Partida Rol por web

Hace 9 años.

Leah tiene 18 y poco tiempo en la policía. Trabaja uniformada, con un contrato “en prácticas”, trata de hacer méritos para ingresar en la academia de oficiales. Todavía no ha disparado su arma, ni ha visto siquiera un cadáver.

El día anterior, su compañero y supervisor se torció el tobillo persiguiendo a un camello. Hasta su recuperación a Leah se le ha asignado trabajo de oficina. Desde muy temprano ha estado escaneando fotografías y rellenando campos en un programa de ordenador. El nuevo comisario al cargo -César Pillet- está haciendo una base de datos con todos los casos antiguos y olvidados en los ficheros.

Llevaba un tiempo escaneando y describiendo fotos viejas de escenas de crímenes olvidados, de cadáveres que ya no parecían importar más que al nuevo comisario y que llevaban mucho tiempo podridos y olvidados cuando recibió la llamada del comisario. Pillet. Tenía fama de legalista y mandar a un agente en prácticas sólo, a una posible escena de un crimen era algo irregular.

Se había reportado un cadáver en la ribera del Vert. Tenía que custodiar el cuerpo hasta que llegara el juez. César le dijo que no había más recursos y que la llamada tenía muy poca credibilidad. Sus órdenes determinar la credibilidad del aviso, localizar, en caso de que sea cierto, con exactitud, la situación del cadáver, preservar la escena y llamar a César para que avisara al juez de instrucción.

Era una mañana fresca y soleada de invierno. Leah iba vestida de uniforme, conduciendo el coche patrulla de la policía nacional.

Cerca del restaurante había un mirador y allí estaba, de pie, casi en posición de firmes junto a la cabina telefónica junto a la cabina desde la que se había dado el aviso, un hombre mayor.

Era un viejo bien conservado, con aspecto de haberse cuidado bien. Se protegía del frío de la mañana con una chaqueta de cuero y bajo ella, una bufanda de lana.   

Buenos dias Señor! Soy la Agente Tautou y vine por su llamada. Dije sonriendo.

Apenas podia controlar mi alegría de estar alli. Eran muchas emociones fuertes encontradas, desde que el Comisario me saco de la montaña de papeles, me asignaron una patrulla que luego no encontre las llaves mientras otros mas experimentados se burlaban de mi, y salir sin supervisor era mucha la confianza que depositaban en mi.

Era increible. Me sentía casi una super policia y estuve a punto de encender la sirena solo para aumentar mi excitacion. Cesar, el comisario nuevo era muy respetable y conocido en el medio y no podia echar a perder esta oportunidad. 

- Puede decirme donde esta el cuerpo... vio a alguien mas cerca de alli? Algo mas que me pueda comentar?

Saque mi libreta y mi pluma.

- Necesitare su nombre y su telefono Señor? Aun mantenia una sonrisa en mi cara, como si estuviese vendiendo una torta de fresas para el mejor cumpleaños. 

Era navidad, era seguro.

-Me llamo Louison, como el ciclista, -la policía no conocía apenas nombres de ciclistas famosos y no le sonaba un tal Louison, una especie de diminutivo de Louis-, ya era hora que vinieran, comenzaba a sentir mis pies helados.

Leah vio que llevaba zapatillas de estar por casa, de rizo, a cuadros marrones y blancos.

-¿Ha venido sola, sola? No es aquí, no es aquí, es arriba, en el barranco, cerca de la casa vieja… tenemos que ir en coche, yo, yo le guiaré...

Luego de saludar al hombre e identificar le dije para ir en la patrulla. 

- Adentro esta caliente, asi que guíeme por favor.

Al llegar al lugar le pedi que se quedara en el auto para ir a ver el cuerpo. 

- Quedese aqui y ya vengo.

Con cuidado comence mirando primero alrededor a ver que veia.

-¡No mujer! ¿No me has escuchado o qué? -Se levantó del asiento del coche y gritó más de lo necesario -¡Que el cadáver no está aquí!- y como si se hubiera dado cuenta demasiado tarde y le avergonzara haber hablado en ese mal tono bajó de pronto el volumen- Señora, tenemos que ir un buen trecho en coche, y otro andando…

- Bueno, bueno guíeme vamos, no se moleste Señor. Vaya!

