Partida Rol por web

El helicóptero hace una suave maniobra, al tiempo que parece reducir velocidad. Todos acercáis los rostros a las ventanas, algunos buscando a la piloto en busca de respuestas. Estas no se hacen esperar, en ambos casos. Por la ventana puede verse una amplia extensión de terreno de lo que parece un parque temático y una gran extensión de pabellones de empresa. Puede verse un canal de agua que desemboca en el parque, en cuyo interior puede verse un gran lago.

Señoras y caballeros, a su derecha pueden ver la antigua Exposición Universal de 1992 -Comienza a decir la piloto Lorena Pascual, imitando el tono de una guía turística mientras hace girar el helitransporte sobre el lago- ahora reconvertido en el parque temático Isla Mágica, el Parque Científico y Tecnológico Cartuja, y algunas cosillas más que, sinceramente, no nos importan en absoluto.

El helicóptero se estabiliza, y Lorena se permite girarse e incluso abandonar los mandos unos instantes, suponéis que dejando al cargo algún tipo de sistema automatizado.

Me comunican por radio que tenemos a un equipo de los GOES en el acceso a esa salida de emergencias de la base. Han tomado posiciones y tienen órdenes de permanecer en su puesto hasta que alguien autorizado llegue para hacerse cargo de la situación. Creo que esos sois vosotros, chicos, así que va siendo hora de que decidáis lo que vais a hacer, si queréis ir todos, dejar a alguien en el lago... -De repente levanta un mano, en dirección a Chafakra, con una amplia sonrisa socarrona- No, colega, no te voy a dejar en el parque para que te compres un helado ni nada por el estilo. Estamos currando ¿ok?

Toraño miró expectante a sus compañeros y decidió ser el primero en hablar.

-Si somos aquellos que estamos destinados a entrar ahi, lo seremos y lo haremos, estamos más que preparados, pero creo que deberiamos de entrar por otro sitio, si las instalaciones tienen mente propia y ya hay alli esperandonos un peloton con lo ultimo en armas, no hay que tener dos dedos de frente para que aun siendo maquina, sepas que van a por ti...asi que, que os parece que cambiemos de planes y no se lo digamos a nadie?? 

El viaje habia sido rápido -quizás demasiado- pensó antes de escuchar las palabras de Toraño. Casi se le escapa un suspiro cuando aquel tonificado personaje termino su intervención. Rapidamente se llevó las manos a la boca mientras sentía como los colores le inundaban las mejillas. - por favor..por favor..que no se haya dado cuenta nadie.- pensó mientras bajaba la mirada al montón de papeles  que les habian entregado al subir al helicoptero.

De repente, mientras intentaba recuperar la compostura, recordó las palabras del que se hacía llamar El Observador,poco antes de aterrizar, en las que le preguntaban como podía ayudar.

-Y..yo..yo..- comenzó a tartamuderar mientras miraba tras los informes al enigmatico Observador.- .... Lo haré lo mejor que pueda,para contactar con Duna, o intentarlo...-

¿Un helado? Ya te daré algo que puedas lamer Lore, guapa, no te preocupes, piensa Chafakra mientras le guiña el ojo  a la piloto.

- Nah, bajamos aquí y si hay que entrar por otra parte ya iremos. Esta gente nos está esperado y quedaremos fatal si el primer día nos escaqueamos. De todos modos vamos sin equipo ni nada, esto es como una toma de contacto o algo así, ¿sabes como te digo?

Bastión sonrió al ver a sus pies la amplia extensión de lo que en su momento fue la Expo del 92. ¡Qué cosa mas fea de bicho eligieron para ser la mascota! Una especie de Tucan con una cresta multicolor. Y sin embargo su padre le había regalado un peluche de Curro el último día que estuvieron allí. Como habían cambiado las cosas para el héroe de la armadura desde entonces...

- Seguimos con el plan tal y como lo habíamos pensado - Dijo saliendo de su ensimismamiento - Dos grupos. Uno prueba la entrada sumergida, el otro permanece a la espera en la superficie junto a la salida de emergencia y el equipo GOES, por lo que pudiera pasar. Enlace nos conecta a todos para coordinarnos lo mejor posible... - Echó un vistazo hacia fuera mesándose el poblado bigote, pensativo - Y que sea lo que Dios quiera, compañeros, pero tenemos que dar lo mejor. Es lo que se espera de nosotros.

Toraño se encogio de  hombros y recogio su lanza de su espalda para tenerla a mano, por lo que pudiera pasar al bajar alli.

-Esta bien, vayamos pues...

Toraño empezo a levitar a unos centimetros de la superficie del helicoptero, ya que estaba en movimiento estacionario su posicion no variaria mucho. 

-Las señoritas desean que las baje delicadamente y con un vuelo suave?? - estaba claro que sus palabras iban mas destinadas a Icantia que a Enlace, pero al usar una formula general no ofendia a Enlace y la verdad que lo hacia de buena fe, aunque estuviera enganchado de Icantia desde que la vio, sus modales impedian que ofendiera a mas personas.

