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El eco de un sollozo

Capítulo Dos: El Bosque Cantor

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15/09/2021, 23:14
Gadea Yseult

Gadea se quedó observando aquella figura que se encontraba en la lejanía, como intentando descubrir algo sobre ella, aunque estaban demasiado lejos. De pronto, sintió que alguien la tiraba al suelo y pudo ver cómo el suelo se fracturaba ¿Pero qué...? ¿Qué es eso? pensó. El ambiente se llenó de arena y de una lluvia de piedras. El ambiente no dejaba ver mucho, pero pudo ver que se trataba de una criatura grande, como una especie de gusano gigante aunque recubierto con unas escamas.

Por Sarenrae... Nunca he visto nada igual... probablemente fuera por los nervios de la batalla, pero intentó hacer memoria por si había visto algo similar en algún libro que hubiese estudiado pero no se le vino nada a la mente. En un principio no sabía cómo actuar, ya que nunca había luchado. Por lo que en un primer momento, se alejó de la bestia unos metros, puesto que no usaba arma ni armadura.

Sus compañeros empezaron la acción. En un primer momento los ataques parecían no hacerle mucho efecto a aquel gusano. Se dio cuenta de las intenciones de la gran criatura de atacar a Elessäl por lo que la devota juntó sus manos y comenzó unos rezos, implorando a su Diosa ayuda. Alzó sus brazos y alrededor de la bestia comenzó a salir una serie de luces, de diferentes colores, que se apagaban y encendían. Aquello pareció distraer a la bestia e hizo sonreír a Gadea, ya que consiguió darle tiempo a su compañero a esquivarlo. Quiso seguir distrayéndola - ¡Os doy tiempo con algo que lo sigua distrayendo! - dijo. Miró a sus compañeros, volvió a repetir la misma acción de antes. Al lado de cada integrante del grupo, poco a poco fue apareciendo una imagen idéntica de cada persona. Movía sus manos para mover aquellas ilusiones a modo de espejo. Funcionó.

Después de unos minutos, la bestia huyó de allí, entrando por el mismo lugar por el que había salido. La sacerdotisa deshizo aquella ilusión. Toda la adrenalina que había sentido durante el combate pareció perderlo de pronto y se sentó en el suelo suspirando. Siempre se había dedicado a la cura de los enfermos y solo sabía algo de batalla por lo que todas aquellas personas le habían contado durante su consulta - Lo hemos conseguido... - dijo. No tardó mucho en levantarse para no preocupar a nadie. Echó un vistazo a sus compañeros y parecía que estaban bien - Sí, si tenéis alguna herida, decídmelo por favor, puedo ayudaros con eso - dijo ante el comentario del mago. 

Turmil encontró un camino por el que descender. Éste les indicó dónde debían y no pisar para facilitarles las cosas, por lo que Gadea, después de escuchar y observar las indicaciones, también comenzó el descenso.

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16/09/2021, 17:59
Narrador

Sin enemigos en las proximidades y con un camino marcado por Turmil, el resto de aventureros siguieron el ejemplo de su compañero. El segundo en bajar por las enredaderas fue Elessäl, el cual bajó con grán comodidad y rapidez. Por el contrario Gadea, no tuvo la misma suerte y resbaló; sin embargo por suerte o gracias al favor de Sarenrare, la sacerdotisa logró detener su caída pocos metros después. Con el corazón en un puño, el grupo la observó , temeroso por la seguridad de su compañera. Solo cuando la joven mujer de nuevo comenzó el descenso, el resto la imitó. 

Cuando llegaron abajo, cruzaron el lago sobre las gruesas raíces, hasta finalmente llegar al lugar donde habían visto a la persona desconocida. De nuevo Elessäl y Turmil se acuchillaron y observaron la zona, llegando incluso a acariciar con sus manos el dañado musgo. El rastro era fresco, fácil de visualizar y de rastrear. De modo que tras intercambiar miradas de complicidad con los demás, comenzaron a caminar, guiándoles a través del lugar. 

Los edificios se alzaban en perfecta sintonía con la naturaleza, inalterables al paso del tiempo. Mientras caminaban llegaron incluso a detenerse unos instantes a apreciar su hermosa arquitectura. Caminaron a través de gruesas raíces hasta llegar al otro lado del lago, dejando atrás las construcciones abandonadas tiempo atrás por los elfos. 

