Partida Rol por web

Puedo aguantarlo, pienso. Puedo sostenerlo. Por ella.

Y eso que presentarme directo y tierno a hacia ella se ha convertido inmediatamente en una ruina.
Por que ahora lo que encuentro, que antes era una brisa rampante y fresca, semeja al viento en torbellino de una tormenta sin guía.
Un tempestad en el desierto, de intensidad emocional sin origen a la vista que no invisible, que es capaz de arrancar la piel, la carne y el hueso del espíritu al estirar la mano para tocarla.

No va a encontrar alivio en mi contacto sino dolor.
Palabras que yo diga, sobre amar un alma, sonaran vacías aunque estén unidas a la única verdadera labor de amor que son los actos.
Por que duda si lo que habita es un alma.
Por que duda si es ella.

La miro frente a mi saltando por dentro como impertérrita por fuera.
Las cosas han cambiado. Vaya que si.
A desespero y separación.
Las dos en tan magna amplitud que parece, que un cuerpo tan pequeño como el suyo vaya a ceder y rasgarse desbordado. Mas impresionante, surgiendo de un rostro que no recuerda mas aspecto que, permanecer hierático, inmóvil y frio.

En un principio. Hasta que se rompe con una lagrima.
Y cada palabra que viene después.

Asimilar lo que narra, con el detalle intenso de lo que no se puede plasmar con el lenguaje, me agota veloz convirtiéndome en el objeto de un apaleamiento inmisericorde a plena luz del día en que ningún golpe se puede evitar.
Un asalto crudo de la realidad, en el que soy consciente del limite de la imaginación que me imposibilita comprender completamente.
Pero, con el alcance de cada contusión psíquica, me acrecienta la determinación invocada a aguantarlo todo, como un tonto boxeador que ya no sabe acceder a otro comportamiento. Y que solo piensa que el dolor es insignificante en comparación a su dolor. Que es solo una sensacion. Un reflejo retornado de lo que apenas esboza Leah. Que en ella es peor.

La voz mojigata acusadora, del fondo del escenario de mi cabeza, señala que es una abominación pero es acallada por el abucheo del resto de la platea y de los actores principales mas llenos, contra el uso vacío de palabras grandilocuentes, de una iconoclastia feral.

No la voy denunciar. Hay y he conocido a mujeres y hombres peores que Leah. Condenados por ellos mismos sin necesidad de intermediación.
No. Hacer lo que pueda. Por ella. Es lo que el deber y la dignidad llaman primero.
Por que algo queda si siente angustia, ese reparo a mirarse, y la marca del dolor.
Llora y se que eso no es el demonio o la criatura pero hace mas dura la realidad.
Por que creo cada una de sus palabras, traspuesto el limite de la incredulidad y quedando al campo expuesto de que el retorno de la mujer que veo ha costado un precio.

Pero aun no digo nada. La dejo huir hasta el ventanal, escuchando su petición y escudriñando lo que no solo pide con palabras si no con el cuerpo pulsa dentro de mi. Que nota escucho de vuelta.
Por que estoy seguro de mi promesa de deber y servicio y lo que esto conjura pero pienso mas profundo. Pienso que no daría lo que fuera y haría lo que fuera por salvarla... Y no hay respuesta que lo niegue lo que implica una negra certeza y una limpia liberación.

Se que, por mucho que ella me lo pida no menguara el ascua, que el hálito de mi espíritu mantiene viva hasta que mi propio ser expire. El calor de mis sentimientos llevados allá, mas lejos de lo inefable.
Se que no avanzara la fantasía de que, lo torcido en el mal advenimiento que ha sufrido ella se enderece por algún designio que tiene que llegar, pero se que no soy capaz de olvidarla.

