Partida Rol por web

Sin tener conocimientos de Sanación, parece que tus conocimientos para hacer daño te sirven en este caso, pues te permite ver que la daga ha debido de tocar algun vaso importante que no para de sangrar, así que, con los nervios de acero que tienes (que remedio, si has tenido que convivir con la zorra de la Sacerdotisa que te invocó y te ató??) cortas un poco de una camisa de uno de los enanos y coges una de las brasas que se han formado con el fuego de la magia de Baigron, pegas un tiron de la daga, sacandola, con un Uggg...!! del inconsciente del draconiano, tras lo que taponas la herida con la tela, haciendo presion un rato, y despues, metes la brasa por el agujero, con idea de coagular el vaso que sangra. Sabes que posiblemente le ayudes a morir...

... pero realmente parece que el destino os tiene preparado algo para el futuro, porque FUNCIONA!!! Al quitar la brasa, lo unico que sale del agujero, que se ha quemado, es eso, olor a carne quemada.

Te suena que los curanderos aplican algo a las heridas, para que no se pudran, así que, oliendo que uno de los enanos es bebedor, ves que, junto a su cuerpo, se ha caido una petaca que, al abrirla, huele a rayos, pero parece alcohol, así que rocias la herida con el liquido, lo que saca otro MMmmmmm!!! del inconsciente Baigron, y acabas vendandolo con otro trozo de tela mas o menos limpio que encuentras.

Tras eso, parece que el draconiano respira de manera mas estable y profunda, pero no sabes si despertará o no: crees que necesita curacion magica, o algun emplasto, ungüento o pocion. Necesitas que recupere el sentido, si no, tendrias que cargar con el, como el cargó contigo, y debe pesar una barbaridad!!!

Jurando que si es necesario quitara los empastes de las muelas de los enanos, por si esconden algo, con tal de no llevar al draconiano a cuestas, Desdemona ordena sus conocimientos sobre como "explorar" perfectamente a un reo, y se pone manos a la obra con los dos enanos muertos...

... En menos de 10 minutos, ha hecho un par de montones, con las cosas que guardaban ambos enanos. A simple vista, al menos una redoma de vidrio rojo que lleva cada uno, y que tienen un liquido de olor dulzon y color lechoso, pudieran tratarse de pociones. Ademas, hay unas hojas, dobladas sobre sí mismas, que tienen en su centro un mejunje pastoso que huele a rayos: - Quizá valiesen para curar tambien..., pensaba la Tiefling, mientras podia ver que, al menos de momento, Baigron parecia mantenerse estable, aunque era un poco dificil valorarlo, debido a su raza reptiloide...

Bien , examino todo lo que había conseguido, dejando para más tarde las armas, aunque daría buena cuenta de ellas luego. Cogió las hojas de parra que olían a rayos y ni corta, ni perezosa, lo aplico a la herida del reptil -Si no te curas.. sera solo culpa tuya.. por torpe y por tener una fisionomía rara- le decía mientras le untaba aquella pasta asquerosa -si esta pasta no te sirve, hay dos pociones, pero mejor que despiertes, ya que no se nada de lo que te estoy poniendo por lo que ahora mismo eres un conejillo de indias- siguió en su tarea de untar aquella pasta.

Aguantando a duras penas la sensación de náuseas, tras aplicar la pasta, ves como en el curso de segundos, empieza a burbujear, y al punto, un brillo blanco empieza a surgir de la pasta, que durante unos segundos, crece de intensidad, lo que te obliga a taparte los ojos, durante meses (o son años??) acostumbrados a la oscuridad del mundo subterráneo.

Un momento después, la luz se apaga de un vez, y cuando miras, la herida del draconiano se ha cerrado, dejando una cicatriz, y este empieza a removerse, recordando la conciencia...

