Partida Rol por web

La puerta se abre sin problemas lo que es un alivio para Nick y Crono.

En el pasillo que se extiende ante Nick sí que hay luz y desde su posición puede ver al mayordomo caminar con paso lento mientras sostiene la lámpara en su mano. A su lado va una figura femenina.

¿Será alguna de vuestras compañeras?

El mayordomo no paró de caminar. Dentro de su lento paso se vislumbraba cierta prisa.

- Sir Gawain se lo explicará a todos. No me está permitido hablar. Solo guiar.

El sonido de las llaves chocando en la cadera del anciano era el único sonido que Temperance escuchaba.

El pasillo era largo y extenso. En los laterales se encontraban armaduras sosteniendo una espada con el filo hacia abajo, bancos dispersos y algún que otro cuadro. Pero nada más.

- Solo espero que esta vez sea la definitiva.

Escuché lo que nos querían contar con la esperanza de que se tratase de una broma, pero el vídeo documentaba bastante la realidad.

Jennifer quería averiguar la verdad y no sé si sería por acción del alcohol o porque realmente quería apoyarla en vez de salir corriendo como un cobarde que es lo que mis piernas me instaban hacer, pero decidí apoyarla.

- Estoy de acuerdo. Me escama todo esto.- estoy rodeado de hermosas mujeres y aún así no me siento en mi salsa. Hay que solucionar esto ya.- ¿Quién más se une? ¿Y por dónde empezamos?

Respigó la nariz, al escuchar el  nombre de quién la esperaba, y eso hizo que dejara de caminar al mismo paso del hombre, pestañeando desconcertada porque su irrupción ilegal en ese lugar al parecer era esperada, por alguien que ostentaba nada más ni nada menos que el título de "Sir" que hacía asumir que era el dueño del castillo y también, la victima o protagonista de la bendita leyenda que nadie le quiso contar, sólo una mujer que le dijo "Si desea saber lo que ha pasado, vaya, pero  aténgase a las consecuencias". Y eso había hecho. y ahora realmente se estaba sintiendo como la protagonista de sus propios libros. 

Así, que intentó tomar más atención, los detalles eran importantes, le daba vivídez al relato, lo hacía auténtico y único, lo hacía un éxito en ventas, pero la escritora ya estaba quedando rezagada y apuró el paso para poder quedar al mismo paso del anciano que parecía caminar bastante rápido, aun ritmo marcado por el vaivén de sus llaves chocando contra su muslo.

- no seguiré con mi interrogatorio, ya veo que no me dirá nada - protesta, pero es más bien una resignación, el hombre de porte inglés tendría los mismos códigos de conducta de todos los mayordomos, esa lealtad de sirvo que tenía para con su señor - sólo... siento haberme colado - resopla como una niña atrapada, ya se tendría que disculpar con el señor de la casa, al mismo tiempo que pedía explicaciones. Se toco el hombro, le dolía,  seguramente había caído sobre él, pudieron por lo menos dejarla en la cama y no tendida en el suelo ¿o no?.

¿De dónde les ha salido de repente este afán de héroes? De verdad que le costaba seguir los cambios repentinos de toda esa gente que a ratos querían irse y luego querían investigar. Mejor para mí, no es que le disgustara pero no los entendía. aunque por las botellas de whisky estaba claro que contaban con ayuda extra.

- Claro, me parece bien, pero antes tendríamos que buscar a Nick y el otro... Crono o entrar en su habitación, no vaya a ser que les haya pasado algo - recordó que antes habían oído una puerta. ¿Estarían en el baño? Sacó de nuevo la grabadora -. "Prueba B: en las fotos que he ido tomando durante mi estancia aquí aparece un monje, en todas ellas, a pesar de que cuando las he mirado antes no estaba. Esta es una prueba bastante absoluta de la presencia de espíritus en este lugar. ¿Serán malignos y no descansarán hasta asesinar a todos los que pisan este castillo? Y si ese es el caso, ¿cuál es el papel de Sir Gawain en todo esto? Y el del mayordomo rarito, ya que estamos".

Sin decir nada más sacó la cámara de vídeo de su bolso y empezó a grabar, enfocando a todas partes.

- ¿Y bien? Dónde les buscamos primero, ¿en su habitación o en el baño?

Una vez enseñadas las pruebas, parecen estar entusiasmados o enfadados, no lo puedo diferenciar bien con toda la peste a whisky que echan, pero el caso es que quieren ponerse en marcha y eso es bueno.

