Partida Rol por web

La mayoría ya habíamos conseguido subir a la pequeña embarcación, que parecía no poder resistir el peso de mucha más gente. Observé que la mayoría ya habían subido al barco, pero ahora los dubitativos eran Brannigan y John. Lo cierto es que apenas había conocido al tipo ultrarreligioso, pero Brannigan en cambio me caía bien y no merecía morir en medio de una explosión cuando la ciudad fuese bombardeada.

-¡Brannigan, rápido! ¡Vamos! ¡Es hora de largarnos! -le espeté, a gritos, desde el interior de la embarcación, esperando que el teniente no estuviera pensando en quedarse allí para morir.

Dirigí una rápida mirada a Tessa, James y mi madre. No iba a dejar que murieran. La embarcación tenía que alejarse lo antes posible del radio de explosión donde iban a caer las bombas, o no lo conseguiríamos.

- ¡TOM! ¡Vamos corre aún tienes tiempo! - Diana gritaba, no entendía que aquel soldado tan duro no quisiera salvarse y quedarse defendiendo una retirada que ya estaba. Sobre el barco estaban unos cuantos con armas dispuestas, podrían cubrir si algún zombie se acercaba demasiado. - Maldito seas, ya estamos todos subidos, corre - Las lágrimas no brotaban de su cara pues ya no quedaban, los muertos habían sido tantos que aquellos hombres vivos era lo único que diana tenía de agarre. Perder a uno de los que confiaba pues era bueno y así lo había demostrado, la dolía profundamente. 

Casi deseaba que la horda alcanzara el barco para poder descerrajar unos cuantos tiros a aquellos monstruos. La frustración de ver como alguien deseaba morir frente a ella era muy duro, pero su instinto de supervivencia impedía que saliera del barco a salvarlo. 

Oh!! Qué dramático Tom, xD. Diana le está haciendo dudar de sus intenciones. Mira hacia ella sorprendido...

Haber qué decide la Doble J.

Yo preveo dos posibilidades.

La primera es que Tom decida en el último momento correr hacia el barco, empujando a John y a Jack si fuera necesario, mientras a su espalda los aviones para lanzar las bombas. El barco va a zarpar ya, así que puede que os salvéis o no, porque me parece que ya no va a esperar a nadie.

La segunda, obviamente, que les diga a los otros que marchen, que ya está cansado de huir y todo eso y os quedéis allí.

Vuestros posts decidirán XD

Todos comienzan a subir y algunos se quedan, asiento al principio cuando Larry me pide que me quede con su Madre, pero al ver que no sube ya me desespero, así que me coloco al borde de la embarcación con la intención de bajarme cuanto antes. - Larry, no te hagas el héroe. Sube o bajo... - digo en un tono serio, no pensaba dejarle pasar esa más allá de lo que me ha pedido y si tengo que quedarme allí sorteando zombies lo haré. - Cuento hasta 10, lo haces o bajo. Sabes de lo que soy capaz y no permitiré esto. - termino por decir muy segura de saltar en cualquier momento. 

Me dolería en el alma ver que me voy y él se queda allí, mi vida no tiene sentido si lo pierdo y más allá de que hay gente que respeto y aprecio, el rubio es demasiado importante para mi. Así que le dejo elegir, sabe de lo que soy capaz y no me arriesgaré a perderlo, a que le suceda algo. La verdad es que no. Lo bueno es que termina subiendo y siento que el alma me viene al cuerpo, al menos sé que saldremos de esta aunque con la cantidad de gente es imposible que esto no termine hundido. 

Ya mirando a Larry, suspiro preocupada. Esto tiene que salir al mar... 

De acuerdo, voy a esperar un par de días por si escriben en el fin de semana, y sino posteo el domingo sí o sí.

Veía que Jack y John no reaccionaban a nada de lo que estaba sucediendo. Parecía que habían decidido quedarse en tierra, tal vez ayudando al sargento Highway a contener a los zombies, por lo que no había dudado y había decidido subir cuanto antes dentro de la embarcación, aproximándome rápidamente a Tessa. Dirigí una mirada alrededor, fijándome en James y en mi madre. Por suerte, todos mis seres queridos estaban ya a bordo.

-¿No pensarías que iba a quedarme en el muelle para morir? -le dije a la pelirrosa, rodeándola entre mis brazos y dándole un suave beso en los labios.

