Partida Rol por web

acurrucada detrás de la enorme mole que era su compañero, Enlace sintió  un escalofrio que le recorría la espalda cuando aquella voz metalica resonó en al estancia que acababan de abordar. La joven de oscuros cabellos  tragó saliva mientras intentaba en vano ocultar el miedo que le hacia temblar.

- ¿pero que hago aqui?..-pensó mientras dejba que su mirada nerviosa recorriese la estancia de esquina a esquina.: -Preferiría estar en clase de matemáticas..o en el dentista.-. Al segundo, su cara se tornó roja cual tomate,cuandor ecordó que estaba enlazada con alguno de los presentes.

- ¿ ha..habeis oido eso?- preguntó en alto cuando en  la habitación volvió a dominar el silencio.- Parecia una especie de llamada de auxilio,¿no?-

Toraño se quedó mirando aquel ser que era Duna mientras intentaba hablar con paciencia y sin mostrar agresividad, alejando sus manos de su lanza colgada a su espalda, pero siempre en contacto con su piel, asi los poderes seguirian fluyendo hacia el.

-No hemos venido a hacerte daño Duna, solo queremos hablar, tranquila y sosegadamente, de verdad, nos permites hablar contigo por favor?

Su tono era relajado y tranquilo intentando no sobresaltar a aquel ser tan extraño con el que habian venido a parlamentar e intentar cosneguir su mision.

El casco vibro un instante y la mirada pronto recayó sobre Enlace, no dijo nada pero detrás de los espejuelos rojos había una expresión de mala gana e incluso molestia,. Las puertas finalmente se abrieron y a los pocos metros dichoso espectáculo se armó cuando una criatura apareció, las palabras robóticas provenientes de quien sabe dónde dejaron a la escucha una amenaza? El instinto le llevo a colocar su mano sobre la culata del arma que llevaba amarrada al muslo; Sus ojos estaban clavados en Duna mientras seguía escuchando a los de hablar de venir en paz mientras que la maldita cosa hecha de metal? Quería arrancarnos la cabeza.

*si intenta algo le volare la cabeza* comento para sí atento

El flaco señala las boyas frunciendo el rostro y entiendo que quiere que vaya con cuidado. Bien, no era que no hubiera pensado en ellos si no más bien que a lo mejor fuera algo que eventualmente tendríamos que hacer de no encontrar una entrada, por el momento atraían mi curiosidad.

Me empiezo a mover a la base antes inclusive que el señale el camino, nado con fuerza sosteniéndolo con la mayor firmeza que me es posible especialmente cuando detecto que desde las claraboyas es posible mirar adentro. Los paneles que visualizo adentro parecen de tecnología avanzada al igual que las herramientas y aparatos mecánicos que se pueden atisbar desde mi posición en el exterior. Los controles están a la vista pero en principio las pantallas no parecen estar custodiadas por nadie. Lo que me sorprende de verdad es que estén trabajando de manera tan activa, lo que me lleva a pensar de que alguien se encuentra monitoreando lo que sea que está sucediendo en la superficie. Como si quisiera estar prevenidos, para reaccionar a tiempo ante cualquier intento de intrusión.

Quizás este fuera uno de los motivos de la creación del equipo ¿qué tanto se sabía en el exterior la formación de ellos? y de haber sucedido ¿como es que eramos considerados? A este punto quizás lo mejor era ser subestimados por quien quiera que controlara a Duna.
Pero todos mis pensamientos se van de largo en cuanto aparece la mujer de traje, su melena negra es copiosa y apenas permite adivinar los rasgos de su perfil. Noto las armas en sus caderas ¿ambidiestra? sin duda, ninguna amateur y encima con los superpoderes. De modo que ese ha sido el modo en que ha logrado entrar, si es que esa nueva figura no es la misma Duna ¿Porque colabora con ella? ¿Quién es esta mujer? Eso sería algo que quizás Juan Pedro Lázaro podría aclarar.

A pesar de que el chorro de metal parlante, nos ha detectado y lo ha confiado a la otra, éstas no han hecho nada. Claramente están muy confiadas de la posibilidad de que logremos entrar y de repente hasta de nuestras propias capacidades. Bien, me pongo a ver la sala de control,el panel, el tablero y las pantallas por si hay alguna que muestre los exteriores de Duna, normalmente suelen señalar posibles entradas o sectores que los enemigos consideran puntos débiles.

Veo a Chafa saludar con descaro y niego. No tengo ganas de provocarlas, mientras menos peligrosos nos veamos menos atención tendremos. De todas maneras, empiezo a pensar en un ardid que pudiéramos aprovechar para hacerlas actuar o bajar la guardia. Hago un gesto con la cabeza a Chafa y le propongo emerger, tenemos que compartir la información con el resto, no obstante no me muevo hasta que Chafa responda con alguna señal.

