Partida Rol por web

- No, no puede - Interrumpe la contraria, con algo de impaciencia y resignación. - Ya te lo he dicho. Estamos sobrepasados, los sistemas no responden con la misma celeridad y en realidad a nadie le importa si esto es o no es el culpable de que nos hayan encontrado. Maldita sea, ya están aquí. 

Se detiene un instante y mira a los varones, obligándose a calmar el tono.

- Disculpad. Llevamos desde ayer con esto. Demasiadas órdenes "urgentes" y "prioritarias" se anulan entre sí, nadie se pone de acuerdo sobre por dónde empezar y ni que decir tiene que esto, para muchos, no es relevante.

Mira a Utolsó - Pero si pudieses sacar un rato entre hoy y mañana para comprobar esto, te estaré agradecida. Hace falta una segunda opinión para hacer el dichoso informe que nadie va a leer...

Hay algo de amargura en su voz, pero cambia cuando mira al subinspector.

- Y por cierto.  - Se acerca un paso hacia él - ¿Qué tal tus heridas, 42? ¿Te sientes mejor?

En ese momento, la puerta sufre otro temblor, esta vez sin que nadie la accione, y se escucha nuevamente el mensaje automático de ruptura en los altavoces de la terminal.

- Su habitáculo ha sido desconectado de la red energética principal.... Tratando de ponernos en contacto con el departamento de mantenimiento para solucionar la avería... por favor, espere... se ha desconectado la comunicación con el resto de las instalaciones. Por favor, siga las instrucciones para abrir las puertas manualmente e informar de la avería. El Consejo le agradece su comprensión y espera que pase un buen día.

Ese "algo" que sigue encerrado ha tenido que subir el volúmen para que se escuche claramente desde fuera.

Cuando abras el paquete, verás un dispositivo que parece estar compuesto por piezas de otras cosas, incluido una pequeña antena con parabólica de dos centímetros de radio para hacerla algo más unidireccional. 

Necesitarás algo de tiempo para analizarlo, pero no te cuesta nada identificarla.

Es uno de los dispositivos que usaban algunos ciudadanos para apagar las cámaras. Es tan pequeño que resulta fácil ocultarlo en pliegues de la ropa o un bolsillo. Y pensar que este cacharro es lo que te ha dado tantos dolores de cabeza estas semanas...

Nada más pasan los hombres a través de la puerta, escuchas nuevamente la voz de de la misma mujer que hace un segundo:

- Bien. Eso nos ahorrará tiempo. Rémeny, necesitamos que veas algo. 
Frecuencia en la que emite, rango de distorsión sobre otras señales y pruebas sobre los suficientes dispositivos como para conocer qué tan peligroso es lo que han creado estos locos.
¿Lo puedes tener en una hora?

Mientras habla, preparas la información que necesitas, pero la puerta sólo tiembla lanzando en alguna parte un chispazo en el mecanismo, mientras organizas lo demás. Entonces te llega la voz de una segunda mujer:

- No, no puede - Interrumpe. - Ya te lo he dicho. Estamos sobrepasados, los sistemas no responden con la misma celeridad y en realidad a nadie le importa si esto es o no es el culpable de que nos hayan encontrado. Maldita sea, ya están aquí. - hace una pausa - Disculpad. Llevamos desde ayer con esto. Demasiadas órdenes "urgentes" y "prioritarias" se anulan entre sí, nadie se pone de acuerdo sobre por dónde empezar y ni que decir tiene que esto, para muchos, no es relevante. - otra pausa - Pero si pudieses sacar un rato entre hoy y mañana para comprobar esto, te estaré agradecida. Hace falta una segunda opinión para hacer el dichoso informe que nadie va a leer... - otra pausa - Y por cierto. ¿Qué tal la silla, 42? ¿Te sientes mejor?

Entonces se lanza la locución automática, algo más alta para asegurarte de que la escuchen desde el exterior con claridad, mientras meditas dónde has escuchado la segunda voz.

