Partida Rol por web

Jacob le miró con total incredulidad.

-¿La mafia? ¿Una secta? Y con ese tal Andrew, desde luego. Bueno, cuéntamelo. Seguro que todavía puedo sorprenderme más.

-He dicho que es como una secta o una mafia, ¿Ves como no me escuchas?.-Le miro ofendido.- En fin, te puedo sorprender mucho más así que siéntate.-Le doy un par de segundos.- No me voy a andar por las ramas, tu eres un humano, yo no. En este mundo hay más cosas a parte de humanos, que nos escondemos entre vosotros por que sois la multitud. No te lo puedo demostrar aún, pero me tendrás que creer. Cuando vuelva, te enseñare a otras criaturas. 

Le doy un minuto para que digiera la noticia.

-Esos libros para ti serán fábulas, para mi, son un árbol genealógico. Soy un hada, una Fae, como prefieras decirlo, y si...-Muevo las manos buscando las palabras.-... tengo... habilidades especiales.- pongo los ojos en blanco.- Uno de los rasgos de mi especie, es que si te lo demuestro, en una semana te olvidarás de todo y crearás recuerdos falsos para ocupar ese espacio. En el lado positivo, me permite ir de viaje,...a... ¿cuentos?- Frunzo el morro en un gesto de asco por verme obligado a usar expresiones como esa.- El caso es que puedo conseguir una sustancia que nos cure a ambos. Pero en todas las aventuras se corren riesgos, y algo me puede matar y alimentarse de mi.

-Sí, sí, no te preocupes. Ya verás cuando vuelvas: Taboo Bies volverá a ser el alma de la fiesta, como siempre -aseguró Larry dándole unas palmaditas en la espalda.

Jacob le miró muy serio.

-Vale. O sea, mi novio es un hada. Ya. -Tragó saliva y entrelazó los dedos sobre las rodillas-. ¿Y desde cuando crees que eres eso, exactamente?

-¡Mejor que un vampiro y tener una relación a media jornada! ¿No? Mira, te lo puedes creer o no, pero no lo rajes por ahí. Dentro de lo que cabe yo encarno la belleza y la fantasía de los sueños, por eso soy especialmente atractivo. Hay otros de los míos, que encarnan cosas más desagradables, y nos matarían, a los dos, con tal de preservar nuestros secretos. Descubrí mi naturaleza justo antes del accidente. De hecho, mi despertar como Fae, es lo que provocó que mi padre cargara contra un inocente árbol. Somos como un huevo Kinder, ¿Vale? escondemos la sorpresa, hasta que rompemos el cascarón. 

-Ya basta. Deja de decir locuras, Neil, por favor -dijo Jacob levantándose de golpe-. Te han dado algo, ¿verdad? Te han dado algo y por eso estás así. Esto es un efecto secundario o... o alguna droga. Por favor, cálmate. Me estás asustando.

-Más te vale -advirtió, poniéndose serio.

Le preocupaba mucho marcharse y dejarle a su aire. Temía volver y encontrárselo muerto con una jeringuilla en el brazo. Le acarició el pelo y levantó la mirada para enviarle a Bernardette una súplica silenciosa.

Tenía que irse. No iba a llevar nada al Ensueño, pues no tenía nada que llevarse que no pudiese encontrar por el camino. Se inclinó para besar a Larry en la mejilla y después hizo lo mismo con Bernardette.

-En fin. El deber me llama. Cuidaos mucho, ¿vale?

-¡Ten mucho cuidado, cielo! -le dijo la boggan acompañándolo a la salida.

-Por si no te has dado cuenta, estoy muy tranquilo.- En un gesto teatral me llevo el índice pensativo a la sien.-A ver, ¿Como te lo explico? ¿Recuerdas aquel viaje, hace dos años, a Las Vegas, que nos lo pasamos tan bien? ¿Porque crees que no hay fotos de ese viaje? Solo están tus recuerdos. No deje ni las facturas, no podía permitir que te dieses cuenta de que nunca salimos de la ciudad. Sencillamente, te eche un encantamiento para que vieras mi mundo. Al volver, hiciste estos diseños. 

