Partida Rol por web

La casa-taller que adecuáis a vuestra actual condición y necesiades, se encuentra a las afueras de Menfis, en uno de los barrios directamente lindantes con el Nilo, pero en una zona más abrupta e inculta que el resto. La vivienda, a medida que va aflorando el dinero, se va llenando de artículos de lujo y muestras artísticas sofisticadas, destacando entre las muchas extravagancias que vuestro moderada riqueza os puede permitir, la gran cantidad de barriles con aceite de lámpara que Arquiro hace almacenar en el sótano, junto a su taller.

Pasas el tiempo repartiendo tus actividades entre la creación artística, el adiestramiento de algún joven aprendiz y el aprendizaje de las disciplinas vampíricas que Andrómeda te enseña gustosa. Los aprendices, a pesar de lo extraño de vuestro comportamiento, asumen su posición y vuestro estilo de vida con bastante naturalidad, lo que contribuye a una sensación artificial de familia (tal vez inusual, atípica y excéntrica, pero familia al fin y al cabo).

Tus noches de fiesta, como bien supusiste que pasaría, suponen un punto de roce con tu sire, siempre gozosa en tales acontecimientos y por tanto tendente a la "infidelidad". Vuestra posición como "pareja" reconocida y su actuación te dejan a ti como poco más que un marido cornudo... pero ella disfruta de las festividades y poco a poco comienza a ser invitada a palacio. Palacio es un área reservada a los setitas y éstos parecen consentirla a regañadientes. Nada de lo que seas consciente se hace respecto a este punto, pero no deja de causarte inquietud.

Vuestras regulares visitas al templo os dejan algo de margen para interactuar con los sacerdotes, más bien desagradables, en especial el sumo sacerdote, que ni se digna en volver a tratar con vosotros y que parece dirigir el templo de Set con mano de hierro. No obstante, el sacerdote que conocísteis, el tal Joseth, sí se muestra más amable y dialogante, incluso os llega a hacer alguna visita e intercambiaros algún producto en tu taller. Parece interesado en vosotros de una manera diferente a la del resto de sacerdotes. Bajo su fachada amable se esconde una oculta ambición y ésta asoma en algunas
ocasiones...

Pasan los años, se suceden las caras con las que tratar. Noche tras noche disfrutas de la compañía de tu bienamada Andrómeda, que se deleita enseñando tus obras de arte a la nobleza de la ciudad. El palacio es un lugar "vedado", en eterna disputa entre los sacerdotes de Set y los de Ptah (el dios artesano creador del mundo y patrono de la ciudad, supuestamente), así como lugar de disputas de la familia del longevo faraón y de otros nobles y militares. Es un lugar peligroso al que no le gusta acercarse demasiado a Andrómeda y que prefiere que tú "ni huelas". De esta manera quedas relegado a una vida plácida, aunque algo sencilla, sin peligros ni sobresaltos. Tu taller medra mientras tus aprendices crecen y crean sus propios talleres y familias. Un cierto entorno artesanal se crea a tu alrededor, lo que resulta cuanto menos gratificante.

Una noche, Andrómeda vuelve de una de sus fiestas con cierta premura, inquieta.

- Arquiro, querido, hay malas, terribles noticias: me he podido enterar de que el palacio anda revuelto, al parecer el faraón ha muerto en un accidente y pronto todo se convulsionará. Temo qué pueda pasar...

El cretense, al que el tiempo pasado y la inactividad han dotado de una, al menos aparente, madurez, trata de tranquilizar a Andrómeda mientras la sujeta los brazos con delicadeza.

-Intenta calmarte, Andrómeda. -Hace una seña a los criados para que traigan una vasija con agua, e invita a su mentora a sentarse junto a él.- Ahora has de contarme algunas cosas sobre las que yo jamás mostré interés, como son las que atañen a la política de Menfis. Dime, Andrómeda, ¿qué grupos de poder se disputan la influencia de la familia real y cuáles son sus intenciones? ¿Perderán los setitas poder con el cambio de monarca, o lo ganarán? Esto último es muy importante, amor mío, pues si nuestros captores ven su posición debilitada quizás podamos aprovecharnos de ello para escapar de su poder; por otro lado si son ellos los que han instigado este cambio fortuito de la situación política para su propio beneficio, nos convendría ir al templo ahora mismo y revalidar nuestra obediencia...

Tu encantadora pero nerviosa "señora" se sienta a tu lado y emplea la vasija con agua para refrescarse la cara. El frío del agua parece calmarla un poco.