_{- Su habitáculo ha sido desconectado de la red energética principal.... Tratando de ponernos en contacto con el departamento de mantenimiento para solucionar la avería... por favor, espere... se ha desconectado la comunicación con el resto de las instalaciones. Por favor, siga las instrucciones para abrir las puertas manualmente e informar de la avería. El Consejo le agradece su comprensión y espera que pase un buen día.}

Y entonces la reconoces. Escucharla desde estos micros es algo diferente que en las salas de cuarentena, y por eso has tardado en situarla. Es la "hija" androide del fallecido inspector. Rachel Ahmed.

La primera voz de mujer habla nuevamente.

- ¿Qué has liado esta vez, Fred?

La guarda desvía su atención hacia la locución de la habitación y termina por enarcar una ceja, casi burlona, hacia el técnico.

-  ¿Qué has liado esta vez, Fred? 

Alguien con suficiente empatía sentiría que hay más familiaridad entre ambos de la que aparentan.

Sin poder hacer nada más que tratar de cerrar la puerta, Grend sigue concentrandose en ella. Sobretodo ahora que la otra "androide" está afuera. No puede dejar que salgan. Y como no puede salir la única opción es que conecten la energia a la sala. Por lo que tiene que insistir.

Vaya, al fin algo que me apetecía ver. Y oír.

Bromeo con media sonrisa pese a mi estado, al ver a ambas mujeres cerca. Sin embargo callo y dejo que hablen todo lo que tienen que decir.

Estoy bien, gracias. Me recuperaré, siempre lo hago. ¿Y tú... Rachel?

La pregunta podría sonar a un puro formalismo, pero en verdad estoy preocupado por ella. Miro hacia el interior cuando escucho el repetido mensaje. Pongo los ojos en blanco, sin embargo, en cuanto medio incriminan a mi compañero me apresuro a intervenir.

En verdad... tenemos al hacker... al breaker, posible siervo del dios máquina y culpable de la actual situación. Fred ha sido sublime encerrándolo. Preciso unos minutos más de ambos para encerrar el programa en un dispositivo aislado para prevenir daños mayores... antes de que se agote del todo la energía y perdamos nuestro único rastro.

Las miro a ambas alternativamente.

Y hay más cosas que me gustaría hablar con ambas... Pero parece que hay otras prioridades en este instante.

Mi mente iba mas lenta de lo acostumbrado, había tantos frentes abiertos como posibilidades y acciones que realizar; como decidir la prioridad de cada una si todas parecían de urgencia. Con este pensamiento mecánico en la cabeza, Fred me saco de mi encierro personal y salí en busca de la voz que requería mi atención.

Ambas mujeres eran conocidas para mi, curiosamente clave mi mirada sin poder evitarlo, en la hija del inspector analizando con la mirada su anatomía y gestos. Después simplemente extendí la mano para recoger lo que se me ofrecía.

Las mujeres discutían sobre mis capacidades, antes incluso de poder mirar lo que me habían entregado.
-Bueno, primero veamos que me habéis traído. -Sin miedo a tener que ocultar nada, abrí el paquete y observe con curiosidad lo que contenía, incluso sentí el impulso de sonreír, pero mi cara rara vez mostraba gestos espontáneos.

-Puedo saber, ¿Donde o de quien habéis conseguido el dispositivo de inhibición? -Pregunte a tener por fin uno entre sus manos. -Mira Fred, es uno de los aparatos que vimos en la sala de seguridad, aquello que usaban para apagar las cámaras. -Ofrecí el aparato, sin desprenderme de él, a la vista del mecánico antes de seguir hablando con las mujeres, pero la voz mecánica de aviso de fallo le recordó algo mas importante.

-Estoy deseando echarle un vistazo a esto. Pero antes tengo otra prioridad. -Giro completamente hacia la silla del tullido -42 es imperativo conseguir un recipiente adecuado para él, deberíamos darnos prisa, ayudarme con las prioridades y los permisos y el resto podría ocuparme personalmente, pero creo que en esta ocasión tu rango es mas adecuado que el mio para agilizar las cosas. -Esperaba que el nuevo inspector, comprendiera de que estaba hablando ya que no deseaba dar muchas mas explicaciones, no con una de las mujeres presentes ya parecía suficientemente alterada.