Mi primer caso y con un viejo malas pulgas.

- Vamos en la patrulla y me va diciendo si? De pronto me había puesto nerviosa este vejete.

- Y en la patrulla no se enfriara y estara seguro, si? No se preocupe que mis compañeros vienen detras de mi cuando les avise, es que estamos full en la Comisaria y este clima que no ayuda.

Trate de sonar convincente, amable mientras seguía sus indicaciones. 

- Asi que se llama como el ciclista! Es familiar suyo?

-¡Ya me gustaría! ¡Lo gana todo el panadero de Saint-Méen! Por aquí. Gire aquí.

Y tras un rato de silencio.

-Es usted muy guapa ¿sabe? ¡Una mujer no debería dedicarse a esto! ¡Es un trabajo feo y poco amable!

Adelantaron un convoy de camiones que saludaron al viejo haciendo sonar sus estruendosos cláxones, cruzaron una mina de sal y llegaron a un barranco. Allí la carretera se hacía impracticable.

-Aparque aquí. El resto del camino tenemos que ir andando.

Siguiendo las instrucciones del viejo pasamos la mina hasta llegar a un barranco. 

Habia respondido a su comentario sobre mi belleza con un sencillo agradecimiento pero me incomodaban esas cosas. Aun no superaba otras que trataba de olvidar. Finalmente al detenernos pense en que hacer. No podia devolverme y dejar el cuerpo solo y el viejo no tendria muchos animos de esperar al menos 30 minutos que alguna otra patrulla llegase para devolverle a su rutina.

- Señor debo ir a ver el cuerpo. Puede esperar un segundo aqui? Solo debo confirmarlo ademas otra patrulla vendra tras de mi que pueda devolverle.

No habia tomado el radio asi que solo llamaria al Comisario al celular de ser necesario. Ya veriamos. Lo primero era asegurar el cuerpo, si el viejo tendria que esperar asi seria. Tome las llaves del auto pero no cerré las puestas por si deseaba bajarse. 

- Espereme si? 

Siguiendo sus indicaciones de donde debía hallar el cuerpo me dispuse a descender con cuidado si es que no llegaba a verle desde donde estabamos. *

Caminó un largo rato con el viejo recorriendo un camino abandonado impracticable para el coche. Pasaron cerca de un caserón de piedra ruinoso que habría sido abandonado hace muchos años y a unos minutos de allí llegaron a una senda que nacía junto a un árbol muerto. Allí Louison se sentó en una piedra y, con una pajita en la boca le explicó el camino a seguir: tenía que ir con cuidado, pues era empinado y escurridizo, una senda de cabras que llevaba hasta el fondo del barranco. Todo estaba húmedo por el rocío de la mañana.

Según el anciano allí abajo, en el cauce del barranco, se encontraba el cadáver.

Tras la explicación detallada, antes de que la policía partiera hacia el fondo del barranco, sin venir a cuento, Louison le hizo un comentario extraño.

-Señorita, usted... ¿Ha visto alguna vez al demonio?

Estaba ansiosa de llegar pero cuando llegué al barranco se me arrugó el corazón.

Como hizo para ver el cuerpo?

La bajada iba ser del demonio pero mis órdenes eran claras, tenía que ver el cuerpo.

Luego de asegurar que el viejo llamase a la policía si no volvía en media hora o llegaban refuerzos me preparé a bajar.

El demonio dice?

Obviamente era una pregunta capciosa o graciosa, sin sentido, pero ya estaba nerviosa o algo asustada.

No claro que no, por que lo dice?

Que le pasa?

- Es una pregunta… que le hago a mucha gente. Ya saben lo que dicen… ¡El mejor truco del diablo fue convencer al mundo de que no existía!… En fin…

Miró detrás de Leah, como si hubiera alguien allí, luego miró al suelo y bajó la voz.

-No se preocupe, siga con lo suyo.

Era extraño de verdad ese Señor. Un poco intimidante tal vez si yo no fuera tan confiada e ingenua. Aunque ya no confiaba en los hombres y en efecto sentia cierta aversion hacia lo masculino el hombre me resultaba algo gracioso despues de todo.

