Partida Rol por web

Malcom pudo ver como la chica se acercaba con cierta precaución a la zona del motel, aparentemente iba a investigar aquello, mientras le camina con cuidado a la iglesia. Se trataba de un edificio blanco, como otras tantas iglesias norteamericanas, una torre central con campanario en un edificio no demasiado grande, las ventanas estaba en perfecto estado y la puerta estaba cerrada, aunque había marcas de haber sido forzada, justo al lado de la puerta había una cadena como las que se ponen en las bicicletas pero de un tamaño mayor.

Mientras hablaban Sophie escucha algo de movimiento en el exterior, no aprecia gran cosa, pero estaba segura que había escuchado a alguien o algo en el exterior de la cafetería

Mientras buscaba puede ver como hay varias botellas de alcohol y algunas botellas de agua, estas le darán para 1 semana

Dejó la comida y la bebida preparada en unas bolsas de basura y las dejó junto a la escalera, así si tenía que salir corriendo, sólo tendría que pasar junto a ellas sin detenerse. También les hizo un nudo, dando rienda suelta a su yo más paraónico, y después ascendió las escaleras lentamente. No soltó el cuchillo, porque podría haber alguien allí escondido y no iba a dar ni una sola oportunidad de que le pillaran desarmado.

James se guarda el cuchillo detrás del pantalón y sale del coche con las manos en alto. Se aproxima a él lentamente mientras dice:
- Estoy desalmado. ¿Eres humano?

Sophie se puso a mirar si encontraba la puerta de la cocina o de la despensa. Fuera de las bebidas alcohólicas, que le estaban tentando pero no quería ni pensar en que podría pasar si sus labios se posasen en una botella, estaba allí para encontrar comida, a ser posible enlatada, para poder pasar como mínimo las dos siguientes semanas. Sin embargo si tenía que compartir tendría que buscar en alguna tienda aparte del bar.

-Sophie Walters. Contestó mientras daba vueltas por el bar buscando cualquier tipo de cosa anómala mientras se dirigía a la puerta de la cocina distraídamente. Tampoco tenía sentido dar mucha más información, solo eran socios por un corto período de tiempo.

Sin embargo cuando estaba cerca de la puerta escuchó un sonido. Había alguien o algo en el exterior de la cafetería. Y se estaba moviendo. Aquello la tensó como una cuerda violín.

Se acercó a la barra del bar y le dio unos pequeños golpes para que David se girara. Una vez se giró le dijo entre susurros.

-Se que no tienes ningún motivo para confiar en mi, pero hay algo fuera y se está moviendo. Lo miró fijamente. -Ocultemonos. Déjame pasar al otro lado de la barra del bar.

La verdad no era la mejor idea pero no conocia el bar y no tenía muchas opciones.

- Eh, ¿qué es esto? Botellas de alcohol y agua... - Recogió las que veía que estaban en buenas condiciones y las observó antes de meter todas las que pudo en la mochila. - He encontrado algo, o sea, no es comida pero creo que ayudará a sobrevivir. - Cerró la cremallera y se la volvió a colocar correctamente en la espalda. Tras ello siguió buscando un poco por allí pero no parecía haber nada más. - Si no encontramos comida al menos tenemos para emborracharnos, sí. Y ya de paso montamos un fiestorro delante de los aliens que fijo se nos unen, jaja... Menuda tontería acabo de pensar. - 

Al escuchar los golpes se giró para poder observar a la rubia y alzó una ceja. - ¿Algo? - Aquello no le inspiraba demasiada confianza. - Mucho he sobrevivido, dudo que quiera dañarme pero... ¿Y si lo hace? Yo no estoy hecho para tomar estas decisiones. Joder... - Ya, eh, sí, claro, escóndete aquí. - Soy demasiado bueno, en fin, adiós mundo cruel... O no. - Por si acaso volvió a dejar la mochila en el suelo y sacó su pistola de esta para tenerla a mano. - Si es cierto que hay algo es mejor estar preparados... No te dispararé, tranquila. - Mantuvo el arma apuntando hacia el suelo mientras tanto para no asustarla y que no hiciese nada en su contra. 

El silencio me rodea, sólo los leves sonidos de mis pies, el crepitar de mis cabellos ante algunas ráfagas de viento, por un instante me parece escuchar algo, me detengo pero el silencio reina y vuelve a abordarme. Contemplo el motel, dos plantas, la recepción, el cuarto de lavadoras, habitaciones, uno, dos… seis, doce. Miro las camionetas aparcadas.

Frunzo el ceño pensativa, contemplando la idea de acercarme a una de ellas, y ver si se ha utilizado recientemente, para saber si hay alguien rondando por el motel. Miro las ventanas y si no veo a nadie, me acerco sigilosa a una de las camionetas.

- Oh, vamos. - rezongo el policía mientras observaba los coches.

 Tras pensarlo durante unos instantes, decidió ignorarlo. Sin duda había alguien allí, pero o bien le tenía miedo y huiría al acercarse o bien seria un saqueador.

- Solo me falta que sea un gilipollas armado y me pegue un tiro. Sería el final perfecto para un día de mierda.

Tras meditarlo durante unos instantes descarto acercarse al lugar, y se encamino hacia el interior de la comisaria con los oídos atentos. Con un poco de suerte el desconocido le seguiría para pillarle por la espalda, y seria Doug quien podría aguardarlo emboscado en el interior del edificio.

Sophie alzó una ceja ante las palabras del rubio mientras dirigía detrás de la barra. -Si, algo. Puede ser tanto otro inesperado pero alegre excursionista como una de esas cosas. Dijo susurrando intentando no hacer demasiado ruido.

