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¿Dónde está Iberia Inc.?

2- Cuartel militar de Lepanto [Finalizada]

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02/02/2014, 10:11
Director

No entra demasiada luz por las pequeñas ventanas del barracón. Los rayos de sol se filtran por ellos y muestran el polvo suspendido en el ambiente de la sala, con capacidad para albergar hasta veinte soldados. Diecinueve camas llevan años sin usarse, como sus diecinueve taquillas y buena parte del conjunto de duchas que hay en los baños, al fondo. Eres la única persona que descansa en este lugar. De hecho, ni siquiera estás aquí. Oficialmente. Este lugar ni tan siquiera tiene actividad. Oficialmente.

El cuartel militar de Lepanto está oficialmente abandonado desde hace años, desde mil novecientos noventa y tres, cuando el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, comenzó el plan de modernización militar conocido como META y la ley de dotaciones de las Fuerzas Armadas. Este cuartel catalán, situado a medio camino entre Barcelona y Hospitalet de Llobregat, solo fue uno de tantos que fueron cerrados y abandonados por el ejército, a la espera de encontrarles una nueva utilidad o una venta beneficiosa para el Estado.

En este caso, oficialmente se sigue a la espera, aunque ya se produjo la primera opción.

Te encuentras aquí como parte de un proyecto secreto del gobierno. Desconoces cuantos otros se encuentran en tu situación, si es que hay más, pero lo que sí conoces es la naturaleza del proyecto. Se trata de Fuerza de Control, un proyecto sufragado por el Ministerio de Interior y en colaboración con la organización internacional TecnoRed, destinado a desarrollar y ofrecer a los cuerpos policiales las herramientas necesarias para hacer frente al creciente problema de la delincuencia metahumana. Hace ya semanas que vives, estudias y entrenas en este cuartel abandonado, donde años atrás se acinaban miles de soldados. Tienes restringida tu libertad de movimientos a una de las alas del complejo, por lo que supones que el resto de la instalación se está utilizando para otros menesteres. O eso, o está en tan deplorables condiciones que es más seguro no acercarse a esas zonas. Tu propio barracón muestra un aspecto deplorable.

En el tiempo que llevas aquí no has tenido demasiado contacto con nadie. El doctor Sebastián es quien más tiempo pasa contigo, haciendo mediciones de tus constantes antes y después de tus ejercicios y tomando muestras de sangre y orina. Nunca habla de sí mismo, pero eres consciente de que es extranjero. Por el acento, crees que ruso, o de algún otro país de la antigua URSS. Es el hombre que ha desarrollado la tecnología que están probando contigo, un uniforme de combate personalizado y ligado a tu propio sistema nervioso. Llevarlo puesto es algo impresionante, aunque los inicios fueron complicados. No ajustaba bien, ralentizaba tus movimientos, y no era demasiado fiable. Ahora parece que funciona correctamente, y de hecho te han dicho que hoy se va a celebrar una prueba oficial del mismo para mostrar vuestros progresos al Alto Mando.

No sabes exactamente quién acudirá. Además de al doctor, conoces al comandante Solchaga, responsable del proyecto, un hombre que evidencia su malestar ante la presencia de los metahumanos en la sociedad. ¿Se le podría catalogar de "racista"? No está claro que la raza y la naturaleza "meta" tengan relación, pero a falta de una palabra mejor... También conociste el primer día a tu llegada al General Ballesta, del ejército de tierra. Parece que está detrás de todo este asunto, aunque desconoces hasta qué punto. Solo fue una entrevista corta, por lo que no tienes muy claro qué esperar de él.

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02/02/2014, 10:45
[FC] Doctor Sebastián

De repente, la puerta de tu barracón suena un par de veces, antes de abrirse cuando respondes con un escueto "adelante". La figura del doctor aparece en el marco de la puerta ya abierta, mirándote desde detrás de esas lentes suyas. Está evidentemente nervioso, como cabría esperar. Hoy se pone a prueba todo su trabajo.

¿Estás lista?

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02/02/2014, 10:47
Director

No entra demasiada luz por las pequeñas ventanas del barracón. Los rayos de sol se filtran por ellos y muestran el polvo suspendido en el ambiente de la sala, con capacidad para albergar hasta cincuenta soldados. Cuarenta y nueve camas llevan años sin usarse, como sus cuarenta y nueve taquillas y buena parte del conjunto de duchas que hay en los baños, al fondo. Eres la única persona que descansa en este lugar. De hecho, ni siquiera estás aquí. Oficialmente. Este lugar ni tan siquiera tiene actividad. Oficialmente.