Tiempo después, con el ascenso de la luna en el firmamento, el bosque adoptó un semblante fascinante. Ciertas plantas comenzaron a brillar de manera tenue, inundando el lugar con un juego de luces y sombras, convirtiendo la fiereza de la floresta, en un lugar mágico sacado de un cuento de hadas. Finalmente el rastro desapareció al comienzo de un puente de madera que serpenteaba a través de los árboles sin tocar en ningún momento el suelo. 

Sin duda alguna caminaron por encima del puente, adentrándose un poco más en el Bosque Cantor. Nenúfares de distintos tamaños acariciaban las cristalinas aguas, mientras multitud de mariposas y luciérnagas luminiscentes danzaban por el aire, ajenas a su presencia. De nuevo aquel bosque les mostraba un paraje que contrastaba en gran medida con lo que estaba ocurriendo en los pueblos vecinos. ¿Acaso aquello era la venganza del bosque? ¿O simplemente la crudeza salvaje de la naturaleza?

Hola— pronunció una voz jovial interrumpiendo aquel momento de quietud. 

El grupo miró a su alrededor, buscando la fuente del sonido, pero tan solo encontraron la luz de las estrellas, el baile de los insectos y el vaivén de las hojas ante la suave brisa. 

No temáis aventureros. Ningún daño sufrirás si daño alguno hacéis al bosque— añadió poco después la voz—. Hay alguien que quiere veros, se encuentra al final del puente; sin embargo no podéis entrar portando vuestras armas. Es un lugar sagrado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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17/09/2021, 09:23
Gadea Yseult

Gadea suspiró de alivio después de volver a poner los pies en la tierra. Definitivamente, trepar no era lo suyo. Miró hacia hacia arriba Gracias Sarenrae por haberme sacado de este apuro... pensó - Solo ha sido un pequeño susto, no os preocupéis por mí. Estoy bien - se adelantó a decir.

Vio a sus compañeros manos a la obra tanteando el rastro que había y aquello llamó su atención. Los observaba con atención puesto que sus ganas por aprender algo nuevo estaban aflorando aunque sabía que no era un buen momento para preguntarles, tenían un objetivo. Volvieron a ponerse en marcha y aquel bosque no dejaba de sorprenderla. Edificios, grandes raíces, el reflejo de la Luna, las plantas con su tenue brillo - Es increíble que aquí esté acechando el mal... El paisaje sigue siendo hermoso - dijo maravillada a sus compañeros.

Una voz misteriosa comenzó a hablarles. La chica buscaba alrededor pero no veía nada, se sentía confundida. Luego miró a sus compañeros ¿debían fiarse de algo que no podían ver?

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17/09/2021, 11:25
Xan Giao

Sentía que llevaba días y días caminando sin siquiera oler el rastro de una venganza. Las bestias con las que se habían cruzado huían, el bosque les invitaba a avanzar como si fuese un hermoso museo en vez de una guerra por la supervivencia, preguntándose hasta donde querían llegar. Hubiera incluso creído que se habían quedado dormidos en la espesura con la gran mariposa y ahora estaban en un continuo ciclo sin fin si no fuera por el dolor que todavía tenía en su palma, demostrándole que su consciencia no estaba en un reino onírico.

Miró de nuevo su palma. Ya no había sangre a no ser que apretara en la zona, formándose una pequeña costra de la sangre seca y tierra o suciedad, aunque el escozor seguía molestándole. Acercó su otra mano al lazo que tenía una de sus katanas y que perteneció a Yan Yan para hacerse un pequeño vendaje, apretando el puño asegurándose de que no se desanudara en el fragor de la batalla. También era una forma de demostrarles a sus propios fantasmas que seguía presente.

Siguió avanzando tras descender, deteniéndose unos leves segundos tras ver la “caída” de la sacerdotisa y volviendo en su caminar cuando aseguró que estaba bien. Debía reconocer que el lugar tenía cierto encanto, aunque la belleza que mostraba sólo era una capa que escondía la oscuridad que ocultaba, la que aterraba a las buenas gentes y los asesinaba a sangre fría. Al menos a él, no podrían engañarlo con paisajes o animales adorables.

