Partida Rol por web

El fuego de Castrojeriz

I. El grupo de Peregrinos

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04/05/2016, 10:58
Aldano de Torrenero

No vos atreváis a cuestionarme, muchacho -le espetó don Aldano como correctivo a Eneko-. ¡Id!, he dicho.

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04/05/2016, 19:51
Alfonso Usía

La comida y la dormida satisfació a Alfonso como en mucho tiempo. No esperaba haber encontrado en una posada de caminante tal placer de buena comida y buena cama. Aún le picaban un poco los ojos, pues cuando su Señor les dijo de marchar a descansar, no pudo evitar tomar su baraja de cartas y bajar a la posada. Había visto a un animado grupo de lugareños jugando con atino y profesión a un viejo juego que aprendió de un viejo de dientes destartalados, al cual solía visitar para arreglar la poca dentadura que aún le quedaba sin pobredumbre. Insistió Alfonso en apostar dinero con los lugareños pero, no supo si porque la influencia del camino o porque entre ellos se encontraba algún devoto caminante, no quisieron corromperse jugando una mano por un puñado de monedas. Hete aquí que no le quedó más que ir a dormir pasadas un par de horas sobre la medianoche. Sus consabidos viajeros dormían a pierna suerta, gracias al vino, como podía escuchar por los terribles ronquidos que surgían de sus alcobas.

El desayuno era digno de despertar a un muerto, por lo bueno claro... Tomó buena nota en su cabeza de aquella posada, pues esperaba volver a ella cuando el tiempo y la obligación fueran más propicios. Fuera de la posada diversos grupos de viajeros llegaban o marchaban. El Señor parecía no estar muy seguro de la ruta, o tal vez su intuición le hacía precavido, pues decidió preguntar a los viajeros. También a Alfonso le pareció que los viajeros se merecían un vistazo de cerca y, quién sabe si podría descubrir algo más allá de lo que decían sus palabras al hablar con Munio. Sin embargo poco pudo ver de extraño y no pudo más que fijarse en lo que aquéllos contaban.

 

 

 

- Tiradas (1)
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04/05/2016, 23:33
Don Victor Saavedra del Valle

El canto del gallo armonizó mi despertar mientras me aseaba con un poco de limpia agua. Los gestos lujuriosos del joven Munio no pasaron desapercibidos por mí, puesto que fuí el último en irse a dormir y el primero en despertar.
Escucho a mi buen señor que manda a Munio a preguntar a un grupo de peregrinos su destino.
-"Quizás quiera algo más de compañía para resultarle el viaje algo más ameno y gratificante a mi señor" pienso para mí mientras termino de desayunar.

Notas de juego

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05/05/2016, 12:23
Peregrinos

Una vez fuera, Munio hizo caso al suyo señor, et se acercó a los peregrinos. Uno entre ellos habló al trovador.

Tenemos pensado marchar hacia Castrojeriz, evitando la población de Castrillo de Murcia. Allí, ¿saben?, casi toda su población es judía y no queremos problemas -espetó el tipo-. Luego observó a don Aldano, Alfonso, don Víctor y Eneko, todos observando la situación desde la entrada de la posada. Si quieren, todos vos -dedujo que Munio hablaba por el resto de vosotros- pueden acompañarnos. Este grupo se ha ido haciendo poco a poco, de pueblo en pueblo, y cuanto más seamos, mejor.

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05/05/2016, 16:23
Eneko

-No señor, disculpad mis palabras-dijo el muchacho, que no pareció molestarle ni tenía porqué las palabras de su señor. Ya había ido Munio a hablar con los peregrinos así que se quedó al lado de Aldano esperando a que el otro volviera con los peregrinos. Se imaginaba ya caminando con un montón de desconocidos teniendo que darles conversación por el camino y escuchando frases piadosas sobre por que hacen el peregrinaje. Aquello no le apetecía pero no era cosa suya así qeu se limitó a observar a los peregrinos y esperar por la decisión de Don Aldano.

