Partida Rol por web

Nadir escuchó todo aquello.

- Tiremos las bombas ahora que podemos, así nos libraremos de tres de golpe. Con suerte los muros detendrán el sonido y, si no, a los que vengan les contendremos en la puerta. 

El clérigo se preparó para lanzar sus manos ardientes.

-Veamos como acaba todo esto... - Dijo Xanorin mientras se preparaba para la acción inminente

-Me parece genial lo de sorprenderlos, pero no tardemos más.- Dijo Alain impaciente por entrar en acción.

Una vez estaba todo acordado. Nadir avanzó con cuidado y gesticuló con sus manos, las cuales ardieron y se convirtieron en un lanzallamas que arrojaría sus mordaces llamas hacia los enemigos.

Saeko empezó a ejecutar su parte del plan. Avanzó lentamente hacía los trogloditas, esperando que sus compañeros acabasen con sus ataques, y después tratar de atacar por el flanco a los enemigos.

Antes de que Alain entrase en acción, lancé sobre él un hechizo que le haría más grande y fuerte.

Espero que esto acabe bien. Pienso mientras veo como mis compañeros se lanzan al ataque de forma casi unísona.

Alain notaba de nuevo la fuerza y el poder en su cuerpo...y eso le encantaba. Con la espada en la mano, esperaba el momento para entrar en acción.

Un sonriente Damiel elaboro su bomba con sus ojos enrojecidos fijos en su vial. El elfo contenía una risa maliciosa mientras trabajaba con rapidez, y en cuanto termino, puso un tapón a la burbujeante formula y la lanzó hacia el grupo de trogloditas. 

La estrategia ideada por Nadir se ejecutó a la perfección siguiendo cada paso al milímetro, aún más porque de todas las cosas que podían pasar, los trogloditas no esperaban que nadie llegara hasta ellos (no es que sean muy inteligentes).

La preparación fue lo más sencillo. Nadir se posicionó junto con Damiel, que estaba terminando de preparar una de sus letales bombas. Xanorim conjuró un hechizo de Agrandar persona sobre Alain que volvía a disfrutar visiblemente de su tamaño aumentado. Por último, Saeko avanzaba en silencio por las sombras de la sala, buscando el mejor lugar para ejecutar su mortífero ataque.

Una vez todos listos, empezó el ataque. Casi al unísono, Damiel y Nadir lanzaron sus respectivas armas hiriendo a los tres trogloditas, uno de ellos (el que recibió el impacto directo de la bomba de Damiel) no aguantó los dos ataques seguidos, acabando como carbón en el suelo, la combinación de la magia divina de uno con los inventos del otro demostraba una capacidad destructiva más allá de lo habitual. Los trogloditas intentaron reaccionar y echar a correr, pero era demasiado tarde.

Saeko apareció como un fantasma y degolló al hechicero troglodita con una eficacia asombrosa, incluso para un ninja. El cuerpo del mismo cayó inerte al suelo, después de que la mujer le diera una muerte rápida.

El tercero, alertado por haberse quedado solo, trató de huir hacia la siguiente sala. Pero para el guerrero engrandecido por el poderoso conjuro de transformación que Xanorin había lanzado sobre él, solo fueron un par de zancadas antes de llegar a él para atravesarlo con su espada y levantarlo hacia el cielo empalado en la espalda y proclamando la victoria sobre el grupo de trogloditas.

Ha sido una gran batalla y todos os sentís bastante orgullosos de vuestro papel, habiendo reducido a los tres trogloditas a la velocidad del rayo. Por desgracia, haberlo hecho no ha conseguido sino aumentar el olor, aunque ahora disponéis de libre acceso hacia el ala sur.

Aquello había sido una demostración de precisión milimétrica y habían acabado con esos tres trogloditas, dejándoles el control sobre todas esas cajas de armamento y la supuesta posibilidad de encontrar un prisionero. Había que reconocer que se habían comportado como un verdadero equipo.

- Hay muchas armas aquí, o iban a venderlas o están preparándose para asaltar el pueblo vecino. En fin, si son decentes se podrán vender bien.

Comentó, aunque no estaba mirando las cajas, sino buscando al supuesto prisionero.

- No veo a nadie aquí, tiene que estar en la siguiente sala.

Nadir aprovechó para extender sus manos hacia delante.

- Que la verdad sea descubierta ante nuestros ojos.

Dijo tratando de detectar cualquier atisbo de magia en la sala.

No sientes magia.

Xanorin quedó claramente impresionado por el trabajo en equipo que acaban de realizar. Creo que podría acostumbrarme a viajar con esta gente.

Tras ver caer a los trogloditas, Xanorin pasó a revisar el entorno. Es posible que haya algún arma u otro objeto antiguo por aquí escondido.

-Recordad que aún está su jefe por ahí, y tienen un prisionero. No hagáis ruido. - Dijo Xanorin en voz baja, para recordar la situación a sus compañeros.

Damiel sonreía mientras ordenaba de nuevo sus viales en su chaqueta, frunciendo la nariz por el olor a huevos podridos y carne quemada.

Estamos hechos los unos para los otros, parece. comento con satisfacción.

Tras eso, comenzó a avanzar por la sala, con cuidado.

- Buen trabajo compañeros.

Fue la respuesta de la joven ninja a sus compañeros, después de haber vencido en la batalla sin darles tiempo a los trogloditas a saber que era lo que les había golpeado. Rápidamente, Saeko hechó un vistazo alrededor, mientras contestaba a Nadir sobre el tema de las cajas de armas.

- Puede que tengas razón en eso, Nadir. No se para que otra cosa querrían tantas armas... Puede que podamos venderlas nosotros, a no ser que alguien quiera algo. Si hay alguna daga por ahí, no me vendría mal para emergencias...

Alain con la adrenalina a 1000 sólo quería más sangre.- Compañeros, busquemos a ese jefe. Seguro que hay más de estos engendros por aquí.