, pero lo movía el mismo espíritu. La búsqueda del conocimiento de los Dioses verdaderos, para devolver la esperanza al mundo. Desenterrar de las profundidades de la tierra y el tiempo los grandes templos del pasado. Y los sencillos acordes traspasaban con ese deseo, sincero y descarnado, los corazones de todos los presentes. Cuando acabó la canción aplaudió como los demás ¿Qué otras maravillas aguardaban en aquella sorprendente feria?

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Saber arquitectura

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+3)=20 [17]

Notas de juego

Dejo tirada de arquitectura. Para saber un poco más de las construcciones. Quien pudo levantarlas, que edad pueden tener, etc...

Cargando editor
29/04/2021, 17:38
Briand Le Besco

Observó la breve demostración del sargento, con claro interés y detalle aunque buscando disimularlo con una estratégica cara de poker. Observó su técnica, la calidad de su arco... No era una experta ella misma, pero podía distinguir a un soldado de un farsante. Aparentemente, Markguth no era uno de los últimos, si bien lejos parecía estar de la élite... Aunque un primer disparo, siempre solía ser para medir.

- Impresionante, sin duda, sargento. No se disculpe, ha sido una gran demostración de su parte, y un espectáculo muy entretenido. Tiene mis agradecimientos. - Se inclina con los modales de alguien de su clase, con palabras más formales que sinceras, mas no lejos de ser ciertas. Aunque, nuevamente, declinaría elegantemente la oferta y no retendría más al grupo que ya se encontraba con ansias de continuar hacia el patio de lo que los pueblerinos locales llamaban un 'castillo'.

...

Sus interiores, para poca sorpresa, se veían tan humildes como su exterior. Aunque, pese a no ser la más sorprendente de las melodías, debía reconocer que era una muy relajante y cuya letra cargaba parte de la historia y cultura de todo Ansalon. Lejos estaba de ser una erudita ella misma, mas siempre se podía aprender algo nuevo... Si bien podía estar más cerca de ser una leyenda que un hecho histórico, su inspiración y mensaje no eran menos reales.

Su aplauso, nuevamente, fue calmo y medido. No diría que no estaba impresionada. Sin embargo, una dama de su clase, no podía demostrar impresión tan fácilmente. Aquello apenas se manifestó en una sutil mueca.

Algo que no podía refutar, la gente de este pueblo y feria, realmente se estaba esforzando. Y parecían disfrutar haciéndolo.

Cargando editor
29/04/2021, 21:05
Dungeon Master

Hasta donde tú sabes, Belleria nunca ha jugado un papel destacado en la historia ni ha sido testigo de grandes batallas. Los escenarios más gloriosos siempre han estado más al oeste o más al sur, en tierras de Solamnia o Taman-Busuk.

Las piedras parecen antiguas pero la construcción de la muralla seguramente sea más reciente a juzgar por su buen mantenimiento. La mayoría de las casas que has visto en el pueblo son todas de madera y adobe, así que supones que los lugareños demolieron todos los edificios de piedra que había y los usaron para levantar un muro alrededor de este viejo torreón en algún momento del principio de la Quinta Era.

Has oído rumores de que un monstruoso dragón Verde se instaló en el cercano bosque de Lahue y hace de la región su morada durante la Purga de Dragones, aunque desapareció tan misteriosamente como llegó en algún momento posterior al final de la Guerra de los Espíritus y nadie ha vuelto a tener noticias de él.

Posiblemente su presencia en la zona fuera la que instara a los habitantes de la Belleria a reforzar sus insignificantes defensas ante un posible ataque del temible wyrm que, por lo que sabes, nunca llegó a producirse.

Cargando editor
29/04/2021, 21:23
Dungeon Master

Los niños se despiden de ti con sus manitas, mientras Duna y tú os alejáis por el camino de tierra en dirección al noroeste del pueblo. Has hecho una buena obra y te sientes de buen humor, el karma te lo recompensa con amables lugareños que te dan indicaciones para encontrar fácilmente los jardines del gobernador.

