Partida Rol por web

No-muertos, odio a los jodidos no-muertos gruño Baigron que apreto el mango de Fleshrend por desgracia, la obra de arte de la guerra era bastante inutil contra la amenaza de los muertos, tendria que buscarse una buena maza o un martillo para esas ocasiones en las que los no-muertos se le echan a uno encima pero para el resto...

Baigron busco en su interior, puede que esa zorra del Unico le hubiera dejado tirado pero aun habia poder en el, una fuerza que los dioses le concedieron y que ahora podia comandar de nuevo..
Con un gruñido y extendiendo la garra libre contra los no-muertos, Baigron dejo que el poder fluyera, con suerte abrumaria a los no-muertos antes de que estos tuvieran ocasion de actuar.

Se nota que tanto Desdemona como Baigron son personajes de accion, pues pese a no haber escuchado como el Esqueleto se levantaba de su eterno descanso, enseguida se ponen en marcha.

Desdemona agarra su ballesta ligera, y en un unico movimiento, carga un virote, apunta, y dispara al esqueleto, que con un chirriar de pies sobre la roca y arena de la gruta, empezaba a moverse hacia ellos, con las afilladas garras de hueso ansiosas de desgarrar carne de criatura viva. El virote de la Tiefling se cuela por entre las costillas, del esqueleto, llevandose con él parte de la tela echada a perder hace ya largo tiempo, pero aparentemente sin causar daño alguno. El esqueleto abre la boca, en un mudo grito, pues ningun sonido puede salir de su boca, aunque hace que se erice el vello de la piel de igual forma.

Por su parte, Baigron agarra el Medallon de la Fe de El Unico que, misteriosamente, despues de un año sin funcionar, vuelve a hacerlo de nuevo, aunque el fornido Draconiano Baaz no sabe si es que El Unico ha vuelto a otorgarle sus favores, u otra Deidad lo ha hecho, ya que él no se debe a una Deidad en particular, si no a un modo de vida, de Gloria y Guerra. Con la confianza de que, sea quien sea, los Dioses vuelven a estar de su parte, entona los salmos que sabe que son como agua bendita para los no muertos, y con voz profunda, los entona:

* Crakûrt Orsthäk Drkônteh!! *, continua, mientras el esqueleto, que estaba a punto de abalanzarse sobre él, por ser el primero que tenia cerca, pone ambos brazos delante de su cara, perpetuando el mudo grito, y empieza a alejarse en direccion Este, hacia la pequeña grieta en la roca por la que habeis ascendido hasta la gruta del vivero, dispuesto a meterse por el hueco, repelido por el halo divino que emana del Baaz.

Un ruido tras las rocas, os hace girar la cabeza para ver que las 4 figuras que estaban rasgando la tierra para salir de sus tumbas tienen ya medio cuerpo fuera. La visión es, cuanto menos, impactante, con unos bulbosos y amarillos globos oculares, sin pupila, y una carne blanquecina, plagada de gusanos:

En el momento en que, entre graznidos, grunidos y castañeteos de dientes, son conscientes del canto del Clerigo, todos dan un grito que hiela la sangre: Yiiieeeeeeeeeeeeekkkkkkkkkkkkkkk!!!!!!!!!!, y empiezan a enterrarse de nuevo, creeis que de puro terror.

El cantico del Clerigo acaba, mientras Desdemona echa mano a otro de sus virotes, aunque, al menos de momento, parece que el problema está controlado...

Aun con la ballesta cargado y en la mano miro a Baigron -Opto por salir de aquí a la de ya, lo dudo, pero quizás fuera no nos sigan por eso de la luz y tal ¿que dices?- iba a disparar, pero no sabia a quien ni a que, al esqueleto que estaba por esconderse.

El poder aun estaba en el, eso era de agradecer, eso significaba que aun no estaba todo perdido, que aun podia recuperar su honor y su dignidad tras los horrores de la oscuridad...
Aunque tambien sea dicho, se sintio tremendamente decepcionado con el escaso resultado de su poder, los no-muertos huian de el y lo harian durante medio minuto mas o menos, hasta que su aura disminuyera y estos volvieran a recuperar el valor.
Odio huir gruño Baigron pero tienes toda la razon, nos superan en numero y no estamos preparados para ellos, vamonos de aqui ahora que tenemos un hueco en sus defensas.

El esqueleto continua su carrera hacia la grieta de la pared este, huyendo de la luz que ha emanado del medallon de la fe de Baigron, protegiendose los ojos con las manos descarnadas hasta llegar a daros la espalda, momento en que Desdemona acaba de cargar su ballesta, y con un certero disparo, ensarta al muerto viviente por detras, aunque este no hace ningun ademan de que le haya dañado en lo mas minimo: Quizá el Draconiano tiene razón, y mis flechas son inutiles contra el hueso limpio..., piensa la Tiefling con fastidio.

