Partida Rol por web

El Abad de los Bosques

El Abad de los Bosques

Cargando editor
03/11/2019, 19:27
Director

El Abad de Los Bosques

El Botín del Abad es una historia bien conocida por todos los aspirantes a buscadores de tesoros: renegando de las decadentes ciudades de los hombres, un sumo sacerdote condujo a sus seguidores a la foresta en busca de una vida libre de vicio y pecado. Llevaron consigo un gran tesoro de reliquias de valor incalculable: pilas bautismales con grabados de plata y oro, báculos incrustados de gemas, libros litúrgicos encuadernados con planchas de platino y cosidos con hilo de oro, incensiarios de oro forjado, y cinco relicarios sagrados, una protección contra los males que acechan a todo mortal.

Todos los relatos terminan ahí. El Abad y su congregación desaparecieron, y nunca más se les vio ni se oyó hablar de ellos. A día de hoy, ningún buscador de tesoros ha sido lo bastante astuto ni valiente como para regresar con los secretos del Abad de los Bosques.

Cargando editor
03/11/2019, 19:30
Director

La llamada de la abadía es la del saqueo y el pillaje: Cuando el Abad y sus seguidores desaparecieron, llevaban consigo un botín digno de un dios. Cualquier mercenario jactancioso borracho y empapado de vino es capaz de contar al menos una historia acerca del destino del tesoro, pero ninguna de ellas ha dado como fruto ni una mísera palmatoria de plata. La razón dicta que el botín sigue sin haber sido descubierto ni reclamado.

Mientras tanto estudiosos de lo oculto, alquimistas, y otras almas más doctas susurran acerca de otro tesoro menos terrenal escondido entre las ruinas. Algunas teorías sostienen que el disfraz de un retiro religioso era el lugar perfecto para las prácticas esotéricas y los ritos prohibidos, lejos de la mirada de los curiosos y del brazo legislador del Soberano.

¿Por qué has venido hasta aquí...?

¿Buscas poner fin al rumor de la herejía y erradicar la palabrería que mancha su santo nombre...?

¿Buscas descubrir los secretos del Abad, quizás absorber su conocimiento...?

¿O tal vez no eres diferente a todos los demás carroñeros que buscan este lugar solo por el precio que ofrecen a cambio de sus reliquias...?

Es una pregunta cuya respuesta solo conoces tú. 

Cargando editor
03/11/2019, 19:51
Director

Tú y tus compañeros habéis compartido innumerables aventuras. Algunas realmente exitosas y otras no tanto, pero en general os habéis labrado una reputación lo suficientemente respetable como para haceros valer por ahí donde pasáis. Todos os reconocen y nadie queda indiferente a vuestro nombre. El placer de la fama y la gloria os ha agasajado tiernamente y vuestras riquezas han crecido quizás tanto como vuestra soberbia. Nada ha podido haceros frente. Vuestro camino es un camino de triunfo y victoria.

Pero esta vez podría ser diferente. Algo en tu corazón te advierte que esta aventura no es como las demás. Hoy, todo lo que conoces sobre aventuras está a punto de cambiar.

La ruta ha sido tan angosta que en varias ocasiones habéis deseado abandonar esta empresa. El clima, tan cambiante y rebelde, tan furioso e impredecible, no parece natural. Los mapas, en un principio tan claros y sencillos, se complicaron, se torcieron en contradicciones y sinsentidos. Con casi toda esperanza perdida, casi sin quererlo, creéis atisbar un patético recuerdo de lo que una vez fue un convento.

Cargando editor
03/11/2019, 20:20
Director

 

Salís de los boques en la base de un peñasco rocoso. El bosque se alza a vuestra espalda como una ola de verdor vegetal, amenazando con romper sobre vosotros. Ante el grupo, sobre el peñasco, se asientan los muros de piedra de la ruinosa abadía. Hay algo de extraño en estos muros. Están tan dañados que no parecen tener la resistencia suficiente como para mantenerse en pie. Y sin embargo, de algún modo, continúan sosteniendo lo que queda de estructura, a excepción del tejado que se ha desmoronado por completo.

