Partida Rol por web

Cómo habían acordado, el grupo se reuniría de nuevo en el punto de conexión, cada cual tenía importantes cosas que decirse, otras, en cambio serían calladas. De distintos puntos, aparecía Nikolai en compañía de Derek, Alba y Optimus, y de otra, vendría Mark y Ava, muy cerca y sonriendo como si se hubieran contado un excelente chiste.

- ¿han encontrado la taberna para poder descansar? -preguntó  rápidamente, mirando a Ava y a Mark que ya habían llegado junto al resto del grupo- debemos descansar y comer, sobre tú Derek - sonrió  y se puso al lado de los dos chicos, Mark asintió, y los condujo  hacia la taberna, en donde pasaron directo hacia una de las mesas, pidiendo comida para todos, incluso para Optimus, al que le sirvieron sobre la mesa, en un cuenco más grandes.

Claro que la llegada del grupo no pasó desapercibida, pero hace mucho la gente perdió el interés en otros, además, cualquier duda, serían caballeros que van hacia el torneo, y no se necesitaban más explicaciones.

- tenemos dos armaduras, para Derek y para Mark, ¿les parece? -  sonrió el hombre juntando sus manos - lo siento Ava, pero deberás ir de dama de compañía, yo me encargo de conseguirte un buen disfraz, creo que de esposa de uno de los caballeros quedarías bella -   miró a ambos y luego a Derek.

Sir Optimus se comió rápido toda su comida. Por fin lo trataban con respeto, al dejarlo comer sobre la mesa, pero a pesar de ello no podía hablar con toda esa gente allí, ni él ni la pequeña hada. Lanzó entonces una mirada a Nikolai para que explique al resto lo que Alba y él habían averiguado, ya que tanto él como Derek estaban al tanto. Si faltaba agregar algo ya podría hacerlo en cuanto estuvieran a solas. En tanto, lo apropiado era seguir guardando las formas, a pesar de estar comiendo sobre la mesa.

Asentí con aceptación y añadí una sonrisa  ante el consejo de comer y descansar, mal que me pese era consciente que el torneo iba a ser duro, claro que comeré y descansaré.

 Una  vez llegamos a la taberna me siento con el resto, algo distraído en realidad aunque no lo mostraba. Aun así tenía la suficiente concentración para escuchar lo que hablan. Me parece perfecto, también miro a Ava y a Mark esperando ver su aceptación o su rechazo.

Miradas. Roces. El que a cada paso nuestras manos se encontraran, en una oculta caricia. Juntar nuestros dedos a cada paso. Y entonces mirarnos el uno al otro y sonreír. En mi cabeza puedo volar. Cada paso es flotar, mirarlo con una sonrisa y saber que la felicidad es mutua. Que los dos nos sentimos igual.

Cuando llegamos tuve que rehuír a la mirada de Nikolai. No supé porqué. Quizá fuera porque es de todos quien me conoce mejor y temí que adivinara todo al mirarme, aunque aun tenga la capucha puesta.

Intentando no pensar más entro a la taberna, agradeciendo que la sombra de la capa me cubra la mitad del rostro.

Cuando Nikolai menciona lo de dama de compañía alzo una ceja, otro gesto que no se adivinaría a no ser por mis brazos cruzados. ¿Dama de compañía? ¡Hace años que no uso un vestido! Ni siquiera en mis tiempos en el castillo era muy afecta a usarlos: casi tenían que obligarme.

Aunque tengo que admitir que la otra parte del trato no suena tan mal.

- No me puedo quejar - respondo sencillamente, aun eludiendo los ojos de Nikolai.

Para matrimonios muchos podrían haberlo intentado, y a ninguno le habría funcionado. No es como si me viera como esposa, aunque con Mark... diablos, al menos no me aburriría. Dirijo una mirada a mi alrededor, intentando evaluar a los demás. ¿Quien estará tambien por el torneo?

Pensar en el torneo ya me hace apretar de nuevo un puño. Ya pronto, me digo a mi misma, ya pronto voy a poder sacarlas y ponerle a ese infeliz las manos encima.

Le duró bastante poco el jugueteo que llevaba, pero Ava le producía un terrible caso de adolescencia, más ahora, con el plan a medio andar, y Nikolai metiendo su nariz en donde no debe, se debió comportar, aunque por debajo de la mesa, colocó su pierna por debajo de la pantorilla de la princesa, mientras que su cara mantenía una cara de serenidad.