Giró el rostro al escuchar la misteriosa voz, buscando a su alrededor su procedencia. Parecía estar en todas partes, o más bien ser el propio bosque el que se comunicaba con ellos usando como altavoces todo lo que les rodeaba.

Xan arrugó el entrecejo en una mueca de desagrado, todavía con las manos descansando sobre los mangos de sus armas. Las katanas no eran simples compañeras, sino una extensión de su propio cuerpo que no podía desprenderse, eso sin tener en cuenta que no iba a abandonar lo único que quedaba de ella para obedecer al ente que la mató. Por desgracia se imaginaba que ellos sí querrían conversar.

Os esperaré aquí.- No iba a ceder, mucho menos a petición de su enemigo declarado, teniendo más ganas de quemar aquellas raíces que de seguir sus directrices.

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17/09/2021, 12:22
Elessäl

Descender por aquellas trepadoras hizo que Elessäl dibujara una sonrisa melancólica en su rostro. En su infancia, trepar y vivir en los bosques era su día a día. Había alcanzado alturas insospechadas en los Bosques de Eroel: sus árboles alcanzaban los cientos de metros. La leyenda contaba que arriba del todo, existían aves que portaban deseos. Pero eso, también le ocasionó alguna caída que otra.

- Tened cuidado, a pesar de ser buenas raíces, no sabemos si están de nuestro lado - dijo mientras descendía, observando a sus compañeros, los cuales no tenían tan buena habilidad -. No tengáis prisa, pero no paréis en ningún momento, debemos llegar al final cuanto antes.

Elessäl todavía sentía el calor del fuego en su cuerpo. El enemigo improvisado no había puesto muchas trabas, a pesar de su horrible apariencia.

No es más peligroso el enemigo porque lo parezca.

Pensó el mago cuando escuchó aquella voz que les llamaba en el bosque. Lentamente dejó su arco en el suelo, pues al final, él confiaba más en su magia. Además, eso daría confianza a aquella voz de que pondrían de su parte.

- Yo iré delante - susurró a sus compañeros, desarmado y yendo en dirección donde la voz hablaba -. Somos amigos del bosque - dijo en voz alta -, hemos venido a salvarlo. Solo queremos que todo vuelva a la normalidad y que las criaturas y especies que aquí habitan tengan paz y tranquilidad. Si aquel que quiere vernos está de nuestro lado, hablaremos.

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17/09/2021, 16:50
Turmil

Tras el combate Turmil había estado algo torpe, apenas recordaba las enredaderas, y cerca estuvo de bajar demasiado rápido hasta el final del barranco. Pero logró agarrarse bien y descendió sin problemas. Luego el susto fue importante, cuando Gadea a punto estuvo de bajar rodando, pero de alguna manera logró agarrarse y evitar la mortal caída.

Una vez todos abajo pasaron por las raíces y no pudieron evitar detenerse de vez en cuando a admirar la hermosura del paisaje, así como la de los viejos edificios que los elfos hacia tiempo que habían abandonado. Todo el conjunto era de una sobrecogedora belleza, que le hacía olvidar los problemas que estaban teniendo lugar en los límites del bosque.

Pero una voz muy joven les llamó, no pudo ver a nadie, y la voz volvió a decirles que el bosque no haría nada contra ellos, mientras que ellos no lo atacasen. Lo mismo que les dijo el gnomo, sería importante que lo tuviesen en cuenta, parecía cuando menos una importante advertencia de lo que habrían de evitar si querían evitar serios problemas. Lo de dejar las armas y avanzar hasta el final del puente, le pareció muy peligroso. -Esta voz podría ser la de la persona que vimos desde lo alto. Y parece la de alguien muy joven, tal vez la del niño que estamos siguiendo. A mi lo de dejar aquí mi arco no me hace ninguna gracia, pero también pienso que podríamos arriesgarnos a ir desarmados hasta el final de ese puente, y ver que es lo que nos encontramos. O también podemos ir dos, y quedarse otros dos atrás. ¿Qué pensáis que puede ser lo mejor?-Haría lo que decidiesen entre todos, lo mismo le daba quedarse con el guerrero de las katanas atrás esperando a ver que descubrían sus compañeros. Como dejar allí su arco e ir todos juntos a ver que se encontraban al final del puente. 