Ver las cosas desde la altura es toda una novedad, mis viajes comunmente han sido desde mi buque. Surcar los cielos es un lujo que no tuve tiempo de darme hasta ahora. Ignoro un poco los cuchicheos del grupo mientras observo las nubes de algodón deformarse como líneas antojadizas, pasabamos tan rápido a esa velocidad que era imposible imaginarse figuras en el cielo como lo haces cuando lo miras desde abajo.

Me pregunto si a ella le siguen maravillando estas pequeñeces. Recuerdo que cuando descubrió que podía hacerlo fue todo un secreto festejo entre nosotras.

¿Y nunca me dejó tocar una nube? de mis labios escapó un pequeño bufido que comprendía lo absurdo e infantil de aquella petición.

El movimiento del helicóptero anuncia el arribo y el panorama cambia abruptamente. Ahora si es posible ver lo que hay abajo, nada agradable y más bien muy desastroso. Se me quitaron inmediatamente las ganas de seguir mirando.

Atendí a las indicaciones de Lorena, su sugerencia me parecía adecuada considerando mis habilidades. Me sorprendió la presteza de Toraño al responder pero no dije nada porque me quedé mirando la expresión encendida de Enlace, el ingenio de Chafa al responderle a Lorena y la mente fría de Bastión para reorganizar al grupo.
Me puse de pie, cuando vi las puntas de los pies de Toraño elevarse sobre el suelo y regresaron algunas memorias de mi familia. Mi mano se alzó en el aire ante la propuesta, reaccionó antes que mi mente incitada por el recuerdo. Hasta se me fue la idea de lanzarme al agua desde el helicóptero

- ¿Vuelo? ¡A mi! -me acerqué hacia el guardabosques con cierto entusiasmo que no me molesté en esconder - Bien, al bajar definamos bien quien venia conmigo al Lago -mis ojos miraban hacia abajo, las nubes, el aire llevó mi cabello hacia atrás un poco. Al menos venir hasta aquí a buscarla no había resultado tan malo.

Duna allá vamos.

- Yo puedo ir, sirenita- respondo.- Mi madre me va a matar si vuelvo con el chandal mojado, espero que el jefe me de un recibo y me pague el tinte- añado, mientras me quitó los zapatos y dejo el mobil y las llaves en la caja de herramientas empotrada en el suelo del helicoptero

- Lore, te dejo aquí mis movidas eh- la aviso, gritando por encima del ruido del motor.- Ojo mi cartera que las monedas estan contadas- advierto a todos los presentes, antes de cerrar la caja. Guardo mi zipo en el bolsillo y cierro la cremallera.- Vamos a bajar, debería poder aguantar bajo el agua un monton de rato si lleno mis pulmones, pero tendrás que arrastrarme porque voy a flotar mogollón.

Con el plan acordado entre todos, Icantia y Chafakra se asoman a la puerta corredera del vehículo, abriéndola para contemplar el lago mejor incluso que antes, y con el desconcertante efecto del aire generado por las potentes hélices golpeándoles en la cara. Toraño, haciendo un gesto, provoca que el aire bajo el helicóptero comience a arremolinarse, formando un difícilmente visible torbellino. Ese viento hace que el helitransporte se desestabilice, lo que obliga a Lorena a lanzarse a los mandos lanzando una maldición.

¡¡Joder, eso se avisa antes!!

Por suerte, o habilidad, el helicóptero recupera la estabilidad rápidamente, y los dos valerosos submarinistas se lanzan en dirección al agua. La caída es suave, controlada, como planear suavemente, impulsados por el aire ascendente para frenar la caída. Toraño se encarga de hacerles aterrizar en la superficie del lago sin contratiempos, antes de disolver el torbellino. Icantia y Chafakra se sumergen en las aguas, bastante frescas al contraste con el exterior, y se preparan para bucear. Mientras tanto, el helicóptero cierra su puerta y comienza a girar para encaminarse al punto acordado.

Al contacto con el agua, sentís una fresca sensación, el contraste entre el calor exterior y el frío del agua. No obstante, es una desagradable sensación apenas pasajera, que se desvanece a medida que os aclimatáis a la temperatura del agua.

Es entonces cuando Chafakra decide emplear sus facultades para facilitar el acompañamiento a Icantia por un medio que le es completamente ajeno. Y es que la hermosísima mujer pertenece a una raza subacuática, y puede respirar bajo el agua, pero no así el humano. Sin embargo, con sus poderes elásticos, el joven expande sus pulmones, la caja torácica y la musculatura de su torso en general, inflándose como hacen las ranas al ponerse a croar. De este modo, acumula una gran cantidad de aire en su interior, antes de sumergirse.

Icantia coge a Chafakra de una mano, se sumerge ante él, y toma impulso con su mano libre y sus potentes piernas. Casi instantáneamente, ambos metahumanos surcan a gran velocidad las aguas del lago, sintiendo incluso el influjo del agua en sus cuerpos, una resistencia que causa una cierta presión. La velocidad de nado de Icantia es descomunal, fabulosa, y hace que el trayecto hasta el fondo dure apenas unos instantes.

