Partida Rol por web

Dragonlance - Reconquistando Silvanesti

Capítulo II

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21/10/2019, 17:05
Lareth Thlörendil

El comandante se pinza el puente de la nariz con dos dedos en una señal evidente de que la comparecencia le está levantando un insoportable dolor de cabeza.

—¿Piensas seguir así mucho tiempo? Dioses, si está ya todo escrito en tu informe, ¿para qué demonios íbamos a querer escucharte, mestiza?

Pasa las hojas de manera apresurada, leyendo en diagonal mientras va mascullando más para sí que para los demás.

—Keradriel, muerto. Una docena de supervivientes de Sithelnost, asesinados durante la fuga de la ciudad... —alza la vista de los papeles un instante para mirar a Gwyn con sarcasmo—. ¿La responsabilidad de haber dejado morir a todos estos inocentes también la asumes tú, bola de sebo, o las culpas prefieres que se las echemos a otros?

Sin esperar respuesta, sigue leyendo.

—Patrulla de Ecthelion capturada o asesinada... Ah, ya veo, seguisteis al tarado de Caladrun... Morralla... Más morralla... ¿Y esto de los no-muertos qué mierdas es? Necesitamos tiempo para leer todo esto antes de llegar a un veredicto.

»Tú, el mudo, ¿algo que declarar? No te habíamos convocado para comparecer ante nosotros, pero ya que te has tomado la molestia de venir a vernos...

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22/10/2019, 00:29
Zeverúth

Había permanecido en silencio mientras escuchaba con atención el argumento de sus compañeros, desde Lithiniel hasta Ashe, pasando por el mediocre y repulsivo Gwyndaewar, por lo que al ser requerido por el consejo, se adelantó solemnemente y después de saludar debidamente a sus superiores, expuso su argumento.

Con su permiso, se presenta Zeverúth del campamento E'li. - se irguió completamente, relajando su postura al poco tiempo, su voz era tranquila y relajada, tal vez demasiado para un Consejo militar como el que estaba - no he sido requerido para este consejo, pero en todo lo que han narrado mis compañeros me he visto envuelto directa o indirectamente, por lo que pido que escuchen mi testimonio para juzgar debidamente a estos kirath. - tomó aire, ya que la historia era larga, y se dispuso a hablar - Mi patrulla se encontraba directamente bajos las órdenes del sargento Ecthelion, y los motivos por los que nos encontrábamos allí ya los ha explicado mi compañera, por lo que no les aburriré de nuevo con esa historia. La misión era muy peligrosa, pero teníamos la tranquilidad de que una patrulla de novatos del campamento Fénix Azul estaba vigilando, y que a la menor señal de alarma nos avisarían, pero nunca nos avisaron, y todo aquel horror cayó sobre nosotros - bajó la mirada fuertemente impresionado - había sangre por todas partes, nos masacraron de la peor forma posible, esos monstruos son muy muy crueles - tosió levemente para recomponerse - nos rodearon y nos apresaron mientras nos enseñaban como dos de nuestros miembros habían sido cruelmente asesinados. Aquellos seres nos ataron y nos obligaron a caminar, y tuvimos que obedecer sin saber cual seria nuestro destino ni sus intenciones. - aunque a lo largo de su relato mantiene un único tono, enfatiza algunas partes para darles más prioridad a oídos de los jueces - yo iba caminando sin esperanza , hasta que vi de repente que el sargento Thorian corría porque había logrado desatarse, y rápidamente los demás intentamos montar una distracción dentro de nuestras posibilidades para darle tiempo y que pudiera regresar a buscarnos, como desde luego hizo. - afirmaba con la cabeza, dándole mucho valor al gesto del sargento - pero nosotros tuvimos que seguir andando, y anduvimos hasta un lugar donde nunca había estado y no quiero volver. El murmullo de que Thorian estaba escondido y deseando abalanzarse contra los goblins y matarlos a todos corría entre sus filas, por lo que se volvieron muy cautelosos, y siempre nos llevaban a dos o tres de nosotros para examinar cualquier zona por si estaba el sargento ahí oculto, para poder amenazar con degollarnos y que así se estuviese quieto si los sorprendía, por lo que cuando llegamos a aquellas ruinas nos llevaron al sargento Ecthelion y a mí con ellos, y no sé como ni por qué, acabamos en un lugar completamente distinto en un abrir y cerrar de ojos. - volvió a suspirar - les ahorraré las torturas a las que me sometieron, y como el sargento Ecthelion acabó en un caldero, pero finalmente, cuando pensaba que mi vida acabaría allí, estos kirath me encontraron y me salvaron la vida. - intentó ser lo más solemne que pudo en esa última frase. - sé que mi miserable vida no compensa todas las perdidas, pero finalmente pudimos salir de allí, que sin la intervención de este grupo jamás hubiera sido posible para mí. Igualmente quisiera alegar que el recluta Gwyndaewar fue hechizado durante la misión, y como pueden ver, aún le duran los efectos, que a mis ojos son irreparables e incompatibles con el ejercicio de nuestra profesión, por lo que pido que al juzgarle consideren esa información también. Con esto termina mi alegato, les agradezco haberme escuchado.

Y dicho esto, volvió a su sitio y al silencio.