Me levanto de la silla, tomando el pañuelo del bolsillo de mi chaqueta pero sosteniéndolo un momento entre las manos.
No hay nada absurdo - murmullo - Nada en este y el otro mundo esta carente de sentido. Solo falla la comprensión de los que nos toca observar.
La contemplo de espaldas. En un perfil que me habla de lugares sin lugar y actos fuera de la humanidad y me profiere que su paso por Ello la hace desear no vivir.
Apieto los labios y entrecierro los ojos capturando la mirada que por ultimo me ha dedicado.
No se si esa solución conjugaría el fin del problema o lo extendería a otro nivel.
Solo se que nada puede poseer el alma, por que esta solo tiene un dueño y señor y sobre la que nuestra única potestad es como disponerla.
Cuando se sienta de nuevo en su silla le tiendo la tela para que se limpie.
¿Que quieres hacer? ¿Quieres completar esa nada que sientes y desaparecer?¿Tienes otros empeños susurrándote en el interior?
Por que dudo que pases por todo esto para por la mera razón de sobrevivir o destruirte.
Mi tono es calmo y circunspecto dentro del limite del barullo furibundo de mi interior. Enfadarse con el destino es como escupir al mar. Acabas empapado y el impávido.
Agarremos uno de esos anhelos - digo - uno que podamos compartir - me encojo de hombros y no puedo disimular mucho que creo que esto me viene grande. Que nunca creo sabre si podre encajarlo. Pero que tampoco cejare. Con ello y en especial con ella.
Jane. Tenemos que salvarla. Tu y yo y los otros - la miro con fervor, la pasión del que piensa que todo es salvable y que no hay regla innatural que no se pueda traspasar. Del que sabe que eso le llevara seguramente a la condena pero que con calma ha decidido que lo que tenga que pasar pasara.
Le puedes ofrecer a Jane tu disposicion a Salvarla. Tu conocimiento. Tu Condicion. Tu Ser.
Por que eres un Guardián. Eso no lo cambia nada.
Nosotros podemos proponer, si pero es Dios quien dispone.
Mirándola a los ojos añado.
Maldita sea si alguna vez o tu o yo entendemos el porque. Aun que me temo que no es una razon. Es una sensacion. Una que recuerdas cuando vuelves a Él.
Me intento moderar un grado y tratar de cambiar el tono por un instante.
No estoy de acuerdo con Gavalda en lo de que no le demos importancia al aspecto.- medito unos instantes - La gente es mas reacia a creer lo que no es posible que lo posible. Llámalo mecanismo de inmunizacion.
Si algún conocido te ve con la mismo aspecto, con el mismo rostro y te reconoce, se va ha llevar una impresión...inimaginable - pienso en Pillet rondando por Paris con un ojo en el CSB, a su hija atribulada mas allá de poder expresar nada mas que zozobra a gritos, pienso en mi ligado aun a la imagen de Leah en mi cuarto al anochecer y al de Leah frente a este vidrio de luz lechosa - Haz lo que quieras, hasta mañana no pienso dar ordenes, pero...Creo, de momento, que es mas fácil hacerles creer que se han engañado, y que piensen que no eres ella.
Luego tuerzo ligeramente el gesto. Una sonrisa irónica y cansada - Si las cosas han cambiado por que no también la apariencia.

- No quiero causar más dolor a los demás, así que es más fácil estar muerta para ellos. Y por ahora enfoque os nos en salvar a la niña. Dije mientras me secaba las lágrimas.

Agradecí el apoyo incondicional de mi Daniel con una sonrisa y me acerque a el dando la vuelta a la mesa para abrazarlo. Necesitaba su contacto, su roce, su calor. Era humana de nuevo cuando estaba con el y nada importaba.

Pense en Corine y Pillet y tal vez cuando termine podría hablar con ellos. Mi madre vivía en otro mundo y era mejor así. Nunca habíamos sido muy unidas.

- Gracias Daniel por estar aquí.

ME separe y arregle mi cabello tratando de parecer normal aunque me ardían los ojos. Y eso era bueno.

- Descubrieron algo más de Jane, los tatuajes, algo? Deberíamos ir al hospital?

Note la mirada extraña de Daniel.

- Estoy bien. Estaré bien. Solo dame mi arma y háganos este trabajo de una vez, luego veremos si, debemos ayudar a la niña y asegurarnos que no le pase a nadie a más. Luego verémos que pasa conmigo.

Podría estar reteniendo ese contacto que me ofrece tan de súbito toda la la vida pero se que en la realidad que nos esta tocando vivir, nos va a envolver la fugacidad y atesoro y devuelvo solicito lo que se tornara solamente efímero lejos de la memoria.
Vamos a lidiar con un país desconocido, el de nuestros futuros encuentros, el de los momentos compartidos.
Intuyo que ese impulso que alimenta su cuerpo va a torturar a Leah mas y de formas que no puedo imaginar.
Pero en el vacío de una mano, una voz, una mirada amiga no lo podrá soportar y menos aun superar.
Yo tuve a Lena. Leah que me tenga a mi.
Pienso si la tal Ophelia es un camino al sostén. Uno mas tenebroso.
Anoto mentalmente que quizás posiblemente tenga que confrontar con ella.
Anoto con subrayados que debo estar preparado.

