Partida Rol por web

[DM D&D 3.5 (1)] Algo se Esconde en el Encinar

Prólogo.

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26/12/2018, 07:59
Narrador

Año 522 de la primera edad de la Historia. Aldea de Viecas, reino de Jasania.

En los albores de la guerra entre Jasania y el Gran Reino de Anza, un grupo de aventureros acaba de atravesar las puertas de la pequeña aldea de Viecas, al norte del reino. La guerra está desplazando a mucha gente en los últimos tiempos y ellos no son una excepción. La amenaza del Gran Reino se cierne sobre ellos y pocos ven posible que Jasania pueda hacer frente a una amenaza tal.

Por lo que sea, lo cierto es que cada uno de los componentes de aquella expedición tiene sus propios motivos, no les quedó más remedio que abandonar sus hogares y desplazarse hasta Viecas. Todos ellos son viejos conocidos, por lo que decidieron emprender el camino juntos. Tras un largo viaje han logrado llegar a aquella pequeña villa, donde todo parece tranquilo. Se trata de un lugar alejado de las hostilidades anzanas y donde el reino de Jasania, difícilmente llegará con sus paladines al frente en busca de reclutas para tiempos tan oscuros.

No es que les de miedo la guerra. Ellos ya han luchado, ya han visto morir compañeros en una batalla y ya han matado. Serían sin duda buenos peones dentro del enorme ajedrez que conforman los ejércitos dispuestos sobre el campo de batalla, pero no, ya han dado suficiente a su nación a cambio de nada y en esta ocasión han decidido no tomar partido. No al menos de momento, pues puede ser que a medida que la guerra avance se vean obligados a hacerlo o puede incluso que cambien de opinión, pero en lo que respecta a ese momento concreto, no. No van a inmiscuirse en los asuntos de los reyes.

Nada más llegar a la aldea vislumbran una cara conocida. Se trata un hombre humano. Un explorador con el que tuvieron tratos en el pasado. Wynloc Heylett. Algunos de ellos le conocen desde que era un chico joven, el paso de los años le ha tratado con rencor, pero aun así, mantiene su porte y lo cierto es que ha llegado a convertirse en un gran explorador. Uno de los más grandes de la zona de hecho. En cuanto ve llegar al grupo se acerca a ellos.

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26/12/2018, 08:13
Wynloc Heylett

- ¿Dwama, Dwama Pillim? - Lanzó una pregunta al aire. - ¡Dwama Pillim! ¡Maldita sea! ¿Cuanto hace? ¿Dos años? ¡Me dijeron que te habías metido a la guardia de Dritty! ¿Qué haces aquí? ¿Ya te han echado o qué?

Entonces el explorador vio al colorido grupo con el que viajaba la guardia suspendida. Una sonrisa se dibujó en su rostro. A algunos de ellos, la mayoría de hecho, les conocía bastante. Le salvaron de una buena tiempo atrás, aunque con quien había creado un mayor lazo emocional fue con aquella gruñona enana.

¡No me jodas que te han echado! ¿Te has metido ahora a aventurera o qué? - Preguntó con una sonrisa parcialmente oculta bajo su barba.

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26/12/2018, 08:19
Dwama Pillin

- ¡No! - Saltó la enana. - Bueno, no casi. Y a todas tus preguntas de hecho. Es un poco complicado. Te lo contaré un poco con calma. ¿Por qué no vienes más tarde y comes con nosotros? Quiero probar la cerveza de este año a ver si está tan buena como dicen.

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26/12/2018, 08:20
Wynloc Heylett

Wynloc negó con la cabeza y puso cara de circunstancias.

- No voy a poder Dwama, voy al Encinar. Es Serenya, ha desaparecido. No es la primera vez que se marcha un día o dos. Suele ir allí a cazar conejos y esas cosas. Pero ya hace cuatro días que no aparece por casa y no me gusta ni un pelo. Pero tómate una cerveza a mi salud. ¿Quieres? - Aquel hombre parecía algo afectado, por aquella desaparición. De hecho, sus risas iniciales se borraron de su rostro nada más recordar aquello.

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26/12/2018, 08:22
Dwama Pillin

Dwama puso también cara de circunstancias  y miró de reojo a sus compañeros para luego responderle al humano.

- No te preocupes, seguro que no le ha pasado nada. - Dijo intentando quitarle hierro al asunto. - Habrá conocido a otro hombre y se le habrá ido el santo al cielo.  A mí también me pasaría si tuviera que vivir contigo.

Notas de juego

Primer turno. Podéis usarlo para presentar a vuestro pj y poner algo de su trasfondo.