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22/10/2019, 13:35
Gwyndrahir

Gwyn miró en silencio al Comandante cuando lo responsabilizó acerca de las víctimas de Sihelnost, ellos iban a morir de todos modos y él no podía hacer nada para cambiarlo, sin embargo cuando lo trató de bola de sebo las cejas del rechoncho elfo se levantaron al instante. No era el peor insulto que le habían dicho, el problema es que lo decía delante de la hermosa elfa que tenía delante y eso no le gustaba para nada - Yo no se quién elabora esos informes que usted tiene Comandante, pero fuimos nosotros quienes estuvimos allí. Si otro lo presenció y no se unió a nosotros, fue un cobarde que en lugar de pelear por nuestra nación decidió esconderse para salvar su pellejo e mentir luego acerca de lo que sucedió. Y si no estuvo presente, entonces nuestro testimonio vale más que lo que haya oído de rumores de otros - dijo desestimando los informes que los inculpaban, una cosa era que Gwyn hiciese falsas acusaciones y otra que se dejase acusar por informes inventados, menos delante de la princesa - Somos elfos, no dioses, no nos es dado saber cómo afectan nuestras decisiones lo que ocurrirá luego de que actuamos, sólo podemos elegir lo que consideramos que es correcto. Para nosotros lo correcto fue salvar esas vidas inocentes, y sí, soy responsable de que aún respiren algunos de sus habitantes, y también de no haber podido salvar a todos, lamento si mis habilidades alcanzan para salvar apenas una veintena en lugar de dos. Pero lo que dice acerca de que guiamos a los draconianos son suposiciones infundadas, nadie puede saber eso con certeza, tal vez hubiesen llegado allí de todos modos y hoy ninguno hubiese sobrevivido, así que acúseme de no acatar una orden como un esclavo que ni piensa por sí mismo ni siente y haber decidido salvar a un pueblo, de eso soy responsable, pero no de llevar al enemigo a nuestra tierra, porque eso es falso y todos nosotros, incluso estos dos, nos jugamos la vida docenas de veces para bien de Silvanesti - eso era tal vez lo único que le reconocía a los traidores que lo acompañaban.

Ashe estaba notoriamente enfurecida, Gwyn disfrutó de cada instante en el que habló y más aún cuando el Comandante la puso en su sitio. El monje, en cambio, hablaba con tranquilidad y elocuencia, como si nada hubiese pasado. El pequeño kirath no comprendía de dónde sacaban esos modales sus compañeros, a Zeveruth nunca lo había escuchado decir más de dos oraciones seguidas, seguro que a él también le gusta la princesa, dedujo. Pero luego Gwyn escuchó música angelical para sus oídos, el monje asesino había levantado falso testimonio contra él y ahora podía lograr incluso que lo encarcelaran - Estoy a su entera disposición para que vuestros magos me revisen, pero no encontrarán nada. No estoy hechizado en lo más mínimo - dijo con tranquilidad - Cuando lo hagan sabrán que yo no miento, y les pido que tengan eso en cuenta a la hora de juzgarme. Y también sabrán que este elfo sí lo hace, se burla de ustedes como lo hizo de sus otros superiores - desvió apenas la mirada hacia quién le había robado un hermoso futuro feliz y usó su arma más eficaz, su ponzoñosa lengua - El único testigo de sus dichos es él, pero como verán su palabra no es confiable. Cómo es que todos sus compañeros murieron e incluso su superior, el Sargento Echtelion, y él no? Cuando lo encontramos no estaba siendo torturado ni estaba encadenado, sino que estaba libre en los baños del líder hobgoblin, y no puedo decir frente a una dama la clase de servicios que le habrá brindado en privado a esa bestia perversa y libidinosa a cambio de permanecer con vida - dijo poniendo cara de asco - Y no les parece extraño que no haya impedido la muerte del Sargento Thorian? No era acaso su superior y compañero? Pero en lugar de eso tomó de su cuerpo aún caliente su Soris y lo porta como si fuese suyo, ni siquiera tuvo la delicadeza de entregarlo a los líderes del campamento E'li o a ustedes.- Zeveruth había omitido ese detalle, y un soris era un símbolo más que un arma y le pertenecía a un kirath, no era algo que se juntase del piso y se guardase como propio, ni siquiera él se había atrevido a hacer algo así, y el monje lo había ocultado en su informe, cosa que Gwyn iba a exprimir al máximo - Creame que la muerte de Thorian era totalmente evitable, él se quitó la vida pero no lo hubiese hecho si la palabra de un amigo lo hubiese consolado, pero el único miembro de su grupo que había sobrevivido, su único compañero, en lugar de contenerlo esperó a que muriese para quedarse con lo suyo. Lo que digo sí pueden verificarlo y sabrán que no miento - dijo acusando al monje. No me diste mi parte, ahora perderás tu querido soris, y tendrás que pelear con esa mano tan larga que tienes, pensó, satisfecho de contribuir a que se hiciese justicia.

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22/10/2019, 14:48
Tareth el Tuerto

Habían dejado asistir a Tareth al juicio. No es que le interesara demasiado la suerte de los cuatro elfos con los que había compartido aquellos últimos días, su misión ya había concluido y lo que sucediera con ellos a partir de ese momento, no era de su incumbencia. Si salían absueltos bien y si eran condenados, también. Al fin y al cabo, muchos de ellos habían demostrado bastante mala intención para con el resto.

De todos, quien le daría más pena de ser condenada, era Lithiniel. Ella se había portado bien con Tareth todo el tiempo. Había sido amable y había compartido con él sus incomestibles bayas. Aunque que a él no le gustase su sabor, no quería decir que no agradeciera su ofrecimiento. Al fin y al cabo eran muy nutritivas y saciaban el hambre. 

En cuanto al resto... llevaban discutiendo, echándose cosas en cara y de mala baba todo el trayecto. Le habían puesto en dificultades en más de una ocasión y en definitiva, habían demostrado ser uno completos desechos sociales. Lo mismo que el propio Tareth, aunque a diferencia de ellos, el Tuerto sabía que difícilmente encajaría en algún grupo. Lo aceptaba y por eso viajaba siempre en solitario, o casi siempre.

Muy feo, si...Dijo entonces el kiriath en un susurro. - ...feo, muy feo...

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22/10/2019, 21:37
Aleaha Takmarin

La capitana del campamento E'li, que hasta el momento había permanecido en silencio escuchando las declaraciones de todos los presentes con manifiesta incomodidad, se puso en pie ante la grave acusación de Gwyn y se acercó al monje con los labios apretados y el gesto severo.

