Partida Rol por web

Normalmente cuando el munchkin gruñón protesta no suelo escucharle pero en este caso algo de razón tenía, ese chico... ¿por qué tenía marcas como de grilletes? ¿será un fugitivo de la Reina Roja? "quizá debamos ayudarlo aunque nos de problemas, quizá sepa algo de lo que realmente les pasó a mis padres".

-Que si Sommar, tu tranquilo. Si hay problemas los solucionaremos, ¡deja a la chiquilla divertirse!

Cuando llegamos vemos que un carruaje algo pordiosero espera. En seguida Sommar me dice que son ellos y a cuadros me quedo. -¿Estos son familiares del alcalde? bueno da igual vamos a ayudarles.

Cuando bajo del carromato es cuando la veo a ella. Una chica preciosa de cabellos blancos como la nieve.

-Disculpe mi dama- hago una reverencia- ¿Son ustedes los familiares del alcalde Bean? venimos a recogerles, se hospedaran en nuestra casa mientras estén en Puerto del Rey. Me nombre es Didac y el pequeñajo Sommar.- me adelanto a que el haga las presentaciones, seguro que eso le hace rabiar.

Una vez saludo a la señorita intento vislumbrar si hay alguien más con ella a quien saludar y hago lo propio.

Derek miro el amuleto de plata, no tenia bordes cortantes y no podia hacerle daño pero aun asi no le gustaba. De todas formas se lo colgo al cuello para que su padre se quedara mas tranquilo. No sabia que podia hacer, la mayoria de esos "Amuletos" eran cuentos de viejas que realmente no hacian nada pero si su padre lo habia guardado con tanto celo debia ser por alguna razon.
- Ire al encuentro de la señorita Ava.- dijo negandose a llamarla hermana mientras se ponia en pie para vestirse.
Se toco las costillas, tardarian un poco mas en sanar pero tendrian tiempo de hacerlo por el camino.
- Es bueno que el Koschei me siga, mientras lo hace deja en paz a otras gentes mas inocentes que yo.- comento permitiendose un pequeño aire de orgullo por ello. Si el mal le seguia era porque al fin alguien le consideraba "de los buenos".

Vestido y con el amuleto bajo la ropa salio detras de su padre para buscar a Mark, con su espada ceñida en el cinturon y una mano cerca de ella. Nunca se sabia cuando el peligro podia aparecer.

-Buenos días, Didac, Sommar - dice acompañado de un gracioso gesto de la cabeza -. Mi nombre es Mary y ellos son mis abuelos Thomas y Sally. Mi abuela es hermana del alcalde, así que creo que eso nos hace familia del alcalde.

Observa al chico que se ofrece a guiarles hasta su nuevo hogar. Nunca a visto a nadie vestir con eso en la cabeza así que lo ve raro, aunque ella lo sea más por el color de sus cabellos, y tampoco ha visto nunca a nadie vestir de la forma que lo hace Sommar. Ambos parecen bastante peculiares. Se gira hacia sus abuelos.

-Parece que ya han llegado para guiarnos.

He subestimado a este patán, debí suponer que llevaría algún tipo de protección bajo la ropa, como buen cobarde que es.   - Esto ha sido un aviso Señor Rochefort, la próxima vez no tendrá tanta suerte - Y la próxima bala te entrará por el único ojo que te queda. - Enfundé mis pistolas de un rápido movimiento, ensayado cientos de veces. Me giré rápido como una serpiente marina dispuesto a echarle una carrera a esos matones y poner fin a aquella surrealista situación, ya había tenido suficiente diversión por hoy. Me dispuse a correr en dirección a aquel muchacho, que había caido desafortunadamente al suelo al tropezar con un saco de patatas. - Aquello si que era surrealista. - Pensé.

Le tendí una mano para huir juntos de allí. Esperaba que esa apariencia de chico que no sabía cuidarse por si solo fuera una fachada para despistar al Alguacil y guardara algún as en la manga que nos ayudara a escapar...

- Por cierto Señor Rochefort, debería ir pensando en subir un poco la recompensa por mi captura. - Le grité al tiempo que le regalaba una sonrisa burlona justo antes de poner pies en polvorosa.

-Encantado- hago otra reverencia hacia la pareja -Si tienen el placer de acompañarnos- me hace gracia comportarme de esta manera tan fingida ante esta gente pseudo-rica... supongo que hay que hacer un poco el papelón, que el Alcalde es un buen  cliente del taller ^^

Sonrío a la chica. -¿de dónde vienen? si no es imprudente preguntar claro...