- Creo que deberíamos de mirar en su habitación. Ahora mismo, no me parece una buena idea que estemos desperdigados por éste lugar hasta que no sepamos qué está pasando -miro a mis ebrios compañeros. Está claro que ahora debemos de cuidar de ellos. Aún así espero que puedan pensar mínimamente para recordar dónde está la habitación de Nick y Crono- ¿Sabeis en qué habitación están?

Retomo los libros y recupero el teléfono móvil de Alex para volverlo a guardar. Debemos de encontrar a esos dos y también el portátil. No sé si la batería del móvil aguantará mucho más.

Crono estaba perdido en sus pensamientos. El agua acariciando su piel hizo que se tranquilizara más aún después del abrazo con Nick. Realmente, si no hubiera sido porque las luces se apagaron de pronto y sin previo aviso, hubiera sido un baño realmente relajante.

El chaval cerró los ojos y metió la cabeza un poco en el agua. Era la reacción de la avestruz, si hay algún tipo de peligro, o de situación que te ponga nervioso mejor desaparecer de ahí, aunque desaparecer signifique simplemente esconder la cabeza fuera de la vista.

Mas sólo duró unos segundos, ante lo patético de lo que estaba haciendo reaccionó con cabeza. Escuchó a Nick salir del baño, tan alterado como él. De hecho escuchó su nombre en voz alta, al que contestó con un simple.

-Estoy aquí... ¿Qué ha pasado?

Miró a su alrededor, sin conseguir nada, obviamente. Mas había algo constante, algo que le mantenía allí y no hacía que entrara en un pánico que no llevaría a nada.

Tic Tac Tic Tac

El sonido de su amado compañero seguía allí, marcando que el tiempo no se había detenido que las leyes físicas, o al menos esa, seguían inalteradas. Sin embargo era extraña aquella desaparición repentina de las velas, o al menos de su luz.

Crono cogió la toalla, y buscó a tientas su teléfono para poder iluminar su camino. Pero no estaba allí, o al menos no lo encontraba, así que decidió seguir a su compañero en su misión de abrir la puerta. Al menos si fuera había luz podría iluminar el interior e investigar el porqué de aquel súbito apagón.

Una vez Nick abrió la puerta Crono se dio cuenta de que ambos habían hecho lo mismo, una toalla y salir andando. Aquel cuerpo húmedo, con gotas lamiendo sus facciones, y tapado únicamente con una toalla colocada a toda prisa hizo que el chiquillo se detuviera un momento a tragar saliva. El carmesí tintó un segundo sus mejillas, mas la situación no era para ponerse a pensar en lo que estaba viendo, sino que tenía que salir de allí o descubrir lo que había pasado... bueno, realmente lo que quería hacer era avisar a alguien de que las velas se habían apagado de pronto sin ningún rastro de corriente.

Se quedó tras Nick cuando vio a la pareja andando por el pasillo. Ni quería salir primero, ni estaba seguro de que supiera qué decir.

-¿Le preguntamos al mayordomo por lo que ha pasado?

Susurró sin embargo.

Me estaba asustando a lo que decía Abie no sabía si tomármelo en serio o a broma, pero estaba claro que estábamos en un castillo de la edad media, podría haber ocurrido cosas durante todo este tiempo, y ya viendo lo que paso la sombras etc. No sabía que pensar. Estaba en un estado de shock  al escuchar el movil de ese tal Alex que nos demostro Abie, de dos personas que están en esa misma habitación, le cogí la botella a Gabriel y pegue un trago, aunque el whisky no me gustara, pero quería saber si era real o no.

Les dije  a todos lo que estaban presente con voz temblorosa. –Es est esto es verdad lo que estáis diciendo, porque estoy un poco acojonada. Trague saliva y continúe, pero si es así podemos ir todos a buscar alguna solución haber si es vedad que hay sombra y esas voces era de uno de los que convivieron en este castillo, o es una tomadura del pelo del señor robusto de este castillo.
Escuche a Irina diciendo si sabían dónde estaba la habitación de Nick y de crono, y le dije. –Creo que la habitación de ellos está cerca de la vuestra Irina.

- Yo sé dónde están - digo respondiendo a Irina y pasando entre la gente hasta alcanzar la puerta. Ser los últimos a la hora de asignar las habitaciones tiene que tener sus ventajas.

Me retiro hacia atrás el pelo nerviosa mientras espero alguna reacción por parte de alguno de los presentes. Perder tanto tiempo en diálogos y en ponerse de acuerdo me estresaba. Estoy apunto de seguir hablando cuando veo a Jessica darle un trago a la botella de whisky. - Madre.... cómo está el personal - pienso. La verdad, después de sus constantes negativas a unirse a nuestra particular 'fiesta' eso solo podía significar que no había digerido del todo bien la información traída por Irina y Abie.