-Es peligroso, aun encerrado es capaz de mucho mas de lo que los demás pueden creer. Conectarme directamente es un peligro en potencia, si tengo intencion de ir en busca de la burbuja, no puedo dejar que algo ponga en peligro todo aquello. Pero es un sujeto muy interesante y puede que tenga respuesta que el ni siquiera sepa. Si, debemos darle prioridad.

-Miguel me hablo de ella, pero no menciono nada de lo que dice el sujeto, ¿Sera cierto? Sus gestos no parecen fingidos, cuanto porcentaje de humana le debe quedar... Debo contactar con Miguel, saber si el puede contestarme a estas preguntas y buscar gente a quien le interese el plan inicial de este bunker.
Todo se cae como una torre de naipes es momento de volver a actuar. Espera...

Examinas la forma de Raquel con detenimiento, queriendo valorar por ti mismo qué tanto de humana debe tener. No es que seas un tecnofobico, al fin y al cabo tú mismo tienes varios implantes que te ayudan en el día a día, pero pesan muchas acusaciones sobre ella y es mejor tener la mejor información posible.

Lo primero de lo que te das cuenta es que, sintética o no, toda su piel y músculos es natural. Su centro corporal muestra una temperatura que no destaca y respira.
Lo que sí está fuera de lugar es la temperatura de su cráneo, en el que casi se puede adivinar que su centro neurólogo no sea tan natural.
Mente mecánica, cuerpo humano. Eso es un porcentaje pequeño como para llamar a alguien androide.

Lo que no sabes es si conservará las hormonas o sus demostraciones emocionales están programadas para hacerla sentir más humana. Ninguna de esas opciones es negativa en sí misma.

PD: Probablemente en este momento la manera más rápida de contactar con Miguel sea mandarle un email. Aunque es casi seguro que esté en el puesto de trabajo de ambos, si se ha presentado. Es su turno.

Fue un alivio que saliesen los dos rezagados que se tomaron su tiempo para salir. De esa forma ya puede dejar la dichosa puerta con sus malditos muelles. No supe si aquel temblor fue una especie de advertencia, en cualquier caso ya lo dejé estar para dedicarme a enterarme el motivo del porqué aquellas dos habían venido a ver al técnico. Lógicamente no sería para una cita. Seguro.

La otra mujer, la que acompañó a Deborah hasta nosotros no era ni más ni menos que la hija del inspector, ya fallecido. Alguno de sus movimientos me parecieron artificiales, sin embargo, a esas alturas ya tenía bastante experiencia en tratar con androides, o robots que piensan como personas, personas por fuera y metal por dentro....yo qué sé. Me daba lo mismo.

Imagino que todo es un puto caos. Habrá que actuar por nuestra cuenta, otra vez. - Mascullé tan malhumorado como siempre. Se suponía que tener un cierto reglamente facilitaría las cosas, no lo contrario. Especialmente en un búnquer con tecnología punta concretamente. ¡Maldita sea!

El sonido de la grabación fue más alto que antes, sin duda alguna estratagema por parte del susodicho. ¿Es qué no podía quedarse encerrado sin hacer nada? No, otra molestia más. Como si no hubiésemos tenido suficientes. Miré molesto a través de aquella puerta.

Por otra parte la teniente se percató de que ahí dentro pasó algo y que yo fui responsable, como no. - Una rata que se ha colado, ya sabes, entre unas cosas y otras acabó encerrada. - Fue toda mi contestación a su pregunta capciosa. - Solo cumplí órdenes, aunque si digo que no he disfrutado, mentiría. - Añadí de forma burlona con un esbozo de sonrisa llena de malicia. Me conocía lo suficiente para saber que enfadarme nunca salían las bien....hacia al otro.

Una pena que no hubieses estado, a puesto 5 chupitos de licor del bueno a que serías incapaz de escuchar más de 30 segundos algunas de sus lindezas sin convertirlo en un colador pixelado. - Le dije en plan vacilón. Hubiese disfrutado como un enano ver la escena. Puede que hasta ponerme cachondo y todo, quien sabe.

