Partida Rol por web

Siguiendo las indicaciones del tabernero llegas hasta la zona de la ciudad dedicada a los herreros y otros artesanos. Das una vuelta por el lugar y te quedas asombrado de la gran cantidad de tiendas y de armas que hay. Finalmente entras es una tienda que te recomendó el tabernero y entre todos las armas te llama la atención una que está expuesta, no es el tipo de arma que tu sueles ver o utilizar, se trata de una excepcional katana de acero blanco.

Gastáis el día dando vueltas por la ciudad, buscando entre tabernas, preguntando a guardias y a gente de la calle, la ciudad es enorme, por lo que no sois capaces de recorrer ni una pequeña parte de ella antes de que llegue la noche y el cansancio os haga volver a la taberna.

Me dejo caer en una de las mesas y pide un aguardiente.

---Ha sido una perdida de tiempo-digo con tono hosco- espero que el herrero haya  tenido mas suerte que nosotros...mañana pienso dedicarme a buscar por las armerias alguna arma, esta ya esta bastante vieja.

Kris se queda un rato maravillado ante tal belleza, la forma y calidad de la katana son tal que Kris acerca su cara para observar cada detalle de tal maravilla. Pasado algún que otro minuto, Kris se gira y busca a quién está a cargo de la tienda.

-Hay alguien aquí? Hay alguien a cargo de la tienda?

Cuando ve al responsable de la tienda, se acerca hacia él y lo saluda con mucho entusiasmo.
- Buenos días! Perdone, no he podido evitar ver esa katana de acero blanco, es realmente maravillosa. Tiene nombre? - Espero a que diga el nombre, si tiene de esa katana - Verá, soy Kris Frey, un herrero del norte, Haufman. Estoy viajando para aprender de los grandes maestros de la forja y bueno, esta katana es sin duda de un maestro herrero, y me gustaría aprender de él si cabe alguna posiblidad. Me podría decir quién hizo esta katana?

-Gñe...

Kayne se sienta junto con Shalash y les hace una seña a Valeria y a Decland para que les acompañe.

-Si no las encontramos para cuando zarpe esa cosa voladora lo único que se me ocurre es ir a buscarlas allí, que seguro que montan.

El chico se golpea con las uñas la máscara metálica y le pide una cerveza al camarero.

-¿Cómo le irá a Kris?

Aún esperando a Kris y tras ver como todos han vuelto con las manos vacís de información les cuento mis intenciones

-Si Kris no vuelve con información útil, lo primero que deberíamos hacer es ir a avisar a la guardia de la ciudad. Si conseguimos que nos ayude -voy a echar mano de una de las piezas de fruta que había comprado, pero me doy cuenta que las he debido dejar en otro sitio mientras esperaba- mmm...vaya...emm...si, si los guardias nos ayudan, podríamos encontrarlas con más facilidad y llevarla de vuelta a casa para cobrar nuestros honorarios...aunque el viaje en zepelin suena interesante.

Me quedo pensando en esa última idea. Si no hubiera ido a la boda, no se habría dado esta aventura y no estaría en esta ciudad de donde parte uno de los maravillosos artefactos de Lucrecio que cada vez me sonaban más fascinantes y sin duda alguna no habría acariciado la posibilidad de realizar un nuevo y trepidante viaje. Y los viajes, parecía lo único que conseguía animarme el tiempo suficiente como para mantener mi mente más despierta así que la mera idea de continuar, me agradaba.

Ahora que has podido dejar de mirar la katana durante un rato te das cuenta de que el dependiente te mira un poco raro, como si estuvieses fuera de lugar y que los dos guardias de la tienda, no pertenecen a la guardia de la ciudad, que tienen pinta de experimentados no te quitan ojo.

Buenos días señor. Pues sí, tiene nombre se llama "Fuego del amanecer" es la obra maestra de nuestro herrero y dueño del negocio el honorable maestro herrero Kazuki Kurogane. Ahora bien, me temo que no dispone de tiempo para atender a todos aquellos que están interesados en sus enseñanzas. ¿Desea algo más?

Kris observa al dependiente con una clara expresión de decepción, sin embargo, insiste en el tema. -Seguro que no tiene tiempo? Puedo trabajar para él y ayudarle con la forja, si le hecho una mano seguro que tiene tiempo... Podría hablar con él? enseñarle lo que puedo hacer? que le puedo ser útil? Kris observa la cara del dependiente, si no ve ningún titubeo por su parte, está claro que, ahora, no conseguirá convencerle. -También vine buscando información del zepelín, y si han visto a dos muchachas extranjeras juntas por este lugar, una con pintas de soldado o guardia.

El hombre se queda pensativo un momento. - Vera, lo máximo que puede hacer es lo siguiente, traiga su mejor obra, el honorable maestro herrero la mirara cuando tenga tiempo y si considera que merece la pena se pondrá en contacto con usted.

En cuanto a las dos muchachas, lo siento pero no sabría decirle, pasa demasiada gente por aquí como para acordarme de todas. Respecto al Zepelín se lo podrán explicar mejor es sus oficinas, pero creo que el precio supera las 100 monedas de oro.

Kris contesta a la primera pregunta -Mhhh. Mi mejor obra? Estoy lejos de mi casa, estoy viajando y aprendiendo, ni tengo una forja cuando lo desearía, ni tengo demasiado tiempo para hacer mi mejor obra...

(1) -Pero puedo hacer otra cosa, si ustedes me dejan una forja, les puedo hacer una obra en tan sólo una tarde. Evidentemente, no va a ser de muy buena calidad, el maestro sabrá que es muy difícil hacer algo en tan sólo una tarde.

(2) - Hace mucho tiempo forjé este martillo, pero me sería imposible dejarlo en sus manos, tiene un valor sentimental demasiado grande para mi. Si usted me dice cuando estará el maestro disponible, me puedo pasar a enseñarselo para que así me evalue. -Sobre el Zepelín... No sabrá de nadie que busque mercenarios o guardias?

Valeria vuelve a la mesa algo frustrada

- No he conseguido nada; no se me dan bien los interrogatorios. Me toman el pelo rápido...

Estoy seguro de que no le costara mucho encontrar una forja para alquilar por aquí si lo desea, aunque no sé si una obra nacida de la prisa y la improvisación será del gusto del maestro. Le aconsejo que se lo tome con más calma si realmente está interesado.

-Entendido. Tardaré en volver pues... Pero volveré.

Kis hace un saludo al hombre y le da las gracias. Antes de marcharse por eso, abre la boca y observa si hay la más mínima reacción:

- Nekane Yoshida. A ella es a quien busco.

Acto seguido y si no hay reacción, se va a la posada, por si habían vuelto sus compañeros, si no habían vuelto, daría un paseo más por los alrededores buscando algo que pudiese ser sospechoso.

---Odio esperar a la gente ¿Pedimos la cena o matamos el tiempo?- digo claramente malhumorado

Finalmente veis a Kris entrar en la posada, por su caras suponéis que no ha tenido demasiado éxito con sus pesquisas.

Al entrar Kris ve a sus compañeros sentados en una mesa y parecen casados por el día transcurrido.

La taberna está bastante llena y animada ahora mismo, las jarras de cervezas y otros licores van de un lado para otro mientras suenan de fondo melodías orientales.