- En la ciudad había 4 grupos de poder claramente delimitados: culto de Set, culto de Osiris, culto de Ptah y ejército. Esta ciudad la mandó construir Narmer para consolidar sus conquistas del norte, pues él era originario de Tinis, al sur. Tras hacer levantar la ciudad, concedió el culto principal a Ptah, un dios artesano y sabio, en contra de lo que se suponía que pasaría, que es que se le concediera al culto de Set. Eso no impidió que dicho culto se asentara en la ciudad. Y paralelamente el de Osiris. Pero el de Osiris más modestamente y protegido sólo por la escasa aristocracia de la ciudad, pues durante años los miembros de la familia del faraón han estado combatiendo en el norte. Sólo hay unos pocos altos funcionarios que han administrado la ciudad y el palacio. Lo que tampoco quita que Menfis sea capital y tenga un contingente permanente de soldados. El templo de Osiris decayó y ahora es apenas un fantasma de lo que fue, conservado sólo por el interés de los nobles a pesar de las intenciones de los setitas de reducirlo a escombros o tomar posesión de él. Durante estos años sin oposición, los setitas han medrado. Viven como sanguijuelas, aprovechando la mínima oportunidad en palacio para enriquecer su templo y conseguir favores políticos. Lo han hecho bien, pero los generales están más allá de su poder. Y de ahí todo el problema. Los hijos de Narmer van a disputarse el poder, pues su padre no dispuso quién debía ser el heredero y es probable que haya enfrentamientos. En el peor de los casos, la ciudad arderá... ¡¡oh, dioses, el fuego!!... -dice casi soyozando, moviéndose intranquila.

Arquiro mueve la cabeza, preocupado. La imagen de la ciudad en llamas, de la destrucción, en fin, le llena de temor.

-Nada arderá, Andrómeda, mi dulce señora, pues a ninguno de los implicados le interesa que eso suceda. -Y luego continúa, pensando en voz alta- Así pues que los únicos con alguna posibilidad de oponerse a los Setitas son los generales... pero no será tan fácil como aparecer ante unos belicosos mortales y esperar que nos ayuden contra nuestros captores... Otra cosa sería, en todo caso, si entre los generales hubiera vástagos opuestos a los Setitas: entonces sí podríamos revelar nuestra verdadera naturaleza. Pero aun así, es demasiado arriesgado. Nosotros no tenemos influencia política, Andrómeda, pero tenemos acceso a buena parte de la aristocracia seguidora de Osiris, y a los artesanos y productores. Ptah es un dios artesano, y si el culto oficial de la ciudad está en su haber, también será fácil contactar con ellos. Esto es lo que haremos, mi señora, si te parece bien: tú iras esta noche junto tus amigos aristócratas y procurarás extraerles toda la información posible sobre la verdadera fuerza del culto de Osiris y sus intenciones después de la muerte de Narmer. También, si te es posible, intentarás averiguar el nombre de los generales más influyentes del Ejército. Yo, por mi parte, mandaré un mensaje citando a mis antiguos aprendices, hombres que han prosperado a mi sombra, y que me son leales, para informarme sobre el estado del culto de Ptah. Les rogaré que vengan la noche de mañana, porque ahora mismo partiré al Templo de Set, para ver si sonsaco a Joseth o a alguno de los sacerdotes jóvenes la posición de los Setitas en este lío...

Y dicho esto, se incorpora, tomando con suavidad la mano de su señora, esperando su permiso para ponersed en marcha.

- Bien, trataré de que Kafele, primo del faraón y supervisor del tráfico de piedra en el Nilo, me reciba esta noche. Suerte con tu cometido, ese templo me da escalofríos -dice tu bella compañera de "cautiverio".

Dispones las cosas para que tus actuales aprendices contacten con los antiguos y se convoque la reunión en tu taller adecuadamente y luego partes por las oscuras calles de la ciudad de Menfis en dirección al templo.

La casa-taller de Arquiro se encuentra a las afueras de Menfis, en uno de los barrios directamente lindantes con el Nilo, pero en una zona más abrupta e inculta que el resto. La vivienda, tiene una cierta cantidad de artículos de lujo y muestras de cerámica de alta calidad, así como muestras artísticas sofisticadas, denotando una cierta riqueza. La casa en si, comparte espacio con el taller, de manera que aunque parece considerablemente más grande que las típicas viviendas, sólo lo es un poco más. Aquí no hay guardias ni sirvientes despiertos hasta que llegáis, momento en el cual un joven aprendiz enciende un pequeño fuego para dar luz a la sala principal de la casa. El niño, Iah, se escandaliza por el estado de su maestro, pero no por el extraño que les acompaña...

Tras ayudar a Arquiro a tumbarse el el jergon miro un poco hacia mi alrededor.