No sabía si sería el último que podría darle. Las bombas no tardarían mucho en caer y la embarcación tenía que ponerse en marcha cuanto antes, aún a sabiendas de que algunos aún no habían subido a la embarcación. Tomé el walkie talkie sabiendo que Highway aún podría escucharnos:

-Sargento, aún está a tiempo...

En todo momento mantuve la vista al frente, encarando a la masa de cadáveres que intentaba arrastrar hacia su penosa existencia a toda la gente que buscaba sitio comprimiéndose dentro de ese barco. Desde mi posición allí arriba, sobre el stryker, trataba de retrasar su acceso barriendo con ráfagas todos los flancos que podía abarcar. Sujetaba el cañón con la mayor precisión posible para no desperdiciar ni una sola bala en un mal giro, aunque la violenta vibración de la ametralladora empezaba a dormirme los brazos. No debían quedar ya muchas balas. 

El cabeza cuadrada de Tom seguía aquí conmigo, a los mandos del stryker, proporcionándome los mejores ángulos de tiro mientras entorpecía el paso aplastando cadáveres. Nunca me atreví a preguntarle si tenía familia o alguien esperándole, pero por su actitud no lo parecía. Me atrevería a decir que llegó a asumir su muerte hace unos días en aquella carretera, sobre el capó del coche donde intentó pegarse un tiro al quedar acorralado. 

En mi caso yo no podía saber si Claire seguía viva. Lo dudaba y me culpaba por ello. Incluso de estarlo no podía saber si daría con ella. Si llegaría a tiempo o me pasaría el resto de mi vida buscando un cadáver. No sabía si al llegar ya ni siquiera me estaría esperando. 

Todo esto me hacía tener ganas de acabar ya con esto. Aún no había tenido tiempo para pararme a pensar, ni para asimilar qué mundo nos esperaba. Mirando hacia atrás, la visión del barco abarrotado de caras asustadas y con la línea de flotación en el límite me recordó que llegar hasta aquí no había sido ni mucho menos el final del camino. Solo el final de un objetivo, y no tenía claro que eso fuera más deseable que desaparecer en medio de una explosión. 

¿Jack?

Fue entonces cuando del tornado de confusión que azotaba mi mente surgió la voz de Claire como un relámpago, consiguiendo que se me humedecieran los ojos y se manifestara un temblor incontrolable en mis labios. 

¿Había estado a punto de rendirme sin intentarlo siquiera?.  

Volví a mirar hacia el barco, ya a punto de zarpar, mientras todos nos miraban. ¿Nos daría tiempo a llegar o ya era tarde?. No rendirme significaba también que no iba a consentir dejar atrás a Tom.  

- ¡¡Tom, vámonos YA, corre!!. ¡Todos están dentro, lo hemos conseguido!. ¡¡Y es una orden sargento!!. 

Y eché a correr hacia el barco. 

(PONED BIEN ALTO LOS ALTAVOCES)

Una gota de sudor resbalaba por mi mejilla mientras observaba el vuelo rasante de los cazas. El cielo estaba encapotado y no dejaba escapar ni un rayo de sol. El ruido de sus poderosos motores se metía profundamente en mi cabeza, haciéndome sentir insignificante. En unos momentos, dejarían caer un par de bombas termonucleares sobre la ciudad y todo signo de vida y de no-vida desaparecería de la faz de la tierra. Jack me gritaba algo, palabras inconexas que no significaban nada para mi. Era como si me hablara en otro idioma, no entendía lo que decía; solo oía el retumbar de los motores de los cazas. Echó a correr en dirección al barco. La suerte estaba echada y yo ya había decidido.

...............................................MENTE VACÍA...................................................

Me había quedado en blanco un momento, mirando hacia la nada. Justo en ese momento escuché el crujido que hacía el walky-talky cuando recibía una transmisión. Salí de mi ensimismamiento y lo cogí, accionándolo.

-"Larry, muchacho. Eres un tipo valiente y sabrás salir adelante en este puñetero mundo. Cuida de que todos están bien en el barco. Haced lo que os dije, tirar por la borda todo lo que pese demasiado y no sea de utilidad. Id por la costa y..."

Solté el walky, que cayó a mis pies. Justo es ese momento, un rayo de luz solar hizo acto de presencia, esquivando las nubes y cayendo, como una señal divina, sobre el stryker... sobre la figura achaparrada de John.