 

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17/09/2021, 17:16
Narrador

El ave llamada Yan Yan, había dejado de revolotear por el aire y se había apoyado, claramente cansada, sobre el hombro del adusto espadachín. Poco después de que la voz sonara, el gorrión se acurruco contra su cuello, haciendo caso omiso de la voz que sonaba. Poco después sus pequeños ojos se cerraron y su respiración se hizo más profunda. 

Por esa razón os hemos guiado hasta aquí— respondió la voz ante las palabras de Elessäl—. Nosotros también queremos que la paz gobierne el Bosque Cantor, pero para ello necesitamos vuestra ayuda.  Por favor, no temáis. 

» Comprendo la desdicha y la desconfianza que asola tu corazón Xan, pero no dejes que gobierne tus pasos— añadió con cierta tristeza poco después—. El gorrión que tienes sobre tu hombro es la encarnación de tu difunta esposa. Un regalo de quien te espera más adelante. Él puede ayudarte a reencontrarte con ella.

Los tres aventureros observaron como su compañero, el mago,  caminaba por el puente, mientras ellos esperaban junto a su arco. Al final de la estructura, Elessäl, encontró una caverna de gran tamaño, en cuyo centro, se encontraba un hermoso cerezo en flor. Además, la abertura del techo que descansaba sobre este, podía haber sido creado por el impacto del meteorito. 

En sus carnes podía sentir el poder y la paz que vivía en aquel lugar. Sintió como el peso de su estomago se reducía, así como el nudo que atenazaba su estomago se relajaba considerablemente. Además, apreció como la quintaesencia del lugar presentaba unos patrones de movimiento similares a las corrientes mágicas destinadas a la hechicería de Gaia y la vida. Sin lugar a dudas, cualquier conjuro de esas características, seria potenciado si era lanzado en aquella zona. 

Notas de juego

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18/09/2021, 09:37
Turmil

Turmil dejó sus armas y fue tras Elessäl, no iba a dejar a este solo. Aunque sin su arco tampoco es que pudiera hacer gran cosa. Pero pensó que tenían que escuchar lo que tendrían que decirles y proponerles. y sentía una gran curiosidad por saber de quien o que se trataba. Las últimas palabras, donde les decían abiertamente que necesitaban de su ayuda para mantener la paz en el bosque Cantor, le terminaron de decidir. Y desarmado avanzó con el mago.-Iré contigo Elessäl, quiero saber que podemos hacer por el bosque. Y tal vez este sea el mejor lugar para conocer que es lo que esta pasando.-

Una vez tomó la decisión de avanzar, lo hizo con la rapidez que le caracterizaba, y en un momento llego a la altura del mago. Qué o quien estaba tras las palabras que estaban escuchando, así como que era aquel "niño", eran algunas de las muchas cuestiones que se hacía mientras avanzaba. El lugar tenía una enorme belleza, y había en el techo de la caverna un gran agujero por el que entraba la luz del sol. Este podría haber sido hecho por el misterioso meteorito que cayó hace tiempo en el bosque. Estaba claro que estaban llegando al centro de lo que fuera que estaba ocurriendo en el bosque tras la caída del meteorito. 

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20/09/2021, 07:51
Xan Giao

Aquél ave era el único que lograba romper de alguna forma la dura coraza que Xan se auto ponía a sí mismo, calmando todo el odio y oscuridad que se había impuesto en su corazón. Saber que había volado hasta su lado, acurrucándose en una clara muestra de cariño, fue suficiente para aligerar la tensión de sus hombros y despegar sus manos por primera vez de sus armas.

Alzó una mano, retrocediendo al recordar que todavía una de ellas tenía la herida cubierta con la venda, como si no quisiera acercar el olor de la sangre a la presencia del gorrión. Sin embargo ladeó el rostro, alargando esa caricia y dejándole el hueco perfecto para descansar, aprovechando esos segundos simplemente para descansar mientras cerraba los ojos.