Observo que la luz salgo lo minimo posible hacia el exterior, disminuyendo su intensidad si es necesario.

Espero a que el niño se esfume con ciero nerviosismo...instando con la mirada a Arquiro u Andromesa si fuese necesario.

Una vez a solas comento, mirando la casa.

-No me gusta...esta muy cerca del Rio...me da mala espina.

Volviendome hacia Arquiro le pregunto sin tapujos.

-Quien sois? Se que os llamais Arquiro y sois artesano, pero no pareceis un seguidor de Set, asi que quien sois exactamente...que hacias en el templo? De que conoceis a Joseth?

Haciendo una pequeña pausa, como pensativo, pero sin esperar respuesta continuo con Andromeda.

-Y vos? Puedo preguntaros exactamente lo mismo. Solo que creo que vos no frecuentabais demasiado el templo.

Mirando a ambos prosigo.

-Lo que ocurrio esta noche no es casual. Hay toda una serie de eventos que aun no alcanzo a urdir con claridad y que se relacionan directamente con la actividad del templo de set y la repuesta del templo de Osiris. En que podeis alumbrar esa cuestion.

Parece claro que Arquiro quiere descansar y reponerse de sus heridas. Apenas puede mantener el conocimiento y las preguntas insistentes del recién llegado le asfixian. Sin embargo, dice, en un hilo de voz:

-Podéis refugiaros aquí: disponed de la casa para vuestro descanso... mis sirvientes os atenderán en todo lo que preciséis para recuperaros... sólo os pido que... que... no aparezcáis ante ellos en vuestro... aspecto verdadero...

Hace una seña a Andrómeda para que le ayude a incorporarse en su camastro.

-Es cierto que hay mucho que debemos contarnos... y aunque ahora quizá no tenga fuerzas para hacerlo, temo que sea demasiado tarde después de mi convalecencia... haremos... haremos un...pacto: yo os contaré mi historia y vos me contaréis la vuestra... y, me diréis por qué si sois uno de... de... nosotros... tenéis ese... aspecto. No tengais miedo en confiar en mí..., yo me... me siento extrañamente... dispuesto a... confiar en vos...

Aclara su garganta con un sorbo de agua antes de proseguir, entre jadeos y toses:

-Mi nombre, en efecto, es Arquiro, Arquiro Pade, y soy Cretense. Vivo... vivía para la creación: soy alfarero, como podéis ver. Modelo en la arcilla las formas sú... súblimes que me dicta mi imaginación... y... esto lo hago... no demasiado... mal... -tose- Pero todo eso cambió cuando lleguamos a estas tierras, más de 30 años atrás: los seguidores de Set se enteraron de mi presencia y secuestraron a mi señora Andrómeda. Después de amenazarnos, nos obligaron a servirles... He pasado... he pasado mucho tiempo sirviendo al templo de Set, proporcionándoles mis piezas y mi lealtad hasta que... hasta que la muerte del faraón ha parecido... desatar un infierno sobre esta... ciudad...

Vuelve a sorber un poco de agua, con el rostro descompuesto.

-Joseth... Joseth... era uno de los sacerdotes de Set... no uno de los peores, ciertamente... casi siento pena por él... cegado por su fe... pero confía en mí... y ahora... estará... muerto...

Sigo mirando algo nervioso la sala mientras sigo conversando.

-Ya podeis confiar, ya...aun no se por que me arriesge esta noche para salvaros.

-Respecto a mi persona os dire que soy un Nosfer-Aton. La maldicion de la sangre nos dio este aspecto....todas las criaturas de la noche son diferentes entre si. Como los Seguidores de Set son diferentes de mi, de vos o de ella.

-Mi nombre....la verdad, poco lo uso debido a mi aspecto.
No suelo tratar con mortales, como comprenderas. Mi nombre es algo que se llevo el tiempo...puedo tomar muchos aspectos y por ello tengo muchos nombres. Casi que prefiero que me llames Nosfer-Aton...o Nosfer si te parece mas corto.

Mirando el gesto de dolor de Arquino, con su horrible y constante sonrisa añado.

-Si no os gusta mi aspecto solo teneis que cerrar los ojos un momento y volverlos a abrir.

Tras el breve lapso el Nosfer-Aton parece un egipcio completamente normal.

-Me extraña que guardeis algo de compasion para con alguein que secuestro a vuestra esposa y os esclavizo, pero bueno, sois aun libre de sentir lo que os plazca. Aunque todavia no daria por seguro que este muerto...ni el, ni los demas.

Mirando las obras de Arquiro añado.