Feliz año nuevo!

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01/01/2019, 10:44
El gran Timmy

El joven niño escuchó a los viejos conocidos sin abrir la boca, se limitó a esconderse tras la gigante armadura completa de su Señor Godofredo, y a mirar de improviso desde detrás de ella mientras retenía a su perrito en sus brazos.

El pobre y feo perro, un engendro de la naturaleza, fruto de miles de cruces fallidos que habían desembocado en un animal del tamaño de un castor, morro hundido y ojos vizcos sonreía y lanzaba lametazos a su dueño, feliz de no tener que caminar ya que eso a veces le provocaba roncar, lo que asustaba a las presas cuya caza era su cometido.

Timmy intentaba entender porque estaban allí, no lo sabía, aunque en realidad no le interesaba, su fin era seguir al Conde, cazar grandes trasgos y buscar a Naz o a algún capa-ocre que le llevase a él.

 

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01/01/2019, 13:47
Ruff

Ruff dejó de comer la manzana con las que iba amenizando el viaje. Una vez llegaron a la altura de su viejo conocido Wynloc, y tras las presentaciones de rigor (y mira que a él le valía con un gruñido de reconocimiento...), escuchó atento las palabras el explorador. Por una parte, lamentó lo de no cruzar unas jarras de cerveza con él y con el resto del grupo; era uno de los escasos momentos en que se sentía más integrado con ellos, pero... pero lo que dijo de la desaparición de Serenya..., entendía que le preocupase; ya sabía lo que era la angustia por perder a alguien en algún momento de la vida y, pese a su piel verdosa, el en fondo, era un tanto sentimental.

Conocía a Wynloc desde hacía relativamente pocos años, y siempre por temas de trabajo..., pero no quitaba que le respetase, y algunas veces habían celebrado el éxito de una tarea alrededor de un buen asado y mejor bebida; y esas cosas, para alguien de su mundo, unen de algún modo. (Bueno, también el hecho de que le hubiese salvado el culo en alguna ocasión; se medio sentía en deuda por ello)

-Wynloc, si quieres, voy contigo; las cervezas pueden esperar por mi parte, y me gusta más tomarlas más cerca de la noche. Buscó con la mirada al resto del grupo. -Yo voy a echarle una mano; cuatro ojos ven más que dos, y aunque no me defiendo demasiado bien rastreando, cubriremos más área; si queréis adelantaros, nos vemos en el pueblo...

... Ruff no es de proponer cosas al grupo, porque se sigue sintiendo inseguro socialmente pese a la confianza, así que es más de predicar con el ejemplo, y ver si se le sigue o no. -cosas de los semi-pielesverdes-

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01/01/2019, 21:47
Elenair

Esa mirada otra vez, Ruff necesita mi ayuda ¿Que haría sin mi?- Elenair dio un paso al frente Siempre voy contigo y esta vez no será una excepción- Se acercó al pequeño Timmy después de contestar al semiorco. Con su mano derecha revolvió al pelo del niño. Siempre se estiraba todo lo que podía al estar cerca de Timmy, quería aparentar ser más alta que él, algo difícil con su 135cm de altura. Siempre dudaba que lo superase si ella se quitase las botas perdiendo los centímetros que le aportaban los tacones.
Puedes estar tranquilo Timmy, yo estoy aquí- Se aproximó definitivamente a Ruff y alzó el rostro para intentar mirarlo a la cara - ¿Sabes que los ojos de los elfos son los mejores? Además siempre debemos de ayudar a nuestros amigos y Wynloc los es- Comenzó a dirigir sus pasos en la dirección marcada Por el camino te contaré como conseguí mi espada, me la regalo un rey...
Elenair hablaba mucho, sobre todo cuando estaba nerviosa. Buscar a una persona desaparecida no era una labor grata. No sería la primera vez que lo que encontraba era un cadaver y un amargo trago al tener que contárselo a sus familiares directos.

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02/01/2019, 15:58
Godofredo "El Aduaz"

Rozado los cuarenta años de edad, Godofredo era un noble menor del pequeño reino de Montpell, situado en las templadas tierras del oeste, bañado por el Mar Merediciano al sur y por el Océano Atalante al norte. Tierra de Viñedos, olivos y grandes pastos, la nación de Montpell, se dividide en Ducados, los cuales  a su vez se encuentran segmentados en Condados menores.

Tierra fuertemente anclada en un férreo sistema feudal y de castas basada en las clases nobiliares y clericales, mantiene una constante enemistado histórica con Bretálica, la nación vecina. Y fue precisamente este conflicto arraigado en la historia de ambas naciones el que catapultó a Godofredo, un cuarto hijo de una familia noble empobrecida y de rango menor hasta una posición privilegiada e inalcanzable, al menos teóricamente, para alguien de su alcurnia.

