Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

41. La araña en su tela

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01/10/2013, 22:12
Narración

Martes, 20 de noviembre de 1984 - 09:20

Van Doren despertó en la cama de Eddie pero no vio al redcap por ninguna parte. Las pesadas cortinas estaban echadas y las ventanas cerradas. El ambiente era muy pesado y denso y si podría haberlo hecho habría olfateado el olor corporal de Eddie después de una noche de sueño.

En su mesita de noche había un cargamento de pañuelos usados cubiertos de una materia que era mejor no describir. Había empezado a necesitarlos al llegar a casa. Eddie le había traído dos cajas, solícito. La había arropado con amor y hasta la había abrazado hasta que se quedó dormida. Después recordaba que se había levantado de madrugada, cabreado y asqueado tras sus continuas toses y mucosidades, para irse a dormir al sofá. Aún le había sentido en la habitación, quizá tomándole la temperatura, a la salida del sol. Pero ahora no había ni rastro.

Cuando salió tambaleándose tras acercarse al baño y contemplar el desastre que era su cara, enrojecida, con ojos llorosos y nariz pelada, Eddie estaba haciendo flexiones en el salón mientras veía la televisión. Paró enseguida y se puso en pie para secarse el sudor con una toalla.

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01/10/2013, 22:53
Eddie Castle

-¿Qué coño haces en pie? -farfulló, quizá avergonzado y todo-. Deberías estar en la cama. Con todo lo que has tosido esta noche seguro que no puedes ni hablar.

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01/10/2013, 23:02
Madame Van Doren

-Tengo que admirar mi belleza todos los días en el espejo o si no me voy muriendo lentamente... -le contesta la pooka antes de toser sus pulmones contra el pañuelo. Su voz sonaba nasal-. ¿Estás volviendo a hacer ejercicio? Me habían dicho que lo habías dejado.

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01/10/2013, 23:05
Eddie Castle

-Cállate -respondió secándose el cuello. Llevaba una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos que no conjuntaban nada. Cuando se habían conocido, Eddie estaba tan en forma que no le sobraba ni un gramo de grasa por ninguna parte. Era todo vanidad, por supuesto: la ropa que vestía en sus tiempos dejaba poco a la imaginación, por lo que había que quedar bien en ella. Cuando empezó a vestir trajes comenzó a dejarse, pero en los últimos tres años había ganado unos cuantos kilos y había perdido firmeza, aunque seguía bastante fuerte-. Ahora es cuando estar aceptado por las hadas de la Bahía vendría bien. Necesitas ir a un feudo para curarte cuanto antes, Annie. Dormir contigo es un asco. Lo pones todo perdido y haces ruidos raros.

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02/10/2013, 22:33
Madame Van Doren

-Que cosas más bonitas me dices... -Van Dorens e cruzó de brazos-. Sabes que no tengo ningún feudo al que ir, me han echado de todos. Ya no admiten arañas.

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02/10/2013, 22:56
Eddie Castle

-Sí, ya lo sé -gruñó Eddie-. Por eso te vas a pasar todo el día en cama recuperándote. Ni me voy a molestar en buscarte medicamentos para una enfermedad quimérica. Imagínate que te los has tomado. Igual eso funciona.

El redcap se secó el sudor del todo y bebió agua de una botella de plástico que rodaba por el suelo.

-He conseguido escaparme esta mañana, aunque por la tarde tendré que acercarme al despacho para ver cómo van las cosas. Pensaba utilizarla para sexo intenso de reconciliación, pero a ti te ha dado por pillar un resfriado imaginario, así que ya ves, se ha jodido el plan. Al menos aquí vas a estar a salvo del maníaco ese.