-Pues de un pueblecito pescador, a unos 5 días de viaje, pero hemos tardado un poco más por las malas condiciones y porque Bellota cada vez estaba más cansada.

Los tres ocupantes del carro tienen todo el aspecto de no ser ricos, si no más bien pobres. Gente que se ha dedicado toda la vida a trabajar con sus manos y que con el tiempo se han vuelto ásperas. Parece que la galantería del chico no pega demasiado con su aspecto... demasiado servicial, aunque si trabaja para el alcalde supone que debe de ser deformación profesional o algo semejante.

-Si nos guías, te seguiremos a nuestro destino.

Cuando empezaba a correr tropecé con un saco de patatas haciendome caer... ¿Pero quien ha puesto un saco aquí? ¿Qué pasa que quiere que la gente se mate o qué? Será… Menos mal que aquí no me conoce nadie… aunque ya me veo a Pascal mofandose de esto si salimos bien parados… me incorporaba algo desorientado cuando escuché los dos disparos… Oh no, oh no… Tony corre, corre que acabas agujereado...que este pirata está loco...

Hook venía corriendo y me agarró… ya… lo que me faltaba… huir con un pirata… salimos corriendo los dos… comenzamos a callejear… entonces lo vi… ¡Por allá! Le indiqué al pirata… al fin y al cabo estabamos unidos en esto... será mejor que nos escondamos rápido…

Quizas haya sido un error intentar ayudar al muchacho a escapar de aquellos rufianes. Esa idea rondaba constantemente en mi cabeza mientras callejeabamos. Habiamos perdido un tiempo valioso mientras apartaba la capa de su cara y le ayudaba a levantarse, y para peor suerte le había seguido por un callejón lleno de basura, viejas cajas y barriles abandonados donde no haciamos más que tropezarnos... Oigo los pasos de nuestros perseguidores muy cerca, casi puedo sentir el aliento del Tuerto en mi cuello... Tengo la sensación de que esto no acabará bien...

-Descuida Var, yo me encargo de el.- cuando el munchkin sale de la habitación, el chico se gira y se queda mirándome

-No te preocupes, no soy ninguna remilgada jajaja ahora si quieres te aseas y serás otro- le guiño el ojo. Cuando coge mi mano y se presenta noto un brillo especial en su mirada, algo que engatusa.-Mi nombre es Selina, mucho gusto. Vivo aquí con mi hermano y tres enanos como el que salió por la puerta. Son buena gente.

No quiero ser grosera ni mucho menos, pero no puedo evitar dirigir mi mirada a sus manos aunque solo sea por unos segundos cuando toma la mía.

Antes de saludarme me pedía ayuda a algo así que hago un gesto como para ayudarle. -Querías... querías que te ayudara en algo ¿no?

El par de chicos se detienen en su presentación, los puedes ver con mayor detención, ambos deben ser hermanos, por su gran parecido, además, no superaban los 16 años, ella tenía los cabellos castaños y largos, ensortijados en las puntas y él, llevaba el cabello corto. Sólo cambiaba el color de los ojos de los dos chicos, porque mientras los ojos de la chica eran verdes, los de su hermano color miel. Cuando te presentas con la máscara, muestran miedo al verte,la joven se oculta detrás de su hermano,  el que te hace frente, es claro que no agradas para nada con esa máscara tan cubierta.

El joven carraspea, y se gira hacia su hermana que lo mira con miedo, pero el se arma de valor y se voltea de nuevo hacia ti.

- eh... el teatro es de nuestro tío señor,pero creo que podemos ayudarlo con utilería, mi... mi hermana es muy buena con el maquillaje - en ese momento el chico se contorsiona, su hermana le ha dado un codazo de aquellos- ay... no seas así Amel .- exclama para reprender a su hermana que se queda aprentando los nudillos por la impertinencia de su hermano.

- eh... bueno, pero sáquese la máscara... es que...- se sonroja la chica, parece querer ayudarte, pero la máscara incomoda - es que es raro ver a una persona con máscara -agrega sonrojada.

Mark seguía adelante, sus modos eran oscos, no tenía mucha costumbre para tratar con las personas y menos con mujeres, el era un hombre guerra, un guerrero, no un caballero como el perro, ni mucho menos un príncipe como a los que ambas princesas estaban acostumbradas, y por eso ni se dignó a girarse cuando fue interpelado por Optimus, pero algo lo hice cambiar de opinión, y fue precisamente la amenaza del perro guardián.

