Administración

https://www.youtube.com/watch?v=sf-h1SRZkMk

El ascensor de acceso a este nivel no es exactamente como la inmensa mayoría del Búnker. Cualquier problema, solicitud y petición se tramita aquí cuando prefieres hablar con alguien y no con una fría terminal. Son muchos los que acuden sencillamente porque cuando los protocolos de acceso line se escribieron, nadie pensó en poner instrucciones. Tratar con una persona, esté del humor que esté, suele ser considerablemente más sencillo.

Prácticamente no se usa papel. En su lugar, todo se "imprime" sobre paneles y pantallas.

Por lo visto el espacio de almacenamiento no es un problema gracias a uno de los últimos experimentos del departamento científico, que ha generado un cerebro artificial con capacidad de aumentar su tamaño según lo requiera el volumen de datos.

Lo primero que encontrará un visitante es la amplia sala de espera, dispensadores para algo de picoteo para los casos en los que las esperas se hagan demasiado largas y algunas salas de reuniones. 

Tras las puertas y mamparas de atención al ciudadano están las verdaderas oficinas de administración, en el que se guarda una gran parte de los datos del Búnker.

Cerca de aquí, en el mismo nivel, se encuentras los investigadores e historiadores que aún hoy siguen poniendo el orden los datos de los siglos XX y XXI buscando un posible origen de la enfermedad. Desconoces cómo les irá, pero no parece que estén mas seguros de lo que hacen que hace 10 años.

Nada mas llegar, Amadeus se sentó en su mesa y como cada día, se dedicaba a su trabajo para acabarlo lo antes posible, y asi tener tiempo de buscar información sobre lo que le interesara en ese momento o simplemente planificar sus pasos.

Además tenia la entrevista con esa periodista y debia pensar cuidadosamente en lo que debia decir. Amadeus no solia conversar con sus compañeros de trabajo, solo cuando alguno de ellos le daba por entablar una conversación pero éste enseguida se las ingeniaba con alguna buena excusa para evadirse.

Asi que, simplemente trabajó, comió cuando fué la hora de comer, y siguió hasta que fuera la hora de la entrevista.

Habiendo terminado su trabajo, Amadeus puede concentrarse en buscar la información que necesita.

Primero, averiguar cuanta gente trabaja en el área de farmacología, también me interesa saber si habrá algun evento social en las próximas semanas donde acudan personas importantes, y tercero toda la información posible acerca de Sheik Ahmed, sobre todo en el tema familiar. Creo que con esto, y lo que tengo para Desmond después, será suficiente, por el momento...

La sección de Farmacología está dirigida por el Dr. Rory Carter, y tiene bajo sus órdenes a 6 personas que se encargan de la distribución, control de calidad y producción de fármacos, en su mayor parte creados a partir de materia prima vegetal que se cultiva en el propio Búnker (superficie y agroponía).

Otros materiales de origen mineral o animal están más limitados, por lo que la variedad de fármacos disminuye, por mucha tecnología química que haya en el Búnker.

Eventos especiales, hay pocos. Siempre hay voces que defienden que son sólo una pérdida de recursos, mientras que otros alegan que son necesarios para mantener la moral. 

- Cada sección tiene un día al año festivo, repartidas a lo largo del año.

- Dentro de dos semanas hay un día de paro general en conmemoración del lanzamiento.

- Todo ciudadano tiene derecho a descansar un día y medio a la semana.

La inmensa mayoría de los eventos sociales se celebran en la segunda planta, donde el espacio es considerablemente más abierto e incluso hay paneles que se abren durante el día para dejar entrar la luz solar. En esta misma planta están las aulas para los pocos infantes que hay en el búnker

Llegamos en silencio a la planta de Administración.

Hago una larga inspiración antes de salir del ascensor y me recoloco las mangas de mi camisa. Algo totalmente innecesario, pero que me reportaba cierta seguridad.

Al entrar en la sala, observo todo mi alrededor, más para encontrar algo interesante que para dar con Amadeus.

Jade se asoma tras la periodista y mira a su alrededor. 

Junto al ascensor hay un mostrador de información donde una chica de aspecto afable hace un breve gesto para llamar la atención de las recién llegadas.

- ¿Puedo ayudarla, señorita? 

-Claro.- interrumpo mi recorrido visual por la sala y me acerco a la señora. -El señor Amadeus me está esperando.- 

Miro de reojo a Jade mientras espero respuesta. Es imposible saber dónde está esta niña si no la ves, no hace ni un ruido...