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03/10/2013, 19:37
Madame Van Doren

-¿Sabes que te va a resultar igual de satisfactorio que el sexo? Que me hagas un favor -Van Doren se acercó al redcad y se pegó a su pecho. Eddie estaba sudoroso, pero no le importaba, además estaba deseando darse un largo y relajante baño con agua templada para bajar la fiebre-. Necesito que busques al primo-hermano de Korah, Craig. Lleva unos días desaparecido, pero el otro día llamó al banco para pedir un préstamo así que está vivo. Por lo que se... lo más probable es que ande vagabundeando por el Castro o en algún antro de los tuyos. Korah y Craig son como dos gotas de agua, pero Craig tiene los ojos claros, verde brillante.

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03/10/2013, 19:51
Eddie Castle

-Sí, va a ser un éxtasis -contestó con sarcasmo-. Pasarme la mañana de sauna en sauna en busca de un tipo al que no conozco, qué mejor manera de divertirme. Pero en fin, hace mucho que no presiono a mis empleados. Sí, puede que al final sea divertido.

Eddie sonrió, cruel, y rodeó la cintura de Van Doren con los brazos.

-Si quieres, y sin que sirva de precedente, puedo llevar unos cuantos carteles de esa fiesta que planeas el viernes. Pero tú tienes que ponerte buena para entonces. Yo también quiero una fiesta. Privada. Con una mujer que no me tosa en la boca cuando intento besarla. Así que empléate a fondo en curarte.

El redcap la besó con suavidad y se encaminó al dormitorio.

-Me voy a dar una ducha. Voy a dejar la puerta abierta por si quieres disfrutar del espectáculo.

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03/10/2013, 20:07
Madame Van Doren

-Porque ver como te frotas la mugre es lo más erótico del universo -Van Doren le miró sibilina y le dio un empujoncito antes de caminar hacia el salón-. ¡Abre las ventanas! La habitación tiene que estar llena de quimeras...

Prefería no volver ahí dentro por un buen rato, al menos no hasta que se airease un poco. La pooka puso a calentar chocolate instantáneo en una cazuela y se sentó en el sofá para echar un vistazo rápido a una revista de coches.

-¿Crees que a la vuelta podrás traerme algo más entretenido?

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03/10/2013, 20:33
Eddie Castle

-Puedo traerte un marica para que te haga compañía -respondió Eddie desde el baño antes de abrir el grifo.

En media hora lo tuvo vestido, afeitado, peinado y arreglado de nuevo en el salón. Se despidió de ella con un beso y un tocamiento de culo y salió a buscar a Craig haciendo como que era un gran esfuerzo.

No pasó nada en dos horas.

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03/10/2013, 20:37
Narración

A esa hora, llamaron a la puerta. Eddie no le había dicho si esperaba a alguien, pero cuando miró por la mirilla se dio cuenta de que la buscaban a ella. Pero no era Silveth, ni alguien del feudo. Era Rose.
 

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03/10/2013, 20:48
Madame Van Doren

Van Doren cerró la mirilla y apoyó ambas manos en la puerta. No se esperaba aquella visita y no podía haber sido en peor momento, pero al menos estaba pasando, que era más de lo que se había imaginado que ocurriría. Tras unos segundos de dudas, la pooka abrió la puerta finalmente cogiendo aire, intentando mantenerse serena y controlada.

-Rose... Te estaba esperando, pasa... Siento el desastre, pero no me encuentro muy bien y no he tenido tiempo para recoger -dijo a pesar de que la casa estaba prácticamente impoluta-. ¿Quieres tomar algo?

Van Doren sonrió ligeramente e intentó peinarse un poco.

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03/10/2013, 20:53
Rose Morrison

Rose negó con la cabeza.

-Bueno, pues estoy aquí. He venido porque Shyam ha insistido, que conste.

La Kinain se sentó en el sofá y esperó a que Van Doren hiciera lo propio para decir:

-En realidad me gustaría tomarme una Coca-Cola, si tienes. O si tiene el tipo ese. Esta es su casa, imagino. Mucha pasta, por lo que veo. -Encogió las piernas y se las abrazó sobre el sofá, apoyando las zapatillas en el tapizado sin ningún pudor.

