Partida Rol por web

- Se le designará a alguien para que pueda acompañarle a su estancia y en una visita a las áreas principales del Búnker, por supuesto. Si no hubiese nadie más disponible, yo misma me ocuparía de ese trabajo - Por su tono algo te dice que no es su tarea más deseada en este momento.

- En cuanto al trabajo, lo usual sería que algún miembro del Consejo se hubiese desplazado hasta aquí para resolver esta cuestión, pero por lo visto hoy se encuentran ocupados. El día de hoy podrá tomárselo como libre. En cuanto a la condición social, es muy sencillo. Están los ciudadanos, personas cuya intimidad y vida está protegida y cuya labor es útil para el Búnker en un sentido o en otro, y están los no ciudadanos, personas que no son útiles. Muchos los llaman parásitos ya que no dejan de tener cobijo y comida, por consideraciones humanitarias, pero ni su vida ni su intimidad están protegidas, y créame que no quiere ser considerado como tal en un recinto cerrado como este.

Ignora deliberadamente tu pregunta sobre si tiene o no tiene pareja, pero si tu intuición no te engaña, estás seguro de haber tocado un tema doloroso ¿Un amor imposible o un desengaño reciente? Sea como sea, el muro de profesionalidad no es inquebrantable.

- Solo los ciudadanos tienen derecho a voto, para elegir regente entre los miembros del consejo, y éstos a su vez se escogen entre los mayores técnicos y personal influyente del Búnker. El consejo decide los protocolos internos, incluida las leyes por las que IVI ha de regirse - Señalando a la terminal cercana. 

-" Bueno, pues parece que tendré un día para husmear un poco el futuro que me espera. Sería agradable tener la oportunidad de que fuera usted mi guía. Pero dejaré de molestarla con mis tonterías. Imagino que lo sabe, pero mi "profesión" es ayudar a los demás, soy psicólogo. ( Una invitación a abrirse o al menos a ganar un grano de confianza). Así que puedo llegar a ser una buena compañía para un café. Se puede decir que soy un hombre que sabe escuchar, un rara avis, como ya sabrás. (Sonríe). Entonces tendré que esperar a que el consejo me asigne alguna ocupación. Por el momento, me consideraré de vacaciones.

Cuando se refiere a IVI, se trata de una IA, imagino, ¿En estos momentos nos está monitorizando?. Por que sería interesante ser consciente de "cuantos" estamos en la sala. (Lo digo con cierto grado de incomodidad). Mira Anna, entiende que para usted esto sea un trámite más, una molestia a resolver, pero deme un poco de margen. Adaptarse a esta situación no debe ser sencillo y por lo que puedo observar usted tiene sus propios problemas y lo que menos necesita es estar aguantando a un berborréico insaciable. 

Hace mucho tiempo alguien dijo: “Mientras el corazón lata, mientras la carne palpite, no me explico que un ser dotado de voluntad se deje dominar por la desesperación.” 

¿Me da un margen de confianza antes de etiquetarme?. ( Extiendo la mano con la esperanza de cerrar este pequeño trato)".-

Phileas quedó con la mano extendida hacia Anna a la espera de su respuesta.

Ella parece vacilar un instante antes de responder a tu gesto, sin embargo, cede, estrechándote la mano.

- Está bien, Phileas. Te daré el beneficio de la duda. - Entonces sus ojos vuelven andurecerse momentáneamente, como si ni ellos quisieran permitirse un momento de debilidad como ese - Solo espero que no termines siendo como Hadmud - Ese nombre te suena, vamos que si. hace años que no sabes de él, pero viendo la reacción de Anna, no te extrañaría que el muy astuto hubiese sido capaz de abrirse paso hasta aquí. Pero todo a su tiempo, ella seguía hablando.

- Y si, IVI es nuestra IA, aunque es bastante más que eso. Todas las salas están monitorizadas para captar cualquier posible peligro. Hace años tuvimos un brote de infección en el interior, y desde entonces la seguridad se redobló. Darle a ella acceso con permisos de aviso era la forma más lógica de mantener el derecho fundamental a la intimidad, sin poner en riesgo la seguridad del Búnker. Ha demostrado ser muy eficiente.

Bien, todo está listo - Dice, terminando de pulsar algo en su monitor - Ahora solo relájese. No sentirá ni que ha pasado el tiempo. 

Phileas se recuesta con una sonrisa agradable en su rostro.

Pero nada más lejos de la realidad, Hadmud... No le gustan los cabos sueltos y su nueva identidad debe ser sólida como el granito. Debería resolver ese asunto cuanto antes.

Espera que Anna acabe su trabajo, tiempo que invierte en evaluar sus planes de acción con una IA pegada al culo. Lo cuál resultaba de lo más molesto. Ahora tocaba enamorar también a IVI. No le gustaba nada la idea y por mucho que lo intentaba no conseguía quitarse de la cabeza la obra de Orwell...