Carraspeo mi voz para asegurarme de que sale segura. - Tranquila Jessica, que esto lo dejamos zanjado esta noche. Bien - continuo mirando al resto, - ¿vamos?

Nada más abrir la puerta escucho a Crono detrás, pero no le presto mayor atención, ya que estoy intentando descubrir quien se acerca. Consigo identificar al mayordomo escuálido y una silueta de mujer. La imagen da verdadero miedo, pero intento mantener la calma. Seguro que hay una explicación lógica para lo de las velas...

De pronto Crono me susurra y entonces me giro y veo que él también ha decidido salir con la toalla como única prenda, seguramente por miedo, como yo. No puedo evitar volver a fijarme en la cicatriz. Una operación tan seria como esa tan joven... Este chico guarda mucho dentro-pienso, con algo de pena. No me paro en la cicatriz porque no quiero que se sienta incómodo de nuevo. Ver a Crono al lado me tranquiliza y decido aparentar más confiado de lo que en realidad me siento.

-Te queda bien ese modelito, jaja, deberías ponértelo más a menudo.-En realidad el chico no está nada mal-Vamos a hablar con el mayordomo, aunque creo que ya ha ido una de nuestras chicas a comentarle el problema.

Dicho esto me coloco más fuerte la toalla a la cintura para que no se me caiga y salgo al pasillo hacia donde se encuentran las dos figuras. Voy lento, observando a las dos personas que vienen en mi dirección.-Hola! perdone, pero nos hemos quedado sin luz en el baño. Podría decirnos donde podemos encontrar algún encendedor o algo?

Temperance iba caminando al lado del mayordomo a lo largo del pasillo, intentando excusarse por su intromisión mientras el anciano hombre iba preocupado en otra cosa y pareció que ni siquiera le escuchase.

En ese entonces, para romper el silencio, la voz de un joven se dirigió al mayordomo por detrás. Al girarse Temperance observó que se trataba de dos chicos jóvenes vestidos tan solo con una toalla sujeta a la cintura. El que parece más joven de los dos cuenta con una cicatriz en el pecho que no pasa para nada desapercibida.

El anciano, sin pararse, responde escuetamente a Nick:

- No os alejéis. Vamos, el tiempo se acaba.

La mujer no es ninguna de las conocidas durante la cena.

La cara del chico expresaba tan bien su desconcierto ante la respuesta del mayordomo que no fue necesario explicar nada más. ¿Que el tiempo se acababa? Si hubiera dicho que estaban llegando tarde hubiera sido mucho más tranquilizador. Pero ese aire cadavérico, esa respuesta escueta e inconcluyente, sumado al suceso que acababa de acontecer en el baño hicieron que Crono ya no supiera qué esperar.

Su cuerpo goteaba y las huellas de sus plantas marcaban el camino que había recorrido hasta llegar al estirado asistente. Miraba a Nick, y rápidamente cambiaba la vista para mirar a aquella nueva... ¿inquilina? Ya no tenía ni idea de lo que esperar, ni de lo que estaba viendo, y ni siquiera se atrevió a preguntar. No en vano, Nick era el que tenía la voz cantante entre ellos dos. Él era sólo el chico tímido que iba detrás, el chico con un reloj en la mano, el chico que agarraba su toalla para que no terminara de caerse, pues con las prisas y la oscuridad la había anudado mal. Nada más.

Pues toda aquella situación le hacía sentirse cada vez más pequeño, más indefenso. Cada acontecimiento en aquel castillo era más extraño que el anterior, y encima no llevarían apenas una hora allí. Comenzó a plantearse de nuevo si había sido una buena idea, si conocer el interior de tamaña belleza arquitectónica realmente merecía la pena.

Su arritmiado corazón, en ese momento, opinaba lo contrario.

La escritora pestañeo unas cuantas veces al girarse y ver a los dos hombres vestidos con tan sólo una toalla, y sus cuerpos aún mojados, Temperance  estaba pasmada, nunca imaginó que aquel castillo fuese un sitio así.. pero si ella o era amante de las novelas de BDSM! de hecho las detestaba, pero ver  a esos dos chicos ahí desnudos, claro que la primer idea que se le pasó por la cabeza era que aquel sitio era una casa de remolienda , pero veamos, se dijo Temperance, esos chicos tenían una cara.. y unos cuerpos... vaya que cuerpos, la chica no tuvo mayor disimulo para observalos de pies a cabeza, además no estaban vestidos y estaban en un pasillo sujetando con pudor sus toallas a su cinturas estrechas, así que ella, como cualquier buen ladrón, aprovechaba la oportunidad, después de todo, "la ocasión hace al ladrón". 