El cuartel militar de Lepanto está oficialmente abandonado desde hace años, desde mil novecientos noventa y tres, cuando el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, comenzó el plan de modernización militar conocido como META y la ley de dotaciones de las Fuerzas Armadas. Este cuartel catalán, situado a medio camino entre Barcelona y Hospitalet de Llobregat, solo fue uno de tantos que fueron cerrados y abandonados por el ejército, a la espera de encontrarles una nueva utilidad o una venta beneficiosa para el Estado.

En este caso, oficialmente se sigue a la espera, aunque ya se produjo la primera opción.

Te encuentras aquí como parte de un proyecto secreto del gobierno. Desconoces cuantos otros se encuentran en tu situación, si es que hay más, pero lo que sí conoces es la naturaleza del proyecto. Se trata de Fuerza de Control, un proyecto sufragado por el Ministerio de Interior y en colaboración con la organización internacional TecnoRed, destinado a desarrollar y ofrecer a los cuerpos policiales las herramientas necesarias para hacer frente al creciente problema de la delincuencia metahumana. Te reclutaron casi por la fuerza, sin darte más opciones. Esto o pudrirte en prisión. De hecho, las alteraciones que han hecho en tu cuerpo se hicieron sin permiso alguno. Hace ya semanas que vives, estudias y entrenas en este cuartel abandonado, donde años atrás se acinaban miles de soldados. Tienes restringida tu libertad de movimientos a una de las alas del complejo, por lo que supones que el resto de la instalación se está utilizando para otros menesteres. O eso, o está en tan deplorables condiciones que es más seguro no acercarse a esas zonas. Tu propio barracón muestra un aspecto deplorable. En cualquier caso, sabes que monitorizan tus movimientos, que saben en todo momento donde exactamente te encuentras. No puedes escapar.

En el tiempo que llevas aquí no has tenido demasiado contacto con nadie. El doctor Sebastián es quien más tiempo pasa contigo, haciendo mediciones de tus constantes antes y después de tus ejercicios y tomando muestras de sangre y orina. Nunca habla de sí mismo, pero eres consciente de que es extranjero. Por el acento, crees que ruso, o de algún otro país de la antigua URSS. Es el hombre que ha desarrollado la tecnología que están probando contigo, unos implantes cibernéticos que reemplazan partes de tu cuerpo. Adaptarte a ellos fue complicado, verte como medio hombre, medio máquina. Psicológicamente fue duro, más que el dolor físico que padeciste hasta que tu organismo se adaptó a la intrusión de esos mecanismos. Ahora parece que funciona correctamente, y de hecho te han dicho que hoy se va a celebrar una prueba oficial del mismo para mostrar vuestros progresos al Alto Mando.

No sabes exactamente quién acudirá. Además de al doctor, conoces al comandante Solchaga, responsable del proyecto, un hombre que evidencia su malestar ante la presencia de los metahumanos en la sociedad. ¿Se le podría catalogar de "racista"? No está claro que la raza y la naturaleza "meta" tengan relación, pero a falta de una palabra mejor... También conociste el primer día a tu llegada al General Ballesta, del ejército de tierra. Parece que está detrás de todo este asunto, aunque desconoces hasta qué punto. Solo fue una entrevista corta, por lo que no tienes muy claro qué esperar de él.

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02/02/2014, 10:53
[FC] Comandante Solchaga

La puerta del barracón se abre sin llamar. Un hombre con traje negro a juego con su pelo repeinado y engominado hacia atrás camina hacia ti con paso firme y seguro, exultante de orgullo. Su rostro, alargado por una perilla extraordinariamente bien recortada, te observa con superioridad. Es el comandante Solchaga, responsable del proyecto.

Muy bien, soldado ¿Listo para dar lo mejor de ti?

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02/02/2014, 11:35
Igor "Proyecto X"
Sólo para el director

Aquí estamos de nuevo otro día de mierda, a la espera de otra prueba, realmente era una rata de laboratorio de pero de gran tamaño. Miraba mis brazos y mis manos, eran mías pero no lo eran, desde el comienzo de todo los cambios, he tenido esa sensación "¿Seguiré siendo yo mismo?" Aunque lo cierto que me daba igual, ya no tenía nada fuera mi familia murió en un extraño accidente de coche.