-" <<Il regarda l'énorme visage. Il a fallu quarante ans pour savoir quel type de 
ce sourire était caché sous la moustache noire. Comment cruel et inutile malentendu! Quoi 
son obstination lui exilándose de ce cœur aimant! Deux larmes, 
Ils parfumés gin, glissaient le long de ses joues. Mais tout était réglé, tout 
perfection atteinte, la fin des combats. Il avait lui-même conquis 
définitivement. Il aimait grand frére.>>...Orwell que sabio eras"- Concluye con pesar.

No recuerdas haberte quedado dormido. Las palabras de George Orwell flotan aún en el límite de tu consciencia, pero no estás seguro de si sólo lo pensaste o si fue parte del sueño artificial que te ha envuelto por lo que han debido ser apenas unos minutos. 

Cuando parpadeas, un dolor sordo te recorre desde la sien hasta la coronilla, pasando por el ojo izquierdo. 

- Puede incorporarse despacio cuando se sienta seguro. En unos minutos saldremos. 

Entonces si, se acerca hasta ti con una linterna de mano, enfocándote las pupilas alternativamente para comprobar su reacción.

- ¿Cómo se encuentra? ¿Entiende lo que digo?

Solo entonces eres consciente de ello ya no está hablando en Francés. Lo reconoces como... ¿Arameo quizás? si, tiene ese tipo de entonación, aunque de alguna manera has entendido el mensaje en las palabras de ella. No sus palabras, sino lo que ha querido transmitirte. Entonces te penetra un aguijonazo de dolor desde el interior del cráneo, y te invade el impulso primitivo bañado en pánico de querer arrancar ese algo que no forma parte de ti de tu cuerpo. 

- Respire despacio. Respire. 

Te esfuerzas en centrar la vista y dolorosamente despacio la confusión pasa. En algún momento te has llevado las manos a la cabeza, apretando, y sientes los dedos engarrotados. Coges aire, dándote cuenta de que estabas reteniendo la respiración hasta hace un instante. 

- La mente reptiliana no siempre se toma como una buena noticia las manipulaciones exteriores. No se preocupe. Como le dije, la sensación se irá desvaneciendo en las próximas horas, y mañana ni se acordará. ¿Puede levantarse ahora, Phileas? ¿Se siente capaz de andar?

En este momento sientes un leve temblor desde la planta de los pies. Pasa sin más al instante siguiente. Es probable que solo fuese otra persona que no ha logrado pasar la cuarentena.

Anna mira solo un instante a la terminal. Al no recibir ningún tipo de aviso, no le da mayor importancia.

-Ese temblor, ¿Es Ivi, o algo que sucede en esta planta y deba conocer? -. Pregunta aun aturdido.

 - No tienes de qué preocuparte. Si fuese algo importante, los paneles darían instrucciones. Puede que sólo estén desbloqueando uno de los tanques de agua. Escuché que tenían que hacer reparaciones en ese nivel. 

 Pasa entonces un brazo por ti cintura, para ayudarte a dar los primeros pasos, penciendo tu mareo inicial.

- Ven, te ayudaré a salir. No quiero que te pierdas el espectáculo. Te lo has ganado.

Poco a poco, se dirigen a la entrada, donde un pequeño ascensor los recibe. Una parte de ti sonríe cuando la puerta se reabre frente a ti. Ahora si, al fin, estás dentro...

Podrían decir que en la inconsciencia hay descanso, pero no es así. Sueñas con el crujido de tus prótesis contra el suelo. La descarga eléctrica que atravesó tu espinazo fue aún peor que el resto del impacto contra el suelo. 

Duele, duele demasiado. Tanto que todas tus terminaciones chillan al unísono, atravesando todo lo que eres, todo lo que recuerdas.

- Déjenme ...ir - Te escuchas murmurar ¿Pero es tu voz? O tal vez la de algún loco? - Déjenme mo...ir... - Sientes arena en la boca. tierra, suciedad, sangre... te duele le lengua ¿Es posible que te mordieras?

En algún momento has sentido que te elevaban.

En algún momento has sentido pinzas frías que tomaban y cubrían tu cuerpo, como si de una vaina se tratase. 

En mitad de ese sueño, poco a poco, un cálido abrazo te ha invitado a relajarte, a descansar... pero cada vez que has estado a punto de perder del todo la conciencia, a dejarte caer más allá, algo te ha mantenido despierto y cercano al dolor. La inconsciencia esta ahí, al alcance de la mano, aunque algo te dice que en esa comodidad completa probablemente también esté la muerte.

Entonces, una voz. Una voz que reconoces, aunque no sabes exactamente de dónde viene. ¿Es posible que hayan conectado directamente con tu mente? o puede que solo sea un sueño... puede...

- Agente 42. Su cuerpo ha sufrido graves daños. - habla despacio, con calma. El mensaje es importante. debes elegir algo importante. - En este momento, hay dos alternativas. Una, que intentemos reparar los daños en su cuerpo y sustituyamos lo irreemplazable con prótesis. No aseguramos que la operación sea perfecta. Sentirá dolor, y pasará algún tiempo hasta que recupere sus funciones físicas. Puede ser una recuperación de meses. 