Los gemidos y gritos de los zombies que pugnaban por salir de su eterno descanso, se amortiguan cuando estos entierran de nuevo sus cabezas entre la arena removida, huyendo tambien del Santo Poder del clerigo.

Baigron, aprovechando el hueco que ha dejado el esqueleto, corre hacia el tunel por el que, estais seguros debe encontrarse la salida a la ansiada superficie. Desdemona, aunque se retrasa un instante, enfila tras él, entrando ambos en un tunel irregular que, con una ligera inclinacion hacia arriba, invita a pensar que pronto se libraran de esas criaturas de la Oscuridad. Una vez habeis avanzado unos 50 metros, llegais a un pequeño colector al que llega un pequeño riachuelo, que discurre hacia uno de los cuatro tuneles que salen de él, que baja en una amplia pendiente, hacia la Oscuridad. Los otros tres tuneles no os dan pistas de hacia donde teneis que dirigiros...

Hace tiempo que dejasteis de oir cualquier rastro de los muertos vivientes que dejasteis atrás, así que, cuando recuperando el aliento, se oye un rascar en las rocas que se amontonan a contra la pared norte de la sala del colector, no os cuesta escucharlo. Al dirigir hacia allá la mirada, veis que pequeñas rocas empiezan a rodar hacia el suelo, del monton: Varias manos descarnadas, o con restos de carne putrefacta, empiezan a retirarlas, para salir de sus lugares de descanso!! Parece ser que los muertos de estas cavernas, no descansan demasiado!!!

¡¿Pero que?!...mascullo Baigron en un sonido que era un cruce entre un siseo y un gruñido, casi parecia que se habia atragantado con su propia lengua draconica, estas jodidas cuevas estaban infestadas hasta los topes con no-muertos, maldita sea, ahora que estaba tan cerca de la tan ansiada libertad...

¡Desdemona, hay que salir de aqui!, son demasiados, en mi debilitado estado, mi poder divino no bastara para mantenerlos a raya trono Baigron empezando a correr hacia la libertad.

Miro como de todos lados volvían a salir esas criaturas -Estupendo, es el mejor momento para que nos visiten- escucho a Baigron -tienes toooda la razón, salgamos de aquí, espero que puedas correr- y dicho esto echo a correr.      

Con celeridad, como buenos supervivientes, esquivais la zona de rocas, entre las que van apareciendo manos y cabezas que gimen, y castañetean los dientes, avidos de sangre caliente!!! Baigron parece que lo tiene claro, y no sabe si es porque una corriente de aire le ha dado contra las escamas de la cara, o simplemente por intuicion, pero enfila por el tunel del lado noreste, seguido de cerca por Desdemona que, sin el tiempo necesario para decidir, no lo ve claro. Escuchais el raspar de los pies que se arrastran por el suelo, tras de vosotros, aunque, al menos de momento, sois capaces de mantenerlos en distancia... siempre y cuando no os toque retroceder!!

El entramado de tuneles continua, y llegais a una zona en la que tras entrar por una grieta dais a un pasillo ancho, del que salen otros tres... Y ahí empiezan las dudas!! Ninguno sois capaces de decidir una via clara, así que, siguiendo un palpito, seguís la que sigue mas o menos en linea recta desde donde veniais.

Los no muertos os siguen, pero vuestro fino oido os dice que no os han recortado, y al principio, no teneis que apenas frenar, pero tras un par de minutos, el tunel por el que vais acaba en un recodo: lo ha debido hundir un desprendimiento!!! A la carrera, volveis sobre vuestros pasos, con el corazon en un puño, pues teneis que acercaros a vuestros perseguidores. Ahora lo teneis claro: Deberiamos haber cogido el tunel descendente del que colgaba una especie de enredaderas!!, gruñe Baigron empuñando a Fleshrend. Cuando girais en el tunel, veis que, del pasillo del fondo asoma la cabeza descarnada un esqueleto y detras de él, otro y 3 zombies!! El enemigo está a la misma distancia de la bocacalle que vosotros!!!

No podían seguir corriendo, por ahí no podían pasar -No se como funciona tu magia, pero quizás ¿podrían hacerlos huir nuevamente?- miro a Baigron y aún así preparo su espada corta, sabía que los virotes no eran una opción valida.

¡Odio huir! resoplo Baigron de nuevo por sus ollares, viendo la horda de cosas que se les venia encima, desde luego estas cuevas eran un dolor de cabeza y por todos los malditos dioses que no iba a morir aqui.

Depender del poder divino parece la unica solucion asintio Baigron pero no puedo canalizar eternamente el poder divino, asi que lo usare solo en caso de emergencia, ahora mismo, lo mejor es correr como alma que lleva el diablo..