En silencio, examinó el arma de Zeverúth y declaró finalmente.

—No cabe duda de que este es un soris titulado. Uno magnífico, de hecho, de los más hermosos que he visto en mi dilatada carrera. Tiene grabados los nombres de los kirath que han muerto al servicio de su patria y eso es algo que sin duda habla elocuentemente de su portador y del respeto que siente por sus camaradas y por el cuerpo al que pertenece. Conocí bien al sargento Thorian Caladrun y reconocería su soris en cualquier parte. Quiero dejar constancia ante este tribunal que ese elfo miente —añade, señalando a Gwyndrahir— y que su testimonio fraudulento no debe ser tomado en la consideración, al menos en lo referente al robo y la profanación de cadáveres. Tal vez tampoco haya dicho verdad en ninguna de las otras cosas, pero eso es algo que este tribunal tendrá que determinar junto con el correspondiente castigo.

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22/10/2019, 22:12
Lithiniel

La druida reaccionó con rapidez en cuanto el comandante designó al mago como desertor, por lo que dijo enfadada por ello:

-¡Kento no es ningún desertor! si se vio obligado a dejarnos atrás ha debido ser porque lo obligaron o por alguna razón de fuerza mayor, ha tenido múltiples oportunidades de hacerlo en el pasado, en situaciones más favorables, y sin embargo siempre ha seguido con nosotros -aclaró esperando que ello limpiase el nombre de su compañero, pues no pensaba que lo tachasen de desertor.

Tras ello, tuvo que escuchar como Gwyn aprovechaba la oportunidad para seguir soltando pullas contra Ashe y Zeveruth, algo que no contribuía lo más mínimo a ayudar a su imagen como elfos de honor. No obstante sí que estuvo de acuerdo con sus últimas declaraciones, en cuanto a la culpabilidad de que los draconianos descubrieran a los refugiados por lo que dijo:

-Mi compañero lleva razón, dudo mucho de que la culpa de que los draconianos descubrieran a los refugiados fuese nuestra, tomamos las precauciones necesarias, no obstante, lo que sí puede ser confirmado es que ya estaban muriéndose de hambre, es más, creo que alguno ya falleció por ello, por lo que como entenderá, el tiempo sí que era un factor bastante importante- aclaró esperando que el tal Lareth no pudiera refutarlo.

Por último en cuanto al informe que solicitaba, Lithiniel decidió narrarlo lo más resumido posible, por lo que dijo:

-En cuanto a las lagunas que faltan, procederé a subsanarlas de inmediato, el sargento Caldrum, como hemos citado nos conminó a salvar a los prisioneros, partimos de inmediato y sin apenas descanso, hasta casi el desmayo; cuando llegamos al destino eliminamos a todos los goblins que allí quedaban, salvamos a una de los nuestros que puede confirmar dicha versión, pero nuestra sorpresa fue que el grueso de sus fuerzas habían desaparecido por un portal que llevaban a una antigua fortaleza de nigromantes elfos muy anteriores al cataclismo, nosotros eso lo desconocíamos en dicho momento, por lo que viendo que allí no podíamos hacer nada más, decidimos internarnos en dicho portal para salvar al resto de prisioneros que habían llevado con ellos, así pues nos internamos en Tirinatal, al llegar descubrimos que el portal en sentido contrario no parecía funcionar, por lo que tuvimos que recorrer todo el lugar, que se basaba en tres torres con varios niveles conectadas por puentes, alzadas todas ellas en islotes rocosos en medio de un enorme mar embravecido; allí los goblins nos dijeron que si no les ayudásemos a salir matarían a nuestros compañeros, por lo que no nos quedó más remedio que luchar contra los nigromantes que eran quienes los retenían, pues querían una gema que necesitaban para un ritual, y que había quedado en nuestro mundo y que los goblins llevaban; no obstante, un enviado de los goblin en nuestro grupo a modo de espía supongo, un hobgoblin de nombre Yavog demostró ser un problema en el grupo por sus desavenencias con el resto, por lo que lo redujimos y lo dejamos atrás atado; no obstante, tras retirarnos de un combate contra los nigromantes descubrimos que había huido, por lo que salimos corriendo para evitar que ajusticiasen a los cautivos, entramos abriéndonos paso base de cuerpos y sangre goblin, allí fue donde cayó Tërevan, pero matamos a su líder y salvamos a Zeveruth. Al ir a por el señor Ecthelion descubrimos que había estado muerto todo el tiempo, se lo habían comido hacía mucho y allí conservaban sus huesos, pero descubrirlos costó lo suyo, pues el draconiano que ha citado mi compañero, y que descubrimos que planeaba matar a los nigromantes, tras engañar a los goblins, y quedarse con aquel enorme palacio indetectable para establecerlo como base draconiana, algo que habría sido demasiado para nuestras fuerzas -se aventuró a decir a decir la alta elfa- pero por fortuna lo derrotamos, al igual a la chamana que tenían y que supusimos que fue la que cocinó al sargento, tras ser consciente de ello, el sargento Thorian decidió que era más de lo que podía soportar y se quitó la vida para consternación nuestra- dijo con cierto pesar, aunque más bien era por recordar lo mal que lo habían pasado- tras ello, y muy mermados en fuerzas intentamos pactar con los nigromantes para que nos permitieran salir con los muertos a cambio de la gema que buscaban, pero en el momento del intercambio nos traicionaron, es más, a mi me convirtieron en momia, pero cometieron el error de creer que cumpliría sus órdenes simplemente por ser una de ellos, pese a mi estado combatí junto a mis compañeros por erradicarlos, y así lo hicimos, con tal fortuna que encontramos una especie de rompecabezas mágico, basado en paneles que concedía o quitaba efectos mágicos, a mi me convirtió de nuevo en elfa, algo que agradecí y por ende pude continuar junto a mis compañeros sin sentirme tan... podrida -pudo decir aunque aquello se había puesto demasiado personal para su gusto- no obstante, conseguimos llegar a la zona de apertura del portal para poder regresar, allí conseguimos hacerlo funcionar, pero no del todo, por lo que quedó inestable y todo empezó a derrumbarse, por lo que sólo pudimos correr por nuestra vida y llegamos por los pelos a la salida; tras ello llegamos a nuestro mundo, y aunque salimos en sitios bastante alejados unos de otros, pero cercanos al portal, nos pudimos encontrar, a todos menos a Kento, cuyo paradero pude averiguar gracias a una investigación minuciosa del lugar, la cual ya he citado, y tras ello nos pusimos en marcha de nuevo hacia aquí, y con eso creo que concluye el informe -esperando que ahora sí el comandante estuviera satisfecho- en definitiva, y esperando que ayude en nuestro favor, derrotamos a todo el ejército goblin, aunque ya estaban mermados por los nigromantes, a estos junto con todas sus viles criaturas, a cada cual más poderosa que la anterior, y a un draconiano de alto rango, ah, bueno -dijo como si se olvidase de una minucia- y a un ogro que nos encontramos mientras fuimos a por el campamento goblin -dijo bastante satisfecha de haber sobrevivido a todo eso- sé que nos merecemos un castigo por incumplir nuestro deber, pero de no haber sido así, dudo mucho que el destino nos hubiese llevado a Tirinatal, y podéis tener por seguro que ahora mismo habría una base draconiana inalcanzable en el corazón de silvanesti, repleta de huevos de dragones enormes y dispuesta a hacer añicos cualquier sueño de recuperar nuestra tierra -se aventuró a decir esperando que es argumento de peso también se tuviera en cuenta a la hora de emitir un juicio contra ellos- si cree que miento en algo de esto, creo que hay medios mágicos que permitirán comprobar si miento, no tengo ningún problema en que así lo hagan, como si quieren interrogar a mi águila, estuvo presente casi todo el tiempo, menos cuando era una momia, y podrá validar todo esto, yo misma conozco los medios para hacerlo, por lo que no creo que os resulte difícil comprobarlo -dijo ahora sí, sin añadir nada más.