Un corto paseo te lleva directamente hasta la citada residencia, rodeada por un muro formado por altos setos. Las verjas de hierro forjado están abiertas de par en par y los curiosos entran y salen de los jardines haciendo comentarios sobre tal o cual flor de color o aroma peculiares, o sobre el resultado de su prueba de tiro con arco.

La mansión está cerrada al público pero, en el exterior, un pequeño grupo de curiosos se ha reunido en las inmediaciones de un frondoso roble. Colgados de sus ramas puedes ver cerca de una decena de peluches de dragones; semejantes a los que has visto en algunos puestos del mercado. Niños y adultos pertrechados con arcos y flechas se turnan para tratar de acertarlos mientras el público aplaude entusiasmado con cada acierto.

—Una pena, otra vez será —comenta un hombre de mediana edad vestido con un jubón de cuero de la guardia y armado con un magnífico arco largo—. ¿Quién se anima ahora? Vamos, solo una moneda de plata por tres flechas a cambio de una magnífica recompensa. Una pieza de acero, un dragón a escoger y el aplauso del público para aquel que consiga acertar a tres muñecos. Vamos, no seáis tímidos. Conseguid vuestro dragón de peluche y sed la envidia de la feria —anima el veterano arquero—. Ya quedan menos. Conseguid el vuestro antes de que otro se los lleve todos.

Notas de juego

Cualquiera que quiera probar suerte, debe pagar una moneda de plata y realizar tres tiradas de ataque a distancia CD 14.

Cargando editor
29/04/2021, 21:46
Lluvia Estelar

Finalemnte había llegado hasta el lugar donde se suponía estaban los demás, mira de un lado a otro intentando encontrarlos pero al parecer ya no se encuentran en el lugar.

-Al parecer se han ido...- Susurra a Duna mientras se acerca para amarrarla a algun poste, verja o incluso al roble. -Al parecer la gente disfruta de esta competición, que dices... ¿Lo intento?- indaga al animal a la vez que le acaricia la frente. Sonríe y se acerca hasta donde el hombre que parece soldado.

-Me gustaría intentarlo...- Dice mientras saca una moneda de plata de su ligera bolsa.

No era la primera vez que tomaba un arco, de hecho había cazado un par de veces algunas liebres del desierto. Así que tomó la primera flecha mientras la acomodaba en el arco y la tensaba apuntando al objetivo, justo cuando iba a disparar un leve cosquilleo en la nariz provocó que estornudara y la flecha salió disparada hacia el piso, clavándose sólo un par de metros delante suyo. Se pasó la mano por el rostro intentando alejar la molestia mientras cerraba los ojos. -Espíritu del águila, guía mi mano y aclara mi vista para acertar- Recitó en un murmullo mientras colocaba una nueva flecha que a punto estuvo de impactar en el blanco. Fue hasta el tercer intento que demostró algo de habilidad y certeza, pero cualquiera diría que quizás fue algo de suerte.

-¡Lo conseguí!- Dijo animada intentando imitar la reacción de aquellos que daban en el blanco. -¿Gano algo por eso, señor?- preguntó inocente, aunque lo más probable era que su moneda la había perdido.

- Tiradas (3)

Motivo: Flecha 1

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+2)=3 [1]

Motivo: Flecha 2 + Guidance

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+3)=8 [5]

Motivo: Flecha 2 + Guidance

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+3)=20 [17]

Notas de juego

Uso dos Guidance después de la primera pifia. Gasto 2 conjuros mas de nivel 0.

Cargando editor
29/04/2021, 22:07
Glinthalas Wyrmslayer

─Vaya ñoñería, ¿no? ¿Alguno se la cree? Seguro que no pasó así y con el tiempo se ha hecho una bola de nieve. Las cosas nunca pasan así... ─acabó sentenciando el elfo como si lo supiera de primera mano.

En realidad, si uno se paraba a examinar al guía, no parecía precisamente alguien que pasara por su mejor momento, o más bien era como si nunca hubiera tenido uno bueno, o le hubieran durado bien poco. Glinthalas llevaba ropa gastada, se estaba dedicando a un trabajo... con poco estatus, vivía entre humanos en vez de entre elfos, los humanos seguramente llevaban toda su vida discriminándolo por sus orejas puentiagudas... Seguramente no había visto la cara más amable de la vida.