-Supongo que vuestra naturaleza creativa, sensible y la cercania a los mortales os hace sentir como ellos.

-Vuestra hospitalidad es grata, pero sigo diciendo que el lugar no me inspira confianza. El rio esta cerca.... Aun asi puede que sea mejor que me quede, al menos un momento.

Arquiro sonrie débilmente. Su gesto de dolor no tiene nada que ver con la grotesca figura del recién autodenominado Nosfer. El cretense sabe perfectamente que la belleza tiene extrañas formas de presentarse, y la figura del nosfer-Aton no está exenta de dignidad. Algo en su sangre parece confirmárselo.

-Os equivocáis, Nosfer. No siento... aprecio por mis... captores. Aún así, Joseth no fue... uno de ellos: sólo un iluso sacerdote que no veía más allá de... su devoción por Set. No le deseo el fin que... le pueden haber dado esas horrendas criaturas... y no me habéis dicho todo lo que sabéis... -protesta, entre toses- ¿de... dónde salieron esas bestias...? ¿y por qué... atacaron el templo...? ¿cuál es vuestro papel en todo esto...?

Sonrio ante las afirmaciones de Arquino.

-Claro que no os he dicho todo lo que se, como vos no me habeis dicho nada que no supiera...excepto lo de vuestra extraña relacion con el templo de Set.

-Mi papel en todo esto....

Una sonrisa ironica sustituye a la anterior.

-Yo soy egipcio....esta es mi noche, esta es mi ciudad...aqui muero y por ello lo que aqui acontece me interesa.

-Si os he de ser sincero no tengo gran parte, si acaso alguna, con todo este lio. Pero si los Setitas desaparecen con ello no estare demasiado apenado, os lo puedo asegurar.

Tras pensar un momento en esa ultima afirmacion continuo.

-Como comente aun no entiendo bien por que os ayude...pero lo hice, asi que aqui estamos los tres. Unidos de momento por este extraño momento, por esta extraña noche.

Haciendo alguno gestos bagos con las manos y volviendo a revisar la estancia y las posibles entradas añado

-Ya os dije de donde venian las sombras...del templo de Osiris.

-Como ya comente aun hay cosas que se me escapan y que quizas podais ayudarme a esclarecer. Hace ya bastante tiempo que el templo de Set es un hervidero de actividad y que los sacerdotes de Set expandian su poder en la sociedad de Menphis y con ello en la de Egipto. Cada vez mas nobles asistian a los cultos a Set y cada vez mas cercanos al faraon.

-Mientras el templo de Osiris era un remanso de paz....aun asi emanaba de el un aire que invitaba a no acercarse demasiado. Los sacerdotes de Set temian enormemente el templo de Osiris. Lo suficiente como para hacerlo vigilar dia y noche.

-Ahora bien...que es lo que hacian exactamente los seguidores de Set. En que les ayudabais vos...de que y como les servia un artista?

-O necesitaban mas bien a la...

Miro hacia Andromeda

-Las criaturas de la noche?

Mas preguntas....no te olvides de las anteriores.

como se llamaran ahora los toreadores? Aunque claro, para creta eso pega mucho.

Estamos cerca de la epoca de la crecida del rio?

Es luna llena, luna nueva?

El cretense toma otro sorbo de agua de su vasija.

-Dado que sólo... os he contado mi extraña relación con el templo de Set, supongo que.. todo lo que os he contado es nuevo... para vos. Entiendo... que no queráis contarme nada... al fin y al cabo, poco os debo... interesar... para haberme salvado la vida... y para... haberos ofrecido mi casa...

Prosigue, algo más cansado. Parece estar perdiendo las fuerzas.

-Sabéis que no sirvo a Set... que soy un... extranjero en... estas tierras... sabéis que trato de liberarme del yugo... del templo... desde hace décadas... y sin embargo me tratáis... como a uno... de ellos... -compone una mueca de dolor- Bien... que sea así. Yo... creí... -hace un gesto con la mano, como desechando invisiblemente una posibilidad- Da igual... os contaré lo que... deseáis saber...

Se aferra al camastro con fuerza, para no perder el conocimiento:

-Lo primero que habéis de comprender... es que el templo de Set... no sólo... venera a una deidad... consideran... que toda esta tierra... la Tierra Negra, la llaman... sólo puede pertenecerles a ellos... a los de su clase... a aquellos que no... pueden ver el sol... pues son ellos... los que controlan el culto realmente... pero temen a Osiris... pues se opone... a Set... como habéis visto...

Tose violentamente, y entonces sus ojos se iluminan de cólera,

-¡Anum...! ¡Anum, maldito bastardo! ¡Hijo de mil perros!