- por mí está bien, si quiere ladra, oh gran paladín, pero hazlo cuando yo esté lejos - rugió, y miró de reojo a la recién descubierta princesa Anna, a ella ya le había revelado la razón de su preocupación - es el koschei, esa bestia está cerca, siguió a mis amigos hasta acá, y creo que está cerca, no quiero encontrármelo de nuevo,  dudo que pueda sobrevivir, y dudo que ustedes puedan.. umm no es nada personal - miró a Ava de arriba hacia abajo, y luego fijó su vista en la princesa Anna.

- y no sé que quieren con Derek, siento que no es mi asunto, pero vamos precisamente hacia él... así que cierren el pico todos, síganme,  o bien, sigan su camino, pero no me causen problemas... no soy niñera - rodó los ojos, y el montaraz siguió su camino entre los árboles y los arbustos, a medida que se acercan, la vegetación se va volviendo más y más espesa, se van internando cada vez más en el bosque.

- uy.... que pesota...- exclamó la princesa Alba, sentada en el lomo de Optimus, pero la mera mención de aquel ser la hizo guardarse los demás comentarios, y jaló la brújula, para abrirla - sí... nos dirigimos hacia él - exclama la princesa, cerrando la brújula y dejándola  colgando del cuello del perro. - es mejor que nos quedemos calladitos.... me da miedo el Koschei...- murmuró asustada y se agazapó más en el lomo del perro.

Dos ancianos levantan sus cabezas cuando se acerca Didac  a la carreta la mujer, estaba en la parte de atrás de la carreta, arrebozada por una bella manta color durazno, mientras que el anciano se encontraba delante de la carreta, sujetando las rindas de la vieja yegua. Ya cuando los inventores hablaron y se presentaron, ambos ancianos se le acercaron el hombre ayudó  a bajar a su mujer.

- que bueno que llegas muchacho - exclama el anciano, sujetando la mano de su esposa, y acompañándola hasta Didac - y como ha dicho nuestra nieta, somos los  Fischer, somos familiares del alcalde..- se nota molesto al verlos,  seguramente esperaba a su cuñado ahí, luego comenzaría con sus comentarios ácidos contra  aquel hombre, sin embargo, su mujer es otra cosa, es muy amable, y les sonríe tímidamente.

- oh, sí sí, el alcalde nos contó sobre ustedes y nos pidió que los recibiéramos, estamos complacidicimos de ayudar a la familia de nuestro amado alcalde - hace una reverencia ante los abuelos y Mary, pero no ha pasado por alto la forma en que Didac había visto  a la preciosa May,que había que decirlo era preciosa, y sonrió pícaramente - pero bueno... señor  Fischer, podríamos llevar su carreta, mientras Didac acompaña a su nieta y caminan hacia el taller..digo, hacia la posada en donde se quedaran... es que deberemos tomar otro camino para llegar - expresa con gran convicción, recibiendo una dura mirada del señor Fischer, pero la señora parece muy complacida por lo que dice, quizás siendo en parte cómplice del hombrecito, así que la abuelita Sally vuelve a subir a la ´carreta, y con ella, Sommar, y esta  en dirección contraria a la que ustedes deben seguir.

Tienen un camino de algunas cuadras, en donde pasaran por  las tiendas abiertas, y la gente que va de un lado a otro, hay nieve, pero eso no era impedimento para que la ciudad del puerto, siga en movimiento.

El viejo cazador te miró de nuevo con gran orgullo, pero se río  de tus últimas palabras - si no te conociera diría que eres un estúpido inocente,pero como te conozco, lo reafirmo - sí, se burla descaradamente de ti, pero no hay malicia en sus palabras, sino mucha preocupación. 

El cazador toma su hacha y su escopeta, y salen ambos de la antigua cabaña, que estaba protegida por sus murallas de roca y piedra, dado que había sido construida en una pequeña colina, igual a las cabañas de los gnomos, pero esta en tamaño de un humano. Estaba rodeado de árboles y corría un riachuelo cerca, también  habían cueros secando al sol, y algunos conejos colgados, la cena seguramente. El cazador te entregó su cuchillo, y te dijo que lo siguieras, irían a buscar a Mark, pero el nerviosismo podía palparse, incluso Toby, su perro perdiguero gimoteaba cerca de él,el pobre animal estaba asustado.

- bah, no seas cobarde Toby...-  rezonga el cazador, y Toby se pone entre tus piernas, empujándote, no quiere ir, pero su fidelidad es mayor, y de todas formas los seguirá.