Tras guardar diez años de luto por su esposa fallecida, volvió a intentar encontrar hembra que le otorgase merecida descendencia, encamándose con algunas de sus súbditas, si bien no logró encintarlas.

Preocupado enormemente por esto, acudió al decano del templo de Miramonte, quien le indicó que Sant Cuthberg agraciaba a aquellos que impartían el justo castigo por las tierras mundanas, debería emprender una peregrinación en la que impusiese el justo castigo a los malvados. Así pues, tras una semana de ayuno y rezo en el templo, se embarcó en su personal cruzada hacia las tierras del este, dispuesto a regresar con gloria, el favor de su deidad y una buena doncella dispuesta a darle su bien ganada descendencia.

Y allí estaba en ese preciso instante. Aunque lo cierto era que reencontrarse con el bueno de Wynloc Heylett le llenaba de alegría, también era cierto que por costumbre, lo primero que hacía al llegar a una nueva aldea era buscar el primer templo consagrado a su dios patrón para ir a recitarle unas oraciones. Hasta que no hubiera cumplido con aquello, el resto de asuntos de los mortales debían esperar.

Debemos ir al templo de esta... - Miró de un lado para otro. Iba a decir ciudad, pero eso era más bien una aldea. - ...villa... - Lo dejó en un término medio. - Si me disculpan. - Miró a Timmy. Aquel pequeño había cogido la costumbre de seguirle allí a donde fuera. Le indicó con la mirada que se marchaban ya. - ¿Vienes Jack? - Miró a Dwama. A tí no te pregunto. Sé que harás lo que te venga en gana. - Y sonrió.

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02/01/2019, 16:20
Dwama Pillin

Te equivocas, Godofredo. - Dijo la enana. - Creo que Wynloc tiene suficiente ayuda con ello. Os acompañaré la centro. Llevo una carga muy pesada que quiero intentar vender antes de enfrascarme en otra búsqueda. - Miró al explorador. ¿No te importará, verdad? Si tenéis problemas, solo hace falta que silbéis y vendremos. - Sonrió. - ¡No hombre, no hay nada tan inofensivo como el Encinar! Con Ruff y Elenair seguro que te las apañas. Además, por lo que sé Serenya se las sabe apañar sola. ¿No?

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02/01/2019, 16:23
Wynloc Heylett

¡Sí, tranquila, Dwama! - Respondió el humano. - Pensaba ir solo de todas formas. - Se encogió de hombros. - Voy casi a diario al Encinar. Al fin y al cabo es donde llevo a cabo la mayor parte de mi trabajo. - Tomó aire. En sus palabras se leía algo de preocupación. Aunque trataba de no aparentarlo, aquel hombre tenía una mala corazonada en aquella ocasión. - Todos sabemos como es Serenya... Se habrá despistado con algunas florecillas silvestres o habrá encontrado a alguna cría huérfana y estará amamantándola... - Bromeó. - ¿Qué haces tú Jack? - Le preguntó al mediano.

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02/01/2019, 17:49
Ruff

Respondo con una sonrisa a las palabras de Elenair; bueno, las sonrisas de mi gente no suelen ser bonitas; más o menos, se podrían describir como una sonrisa humana, pero con unos colmillos asomando que darían pie a pensar que estoy a punto de comerme algo... o a alguien.

-Con tus ojos de halcón ahora que es de día, y con los míos de buho si nos cae la tarde, seguro que alguno de los dos ve algo (si, las cosas graciosas, y aún menos los piropos, no son precisamente mi especialidad, lo siento, es lo que hay, pero al menos, como me conocen, saben por donde voy). Sabes que siempre estoy encantado de que vengas conmigo

... y es que ya son muchas las aventuras en que hemos formado equipo; mira que somos diferentes, de orígenes y hábitos bien distintos, pero tal vez, por eso, funcionamos bien en tandem, al margen de que también funcionemos bien con el resto del grupo.

... me dirijo al resto del grupo:
- Creo que entre los tres podremos encontrarla rápido; id yendo y ya os alcancaremos más tarde; seguro que os pillamos en una buena taberna...

... No se me ha escapado el tono de Wynloc; son demasiados días. Tal vez tenga algún problema. Otros pensarían que no es asunto suyo, pero Wynloc es un buen tipo, de los que pagan sus deudas y mantiene su palabra; no creo que nos lleve demasiado tiempo echarle un cabo

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02/01/2019, 18:24
El gran Timmy

-Si mi Señor! Vayamos a rezar al Castigador! dijo Timmy mientras soltaba a su pequeño perro-castor y este le seguía moviendo la pequeña y deforme cola, babeando y sonriendo.