- entonces está dicho, Derek, y ud, Ava y yo, y Optimus conmigo, como nuestra mascota - miró al perro - lo siento amigo, pero debemos mantenernos ocultos, y tomó la mano de Ava - y ud, será mi esposa -  su sonrisa se volvió traviesa y puso las manos sobre la mesa.

- las habitaciones están tomadas, pude tomar dos tan sólo, una de ellas con cama matrimonial, y la otra con dos camas, ustedes se quedaran en esa, y yo con Ava en la otra - aguardó la reacción de Derek, pero él debía comprender que Mark estaba demasiado interesado en la joven Ava - tú, Ortimus, puedes escoger donde estar, amigo, junto a Alba - la pequeña hada seguía oculta bajo la capa de Optimus, pero podían ver su carita sonriente.

Sir Optimus quería salir de allí de una vez, estaba cansado de tener que escuchar sin poder hacer comentarios ni opinar acerca de nada.

Cuando le presentaron la posibilidad de estar en la casa con alguna de las dos parejas casi que se espantó. Por un lado estaban los tortolitos. Tener que soportar escenas frente a su hocico no era para nada tentador, pero tener a los otros dos peleando todo el tiempo y hablando acerca de "la bestia interna" podía llegar a ser aún peor. Si no fuera por Alba, posiblemente Sir Optimus hubiese preferido pasar la noche en la calle, o incluso en la casa de alguien de la resistencia.

Después de unos instantes de pensarlo, hizo un gesto con la cabeza hacia Mark, pero casi al mismo tiempo dio un golpecito hacia atrás con la cabeza, invitando al hada a opinar.

Ya con las parejas  separadas en las habitaciones que usarían, se fueron a descansar al final del día, pero el sueño es un esquivo aliado que solo llegó a ustedes cuando la noche estaba casi pasando y poco faltaba para el alba, pero a pesar de aquello, por la mañana, antes de las ocho de la mañana estaban despiertos y reunidos en el salón de la taberna, comieron algo y para desgracia de Sir Optimus debió ser tratado de nuevo como un perro. 

Nikolai pasó demoró un poco en aparecer antes del desayuno, pero cuando volvió entró con las ropas y la armadura que el herrero había prometido, entregándoselas a todos, cada cual debería ejecutar un papel en ese asalto...

Empezarían la caminata a hacia la ciudad de Imlambris, consiguieron caballos, la lechera les ayudó con esto, además, quería conocer al resto de las personas que estaban en esa rebelión, y grande fue su sorpresa al reconocer a la princesa Anna entre ellos, ella la había visto algunas veces pero ahora estaba feliz de poder tenerla tan cerca, y se fue corriendo hacia a resistencia para contar lo que había visto con sus propios ojos.

Según los estimativos, en dos horas tan solo estarían en el centro de la ciudad, el torneo empezaría en la tarde con un baile de inauguración y al día siguiente el torneo propiamente tal, sólo que deberían anotarse como caballeros, Nikolai les contó como seria el torneo, y que no tuvieran miedo, que debían llegar donde Dimitri y terminar con él, que si todo salia bien lo lograría. Era demasiado auspicioso..

Luego de dos horas de viaje, estarían en las puertas de  Imlambris, había pasado demasiado tiempo desde que Ava había abandonado  su tierra, y ahora esta se abría ante ellos. Los guardias de hecho los saludaron, sin reconocer a nadie, y entraron... ahora debían decidir a donde ir, Nikolai dijo que ante todo tendrían que ir al castillo, ahí debían estar inscribiéndose los caballeros, y de ahí, entrar al castillo, seguramente la seguridad no sería tan acérrima. Alba sugirió el aprovechar y entrar para ella buscar a la princesa... ¿que plan idearían en este momento de la aventura?

Caminar entre las murallas. Pensar en entrar al torneo. Tan solo lo que pasó con la lechera fue increíble. En todo el camino sigo recordando la manera en que se emocionó con verme, lo cual a decir verdad me sorprendió: pensé por un momento que iba a delatarme.

Y en lugar de eso, se puso feliz.