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03/10/2013, 22:04
Madame Van Doren

Van Doren cogió una cocacola de la nevera y volvió junto a Rose.

-Toma -la pooka asintió a lo que dijo y después se produjo un silencio incómodo que solo rompió cuando Rose abrió la lata-. Lo siento.

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03/10/2013, 22:35
Rose Morrison

Rose dio un sorbo y sostuvo la lata entre las manos.

-...Lo sé.

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03/10/2013, 22:57
Madame Van Doren

Van Doren suspiró algo más tranquila, aunque Rose no había hecho mención de perdón alguno.

-Era muy joven y solo pensaba en entrar en la universidad y en que mis padres no me matasen. No me di cuenta de lo que hacía ni de como me iba a sentir años después... Y por supuesto no pensé en como te irías a sentir tú.  Para mi era algo irreal, algo que no estaba pasando, y se me ocurrió que vivirías mejor en una familia conservadora y a la vieja usanza que conmigo. Me equivoqué.

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03/10/2013, 23:06
Rose Morrison

-Me dijiste que tenías catorce años. ¿Eso era también mentira? Y... ¿quién es mi padre? ¿Sigue vivo? ¿Aún os veis? No es Castle, ¿verdad? -Rose se inclinó hacia delante-. Sabes, yo habría vivido bien con mis padres si no fuese por... Aquello que me dijiste. Lo de que tenía sangre de hada. Creo que por eso no nos caemos bien. No podía vivir con ellos justamente porque no soy su hija, sino tuya. Porque no soy humana del todo, supongo. Ellos querían que lo fuera.

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05/10/2013, 12:54
Madame Van Doren

-Tu padre no es Castle, y no le veo desde hace milenios. No supe que habías heredado parte de mi sangre hasta que te vi años después, pero aún así no pensé que de darse el caso fuera un problema. Yo siempre me llevé bien con mis padres a pesar de todo... Supongo que depende de las personas. No se que hacer aquí, Rose, de verdad, no tengo ni idea de que debería hacer ahora. Tenía pensado decírtelo al volver de las vacaciones, te lo juro. No pretendía mentirte.

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05/10/2013, 13:44
Rose Morrison

-...pero también pienso que si no fuera como soy, alguien tan especial y tan guapo como Shyam no se habría fijado en mí -dijo como si no hubiera escuchado a Van Doren-. Si fuese una persona normal y corriente, ¿qué tendría de bueno?

Se quedó callada un instante con la mirada fija en la lata de refresco.

-No sé cómo sentirme, la verdad. A veces me das mucha pena y estoy deseando decirte que no me importa tanto y que me alegro de haberte conocido y que seas tan guay. Otras veces me siento muy rencorosa y no quiero acercarme. Prefiero que sufras porque yo tuve que aguantar mucha mierda y vivir en la calle, pero... Pero no es justo, ¿no? Quiero decir... Intentaste arreglarlo. Si no hubiera sido por ti habría seguido ahí, en los callejones. Me habrían matado en plan el asesino del Zodíaco o algo así. Gracias a ti estoy aquí y anoche tuve la noche más maravillosa de mi vida. Supongo que no puedo estar tan enfadada ni ser tan zorra.

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05/10/2013, 15:13
Madame Van Doren

Van Doren no quería saber nada de Shyam ni de noches maravillosas así que prefirió no preguntar.

-Podemos ver que tal nos va, sin compromisos. Entiendo que aparecer ahora no me convierte en tu madre y que no me vas a invitar a tus reuniones familiares ni a enviarme postales por el día de la madre, pero me siento responsable y gustaría ayudarte todo lo que no he podido. Puedes seguir trabajando en el Terciopelo si quieres o... te puedo ayudar a ser o estudiar lo que te gustaría ser. Lo que no no quiero hacer es perder el contacto.