-¿Pero qué cojones? ¡Me cago en tu estampa, John! ¿Qué ostias haces todavía aquí?"

No había tiempo de charlas o broncas. Mis años de entrenamiento me daban ese puntito de velocidad para pensar y actuar más rápido que la gente normal. Me puse en el volante, giré el volante y aceleré al máximo, dirigiéndome hacia la barca que ya estaba partiendo.

-"¡Estás como una puta cabra! ¿Lo sabías, no? Agárrate" Le dije a John mientras me acercaba al barco.

Frené en seco, haciendo un derrape, cuando llegué al embarcadero. Me levanté a toda velocidad y, agarrando por la pechera y el brazo a John, salimos del vehículo. Había que correr un poco, pillar velocidad y saltar a la cubierta. Allí, los demás nos ayudarían a subir. Agarrándole todavía, empezamos a correr y, cuando tocaba saltar, le impulsé hacia el barco. Yo, viendo que ya no llegaba de un salto, no me lo pensé dos veces y salté de cabeza al agua.

La sensación fue refrescante, el agua estaba fresca. Tenía un sabor a sal y a gasolina en la boca. Las botas militares me impedían nadar cómodamente y el peso del poco equipo que llevaba también. Levanté la vista y vi el barco, que se alejaba deprisa del embarcadero. Nadé con todas mis fuerzas en su dirección. Una imagen copaba mis pensamientos y no eran lo muertos ni las bombas que en breve caerían sobre nuestras cabezas. Era la imagen de Diana conminándome a ir al barco, con Xira agarrada en sus brazos, moviendo la colita.

- No vas a quedarte aquí solo, Tom.

Estaba claro que el sargento no iba a dejar a nadie en tierra. Era muy loable por su parte pero si él se sentía responsable por la seguridad física del grupo John lo era de la parte espiritual.

Y si el capitán se hunde con el barco pues... ¡qué demonios!

Tom le había salvado en innumerables ocasiones. Y no le iba a abandonar en el último momento. No, si era necesario permanecería junto a él y...

John no tuvo tiempo de pensar más. El sargento dio un volantazo y dirigió el stryker hacia el muelle y antes de que pudiera reaccionar volvió a llevarle en volandas mientras él todavía se preguntaba por qué sus pies habían dejado de tocar el suelo.

Echó a correr como pudo intentando seguir el ritmo del militar. Y cuando ya casi no podía más saltó, ayudado por un fuerte empujón del sargento.

La escena no era apta para cardíacos. Los aviones comenzaron a bombardear la ciudad en distintos puntos, y el fuego se elevó entre los edificios, para a continuación barrer todas las calles, vehículos y zombies que encontraron a su paso. Mientras todo eso ocurría, Tom conducía el Stryker hacia el embarcadero y bajaba del mismo para lanzarse al agua.

El barco ya se hallaba a cierta distancia del mismo cuando John y Tom se arrojaron a las frías aguas del puerto.

Todos el el barco lanzasteis un grito y os agachasteis. A pesar de que el fuego no iba a llegar hasta vosotros, la sensación general era que ibais a ser barridos como si el infierno hubiese venido a buscaros, pero cuando los aviones se alejaron del punto de lanzamiento y alzasteis la mirada, visteis con alivio, pero también asombro, que la ciudad entera estaba en llamas.

Mientras, en el agua, dos cabezas asomaban en la superficie, intentando coger un poco de aire. Jack, Tom y John no se habían chamuscado, aunque al mirar hacia la costa, vieron al Stryker volcado y ardiendo, más que por haber sido alcanzado por el fuego, debido al intenso calor que se había generado.

Una mano apareció de repente delante de vosotros para ayudaros a subir al barco, al mismo tiempo que éste se alejaba, lleno hasta los topes, del que había sido vuestra ciudad y el refugio en el cual habíais encontrado la paz, algunos durante muchos años, otros, al menos durante unas pocas horas.

Y una vez arriba, todos contemplasteis la destrucción, al mismo tiempo que el hermano de Staci hacía rugir el motor y alejaros de allí tan rápido como podía.

Era el final de todo lo que habíais conocido.

Al advertir que el fuego de las explosiones se extendía por la ciudad, dejé escapar una exclamación de sorpresa. Aquello era lo más terrible y también lo más espectacular que había contemplado en mi vida.