El elfo se retiró nuevamente a cuidar a los animales, que lógicamente no había introducido en el patio para no molestar (y para evitar que alguien le llamara la atención). Si los "señores" iban a querer quedarse un rato allí, bueno, él no tenía ninguna prisa, ya había conseguido su premio. Aunque la perspectiva de ganar alguna moneda más...

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Buscar

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+7)=10 [3]

Tirada oculta

Motivo: Juegos de manos

Tirada: 1d20

Resultado: 7(+9)=16 [7]

Tirada oculta

Motivo: Moverse sigilosamente

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+9)=18 [9]

Notas de juego

Dejo hechas unas tiradas de Buscar (una víctima fácil para aligerarle la bolsa), Moverse sigilosamente y Juegos de manos (para proceder con ello). Por supuesto, sólo lo haré si no hay vigilancia y tengo cierta seguridad de que no me pillen.

Cargando editor
29/04/2021, 22:37
Dungeon Master

Glin se queda en la puerta atendiendo a su mula mientras vosotros buscáis el mejor lugar desde el que disfruar del espectáculo.

El tiempo pasa volando mientras escucháis una canción tras otra de la pareja de trovadores. Cada vez que uno de vosotros siente la tentación de irse a otro lado, observa a los demás mirando absortos en dirección del escenario y decide esperar a que termine la siguiente canción.

Por fortuna, el hechizo que parece manteneros prisioneros en este lugar se rompe cuando la encantadora y no tan joven Rose bromea con su marido quiere llevárse al huerto (de los jardines del gobernador), así que van a tomarse un ruidoso y sudoroso "descanso" antes de volver con más canciones.

Un hombre engalanado para la ocasión sube entonces al escenario con actitud pomposa:

—Rowel y Rose, queridos míos. Un aplauso para ellos, por favor —pide, mientras da ejemplo, aplaudiendo con la misma parsimonia afectada con que habéis visto a aplaudir a Briand con cada canción.

—Rose y Rowan —le corrige al bardo con actitud socarrona, despertando las carcajadas del público y poniendo en un aprieto al noble local—. Ella siempre va delante.

—Bien, un pequeño descanso para disfrutar de los exóticos productos del mercado y después podremos ver aquí el espectáculo del más maravilloso ilusionista que jamás hayáis visto —anuncia el sonrojado noble, fingiendo que no ha escuchado las risas y apresurándose a abandonar el escenario.

Cargando editor
29/04/2021, 22:41
Dungeon Master

Yonyo y tú os quedáis en la entrada del castillo, espiando el escenario desde allí mientras tus compañeros entran en busca de un lugar mejor desde el que disfrutar del espectáculo.

Lluvia Estelar se ha llevado con ella a su mula, pero tú tienes la mochila de Lowen y su dinero a cambio de cuidar de ella. Es una suerte que no te conozca realmente o seguramente jamás hubiera cometido semejante temeridad. ¡Pagarte por quedarte con sus cosas, qué locura!

Prefieres no echar ni un vistacito a su interior por si acaso te vence la tentación y optas por observar a la gente que entra y sale del patio.

Los guardias también van a vienen, en parejas, pero más atentos a los puestos o a las jovencitas que a posibles cortabolsas como tú. En Belleria se te conoce pero nunca te han pillado con las manos en la masa y en la feria hay tantos visitantes que no es muy difícil pasar desapercibido.

Te fijas en un par de comerciantes que charlan cerca de donde te encuentras. No puedes oírles con las malditas canciones pero tampoco importa lo que dicen, sino que estén distraídos. Seguramente sean de fuera, no te suena haberles visto nunca y te aproximas a ellos discretamente.

Echas mano a tu daga para aligerar el peso del saquillo que cuelga del cinturón de uno de ellos pero en ese momento se despide de su interlocutor y echa a andar en dirección al mercado. Afortunadamente, no se ha dado cuenta de tus intenciones, aunque tampoco has sido capaz de hacerte con el botín. Otra vez será. Mejor eso que tener que dar explicaciones a la guardia.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Prueba de "avistar"

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+2)=5 [3]