La sensación fue increíble, y más pensar que ella es parte de mi gente, lo cual me hizo sentir esperanza. Mi pueblo aun cree en mí. Aun quiere su libertad. Lo cual no hizo más que reafirmar la resolución que había tomado antes, solo que ahora el motivo es diferente.

Antes era por venganza: ahora es por algo más. Es por algo más puro: es mi pueblo, es mi familia. Incluso Derek. Y Mark.

Seguí caminando, por primera vez en años con la cabeza baja. Tratando de ocultar mi cara, aunque no podía ocultar mi sonrisa. Por un día, todo parece ir bien. Derek podría decir un sarcasmo, y no pensaría en partirle la cara, así de feliz me siento.

Con ese pensamiento, miré abajo, hacia Sir Optimus. Admirable que haya podido aguantar el comportarse como un canino normal.

- Puedo intentar acercarme a la princesa - sugiero - Me hago pasar por dama de compañía, hay que comprometerse con la charada.

Además, me daría oportunidad de ver a mi madre. Sigo molesta, pero hay prioridades. Por ahora.

Sir Optimus se quedó con la boca abierta al ver a la lechera. No lo reconoció a él, supuestamente por no relacionarse mucho con la realeza, pero sí a Ava, por más que ella había dejado sus tierras hacía tiempo y no lucía como una princesa precisamente en ese momento. Él se había cuidado de no hablar de Ava con ella, respetando su voluntad de guardar el secreto, pero había sido inútil, la lechera no tardó en levantar la perdiz. No la culpaba, era una nueva señal de esperanza, un recuerdo de mejores tiempos.

El perro miró a su alrededor cuando Ava le habló. Debía tener cuidado de que no hubiera gente cerca observándolos, solo así podía hablar, y en voz muy baja. Esa situación lo tenía cansado, lo único que lo animaba era saber que solo debía seguir actuando un día más.

_Creo que no deberías moverte mucho por aquí, Ava. Si la lechera te reconoció es altamente probable que otros aquí mismo también lo hagan. No podemos correr este riesgo. Incluso si te cruzaras con tu madre el plan podría echarse a perder. Alba y yo podríamos buscarla. Entre tanto preparativo no creo que nadie se preocupe por la presencia de un perro paseando. En estos momentos, con el torneo tan cerca, tienen otras cosas de qué ocuparse.

- pero la lechera no la reconoció... digo, se lo dijimos nosotros, y ella dedujo que era ella, ¿no? - acotó el hada - de todas formas... es verdad, pueden reconocerla,sin embargo, creo que puedo ayudar con eso, tengo energía suficiente como para lazar un hechizo de cambio... pero no sé cuanto duraría, pero podrá servir, ¿no? - dice el hada - cambiaría el color de su cabello y ojos, sería la misma... pero con otro color - explica el hada, habian tantas personas que ni la notaron cuando voló sobre el hombro de Ava.

_¿Se lo dijimos nosotros? No sé quién, yo al menos no se lo dije y no escuché al resto tampoco decirle, pensé que lo había descubierto ella misma.

- Fueron ambas - contesté. Tanto que se lo dimos a entender, como que ella me reconoció. - Todavía me cuesta creerlo.

Suspiro, viendo de nuevo esa división. Por un lado la necesidad de rescatar a mi madre, por otro el hacer lo correcto. Pero siempre había estado junto a mi familia mi pueblo, y ahora lo correcto involucra también a mi gente. Hay que rescatarla tanto a ella como a la princesa, pero también asegurar la liberación de Imlambris.

Pensar en la princesa Alice me hace pensar en Edwards. El tiempo que estuve con Mark y cuando leí la convocatoria al torneo han sido los únicos momentos en que realmente no pensé en él: todo el resto del tiempo, Edwards estuvo presente. Su caída se repitió cada vez que cerré los ojos, y de nuevo tengo que cerrar los ojos para contener lo que siento.

Perdón...

Es lo que pienso, lo que nunca podré decir y lo que me va a quemar la garganta cada vez que piense en él. Perdóname. No debiste ser tú. Por mi fue que caíste.

Vuelvo a abrir los ojos, tras un largo suspiro interno. Hay que sacar a la princesa de aqui. No por lo que dijo la bruja Locasta. Lo siento Mark, pero es una de las personas que menos me importan en este momento. Fue Edwards quien lo hizo personal.