-No te preocupes Penny, yo me haré cargo- dirigiendose a la secretaria con una agradable sonrisa acompañada de un guiño.

-Por favor, señorita Verme, acompáñeme.- Amadeus se inclinó levemente y mostró el camino con la mano hacia un pasillo a un lado del ascensor -pero la pequeña deberá esperar aquí- se agachó, hizo un pequeño juego de manos y sacó un caramelo de la nada para dárselo a Jade -no te preocupes, Penny cuidará de ti mientras hacemos la entrevista- y sonrió muy dulcemente.

Dicho esto, se levantó y con un gesto con la cabeza para que Dahlia le acompañara, caminó por el pasillo hasta la segunda puerta a la izquierda. -Aquí es, la sala de reuniones, por favor...- e hizo el gesto con la mano para que ella entrara primero.

Era la típica sala de reuniones, con una mesa grande, de forma rectangular y sillas a los lados, con una pantalla grande al fondo.

La aparición de Amadeus me sorprendió. Así que se llama Penny...

-De acuerdo- respondí cuando Jaggerjaques me dijo que Jade debería quedarse con la señora de administración. Qué otro remedio me quedaba. Dicho esto miré a la chica de diez años con una sonrisa que mostraba que no tenía otra opción -Tienes que quedarte aquí con Penny, ¿de acuerdo? No tardaré mucho, te lo prometo.- 

La verdad es que dejar sola a Jade no me parecía muy buena opción, pero no quedaba otra.

Asentí ante el gesto de Amadeus y le seguí a través de un pasillo. Miraba a todo mi alrededor como un niño en una tienda de golosinas, pero manteniendo la compostura al cien por cien.

Cuando llegamos a la sala donde iba a tomar lugar la entrevista, acepté el gesto de Amadeus con un -Gracias.-  y una ligera sonrisa.

La habitación no parecía nada del otro mundo, pero tampoco había necesidad de ello. Me aclaré la voz antes de tomar asiento.

-Antes de nada... muchas gracias por sacar tiempo para charlar conmigo.- evité usar la palabra entrevista.

- Muy bien, señor Jaggerjaques - Sonríe la recepcionista, antes de dirigirse a la niña, la cual asiente a Dahlia de evidente mala gana.

La última imagen antes de cerrarse la puerta de la sala de reuniones es de Penny mostrándole una pantalla táctil, probablemente para que la niña se entretuviese con algún juego.

-Es un placer, creo que la información es el bien mas preciado que tenemos aquí en el Búnquer- le dice a Dahlia mientras le acomoda una silla para que se siente -y por supuesto, admiro profundamente el trabajo que haces con el boletín.- asiente con una agradable sonrisa.

-Estoy de acuerdo con eso. "Conoce la historia si no quieres volver a repetirla..."- dije mientras tomaba asiento.

-Muchas gracias. Nací para esto, así que siempre intento hacerlo lo mejor que puedo.- le devolví la sonrisa con gusto a Amadeus -Por que ese es el pilar de nuestra supervivencia, ¿no cree? Que cada uno haga lo que mejor se le dé lo mejor que pueda.- hice una breve pausa -Compartiendo, por supuesto, los resultados conseguidos con la comunidad.- miraba directamente a los ojos a mi interlocutor, envuelta ya por completo en la conversación.

-Para eso estamos aquí, ¿no es cierto?- soltó una leve carcajada y se sentó en la silla que estaba frente al asiento de Dahlia. Se sentó con la espalda apoyada y una pierna sobre la otra.

-Como bien dices, el pilar de nuestra actual sociedad, el trabajo individual de cada persona del Búnquer, dando siempre lo mejor que tenemos cada uno, es lo que nos ayuda a crecer, pero sabes...- hizo una pausa, mirando un punto en la mesa que habia entre ambos, para después mirar fijamente a los ojos a Dahlia-... no es lo único que necesitamos, no es lo único que la gente necesita.-

Se incorporó ligeramente apoyando ambos codos sobre la mesa, tomando una posición mas natural para que Dahlia se sintiera mas cómoda.