Pero abrió los párpados cuando la voz se dirigió directamente hacía él, esta vez no con ira sino con un profundo dolor. Que hablaran de ella, de esa presencia que él también sentía de su amada como si fuese un fantasma que guiara sus pasos y sobre todo el querer volver a reencontrarse y poner fin a todo era lo único que lograba hacerle realmente daño. No le importaban las heridas físicas, tampoco desangrarse, incluso lucharía aunque sus fuerzas estuvieran extintas, pero hablar de Yan Yan rompía por completo su flaqueza.

Una lágrima muda e inexistente descendió por su mejilla mientras terminaba de desenganchar las fundas de sus katanas de su cinto, agachándose con cuidado de que el ave no cayera para depositarlas en el suelo, incorporándose poco después para caminar por el puente.

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20/09/2021, 11:52
Elessäl

El mago escuchó las palabras de aquella vez que se hacía en el bosque. Tras lo que dijo, el elfo giró la cabeza hacia aquel hombre de las katanas, pero no llegó a mirarlo. Ahora se explicaba aquel aspecto atormentado, había sufrido una gran pérdida. Pero para el mago, era un tema que tenía que dejar pasar, pues sabía que esos duelos se superaban solos en un profunda soledad armada de dolor y oscuridad.

Elessäl dio un paso al frente, acompañado de Tumril.

- Habla, pues, el tiempo apremia - comentaba el mago mirando hacia los lados, como intentando encontrar aquella voz -. Los peligros aquí están en cada rincón y no podemos perder tiempo en habladurías. Tenemos que llegar a aquello que ha hecho el mal. Que se muestre aquel que puede guiarnos hacia la Luz.

El mago notó como aquel lugar poseía un aurea mágico que hacía que pudiera notar que casi flotaba. 

- ¿Puedes sentirlo, dama Gadea?

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20/09/2021, 16:37
Gadea Yseult

Las palabras de aquella voz dejó en parte a Gadea preocupada. En cierto modo, expuso ante todos los sentimientos más profundos del oriental. La sacerdotisa le dedicó una mirada de entendimiento. No dijo nada, no era el momento. Sus compañeros avanzaron y ella les siguió detrás.

Vamos a tener varios objetivos en este bosque para realizar... ¿Llegará un momento en el que tendremos que elegir qué es lo que conviene? pensó. Por un lado estaba los intereses del Barón, que probablemente sea distinto a lo que el bosque verdaderamente necesite. 

Avanzaron por el puente y llegaron a un punto de la caverna en el que se abría y donde en su centro había un cerezo en flor. Gadea se quedó contemplándolo. Le resultaba un paisaje verdaderamente hermoso y lleno de paz - Como lugar sagrado, debemos presentar nuestros respetos... - comentó Gadea. Lentamente fue asintiendo a las palabras de Elessäl y lo miró - Sí... Puedo sentirlo...

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20/09/2021, 18:34
Narrador

Finalmente, cada uno de los aventureros dejaron sus armas atrás y se adentraron en aquella abertura natural. El primero en hablar fue Elessäl; sin embargo al no obtener respuesta, caminó junto a sus compañeros hasta el cerezo.  En el proceso, vieron multitud de peces de diferentes tamaños y colores, nadando por las aguas cristalinas del lugar. 

Acercaros— pronunció una voz femenina procedente del cerezo.

Aquella simple palabra, les ofreció esperanza y consuelo, invitándoles de manera indirecta a acercarse. El grupo obediente se aproximó, no por el poder que su voz acarreaba, sino por la dulzura que había transmitido en tan solo cuatro sílabas. Allí, bajo la protección de las  tímidas ramas, el grupo encontró un rostro en el árbol.  

Cuando los héroes llegaron, la mujer abrió los ojos y le sonrió de manera cálida. Su mirada, sabia y profunda, característica de aquellos que saben demasiadas cosas, les observó con calma. Finalmente realizó un ligero asentimiento de cabeza, tras lo cual comenzó a emerger del tronco del árbol. Su pelo rosado era una cascada de las flores de cerezo, entretejido de manera elegante junto a raíces y flores locales. En su cuerpo, esbelto y enjuto, podía apreciarse los mismos patrones que presentaban los troncos de los árboles. Aunque ninguno de los presentes jamás había visto algo semejante, sabían que era lo que tenían delante, una dríade. 