Baigron va recuperando la conciencia, poco a poco, como despertando de un pesado sueño. Una punzada en el costado le recuerda, de un plumazo, la pelea, con el enano abalanzándose sobre él, para caer, seguidamente, consumiendose en el fuego clerical. Con cierta reticencia, coge una bocanada de aire poderosa, esperando un dolor en la zona... pero nada ocurre. Con sorpresa, puede ver como una cicatriz ocupa el lugar de la herida mortal que le inflingio el enano. Muestras de haber tratado la herida, también se le hacen visibles al clérigo.

Al mirar a Desdemona, esta se ocupa recogiendo material requisado de los cadáveres enanos.

Un olor nauseabundo ocupa las fosas nasales del draconiano, haciéndole arrugar la nariz. Nada más perturba el silencio de la sala, en la que el agua sigue fluyendo de la pared oeste a la poza que ocupa gran parte de la caverna.

Un gruñido retumbante escapa de la boca de Baigron, cuando por fin es capaz de despertar de lo que estaba convencido iba a ser el sueño petreo, sin embargo estaba vivo y eso ya era un motivo de alegria, esos pequeños cabrones le habian dado mas guerra de la que se esperaba.

Gracias a los...., al infierno con todos, estaba vivo y con eso bastaba, dolia un infierno y eso era buena señal, eso es que aun estaba vivo, solo tenia que recuperar fuerzas, antaño hubiera rezado, ahora solo levanto una de sus garras, la poso sobre la herida y dejo que la energia curativa la cubriera.

Bendito alivio.

Desdemona llamo a la chica que rebuscaba entre los cadaveres de los enanos Gracias dijo el draconiano gracias de verdad...te debo la vida por lo que veo...

Mientras la magia obraba su magia, valga la redundancia, Baigron levanto el morro y comento en voz alta..

¿Que es ese olor nauseabundo?.

Dejo de examinar las cosas de los enanos un minuto y se volvió sonriendo, con esa sonrisa siniestra que daba mucho que pensar y nada bueno -Ya no me debes nada, yo te debía una y te la acabo de devolver, tu vida por la mía, estamos en..... paz- dijo recordando que antaño él le salvo a ella cuando salían de la infraoscuridad- -Ese olor... es lo que te ha curado, una pasta asquerosa que llevaban estos enanos- siguió examinando cada arma y se guardo los dos viales.

Tras dejar que la magia hiciera maravillas con su carne, Baigron rebusco con la mirada en busca de su espada, puede que los dioses le hubieran abandonado pero Fleshrend, siempre habia estado ahi para el y la espada era lo unico que le quedaba de su vida anterior.

Gracias de todos modos se encogio de hombros ante las palabras de la tiefling.

Vaya, quien lo iba a decir un gruñido a modo de risa escapo de la garganta de Baigron la medicina que me menos nos gusta, es la mas efectiva.
¿Algo interesante en los cuerpos de estos pequeños cabrones? dijo Baigron poniendose en pie, dando gracias a su naturaleza draconica por hacerlo robusto y resistente.

Asintió, le resultaba raro escuchar un agradecimiento de alguien, pero no le molesto. Sonrió, y se aparto un poco de su pequeño tesoro, las posesiones de los enanos, con las que había hecho un montoncito, para que el reptiliano lo viese.

Espada Corta untada en algo negro que evita el brillo, con funda negra, de cuero.

Daga, oculta en una funda de muñeca (muy bien oculta)

Hacha de mano, y otra Ballesta Ligera, con 12 virotes.
Cuchillo para despellejar.
Cuchillo Curvo de Manufactura Goblin.
2 Redomas de vidrio rojo, y contenido de olor dulzón y color lechoso.
1 Hoja tipo parra, dobladas sobre sí mismas, en cuyo centro hay un mejunje pastoso
Bolsa con 16 m.acr., 15 m.pl y 12 m.cr.
Bolsa con 18 m.acr., 10 m.pl y 6 m.cr.
Bolsita con 20 m.pt (platino)