Es tú presencia lo que le hace recuperar la vitalidad, y te lo hace saber con una amplia sonrisa, y jala de tus manos para besarlas, enía los labios partidos, el joven había sufrido mucho, se notaba. Ahí te dice que desea un baño, y algo con que recorta su barba, le dices que no hay problemas, y lo ayudas a ir al baño que se encuentra al final del pasillo, ahi entra solo, tambaleandose, pero te asegura que está bien, que no quiere incomodarte con sus pilchas. Var aparece para saber que sucede y llega con un par de pantalones y una camisa, los reconoces, son de tu hermano, pero no crees que se enojaría por eso ¿o sí?. Pero nada puedes hacer, Var ya se los ha entregado al joven

El enano te lleva a la habitación de vuelta, y luego baja de nuevo, para ir a ver la comida, el joven demora unos largos minutos en el baño hasta cuando aparece en la puerta, con las ropas y su barba cortada.  Si antes te pareció guapo, ahora, más limpio... pues, realmente es guapo...

-perdón por hacerla esperar...- murmura e intenta llegar hasta ti, pero sus fuerzas lo están abandonando y debes guiarlode nuevo a la cama, ahí tose  de nuevo, es una tos seca,sin lugar a dudas estaba enfermo - no sé como pagar lo que ha hecho por mí, señorita Selina, mi vida le pertenece por completo...- queda sentado en la cama, observándote a los ojos,  y nuevamente sujetando tu mano con fuerza, el joven ya comienza a tener mayor calor en su cuerpo, lo cual es agradable.

Deben correr por sus vidas, las balas que James le había puesto a Rocheford si bien no lo habían matado, lo habían dejado sólo con el aire suficiente como para darle la orden a sus hombres como para cazarlos, pero se quedó atrás,sujetándose el pecho y apoyándose en la pared, James puede disfrutar de ese momento, mientras que de una manera muy chula se despide del alguacil. Puede ver su cara de odio intenso, esa misma cara cobraría más adelante aquellas ofensas...

Pero ahora el presente, tienen a cinco soldados de la reina corriendo tras de ustedes, y para su desgracia, ustedes no son muy hábiles  en la huida,  la gente se interpone delante de ustedes,cajas con frutas, y gallinas, James tropieza en la carrera y rueda por el suelo, siendo esta vez Anthony quién lo ayuda a levantarse. Sienten a los soldados detrás de ustedes, los atraparan... los...mataran...

Siguen corriendo, Anthony escoge una ruta, y James lo sigue, ya no hay tanta gente, pero escuchan los disparos,  les estaban disparando sus perseguidores, Anthony siente algo así como un mordisco en su brazo derecho, arde mucho, y lo hace quejarse, pero sigue corriendo hasta cuando giran de nuevo en una esquina, chocando con un hombre con capa que habla don dos chicos de ropas coloridas, saltan entre ellos,  y se meten en el callejón lateral, y llegan a un pasaje si salida... están cansados, han corrido muchas cuadras, y recién han alcanzado algo de ventaja para solo llegar a un pasaje sin salida,  pero queda una salida, hacia arriba.

El edificio que habían rodeado, de pintorezcos colores, tenía una escalera lateral, que llevaba a las ventanas del edificio y hasta el techo, era eso, o quedarse ahí a pelear.

-Tony! estas herido! - exclama Pascal, aun en tu bolsillo, y ves tu brazo derecho, estaba empapado en sangre desde el hombro casi hasta tu manga,  levantas tu mano, también tenía mucha sangre, los malditos te habían dado, pero aún no los ves aparecer  en la esquina tienen tiempo para decidir, pero debe ser rápido.

Mientras hablas con los chicos, dos jóvenes aparecen corriendo desde una esquina, no los alcanzas a ver sino sólo de espaldas, cuando uno de ellos te ha empujado, y el otro a los niños, que deben retroceder, los chicos se meten en el callejón, y la joven exclama -no tiene salida!- en eso vienen  cinco guardias de la reina, los puedes reconoces por sus trajes de mosqueteros, de color negro con cruces rojas,perseguían a los dos hombres que primero pasaron. El chico se asusta, pero en un acto de sumo valor, deja caer las clavas que tenía en las manso justo cuando los guardias pasan,  y tres de ellos tropieza estrepitosamente, mientras que uno de los que se ha quedado de pie, cruza la distancia hasta donde estaba el joven malavarista y le da una terrible bofetada que lo lanza al suelo con la boca rota.

-no... qué hace?! -exclama la chica en un alarido de horror, agachándose  ante su hermano que está escupiendo sangre.

-pónganse de pie, hay que atraparlos - ordena y se disponen a seguir con su persecución.