Viendo que Icantia me mira y que no tenemos nada más que hacer, asiento a su proposición de salir al exterior.

- Lo lamento Duna, pero no es una opción. - Replico, realmente apesadumbrado. Aunque lo que les hablara fuera una especie de constructo mecánico que parecía una mujer, Lázaro les había dejado bien claro que en algún momento aquella consciencia había sido humana. - Como ha dicho mi compañero, no queremos hacerte daño. Estamos aquí para averiguar qué ha sido de Iberia Inc... Y dado que eres parte del equipo, necesitamos tu colaboración. ¿Lo entiendes, verdad?

Las últimas palabras de la máquina le habían inquietado. Si les pedía por favor que le marcharan... Probablemente acabaría atacándoles para defender la base aún en contra de su voluntad, quizá debido a su programación o a estar siendo controlada. En ese caso, se abrirían paso hasta el corazón de la base y averiguarían que estaba pasando allí.

- Si tienes que defender la base, lo entendemos. - Aceptó, comprensivo - Y haremos todo cuanto podamos por ayudarte. - Cerró los puños en torno a sus armas y asintió - Ahora, si no tienes nada más que decirnos, debemos seguir avanzando. - Se volvió para mirar a los demás - Chicos, estad preparados.

Duna no hace el menor atisbo de tratar de negar el intento de conversación de Toraño, pero en cuanto habla Bastión sus ojos metálicos parecen cerrarse unos instantes, desplazando un par de plaquitas parecidas a párpados.

Lo siento...

Las palabras, pese a sonar distorsionadas, contienen un cierto tono de autenticidad emocional. La figura metálica comienza a fundirse, como metal líquido, hasta regresar al suelo como un charco que se solidifica al instante.

Entonces oís un fuerte ruido a vuestra espalda. Hacia la mitad del recorrido, el metal que recubre el techo del corredor se desliza como cera derretida, dejando al descubierto un techo superior de hormigón. Y ese techo, por alguna manera, implosiona en una nube de escombros y polvo que no tarda en asentarse. Pues el agujero resultante da paso a un potente chorro, una catarata de agua del lago que se filtra y comienza a inundar el lugar. El agua corre hacia vosotros en forma de una ola que pronto os cubrirá hasta las rodillas, y que seguirá creciendo.

Hasta ahogaros, si no actuáis pronto.

Estáis a punto de comenzar a nadar hacia la superficie, con la intención de poner en común lo que habéis visto, cuando algo hace que Icantia detenga su poderosa brazada. Un sonido apagado, como lo son todos bajo el agua, pero potente a pesar de ello, hace que os giréis y contempléis una zona que parece unir la base con una serie de escarpaduras del fondo del lago. Se diría que es una especie de ampliación alargada de la base, un simple corredor que la une con algún punto más alejado.

Y en medio de ese corredor, se levanta una nube de polvo y escombro, y al instante todo ello es arrastrado de nuevo hacia abajo, filtrándose junto a gran cantidad de agua por una gran grieta en la estructura, una lo bastante grande como para que pueda acceder por ella una persona grande.

¿Qué está sucediendo?

- Yo también lo siento... - Murmuró al escuchar el ruido del pasillo colapsando a sus espaldas. El agua empezaba a anegar el largo corredor a una velocidad vertiginosa y estando como estaban bajo el lago de la expo sería cuestión de minutos que se llenara por completo, ahogándolos ahí abajo.

Se mesó el bigote, claramente alterado. Si los espacios cerrados ya lo ponían nervioso, los espacios cerrados que se llenaban de agua sin control le llevaban al límite. Él sabía que sobreviviría sin problema, pero le preocupaban los demás, sobretodo la menuda Enlace. ¿Regresar por dónde había venido? Con su fuerza podría contrarrestar la de la corriente de agua y sacar a todo el grupo... Pero algo en su interior le decía que aquello no era lo correcto, que si tenía que ser un héroe tenía que serlo hasta el final y cargando con las consecuencias.

- ¡Avanzad! ¡No tenemos mucho tiempo! ¡Tenemos que llegar hasta el final y atravesar la puerta antes de que el pasillo se inunde por completo! - Y dando ejemplo echó a correr hacia la puerta al final del pasillo, alzando el escudo frente a sí, dispuesto a embestirla con toda su fuerza e inercia.

La profunda voz de Bastion hizo que Enlace diese un respingo, como cuando alguien se despierta de golpe.

- ¡s..si ,se..señor!- gritó Enlace sin saber muy bien si saludar de modo militar o realizar alguna otra cabriola innecesaria.

