Partida Rol por web

Auria se dio la vuelta, había perdido a Karl y ahora la prioridad era dormir. Pudo fijarse en que el guardia del arco se fijaba mucho ahora en ella. Cuándo Auria se volvió en dirección a la posada el guardia se relajó visiblemente, de modo que cuando la druida pasaba a su lado, él tenía un gesto sereno y amable.

Aprovechó que la joven pasaba cerca para advertirle.

-"Tenga cuidado con esa zona, señorita, será mejor que no se acerque mucho por la zona que estaba mirando. La teniente Recta me ha dicho que el Señor Brêmark ha contratado mercenarios para investigar a unos contrabandistas y puede haber jaleo allí. Es peligroso alejarse fuera del Arrabal esta noche."

Se despidió de Auria con un saludo marcial y volvió a prestar más atención a los que se distinguía de la fiesta desde el arco de entrada que a la muchacha, quién no tardó más de diez minutos en volver a su cuarto en la posada y disponerse para pasar la noche en la cómoda cama formada con ramas de árbol y colchón de hojas tiernas.

 Tras el examinar el lugar, la joven lanzó su mirada por los alrededores, si bien es cierto que desde la construcción o parecía que hubiera nadie vigilando, quizás estuviera en el exterior, escondido entre la sombras para poder vigilar sin ser visto a primera vista.

La noche cubría ésta zona aislada de la ciudad y resultaba muy dificil ver desde un edificio al siguiente, era poco probable que otros inmuebles tuvieran puestos para vigilar el almacen. Por otro lado los edificios estaban lo bastante separados como para que fuese poco menos que imposible estar rondando uno de ellos sin que se viera a distancia.

Lo que sí parecía claro, por el resplandor que los jóvenes habían advertido es que dentro del almacen, aparentemente en desuso, había gente y que muy probablemente estaba despierta.

 Mirando a su compañero le comento, en voz apenas más audible que un susurro quedo.

 - Me acercaré para escuchar, permanece escondido, si ocurre cualquier cosa te dejo libre para que hagas lo que reas adecuado, ya sea ir a avisar o unirte a mi.

 Sin añadir nada más a sus palabras, pasando por uno de los lugares más cubiertos de sombras, y por el lado donde no daba ninguna de las puertas, la joven gata se deslizó hasta quedar justo al pié del almacén, vigilando en donde ponía sus pasos para no hacer ruido y pegando el oído a la pared.

Auria se quedó extrañada ante las palabras de aquel guardia, pero eso no impidió que no lograse conciliar el sueño. Llevaba muchas horas de retraso y a pesar de que era una elfa y que solo necesitaba cuatro horas para poder despertarse como una rosa, eso no le quitaba de estar agotada.

Cogió el colchón de hojas tiernas y según cayó en él quedó rendida ante el placer del descanso.

Evea se alejó sigilosamente mientras Drieric se quedaba vigilando, el muchacho pudo observar como la mujer se acercaba primero a la puerta y después rodeaba la casa con cuidado y discreción hasta quedarse debajo de las aberturas por las que habían visto luminosidad. 

Poco tiempo después volvió a su lado, aparentemente sin haber llamado la atención.

Con un cuidado extremo de no hacer ningún ruido la sigilosa Gata se separó de su compañero, acechando hasta llegar a la puerta principal, pegó el oído y no consiguió escuchar nada. Aparentemente el edificio tenía muros interiores.

Decidió probar en otros de los accesos, hasta llegar a las aberturas de ventilación. Tuvo que pegarse al muro, escuchando atenta, para conseguir oír que varias personas estaban hablando. A Evea no le cabía duda de que eran varios y estaban despiertos, probablemente jugando, pero no fue capaz de determinar con exactitud el número. Tampoco dudaba de que se contenían en el volumen de sus voces, intentando susurrar y hablar en voz baja de forma deliberada.

Había además un ruidillo de fondo que dificultaba escuchar qué decían exactamente, tal vez una o dos voces cantando o salmodiando, pero no podía estar segura. Lo cierto es que no tenían ni idea de lo que era exactamente.

La muchacha se planteó si le merecía la pena quedarse un rato más y ver si conseguía escuchar algo más, pero en ese momento un gato decidió comenzar su concierto de maullidos desde algún punto a oscuras en dirección al siguiente almacén y los escasos susurros que le llegaban dejaron de escucharse bajo los estridentes maullidos.

Una vez que Evea terminó de examinar exhaustivamente el almacén y volvió con el joven,éste le preguntó.

-¿Crees qué es suficiente con la información que tenemos sobre el lugar?-Dando su opinión,dijo.-Pienso que esos bandidos están aquí dentro maquinando algo,y no precisamente bueno.-

El chico felicita a la joven Gata por el trabajo bien hecho que acaban de realizar con una afectiva palmada en el moreno hombro de la joven.

-Muy bien,será mejor que volvamos con el grupo para decirles lo que hemos descubierto.-Iniciando el camino de vuelta para reunirse de nuevo con el grupo,el muchacho adelanta a la joven mujer,volviendo escondido entre las sombras. 