Notas de juego

Cuando lo encontramos no estaba siendo torturado ni estaba encadenado, sino que estaba libre en los baños del líder hobgoblin, 

Esto no fue así, estaba atado y creo que amordazado, recuerdo que tuvimos que liberarlo. De todas formas no voy a contradecir a Gwyn en público, pero en cuanto el susodicho lo haga como entenderás no puedo ponerme de parte de la mentira ^^.

Creo que este puede ser uno de los posts más largos que he escrito en lo que llevo de umbría XD. Por fortuna no lo he perdido jajaja.

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22/10/2019, 23:10
Director

Haciendo caso omiso de las acusaciones que Gwyn vierte sobre Zeverúth, refutadas por la capitana Takmarin, y del hecho de que vuestro comandante haya decidido poner punto y final al interrogatorio tras el agotador alegato de la semielfa, Lithiniel se arranca con un nuevo y sórdido monólogo de sus andanzas como si nada de lo que ocurriera a su alrededor fuera con ella.

La cara de desconcierto de Alhana, tratando de dar coherencia en su mente a todo lo que está escuchando, contrasta vivamente con los comentarios burlones de los dos oficiales de la Protectoría.

—Parece que no ha regresado ni uno cuerdo de Sithelnost —comenta uno de ellos—. La Pesadilla es capaz de hacer tales cosas incluso a los mejores elfos.

—No culpemos también de esto a la Pesadilla —interviene el segundo—. Estar mal de la cabeza parece ser un requisito imprescindible para poder alistarse en los kirath... Te compadecemos Thlörendil. Tratar con individuos así todos los días...

El comandante elfo fulmina a los dos jueces militares con la mirada. Parece como si fuera un gran felino a punto de saltar sobre sus presas y solo el hecho de tener a la reina Alhana sentada entre él y la pareja de oficiales parece disuadirle de adoptar medidas drásticas.

—¡Tuerto, sácame de aquí a esta panda de impresentables! —ordena, haciendo un ademán despectivo con la mano en vuestra dirección, sin miraros siquiera—. Llévatelos ahora mismo o no respondo de lo que les pase.

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23/10/2019, 00:47
Gwyndrahir

Gwyn no pudo salir de su asombro cuando la Capitana del campamento E'li defendió al traidor y descalificó su discurso. La druida entonces continuó con su explicación, impecable y detallada, aunque omitía los aspectos que Gwyn había puesto en relevancia. Todo lo que decía era cierto, y asintió a cada palabra - Así es, tal cual dice nuestra líder - dijo como si la palabra de la elfa fuese indiscutible incluso ante ese tribunal - Y también pueden saber si miento o no por medios mágicos, y entonces tendrá que retractarse Capitana - dijo a la mujer - Yo esperaba un juicio imparcial, y no que para proteger a uno de sus súbditos me acuse de mentiroso cuando no lo soy - dijo molesto, Gwyn empezaba a pensar que todos los de ese campamento estaban todos mal de la cabeza, y se empecinaban en dejarlo mal parado frente a la Princesa - Ese Soris es el del Sargento Thorian, que mis compañeros digan bajo juramento si miento en eso - desafió a la jueza cómplice del monje asesino - Lo que sucede es que la magia Irda de la Fortaleza de Tirintaal transformó ese arma en algo más poderoso. Bastará conque un experto lo analice para saber que el poder que reside en él está más allá de la magia de los elfos, el túnica blanca Kenthalas fue testigo de esto y puede explicarle todos los detalles -.