Mientras espero me levanto del catre para andar un poco, por aquel sitio desolador casi fantasmal. Al parecer mi futuro era ayudar a la madera a cazar a unos tipos especiales unos tal metas, que en realidad no me habían hecho nada, por lo que si podemos decir que no estoy muy contento de ser el perro de caza del gobierno. Nadie me pregunto si quería o no participar en ello. Pero claro esta eso le da igual al gran papa estado. Pero desde las operaciones y cambios, lo cierto es que me daba igual todo, diría que era más dócil, a lo mejor algún chip o algo que me han puesto altera mi conducta.

Esperaba la llegada de Doc y los guardias para guiarme a la prueba de hoy, al parecer podría ser la última si tenía suerte "Quien sabe igual mañana puedo estar probando un Kebab de pollo, o una hamburguesa grasienta" Maldita sea como añoraba ese tipo de cosas, parece mentira. Así que mientras aguardo la llegada del momento, ando de aquí para allá, como un animal encerrado "Bueno poco me falta" Digo viendo donde estaba.

De repente se abren las puertas y aparece el Comandante Solchaga, al parecer llego el momento.

Si claro estoy listo, tampoco tengo otra cosa que hacer. Contesto en tono displicente "Odio que me llame soldado yo no me aliste a su puto ejercito" Pero siempre es mejor seguir la corriente y no montar mucho ruido, menos cuando parece que pueda estar cerca el fin de esto.

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05/02/2014, 17:27
Director

No entra demasiada luz por las pequeñas ventanas del barracón. Los rayos de sol se filtran por ellos y muestran el polvo suspendido en el ambiente de la sala, con capacidad para albergar hasta cincuenta soldados. Cuarenta y nueve camas llevan años sin usarse, como sus cuarenta y nueve taquillas y buena parte del conjunto de duchas que hay en los baños, al fondo. Eres la única persona que descansa en este lugar. El único de toda tu unidad que ha sido seleccionado.

El cuartel militar de Lepanto está oficialmente abandonado desde hace años, desde mil novecientos noventa y tres, cuando el entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, comenzó el plan de modernización militar conocido como META y la ley de dotaciones de las Fuerzas Armadas. Este cuartel catalán, situado a medio camino entre Barcelona y Hospitalet de Llobregat, solo fue uno de tantos que fueron cerrados y abandonados por el ejército, a la espera de encontrarles una nueva utilidad o una venta beneficiosa para el Estado.

En este caso, oficialmente se sigue a la espera, aunque ya se produjo la primera opción.

Te encuentras aquí como parte de un proyecto secreto del gobierno. Desconoces cuantos otros se encuentran en tu situación, si es que hay más, pero lo que sí conoces es la naturaleza del proyecto. Se trata de Fuerza de Control, un proyecto sufragado por el Ministerio de Interior y en colaboración con la organización internacional TecnoRed, destinado a desarrollar y ofrecer a los cuerpos policiales las herramientas necesarias para hacer frente al creciente problema de la delincuencia metahumana. Hace ya semanas que vives, estudias y entrenas en este cuartel abandonado, donde años atrás se acinaban miles de soldados. Tienes restringida tu libertad de movimientos a una de las alas del complejo, por lo que supones que el resto de la instalación se está utilizando para otros menesteres. O eso, o está en tan deplorables condiciones que es más seguro no acercarse a esas zonas. Tu propio barracón muestra un aspecto deplorable.

En el tiempo que llevas aquí no has tenido demasiado contacto con nadie. El doctor Sebastián es quien más tiempo pasa contigo, haciendo mediciones de tus constantes antes y después de tus ejercicios y tomando muestras de sangre y orina. Nunca habla de sí mismo, pero eres consciente de que es extranjero. Por el acento, crees que ruso, o de algún otro país de la antigua URSS. Es el hombre que ha desarrollado la tecnología que están probando contigo, una armadura tecnológica de lo más avanzada. Adaptarte a ella fue complicado, pero hora parece que funciona correctamente, y de hecho te han dicho que hoy se va a celebrar una prueba oficial del mismo para mostrar vuestros progresos al Alto Mando.