Gaia ama a todos los seres vivos, incluyendo a los bípedos. Comprende que vuestro poder os convierte por el momento en el eslabón fuerte de la pirámide salvaje— pronunció poco después ante la mirada anonadada de algunos de ellos—.Trabajáis y lucháis duramente por sobrevivir, algo que valora en gran medida, a pesar de que no se le adore de manera abierta. Ella  sabe que la adoráis cuando la crudeza del invierno amenaza con destruir vuestras cosechas o cuando sentís la dulce fragancia de los bosques al llegar la primavera

» Mi presencia en este lugar, hace que toda vida natural, crezca fuerte y vigorosa, algo que puede ser beneficioso para todos— añadió poco después—. Sé que las muertes que han asolado las tierras circundantes han sido causadas por mis hijos e hijas, pero he de deciros que contra mi voluntad.  

Tras pronunciar aquellas palabras guardó silencio, dirigiendo su mirada hacia la abertura que había creado el meteorito al caer. Desde allí abajo podían observar como el cielo comenzaba a teñirse con tonalidades anaranjadas. La noche estaba cerca.

El responsable, un antiguo druida que mora en estas tierras desde hace mucho tiempo, no cree que Gaia os ame. Piensa que los granjeros hacen sangrar a la tierra por la azada y el arado, obteniendo poco después un sangriento tributo— explicó con tristeza— Considera que arrebatáis sus preciados tesoros, asesinando sin piedad a mis hijos e hijas, pero se equivoca. Tan solo es el ciclo natural.

» Quiero que lo detengáis, pues si las cosas continúan así, me temo que pronto mi hogar será arrasado por los vuestros— dijo sin apartar su mirada del cielo—. Podréis encontrarlo en el templo sumergido, al noroeste del bosque, poco después de entrar a las ciénagas. 

Sus últimas palabras fueron pronunciadas de manera lenta y con gran dolor. Sin duda aquella decisión debía ser difícil para ella, pues estaba sacrificando un fiel seguidor de la fe verde, por el bien de sus hijos.

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21/09/2021, 12:04
Xan Giao

Era imposible no quedarse admirando tal hermosura, incluso el propio asiático no podía quitarle la mirada de encima a medida que emergía con elegancia del árbol. La silueta de su figura, el mar de flores o incluso sus ojos eran la perdición de cualquier amante de la belleza, no haciéndole pie a las leyendas que corrían sobre la sombra de las dríades. Puede que fuera esa pureza que transmitía en sus palabras, o el gorrión apoyado en su cuello al que negaba de alguna forma dejar marchar lo que le hicieron confiar un mínimo en sus palabras, lo suficiente como para escucharla.

Parecía que ya tenía un nombre, una identidad causante de todo aquello que ocurría en la ciudad, un culpable al que eliminar para calmar su conciencia… pero esperaba algo más, algo que le había prometido.

Si lo hago, ¿me ayudaréis a reencontrarme con ella? – Era una pregunta egoísta, un motivo más para seguir adelante y que necesitaba respuesta, o más bien un grito de auxilio llamado esperanza.

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21/09/2021, 13:49
Turmil

A medida que se acercaron, pudieron ver peces de todos los tamaños y colores, nadando plácidamente en las aguas bajo el puente. Una voz, realmente agradable, les azuzó a continuar hasta el centro de la gruta, bajo el impacto del meteorito, donde había un hermoso cerezo. Una driada salió del cerezo, de gran hermosura, y enormes conocimientos. Les hablo con sinceridad, contándoles la verdad de unos hechos, y la amenaza de unas posibles consecuencias. Finalmente les habló de un culpable, el responsable de las muertes de algunos campesinos cercanos al bosque, al que consideraba enemigos de la naturaleza y del bosque. Era un antiguo druida, que a pesar del dolor de la druida, sería la única salida, para evitar una confrontación mayor, que incluso podría poner en peligro el futuro del bosque.

-¡Muchas gracias por tu ayuda! Entendemos el dolor que te causa señalar a este antiguo druida, pero como nos has dicho, si continua con sus actos, es posible que el propio bosque corra peligro.-Tendrían que dirigirse al noroeste del bosque y buscar el templo hundido en las ciénagas. Tal vez lograrán convencerle para que cambiase de actitud, pero seguro que no sería fácil, probablemente ya lo habría intentado la driade, y si ella no había hecho cambiar de parecer al druida, menos les iba a escuchar a ellos. 

