Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

28. El Ensueño Profundo

Cargando editor
08/05/2013, 22:50
Silveth

Mirando con una ceja levantada la nueva forma de Calandra, no podía imaginar que podría estar tramando, ni donde se habia metido la copa que antes portaba.

-Bueno, supongo que esto hace que tengamos cuatro dosis. Yo me he comprometido para hacer entrega de la mía a un mortal. ¿Alguno de vosotros puede disponer libremente del agua recogida o todos tenéis un destinatario de la misma?

Cargando editor
08/05/2013, 22:56
Damara

Damara se sometió al abrazo común sin apenas una mueca, dándole unas palmaditas torpes a la suave superficie de la serpiente. Estaba aliviada de verlos a todos, pero no iba a dejar que nadie lo notara si podía evitarlo. Ya tenía bastante con ser consciente de las cosas que había dicho para conseguir el agua. Miró a Silveth y luego a los demás, esperando que alguien con voz hiciera las cuentas.

Cargando editor
08/05/2013, 23:12
Shyam

-Yo cumpliré con mi palabra -repondió el sidhe-. Mi copa es para el Lord.

Cargando editor
09/05/2013, 00:15
Nadim

Nadim parpadeó

¿Y ya está? Se acercó a Ashantii, mirándole estupefacto ¿Así se acaba?

Alzó la mirada hasta la fuente. De repente, parecía tan lejos...

Cargando editor
09/05/2013, 00:19
Silveth

-Has permitido que tus sentidos te engañen, y has fallado la prueba. No sé en que estarías pensando, ni que has hecho. Pero fuera lo que fuese, no deberías darle mayor importancia. Ahora todo ha terminado.

Con estas palabras recojo mis cosas y pasando por encima del cerco formado por el cuerpo de Calandra, comienzo a caminar el sendero para retornar a las tierras del otoño.

Cargando editor
09/05/2013, 00:30
Calandra

Calandra soltó un gañido lastimero que descubrió la copa que tenia enjaulada tras los colmillos y flotó alrededor de los compañeros que aún no habían emprendido la marcha. Se pegó al suelo de la ladera formando aún un círculo en torno a sus amigos, invitando a los demás a montar en su mullido lomo.

Cargando editor
09/05/2013, 00:34
Madame Van Doren

-Si no salimos de aquí en cinco minutos el entorno va a cambiar y nos vamos a perder, y entonces no habrá copas para nadie. Puedo sentirlo -dijo la pooka subiéndose la camiseta de tirantes para que no se le viera más de la cuenta. Se había olvidado de lo que era llevar ropa holgada y tenía la sensación de que todo lo que llevaba le quedaba grande. Van Doren se zafó del abrazo de Calandra al de un rato y cambió de nuevo. Las alas desaparecieron, pero ella continuó siendo una versión adolescente de si misma, solo que con unas ropas "adecuadas" según su nuevo criterio-. Además algo malo está pasando en el mundo gris, los pájaros están migrando y los edificios sangran. Lo he visto.

Dicho esto se convirtió en una pantera parlante.

-Corred, yo he de quedarme un poco más.

Cargando editor
09/05/2013, 00:55
Madame Van Doren

Cuando los otros se hubieron alejado lo suficiente, Van Doren lamió la tierra del suelo y la movió en la lengua como si fuera comida. Se sentó en sus cuartos traseros y esperó a que la magia hiciera efecto. Según las imágenes acudieron a su mente, Van Doren sintió que se hacía más y más grande, hasta el punto de que casi no cabía en el sendero.

La pooka rugió con todas sus fuerzas asegurándose de que se la oyera desde bien lejos.

-¡SILVETH! -resonó su voz de ultratumba, doble como la de la niña del exorcista, irreconocible.

Cargando editor
09/05/2013, 11:22
Narración

Ashantii se limpió las lágrimas y se irguió, hermoso y desafiante como siempre, pero sumido en una gran tristeza. Subidos en Calandra llegaron al Paso que comunicaba con el Ensueño Lejano, aunque de camino escucharon un rugido atronador de furia que parecía provenir de su espalda. Antes de cruzar, Van Doren llegó aleteando pero sana y salva, y a las preguntas acerca del ruido no contestó nada.

Al otro lado, en el Ensueño Lejano, recuperaron sus formas menos extremas y olvidaron por el camino todo lo que había ocurrido horas atrás. Sólo supieron que habían conseguido las Aguas o no. Caminaron hacia el punto de encuentro con Amelia para descubrir que el avión había sido carbonizado y que de la piloto no quedaba apenas rastro, únicamente un charco de sangre junto a los restos de metal fundido.

Al carecer de medio de transporte, tuvieron que hacer gran parte del camino a pie. Las Artes ayudaron, pero perdieron un tiempo muy valioso que podía significar demasiadas cosas.

Al cabo del tercer día, cruzaron el Paso al Ensueño Próximo. Olvidaron todo lo ocurrido en el Ensueño Lejano, Amelia, el dragón, las penalidades del camino. Alquilaron caballos en una posada del camino y galoparon hasta el lugar del que habían partido. Exhaustos y heridos, cruzaron el Rath del cementerio y aparecieron de nuevo en la Mansión del Polvo...

Cargando editor
11/05/2013, 13:14
Narración

Notas de juego

2 px para todos