- Es notorio que sea imputado por los de mi propia sangre, con acusaciones injustas. Los kirath del Campamento Fenix Azul que estamos siendo juzgados, tanto yo como esta honorable druida defensora de nuestro bosque y el Túnica Blanca seguidor de E'li, hemos enfrentado a los enemigos de nuestra nación, los nigromantes Túnica Negra, los muertos vivientes, los draconianos, los ogros, los hobgobling y los gobling, y además hemos salvado la vida de civiles que estaban a punto de morir. No nos unimos a los Kirath para defender a nuestra raza y a nuestra tierra de sus enemigos? - hasta dónde Gwyn sabía eso hacían los kirath, y si no era así, entonces se había unido al bando equivocado - Se nos responsabiliza de la muerte de los kirath del Campamento E'li, pero no le hicimos daño, sino que fueron muertos a manos de nuestros enemigos, y es gracias a nosotros que ya no son una amenaza para Silvanesti.- el pequeño elfo no había sido nunca considerado para nada por los demás elfos, y todo parecía indicar que no lo sería ahora tampoco, pero al menos podía decirle en la cara a esos orgullosos militares lo que pensaba - Es culpa nuestra que apenas un puñado de los Fenix Azul haya vencido de modo aplastante a esos enemigos poderosos y que una docena de los E'li, incluido dos sargentos, hayan perecido frente a unos pocos trasgos? Me hago responsable de salvar sólo un puñado de vidas en Sithelnost, de combatir a nuestros enemigos, de intentar salvar a Silvanesti aún a costa de jugarnos la vida, de ir al rescate de nuestros compañeros y de haber desobedecido una órden una vez. Pero no soy responsable de la debilidad de mis camaradas del campamento E´li, por lo visto en el Fenix Azul hemos sido entrenados diferente- dijo mirando a la Capitana, que sin duda era la máxima responsable de la incompetencia de sus fuerzas.

Gwyn hubiese seguido hablando toda el día, pero los oídos del Comandante habían llegado a su límite y ordenó sacarlos de allí inmediatamente. 

Notas de juego

Ups, no recordaba que estaba atado el monje, sólo que estaba en ese baño cubierto de mierda XD. Pasa por confiar en mi memoria en lugar de releer.

Bueno, ahora cobra la Capitana por no ser un juez imparcial, lo que habla muy mal de ella...  por suerte está Gwyn para llamarle la atención XD

Edit: Master, nos pisamos! (vino gente a casa y tuve que dejarlo por la mitad, ahora al guardar aparece tu post). Pero ahora no lo voy a borrar, tendrán que escuchar al elfito ;)

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23/10/2019, 17:17
Tareth el Tuerto

Aquello no le gustó. No que el comandante le llamara tuerto. A eso ya estaba acostumbrado. Que era tuerto era algo evidente a la vista. No le importaba que le llamaran por aquella cualidad física. Y decía cualidad, porque gracias a la pérdida de un ojo había aprendido a ver más allá y a los estúpidos y los que buscan problemas, los veía de lejos. Gwyndrahir era tanto un estúpido como un buscador de problemas. Ashe y Zeverúth le iban a la zaga, ellos también sabían encontrar problemas, aunque habían demostrado en aquel juicio, que manejaban un poco mejor los tiempos.

A sus órdenes, mi comandante... - Respondió aquel elfo. - Me los llevaré, si... - Hizo una pequeña pausa. - ¿A dónde me los llevo, si? - Le preguntó entonces.

No quería pasar ni un segundo más cerca de ninguno de ellos. Tareth era un ser bastante solitario, pero prefería la compañía de un perro a la de cualquiera de aquellos elfos, quizás con la excepción de Lithiniel. Ella parecía coherente. Aunque tampoco acababa de fiarse. Si estaba rodeada de todos aquellos inadaptados, sin duda también tenía una tara. Y para taras las de Tareth, quien de todos, podía ser el que menos podía hablar en ese sentido. Muchos le definían como un enajenado mental con ciertas trazas amnésicas... Y estaban en lo cierto la mayor parte del tiempo.

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23/10/2019, 21:14
Lareth Thlörendil

—Fuera, donde sea —replica el comandante a Tareth con la paciencia perdida por completo—. Que no abandonen la ciudad o tú responderás personalmente por ellos.

Llama a voces a los guardias apostados en la puerta y estos entran apresuradamente, temiendo que que alguno de vosotros se haya atrevido a atacar a alguno de los presentes.

—Aseguraos de que, antes de salir del edificio, el gordo pague una multa de mil piezas de acero por no saber callar —les ordena a los uniformados soldados—. Si no puede pagarla, encerradle hasta que este tribunal determine qué hacer con todos ellos.

Se vuelve hacia vosotros ahora.

—Y no quiero oír ni una maldita palabra más u os haré azotar a todos antes de tramitar personalmente vuestro destierro para siempre.

Escuchándole, no tenéis la menor duda de que Thlörendil es muy capaz de llevar a cabo dicha amenaza y cosas peores si seguís poniendo a prueba sus límites.

Ni Alhana, ni los dos oficiales de la Protectoría, ni muchísimo menos la capitana Takmarin alzan su voz para desautorizar al comandante al mando de las fuerzas kirath.

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24/10/2019, 16:17
Tareth el Tuerto

- Menudo elfo estúpido... - Pensó Tareth tras las órdenes del comandante. ¿Qué iba a hacer él solo para evitar que esos cuatro se marcharan. Desde luego si lo que quería era retenerlos, debería destinar más elfos a su custodia que no a uno solo y además tuerto. Fuera como fuera, cuando pensaba que ya se había librado de aquellos cuatro bravucones, los iba a tener hasta en la sola.

Está bien, mi comandante... - Respondió sin disimular su mueca de desagrado. - Así lo haré, si... así lo haré... 

Tareth se acercó a los guardias que acababan de entrar. 