Me alegra ver la energía de mi compañera desocupada de negrura y turbación por los siguientes momentos y le sonrío con cariño y el jubilo de contemplar que aun esta aquí.
Pero en cuanto a lo que comenta lo analizo despacio y con detenimiento.
Aun no nos ha dado tiempo a analizar la información recogida. No se si hay datos nuevos sobre los trazos dibujados sobre Jane. Tampoco tenemos su verdadero nombre. Ni se si hemos localizado a quien pueda ser su familia real.
Debemos de volver a coger el hilo y me temo que sobre los papeles.
Me aclaro la voz algo ajada después de los días de mal trago.
Y en cuanto al hospital podemos ir pero tomemosnos nuestros tiempos para reflexionar. Necesitamos conocer nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades. Las personales. Las tuyas y las mías.
Tuerzo la sonrisa resignado por el conocimiento que expreso a continuación.
Sabemos lo que queremos ser y lo que somos.
Guardianes mas que Polis. Pero también me temo que hemos descendido al nivel mas pobre de la clase. Leah somos los novatos y tenemos que dilucidar poco a poco lo que podemos hacer. Y lo que nos puede suceder.
Tienes que conocerte y yo tengo que conocerte. Tu hambre. Tus intuiciones. Tus impulsos. Tus habilidades que desconozcamos - y me apunto también - Mis visiones. Mis Capacidades. Mis reacciones. Lo que me estado escondiendo
Somos dos puñeteros alumnos de jujitsu en su primer puñetero día y yo sinceramente no se ni como atarme el kimono.
Tenemos que descubrir como volver a trabajar juntos. Por que no nos podemos mentir de que las cosas han cambiado.
Me arremango la camisa y busco el intercomunicador. No puedo disimular que aun resbalando por el jubilo el cansancio de malos sueños y malos días cada vez es mas patente
Así que yo propondría dejar el hospital para mañana. Ahora necesitaría un café - la miro interrogante - ¿Tu no? ¿Um...Puedes comer y beber?

- Si puedo comer... y beber, dije mirando a Daniel.

- Pero no tengo hambre. No lo necesito.

Sentia una rabia que me estaba carcomiendo. Daniel tenia razon debiamos esperar y para que. Era una perdida de tiempo, pero un arrebato habia acabado con mi existencia humano, otro arrebato podria ser fatal.

- Tu eres el jefe Daniel.

Solte las manos cuando me di cuenta que las tenia apretadas. Era frustrante la espera. No poder hacer nada. No poder encontrar nada, no saber...

Queria golpear algo y no sabia que hacer hasta que vi a Daniel mirandome....

Respire profundo y me quede mirando la ventana en espera de que llegara mi ropa y mi identificacion o se abriera la ventana y saltase al vacio.

- Tomemos cafe!

Me servi una taza luego de servirle una a Daniel. El sabor me resultaba lejano, impersonal, insalubre. Pero lo bebi a sorbos tratando de parecer normal. Sabia a cafe pero toda mi atencion estaba en el caso no en relajarme o disfrutar del momento.

- Quiero ver a la mujer que tenia a la niña secuestrada. Tengo como saber si es una victima como dice o es culpable. Y si lo es... sera mia.

Dandome cuenta de lo que acaba de decir, cambie la vista hacia ...

- Quiero decir la llevaremos a la justicia pues, yo no hare nada, tranquilo, estoy controlandome bien, en serio.

Dios mios, que dificil iba a ser todo esto.

Dios mio que difícil va a ser todo esto.