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02/01/2019, 18:29
Godofredo "El Aduaz"

-No malinterpretéis mis intenciones, buen Ruff... enseguida que haya realizado las abluciones pertinentes en el templo me uniré a vuestra partida de búsqueda.- declaró mesándose su rostro cubierto por la incipiente y canosa barba de quien no se ha afeitado en una semana.

-¡Recojones!, Que el diablo se me lleve si alguien se ve capaz de decir que abandono a mis camaradas en tiempos de necesidad.

 

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02/01/2019, 18:55
Elenair

Gosofredo le caía bien a Elenair, era recto, fiel a sus principios y un guerrero voraz Puedes contar con mi desomunal fuerza, Ruff- Levantó su brazo derecho intentando sacar un músculo inexistente. La elfa era menuda, delatas incluso para alguien de su raza. Demasiados no la tomaban en cuenta hasta que percibían el sonido de su flauta de madera. Tallada de un árbol milenario con unas pequeñas filigranas en forma de parra. Su sonido envolvía los corazones y alentaban a los amigos. El grupo conocía de sobra sus virtudes y Elenair siempre ayudaba en todo cuanto podía.
Nos vamos adelantando y así oteamos todo lo que podamos hasta que llegue Godofredo ¿Te parece bien Ruff? No creo que tarde demasiado, dará el donativo y poco más - Despreocupada por saberse en un lugar seguro pese a la desaparición que estaban comenzando a investigar. La elfa era consciente del enorme potencial del grupo. Contando con Godofredo y estando en un lugar conocido ¿Que podía salir mal?

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02/01/2019, 19:53
Jack

"Jack", como se hacia llamar el mediano era el producto no deseado de un encuentro sexual inmoral. Nada más nacer fue abandonado a su suerte en un frío callejón, a merced de los elementos y de las criaturas que moraban en él; su corta vida sería rápidamente truncada por las ratas que poco a poco se acercaban para saborear el inminente bocado atraídas por los llantos del bebe famélico y solo.

Pero quiso la casualidad de que alguien más oyó los sollozos de aquel recién nacido, un paseante se acerco a comprobar que ocurría y al ver al niño prácticamente rodeado por las ratas presto desenvainó su hoja y las ahuyentó. Tras eso lo recogió para comprobar de que se trataba. ¿Sería un humano, un orco, un semi-orco? No lo sabía, pero al destapar los trozos de tela que lo cubrían observó primero con horror que era una aberración, un cruce entre mediano y trasgo; algo insólito ya que se sabía que las mujeres que por desgracia caían en manos de los trasgos y eran usadas por ellos solo daban como vástagos a más trasgos.

¿Entonces, como acabó allí? La madre quizá escapara de su cautiverio y se deshiciera de él para no ser objeto de burlas y discriminación, pero ¿por qué no era totalmente un trasgo?, quizá el destino jugo a su favor y le libró de ser una criatura repugnante, quizá que al ser la madre una mediana no se pudiera engendrar un trasgo completo, o los dioses lo querían así. Y con esa pregunta todavía en mente, el joven Jack se unió a aquel grupo de aventureros muchos años después, tratando siempre de obtener alguna explicación de su origen, algo que no había ocurrido hasta la fecha.

Oye Wynloc, si no te importa... - Dijo el mediano. - Os alcanzamos luego. ¿Bien?

 

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02/01/2019, 19:59
Narrador

Tras aquel casual encuentro el grupo se separó. Los quehaceres de algunos eran más importantes para ellos que ayudar a Wynloc en ese preciso momento, aunque claro estaba que luego le alcanzarían. Al fin y al cabo, el Encinar estaba a menos de dos horas de la villa y Wynloc era un hombre experto en el terreno. ¿Qué le podía pasar? Además, Ruff y Elenair eran buena compañía y de seguro que le escoltarían y ayudarían en lo que necesitara, al menos hasta que el resto llegara a su altura.

Así pues se despidieron los unos de los otros, cada uno marchándose en diferentes direcciones. Eso sí, la prometida cerveza quedaba pendiente y si encontraban rápido a Serenya y regresaban junto a ella a la aldea, podía ser incluso que esa misma noche la degustaran frente al fuego de una chimenea como habían hecho antaño tantas veces. Al fin y al cabo, Serenya era una druida que cuando se metía en el bosque perdía la noción del tiempo y ya había dado sustos como ese en otras ocasiones.