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21/09/2021, 19:01
Gadea Yseult

Avanzaron hasta llegar al cerezo y comprobaron que era una dríade. Tanto su rostro como su voz, le transmitían mucha paz y tranquilidad a Gadea. El grupo escuchó atento sus palabras y parecía que ya tenían un culpable.

Miró a su compañero ante la pregunta que le hizo de regreso No... no puede hablar en serio, ¿no? Puso la mano en su hombro y dio un ligero apretón, como hizo en la otra ocasión. Su mirada era de preocupación. Pasados unos segundos, quitó su mano y alzó el rostro hacia la dríade - Si ha sido en contra de su voluntad... eso quiere decir que aquel druida... ¿está convenciendo a tus hijos para obrar mal? ¿O está haciendo algún tipo de hechizo para que actúen en función de su voluntad? - preguntó con cierto cuidado - ¿Podría hablarnos un poco más de ese druida? Para saber cuáles son los peligros a los que nos encontraremos... - dijo la sacerdotisa

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21/09/2021, 19:54
Elessäl

El mago sintió Paz cuando aquella voz habló. Había leído y escuchado mucho sobre aquellas criaturas legendarias, pero nunca había dado con una de ellas incluso en su larga vida. Aún así, si bien Elessäl estaba agotando su paciencia con tanta palabra, sabía que era necesario escuchar para poder elegir la mejor opción. Así que el mago se relajó y dejó que los demás tomaran la palabra para conversar con aquella criatura.

A pesar de que su presencia era poderosa, la situación no estaba del todo en sus manos. Un conflicto interno del Bosque en manos de los Hombres solo acabaría en una guerra, y aquel malentendido entre Naturaleza y Humanidad acabaría con un resultado pésimo. En aquel momento el mago recordó las palabras y la arrogancia del Barón. Los aldeanos trabajan la tierra humildemente para alimentar sus bocas y sobrevivir a los duros inviernos. Pero el señor Schumann no buscaba eso, su ansia de poder y de control estaba por encima de los límites de la razón y eso desembocaría en sangre y muerte.

- A veces los sacrificios traen más paz que guerra; y en este caso, si no entra en razón me temo que viviremos una situación hostil. No obstante, nos veremos con aquel que nos dices. ¿Qué nombre es el que tiene? Si no es mucho pedir.

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22/09/2021, 03:04
Narrador

Durante largos segundos la hermosa driade permaneció mirando al cielo en completo silencio, perdida en sus pensamientos. Finalmente, cuando los últimos rayos de sol se extinguieron y las sombras de la noche se alargaron con rapidez por el lugar, la entidad rompió el silencio.

Si cumples la tarea y sobrevives, tienes mi palabra— respondió con lentitud ante la pregunta de Xan—.  Haré todo lo que esté en mi mano por ofrecerte tal deseo.

Poco después, el cielo nocturno fue cubierto de un manto de estrellas, las cuales junto a la luna, iluminaban el lugar de manera mágica e indescriptible. Entretanto, una débil melodía, entonada por los grillos del lugar, acompañaron sus siguientes palabras.

El tortuoso camino creado por el destino a veces es escabroso y lleno de sorpresas inesperadas— comenzó a explicar de manera enigmática, mientras les miraba de manera directa—. En esta ocasión tales indeseados presentes te son ofrecidos a ti Turmil, pues tu ya conoces al druida. Su nombre es Kol´Mark, aquel que te inició en los hermosos y complejos senderos del mundo natural. 

» En efecto sacerdotisa, tus indagaciones son correctas. Utiliza el poder de su espíritu y la fuerza de su nombre para doblegar la voluntad de mis hijos— añadió poco después—. Aquellos que no caen bajo el engaño de su discurso de odio, caen bajo el influjo de sus poderes.

Mientras el femenino avatar de la naturaleza, pronunciaba su corto monólogo, Gadea aprovecho para mirar a su alrededor con detenimiento. De manera inevitable sus ojos se posaron en la mujer, así como en el árbol que se alzaba con orgullo detrás de ella. En este último, entre sus ramas, encontró multitud de ofrendas de carácter primitivo, creados con flores, madera, plumas y cuerda artesanal. Además, distinguió unos extraños grabados que brillaban con ligereza ante la luz de las estrellas. En un comienzo no los reconoció; sin embargo pronto encontró similitudes con el idioma silvano y celestial. Fue entonces cuando todo encajó. El lugar en sí no era sagrado, sino que lo era aquel árbol, el cual era adorado por las criaturas del bosque como una extensión de la misma Gaia. 

