Partida Rol por web

Tras entrar en la mina el enano que os acompaña esta vez os a hecho entrega de dos lamparas, mas que suficiente para iluminaros el camino, pues algunos de vosotros tenéis que disponer de las dos manos.

-Ceguidme forazteroz... -Os indica el enano con su basto dialecto del común- Eztaz minaz no zon ceguraz, y oz perderiaiz en zeguida. -No entendéis la mitad de lo que dice, pero su falta de idioma se compensa con las gesticulaciones que os hace.

Cruzáis curvas hacia derecha e izquierda, bajáis por escalera sinuosas y, en casi todo el trayecto, un poco inclinados. Las minas no fueron hechas para la gente de estatura media...

Camináis un buen tramo asta que llegáis a un cruce de túneles, en una de las entradas hay dos enanos que visten la armadura propia de la guardia del lugar. El enano habla con ellos en su idioma y estos asienten con la cabeza, al parecer el paso estaba restringido.

-¡Ézte ez el túnel! -Os dice el minero mientras os hace una señal con la cabeza en la dirección que debéiz tomar. -Yo no quiero zeguir, ez demaziado peligrozo. Zabreiz que habeiz llegado cuando el túnel termine y empiecen laz ruinaz...

A Galombor el viaje por los túneles se le ha hecho largo y tedioso.

-Brrrr, esto es muy claustrofóbico. Me siento como engrilletado.

Piensa en que las ruinas deben ser un lugar más amplio.

-Démonos prisa en llegar, estoy deseoso de salir de este lugar. Hemos de decidir quién llevará las lámparas... Personalmente he de decir que no puedo acometer esta tarea, entre mi escudo y que no soy demasiado ágil en este terreno... En definitiva, no soy el más adecuado.

- Vamos muchachos, adelante, que ya tengo ganas de volver y probar esa cerveza enana. Además algo de oro no le vendría mal a mi bolsa y quizás encontremos algo de valor ahí dentro. - agarra una de las lamparas mientras que con la otra sujeta la gran hacha.

Comprueba la lampara - espero que no se rompa al dejarla caer cuando tenga que usar a quitapenas - dice gesticulando con el hacha mientras una sonrisa se abre en su cara.

Leuden, a pesar de ser de estatura normal para un humano, no le cuesta mucho moverse por las ruinas bajas, le recordaban a los tiempos en que tenia que escaparse por las cloacas de las ciudades despues de haber robado una barra de pan para poder llevarse algo a la boca. Aunque estos caminos huelen mejor.

-Yo mismo llevaré una lampara, solo necesito una mano para luchar, y me ayudará a mirar mejor por donde pisamos.

Al escuchar la conversacion, en consonancia con la claustrofobica reaccion de mi colega draconido, digo
-Hmm no me suele gustar llevar carga, y ya que nos moveremos por lugares cerrados... prefiero ir por el centro de la formacion y con las manos libres si es posible.

Alec se adelanta con la lampara mirando al resto a ver si le siguen - vamos muchachos, no tiene sentido esperar mucho más, vayamos a ver que nos depara la fortuna en estas ruinas - se da un coscorrón con el techo y hace como si no hubiera pasado nada aunque encorva un poco la espalda para seguir avanzando.

Keyla entusiasmada se adentra entre la ruinas deseosa de poder explorarlas a fondo y hacer frente a todo lo que se les presente en su camino. Se mueve como pez el agua, esto sí que es lo suyo, no le causa ningún temor todas aquellas historias que se comentaban por la ciudadela de los enanos. Tenía sus sentidos alerta y esa alta percepción que había ido desarrollando con el tiempo.

- Bueno muchachos, yo me colocaré donde me digais, creo que seré capaz de percibir el peligro desde cualquier sitio, eso se huele, se siente, se escucha, se palpa, en fin... ¡que todo esto de explorar estas minas me apasiona e intentaré poner todo mi empeño para que no nos pille nada desprevenidos!

Hombres, el prejuicio no lleva nigun buen lugar, deberiamos haber escuchado primero el trato y luego tomado una decisión. Eso es lo que hubiera querido decir el anciano, pero ya habia perdido la batalla contra su propio equipo antes de poder hablar.