El risco se veía empinado y seria complicado para mi alcanzar bien donde sujetarme por mi corta estatura amen de que seguramente rasgaria un poco mi ropa.

Nota mental, cargar una muda de ropa.

Comence a descender con cautela preparada para lo peor y con el movil a la mano. Aun no veia el cuerpo pero me concentre en descender primero y asegurarme de ver bien donde ponia las manos y los pies.

Agarrándose a helechos mojados, pisando rocas enmohecidas, Leah bajó ágilmente. Incluso trepó por raíces y se aventuró por entre matorrales espinosos sin rasgarse siquiera el uniforme.

Llegó al fondo del barranco. Un auténtico lodazal. Allí vió una mano cuyo color de piel muy blanca contrastaba con el marrón del lodo que cubría el resto del cuerpo. También se veía una mochilita roja, de piel. Era el cadáver de un niño.

Bajar habia sido todo un reto. Si bien no me cai y pude asirme bien mientras descendia al llegar abajo habia acabado toda sucia y llena de barro. Ni siquiera la tintoria lavaría mi pantalon. 

Sacudi las hierbas mientras avanzaba alejandome de la pared que habia descendido para encontrarme con el cuerpo. Mi cuerpo se paralizo quedandome completamente helada ante el pequeño cuerpo. Su mochila y sus ropas parcialmente cubiertas de lodos no podian mitigar la realidad. 

Oh por Dios! 

Mis ojos se llenaron de lagrimas sin saber porque y sentí como se arrugaba mi corazón y mi pecho sin dejarme mover. El cuerpo flotaba en su cuna de barro y apenas se distinguian los rasgos pero era inequivoco. Era un niño. Una criatura, que tenia padre y madre y ahora yacia frente a mi sin vida.

Asegura el cuerpo.

Saque el par de guantes de mi bolsillo y haciendo de tripas corazon tome el cuerpo del brazo para sacarlo del agua y barro buscando tierra firme tanto para el como para mi. El mismo barro habia ayudado a que no se pudriera pero se hincharia rapidamente por el agua y los insectos ya habian comenzado el festin. Con los ojos aguados movi el cuerpo de alli. Sin duda habia caido de arriba, al menos eso parecia de primera vista.

Luego de moverlo llamaría al Comisario.

No puede ser, por Dios. 

No podia alejar su mirada de mi cara. Era un niño. Debia estar jugando, estudiando, teniendo una vida, sueños, no aqui.

Maldita sea mi trabajo.

A veces no soportaba las injusticias.

El cuerpo estaba helado y era escurridizo. Pero por contra también era ligero y delgado. Pequeño.

Hubo un momento en que a la policía le pareció que el fango iba a devorarla a ella también pero pudo ayudarse con unos juncos y salir del barrizal.  

Posó el cadáver del niño en la orilla. Salvo la mano, que era rosa claro, brillante en esa luz tan grisácea, el resto de su piel era negra brillante.

De su boca salieron cinco o seis insectos que parecían algún tipo de larvas. Uno, al ver la luz, trataba de despegar unas alas iridiscentes.

Los ojos se le abrieron de pronto, como si sus párpados se hubieran despegado. Saltones, con el iris totalmente decolorado, blancos como la escarcha.

Cuando llamó escuchó la voz del comisario.

-Cuénteme, cuénteme, agente.

Moverme entre el barro era realmente una proeza, sobre todo evitando hundirme. Mis pies se enterraban en el suelo en cada pisada y me costaba volver a sacarlos. Cuando alcancé el cuerpo apenas pude contralar las arcadas.

Oh por dios!

El niño estaba ya en descomposicion y se me escapo algun buche o dos con el desayuno sobre el agua. 

Maldicion....

Gire el cuerpo y lidiando con su peso y el mio despues de un agotador esfuerzo pude sacarle. Su mirada inerte me decia que era culpable por haber demorado tanto. Mi corazon se arrugó al sentir el cuerpecito hinchado entre mis manos. Estaba a punto de llorar cuando volvi a tropezarme pero logré mi cometido. 

Con asco retire los insectos que tenia en la cara y me aparté un minuto o dos para poder recomponerme. 

- Si Señor soy, Leah. Dije al telefono entre suspiros. 