Él debe pagar mil piezas de acero. - Les dijo. - Si no paga, tendréis que encerrarlo. ¿Si? - No dejó tiempo a que respondieran. - Es una orden del comandante, si. Cumplidala bien. ¿Eh?

Sin más se dio media vuelta y se dirigió a Lithiniel, Zeverúth y Ashe. Les hizo un gesto con la mano y les invitó a salir del recinto donde había tenido lugar el juicio. Ellos no estaban detenidos, pero tampoco en libertad.

¿Comer? - Les preguntó. - Tengo hambre. ¿Comer? - Hizo un gesto con la mano, se la llevó a la boca, como tratando de que entendieran algo que ya habían entendido. - Vamos a estar juntos. ¿Bien? Hay que comer... - Les indicó la dirección con la cabeza. - Vamos... 

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24/10/2019, 16:41
Gwyndrahir

Gwyn negó con firmeza cuando se lo multaba por haberse atrevido a decirle al necio Comandante la verdad de las cosas, miró a Alhana esperando que interviniese a su favor pero ella mantuvo silencio. Entonces supo sin lugar a dudas que iba a pasar unas largas horas o tal vez días en una fría celda. Tareth, que ya había hecho méritos para estar en la lista negra de Gwyn, en la que de momento sólo había dos elfos y una semielfa, no tardó ni un instante en llamar a los guardias para que lo encerrasen, mientras hacía alarde del suculento almuerzo que pensaba comer.

- Tareth es la mascota obediente de Lareth? Muy bien perrito sumiso y obsecuente, muy bien... - le dijo de modo despectivo, y luego se dirigió a la druida, la otra víctima del desquiciado campamento E'li - Estaré bien, y cuando salga, seguiremos cuidando nuestro bosque, con el apoyo de los kirath o sin él - no estaba seguro de que Lithiniel se preocupase demasiado por él, pero al menos dudaba que disfrutase de su castigo, él había tenido el valor de decir lo que ella pensaba, y así como ella había cambiado y sus palabras ya no sonaban arbitrarias e irracionales, las de él no tenían ni un rastro de cobardía. Los últimos dos miembros del Fénix Azul iban a ser leales a sus convicciones, y no dudaba que Kenthalas también, y seguirían protegiendo a los suyos aún si los pocos sobrevivientes del E'li hiciesen lo posible por impedírselo.

No ofreció resistencia cuando los guardias lo condujeron a su nueva morada.

Notas de juego

Consulta máster, llevo encima el anillo de comunicación o me lo sacaron al entrar?

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24/10/2019, 17:21
Tareth el Tuerto

- ¡Guuuf, guuuf! - Respondió Tareth. ¿Era eso la burda imitación de un ladrido? Sin duda... 

A Tareth los insultos, las burlas y las ofensas le resbalaban. Había sido objeto de tantas durante su vida, que eso ya era algo con lo que convivía y se había acostumbrado a soportar. De hecho, hasta disfrutaba con un insulto hacia su persona. Al ladrar, no quiso ofender a Gwyndrahir, ni mucho menos, fue algo instintivo, una simple gracia. Lo que estaba claro era que ese pequeño elfo regordete se tomaba la vida demasiado en serio. Le daba mucha importancia a su honor, a la vedad, a lo que era legítimamente suyo. Cosas que para el Tuerto, no tenían importancia alguna. Al final, ni las cosas, ni el honor, ni la verdad iban a ser importantes. Una vez muerto uno... ¿Qué más daba todo eso? Y al final...

...todos acabaremos muertos, si. - Le dijo a Gwyn mientras se alejaba conducido por unos guardias. - Bien muertos, si... - Se encogió de hombros y le dio la espalda al cautivo. - ¿Y ahora a comer?

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24/10/2019, 20:58
Director

Si esperabas ser arrojado a una húmeda y fría celda subterránea, te quedas sorprendido cuando los guardias te escoltan hasta una espartana habitación sin más decoración ni mobiliario que una docena de mullidos cojines y una lamparita que ilumina tenuemente la estancia.

El sonido de un cerrojo corriéndose al otro lado de la puerta te confirma que estás atrapado aquí, pero dentro de lo que cabe no se está tan mal. No hace calor, no hay peligro y no tienes que sorportar a ninguno de tus ingratos compañeros de desventuras.

Notas de juego

Sí, tienes el anillo.

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24/10/2019, 21:53
Director

Mientras que algunos guardias se llevan a Gwyn prisionero después de que éste se niegue a pagar multa alguna, otros os acompañan hasta la salida del edificio.

Fuera, la ciudad de Rocío Matinal está llena de posadas y comercios de todo tipo. La perspectiva de comer en condiciones, de dormir en un lecho mullido o de curiosear entre las tiendas exóticas os parecen planes de lo más atractivos.

Aunque a Ashe no se la ve del todo satisfecha con el resultado del juicio, parece aliviada de haberse librado temporalmente al menos de la tóxica compañía de Gwyn. Tal es así, que incluso llega a declarar que está dispuesta a acompañar a Lithiniel y Tareth a donde ellos quieran para no ocasionarle problemas al tuerto kirath con sus superiores. Siempre y cuando, claro, ninguno de los dos le den motivos para cambiar de parecer y accedan a acompañarla a vender algunas propiedades de las que quiere deshacerse.

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24/10/2019, 23:08
Lithiniel

Lithiniel no entendía para nada a aquel comandante malhumorado, parecía que era un requisito indispensable para ostentar un cargo dentro de los kirath a juzgar por su experiencia personal; en primer lugar pedía explicaciones por las cosas que no entendía, y cuando ella parecía bridárselas decía que la loca era ella... En fin, visto lo visto de poco servía decir la verdad cuando sus jueces, o al menos la mayoría de ellos, no querían oírla.