En fin, Temperance debió volver rápidamente a sus pensamientos, hilarlos, claro que ese lugar no era un puterío pensó suciamente primero, la cara de los chicos, su sorpresa y hasta el pudor en uno de ellos, en especial en el chico con la cicatriz en su pecho, debió ser un accidente terrible seguramente... pero bueno, parecía que habían  salido muy rápido de la bañera ¿se estrían bañando juntos? ¿eran Gays!?! pero Dios porqué haces esooo porque le das pan al que no tiene dientes, ambos estaban demasiado... Temperance volvió de su errático pensamiento - cabe destacar que todo esto pasaba muy rápido en la cabeza de ella, incluso simultáneamente las ideas- y volvió su vista hacia el mayordomo.

- eh... pero no deberían vestirse los chicos.... ¿o realmente queda demasiado poco tiempo? - en verdad quería saber que estaba pasando en esa casa, pero con esos dos bombones en bolas y a merced de cualquier "accidente" que les sacar sus toallas, su concentración se vería mermada y realmente estaba ahí para resolver dudas, era su mayor objetivo. Vade retro Satanás..se dijo mentalmente, dejando de mirar a los hombres, pero no negaría que eso sería una buena anécdota para un posible libro, Charlortte Point sufriría los embates de su propia lujuria.

No entiendo la actitud del mayordomo. No me responde a mi pregunta, sencillamente nos dice que no hay tiempo y que no nos separemos! Está claro que algo está pasando. La cena, el incidente en la ducha y el misterioso mayordomo... Mientras sigo al grupo tomo aire profundamente para relajarme y tratar con aquel hombre tan parco en palabras y tan misterioso.

Pero antes de que pueda decir nada la mujer habla y mi atención se centra en ella. No es ninguna de las chicas de la cena. De echo ni siquiera es pelirroja. Es una mujer morena, muy atractiva, con unos ojos claros muy penetrantes. Le miro y observo como cuenta cada una de las gotas de nuestros cuerpos. Eso me divierte, sobre todo porque Crono se está tapando como buenamente puede por no haberse puesto bien la toalla antes de salir al pasillo. Sonrío y apoyo el comentario de la mujer.

-Podemos ir al menos a nuestras habitaciones antes para ponernos algo encima, verdad?-Pregunto al mayordomo. No creo que nos haga hacer la visita en toalla. De echo, puede que Gawain se sienta ofendido.

Con las prisas, la tensión y mis pintas se me había olvidado presentarme a la mujer que llega con el mayordomo. Le dedico mi característica sonrisa y la saludo. -Buenas noches. Soy Nick y este es Crono.

En medio de la oscuridad y tan solo con la pequeña llama de la vela como luz, Nick, Temperance y el joven Crono se encaminaron  por los pasillos acompañando al mayordomo que no respondía ninguna de sus preguntas y que tan solo les instaba a que lo siguieran cuanto antes sin alejarse de la luz.

Recorrieron los oscuros pasillos hasta encontrar al fondo las habitaciones iluminadas.

Mientras tanto, los otros cinco compañeros, que habían estado manteniendo una importante conversación y que ya parecían dispuestos a salir a invetigar de una vez por todas, se encuentran, justo antes de salir por la puerta con el mayordomo, Nick, Crono y una mujer a la que no habíais visto antes. Nick y Crono van vestidos tan solo con una toalla rodeando su cintura. El más joven de los dos, algo avergonzado, está encogido y se tapa el pecho con los brazos.

Mayordomo:- Rápido, hay que bajar antes de que las sombras se adueñen del lugar.

Tras esas palabras el mayordomo empieza a caminar en dirección a la escalera principal.

Cargada con los libros, me dirijo a la puerta para aclarar todo éste asunto cuando de repente nos cruzamos con el resto y alguien más. El mayordomo nos insta a seguirle y no espera a nadie. Echo una mirada al resto y me encojo de hombros.

- Prefiero que "esas sombras" no me atrapen -y echo a andar tras el mayordomo. Echo una mirada a los dos muchachos y a la chica que les acompaña, malpensando, obviamente, de su situación. "Y parecían tímidos..." pienso divertida mientras sonrío, siguiendo al imparable mayordomo.

Debido a las prisas y la tensión ni siquiera saludo a mis compañeros. El mayordomo no da señales de parar a darnos tiempo a vestirnos así que voy como una bala hacia mi habitación. -No pienso pasearme así por el castillo.-Les digo a todos y en especial a Crono, ya que está en las mismas condiciones que yo.-Voy a por ropa, te vienes?