Bolsita de terciopelo negro, en cuyo interior hay algo parecido a un ojo de humanoide, seco (también bien oculto)

-Yo me quedare con los dos viales, ya que tu tienes magia para curarte, lo demás.... podemos repartirlo o hacer un fondo común porque todo este dinero nos vendrá bien si queremos sobrevivir ahí fuera-

Con un gruñido y con el penetrante olor del unguento en las fosas nasales, Baigron se levanto del suelo, el combate con los jodidos enanos le habia costado mas de lo que pensaba y la verdad es que el ya se temia que iba a dormir el sueño petreo pero Desdemona le habia salvado la vida, gracias a los...mierda, viejos habitos mueren dificil.

Rascandose uno de los espolones en el lateral de su craneo, Baigron solo observo el montoncito de riquezas que Desdemona habia encontrado.

Confio en ti dijo sencillamente el draconiano no tengo cabeza ni para los negocios, ni para las riquezas, para son solo baratijas y monedas, sirven para comerciar, nada mas...
Y por cierto, mi magia curativa siempre estara disponible para ti, es lo menos que puedo hacer tras que me salvaras la vida.

Decidió coger la espada corta, la daga y los virotes de la ballesta -¿necesitas algún arma?- lo había visto usar magia, así que no sabia si querría algún arma, luego cogió el dinero, él mismo la había nombrado administradora -¿estas mejor? deberíamos salir ya de aquí... seguirán viniendo a buscarnos y no quiero volvérmelas a ver con más caza recompensas- lo miro

El hacha tendra que valer por ahora gruño Baigron probando el peso y el equilibrio del arma, no era su arma pero tendria que valer, estar desarmado era sinonimo de morir en la infraoscuridad.

Si, gracias, esa cosa apestosa hace maravillas medio rio Baigron aunque parecia mas un gruñido que una risa adelante pues, salgamos de este maldito lugar.

Recogiendo el campamento, y ocultando tanto los cadaveres de los enanos, como los restos del fuego de campamento lo mejor que podeis, volveis a poneros en marcha. Las herida de Baigron, antes de abandonar la caverna de la poza, ha sanado del todo, entre su propia magia, y la que ejerce la apestosa pasta que le aplicó Desdemona.

Con cuidado, y con las armas preparadas, pues no os fiais de las sombras que os acompañan tuneles arriba, hacia la superficie, ahora que sabeis que alguien os busca, vais dandoos cuenta de que, cada vez, la oscuridad lo es menos, lo cual es sintoma inequívoco de que os acercais a la superficie. No os cuesta demasiado cazar un gordo roedor de cola corta, que os sirve de cena la primera noche tras el ataque. El dia siguiente, las alimañas os esquivan, y solo podeis comer unos frutos carnosos de color blanco, y algun tuberculo dulzon que encontrais en una especie de gruta vivero que encontrais. Alarmados, esperais que alguien aparezca, pero un escrutinio mas tranquilo os permite daros cuenta de que debe hacer mucho tiempo que nadie lo cuida, pues hay bastante maleza en forma de liquenes creciendo donde no deben. Tras un grupo de piedras, veis un esqueleto de un humano bajito vestido con jirones de una tunica totalmente descolorida, junto a la que descansa una flecha corta, de madera oscura, y punta oxidada, y sin apenas penacho. Diriais que fue la que acabo con su vida.Un poco mas allá, cerca del final del tunel, cuatro monticulos señalan el lugar donde deben descansar otras tantas figuras.

Salvo un viejo azadon que hay tirado de cualquier manera a un lado de las tumbas, poco mas de utilidad hay en la caverna.

Lo que sí os llama la atencion, es que, estando callados, se puede escuchar algo que hace mucho tiempo que no escuchais: el sonido del viento. La salida de los tuneles no debe estar muy lejos.

El hacha de su cintura era una de las pocas cosas que traian sosiego a Baigron conforme el y Desdemona se movian por la Infraoscuridad, hasta el momento, todo era el presagio de una nueva amenaza, de un nuevo acechador en los tuneles de la oscuridad.