Temiendo que el radio de la explosión pudiera llegar a alcanzar la embarcación, decidí cubrir con mi cuerpo a Tessa, dándole la espalda a la ciudad. Si el fuego lo envolvía todo, al menos ella tendría más posibilidades de salvarse que yo. Por suerte, el fuego no había logrado alcanzar la embarcación y el hermano de Staci ya estaba comenzando a encender el motor del barco para que nos alejáramos de allí.

-Lo logramos... -murmuré, aún sin poder creer que hubiéramos podido escapar de aquella infernal ciudad. Miré a Tessa, a James y a mi madre con un brillo de esperanza en los ojos-. Estamos vivos...

Diana se tiró al suelo en cuanto la explosión llegó a la embarcación, la presión la tiró al suelo, el calor la invadió y la sensación de sequedad en la boca se hizo patente. Al momento el empujón cambió de orden de tirarle ahora comenzó a tirar hacia el epicentro de la explosión. Golpeó en la cabeza con la barandilla sobre la que había estado asomada y se quedó ahí quieta unos segundos. Con las manos en la cabeza abrió por fin los ojos y vio un resplandor más rojizo de lo que aún quedaba en el aire. - Joder, qué han hecho... - Al momento miró la ciudad, sólo eran escombros, fuego y color. - Madre de Dios - No pudo más que santiguarse, aquello era algo fuera de toda razón. Habían destruido toda la ciudad, todos los vivos y muertos que estaban en ella. Era tal barbaridad que no tenía razón. Seguro habría otras opciones como para acetar así de primeras. 

Luego de aquel dulce beso que comparto con Larry, soy consciente de que un momento crucial está por llegar y no precisamente es agradable de ver. Si bien podría ser algo digno de Hollywood con sus efectos especiales, es tan real que no pude tolerarlo y me aferro con fuerza a los brazos de mi novio para que esto pase como deba ser. Dos de nuestros compañeros se encontraban en el agua y ante el bombardeo, no te olvidas más de aquel ruido que te hiela la piel. 

Una vez termina aquello, busco con la mirada a mi rubio favorito y compruebo primero que esté bien, me importa más que a nadie en este mundo pese a estar en medio de aquella costa con un escenario tan tétrico como crucial. - Si, lo logramos. - respondo a Larry mientras lo rodeo con mis brazos y beso sus labios con alegría, pasión y esperanza. No dura demasiado, ya que claramente está su familia, y le habla a ellos. Lo cual sonrío feliz, rodeando su cintura con mi brazo mientras los compañeros suben al barco sanos y salvo. 

Es devastador el paisaje, una masacre y un asesinato a la esperanza. Si hay vida allí, se habrá consumido entre las cenizas y todo lo que fue una vez, jamás se recuperará. Tendré que pecar de egoísta, pensar que es lo justo, pero toca el alma cuando se arrasa con tanta determinación. Ahora nos toca avanzar... La pregunta a decir es: ¿A dónde? - ¿Están todos bien? - pregunto preocupada por el resto. 

Al lado mío se encontraba John, que no había logrado alcanzar la cubierta. Una ola de calor pasó por encima nuestra abrasando todo. Me sumergí un poco para estar a cubierto del calor bajo el agua. Al salir vi que el barco se iba alejando y no seríamos capaces de llegar a nado. Miré atrás, al embarcadero, y vi todo ardiendo, incluido el stryker. Nos habíamos salvado... de momento. Estiré los brazos y empecé a moverlos para hacerles señales a los compañeros que había en la cubierta; esperaba que nos vieran. Aunque tenía la garganta reseca por la sal y el calor, gritaba con fuerza para hacernos notar.

-"Vamos, John, nademos hacia el barco."

El frío del agua contrastaba con el calor que azotaba el rostro del sacerdote tras la explosión. Seguramente al día siguiente le dolería todo el cuerpo pero al menos estaba vivo.

- A sus órdenes, sargento - replicó con una sonrisa. Le había terminado por caer bien el militar pese a la acogida recibida hacía... Parecía mentira que hubieran pasado únicamente unos días.

Alguien les ayudó a subir al barco cosa que John agradeció enormemente. Ya sólo quedaba contemplar la ciudad que parecía un trozo de infierno en la Tierra.