Sin decir ni pensar más asiento a Alba, en silencio accediendo a lo que dijo Sir Optimus.

Estaba serio pensando en las palabras de Nikolai, le habría gustado que le hablara mas de como controlar a su bestia interior, pero sus palabras le dejaron con el pensamiento de que manera, el puede controlarla y que no le controle a él.

Por fin se puso hablar...

Espero con impaciencia apuntarme como Caballero.... - su bestia interior ardía de combatir, ya no por su parte oscura, sino por su ansia de sangre.

Espero llegar a la altura, demostrar mi valía.... - dice con un tono serio y meditativo.

- bueno, como haya sido, tengan cuidado, sobre todo tú, Ava- exclama Nikolai con un gesto corvo, no oculta el hecho que preferiría a Ava en otro lugar, pero ya estaba ahí, así que cubrió mejor su cabeza con la capucha. Alba por su parte fue hacia la princesa, y se la llevó a un rincón, no lejos de donde estaban, a un callejón.

- atentos a todo lo que pueda parecerles sospechosos, ahora debemos ir a inscribirlos, seguramente Dimitri hará un banquete, no perderá la oportunidad para mostrar que tiene el poder - dijo esto,  y Alba apareció con Ava, el hada  estaba escondida en la capa de la chica, y ahora la princesa de Imlambris lucia el cabello negro y los ojos marrones, Mark sonrió, pero evidentemente se guardó el comentario.

- Vamos - exclamó sin más el guerrero y se fueron hacia el castillo, no había tiempo que perder. A medida de que se acercaban, podían ver los hombres en sus caballos, as comitivas de los distintos nobles de la zona - Sir Optimus... sería bueno que intentaras pasarte dentro del castillo, Alba, ve con él - da las órdenes, había que aprovechar las personas y entrar mientras los guardias se distraían con las bellas señoritas.

Sir Optimus hubiese preferido ir junto a Ava para protegerla en caso de que hubieran problemas, pero ciertamente lo más acertado era separarse para cubrir más terreno. Además Ava sabía cuidarse sola, no era la misma que al comienzo de la aventura. Solo esperaba que no se delatara si llegaba a encontrarse con su madre, después de tanto tiempo sin verse las emociones serían difíciles de controlar.

En cuanto Alba se ocultó juego a él, el perro dio un suspiro. Lamentaba tener que comportarse perrunamente nuevamente, pero ya estaba resignado.

_Suerte a todos. Cuídense. Alba, creo que iré hacia las cocinas a ver qué están cotilleando allí. ¿Tienes alguna idea mejor?

Suerte a todos, ve con cuidado ... - dice mirando a Ava , poco le falto para decirle hermana, pero su bestia interior se lo impidió, mientras se retorcía dentro de él...

Ahora es cuando empieza lo complicado... - dice respirando profundamente, recordando las palabras sobre controlar a la bestia que Nikolai le comentó.

La verdad que mirando a todos, se me hace extraño pensar que he de enfrentarme a ellos.. - dice extrañado mirando a la gente que entraba para el torneo.

El buen Optimus debe tomar de nuevo su disfraz de perro, debía armarse de paciencia, ya pronto podría andar como un perro guardián, digno y radiante, pero, de momento, había que mover el rabo y ladrar, por lo menos Alba iba contigo, escondida bajo la capa que usabas. Llegan a la puerta de entrada, habían dos guardias, pero estaban revisando a los que iban entrando, caballeros en sus caballos, caballeros, de hecho, ves un carruaje que se detiene y te montas atrás, Alba te da la idea, y se cuelan al castillo...

Dentro, hay mucho movimiento, soldados, sirvientes, mucha gente, y ahora, la pregunta es ¿hacia donde irás? ¿por atrás hacia la cocina? ¿o por la entrada principal? ¿ irás hacia los jardines?

- Optimus... mejor vamos hacia la cocina - murmura Alba hablándote al oído, mientras están escondidos en unos matorrales.

Montados en sus caballos, Nikolai es el único que va a pie, pel se iba a hacer pasar por sirviente, así que debe ir a pie, Optimis se ha separado de ustedes, y de pronto ya no ven hacia donde ha ido. Ava está castaña y Mark está a su lado, pero ellos entraran después, así que ahora Derek va con Nikolai hacia el castillo, y más atrás, Mark y Ava.