Continuáis subiendo al piso superior y al entrar en él veis algo perturbador (salvo para la pobre May)
A un par de pasos junto a la entrada un constructo tiene en sus brazos a Selene. La mujer es apenas una amasijo de huesos con la piel pegada a ellos. Su cabeza cuelga mostrando una mueca horrible. Sus ojos están en blanco y su boca está muy abierta.
Por detrás del sirviente mágico se puede ver una mesa con algún resto de comida además de algún plato o vaso roto. Junto a ella hay algunos juguetes del gato y tras ella hay un armario cerrado de dos puertas.
Valerius esta con poca paciencia, y en el poco tiempo que han estado subiendo las escaleras, las ha subido de dos en dos, pasando a May, y adelantándose al llegar. Nada de lo que aparece allí, por sorprendente o mágico que se presente hara que se desvie de su cometido. Finalmente, al llegar al lugar, mostro la moneda mágica que le habia dado Marcus, y la levanto en alto.
- Soy Valerius, Aprendiz del Mago Marcus y conmigo vienen May Thorne, y Casey el elfo, tambien aprendices, y venimos a ver al mago. Dejadnos paso. –
Avanza hacia el Armario, entiendo que no hay otra puerta, y precavido no vaya a ser que el golem intente agarrarlo o similar.
May sólo avanzaba, dejando que Valerius la adelantara. Mejor, que fueran ellos delante de ella y quizás podrían lograr lo que ella no había podido. Mas poco o nada le interesaba ya ver al mago, pues sabía qué era lo que tenía que hacer. Sólo esperaba que cuando los otros dos lo comprendieran no fuera ya demasiado tarde.
La visión de Selene en los brazos del constructo le hizo apartar la mirada con impotencia. Ya nada podía hacer por ella, pero había muchos otros a quienes aún podían salvar. Esperó, inquieta, sintiendo el aire susurrarle en los oídos, su mirada atenta a donde debía estar la esfera.
Mientras Valerius avanza hacia el armario una ilusión se desvanece, mostrando otra escalera de caracol junto al mueble.
El constructo deja en el suelo a Selene, con sumo cuidado. Da la impresión de que para el sirviente está dormida y no muerta. Sin mediar ni una sola palabra se dirige hacia Valerius con el fin de atraparlo. Aunque no de una forma brusca, sino como haría un padre para agarrar por el hombro a un muchacho travieso.
Valerius se deja detener por el Golem, no tiene intención alguna de traspasarlo. Está seguro de que si lo intentase, solo sería rechazado. No sabe porque, pero es lo que el haría, por lo que se detiene y lo mira, al ver el trato cuidadoso que tiene con la mujer, entiende que no solo es un constructo, sino mas bien alguien con alguna clase de consciencia, por lo que apela a la misma.
- No es en absoluto mi deseo molestar al Maestro Marcus, Guardián. Muy seguro estoy de que requiere reposo y descanso. Pero las cosas han salido de cause, y es imperativo que me permitas pasar, de lo contrario, todo lo que ha luchado se convertirá en cenizas, y pronto la entidad que se cierne sobre este lugar vendrá a por el y ni tu ni nadie podrá detenerla. Por eso, te pido permiso y ruego que me sea concedido. –
Dejo constancia aqui de que creo que May esta poseida, quizas por la maga Mirtha, quizas por uno de los hechiceros cuyos cuerpos desaparecieron esa noche, o por algo mas.
De modo que Valerius actua como que confia en ella, pero no lo hace.
El constructo se sitúa ante Valerius y con suavidad comienza a empujarle para que retroceda hasta las escaleras por donde ha subido.
Una vez allí el sirviente se sitúa bloqueando el tramo de escaleras que permite subir a la planta superior. Tenéis bien claro que no quiere que estéis en la torre.
May se había mantenido aparte, con las manos crispadas. Por un momento llegó a pensar que quizás Casey y Valerius si lograrían convencer al constructo en dejarlos ver a Marcus, pero la muy pequeña chispa de esperanza se apagó, haciéndola negar con la cabeza.
-Se acabó el minuto.- Dijo, con la voz dura. -Ayúdenme a destruir la esfera, o apártense de mi camino.- Dijo, y nuevamente invocó el poder del aire, creando las gujas de viento cortante en sus manos.
May invoca el poder del aire y hasta las partículas de polvo se arremolinan a su alrededor.
Su furia parece acorde con el tormenta que hostiga la academia. Un relámpago cae de nuevo y el aire de llena de un hedor a carne y piel quemada. Los lamentos giran con el temporal y la biblioteca se derrumba con un sonido atronador.
Incluso la propia May se asombra. Y aunque todos os dais cuenta, ella mejor que nadie sabe que no ha provocado este desastre.
¿master puedo generar una zona de silencio para terminar con la magia que hay en la zona?
Puedes aclararme que paso, porque no fue muy descriptivo a nivel en que afecta lo ocurrido a los jugadores o la esfera.
Val observa como el constructo niega a pesar de su petición, el acceso a la torre. Se extraña, pero tal vez, se había equivocado en su impresión. Sin embargo antes de que pudiera actuar, May, o quien fuera que fuese ella, actúa de forma irracional una vez más, colocando otra piedra más en la balanza de que aquella no era la chica a la que había entregado su corazón.
Ella invoca su magia, causando tristeza en el rostro del muchacho, quien solo murmura unas palabras que no pueden ser escuchadas por nadie con todo el alboroto.
No os afecta. No lo hizo ella, es una coincidencia de efectos. El temporal sigue haciendo sus estragos fuera de la torre, además de los pnj´s que rondan por la academia.
Si, por supuesto que puedes. Con toda la magia que hay en el ambiente no te será difícil anular parte de ella, dentro de la torre.
Ah, que no ha provocado, lei que habia provocado.
Y el golem que paso? nos sigue deteniendo?
Por cierto, voy a murmurar un conjuro de repulsion muy bajo si alguien que no toca la esfera que sea yo en los proximos cinco minutos se vea empujado con fuerza a un metro de la esfera.
El golem sigue impidiendo el paso.
No hay problema con el barullo, pues hacer el conjuro y nadie se entera.
Notáis algo en el aire. Algo cambia dentro de la torre. Dejáis de oír la tormenta, pero en ningún momento ha remitido. Simplemente todo está es silencio.
El poder convocado por May se deshace. El golem y la esfera no se ven afectados.
Tu poder chisporrotea y se desvanece, pero sólo lo sabes tú.
Valerius le envía una mirada de decepcion a May, negando con la cabeza. Sea lo que sea que ha pasado, eso no es motivo para cambiar por entero su carácter y su forma de ser, como minimo. El Aprendiz observa al Golem, como buscando algo.