Miro a Leah y al final dejo de observar con ojo clinico para pensar que mirar por un agujero, como una cerradura no me va a mostrar la verdad con la que lidiamos.
Me siento en el borde de la mesa con una mano cogiendo la muñeca de la mano que sostiene el cafe que me ha ofrecido y con los ojos contemplativos me dirijo al intercomunicador.
¿Chana? ¿Tenemos localizada a Marie Padron? ¿Esta en estas dependencias o en las de la Gendarmeria?¿O no esta ya bajo custodia?
Por favor tráernos la información a la sala.
Subo las piernas a la tabla y las cruzo bajo mis brazos intentando relajarme.
Si es culpable sera suya dice Leah o dice Él. O es absurdo tratar de poner una frontera.
Me siento mas enjuto con el peso de esas palabras.
Justicia. Veremos como llegar.

Chana contestó que Marie Pradon seguía en cuidados intensivos del Hospital Lariboisière, que no había sido acusada de nada y que de todas formas su delicado estado de salud impedía cualquier traslado.

Según informes de los médicos, que trajo en una carpeta, seguía desorientada y de vez en cuando preguntaba por "la niña del coche".

Debía verla. Era algo que sentía en mi corazón. Estaba nerviosa porque sabía que queria verla para matarla, devorarla, pero primero debia verle para comprobar si brillaba o no.

Sin darle mucho detalle le explique que debíamos ir allá.

Ni siquiera era una necesita ya que no tenia hambre, era más bien la fuerza de la venganza, la necesidad de saber si era inocente o no.

Le pregunte a Chana por mi ropa y credenciales. Era raro que demorasen tanto.

Chana llegó con la ropa y la documentación y ya bien entrada la tarde, Daniel y Leah llegaron al hospital. Marie Pradon ya no estaba en Cuidados Intensivos y tardaron casi una hora en dar con ella. Esa misma tarde la habían subido a planta.

Un médico joven les condujo a la habitación. La encontraron consciente, mirando por la ventana, viendo las luces de París. Ya era de noche.

Antes de todo mi post, puedes decirme si brilla como los malos o es inocente?

El brillo que vio en Marie era diferente a lo que había visto hasta ahora... Leah pudo distinguir que había sido dañada, afectada. Pero era una víctima y no albergaba lo que fuera que atrajera su apetito.

El enemgo había estado ahí, y se había ido.

Me pase en silencio el resto del tiempo hasta que llegaron los efectos de Leah y su arma y su documentación.
No desaproveche la espera y me empape del informe detallado de la información obtenida sobre Pradon, los datos de las conexiones conocidas, la gente relacionada y la profundidad de la investigación sobre los captores de Jane.
A ratos observo la sensacion de animal enjaulado de Leah expresado en bocanadas de paseos arriba y abajo y gestos, no feos pero tampoco ignorables.
Cuando Leah sale para cambiarse le pido con a Chana que me trasladen al móvil la información de los miembros que se supone van a estar bajo mi mando, incluidos Leah y yo mismo. Y no la información baladí y rápida que me pudieran dar para contentarme, si no la analítica y profunda derivada de un plan bien pensado. Como nos alimentéis con mierda, mierda es lo que al final vais a lograr, reflexiono para mi caustico
Pienso en el hospital como una prueba de fuego.
Estaba barajando el ser mas precavido e ir a lugares menos problemáticos de inicio: La casa de Pradon, cualquier otro lugar que la investigación hubiera señalado...pero al final tengo que saber, me digo, si no va a funcionar.
Solo exijo que se compruebe que ni Clementine Ouvrard ni el doctor Seyrig están de turno o que si lo están no haya posibilidad de encontrárnoslos por sorpresa.
Por mucho que diga Gavalda ellas son las dos personas, ademas de mi, que hay en el mundo a las que no se puede engañar con la idea de que Leah no murió. Es mejor que sigan pensándolo de momento.
Si vamos a ir a hablar con Pradon, en las desconocidas condiciones que existen ahora, prefiero que llevar las cosas lo mas controladas posibles. Ademas de nosotros dos involucro a otros dos agentes para que nos hagan de respaldo.
No creo que usar una correa metafórica o no tanto con Leah, con lo que respira con ella, sea la mejor forma y ni creo siquiera si es posible.
¿Quien es el que tendrá la fuerza y la potestad suficiente para sujetarla?.
No. En mi fuero interno solo lo veo factible como un equilibrio en movimiento, un balanceo entre lo inhumano y la humanidad, en el que la simbiosis se ejecute en una lógica armonizada.
Puede que sea un iluso y de lo primero que se que tengo que buscar, y ya, es ayuda. Pero un objetivo tengo que marcar.
Se donde están los limites de lo que puedo abarcar de este mundo y ahora mismo el Devorador solo esta a mi alcance a través de Leah y lo que lo pueda conducir en ese baile que es tan patente que danzan.
Por eso en el coche, antes de entrar en el local del hospital, le pido que sea sincera.
Leah necesito, por favor, saber que es lo que te esta impulsando y lo que te hace agitarte.
Necesito la verdad y sinceridad. Si nos guardamos cosas lo vamos a intuir. Si me siento aplastado por secretos que se que están se que empezare a recelar de lo que vayamos haciendo. Y a dividir la atención entre vigilarnos y lo que de verdad nos acecha.
Por Dios que a ratos creo que se que es como si quisieras comerte a alguien. A veces lo que sea.
La miro de reojo mientras conduzco.
Tengo miedo. Ya no al daño, físico o mental, ni siquiera a la muerte - mi gesto es de aflicción - no después de verte morir...Estoy asustado por que hay cosas peores que la muerte. Pero no me asustan por lo que me puedan deparar a mi. Me aterra lo que te afecta a ti y no saber como ayudarte.
Supongo que igual que yo contigo intentas protegerme. Pero - sacudo la cabeza resignado - Leah, creo que estamos mas allá de toda protección. Nos toca recortar y recortar contra las cornadas del destino.
Entrecierro los ojos y bajo al voz hasta un tono firme y calmo.
Es imposible si no se que esta pasando. Que te esta pasando.