El peñasco carece de toda vegetación a excepción de un solitario y retorcido roble del que cuelgan docenas de cráneos de carnero ennegrecidos. Un viento helado silba a través del bosque, haciendo que las cabezas colgantes repiqueteen contra las ramas. Por más que os mováis no conseguís sacudiros de encima la impresión de que la mirada de los cráneos os observa, os persigue, os invita a acercaros...

Cargando editor
03/11/2019, 21:02
Eyra

Observé en silencio los cráneos de los carneros. El frío viento mecía ligeramente mi cabello, provocando un suave cosquilleo en su roce con mi piel. Sin embargo, ni me inmuté. Mi piel estaba acostumbrada ya a fríos mucho peores que el que nos azotaba, y mi atención estaba totalmente fija en los cráneos ennegrecidos de aquellos carneros que nos observaban como retándonos a entrar.

Me preguntaba quién habría decidido ponerlos ahí. Dudaba que hubieran sido el Abad o sus seguidores, pues hacía largo tiempo ya que habían desaparecido y no parecía un acto propio de personas religiosas. Tal vez alguien hubiera decidido tomar el lugar del Abad y reclamar aquel territorio para su propio beneficio... De ser así, los carneros no serían más que un vago intento de amedrentar a posibles visitantes.

Tras unos segundos meditando sobre ello, desvié mi atención hacia mis compañeros. Estaba segura que, como yo, ellos no se dejarían asustar por el repiqueteo de unos simples cráneos.

—Hemos llegado dije escuetamente.

Las historias decían que allí seguía oculto un tesoro de valor incalculable. Oro y riquezas, bajo unas simples ruinas que habían logrado sobrevivir a duras penas el paso del tiempo. Nadie había sido capaz de encontrarlo, pero... nosotros no éramos un grupo cualquiera.

Di un último vistazo a mi alrededor antes de avanzar unos pasos en busca de la posible entrada al convento. A pesar de mi rostro serio e inexpresivo, estaba deseando adentrarme en la oscuridad... Anhelaba el olor a humedad y la sensación de peligro propios de lugares como aquel. En cualquier caso, encontrara la entrada o no, no entraría en primer lugar: ése era el puesto para la experta en buscar y desarmar posibles trampas.

Cargando editor
03/11/2019, 21:39
Nörsil

Pensativo miré el lugar, y respirando profundamente me quejé

- Digísteis que visitaríamos un lugar santo. Y esto es un recibimiento algo tétrico. Quizás encontremos algo más que joyas en el monaterio.

Aún así no es extraño, años o siglos sin que haya noticias de la comunidad... Quizás el destino nos haya traido a algo más que vaciar las sacristías de las opulentas religiones mortales.

Cargando editor
03/11/2019, 23:09
Grombar

El guerrero hinchó el pecho con el fresco aire que arremolinaba su cabello. Frunció el ceño y apretó su cuadrada mandíbula por un segundo.

-Un lugar encantador si.. Pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil. Qué gloria habría en eso? - sonrió jactanciosmanete al elfo y palmeó amistosamente su espalda.

Sus poderosos músculos pectorales saltaron en su sitio momentos antes de que el guerrero echase mano de su hacha de batalla y emprenderá el ascenso hasta el maltrecho muro. 

Cargando editor
03/11/2019, 23:31
Nörsil

Nörsil arruga la nariz al recibir la palmada.

- Siempre os digo Grombar que no hay nada glorioso en malgastar la preciosa vida imprudentemente, en lugares donde otros muchos han sido olvidados. Andad con cuidado.

Sacando una flecha y el arco me preparo para cubrir el movimiento de mi compañero mirando a los alrededores y al nivel en el que se haya la construcción.

Notas de juego

Pretendo que mi acción sea una tirada de buscar, accesos más fáciles que trepar, incluso alguna entrada al interior del monte.