 La joven, desde su regreso parece un tanto enajenada, como si estuviera sumida en cavilaciones, ante la palmada en el hombro y las palabras de Diedric asiente.

 - Démonos prisa.- Para añadir finalmente.- Algo no me gusta, no estoy segura, pero me pareció que entonaban algún tipo de plegaria, por su cadencia y ritmo. Esto, unido a que lo al parecer han robado, puede ser algo muy peligroso. No nos demoremos más.

 Entonces la joven de tez oscura emprende la marcha de regreso, fundiendose en las sombras para dar un rodeo y así aligerar el paso fuera del campo de visión desde el almacén.

Salen de las sombras las siluetas de ambos jóvenes,mientras se dirigen al punto en el que previamente quedaron en encontrarse los cinco aventureros nocturnos.Evea parece un poco trastocada tras haber oído voces de ritual dentro del almacén.Aunque parece que cuento más se alejan de allí,mejor se encuentra.Una vez llegan, cuentan a sus compañeros lo que han descubierto.

Dirigiéndose a Karlack,Theonil y Gaëlle,el joven comienza a describir el lugar que acababan de investigar. 

Drieric comienza diciendo.- El edificio tiene una planta cuadrada.Está construido de madera con un tejado a dos aguas.La entrada principal está conectada a un camino de tierra prensada que permite llegar desde la carretera hasta una puerta doble,que está cerrada por el momento.Era una puerta de 4 metros de alto y más aún de ancho.Sobre la puerta,situado a cinco metros de altura hay un hueco con una polea,seguramente para cargar carros justo en la puerta.Es un hueco cuadrado de dos metros de lado.Hay también,una puerta de tamaño normal en la parte derecha de almacén.En el lado izquierdo había otra puerta más,es una puerta grande de más de dos metros y medio de alto y una anchura suficiente para que cupiesen simultáneamente dos hombres como tú.-Dijo esto último señalando a Karlack.-Dentro del edificio hay luz procedente de antorchas o candiles.El almacén está totalmente descuidado y parece haber estado mucho tiempo en desuso.En los alrededores,encontramos huellas de un carro que no hacía más de 40 horas que había entrado en el almacén.-Acabó diciendo el joven Drieric,esperando una respuesta de sus compañeros.

 La joven va asintiendo ante las indicaciones de Diedric y cuando este termina añade.

 - Me acerqué para ver si lograba escuchar algo en el interior. Sentí a varios individuos, como si orasen.- Dice eso mirando a Theonil.- Si lo que buscamos es de origen religioso, me parece que deberíamos actuar cuanto antes, no fuera a ser que lo quisieran profanar.

 Mirando a todos comenta.

 - Sugiero entrar por las dos puertas de forma simultánea. Diedric y Karlack por la puerta grande, Theonil y yo por la puerta lateral, esperemos tomarlos por sorpresa, si se ven superado pronto es posible que desistan en levantarse en armas. Gaëlle sería bueno que encontraras a las autoridades y les contaras lo que sabemos.

-¿Como pensáis abrir la puerta principal? - preguntó Gaëlle - Si está trabada habría que derribarla, o conseguir que la abrieran ellos. 

Gaëlle se quedó un momento pensativa, cruzó los brazos y se llevó la mano a la barbilla. Miró primero de reojo a un lado, después al otro, y de pronto parecía que iba a decir algo. 

-Quizá... no, no - negó con la cabeza - no es buena idea. Aunque... Quizá podría hacer que se asomasen a mirar... ya sabéis, con algo de música... o simplemente tocar a la puerta y ver si me abren. Podría daros unos segundos para reducirlos, o distraerlos un rato mientras entráis por atrás. Pero bueno, yo no soy estratega, no se si funcionaría. 

 Evea piensa en las palabras de la juglar, moviendo sus labios de un lado a otro, en un rictus reflexivo.

 - Tal vez pudiera funcionar, pero es posible que alertáramos a todos los que estén el interior... quizás lo más adecuado sería intentar entrar todos por la puerta lateral, colarnos en el interior, esperando que estén distraídos, y tomarlos con la guardia baja.- Dice con una mirada interrogante a los presentes, esperando sus reacciones.

-No podemos poner en peligro la vida de nadie del grupo...Así que usaremos el plan más sensato.-Dice Drieric mientras mira a la joven y bella Gaëlle.-Evea tiene razón,deberíamos poder abordarlos sin que se den cuenta,entrando discretamente por la puerta lateral.

-Entonces está decidido, entraremos por la parte de atrás ¿Quien la abre?

No me caracterizo por ser el más discreto en estas cosas. Indicadme por donde ir y qué hacer para no estorbar.- el guerrero se dio cuenta de que era importante la discreción e intentó poner de su parte todo lo que podía

Dejadme echar un vistazo antes... - Digo, preocupado-  Puede que hayan colocado algún mecanismo para alertarles...