Con preocupadas miradas, oteó el camino que indicaba el enorme hombretón. Respiró hondo, mientras oía gorgotear el agua que poco a poco inundaba la estancia.

-Venga..tu puedes.- pensó para sus adentros.- demuestra lo que vales..-

Mientras realizaba pequeños estiramientos, sintió como un sudor frio le recoria la mejilla,la idea de ahogarse  le atemorizaba  pero intentaba mantener la compostura. Dejó que  las clases de baile surcaran por su mente antes de  realizar saltos y piruetas para avanzar lo mas rapido posible, dejando atras el agua.

Para ojos inexpertos, los movimientos de la muchacha podían semejarse a piruetas circenses, ya que  saltaba y "rebotaba2 contra las paredes, alejandose sin problemas del agua, en dirección a la siguiente sala.

Toraño vio como el agua empezaba a mojarle sus exiguas ropas y como poco a poco empezaba a ascender el nivel del agua, podrian intentar romper la compuerta pero quizas el tiempo que les llevara seria critico para todos ellos

-Intentad lo que podais con esa puerta, yo voy a intentar ralentizar el ritmo de este agua

Toraño cogio su lanza y concentrandose en sus poderes intento bajar la temperatura del aire de la camara superior donde estaba el agua, intentando que el agua que estaba alli arriba se fuera congelando y se taponara un poco, al menos lo suficiente para poder salir de alli. El agua donde estaban ellos se empezaria a enfriar tambien pero si lograba hacerlo rapido seria un mal menor frente a morir ahogados

El lugar se sintió estremecer luego de que Duna realizara su movimiento, un cambio rápido de piernas basta para comenzar a correr en la única dirección que le quedaba, lejos del agua que ahora comenzaba a ingresa con violencia en el recinto. Por unos segundos miro volvió a mirar a Enlace pero no se detuvo no debía en aquel momento y siempre había actuado solo;  comenzó a revisar todo lo que pudo mientras se adentraba a paso más que rápido en el lugar sin mirar atrás pero si buscando también una salido o lugar para refugiarse y pensar una estrategia.

-Maldita sea- Penso para si -Esto no quedara asi.. maldita cosa-

Mi cuerpo se mueve con toda la intención se emerger para reunirse con el resto e intercambiar información pero me detengo en el preciso instante en que aquel sonido apagado llega a mis oídos con claridad, mis sentidos se sensibilizan intentando detectar algún otro movimiento que delate a las dos mujeres que se encontraban dentro de las instalaciones. 

Temo que estén a punto de iniciar algún tipo de movimiento irreversible, algún acto que más tarde podríamos lamentar o que simplemente estuvieran a punto de...

Señalo a Chafakra y tiro de el para que pueda observar mejor lo que he detectado en la zona que une la base con el fondo. Empiezo a nadar a velocidad tratando de mostrarle un mejor ángulo de lo que estoy mirando, el polvo del fondo se levanta pero al mismo tiempo es halado por una especie de fuerza dejando apenas una pequeña brecha que llevaba hasta el interior o eso creía.

Nadé más rápido, podía ser una trampa, podía ser Duna permitiéndonos el ingreso, podían ser tantas cosas y había tan poco tiempo para decidir que antes de poder resolver nada, le eché una mirada al muchacho que si bien no me podía responder podía ponerlo en claras miras de hacia donde iríamos. 

Así empecé a nadar hacia la grieta y justo antes de llegar, pegué su cuerpo contra el mío con la clara intención de llegar hasta el otro lado, cualquiera que aquello fuese.

Rogaba que hubiera oxígeno para el muchacho...

Icantia me arrastra hacia la grieta que se acaba de abrir. Ya que estamos aquí abajo, que cojones, no veo porque no podemos inspeccionar esta mierda. La chavala empieza a nadar a toda velocidad hacia la grieta y me aprieta contra su cuerpo, imagino que para que quepamos los dos, pero eso no impide que meta una mano por debajo del escaso bañador agarrando con firmeza una de esas nalgas perfectas.

Este trabajo tiene sus recompensas, claro.

Enlace comienza a dar saltos, a hacer cabriolas y volteretas con gran agilidad para desplazarse sin sufrir la resistencia del agua. La misma resistencia que sufre Observador al tratar de correr alejándose de la grieta por la que se filtra el agua. Cuando alcanza la barrera que le impide ir más lejos, en forma de puerta, comienza a hacer honor a su nombre de guerra e inspecciona concienzudamente la puerta y cuanto la rodea. Parece extraordinariamente maciza, preparada para soportar grandes presiones, seguramente por la contingencia de que ese corredor pudiera inundarse. Por lo tanto, será resistente...