Volvió la cabeza hacía atrás, estaba bastante tensa ya que esperaba que llegara aquello en cualquier momento. Una vez se aproximo al chico miró la pistola que apuntaba hacía el suelo y luego al chico. Sin duda era buena señal que aún no le hubiera disparado un tiro en la sien. Aunque nunca digas nunca.

Se llevó la mano a la espalda y sacó su pistola, apuntándola también hacia el suelo. -Veo que los dos nos tenemos un par de ases en la manga. Dijo sonriendo sarcásticamente.

Así pues se acomodó detrás de la barra, agachada mirando por un lado la entrada. Estaría preparada. Esperaba que su compañero también. Aunque por el rabillo del ojo vigilaba a su compañero. Cualquier movimiento extraño y dispararía. Hasta ahora no le había dado ningún motivo y esperaba que fuera así pero una nunca sabía.

Al subir a la planta de arriba descubre algo que no se esperaba, un hombre de unos 40 años estaba en el suelo tirado, parecía que llevaría un mes muerto o así, el hombre sin duda había muerto debido a algo que había respirado. El hombre estaba en medio del pasillo que comunicaba con una habitación a la izquierda, por lo que podía ver debía ser la habitación de unos niños, justo enfrente había un cuarto de baño y al final la que debía ser la habitación principal, todas las puertas estaban abiertas y en perfecto estado.

La situación estaba realmente tensa, Douglas se disponía a marcharse cuando aparece un hombre con las manos en alto que dice:

- Estoy desarmado ¿Eres humano?

La pareja observa el exterior unos minutos, parecía que no había nadie, sin embargo, ahora lo podían escuchar los dos claramente, hacia el lugar en donde debía encontrarse la comisaria se había escuchado dos voces, no lograron distinguir si eran hombres o mujeres, pero estaban totalmente seguros de ello.

Dev se acerca con precaución a una de las camionetas, al llegar puede ver como en el interior hay un hombre de unos 50 años echado hacia un lado por lo que tiene medio cuerpo en el asiento del conductor y medio en el del copiloto, sin embargo, no se mueve, por lo que puede ver esta muerto y posiblemente lleve así al menos un mes. El vehículo tiene las llaves puestas y no está cerrado. La chica observaba cuando escucha algo que le llama la atención, en la zona de la comisaria escucha un par de voces

La sorpresa inicial dio paso al dolor. Conocía esa expresión en el rostro: sorpresa, ira, impotencia. Lo había visto antes, centenares de veces. Gente anónima, y otra no tanto. Su mujer. Su hijo. Todos asesinados a sangre fría por esos monstruos que no tuvieron siquiera el valor de plantar batalla de frente, sino que les arrebataron la vida con artimañas y mentiras. El dueño de aquella casa había muerto sin saber que aproximadamente un mes después, le habría dado la oportunidad de sobrevivir un poco más a alguien. A un padre de familia. A uno de los pocos seres humanos que quedaban en el planeta.

Musitando un gracias casi inaudible, avanzó por el pasillo tapándose con la mano la nariz y la boca para no respirar el repugnante hedor que emanaba. Se dirigiría directamente a la habitación de matrimonio, buscando ropa, cosas útiles. Y luego al baño, en busca del botiquín.

Doug volvió el rostro para escupir antes de encarar de nuevo al desconocido.

- Joder. - respondió mientras sus labios se torcían en una mueca similar a una sonrisa. - Espero que haya una forma mejor de saberlo que preguntando. O estamos bien jodidos.

Recorrió parte de la distancia que les separaba. Mientras lo hacía, sus ojos recorrieron al tipo en busca "bultos sospechosos". Cuando estuvo a unos pocos metros se detuvo tendiéndole la mano.

- Doug. - Dijo casi como si estuviese tosiendo más que presentándose, y tendió la mano esperando que el hombre recorriese la escasa distancia que les separaba.

- Vale, ya veo a qué te referías. Y... ¿Qué hacemos? ¿Salimos, nos escondemos o buscamos alguna vía de escape? Es decir, cabe la posibilidad de que sean esas "cosas" y aún podemos evadirlas. - Deivid, por su parte, prefería la última opción. No le apetecía en absoluto gastar balas ni tampoco arriesgarse a morir. Ya casi tuvo un infarto al encontrarse con ella ante la idea de que acabaría con su vida. Observó hacia su alrededor, buscando la cocina. - Debería haber una puerta trasera por la que sacan la basura. Es decir, por lo general hay una salida secundaria, a parte de en caso de emergencia, para que los empleados de la cocina puedan sacar la basura sin estorbar a los camareros ni desagradar a los clientes y, en algunos casos, da a un callejón. Bueno, esto es un pueblo, no una ciudad, peeero... ¿Perdemos algo por probar? - Le parecía una buena idea dentro de lo que cabe. Al menos mejor que salir a fuera sin un plan ni un equipamiento adecuado como para hacer frente a esos monstruos. - Por favor, di huir, por favor, di huir, por favor, di huir... - 

Kane por fin había llegado a la primera zona. Quizás la iglesia podría ser un buen sitio donde guarecerse...aunque también se trataba de un sitio bastante obvio donde buscarían aquellos malditos alienígenas...

Contempló como la muchacha se perdía en la lejanía mientras divisaba su siguiente objetivo. El restaurante.

Tenía que llegar si o si hasta allí. Para sobrevivir había que comer y beber. Luego vendría buscar un sitio para pasar la noche...

Comenzó a andar cobertura tras cobertura, hasta llegar al restaurante