Bromas aparte, ya tocaba ponerse serio. - ¿Qué os trae por aquí? - Mi pregunta fue respondida cuando la hija del inspector enseñó un artefacto a Utolsó que hizo mis ojos clavarse con curiosidad. - ¿Y esto? - Cuando el técnico me lo enseñó más y dijo lo que era, intenté hacer memoria por si había visto ese cacharro antes, concretamente cuando me pidieron analizar unas piezas sueltas. ¿Podría ser lo mismo? Me quedé pensando en ello.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la estúpida sugerencia de buscar una jaula para ese cretino. - ¿En serio? Como digáis. Lo ideal sería destruir todas las posibles copias salvo una, de esa forma lo tendríamos mejor controlado. Si hay más, a saber que podría estar haciendo, pero ya hemos comprobado que nada bueno. Estupidez y capacidad hacen un combo muy dañino, demasiado. - Comenté fastidiado.

Entonces, ¿primero nos encargamos de ese maldito bug con ganas de tocarnos las pelotas y luego miramos el artilugio? - Pregunté a los presentes para tener clara el orden de prioridades.

Giras entre las manos el artefacto, recordando el trabajo que hiciste en los talleres junto a aquella mujer que tanto te exasperaba. Recordar que falleció te deja un sabor agridulce en un instante. Pero te concentras. No están todas, pero sí reconoces con claridad una de las más importantes: el disparador. Una pieza que investigó Maxinne.

Carga energía, condensa y dispara. Ahora tiene acoplado un emisor y una pequeña parabólica de dos centímetros de radio, para que la señal sea unidireccional. Eso logra que gane en potencia y alcance, aunque requerirá más precisión al apuntar.

Añadido a eso se pueden identificar algunos tornillos y piezas sin utilidad aparente que también estaban en aquella mesa, aunque no tienen mayor utilidad. 

Necesitarías un rato para saber exactamente qué tiene a nivel mecánico, pero habiéndolos visto ya en acción probablemente no haga ni falta.

Es tan ligero que se puede ocultar con facilidad en un bolsillo o pliegue de ropa.

Cuando 42 le pregunta por cómo está, Raquel esboza una media-sonrisa temblorosa - Bien - Responde escuetamente. No lo está.

Entonces atiende a Utolsó por un instante para responderle sobre el dispositivo de emisión.  - Se le cayó a alguien ayer en los altercados de la sala del Nostromo, en mitad de un forcejeo. Las cámaras no llegaron a captarlo bien por la cantidad de gente que había en ese momento, por lo que no hemos podido interrogar a nadie. a ese respecto. - Déborah asiente sin más, corroborándolo.

Entonces hace una pausa, mientras el trío intercambia algunas palabras entre sí y asiente a las últimas palabras que le dirige 42.

- Si, ya me imagino que querrás preguntarme cosas.

¿Dónde quieres que nos veamos más tarde?

- ¿De verdad este mendrugo ha hecho algo a derechas? cuesta creerlo - No hay verdadera pulla en su voz cuando responde a las alabanzas de 42.

Después recupera la pose rígida cuando los hombres explican qué es lo que hay encerrado dentro, sin perder un detalle.

- Si lo que dicen es cierto, lo mejor es que yo me quede aquí. A algún técnico podría apetecerle pasar a hacer su trabajo - Mira de reojo a Frederick - Aunque si fuera alguien de carne y hueso, no prometería nada sobre la cantidad de dientes que le queden al regresar.  - Bufa, probablemente porque siendo un mero programa, no está a su alcance.

- Y si, concuerdo en el orden de prioridades. Así que largo. 

Duditativa, responde a la guarda

- Pero aún estamos en alerta. Nadie debería quedarse solo - Mira a los tres hombres - Porque entiendo que hay que actuar rápido.

Desde el exterior te siguen llegando las voces de tus captores y las dos mujeres con las que se han encontrado.

Nada más cruzar la puerta, 42 ha saludado: - Vaya, al fin algo que me apetecía ver. Y oír.

Cuando ofrecen ese "algo" a Utolsó, éste responde: -Bueno, primero veamos que me habéis traído. 

Frederick masculla - Imagino que todo es un puto caos. Habrá que actuar por nuestra cuenta, otra vez. 

Raquel expresa algo de preocupación por el estado de salud de 42, a lo que él responde: Estoy bien, gracias. Me recuperaré, siempre lo hago. ¿Y tú... Rachel?

La aludida responde con un escueto "Bien" en tono bajo.