Algo que se demuestra cuando Bastión, escudo al hombro, carga contra ella a toda velocidad, justo en el instante en que Observador trata de acceder a un panel de control situado en el lateral de la puerta. Con su fuerza y tamaño, el agua que cubre parte de sus piernas no es un impedimento. Sin embargo, el brutal impacto contra la puerta, pese a hacerla estremecer, no logra abrirla. En lugar de ello, el grandullón cae al suelo de espaldas por el choque, y la puerta apenas se ha movido.

Observador insiste en inspeccionarla, mientras Toraño se empeña en realizar un imposible: una congelación parcial del agua que selle o al menos reduzca la grieta. Algo que, al parecer, queda un poco alejado del campo habitual de sus poderes. Está convencido de que podría llegar a hacerlo, pero desde luego es algo muy complicado. Y ahora mismo no es momento de improvisar de ese modo.

Y en cierto modo, hay que agradecerlo. Justo cuando trata de congelar el agua, dos figuras aparecen en medio del chorro de agua precipitándose con violencia contra el suelo, y siendo impulsados hacia una de las paredes laterales por la presión. Casi inmediatamente, como si estuviera habituada a ser arrastrada por la corriente, una de las figuras se pone en pie grácilmente. Es Icantia, cuya figura empapada irradia una belleza poderosa. Tras ella se afana en encontrar un cierto equilibrio Chafakra, cuyos movimientos son mucho más torpes y que en estos instantes lo que intenta es respirar un poco, que buena falta le hace. Ambos observan alrededor, comprendiendo que se encuentran en un gran corredor que se está inundando por momentos. A un lado se ve un camino cuyo fin está demasiado lejos. Al otro, sus compañeros tratan de abrir una resistente compuerta antes de que el agua lo anegue todo.

Y el tiempo pasa, un tiempo que es escaso...

- Brrrr- resoplo, mientras me sacudo el agua como un animal salvaje.- Espero que nos den una puta prima por esto...- me quejó, mientras inspiro profundamente.- ¿Qué habéis estado haciendo, chorbos? Nosotros partiéndonos el culo y vosotros aquí de chachara...

-Maldita sea

Toraño vio a sus otros dos compañeros y decidio que tenia que salir de alli.

-Si la puerta funciona por algun sistema de electricidad puedo provocar un chispazo e intentar que se hagaun corto en el sistema, de forma que tenga que abrir la puerta

Si no fuera porque la situación era peligrosamente mortal, se hubiera echado a reír. Acababa de hacer el ridículo delante de todos sus compañeros y estaba de culo en el suelo con las mallas mojadas. Un tío de más de dos metros enfundado en metal había sido vencido por una puerta. No una puerta cualquiera, claro, sino una diseñada para detener a tipo de dos metros enfundados en metal como él. Pensar eso le hizo sentir un poco mejor. Se atusó en bigote conteniendo una sonrisa y se puso en pie como si todo el equipo que cargaba no pesara lo más mínimo.

- Veros por aquí no es una buena noticia, compañeros - Saludó a Chafakra e Icantia. Si estaban ahí es que no habían conseguido nada tampoco por su lado. Una pena. - Aunque mejor aquí que en cualquier otro sitio, supongo.

- Voy a probar una cosa para conseguir algo de tiempo, quedaos detrás mía. - Lo que había intentado Toraño le había dado una idea que podría salir bien. Avanzó un par de pasos por el pasillo hasta superar a los dos recién llegados pero dejando unos metros hasta la grieta y se cargó el escudo al hombro para dejar los brazos libres. Los extendió frente a sí, con las palmas abiertas hacia el chorro de agua entrante. Hizo crujir su cuello, tomó aire y plantó fuerte los pies en el suelo. Concentró toda su atención en el pasillo, visualizando la situación y se esforzó al máximo para modificar la gravedad del mismo.

Lo había visto en muchas películas sobre estaciones espaciales con gravedad artificial. Si le salía bien el truco, desviaría el chorro de agua entrante hacia el final del pasillo, que caería a través de él como si lo hiciera por una cascada... Si no, volvería a quedar en ridículo delante de todos. Y si le salía especialmente mal, quizá murieran ahogados al ver como el agua se les echaba encima...

- Oye tu, Hombre Tunning, eso no hará que entre menos agua, sólo que empiece a rellenarse desde el fondo. Tu que eres fuerte deberías abrir esa puerta, puedes embutirme dentro del agujero y me hincharé para taparlo, ¿Es que nunca has visto One Piece?- pregunto.- Eso debería darnos unos minutos. ¿Como habéis llegado hasta aquí, tron?