Partida Rol por web

La sala de enfrente está totalmente vacía, lo que te extraña. Pero cuando ves las conexiones eléctricas y sanitarias en el suelo, además de las guías para instalar ataudes, lo tienes claro. Este era el almacén de carne. De carne humana. Pasajeros de tercera clase, que viajan criogenizados para no requerir de alimentación ni oxígeno ni servicios. Uno de cada quince más o menos llegaban a fallecer en el viaje. El capitán tenía derecho a organizar entre ellos una lotería criogénica para acertar quiénes serían y los ganadores se llevaban un grato premio al despertar. Si es que despertaban. Una manera dura de viajar, pero a veces la gente no tenía otro recursos para salir de un planeta apestoso. Todavía existen, sobre todo aquí en la Marca Espiral, alejados del centro. Son completamente legales, pero por fortuna se van usando menos. En esta nave, al menos, han sido eliminados. En los marines no. Algún viaje has tenido que hacer tú en la bodega de alguna superestructura con otro centenar de compañeros. El sistema de supervivencia en ellas era mejor, pero siempre llegaba alguien menos.

-¿Capitán? ¿Cómo valora la ruta propuesta?- pregunta Dante tras guiñar un ojo a Berenice de forma cómplice.

El astronavegante se torna ligeramente sobre si mismo sin llegar a levantarse del asiento y apoya su rostro sobre el puño denotando gesto pensativo. Parece expectante frente a las que serán primeras órdenes del capitán Felsberg en este viaje, pues de él depende la organización de esta odisea.

-Si está conforme…- indica Dietri con cierta humildad -Puedo proceder a introducirla en la computadora de navegación y preparar el salto inicial.- ahora realiza una leve pausa, para después añadir -Claro está, seguiría quedando pendiente el asunto del cargamento inicial. ¿Cómo debe hacerse?-

-¿Te importa si te hecho una mano?- digo empezando a mirar y tocar algunas cosas. -Esto siempre me ha relajado. Voy a hacer cosas que sean poco complicadas, lo complicado, como no soy muy diestra en esto, te lo dejo a tí, ¿te parece?- y espero ilusionada su contestación.

Su cabeza vuela hacia los tiempos en los que era un paleto recien salido de aquel estercolero que era su planeta natal. El primer viaje a bordo de una de las poderosas naves de la flota fue toda una experiencia. Para otro de los reclutas novatos, la última.

-¿Cómo se llamaba aquel gilipollas de Attica 3? ¿Jimmy? ¿Jill? Un fallo en el regulador de temperatura, dijeron. Un tío pasa por alto un puto fusible y un un marine se convierte en un filete congelado. Cojonudo... - piensa en voz alta, palpando con el pie uno de los rieles.

Aunque Jimbo no le caía bien, Dex no puede evitar un escalofrío y prefirió no detenerse demasiado en aquella estancia. Una cosa era que te volaran la cabeza en combate por meter la pata. Aquello, era la ruleta rusa.

-¿Una mano?, ¡vas a tener que echarme mucho más! No creas, tampoco yo soy una lumbrera. Me gusta esto, sí... -responde la mecánico con un guiño travieso- ...pero creo que estoy aquí más por que se me ha considerado "de confianza" que por mis habilidades técnicas. Lo cual no deja de ser intrigante...

Y se pone inmediatamente a manipular cuanto metálico o luminoso tiene delante, siendo evidente que disfruta con ello tanto como ha demostrado su compañera.

-Por cierto, allá fuera no estaba demasiado "suelta" que digamos, prefiero este ambiente más que el de los sillones y las mesas, jejeje, así que chica, encantada de conocerte, y de trabajar juntas...

Una primera revisión de la astronave os hace llegar a la conclusión de que al menos es navegable con cierta seguridad, pero no conviene forzarla. Su motor de tránsito es el más problemático: funciona bien, pero los inductores de hiperespacio han perdido potencia con los años y creéis que sólo es capaz de realizar saltos de 1 parsec, en lugar de los saltos de 2 que esta nave debería poder realizar. El análisis de componentes hidráulicos confirma que la astronave posee una torreta triple con un cañón láser, un cañón de partículas y una lanzador de misiles. Bastante bien armada para un carguero, la verdad.