No sabes exactamente quién acudirá. Además de al doctor, conoces al comandante Solchaga, responsable del proyecto, un hombre que evidencia su malestar ante la presencia de los metahumanos en la sociedad. ¿Se le podría catalogar de "racista"? No está claro que la raza y la naturaleza "meta" tengan relación, pero a falta de una palabra mejor... También conociste el primer día a tu llegada al General Ballesta, del ejército de tierra. Parece que está detrás de todo este asunto, aunque desconoces hasta qué punto. Solo fue una entrevista corta, por lo que no tienes muy claro qué esperar de él. Lo que sí albergas es una pequeña esperanza de que todo esto pueda catapultarte bajo su mando.

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05/02/2014, 17:35
[AM] General Ballesta

La puerta suena, dos golpes secos y decididos, y se abre sin esperar respuesta por tu parte. En el barracón entra la figura delgada de un militar condecorado, con traje de campaña y gorra. Un rostro arrugado de formas bastas y un prominente mostacho canoso, el del general Ballesta que te mira como si pudiera traspasar tu alma.

Buenos días, subteniente. ¿Listo para el gran día? Su armadura y unos cuantos peces gordos le esperan.

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06/02/2014, 18:30
Óscar Baroja
Sólo para el director

Por suerte, para cuando el general entra, tengo la cama hecha y me he vestido con el uniforme. Sin nada mejor que hacer en el cuartel, he convertido el adelantarme a la rutina en una meta a superar. La monotonía de los ejercicios se ve alternada con la excitación de las pruebas con la armadura. Una mezcla de sensaciones que a veces incluso me desorienta. Pero al final todo se resume en que es mi trabajo. Y como tal, me esfuerzo en hacerlo lo mejor posible.

No puedo negar la ansiedad de lo que está por venir. Tengo ganas de demostrar que la inversión de tiempo y recursos en mí y en la armadura han sido fructíferos. Sería una lástima que una vez llegados hasta aquí, me descartasen por un mal día. Es a lo que llevo dando vueltas toda la semana.

Al abrirse la puerta me cuadro como un resorte y saludo al general. Trago saliva antes de contestar. Todavía tengo la boca seca de no haber hablado desde que me levanté. Maldita soledad.

- Por supuesto, dispuesto a todo, señor.

Y me mantengo firme, esperando la orden para descansar. Es cierto que la disciplina en la Guardia Civil no es tan férrea como en el ejército. Pero eso no quita para que uno se adapte a los modales con facilidad.

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09/02/2014, 15:30
Victoria Vega

 Aquello era estar enjaulada, apenas tenía contacto social con las personas, tenía acceso a solo un ala del cuartel, estaba sola en aquél barracón, y la única persona que veía era al Doctor Sebastián. Todo lo que podía hacer allí dentro era estudiar, hacer ejercicio o leer, bueno quizás aburrirse también estaba dentro de esas actividades.

 El día de la prueba oficial del traje, a pesar de todos los problemas que ocasionaba al principio los arreglos dieron sus frutos. El sonido de la puerta siendo golpeada escuetamente la saca de sus pensamientos si el traje iba a dar la talla para los mandamases. - Adelante. - Dio paso a la persona que llamaba a la puerta, pues ya tenía el traje colocado desde hacía bastante minutos.

 Se levantó de la cama para sonreír ligeramente al Doctor, la muestra de nerviosismo por parte de este no ayudaba a controlar los suyos propios. - Si, aunque igual de nerviosa que usted, diría yo. ¿Hay mucha gente?  

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11/02/2014, 10:12
[FC] Doctor Sebastián

El doctor se ajusta las gafas, acercándose al traje que descansa en la taquilla junto a tu cama. Comprueba algunos de sus conectores en las mangas de los brazos, y lo descuelga para dejarlo sobre la mesa.

Hay gente, sí, pero no se cuanta. Tengo que reunirme con ellos en unos minutos, en una sala especial desde la que seguiremos todos los detalles de la prueba. -Observa el traje como si esperase encontrar algún tipo de fallo de última hora, pero finalmente se gira hacia ti- Bueno, te dejo para que te vistas, Victoria. Un par de soldados te acompañarán a la zona de pruebas cuando estés lista. Que tengas mucha suerte.

El doctor se encamina a la salida del barracón, evidentemente nervioso.