Entonces se escucha la locución, momento en el que la primera voz de mujer  salta con una pulla - ¿Qué has liado esta vez, Fred?

42 se apresura a explicar la situación y defender la actuación de Frederick - En verdad... tenemos al hacker... al breaker, posible siervo del dios máquina y culpable de la actual situación. Fred ha sido sublime encerrándolo. 

La primera mujer bromea, refiriéndose a Frederick - ¿De verdad este mendrugo ha hecho algo a derechas? cuesta creerlo.

Como para dar crédito a la azaña, el nombrado remarca - Una rata que se ha colado, ya sabes, entre unas cosas y otras acabó encerrada. Solo cumplí órdenes, aunque si digo que no he disfrutado, mentiría. Una pena que no hubieses estado, apuesto 5 chupitos de licor del bueno a que serías incapaz de escuchar más de 30 segundos algunas de sus lindezas sin convertirlo en un colador pixelado. ¿Y qué os trae por aquí? - hace una pausa - ¿Y esto?

Utolsó ha estado unos momentos sin decir nada, y pregunta entonces -Puedo saber, ¿Donde o de quien habéis conseguido el dispositivo de inhibición?

Rachel toma la palabra para responder a esto - Se le cayó a alguien ayer en los altercados de la sala del Nostromo, en mitad de un forcejeo. Las cámaras no llegaron a captarlo bien por la cantidad de gente que había en ese momento, por lo que no hemos podido interrogar a nadie a ese respecto. 

Utolsó parece haber tenido tiempo para dar un vistazo a lo que le han traído - Mira Fred, es uno de los aparatos que vimos en la sala de seguridad, aquello que usaban para apagar las cámaras.

Algunos ruidos de algo pasando de manos.

Un momento después, Utolsó retoma la palabra - Estoy deseando echarle un vistazo a esto. Pero antes tengo otra prioridad. - pausa - 42, es imperativo conseguir un recipiente adecuado para él, deberíamos darnos prisa, ayudarme con las prioridades y los permisos y el resto podría ocuparme personalmente, pero creo que en esta ocasión tu rango es mas adecuado que el mio para agilizar las cosas.

El subinspector reafirma la propuesta de Utolsó - Por supuesto. Precisaré unos minutos más de ambos para encerrar el programa en un dispositivo aislado para prevenir daños mayores... antes de que se agote del todo la energía y perdamos nuestro único rastro.

Frederick agrega - ¿En serio? Como digáis. Lo ideal sería destruir todas las posibles copias salvo una, de esa forma lo tendríamos mejor controlado. Si hay más, a saber que podría estar haciendo, pero ya hemos comprobado que nada bueno. Estupidez y capacidad hacen un combo muy dañino, demasiado. 

Tras escuchar las explicaciones y urgencia de los tres hombres, la desconocida interviene - Si lo que dicen es cierto, lo mejor es que yo me quede aquí. A algún técnico podría apetecerle pasar a hacer su trabajo - pausa - Aunque si el capturado fuera alguien de carne y hueso, no prometería nada sobre la cantidad de dientes que le queden al regresar.

Finalmente 42 añade - Y hay más cosas que me gustaría hablar con ambas... Pero parece que hay otras prioridades en este instante.

Toma nuevamente la palabra Raquel: - Si, ya me imagino que querrás preguntarme cosas. ¿Dónde quieres que nos veamos más tarde?

Para resumir, Frederick agrega - Entonces, ¿Primero nos encargamos de ese maldito bug con ganas de tocarnos las pelotas y luego miramos el artilugio? 

La desconocida responde a la pregunta de Frederick - Concuerdo en el orden de prioridades. Así que largo. 

Y Raquel finaliza, dudutativa - Pero aún estamos en alerta. Nadie debería quedarse solo - pausa - Porque entiendo que hay que actuar rápido.

Grend escuchó la conversación. Y no le apetecia nada que 42 o la otra cosa que se hacía pasar por persona le pillara. De hecho prefería morir antes de eso. No es que fuera una idea que le gustase, pero no veía otra salida.

Trató de cerrar una vez más la puerta, en esta ocasión para que no entrasen, y lo potenció todo lo que pudo. Si se quedaba sin energia y moría pues eso que les quitaba a ellos.