Al cabo de unos minutos de estar trasteando con la sección de ingeniería, escucháis pasos sobre el suelo metálico y segundos después la puerta se abre, pasando jared a través de ella y encontrándoos a las dos allí trabajando.

- oye vic. leer este diario es un infierno y me va a llevar días y días... he probado a que la computadora me haga un resumen o algo así y he conseguido un estupendo dolor de cabeza. se me ha ocurrido que una chica inteligente y llena de recursos como tú probablemente pueda conseguir algo más de la dichosa máquina ¿qué te parece?- plantea jared - de lo que estoy bastante seguro es que es aunténtico. no se si sacaremos algo en limpio, pero lo que saquemos será fiable -

a jared no se le da bien sonreir, hace un gran esfuerzo para parecer simpático y sonreir mientras habla, no dándose cuenta de que lo único que consigue es que parezca que tiene algún tipo de parálisis facial.

Siguiendo con tu revisión, abres la válvula iris del techo del pasillo adyacente y subes a la zona superior. Los camarotes parecen bastante buenos, aunque ves que sólo hay plazas individuales para cuatro personas, el resto tendrán que alojarse abajo de dos en dos. Los refrigeradores tienen la comida suficiente para el primer salto de dos semanas.

Te acercas a los sistemas de control de armamento y observas que hay dos puestos de artillero para manejar el sistema triple de armamento que ves instalado. Se puede repartir el sistema como se prefiera entre ambos puestos, por lo que es posible que un solo artillero use los tres o que dos se repartan el trabajo. La artillería consiste en un cañon láser, un cañon de partículas (que sirve para entorpecer los láseres del enemigo) y una lanzadera de misiles.

Viktor presta atención a lo dicho, asintiendo hasta el momento de llegar a Tureded, en el que parece que quisiera hablar. No obstante, cuando Berenice habla de parada táctica para decidir luego la ruta, se relaja de inmediato y hasta dirías que presta menos atención. Al terminar la presentación, responde a tu pregunta.

-El plan me parece bien. Es importante que hagas también un resumen del tipo de cargamento más importante a buscar de aquí a Tureded.- le habla directamente a Berenice, la cual sólo te mira un segundo antes de asentir, desechando cualquier discusión improductiva sobre autoridad.

-En cuanto al cargamento incial, creo que podríamos dirigirnos a la zona mercantil del astropuerto e indagar por lo que puede haber disponible. Me gustaría partir pronto. ¿Quién crees que sería la persona más adecuada para realizar este trabajo?- tienes claro que no se refiere a sí mismo como posible candidato. Parece que quiere disfrutar un poco más de la nave y su recién estrenada condición de capitán.

-Dame, haré lo que pueda, Jared. -Le envía una mirada cálida, de reencuentro.- Cuanto tiempo, ¿eh...? Y vuelve a ser en Regina. Aunque estaremos aquí por poco tiempo, si lo que he visto de la Emperatriz responde como parece...

La mujer se sienta de nuevo en la terminal del ordenador central de la nave, y le introduce la versión del diario que su compañero acaba de tenderle. Empieza a teclear frenética pero hábilmente mientras una sucesión de instrucciones y sus acciones se van desplegando sucesivamente en los monitores.

-Veamos...

Silvando una pegadiza melodía que escuchó en su última salida nocturna en Regina, prosigue su recorrido por la nave, descendiendo hasta la bodega de carga.

Volvéis los tres a la sala de reuniones, donde sí que tenéis acceso la programación ordenador de la nave y Vic carga primero el programa de manipulación de texto adecuado antes de empezar a trabajar un poco con la información que hay en el disco. Tras usar unos cuantos comandos y pulsar "Intro", el ordenador queda pensando algunos segundos antes de por fin, hacer aparecer un breve mensaje en la pantalla:

"Nosotros morimos".