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11/02/2014, 10:27
[AM] General Ballesta

Así me gusta -Responde satisfecho el general- Sepa que el país está orgulloso de usted, subteniente. Hoy culmina un gran trabajo que traerá seguridad y prosperidad al pueblo español. Es el final de una gran labor, y el comienzo de otra aún más importante. Siempre que usted prevalezca y demuestre lo que vale.

El general realiza el saludo militar, un gesto de respeto hacia un inferior en el escalafón.

Le estaré observando. Los responsables del proyecto estaremos monitorizando la prueba desde una sala segura. La suya y la de los demás participantes. Si todo sale como esperamos, del resultado de esta fase podría salir un primer equipo táctico que poner a prueba en situaciones reales. Pero no adelantemos acontecimientos, usted concéntrese en lo que va a suceder hoy. Dos soldados esperan fuera del barracón a que esté listo, y le acompañarán hasta la zona de pruebas, donde le espera su armadura. Luego nos veremos.

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11/02/2014, 10:33
[FC] Comandante Solchaga

Solchaga deja escapar una risita sarcástica ante tu comentario. El humor, en el rostro de este hombre, no es buena señal.

Jeje, es cierto. Pero míralo por el lado bueno: es mejor estar aquí que en la cárcel ¿no? Además, si la prueba de hoy sale bien, puede que formes parte del primer equipo táctico de Fuerza de Control, con un buen sueldo y grandes ventajas. Se que no te interesará, pero con todo esto ayudas a hacer de España un país más seguro. -El comandante te observa un instante. Parece que vaya a añadir algo, pero finalmente esa idea desaparece de su mente- Bueno, dos soldados te esperan fuera. Cuando estés listo, te acompañarán a la zona de pruebas. Yo estaré con los jefazos, monitorizando todo lo que hagas desde una sala de control. Buena suerte.

Solchaga se aleja hacia la puerta, donde dos soldados le flanquean la salida y esperan a que te arregles. Parece que las cartas están echadas.

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11/02/2014, 13:49
Igor "Proyecto X"
Sólo para el director

Tras las palabras del comandante poco podia decir o hacer salvo ir donde estaban los soldados para asi hacer la famosa prueba. "Hacer de España un lugar mas seguro" Seguro que si, pero no entraria en discusiones que no me llevarian a ningun lado, lo cierto era que hacer esa prueba me dejaria salir de este maldito lugar.

Asi que andando con paso firme me dirijo hacia la puerta donde estaban los soldados "Veamos que me tienen guardado los doctores hoy"

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12/02/2014, 17:37
Óscar Baroja
Sólo para el director

De primeras me dejó un poco descolocado. No me había imaginado que hubiese más soldados en la misma situación. Lo cierto es que tras tanto tiempo en solitario, había llegado a asumir que era un proyecto de un sólo hombre. Quizá por culpa de un bajo presupuesto, o de la falta de esperanza por parte del Ministerio en su éxito. Lo siguiente fue una extraña sensación de celos. El pensar en que esto sería un éxito personal me había ayudado a aguantar los duros entrenamientos.  Y esa satisfacción se desvanecía. Pero tras paladearlo un instante más, me di cuenta de que aquello era mejor. Formar parte de algo mayor siempre significaría más. Un equipo de un sólo hombre no era un auténtico equipo. Así que sonreí satisfecho y honrado por el gesto del general.

- Gracias señor. No defraudaré a nuestro país, señor.

Y esperé a la orden para salir y juntarme con los otros dos soldados.