Cargando editor
04/11/2019, 03:00
Lelouch

Tras avistar los cráneos, un mal sentimiento recorrió mi cuerpo, haciéndome enmudecer durante algunos segundos. Eran símbolos inequívocos del mal que nos avisaban de que no éramos bienvenidos. La idea de que estuvieran colocados en las cercanías de lo que antiguamente fue un templo de culto me exacerbó. 

- ¡Menudo sacrilegio! Mancillar así un lugar sagrado. ¡Indeseables!

Inmediatamente después de haber hablado, el arrepentimiento se apoderó de mí cuerpo. No eran las palabras adecuadas para el momento en el que nos encontrábamos. Mis compañeros pretendían empezar a escalar el peñasco e importunarlos solo traería negativas consecuencias. Con el objetivo de remediarlo me arrodillo, sintiendo el frío tacto de la tierra en mis rodillas, y hago una plegaria. 

- Daenthar, gran señor, protégenos de los males que nos acechan en vuestras tierras y que tu gracia divina nos bendiga.

El saber que los dioses están con nosotros hará que la confianza del grupo crezca. 

 

Cargando editor
04/11/2019, 08:08
Bratynne

Observó desde donde estaba la estructura de la abadia. Se sorprendió que todavía se sujetara… Luego estaban los cráneos: negros, colgados de los huesos, tétricos Recordó los rumores que habían escuchado: cultos prohibidos, ritos secretos, magia negra… Un escalofrío recorrió la espalda. Cogió aire.

No hemos llegado hasta aquí para asustarnos de unos cuantos cráneos dio un paso al frente y siguió a Grombar Aunque la magia la ponía nerviosa, era parte de su oficio. Después de todo ¿En que dungeon que mereciera ese nombre no había detrás la retorcida mano de un mago corrupto? ¿eh? En muy pocos y esos ya estaba saqueados desde hacia tiempo.

Cargando editor
04/11/2019, 09:14
Director

Eyra, cautelosa, avanza unos pasos e inspecciona la decrépita estructura, rastreando su entrada desde la distancia. Todo su rostro es inmóvil, sus ojos paseándose impasibles de izquierda a derecha. Sin demasiada dificultad, en el lado este de la abadía, cree ver un hueco con tablas de madera. Aunque es difícil verlo bien desde ahí, su estado parece penoso. ¿Quizás lo que un día fue la entrada principal? Después busca la atención de Bratynne, pero parece absorta en sus pensamientos.

Nörsil, concentrado en encontrar un acceso especial, realiza una exhaustiva búsqueda sobre los alrededores de la estructura. Su aguda vista élfica, inmaculada después de tantísimos años, sigue siendo tan certera como siempre. Nada del entorno llama la atención, la ascensión es llana y sencilla. En el momento en que centra su aguda visión sobre los muros descubre algo que le incomoda profundamente: Los bloques que forman las paredes de la abadía tienen rostro. Todos y cada uno de ellos. Desde la distancia, las paredes no parecen medir más de 5 o 6 metros. Suena cruel, pero... ¿Podría treparse por ahí?

Bratynne respira profundamente. Conocía esta clase de lugares en su imaginación, sabía que eran parte innata de su oficio, pero no puede evitar su sorpresa al tener uno de ellos justo en frente. Entonces ve como Grombar se adelanta, y decide sacudirse de encima los nervios para seguirle, sin bajar la guardia. Esto solo es un trabajo más... Todo va a salir bien...

Grombar, altivo y sin sentirse lo más mínimamente intimidado, avanza seguro hacia la abadía. Su paso es decidido y su ánimo firme. Soy invencible, no le temo a nada. Nörsil se da cuenta, toma su arco y prepara una de las flechas, siguiéndole con la mirada. Grombar en su camino pasa a pocos metros del árbol retorcido y de sus negros cráneos colgantes, al que solo dedica una mirada casi risoria. El viento ha dejado de silbar, los cráneos ya no repican. Pero uno de estos se ha girado y está siguiendo al bárbaro. Con cada uno de sus pasos, el único cráneo se zarandea, cada vez más violentamente.