Paro el coche delante del hospital y pregunto.
¿Que es lo que planeas sacar de aquí?. ¿De esa mujer?¿Que ver, oír, oler...sentir?
Y confrontándola directamente
¿Que pasara después de la respuesta?

Sms al agente Mallutz:

Agente Mallutz, soy Clementine. He encontrado un pintor que ha retratado a una muchacha con los mismos tatuajes que la niña del hospital, su nombre es Jean Jacques. Le paso su contacto (número de Jean). Estoy ahora mismo hablando con él en su exposición y parece dispuesto a colaborar.

Saludos.

Sms a Clementine Ouvrard.
Clementine. Gracias por la información. Tomamos nota y efectuaremos una visita. Posiblemente mañana.
Le pido precaución. No tome riesgos. Si su instinto o las circunstancias le indican que esta en peligro llámeme a mi o a la CSB. A cualquier hora.
Por favor. Cuídese.

Sms urgente al CSB.
Situad en alerta a la escolta sobre Clementine Ouvrard. Tiempo de respuesta menor de 2 minutos.
Esta sobre el terreno investigando sobre el caso Jane Doe.
Si bajo criterio de los operativos el peligro sobre la señorita Ouvrard es excesivo deténganla y llévenla al CSB bajo mi responsabilidad. Consúlteme cualquier duda sobre la orden.
Recopilar información sobre un artista llamado Jean Jaques: Pintor.
Pista sobre los tatuajes.

Marie pareció reconocer a la agente Tatou. Puso una cara extraña, primero temerosa, luego decidida. Respiró hondo.

-No estoy segura de que sea usted la que está aquí, o sigo en un sueño. Creo que no tengo piernas.

Buscaba la mirada de Leah como si eso le diera fuerzas para recordar.

-No dormía bien. Eso fue... creo que ha pasado mucho tiempo, es como si hubiera tenido un lar… largo sueño.

Respiró fuerte y cerró los ojos frunciendo el ceño. Luego los abrió volviendo a buscar la mirada de Leah.

-Fui a una clínica, un lugar especializado en esas cosas, y allí conocí a una chica rara, muy joven, con grandes gafas... cuadradas, destrás sus ojos… su mirada..., parecía autista… no, era como de otro mundo… como un alienígena que estudia la raza humana… Me desperté desnuda con ella en la cama. Pensé que me había drogado… Y ahí empezaron las lagunas…. Un día creo que soñé que bailaba entre animales a dos patas, y que me daban a beber de una piel rellena de sangre.

El móvil de Daniel ronroneó. Empezaron a llegarle mensajes del CSB.

Y el detective, que ahora contaba con el rango de Inspector de la Dirección Central de Información Interior (DCRI ) en misión especial para el Cuerpo de Seguridad Bilateral (CSB), pudo leerlos.