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06/05/2016, 14:36
Munio Recarédiz

- Voy a hablarlo con mi grupo y les contesto. Muy agradecido por el ofrecimiento. -

Munio saludó y volvió a don Aldano. 

- Son un grupo variopinto don Aldano, ha ido formándose parada a parada y bien podríamos ser nosotros un añadido más pues así me lo acaban de ofrecer. Tienen intención de hacer siguiente etapa en Castrojeriz, que si no me equivoco por lo que hablamos anoche tras la cena está como a menos de cuatro leguas de aquí. Calculo que a nuestro paso y saliendo ya, habríamos de llegar rato después de que el sol esté en lo más alto. 

Se abrocha bien los ropajes y continua más discretamente. 

- Parecen poco tolerantes estos peregrinos. Hablan de evitar la población de Castrillo de Murcia por estar llena de judíos... - Munio está hablando ahora en voz baja - ¿Les seguimos señor? Castrillo es un desvío menor, media legua a lo sumo pero no en línea recta. No sé porqué han de haber mencionado tal sitio. 

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06/05/2016, 19:51
Alfonso Usía

Munio volvió de su breve charla con los peregrinos y no vio nada extraño en ellos, pues parecían gente de fiar. Sabias palabras las que mencionaban sobre los judíos, pues bien es sabido que se les acusa de traer con ellos algunas enfermedades y sus misteriosas cábalas y costumbres no son aún bien conocidas en estas tierras. Con todo, parecían las palabras de los caminantes sinceras, aunque dependía del buen Señor considerarlas en buena estima y utilidad.

- Parecen buenas gentes y sinceras, cabría considerar sus palabras y su consejo pues llevan ya camino y conocen bien de estas comarcas. Cabría tomar en buena cuenta su oferta.- Se apresuró a agregar Alfonso su opinión, pero lo que rondara por la cabeza del Señor suyo era. 

 

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08/05/2016, 12:33
Aldano de Torrenero

Eneko vió que don Aldano aceptaba de buen grado sus disculpas. Mas no dijo nada, pues el joven sólo vio su ninguna ira en los ojos del suyo señor. Luego volvió Munio tras informarse como el de Torrenero había dispuesto.

Uhmm... -murmuró-. ¿Castrojeriz, eh? Ciertamente, tenía pensado el dirigirnos atravesando tal población, y como bien apunta Alfonso, mejor ir con alguien que sepa de los caminos: no me he alejado tanto de mis tierras a partir de aquel punto -se refería la propio Castrojeriz-. Et que lo que decía don Aldano era verdad: nunca había salido prácticamente de su feudo. Le gustaban sus monterías, sus gentes, la buena vida entre las cosechas de sus aldeanos y el dormir como el que más... ¿Para qué peregrinar et viajar et otras tantas tocas?

Vayamos con ellos -espetó el noble-. Coged todo, et andando, señores: el Santo Apóstol nos espera.

Como siempre, don Aldano se dirigió hacia el grupo de peregrinos con sus particulares prendas: capa, guantes, botas y buenas ropas (amén de las armaduras y la espada): enfundado todo él como longaniza bien prieta.

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08/05/2016, 12:38
Director

Tras presentarse a alguno de los peregrinos (tampoco era plan saludar a todo hombre o mujer allí viviente), os unísteis a la marcha. El gran grupo de peregrinos lo componía una veintena de hombres y mujeres de diferentes edades. Tras viajar un día con el grupo, los peregrinos decidieron descansar en un claro junto al camino. Pronto anochecería, et en habiendo luego cenado y ya casi estando dispuestos a dormir, dos de ellos (uno joven y otro más viejo) comenzaron a discutir. Uno de ellos, el más viejo, sacó un cuchillo y pretendía clavárselo al otro de repente.

Notas de juego

Nota: aunque no lo interpretemos, algunos peregrinos os quieren venden o intercambiar algunos medallón de protección de de los hospitales o conventos que han visitado en el camino (hospitales y/o santuarios de Nájera, de Sto. Domingo de la Calzada, Belorado... etc.). Es una práctica muy común entre los peregrinos. Si quieréis adquirir uno podéis comprárselo por 30 maravedíes (pues algunos dicen que están ya bendecidos). Claro que, por contra, podéis si queréis hacer una tirada de Comerciar (o en su defecto, si no tenéis tal competencia, una tirada de la característica "Comunicación), para rebajar un poco su precio. Todo esto es voluntario.