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14/02/2014, 17:09
Director

Las escoltas militares acompañan a los candidatos hasta una sala rectangular de un pabellón casi vacío en un ala del cuartel que ninguno ha pisado antes. Para ello, todos han recorrido numerosos pasillos y corredores, en un casi interminable laberinto. En el lugar hay algo de presencia militar, reducida sin embargo a poco más que las escoltas de algunos de los presentes. Allí está el general Ballesta, con su mostacho canoso y su gesto recio. También está el comandante Solchaga, que si bien no es militar siempre ha tenido cierta relación con el cuerpo además de con los cuerpos policiales entre los que se mueve. Junto a ellos se encuentra el doctor Sebastián, responsable científico del proyecto y la mente que hay detrás de toda la tecnología que se está probando. Pero también hay otros rostros cuya presencia aquí parece menos esperada. Augusto Cajal es el comisionado de la Casa Real, un representante de la Jefatura del Estado que acostumbra a mostrar su neutralidad en estos asuntos, aunque podría estar solamente a título de observador para informar más tarde el monarca Don Juan Carlos. También está Eduardo García, Delegado del Gobierno. Más extraña parece la presencia de Cristóbal Bartolomeu, el secretario general de EHL, España Humana y Libre, partido político minoritario de derechas, con un discurso extremista en contra de los meta humanos. Hay otro hombre, un tipo elegante con un impoluto traje blanco cuyo rostro parece más joven de lo que es en realidad debido a evidentes intervenciones de cirugía estética, y del que no se separa un tipo bien parecido de cabellera larga y morena que parece ser una especie de guardaespaldas.

En cuanto los tres entráis en el pabellón, los presentes cortan sus animadas conversaciones y comienzan a ascender una escalinata que les lleva a una sala superior suspendida sobre una estructura de metal reforzado, desde cuyo interior parece que puedan veros a través de un cristal por el que, sin embargo, vosotros solamente veis reflejos. Los soldados que os escoltaban os dejan allí, indicándoos que esperéis mientras los superiores desaparecen en la sala superior.

Ese pequeño instante lo aprovecháis para ver a vuestro alrededor, a los otros participantes. Una es una mujer joven vestida con un extraño traje lleno de cables y que parece emitir una especie de vibración, como si hubiera una especie de campo de energía a su alrededor. Otro, un hombre con partes de su cuerpo robotizadas, que si bien en un principio parecen estar cubiertas por fundas tecnológicas al segundo vistazo se comprueba que esos miembros han sido reemplazados directamente por miembros robóticos. También hay un tercero, un hombre de aspecto duro y regio, claramente militar, que no muestra claramente ningún elemento de tecnología. Sin embargo, a un costado del pabellón ese hombre detecta un objeto enorme cubierto por una lona negra. Por la forma que adopta la lona sobre el objeto, se hace evidente para él de qué se trata.

Caballeros, señora, bienvenidos a la prueba final del proyecto de investigación y desarrollo Fuerza de Control. –La voz resuena en el lugar desde unos potentes altavoces situados por el techo del pabellón- La prueba de hoy tiene como objetivo calibrar la efectividad y posibilidades de las distintas tecnologías que se han desarrollado y valorar la posibilidad de emplearlas en acciones reales. Para ello, ustedes tres deberán afrontar el siguiente desafío de forma conjunta. Esperamos de ustedes que se comporten como un equipo, a pesar de que se les estará valorando individualmente. No deben olvidar que lo que tratamos de calibrar no es a ustedes, sino a la tecnología de la que son responsables.

Un juego de rayos de luz llegados desde distintos ángulos comienzan a componer una imagen ante vosotros. Se trata de un modelo en tres dimensiones de lo que parece una fábrica abandonada, con diversos muros, hangares y torres en mal estado.

Este es el plano de la zona de pruebas, que encontrarán detrás de la puerta metálica que se encuentra bajo la sala de observación. Analícenlo con detenimiento. Sus instrucciones son entrar en ese territorio, considerado hostil, y encontrar y capturar la bandera enemiga. Si lo lograsen con éxito, deberán extraerla y traerla de vuelta hasta este pabellón. La única información que podemos ofrecerles es que nuestro servicio de inteligencia nos ha informado de que ésta se encuentra a gran altura. Buena suerte.

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15/02/2014, 09:41
Igor "Proyecto X"

Tras seguir a los soldaditos llegamos a un pabellón tras innumerables pasillos, pero al final ya estábamos en el sitio. Al entrar puedo ver a jefazos de todo tipo hablando entre ellos que comienzan a subir al lugar desde donde examinaran la prueba "Solo les falta las palomitas". Por mi parte los ignoro solo quería acabar esta prueba y salir de aquella especie de retiro obligado.