Al salir y conocer la sentencia de Gwyn, la alta elfa no pudo más que negar desanimada ante dicha situación. No obstante, ante sus últimas palabras la druida asintió con agradecimiento, pero a la vez añadía en tono imperante:

-Está bien, pero no empeores más la situación... -añadió esperando que el elfito no dañara la ya muy triste imagen que el alto mando tenían de ellos.

Tras ello, y teniendo en cuenta el ofrecimiento de Tareth dijo:

-Está bien, yo tampoco planeo irme muy lejos, pero sí que me gustaría equiparme debidamente aquí, en el campamento Eli no había mucho material -concluyó dirigiéndose a los puestos de comercio- luego iremos a comer y estaré esperando en algún lugar tranquilo a que nos hagan llamar de nuevo- concluyó esperando que el tuerto no tuviera ningún inconveniente.

Notas de juego

En cuanto a las compras, me da igual si vamos antes o después, pero yo quería vender la gema de zafiro y comprarme un estoque de gran calidad y un arco largo de gran calidad si me da el dinero para ello, y también una cuerda. ¡Ah! y compara nuevamente raciones hasta completar las 10 unidades (no sé cuantas habremos consumido desde el campamento anterior hasta ahora).

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25/10/2019, 16:20
Tareth el Tuerto

Comprar. Podemos ir a comprar, si. Si que podemos. - Dijo de pronto el elfo tuerto. - No necesito nada que pueda comprar, no. Pero os acompañare. ¿Bien?

Ciertamente, no había nada que Tareth pudiera desear y que a la vez pudiera comprar. Tenía aquel rubí y tenía el anillo que le habían entregado. No tenía ni la más remota idea de lo que podían valer. De hecho, había entendido que el anillo era mágico, pero no sabía cual era su función. Tampoco se había interesado demasiado en él hasta el momento. Lo que si iba a necesitar era comida, pues tenía hambre. Lo que tampoco sabía muy bien, era cuales iban a ser sus siguientes instrucciones, más allá de custodiar a los elfos que se le habían asignado. Por lo que tampoco podía hacer planes.

¿Para que sirve el anillo? - Le preguntó Tareth a Lithiniel.

Notas de juego

DM: ¿Cuanto oro me queda ahora? No lo encuentro. 

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25/10/2019, 16:33
Gwyndrahir
Sólo para el director

Los sabios y bondadosos elfos lo habían castigado severamente por haber dicho lo que pensaba mientras hacía su declaración, Gwyn se sentía indignado por la farsa de ese juicio, la injusta acusación, la parcialidad de los jueces y la hostilidad del Comandante hacia los mejores kirath de los que disponía, porque había quedado claro que los que estaban en el campo E'li caían como moscas ante la menor amenaza. El único que realmente había hecho una labor digna en combate se había quitado la vida, su mente era tan retorcida como la del resto del campamento, igual de mal humorado que el Comandante y también era incapaz de aceptar la derrota. Ha de ser algún hongo que crece en esa zona y los trastorna, dedujo el kirath.

El severo castigo no resultó ser tan grave, la sala era amplia, no tenía quién lo moleste, no tenía que ver al monje asesino, ni a la cazadora codiciosa, ni al tuerto obsecuente. Además había varios cojines, más cómodos que el duro suelo del bosque, la iluminación era suave y la temperatura agradable. Seguramente la princesa Alhana intercedió para tener esta consideración conmigo. Juntó varios almohadones en el rincón cercano a la lámpara y se recostó sobre ellos, se dio cuenta que había tomado la mejor decisión al haber optado por el calabozo, y estaba decidido a disfrutar de su estadía. Extrañaba la jarra siempre llena, una cerveza hubiese sido ideal para ese momento, pero sus pertenencias habían quedado fuera, aunque no todas, en uno de sus dedos la luz de la lámpara se reflejaba por momentos. Ahora me divertiré un poco.

- Hola desmemoriado, está rico el almuerzo? Qué se siente compartirlo con los dos que ignoraron tu autoridad en las ruinas? Recuerdas de quién es esta voz? Recuerdas quienes te dieron este anillo y esa bonita gema? Verdad que lo recuerdas, si? Tus compañeros del Féniz Azul! Si, esos buenos kirath... esos a quienes no moviste un sólo dedo por defender.

Te has dado cuenta que diste la espalda a quién te trató como a un verdadero compañero y fue generoso contigo y tuvo en cuenta tu voluntad y prometió ayudarte a capturar a los que se mearon en ti, incluso cortarles el cuello si hacía falta, pero en cambio estas paseando de la manito con los que te despreciaron? Te olvidaste que son traidores codiciosos y mentirosos? Son capaces de robarle a un compañero que les salvó la vida, qué crees que harán con uno que los llevó a un juicio engañados? 

Tienes poca memoria y aún menos astucia, muy mal, muy mal. Verdad que si?... ni un animal se comporta de ese modo, aunque medio animal tal vez podría, no que si?... eres un medio perrito muy malo, si, si, muuuuy maaaalo. Eso no se hace, no, no ... qué haré para que aprendas de una vez? tendrá que ser algo que no puedas olvidar, eso, eso, algo que esté todo el tiempo contigo... o algo que te falte todo el tiempo, si , si, mejor sacarte algo porque de eso entiendes! No que si?... te enseñaré a recordar, ya verás, te enseñaré las veces que haga falta... -

Notas de juego

Bueno, Gwyn va a disfrutar del hotel 5 estrellas XD

Te copio sólo a vos porque no se si quieres mandarle el mensaje resaltado a Tareth o a todo el grupo. Luego, si la conversación continúa (puede que no), copio a quién me digas.

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25/10/2019, 20:12
Director

Antes de disfrutar de una buena comida y una posada acogedora, acordáis hacer algunas compras por la ciudad. Encontrar un joyero bien dispuesto a comprar la hermosa gema de Lithiniel no resulta difícil y tampoco una armería en la que la druida pueda adquirir con sus nuevas ganancias armas de mejor calidad que las que ha llevado hasta el momento. Tanto Ashe como Zeverúth reconocen el zafiro que vende la druida como la joya irda que le arrebatasteis al cuerpo sin vida de gran Ärlithel, al que ambos dieron muerte mientras Gwyn estaba inconsciente, Kento hechizado y la momia trataba de matarlos a todos.