Entro en la habitación y cojo una camiseta, ropa interior y unos pantalones. Me los pongo lo más rápido que pedo y paso a calzarme. Justo cuando iba a salir de la habitación me acuerdo de la cámara. Estaba en la cama de Crono. Me doy la vuelta, la cojo, así como el móvil y mi colgante. Después salgo apresuradamente de la habitación y sigo al mayordomo por el pasillo.

-Esto es de lo más raro...-Comento a mis compañeros cuando les alcanzo.-Todas las velas del baño se han apagado de golpe... Sin ningún tipo de corriente ni nada y nos encontramos con el mayordomo que nos dice que no nos queda tiempo. No quiero pensar mal, pero estoy empezando a ponerme nervioso.

En cuanto Crono vio a Nick salir corriendo hacia la habitación a coger algo de ropa no se lo pensó dos veces. Estar desnudo dando vueltas por el castillo, tratando de que no se cayera su toalla y tapándose el pecho a las malas. Si tenían aunque fuera un segundo necesitaba... aunque fuera ropa interior.

Sin prestar tampoco atención a los demás siguió a Nick, no sin prisa. Al fin y al cabo el mayordomo era cada vez más oscuro y enervante. Y eso que no era fácil superarse.

Una camiseta con un chiste que sólo tendría sentido para un físico, lo primero que encontró, fue la que iba a estar destinada a tapar sus pectorales y abdomen, una muda roja y los mismos pantalones vaqueros con los que había venido, pues no había tiempo para rebuscar más en su maleta. Antes de salir, eso sí, cogió lo que ya había dejado al lado del ordenador cuando empezó a desempaquetar. Un pequeño estuche con todo lo necesario para arreglar su reloj. Quizá sin ropa pudiera aguantar, quizá incluso mostrando lo que había en su pecho, pero lo que no estaba dispuesto a arriesgar era la vida de su compañero. 

Hay ciertos límites.

Muchas personas podrían tildarle de obsesivo... bueno, quizá lo fuera. Pero Crono realmente necesitaba ese sonido cerca de el, ese peso en su bolsillo y ese tacto metálico para sentirse tranquilo. Si le fallara, si aquella rítmica melodia le abandonara...

buff..

Tan sólo eso.

Buff...

No pudo evitar levantar una ceja mientras observaba a los dos chicos con tranquilidad, sin prisas por apartar la mirada. Sonrió con picardía. Así que juegan en esa liga, ¿eh? Aunque la imagen de ellos no era mucho mejor, Irina cargada de libros, ella con un esqueleto de plástico en una mano y grabando todo con su cámara de vídeo y los demás algo bebidos e incluso cabreados.

- Ya, la verdad es que lo que no sea raro aquí... - comentó, más atenta a su cámara que a otra cosa, que en ese momento enfocaba al mayordomo -. Oiga, usted - cadáver andante, añadió mentalmente -, ¿conoce al monje que aparece en todas mis fotos y que, por lo que parece, o está en todas partes o nos sigue? - mientras hablaba, seguía al hombre de cerca. No se fiaba ni un pelo del tipo pero estaba claro que si las sombras eran las mismas que las del vídeo del chico, no quería saber nada de ellas -. ¿Por cierto, quién eres tú? - preguntó mirando a la nueva -. No pareces un fantasma ni uno de los que trabajan o pululan por aquí, digamos que no encajas mucho con la decoración del lugar - señaló al mayordomo, que parecía pasar de ellos.

Estaba un poco acojonada porque no sabía en el problema que nos estábamos metiendo... me dijo que me tranquilizara Jennifer, le cogí del brazo, y le dije -Si te moleste te suelto, y voy detrás de ti, pero no me muevo de todos vosotros. 

Salimos detrás de las habitaciones de Nick y de Cronos cuando los vimos, y nos quedamos todos juntos cuando se escucha por el pasillo que había que salir que había unas sombras pero donde estaban esas sombras, vi que aprecio el mayordomo y me quede un poco blanca porque estaba un poco el señor mayordomo desmejorado. Pero ya tenía su cierta edad.

Me quede mirando a todos haber lo que decían cada uno, y dije -¡Qué sombras donde están las sombras! miraba por los alrededores y le agarre un poco fuerte a Jennifer, espero que no me diera una ostia en la cara, para que me tranquilizara. Vi que apareció una chica y no era conocida, y le dije a Jennifer y a los que estaban ay a mi lado. -Una chica nueva que será una nueva inquilina.