Y en el fondo, descubrís la base.

El helicóptero se aleja de ese punto del lago, y de vuestros compañeros. Toma rumbo hacia una pequeña isla, donde contempláis mientras el vehículo aterriza un edificio con aspecto de antiguo. Parece religioso, quizás un viejo convento, aunque recientemente restaurado. Hay banderas de diversos países, las mayores de ellas la española y la de la Unión Europea Occidental.

El helicóptero aterriza en una explanada situada tras el edificio, justo al lado de un pequeño edificio anexo de construcción más moderna. Los motores del vehículo se apagan, y la piloto abandona los mandos y pasa a la parte trasera con vosotros, tomando su arma reglamentaria.

Bueno, chicos, seguidme.

Abre la puerta y salta del aparato con celeridad. El arma parece pesada, pero ella la porta con soltura. La seguís hasta el edificio, cuya puerta se abre desde dentro por un agente vestido con un uniforme táctico que os flanquea la entrada y la cierra una vez estáis dentro. Lorena os guía hasta unas escaleras, prescindiendo del ascensor frente al que cruzáis, y comenzáis a descender. Dos, tres, cuatro, hasta cinco plantas subterráneas, hasta alcanzar una puerta de metal, protegida por dos agentes más. En sus hombros aparece el escudo de las GOES.

La puerta os da acceso a una amplia sala de estructura de hormigón reforzado, dentro de la cual hay cuatro agentes más con armamento pesado, uniforme táctico y casco, protegiendo una barricada montada frente a una puerta de metal.

Uno de los hombres, en cuyo uniforme figuran más galones que en los del resto, se gira al veros llegar. Podéis detectar un cierto alivio en su expresión, aunque manteniendo la compostura.

¿Agente especial Pascual? Capitán Freire, al frente del equipo Charlie. Les estábamos esperando. Hemos sellado la puerta lo mejor posible, no ha entrado ni salido nadie desde que llegamos, ni lo han intentado. Pero hemos detectado actividad al otro lado. Movimiento y ruido, de naturaleza desconocida.

De repente parece percatarse de que está dirigiéndose únicamente a Lorena, echa un vistazo a los demás presentes y, tratando de que su desconcierto con vuestro aspecto no se filtre demasiado, termina por dirigirse a los presentes, centrándose especialmente en Bastión.

Supongo que ustedes son el nuevo grupo. Es un honor servir a su lado.

Bueno, de momento no había muchos problemas, parecía que la puñetera base estaba entera en el fondo, como si fuera la intro del Bioshock. Tener los tímpanos elásticos me ayudaba con la presión y no parecía que me faltase aire de momento, así que levanté el pulgar a Icantia como diciéndole que todo iba bien.

No veía los habituales robots de vigilancia, ni delfines con rayos láser ni las típicas minas atadas al fondo con una cadenita, así que le hizo gestos a ella para acercarnos más.

Toraño siguió mirando hacia el infinito mientras llegaban a su localizacion, separarse de Icantia le dolia un poco, pero pronto su sentido del deber se impuso y presto toda atencion a lo que tenian en ciernes.

Los galones no eran lo suyo por lo que Bastion podia ocuparse de aquello, Toraño era un hombre de accion y se empezó a acercar a la zona delimitada por los militares para tener una vision mejor de lo que estaban bloqueando...tenia que verlo por si mismo.

Cuando Enlace le estaba mirando, Observador levanto la vista detrás de los espejuelos rojos y la máscara, quedo con la vista fija por unos segundos en la joven pero esto se vio jodido tras la correntada de aire que hizo tambalear la aeronave. Ambos brazos hicieron su trabajo uno para estabilizarse y el otro para sostener a mano abierta a los papeles que estaba revisando.

-Mierda-

Esa fue la palabra que se escapó entre otras que solo llegaron a ser balbuceos *vuelve hacer eso y lo lamentaras*, termino por ordenar los papeles y los dejos en la carpeta para luego bajar detrás del resto; quedo rezagado en la parte de atrás del grupo mientras sus ojos miraban con atención el lugar sin pasar por alto las palabras que se estaban diciendo. Busco a la joven y le hizo un gesto con la cabeza para que se colocara a su lado mientras tecleaba unas cosas en su muñeca activando el aerodeslizador que se separó del helicóptero y tomo posición para transmitir.

Reviso también con sus infrarrojos por si había algo que pasaron por alto los que ya estaban allí, cuando el militar término de hablar las palabras de observador se escucharon – Solo ruidos y movimiento? Podría ver los resultados o video? – Quizás podría saber algo más.

El policía se gira con una expresión bastante neutra hacia Observador, tomándose unos instantes para inspeccionar el uniforme del justiciero antes de contestar.

Lo siento, no tenemos registros. Hemos oído ruidos semejantes a un movimiento de fluido espeso, o algo así, un ruido bastante extraño. Al mismo tiempo, los sensores de movimiento que situamos en la puerta antes de sellarla comenzaron a pitar. Es todo cuanto sabemos.