 

 

Lelouch, encolerizado ante el lugar pero respetuoso, se arrodilla y comienza su plegaria sobre el frío suelo. Sus dioses le observan y su actitud les complace. En mitad de esta, se da cuenta del tétrico espectáculo que ofrece uno de los cráneos. Algo no va bien. Daenthar, escúchanos. De reojo observa como en los cielos aparece una mancha negra que se desplaza a gran velocidad en dirección a Grombar. Lelouch permanece concentrado y finaliza su plegaria casi a la perfección. Momentáneamente los cielos se iluminan de blancura y la oscura mancha queda expuesta ante todo el grupo.

Es un buitre. Eyra frunce el ceño y alza su ceja derecha. La plegaria de Lelouch ha frenado su velocidad pero sigue avanzando hacia Grombar. El bárbaro se gira y sus miradas chocan en la lejanía. Las cuencas oculares del ave son pura negrura y oscuridad, una advertencia de que este misterioso lugar exige un respeto.

Bratynne, justo detrás de Grombar, se sorprende nuevamente y no puede ahogar un chillido. Nörsil, con su arco ya preparado de antemano, lo tensa en un acto reflejo y automáticamente dispara en dirección al buitre. La velocidad enlentecida del buitre es una ayuda, pero el objetivo sigue siendo demasiado difícil, incluso para su vista élfica. La flecha atraviesa el aire a gran velocidad, solo a unos pocos centímetros del cuerpo del ave.

El buitre, en un principio tan rápido y directo, ahora se ve descubierto, ralentizado y casi herido. Ante esto, cambia su ominosa trayectoria para apartarse y desaparecer poco a poco en la lejanía, completamente silencioso. Los cielos empalidecen, tristes y grises. El suceso hace recorrer una ola de inquietud por todo el grupo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Editado por error de ortografía.

Cargando editor
04/11/2019, 13:21
Nörsil

- Un buitre, bah. - pensó.

- Solo era un buitre, espero poder encontrar la flecha... En la pared hay unos entallados un tanto extraños tenga cuidado si los examina Bratynne.
Nörsil avanza junto con ellos un poco por detrás buscando el ángulo por el que podría disparar a un enemigo que apareciera en el muro. Viejas costumbres de la guerra.

Cargando editor
04/11/2019, 13:35
Bratynne

- Sí. Solo era un buitre.- dijo intentando borrar de su mente la imagen de los ojos ennegrecidos del animal -Sigamos- comenzó a ascender por el empinado peñasco* intentando discernir aquellos tallados en la pared a los que se refería la advertencia del elfo. 

Notas de juego

* He entendido que la abadia está encima de un peñasco o loma y que se puede subir andando ¿no?

Correcto

Cargando editor
04/11/2019, 14:49
Grombar

Grombar balancea su hacha par liberar tensiones. 

-Un buitre ciego, calaveras animadas... ¿qué brujería es esta? Parece que los rumores sobre ese Abad son algo más que cuentos de viejas. Quizás debamos andarnos con ojo. 

Deja pasar a Bratynne.

-Tu turno preciosa, búscanos un camino seguro. Yo vigilo tu espalda.

El guerrero camina unos pasos por detrás de la ladrona y pisa donde lo haga ella. 

Cargando editor
04/11/2019, 15:42
Lelouch

Lelouch, admira la capacidad de Nörsil y Bratynne para no darle mayor importancia a la aparición del buitre. No obstante, su caso es diferente. Se encuentra intranquilo y agradece el hecho de que este finalmente cambiara su dirección. Si algo ha aprendido con los años es que las fuerzas del caos son poderosas y aquellos que las subestiman terminan pagándolo caro.

Con ayuda de la maza, se incorpora y avanza junto al grupo en completo silencio. -No hay adversidad que no pueda ser superada si los grandes dioses velan por nosotros- repetía para sus adentros.