Esperaban que fuera sólo eso, un susto más de Serenya. Como su amante marido, el pobre Wynloc Heylett también esperaba que algún día su mujer cambiara y si tenía que pasar algunos días fuera de casa, se lo comunicara primero. Cada vez que pasaba algo así, el corazón de Wynloc se quedaba al borde de reventar y ya empezaba a hacerse viejo para aquellos sustos.

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02/01/2019, 20:05
Narrador

Aunque Dwama llevaba desde la noche anterior hablando de la cerveza en El Cuerno de la Marca no le dijo nada a Jack sobre el dorado líquido alcohólico. La pelirroja no estaba tan dicharachera como antes de encontrarse con Wynloc. El cuarteto se internó en el pueblo, lleno de casas de piedra una o dos alturas como mucho. Muchas de esas moradas del principio de la aldea estaban abandonadas, consecuencia de la terrible despoblación que Viecas sufrió durante los años de gobierno anzano. También habían sido muchos los edificios derruidas con el fin de recuperar el terreno para las huertas que había alrededor de la villa.

Lo primero que harían es buscar a los vigilantes de Viecas para ponerles en conocimiento sobe su llegada. Fue así como llegaron al Cruce, el lugar que era considerado el centro de la villa, pues era allí donde se cruzaban las dos carreteras principales de la región y también ese lugar era el centro neurálgico del pueblo. El Cuerno de la Marca y La Bota Parlante, las dos tabernas más conocidas de la villa y casi de toda la región norteña. Cada una en una esquina, frente a frente, como una metáfora de la rivalidad de las familias que regentaban cada una de ellas.

Y allí en el Cruce, junto al poste que marcaba el camino a las otras cuatro ciudades jasonas del norte, encontraron un pequeño grupo de personas. La mayoría eran jóvenes, vestían armaduras de cuero y llevaban armas, la mayoría de una mediocre manufactura. Sólo un hombre destacaba entre todos, no sólo por la calidad de su equipo, una coraza y una buena espada al cinto, sino por su propia presencia. Rondaba los sesenta años y sus mejores años habían quedado atrás, pero a diferencia de los otros saltaba a la vista que había visto más mundo que las granjas viecanas.

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02/01/2019, 20:06
Dwama Pillin

¡Mirad! – Dijo Dwama. – Se trata de Biff Mason. – Señaló al jefe de la guardia de Viecas. - ¡Está todavía más viejo que lo que me atrevía a aventurar! – Dijo mientras el grupo se aproximaba a él.

Biff miró entonces hacia el grupo de recién llegados y una sonrisa se iluminó en su rostro. Sin duda parecía contento de verlos llegar. Rápidamente descendió de la tarima sobre la que se encontraba dando instrucciones a un grupo de jóvenes reclutas y caminó al encuentro de los recién llegados.

¡Biff! – Exclamó Dwama. - ¡Estás todavía más viejo que tu hermano Alois! – Bromeó con él.

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02/01/2019, 20:07
Biff Mason

- Puede ser que sí… - Afirmó con rotundidad. – La vida aquí es más dura que tras los muros donde él se recluyó. – Suspiró. - ¡Pero que no me oiga decirlo! – Alzó la voz y soltó una risotada antes de ir abrazando uno por uno a sus antiguos amigos.

De pronto cambió la expresión de júbilo que Biff mostraba en su rostro por otra mucho más comedida. Miró a los recién con gesto grave y resopló.

- Sé que es tradición que siempre que llegáis a la villa, con permiso de don Godofredo y tras sus rezos, que vayamos a tomar unas pintas a La Bota o a El Cuerno, pero hoy no podrá ser… - Dijo apenado.

- ¿Qué ha sucedido, Biff? – Preguntó Dwama preocupada.

Biff resopló molesto, como si intuyese que Dwama no iba a parar hasta que le respondiese.

Esta mañana ha llegado a mi casa Isaac Braxxen. Había ido al Encinar a cazar con su hermano Ismail. Y allí fueron atacados por un lobo enorme. Me ahorraré los detalles pero mucho me temo que Ismail no va a contarlo. -Entonces el hombre suspiró. - Aunque sea tarde para él, ese bosquecillo es uno de los cotos de caza de la aldea. No podemos dejar a esa bestia libre, ni arriesgarnos a que acabe llegando al pueblo. En cuanto Tara llegue con Wynloc marcharemos para allá.

El jefe de los vigilantes hablaba con un tono duro y resignado, como quien ya ha visto muchas cosas en su vida. Y teniendo en cuenta la edad que tenía era más que posible. No iba a ser la primera ni posiblemente la última muerte que afrontase en su vida.