Como si no supiera quien era yo.

- Es un niño Señor, un pobre niño.... 

En ese momento sentir que podia hablar con alguien me derrumbo y se me salieron las lagrimas. Nunca habia visto un muerto y mucho menos un niño, su mirada aun me penetraba aunque no lo estaba mirando. 

- Lo.... siento.... lo.... saque del agua..... (sollozo)  Lo siento Señor.....

Me sentí peor por no poderme controlar, parecia una chica histerica de esas que tanto criticaba en la televión y eso me hizo sentir peor. Respire profundo y sin darme cuenta pase mi mano por mi cara para quitar las lagrimas dejando un rastro de barro en mis mejillas, pero al sacudirme y mirar el cielo pude enfocarme.

- Si Señor, aqui estoy. Volvi a respirar.

- Estoy en el acantilado Norte, que esta al Sur del pantano. Saque al cuerpo del agua, y no tiene signos de luchas. Debe tener algunos dias aqui, seguramente esta reportado. Tampoco pareciera que se hubiese caido Señor, no tiene traumas craneales, cree que puedan venir por mi?

Dudo que un vehiculo llegase aqui, habria que sacar el cuerpo con cuerdas por la pared de roca y eso tomaria tiempo, tiempo que tendria pasar metida en el barro, llena de bichos y ese penetrante olor. 

- Si Señor, espero sus indicaciones, aqui me quedo no se preocupe, mientras revisare si hay alguna evidencia.

Habiendo asegurado el cuerpo solo me quedaba revisar el cuerpo a ver si habia algun otro detalle o algun arma alrededor.... Tendria que revisar el agua cerca de donde habia estado el cuerpo y eso hizo que se me arrugara el estomago aun mas. Al acercarme al chico no pude dejar de notar que su mano era diferente. 

La revise con cautela para luego volver al agua.

-Por favor, Leah, escúcheme. Ponga junto al cadáver su placa, para tener referencia del tamaño, a la altura del pecho, y hágale una fotografía. Envíela inmediatamente a mi correo electrónico. -Le dió la dirección- Cuando la reciba le volveré a llamar con más intrucciones.

Leah hizo la fotografía  y se la envió al comisario. Éste volvió a llamar.

-Gracias, Leah. Hágale otra fotografía, esta vez sólo del rostro, un primer plano, y mándela ahora. Sé que lo que pido es duro. Pero es necesario.

La segunda foto fue mucho más difícil de hacer, daba la sensación que el cuerpo la estaba mirando con sus ojos blancos. César tardó esta vez un rato en volver a llamar.

-Leah, ¿cómo está?... Bien, ahora suba de nuevo y lleve al civil hasta el coche. Tenga cuidado. Allí nos encontraremos. Voy para allá. No se preocupe por el cuerpo del niño. En el sitio en el que está, nadie lo tocará. Pero es muy importante que el hombre que ha llamado no sepa que usted ha encontrado el cadáver. Dígale que no hay nada allí abajo. Nos vemos en unos minutos.

Colgó el teléfono sin dar más explicación.

Subir? De verdad quiere que suba? 

Mire hacia arriba la pared y como me dolian las manos pero no habia otro camino. 

- Si Señor.....

Y colgué.

Revise el cuerpo asegurandome de dejarle con cuidado y a resguardo, incluso coloque algunas hojas para cubrirle y lo trate con respeto y dolor dejandole en una posicion comoda aunque no fuese necesario. 

- Lo siento chico, volvere en un rato, si? Le dije al cuerpo.

Bien, me sale traje nuevo, eso es seguro.

De cara a la pared luego de llenarme de barro de nuevo comence a escalar. Al cabo de unos buenos minutos logre alcanzar la parte de arriba mucho mas cansada de lo que hubiese imaginado y lleba de barro y monte hasta detras de la orejas, pero feliz de que no habia desplomado. 

Luego de recuperar el aire busque al hombre para llevarle de vuelta como me habian dicho. Tendria que decirle que no habia encontrado el cuerpo pero que buscariamos con mas cuidado y que ya un equipo venia en camino, de momento le tomaria los datos y le devolveria a su rutina diaria para contactarle luego si hacia falta.

En mi mente aun tenia fija la mirada del chico.