El primer mensaje indicaba que ya tenían un agente situado a cuatro minutos de respuesta de Clementine Ovuard.

Tras Leah, era el segundo bajo mando de Daniel Mallutz. Se trataba de Suzanne Rostand, experta en minería de datos y evaluación de riesgos. En el mensaje venía su teléfono, número de placa y correo electrónico. Se trataba de una analista en activo de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE, el servicio secreto francés).

Luego, en otro archivo venía información sobre el pintor, Jean Jacques, un retratista famoso en la escena parisina. No había ningún dato, por ahora, que pudiera resultar sospechoso o relevante al caso.

En este momento participaba una exposición en Marais.

La organizadora y propietaria de la colección, la señora Agathe Débucy era una millonaria que  le había donado una propiedad al pintor: una casa en el Barrio Latino. Y también le pagaba una generosa pensión mensual que la convertía oficialmente en su mecenas, actividad por la que la señora era célebre.

Por último llegó el primer mensaje de Suzanne. Tras indicar la dirección completa de la galería continuaba:

Están en una mesa del primer piso de la Galeria Mulldemont, en Marais. El pintor conocido como Jean Jacques y  la doctora Ouvard.

Por ahora no me puedo acercar más sin llamar su atención. Están ellos dos solos, en un café que hay sobre la sala de exposición. Han dado día libre a los camareros. Ahora hay un músico tocando y un montón de visitantes que admiran los cuadros en la planta baja. Ambas plantas están conectadas por un hall en el que toca el pianista. Si gritan o hay disparos los puedo oír.

La pista sobre los tatuajes es reveladora.

Junto a esa frase, había una fotografía de un cuadro que mostraba a una mujer desnuda de unos veintitantos años, sentada en una silla con todo su tronco y parte de sus extremidades -hasta los codos y rodillas- tatuadas a base de líneas, curvas similares a las “curvas de nivel” de los mapas y figuras geométricas. Algunos trazos eran tan gruesos como un dedo y otras tan finas que apenas se insinuaban en el cuadro, pintado con un realismo y una belleza que revelaban el gran talento del artista, ese tal Jean Jacques con el que estaba hablando Clementine.

Era evidente que se trataba de unos tatuajes muy similares a los que presentaba la niña.

Sms a Agente Rostand
Encantado agente Rostand. Soy el Inspector Mallutz.
Controle la situación y evalúela.
Si estima necesarios refuerzos pídalos.
Si intuye peligro, ejecute evacuación de la srta Ouvrard y del sr Jacques.
Trasládelos a nuestras dependencias por separado.
Cualquier sospechoso involucrado deténgalo.
Repito, pida refuerzos si va a actuar.
Cuando la srta Ouvrard acabe pidala amablemente que se reuna conmigo y acompañela. Yo le indicare el lugar.
P.D: Envíeme una fotografía del cuadro, si le es posible.
Saludos.

A todas las preguntas de Daniel apenas lograba entenderlas. Si estaba preocupado por mi, era bueno saberlo pero no habia porque. No podia morir dos veces, o si?

Thierry habia muerto. Esa cosa no era el. Yo no soy el.

En todo caso solo estaba a la defensiva con el aunque no lo merecia. Aun tenia muchas cosas que asimilar.

- Daniel, calmate! Estoy bien, aun estoy tratando de entender todo esto, si quieres despues hacemos un balance y te puedo responder.

Agradeci haber llegado al hospital y no me detuve en miramientos hasta llegar hasta Marie. Para mi sorpresa ella era una victima mas. Aunue brillaba de manera diferente su aura no mostraba aspectos debiesen ser castigados. Con compasion me acerque a ella mientras hablaba y le acariciaba el cabello.

- No es un sueño, Marie y te ayudare en todo lo que pueda.

Escuche todo lo que nos digo hasta que Daniel se alejo para atender el telefono.

- Marie estas segura de que era sangre?

Incredula me di cuenta de que debia preguntar.

- En tus visiones o recuerdos, recuerdas a una mujer blanca con cabello rojo que .... (Y describir a Ophelia con lujos y señales)

Si ella habia bebido sangre, todo esto era mucho mas grande que todos nosotros y los vampiros o como se llamasen estaban haciendo estragos de todas las formas posibles.

Espero por su respuesta mientras miraba a Daniel de reojo.