La Segunda opción es renunciar a lo que le queda de carne, y que sus datos, mente y recuerdos sean volcados en un cuerpo androide. 

La decisión que tome ahora podría ser irrebocable y cada opción tendrá consecuencias. Sabemos que no es una decisión fácil, pero el Búnker y su Objetivo aún le necesita.

Debe tomar esa decisión...

Hay un tirón. Algo te llama, apagando la escena de Jade, en la que la muchacha seguía repitiendo una lección que se proyectaba en la pared, como una lección de severa escuela.

La imagen te lleva de regreso a la zona de cuarentena. En ella, una mujer está observando una de las cabinas con preocupación. En el interior hay bastante movimiento mecánico. 

Cuando la pantalla a su lado da luz verde, ella coge el micrófono a su lado y empieza a hablar.

Soy incapaz de comprender dónde he fallado, pero al fin... la paz. La muerte se cierne sobre mí, la última liberación donde ya nada me atará.

Pero no, el Objetivo me necesita.

Escucho voces, se antojan lejanas, me piden que decida. ¿Que decida?

No basta con arrastrar mis errores. No basta con caer desde el cielo hacia el infierno, si no que además quieren que elija cuál será mi pena.

Dicen que las cucarachas pueden vivir mucho tiempo sin cabeza, pero al final mueren igualmente, irremediablemente.

Se avecina una gran batalla. Ser ser un droide implica perder la capacidad de sentir.

Yo quiero sentir. Seré preso del dolor, pero al menos seré humano.

Maldita sea... sólo quiero morir. ¿Por qué no lo entienden? Soy un soldado, una pieza reemplazable, siempre lo he sido. ¿Por qué me quieren mantener? ¿Qué planean?

¿Estarán siendo conscientes de mis pensamientos subconscientes?

No importa, la decisión está tomada.

Humano. Hasta mi último aliento.

Te cuesta sintonizar, es como tener que jugar con la rueda de una radio analógica, cuando aún habían estaciones en uso, pero al fin captas parte  lo que le están diciendo, gracias a que la mujer que está hablando a través de algún tipo de maquinaria.

No alcanzas a ver a la persona con la que habla, al otro lado de la mampara de contención.

- Agente ... Su cuerpo ha sufrido graves daños. - habla despacio, con calma.  - En este momento, hay dos alternativas. Una, que intentemos reparar los daños en su cuerpo y sustituyamos lo irreemplazable con prótesis. No aseguramos que la operación sea perfecta. Sentirá dolor, y pasará algún tiempo hasta que recupere sus funciones físicas. Sería una recuperación de meses. 

La segunda opción es renunciar a lo que le queda de carne, y que sus datos, mente y recuerdos sean volcados en un cuerpo androide. 

La decisión que tome ahora podría ser irreversible y cada opción tendrá consecuencias. Sabemos que no es una decisión fácil, pero el Búnker y su Objetivo aún le necesita.

Debe tomar esa decisión...

- Sea como quieras. Necesitarás ser fuerte. Tu estado es tan delicado que no debes dormirte, pero anestesiaremos lo que podamos.

El pinchazo te atraviesa el cuello. ¿Anestesia? más valía que te colocasen los huesos en su sitio si a cambio no te quemaban como ahora.

Tardas unos minutos en comenzar a recuperar la visión. Distingues dos formas difusas detrás de un cristal de contención. Desde el techo cuelgan brazos mecánicos que probablemente estén trabajando con tu cuerpo.

Parpadeas... y al fin distingues su rostro.

Un momento después, sabes que ese hombre ha elegido, aunque no alcanzas a escuchar una contestación física.

La segunda mujer en la sala, con aspecto de médico, se retiro, dejando a la que ha hablado y al paciente en una relativa intimidad

No me encontraba nada bien, había decidido mi sentencia y me atraviesan, me dicen lo obvio, que debo ser más fuerte. Claro, como si fuese fácil, o mi decisión. Soy como soy, mierda.

Mi visión, borrosa, comienza a aclararse lentamente, pero aún puedo sentir -quizá producto de mi turbia imaginación- dolor y fuego en mis huesos. Y tal vez producto de mi enferma mente... la veo.

Y en mis labios una media sonrisa, entre irónica y dolorida.

O he muerto... y estoy en un cielo muy extraño... o el infierno... tiene un sentido del humor... muy... macabro...

Articulo no sin dificultad. Parpadeo lentamente, tratando de aclarar mi vista. Ella debería de estar muerta. O si no, no debería de haber llegado, no ha pasado tanto tiempo ¿verdad?

- Si mantienes el sentido del humor, significa que no hay demasiados daños. Es una buena noticia, dentro de todas las que tenemos. - Sonríe. Un gesto totalmente inusual en ella. Hay incluso... algo de ternura en sus ojos. Sin embargo, un momento después suspira, y aunque no deja de haber preocupación en sus ojos, trata de ponerse en papel y hablar con seriedad.

- Cuarentaydos... siento tener que mantenerte despierto aún, pero tu misión ha estado a punto de fallar y necesitamos saber qué ha pasado. 

Por favor, transmíteme tu informe.