-Leo Tolstoy, un escritor ruso, dijo una vez: "No se vive sin la fé. La fé es el conocimiento del significado de la vida humana. La fé es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo."- sonrió ligeramente -¿no crees que la gente necesita creer en algo real?¿en algo que les haga creer en un futuro mas allá de lo que actualmente creemos?- de repente hizo un gesto como de que se acababa de acordar de algo -Oh, ¿deseas tomar algo?Un café, agua,...-

Escuché atentamente a Amadeus, tenía una forma de hablar muy peculiar que me dejaba casi hipnotizada. Así que me concentré en no perder el ritmo.

-Estoy de acuerdo con el señor Tolstoy... Si una persona no tiene un objetivo o algo por lo que luchar, puede caer fácilmente en el nihilismo.- me mordí el labio inferior suavemente como pensando en algo -Citando a Nietzsche: "quien tiene algo por lo que vivir, es capaz de soportar cualquier cómo."- 

Dudé durante un segundo antes de continuar -Siendo así... ¿cuál cree que es el objetivo principal que tiene esta sociedad? ¿Por qué la gente sigue luchando en una batalla casi perdida contra tantos enemigos? Supongo que una de las tareas que usted desempeña es dar un significado a la vida dentro de este búnquer, mantener un orden... ¿no es así?"-

Termino mi pequeño monólogo sonriendo -Un café estaría bien, gracias.-

Amadeus se acercó a la maquina de café que había en la sala -Como bien dices, estamos en desventaja numérica frente a nuestro enemigo, pero no por ello quiere decir que la guerra esté ganada- hablaba mientras servia el café en una taza.

-Verás, nosotros contamos con una baza que ellos no tienen.- se acercó con la taza de café justo al lado de Dahlia, y dejó la taza sobre la mesa -Verás, te lo demostraré. Permíteme tu mano- y entonces cogió la mano de Dahlia con delicadeza, y sostuvo uno de sus dedos, el cual lo acercó lentamente al humeante café. Justo antes de tocar el café caliente, Dahlia apartó la mano, pues si no se iba a quemar -el instinto- le dijo a mirándola a los ojos bastante cerca de ella.

Se incorporó y empezó a caminar por detrás de ella lentamente y rodeando la mesa para volver a su sitio -nosotros tenemos el instinto, y las máquinas actuan por lógica, si tienen un patrón, nosotros podemos averiguar cual es- cuando llegó a su asiento, se sentó y volvió a apoyar los codos sobre la mesa -y eso me da confianza, el saber que por muchos que sean, nosotros podemos estar un paso por delante, yo tengo fé en la humanidad- apoyó la espalda en la silla -Y eso es lo que quiero transmitir a la gente del Búnquer, nuevos ideales, nuevas esperanzas... Fé, Dhalia, fé.- y sonrió muy agradablemente.

Quedé sorprendida ante la demostración de Amadeus, desde luego era muy inteligente. Quizá demasiado... 

Me limité a observar el café recién servido durante unos segundos, mientras frotaba la zona de mi mano que acababa de usar en su explicación. -Entiendo...- algo me había hecho pensar.

Continué hablando como si nada hubiese pasado -¿Cuál cree que es el objetivo del Dios Máquina? ¿Por qué está empeñado en... acabar con nosotros? Quiero decir, ¿de verdad esto ha sido simple mala, muy mala, suerte?- tenía mi vista clavada en el rostro del doctor, esta era una pregunta importante y no quería que me mintiese o contase medias verdades. Suponiendo que él supiese algo.

-Para entender la lógica del "Dios Máquina", hay que verlo como si fuera un virus- continuaba sentado en la silla con una pierna encima de la otra y gesticulando con las manos -la función de un virus es crecer, desarrollarse y expandirse allá hasta donde encuentre un límite, alimentándose y dominando todo aquello que toca- reposó las manos sobre la rodilla.

-Si lo pensamos así, añadiendo que las máquinas son I.A (Inteligencias Artificiales) podemos llegar a deducir que su comportamiento se basa en su propia lógica: expansión, dominación y, de nuevo, expansión- de repente puso un semblante algo mas serio -Por supuesto, esto no es mala suerte, es nuestra culpa. Esto no es si no un castigo al ser humano por su codicia y su arrogancia al pensar que somos mejores que nada- se relajó un poco mas.

-Pero, como te dije antes, algo bueno que nos caracteriza a los humanos es la capacidad de aprender de nuestros errores y nuestro afán de superación, el cual es la clave para seguir adelante- abrió las manos.

-¿Alguna pregunta mas?- dijo con una amable sonrisa.