La exploradora muestra su asombro aunque no su sorpresa ante la absoluta hipocresía de Lithiel y Gwyn, que se han adueñado a sus espaldas de las piedras preciosas conseguidas entre todos pero tienen la desvergüenza de reprocharle a ella que no reparta las obras de arte que encontró.

Hallar una tienda de antigüedades en la que la semihumana pueda vender los extravagantes objetos irda que tiene en su poder resulta una tarea complicada, especialmente porque el pequeño ídolo de oro macizo de un dragón con cinco cabezas representa una de las formas de la Reina Dragón Takhisis, la diosa más odiada por los elfos y por cualquier raza que rinda culto a los dioses de la Luz.

Sin embargo, el objeto más difícil de vender con diferencia es la siniestra mano élfica arrugada y momificada que cuelga de una gruesa cadena de oro en forma de macabro amuleto; el artefacto que Gwyn deseaba atesorar para sí aun a costa de amenazar a sus propios compañeros. Ashe logra vendérselo a un respetado miembro de la Casa de Mística por un precio que, sospecha, es muy inferior a su valor real.

Estais buscando una posada en la que sentaros a descansar tras patear la ciudad cuando la voz de Gwyndrahir, procedente del anillo que ahora lleva Tareth, os sobresalta a todos:

- Hola desmemoriado, ¿está rico el almuerzo? ¿Qué se siente al compartirlo con los dos que ignoraron tu autoridad en las ruinas? ¿Recuerdas de quién es esta voz? ¿Recuerdas quienes te dieron este anillo y esa bonita gema? Verdad que lo recuerdas, ¿sí? ¡Tus compañeros del Féniz Azul! Sí, esos buenos kirath... esos a quienes no moviste un sólo dedo por defender.

Te has dado cuenta que diste la espalda a quién te trató como a un verdadero compañero y fue generoso contigo y tuvo en cuenta tu voluntad y prometió ayudarte a capturar a los que se mearon en ti, incluso cortarles el cuello si hacía falta, pero en cambio estas paseando de la manita con los que te despreciaron? Te olvidaste que son traidores codiciosos y mentirosos? Son capaces de robarle a un compañero que les salvó la vida, qué crees que harán con uno que los llevó a un juicio engañados? 

Tienes poca memoria y aún menos astucia, muy mal, muy mal. Verdad que si?... ni un animal se comporta de ese modo, aunque medio animal tal vez podría, no que si?... eres un medio perrito muy malo, si, si, muuuuy maaaalo. Eso no se hace, no, no ... qué haré para que aprendas de una vez? tendrá que ser algo que no puedas olvidar, eso, eso, algo que esté todo el tiempo contigo... o algo que te falte todo el tiempo, si , si, mejor sacarte algo porque de eso entiendes! No que si?... te enseñaré a recordar, ya verás, te enseñaré las veces que haga falta...

- Tiradas (1)

Motivo: Ashe: Prueba de Tasación

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+3)=11

Notas de juego

Ficha de Lithiniel actualizada con todas sus compras y las ganancias sobrantes

Según lo prometido, Ashe reparte equitativamente sus ganancias con Zeverúth, y así está reflejado en la ficha del monje. Si Zeverúth quiere comprar algo, es el momento y lugar para declararlo.

Tareth puede vender su rubí para comprar otras cosas o guardárselo, como declares.

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26/10/2019, 08:16
Tareth el Tuerto

Tareth se rascó la cabeza atónito ante aquella extraña voz que... ¿Salía del anillo? Casi no lo podía creer. ¿Estaba hablando con él? ¡No podía ser verdad!

Los anillos no hablan. - Pensó mientras una perturbada sonrisa aparecía en su rostro.

No obstante, aquel anillo parecía saber muchas cosas, aunque en otras estaba equivocado. Primero, el no tenía autoridad alguna sobre nadie. Tenía que encontrar a unos kiriath rebeldes y llevarlos a Rocío Matinal, pero... ¿Autoridad? No tenía ninguna. También se equivocó en otra cosa al menos. Habló de sus compañeros del Fénix Azul. Que hubieran compartido un viaje no les convertía en sus compañeros. Él no tenía de eso. Él era un ser solitario. En lo que no se equivocaba era en que tenía poca memoria. No recordaba ni lo que había hecho ayer. Y tampoco se equivocaba demasiado en lo de que era como un animal, pues en realidad así era.

Muy rico, si. Muy rico. - Le respondió al anillo. - ¿Quieres? No... Los anillos no comen. ¿Si? Estofado, si. Tiene patata. Tiene zanahoria. Tiene carne. ¿De conejo? No lo sé, no. Pero esta rica. Tiene piñones. Me gustan los piñones, si. Muy nutritivos, si. - Se introdujo una cucharada en la boca y comenzó a masticar sonoramente. - Salen de las piñas ¿Sabes? Por eso se llaman piñones... Creo. Son sabrosos, son buenos, si. Muy buenos para cocinar con carne o pescado. Dan sabor, si. ¿Son crujientes? - Le preguntó al anillo. Realmente no lo sabía. Se introdujo uno en la boca y lo mordió. - No lo son, no. Son blanditos, si. Muy buenos, si. ¿Tienes nombre? - Le preguntó de repente al anillo. - Yo te buscaré uno. Anillito, Nillo, Nillito. No... Muy evidente, si. - Miró entonces al resto de elfos que se sentaban entorno a la mesa. - ¿Tiene un nombre? Les preguntó. Debería tenerlo, si...

Notas de juego

Que me darían por la gema si la vendo?