Voy a por la carpeta en la que guardaba las barcias, tanto suyas como de Amanda.

-No eres precisamente el tipo de artista que dibujan rasgos de novios con orejas puntiagudas. ¿O si recuerdas estos dibujos? Estos símbolos, para los que iban a ser tus tatuajes, son los de mi casa noble, ese el de el lugar al que estoy asociado.-Le voy señalando los dibujos.- Ese el del jefe de mi jefe, para que lo entiendas. No podía permitir que nada de esto...llegase a la sociedad. No creo que recuerdes dibujarlos, pero eres capaz de reconocer tu propio estilo de dibujo ¿No?

Jacob entrecerró los ojos.

-¿Estás... estás manipulando mi memoria? ¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué...? ¡No entiendo nada!

-Dios, Jacob, te lo acabo de explicar.-Con ligera exasperación.- Relájate ¿Vale? Te sigo queriendo, pero deja el drama. Sé que es mucho para digerir, pero tienes que pensar un poco fuera del marco. No te lo tomes como algo personal ,por favor. Lo último que quiero es hacerte daño.

Voy a la cocina, mientras sigo hablando, y le traigo un vaso de agua.

-Soy un hada, tu eres alguien creativo, puedo hacer que tu creatividad se dispare si hago que entres en contacto con los sueños. Somos un gran equipo artístico, es lo mismo que pasa con Amanda.

>>Respecto a tus recuerdos, ya te lo he dicho. Te puedo enseñar mi mundo, pero en una semana, tu incredulidad natural hace que lo olvides y que rellenes el hueco con cosas... racionales, con sentido, sin colores imposibles, y trajes hechos de luz de luna. De hecho, porque eres una persona creativa, te acuerdas de eso tanto tiempo, eres muy especial. 

No se había sentado desde que esto comenzó. Paso mis manos por sus brazos, recorriendo las lineas que echaría de menos. Noto que se estremece.  

-En fin, por todo esto, solo puedo contártelo, pero no demostrártelo. Lo olvidarías todo, y te encontrarías solo en casa sin recordar lo que ha ocurrido, y lo rellenarías pensando que te he abandonado. Eso no va a ocurrir, te quiero Jacob, y si tengo la posibilidad de salvarnos, aunque creas que estoy loco, me agarraré a ese clavo ardiendo.

El tatuador dio un sorbo del vaso de agua y lo sujetó con ambas manos.

-Mira, no sé si te creo o si pienso que estás loco. No sé si quiero que te vayas ahora mismo para que dejes de rayarme la cabeza de esta manera. Si te vas a ir supongo que no puedo impedirlo, pero ten cuidado o lo que sea. No tengo ni idea de qué está pasando en realidad ni qué es lo que vas a hacer, pero me gustaría que volvieras.

-Jacob...eso es lo más tierno que podía esperar después del jarro de agua fría.- Tomo su mano izquierda, abriéndome un hueco entre sus brazos. Apoyo la mano libre en su mejilla y le beso suavemente.- Te echaré de menos. No se cuanto tardaré, pero cuando vuelva, nos curaremos los dos. Piensa en lo que te he contado, ponlo por escrito si quieres que te responda algo a mi retorno. Pero te puedo jurar, que es tan real como tu propia vida. Sobretodo, prométeme que no se lo contarás a nadie.

Cojo dos páginas de barcias y botes de diferentes tamaños, incluido uno con cuentagotas. No sabíamos en que cantidad se encontraría ese agua de la vida, ni cuanto debía ser la dosis. Era mejor ir preparado.

-Hazme un favor, y lleva esos libros a la biblioteca.

Aun tenía que llamar a mi agente para que se encargase del desfile de Navidad en caso de que no volviera a tiempo. Él podría encargarse de mandar los diseños de Amanda a Bernardette, y que todo estuviera preparado. ¿Como me había convertido en alguien con una agenda tan apretada?