Cargando editor
04/11/2019, 21:50
Eyra

Todos habíamos visto al buitre y su actitud agresiva. No era un buitre normal y corriente, de eso estaba segura... ¿Tal vez un buitre enfermo o extremadamente hambriento? ¿De qué otro modo un buitre solitario iba a intentar atacar sin provocación alguna a un grupo de humanos y elfo? Fruncí ligeramente el ceño al tiempo que avanzaba siguiendo el ritmo de mis compañeros.

Sin embargo, cuando Nörsil hizo mención de la pared con tallados extraños, alcé mi mirada para ver de lo que se trataba.

Si la presencia de los cráneos y el ataque del buitre ya nos habían hecho sentirnos observados, los rostros tallados en la pared no hacía más que confirmar que quien hubiera «decorado» aquel convento no quería visitantes. Todo parecía especialmente predispuesto a ahuyentar a campesinos curiosos e intrépidos aventureros.

Casi instintivamente, desenvainé mi espada... aunque el escudo lo dejé reposando aún tras mi espalda.

—Tal vez podamos entrar por allí —dije, poco después, señalando con mi arma el pequeño hueco con tablas del lado este que había visto justo antes del ataque del buitre—. Parece a punto de derruirse por completo, así que habrá que tener cuidado...

Y, tal vez, hubiesen trampas instaladas allí. Parecía la entrada más visible al convento, así que era el lugar ideal para colocar todo tipo de trampas. En cualquier caso, el convento había sido saqueado sin mucho éxito con anterioridad, así que tal vez ya alguien hubiera hecho el trabajo sucio de limpiar las trampas iniciales... si es que realmente habían trampas.

—Vigilemos bien por donde pisamos.

Cargando editor
04/11/2019, 22:17
Director

Bratynne lidera esta vez la marcha. A sus espaldas le sigue un serio pero tranquilo Grombar, y un atento Nörsil, cuya mirada inquisidora busca cualquier tipo de amenaza. Los tres ascienden cautelosamente la pendiente rocosa hasta hallarse a unos veinte pasos de los muros. El bárbaro y el elfo hacen un alto al unísono, pero la ladrona sigue avanzando con cautela hasta hallarse frente a los muros de la abadía. Una mueca angustiosa se dibuja en sus labios.

Los bloques que forman los muros han sido grabados con la apariencia de rostros que gritan horrorizados. Amontonados unos sobre otros forman un muro de lamentos, almas llorosas atrapadas en un tormento eterno. Utilizando los ojos y las bocas como asidero, trepar el muro no debería ser difícil... Pero hay algo más. Todas las piedras están cubiertas de un musgo húmedo y fino, emisor de un olor realmente desagradable. Fijando la vista en las piedras, Bratynne casi no puede dar crédito a sus ojos: No es mortero lo que une los bloques entre sí, sino una especie de tejido conjuntivo parecido al de los músculos y los tendones. La chica intenta tragar saliva pero, incapaz, da un involuntario paso hacia atrás.

Eyra sabe que esto no va a ser una aventura más. Su mente bélica y calculadora descarta rápidamente las respuestas fáciles. Todavía no encuentra explicación a los sucesos, pero sus sospechas no hacen más que crecer. Espada en mano, decide encaminarse en la misma dirección que Bratynne, Grombar y Nörsil. Cuando les alcanza, el bárbaro se halla balanceando su pesada hacha como si de una ligera rama se tratara, mientras que el elfo vigila todos los flancos. La ladrona está concentrada examinando los muros de la abadía. Eyra, tras apuntar con la hoja de su arma, echa un vistazo más cercano a la entrada que captó su atención en un primer momento, sugiriendo a Grombar y Nörsil hacer lo mismo.

Un par de grandes puertas, construidas con gruesas tablas de roble y reforzadas con hierro oxidado, cuelgan débilmente de goznes maltrechos. Hubo un tiempo en que esas puertas fueron bloqueadas desde fuera. Pero ya no: La barra de hierro yace doblada y retorcida sobre el suelo. Esas puertas no pueden ofrecer mucha resistencia. Aunque la guerrera sabe que no todo es lo que parece ser, no logra ver más desde su posición, salvo un abundante musgo que cubre el suelo donde yace la barra deformada.