Al parecer no lo haría esta vez solo, estaría con otros dos proyectos, no había realizado una prueba así con anterioridad, por lo que sería algo que le daría otro aire. Uno era un tipo que podría ser un militar como el que me acompaño, no parecía nada del otro mundo aunque su mirada se dirigía a una lona que tapaba algo. Pero al ver a la otra participante me quedo helado, sin saber que hacer o reaccionar "No puede ser" Me digo pero lo estaba viendo, instintivamente guardo un colgante que tenía, luego la observo de reojo "No me jodas esto tiene que ser una puñetera broma, Victoria", mi mirada aunque estaba fijada en el suelo, realmente estaba perdida. Recordando como en flashes, si era ella, "¿Pero que hacia aquí y eso que llevaba puesto?". Durante unos segundos miro a los jefazos "¿Se estarán mofando de mí?".

Tras uno segundos decido centrarme, estaba aquí para superar la prueba. Así que comencé a revisar mi equipo y comprobé que todo funcionara bien. Al parecer tendríamos que entrar y localizar la bandera que se situaba en un punto alto y salir con ella. Aun así no podía evitar mirar de reojo a Victoria, aun con esa armadura seguía siendo esa mujer bella "Céntrate estúpido, ¿No recuerdas porque estas aquí?" Me tenía que volver a decir.

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15/02/2014, 09:52
Igor "Proyecto X"
Sólo para el director

Notas de juego

Activo la computadora tactica.

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19/02/2014, 16:13
Óscar Baroja

El camino hasta la zona de pruebas fue silencioso. No me atreví a ser el primero en romper aquel aura de incertidumbre. Cuando llegamos a la sala, nos presentaron el reto claramente. Era la primera vez que asistía a la prueba de un prototipo. Y de lejos la primera en que yo era el probador. Busqué con la mirada mi equipo. La forma de la lona negra era bastante obvia, así que una vez el instructor terminó de hablar, me dirigí hacia ella.

Retiré la cubierta con parsimonia, como si todo aquello fuese parte de un ritual. Dejé que se viese durante un momento el metal de color verde camuflaje de la armadura. Los otros se lucirían llegado el momento, pero sabía que a algunas de las personas que estaban allí les haría falta un poco de espectáculo para convencerlas. No todos eran militares. Y no a todos les bastaría con ver tiempos de reacción o capacidad de destrucción.

Cuando decidí que era el momento, activé el proceso de acoplamiento y dejé que las piezas se acoplasen a mi cuerpo. Realicé las comprobaciones reglamentarias pre-operación. Y una vez me aseguré de que todo estaba en orden, di unos pasos al frente, para ponerme a la altura del resto de mis compañeros.

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19/02/2014, 16:30
Blindado

- Blindado operativo y listo para el combate.

Pude escuchar mi propia voz a través del comunicador.

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10/03/2014, 13:17
Victoria Vega

Estudié el mapa con detenimiento, esforzándome por no decirle cuatro cosas a ese tarugo de Igor. Me importaba una mierda qué estaba haciendo allí, estaba claro que era cosa del Alto Mando, pero como se le ocurriera intentar algo conmigo... definitivamente era mejor que no lo hiciera.

- Estoy lista, señor - dije, suponiendo que nos estaban escuchando.

Parecía algo sencillo, entrar, capturar el objetivo y salir, como en la redadas policiales, sólo que en esta ocasión no tenía al lado compañeros de confianza. Del tipo de la armadura no tenía nada que decir, se merecía el beneficio de la duda, pero los jefes habían caido muy bajo recurriendo a criminales para aquellos trabajos.

"Pues no habrá gente válida en la policía como para ir a buscar gente a la cárcel... menuda vergüenza" - pensé, sin poder evitar que las antiguas heridas volvieran a abrirse.

Me esforcé por quitarme de la mente la idea de que alguien me estuviera puteando, no hablo mucho de mi vida privada pero sé que hay gente en el cuerpo capaz de averiguar cualquier cosa. Deseché la idea, tampoco es que me crea el ombligo del mundo, pero me costaba comprender el motivo de usar a un convicto en aquellas pruebas.

Entonces no pude aguantar más y, casi inconscientemente, le miré. Estaba sorprendida, y supongo que no fui capaz de ocultarlo, pero más que por lo que estaba viendo estaba sorprendida con mi reacción. Tanto tiempo pasado, tantas heridas aún abiertas y fui capaz de mirarle con lástima.

"¿Qué te han hecho, Igor?" - eso es lo que pensé mientras le miraba.

Pero aquello sólo duró un instante, el inquebrantable escudo emocional de Victoria le dio una patada en el culo a la pequeña Vicky. No era momento para sensiblerías.