En algunas ocasiones los dioses enviaban representaciones de su poder al mundo mortal, buscando alterar el orden establecido o simplemente para obtener nuevos seguidores. ¿Sería aquel árbol un regalo de la diosa de la naturaleza, la fertilidad y el amor? Aquella pregunta fue respondida cuando la joven sacerdotisa miró hacia el suelo, pues las raíces del árbol, gruesas y profundas, se extendían más allá de la cueva. ¿Acaso estas se extendían por todo el bosque, alimentándolo y fortaleciéndolo?

Notas de juego

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22/09/2021, 09:38
Turmil

Turmil se quedó petrificado cuando escucho que el druida era su querido maestro Kol`Mark, un espíritu bueno y puro que le había enseñado muchas cosas. Fue muy duro y selectivo, antes de comenzar con el aprendizaje, pero esto le pareció normal al joven Turmil. Y si lo pensaba, siempre había sido muy estricto en todo y con muy malas reacciones cuando las actividades humanas interferían con el bosque- En algunos casos las reacciones eran desproporcionadas. Pero nunca habría esperado que Kol`Mark estuviese tras las muertes.

-Es muy doloroso, saber que un ser al que admiro y quiero, y por el que siento un profundo respeto, es el responsable de la pérdida de tantas vidas. Para mí esto supone un duro golpe, y me vendría muy bien poder descansar un poco, para meditar en profundidad sobre el problema, ya que en mi caso se ha vuelto de índole personal.-Quedó pensativo, aturdido y desorientado un rato, hasta que añadió:-Os acompañaré, pues me he comprometido a tratar de solucionar este problema, pero no creo que sea capaz de atacar a mi maestro.-Y quedó ido, hundido en sus pensamientos, buscando una solución a este problema, pero conociendo a su maestro, no creía que convencerle fuese posible. Veía a los humanos como una amenaza para todo lo que amaba, y por desgracia había ido demasiado lejos para tratar de proteger al bosque.

- Tiradas (2)
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22/09/2021, 11:41
Xan Giao

Era lo único que quería oír, lo que quería, y si la mujer que tenía enfrente era la persona que podía proporcionárselo lo haría encantado.

Iba a añadir algo, una breve confirmación de aquel trato, pero calló al saber que el druida al que debían matar se trataba del maestro de su compañero de equipo, dejándole unos segundos para que el muchacho pudiera asimilarlo. Aun así, el asiático asintió antes de girarse, no queriendo perder más el tiempo en charla banal cuando estaba tan cerca de cumplir su deseo.

Haz lo que debas hacer.- Se pronunció al pasar al lado de Turmil. No era una reprimenda, tampoco un consejo, sino una realidad en la que él estaba sumergida. A veces la vida te ponía en situaciones límites y era tu propia alma quien movía los hilos de tu estado corpóreo, llegando incluso a hacer acciones que nunca creías. Por desgracia no daba tiempo siquiera a recapacitar, simplemente a continuar.

- Tiradas (2)
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22/09/2021, 16:35
Elessäl

Aquella decisión no fue fácil para el cazador. La sorpresa cayó como un jarro de agua fría. Durante unos segundos, el mago permaneció callado, mirando hacia a aquella criatura del árbol. Se acercó a Turmil y posó la mano en su hombro. Sabía que no habría consuelo si el fin era atacar a su maestro.

- Intentaremos que no se tenga que recurrir a la sangre y la violencia, maese Turmil, le explicaremos el motivo por el cuál estamos aquí y que está habiendo un malentendido en todo esto. No ganaremos ninguno de los presentes si seguimos por este camino.

Sabía que no eran palabras de consuelo, pero eran de corazón. Elessäl no era de naturaleza violenta, era de naturaleza protectora. Si aquel druida maestro de Turmil entraba en razón, sería suficiente para él si dejaba el Bosque como había pervivido durante todos estos siglos atrás.