Baigron es el primero de los dos en reaccionar, y con un exabrupto, dirige la huida de ambos hacia la grieta que, esperan, les saque de esta pesadilla, antes de que los ávidos no muertos se les echen encima. Pero uno de los esqueletos, que lleva una cota de mallas completamente herrumbrosa y porta una cimitarra en un poco mejor estado, se adelanta, llegando antes a la zona, y cuando ambos se disponen a saltar hacia la grieta en la pared, lanza su espadazo contra el Draconiano. Este intenta interponer a Fleshrend mientras va a la carrera, pero mide mal, y la oxidada cimitarra le hace un feo corte en un costado, a lo que el esqueleto responde con un castañeteo de dientes, ante la imposibilidad de gritar.

El resto de muertos vivientes se acerca peligrosamente!!

Baigron no sentia miedo, Fleshrend estaba en su mano y el enemigo enfrente, solo odia que estas cosas no-muertas era uno de los peores enemigos a los que uno se podia enfrentar cuando estaba en el campo de batalla, como bien pudo comprobar cuando fallo y el bloqueo de su arma fue demasiado alto y la cimitarra consiguio penetrar las escamas de su costado.

El puñetazo de respuesta solo le giro la cabeza al maldito esqueleto, que sin inmutarse lo mas minimo siguio dispuestos a cortarlos en pedazos..

Ira, rabia, poder...los ojos de Baigron brillaron de nuevo y empuñando a Fleshrend con mas fuerza, volvio a irradiar la fuerza divina que tanto ansiaba volver a poseer, la traicion era algo que aun pesaba en el alma de Baigron.

Yo os maldigo abominaciones! trono Baigron con el poder surgiendo de el, de nuevo, si tan solo algun dios fuera digno de atender a su llamada...

Con la Espada en una mano, el Baaz agarra el Simbolo Sagrado, y con voz estentorea, intenta que la ira divina caiga sobre los no muertos, que ya se están acercando a su compañero Esqueleto adelantado..., pero esta vez, quizá como remedo de broma pesada por parte de los intermitentes Dioses, nada ocurre, mientras el brillo morado sale de distintas partes de los cuerpos de los zombies y esqueletos.

Un zombie, probablemente una mujer, a juzgar por los jirones de ropa podrida que cuelgan de su putrefacto cuerpo llega, cargando con movimientos espasmodicos, y lanza sus manos descarnadas contra Desdemona, que está intentando ganar la grieta, buscando degarrar su carne, mientras un grito aleatorio sale de su boza, quizá anticipando el festin: - Krieeeeeeeekkkkkkkk!!!!!!!!, pero ésta, con un movimiento lateral, y sin apenas esfuerzo, esquiva la acometida, teniendo que aguantar la respiracion por el hedor que desprende la mujer...

Viendo el inútil gesto de su compañero, tira de él hacia la grieta, debían aprovechar ahora que aun  podían evitar los ataques -¡¡Vamos, puede que no nos sigan!! o por lo menos para los zombies sera más difícil- esquivo a la zombie y justo cuando sus ojos se iban a encender de rojo, se calmo y la razón llego -¡¡vamonos!!-

Pese que la ira pugna por tomar el control, la supervivencia consigue hacerse valer, y los ojos de la Tiefling, que estaban a punto de volverse de un rojo brillante que auguraba visceras de zombie por el suelo de la cueva, vuelven a su ser, y Desdemona, con un agil salto, esquiva un nuevo y previsible ataque de la zombie, y se cuela por la grieta.

El esqueleto sigue atosigando a Baigron, que parece haber quedado un poco anonadado con la falta de poder de su expulsión, y apenas da un paso hacia la grieta antes de que se le echen encima los otros tres muertos vivientes: otro zombie, con la cabeza aplastada, sin apenas gestos reconocibles, uno con largos cabellos, que se han caido en muchos sitios, dejando ver un craneo abierto por un certero hachazo, y un esqueleto recio, de casi 6' de alto, con unos dedos finos, pero con uñas afiladas, que ataca sin piedad al Draconiano, que apenas puede mantenerlos a raya, pero, entre sus poderosas escamas, y su armadura, consigue zafarse, mientras se coloca en el umbral de la grieta.

Pensando aun si intentar de nuevo expulsar a aquellos horribles engendros de Chemosh, o salir corriendo tras Desdemona, que le llama desde unos pies mas adelante, en el tunel, Baigron lucha como solo los valientes saben hacerlo. Ahora sabe que, en la posicion en la que está, los Muertos Vivientes se molestaran, si quieren luchar todos a la vez, pero el Esqueleto con el que empezó la lucha, con la espada herrumbrosa, lanza otro golpe bajo, quiza buscando el costado herido del Draconiano, hundiendo de nuevo el filo en el Baaz, que reprime un gruñido, mientras los esqueletos castañetean los dientes, y los zombies ululan con ese canto de ultratumba:

- Kkkrriiiiiiiiieeeeeeeeeeeeekkkkkkkkkkkkkkkkkkkk!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!