Ops. Parece que Vic no ha ajustado bien el nivel de resumen del programa y os acaba de ofrecer el grado máximo de concreción que se puede hacer del texto. Resumido al máximo, "nosotros morimos" es el contenido de la extensa narración. No muy halagüeño..

Al ver aparecer las palabras en el panel rompo a reir en carcajadas. -Vaya, Vic, ¡pues esto no da muchos ánimos, no!- digo guiñándola un ojo. -Será mejor que intentéis ampliarlo un poco más, ya que con esa información poco podemos hacer. Pero bueno, chicos, este es el principio de una aventura que compartiremos, así que ¡ale, a trabajar!.-

Mientras bajas a la bodega, escuchas al pasar por la planta intermedia a Vic, Jared y Artemis, charlando en la sala de reuniones.

Se escucha una carcajada de Artemis y luego su voz, alegre -Vaya, Vic, ¡pues esto no da muchos ánimos, no! Será mejor que intentéis ampliarlo un poco más, ya que con esa información poco podemos hacer.-

No sabes de qué hablan, pero continúas con tu inspección. El compartimento inferior de carga es enorme; no tangrande como el de las astronaves de asalto planetario en las que has estado, pero desde luego os va a permitir meter mucho material aquí dentro. Hay un exoesqueleto de carga*

y carretillas magnéticas, así como todo tipo de arneses y gruas para facilitar el trabajo, aunque la carga y descarga la harán casi siempre operarios de los astropuertos.

Allí en un rincón hay espacio para poner una voladora (aerodeslizador) que os podría permitir moveros por los planetas, pero ahora mismo no hay ninguna. Podría ser una adquisición útil, la verdad. Pero el estado de la nave, bueno aunque anticuado y la búsqueda de un tesoro te hace intuir que el capitán no tiene tantos fondos como querría..

Entras en la oficina de carga, pero es poco más que una terminal conectada al ordenador central que permite hacer registros de entradas y salidas y llevar la contabilidad.

-Si, claro, Artemis, er.... creo que me he confundido en uno de los pasos. Jared, acércate... Vuelvo a empezar. Échame un ojo, no sea que esté metiendo la pata.

Vic no se da por vencida, y con toda la tranquilidad del mundo inicia el proceso de nuevo. Jared a su lado va haciendo comentarios, está claro que entre los dos consiguen formar un buen equipo de trabajo.

-Y.... veamos....

La antropomorfa sombra que proyecta el exoesqueleto alarma en un principio a Dex. Luego, al darse cuenta de lo que es, se rie de si mismo.

Tras terminar su rápida inspección de lo que contiene la bodega, sube para reunirse con los demás.

No vaya a pensar Artemis que he perdido el interés por ella... - piensa con una mueca lasciva y una sonrisa de oreja a oreja.

Esta vez la computadora tarda algo más en hacer todos los cálculos. Mientras esperáis, os dejáis mecer por el rumor de los procesadores trabajando, de las apagadas e indistinguibles voces de quienes charlan al otro lado de la puerta en la cabina de mando y por los pasos de alguien más moviéndose por algún punto de la nave.

Cuando por fin ha finalizado, emite un breve pitido para avisaros y el fósforo verde proyecta el texto resultante en la pantalla. Vic pide una impresión a la matricial y no tardáis en tener cada uno vuestra copia en termolámina continua (reciclable, desde luego) del resumen de la épica. Como es lógico, no resulta bello ni literario: es el resumen de una máquina.

La válvula iris de la sala se abre, alzáis la vista y veis llegar a Dex, con una sonrisa pícara en la cara. Os encuentra a los tres allí, sentados alrededor de la mesa de la sala de reuniones, leyendo cada uno un documento impreso en termolámina, enfrascados en algo que, supone, debe ser interesante. La pantalla del ordenador proyecta en este momento la imagen de un largo texto.