Aun  estaba un poco enojado por el "incidente" con el historiador, pero no dejaba que asuntos tan vanales lo llevaran lejos de su objetivo.

-  Como puedo formar una luz con mi baston, tendriamos 3 luces; y si quieren más luz , tengo un par de antorchas en mi mochila.

Luego de esta palabras se enciende una luz en la punta del baston del mago iluminando todo el piso de alrededor.

- ¿sera suficiente o necesitamos más?

Leuden entra tras Alek sin decir nada mas pues está de acuerdo con el guerrero.

Camináis un largo tramo, metros que se os antojan kilómetros por lo incomodo que resulta caminarlos y el desagradable ambiente a humedad y a tierra removida.

Tras el incomodo trayecto, iluminados por la débil luz del mago en comparación a la lumbre de las lamparas, llegáis al final de la excavación. Sabéis que habéis llegado, pues donde termina el rudimentario camino hecho por los enanos llegáis al muro derribado que Morgran os mencionó.

Un nuevo camino se abre ante vosotros, un largo pasillo de piedra tallada y muros con gravados. Por suerte no hay equivocación sobre que camino tomar, pues hace tiempo que uno de sus caminos a tomar se desmoronó siglos atras.

Tras un largo paseo por el frío pasadizo en la única dirección posible, llegáis por fin asta una gran puerta de piedra. Su superficie esta muy trabajada, no a sido labrada por artesanos enanos, pero es indudable que es una magnifica pieza de artesanía.

En la puerta podéis ver la figura de una mujer, vistiendo las ropas típicas de una sacerdotisa y portando un cetro en su mano derecha. A pie del relieve de la mujer hay escritas unas palabras, palabras que para algunos de vosotros carecen de sentido.

Reconoceis la lengua, sin lugar a dudas se trata de elfico. Las palabras son cortas pero claras: "Se bienvenido peregrino y si ni el agotamiento o las sombras pudieron contigo, abre las puertas para que Lolth pueda tejer tu destino..."

Puedes intentarlo, CD 20 para la que quieras, porque es poco lo que pone en el muro para deducir pero nombran claramente a Lolth.

Lo que descubres no es nada que no supieras ya, tu mente es incapaz de recordar si alguna vez se hablo en la taberna sobre ruinas semejantes o adoraciones a oscuros idolos.

Leuden mira la inscripción con detenimiento, llevandose la mano a la barbilla. Tras unos segundos de meditación dice.

-Está escrito en élfico, dice lo siguiente "Se bienvenido peregrino y si ni el agotamiento o las sombras pudieron contigo, abre las puertas para que Lolth pueda tejer tu destino..." La verdad que no se a que se refiere. Me aseguraré de que no haya ninguna trampa en la puerta.

Entonces Leuden se pone a inspeccionar los marcos de la puerta, la cerradura, por debajo de la puerta etc.

El pícaro saca su colección de herramientas, escogiendo con cuidado la idónea para cada función. Leuden estudia todos y cada uno de los recovecos de la puerta de piedra y pasando por cada rincón la herramienta mas aconsejable, aunque al parecer hoy sus manos no están muy por la labor y el pulso le falla en los momentos mas delicados.
Al menos sabeis que no hay ninguna trampa, pues de haberla el pícaro la habría accionado y ahora tendríais un serio problema.

Después de varios tropezones por la falta de luz, Tarmi ya no ve tan mal la idea de cargar él mismo con una de las lámparas, cosa que antes había descartado teniendo "mulos" de carga que podían hacerlo por él, así que le propone a Alek con el mal humor de costumbre: Necesitamos luz aquí atrás, el bastón del anciano apenas alumbra, y seguro que si tenemos problemas acabas rompiendo la lámpara de un golpe, así que mejor déjamela a mí.

La toma de la mano de Alek sin esperar permiso y aprovecha para observar la puerta: ¿Lolth? ¿élfico? Perdonadme si me retiro un poco mientras abrís la puerta... Si hay alguien que se me compare en crueldad son los malditos drow, habrá que tener cuidado. Piensa mientras vuelve a su posición a una distancia prudencial de la vanguardia.