Lelouch se ha mantenido en su lugar. Se ha recuperado del esfuerzo de su plegaria y ha meditado sobre lo ocurrido. El clérigo confía en el auxilio de los dioses y en el éxito de su empresa, pero también es más consciente que nadie de que fuerzas desconocidas medran en estas ruinas. Siguiendo el vuelo del buitre con su mirada, se da cuenta de que los cielos están cambiando de nuevo. El ambiente es preternaturalmente silencioso y cargado de presagios, como si hasta los mismos insectos evitaran este lugar desolado. El bosque de pinos y coníferas del que proviene el grupo está transformándose lentamente en una maleza de musgo y troncos podridos. Mire a donde mire, Lelouch comienza a sentirse oprimido.

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/11/2019, 08:31
Bratynne

¿Qué maldición o magia asola este lugar? Preguntó al observar horrorizada los rostros y el tejido que unía los bloques de piedra. ¿Por dónde entrar? Trepar parecía sencillo pero hacerlo por aquellos grotescos muros le provocaba escalofríos. ¿La puerta? Quizás era mejor opción de entrada. La ladrona fue hacia allí y examinó el lugar esperando encontrar respuestas. ¿Quién quitaría la barra que la bloqueaba? Y lo que era peor ¿Qué razón había llevado a alguien a bloquearla desde fuera?

Cargando editor
05/11/2019, 08:41
Director

Bratynne, cada vez con más preguntas, se recompone y camina presta en la dirección que apunta Eyra. Cuando llega a la entrada, siente que las puertas podrían caerse en cualquier momento. Los goznes están abrasados, la madera ennegrecida y chamuscada, y la barra de hierro sin duda ha sido deformada a causa de un calor intenso, casi medio fundida. 

Hay un disco de cobre forjado de unos tres centímetros de diámetro encajado en el centro de cada puerta y fijado con cinco clavos de plata. Bajo cada uno de los discos hay una tosca marca grabada a fuego en los tablones de madera. Bratynne intenta una mejor lectura de estos signos, pero no logra relacionarlos con nada que haya visto en su vida.

Cargando editor
05/11/2019, 10:03
Eyra

Cuando Bratynne fue al lugar que había señalado, decidí seguirle para ver de más cerca.

Cuando llegué, observé con atención tanto la barra de metal como la madera ennegrecida y chamuscada. ¿Qué había pasado allí? ¿Un incendio tal vez? Además, el convento había sido sellado desde fuera antes del momento del posible incendio... ¿habría sido intencionado?

Tras meditar sobre ello, miré los discos y los grabados.

—Lelouch, ven aquí —dije, llamando al clérigo—. ¿Puedes leer esto?

Por la expresión de Bratynne, di por hecho que ella no era capaz de entenderlo... así que yo ni lo intenté. Si había alguien capaz de entender algo escrito en un lugar religioso, ése debía ser Lelouch. Por mi parte, flexioné mis rodillas para agacharme ligeramente y arranqué con mi mano un poco de musgo para observarlo de más cerca.

—Ha crecido musgo —dije, mencionando lo obvio—. Debe hacer bastante tiempo, tal vez años, que pasó esto.

Después de todo, el musgo de manera natural tardaba bastante tiempo en crecer. Quizás el incendio estaba relacionado con la desaparición del abad y sus seguidores y no tanto con un posterior saqueo de aventureros o bárbaros...

Notas de juego

Bratynne es la única que se da cuenta de que no es mortero lo que une los rostros del muro, ¿verdad? No he reaccionado a eso porque lo he entendido así.

¡Verdad! Como ha escrito en su post, tú has escuchado su voz horrorizada preguntando: "¿Qué maldición o magia asola este lugar?" y, por ahora, nada más. Grombar y Nörsil pueden haberse dado mejor cuenta de su reacción.