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08/05/2016, 12:45
Joven

¡Quita, cabrón! -le dijo el tipo jóven intentando apartarse del otro y su cuchillo-.

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08/05/2016, 12:46
Viejo

¡Ven aquí, he dicho! -le gritaba el más viejo-. Y entonces los peregrinos se congregaron en improvisado corrillo, algunos asustados y otros expectantes (entre los que estábais vosotros, vuestra burra y vuestro señor).

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08/05/2016, 21:34
Munio Recarédiz

Munio también había oído las habladurías de que los ‘herejes’ y ‘sucios’ judíos traían enfermedades allá donde pasaban. Hasta había escuchado de ellos que envenenaban pozos casi por diversión, pero no tenía constancia de que nada de eso fuera cierto. Pero como donde hay patrón no manda marinero, transmitió las intenciones de don Aldano a los cuatro peregrinos con los que había charlado y se unió al grupo. 

Caminaron largo rato y no pasó más de un par de horas sin que alguno de los acompañantes le ofreciera algún juguete de los conventos que habían pasado pero evitó todas las ofertas no sin mostrar interés en las historias que le contaban. 

- ¿Santo Domingo?, conozco a fondo la zona. La tía de mi buena madre es abadesa de un monasterio a pocas leguas de allí. - contestó a una señora con la cara llena de verrugas - ¿Nájera? Buenos vinos, pardiez que sí. La garnacha es buena en esa tierra. - le dijo al viejo que le ofreció una medalla cambiando rápidamente de tema - De Belorado me trajeron a mi buena Gómez - le dijo a otro dandole una palmada a su mula en el lomo.

Hay que ver con el mercadillo. Y ni una hembra decente que pretenda hacer esta peregrinación. Qué desidia… - se decía mirando de lado a lado en el grupo buscando a quien arrimarse. 

El paso era lento así que se permitió sacar el laud, libre de carga gracias a la mula, e ir improvisando una letra según caminaba. 

- ... la posadera, bella era, en absoluto entera, guiñaba zalamera....

A ese ritmo no llegaron a la siguiente etapa cuando se echaba la noche. La gente parecía cansada y pararon en un claro 

- Lentos andamos, mejor habríamos ido a nuestro ritmo - le dijo a Eneko y Alfonso que estaban cerca de él en ese momento al ver que ya anochecía y no llegaban a Castrojeriz. 

- ¡ Quita cabrón !

- ¡Ven aquí, he dicho! 

Un joven y un viejo en los que no había puesto el ojo hasta el momento parecían querer probar las durezas de su carne tras una discusión. 

- ¿Por qué discuten? - preguntó a los que le rodeaban. Miró antes dónde andaba Pérez. No quería que saltase al centro de la pelea y se llevara un corte. Al ver que estaba entretenido meando un roble, Munio dio un paso al frente e intentar poner orden. 

- Haya paz señores, ¿qué ha pasado que merezca la pena manchar cuchillo por ello?

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿No hemos pasado por Castrojeriz aún verdad?

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09/05/2016, 11:53
Alfonso Usía

Hablando con unos y otros el camino se hizo más liviano aunque no por ello menos cansado. Avanzar con el grupo daba mayor seguridad, y esperaba que haber bordeado Castrillo de Murcia hubiera servido para evitarles algunos problemas. Había mucha cháchara de fervorosa religiosidad. Aunque no daba ni medio maravedí por toda aquella piadosa fe, Alfonso escuchaba con paciencia todas aquellas habladurías que esas buenas gentes largaban. Trataba así de empatizar con ellos y ganarse su confianza y la de su señor con la estela de la santidad pero no estaba seguro si su mente de naturalista podía aceptar del todo la supuesta majestuosidad de ese Dios castigador. 