La infraoscuridad no era un lugar para los debiles de corazon, nunca lo habia sido, solo traia dolor y muerte a sus habitantes, encerrados con la progenie de la reina oscura, la araña que todo lo corrompia pero que aun era fiel a sus hijos, fiel a sus devotos...al contrario que El Unico.

Baigron sacudio la cabeza y observo la zona a la que habian llegado, era algo extraño, raro, todos estos lugares le eran desconocidos, extraños para el, acostumbrado a la oscuridad y a los tuneles...

Levantando la cabeza y oliendo el aire..Baigron noto como los espolones de su cabeza se erizaban por la sorpresa..

Desdemona,¿ es eso?...¿aire fresco?, ¿aire libre?

Era una superviviente, sabía más o menos que podían comer y que no, cuando no estaba segura ni si quiera lo olía, sabia que la infraoscuridad era bastante peligrosa y traicionera incluso para una tiefling. Por lo menos casi todo había transcurrido sin más incidentes, varios cadáveres sin nada interesante y parecía que murieron hace bastante, por lo que no tenia porque haber amenaza cercana.

Sonrió a Baigron cerrando los ojos y notando en aire en su rostro -Estamos muy cerca de la salida... ¿estas listo para adentrarte en un mundo del que no sabes nada más que lo que te he contado? no tiene nada que ver con este que dejamos atrás- ladeo la cabeza

Estais acabando de comer esos tuberculos dulces con los que os teneis que contentar hoy, apoyados en las rocas que separan los tumulos de la zona de viveros, con un ligero cosquilleo en la nuca: Estais a punto de conseguirlo!!

En efecto, la Teifling ha disfrutado del viento de la superficie mas recientemente que el Draconiano, y no hay duda, ese es el sonido del aire metiendose por las grietas de la roca. Hasta el aire se respira ya distinto, desde aquí!!

Cada uno rumia sus aspiraciones, una vez salgais a la superficie, aunque, ni siquiera Desdemona está segura de lo que se van a encontrar!! Pues, segun sus informaciones, el mundo de Krynn cambiaba demasiado rápido, y la ultima infomacion que manejaba hablaba de guerras extendiendose por toda su superficie, con unos Enormes Dragones repartiendose los territorios como pedazos de un pastel.

Desdemona se agacha a coger el pellejo de agua para darle un trago cuando, de repente, algo llama la atención a un lado del grupo de piedras donde descansais, es como un brillo por el rabillo del ojo. Cuando gira la cabeza, algo se dispara en sus interior, algo que la activa al instante:

Unas cuencas huecas, en las que brilla un chispa amoratada de luz mortecina, la miran con ojos inexpresivos desde el esqueleto que yacia tumbado de cualquier manera, que ahora está levantado!!! De las tumbas, un poco mas allá, aparecen brazos con trozos de carne putrefacta, y garras, rasgando la arena. Cuatro muertos se levantan de sus tumbas!!!

Hurgando con su lengua draconiana dentro de su boca, en busca de un trozo que tuberculo que se le habia quedado entre los colmillos, Baigron gruño con humor ante el comentario de Desdemona, estaba tan ansioso como ella de salir de la prision de roca en la que llevaban viviendo tanto tiempo.

Ah, Desdemona, yo ya vivi en la superficie hace ya mucho tiempo y...¡por las tetas de takhisis! exclamo Baigron llevando la mano al filo de Fleshrend cuando vio como un esqueleto se movia, sus instintos estaban embotados si habia perdido que esa cosa tan torpe escapara de sus sentidos.

Se puso en guardia -A no no no, esta ha sido tu tumba y yo no pienso compartirla contigo, no vas a impedirme salir de aquí- y apunto con su ballesta, quizás la magia de Baigron hiciese más contra él, si podía distraerlo mientras este hacia su magia...