El bueno de Munio animaba el camino con su laud y estaba por sacar su flauta y acompañarle en su improvisado canto cuando la oscura maldad humana salió a relucir. No pudo dejar notar la ironía de la discusión en un grupo que se llamaba a orar en el camino o visitar al Apóstol. Sacó su bracamante y apartó al joven a una distancia prudencial del viejo mientras trataba de entender la situación o la motivación agresiva de aquel viejo. No pudo ver el porqué de la algarabía así que intentó argumentarle y distraerle junto con Munio, que ya le había interpelado.

- Señor, baje ese cuchillo y tome aire, un buen samaritano no resuelve sus conflictos con el filo mas con palabras. ¿Acaso quiere ensuciar este camino santo con sangre de peregrino?

 

- Tiradas (2)
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09/05/2016, 13:06
Eneko

Eneko estaba bebiendo vino mientras charlaba con una de las mozas que acompañaban al grupo de peregrinos cuando vio que la riña estallaba. El muchacho aprovechó aquello para acercarse un poco mas a la chica. No parecía preocuparse ya que sería extraordinario que la sangre llegara al rio, más aún imaginando lo que ocurría entre aquellos dos. Aún así no perdió la oportunidad de preguntar a la joven.

-¿Y a esos que les pasa? ¿Les conoces?-preguntó mientras los observaba.

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10/05/2016, 12:40
Don Victor Saavedra del Valle

Sorprendido por la disputa de esos dos peregrinos, pero manteniendo la calma. Miro a mi señor esperando alguna señal u orden. Por Dios sabe, que no permitiría un combate tan cercano a él. Mi deber es protegerle. 

- "Tal vez sea, una simple discusión por un trozo de pan, pero a veces algo tan simple puede desencadenar un combate fiero y peligroso" - pienso poniéndome en guardia.

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10/05/2016, 20:04
Director

A fé de cualesquiera que hubiera dicho, en eso de meterse en peleas, que mejor era estar fuera d'ellas, que sino puño o zarpazo llevárase uno sin tenerlo a cuenta. Et ésto debió pensar Munio ("debió", decimos, pero no lo hizo, sino que se metió en medio), pues enseguido se apartó cuando un empujó le vino de recado por meterse a donde no lo llamaban. Claro que, llegó luego Alfonso Usía, bracamante en mano, et no era aquesta arma de poca importancia: el grupo de peregrino se sorprendió un poco.

Andaba entonces la pelea separada por éste último, que intentaba sacar explicaciones al hombre más mayor y el agresor a su vez. Eneko por su parte aprovechaba para chascarrillear (de lo que fuera) con una de las mozas del grupo (aunque no supiera él que la sombra de un garrotazo podría cernirse pronto de manos del suyo señor padre). Lejos de lo que pudiera parecer, el hombre de armas y calatravo, don Victor, guardó disciplinaria compostura ante la órden de un superior si fuera menester: guerrás más grande había habido antaño.

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10/05/2016, 20:05
Viejo

Aquesta rata me amenazó al oído, e intentó luego de robarme cuando creía que no lo veía -interpuso el hombre del cuchillo-. ¡Salteador de hombres buenos! -le espetó como reprimenda al joven-.

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10/05/2016, 20:07
Joven

Eso es mentira, ¡estáis loco! ¡guardad ese cuchillo y dejadme en paz! -dijo el tipo joven-.

- Tiradas (4)
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10/05/2016, 20:09
Director

Miraste la situación detenidamente, y no aseverando uno que fuera por tu buen entender de las gentes o por lo evidente de la situación, supiste en el fondo de tu corazón que ese joven no sabía por dónde esquivar las acusaciones, et se ponía nervioso y a la vez altivo cuando le acusaban (intentando más superar la situación que su culpabilidad). Quizá aquel viejo dijera la verdad.

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10/05/2016, 20:11
Viejo

¡Miente! ¡Es un embaucador! -dijo el tipo del cuchillo, ya guardándolo y siendo centro de atención-. Si sigue con nosotros, ¡vos intentará robar! -a todo el grupo de peregrinos-.