Partida Rol por web

Después de otro largo día volvéis todos a la taberna, mientras os dais cuenta de que el tiempo se os acaba poco a poco y aun no tenéis nada.

Kayne entró en la taberna, miró a sus compañeros y bajó la cabeza, sabiendo que todavía andaban a tientas. Pidiéndose algo para beber y cenar, se acercó a la mesa y se dirigió a Shalash.

-¿Dónde has estado? Nos despertamos por la mañana y desapareciste...

- De todos modos seguro que ha aprovechado el día mejor que nosotros. ¿Habéis encontrado algo?

Kayne negó con la cabeza, deprimido.

Valeria parecía bastante desanimada, cosa infrecuente en ella, pero es que todo aquel asunto ya empezaba a resultarle frustrante

- Estupendo... Se nos acaba el tiempo y no tenemos nada. ¡Maldita sea, yo soy guardaespaldas, no detective!

Miro a Kayne.

---¿ No os ha dicho nada el posadero?- digo entrechando los ojos y dirijo una mirada intimidante hacia el posadero-  Como bien dije ayer, iria de compras y a explorar la ciudad

-Ah-Dijo Kayne recordando-Si. ¿Y qué tal te ha ido? Espero que hayas aprovechado el día mejor que nosotros...

---He encontrado algunas armas que me gustaria comprarme, sin embargo no tengo dinero para permitirmelo- digo soltando un resoplido- espero que acabemos pronto este trabajo, odio no tener dinero en el bolsillo, al final tendré que prostituirme, seguro que asi ganaria dinero de sobra.

Kayne soltó una risita.

-No es mala idea la prostitución. Yo desde luego sería tu cliente.

El porqué dijo aquello no quedaba claro para nadie, pero todavía seguía con los pómulos levantados.

Miro a Kayne de arriba a abajo con ojo critico y luego sonrio de forma traviesa.

---Bueno si tienes el dinero y  puedes aguantar el ritmo....- digo- no me opondré.

Kayne enrojeció ligeramente y sus pómulos se ensalzaron aún más.

Valeria se quedó con la boca abierta y la mirada desencajada

- ¿Perdón? ¿No hablaréis en serio, no?

No sabía que le sorprendía más, si el tema de conversación o el hecho de que Shalash estuviese bromeando

Kris enalza una ceja cuando escucha a Shalash. Más aún cuando escucha sobre lo de la protitución.

- No es que quiera meterme donde no me llaman Shalash, pero si querías un arma... porque no consultaste conmigo? No sé si lo dije antes... Pero soy herrero... Seguro que yo te puedo hacer un mejor precio que a esos a quien hayas consultado. Además... seguro que te puedo añadir algún que otro extra del que ni siquiera te puedes hacer a la idea...

Dice intentando ignorar la conversación de la prostitución.

Miro a Kris.

---Sabes hacer un Lajatang? o una espada bastarda de acero negro?Si es asi te la prestaré y si me gusta el trabajo te recompensaré gustosamente...- digo guiñandole un ojo a Kayne  y luego sonriendo a Kris

En principio ignoro los comentarios de mis compañeros. Sin duda alguna el no haber hallado a las dos mujeres es un inconveniente bastante serio, ya que a cada día que pasa, será más difícil encontrarlas.

Mientras ellos siguen discutiendo sobre armas, prostitución y no se cuantas cosas más, yo me dedico...

-¿Prostituirte?¿En serio Shalash?- le digo con mirada divertida-¿Y tu Kayne dices que...?...jajajja

Parece que la información me ha llegado un poco tarde, pero aun así me resulta un tanto cómico

-Ya que sacáis el tema ese-sigo mirando a Shalash y Kayne entre risas-¿hemos averiguado algo de las mujeres?¿qué grupos nos queda por visitar?, porque vosotros parece que ya tenéis un negocio distinto en mente, pero el resto tenemos que...bueno...hacer eso que tenemos que hacer...¿no?, no me gustaría contar la historia de cómo dejamos escapar a una novia del altar, no sería muy bueno para futuros trabajos...

- No se nos da bien reunir información, y la poca que hemos reunido no nos ha servido para nada. No sé que más hacer... Podríamos averiguar si el señor Yoshida tiene aquí algún amigo, socio o familiar. Si es un mercader próspero, aquí también lo conocerán, ¿no?

Parecia que Decland estaba dispuesto a encontrar a la muchacha y devolverla a su padre sin importar sus motivos, y los demás seguramente también. No podía reprochárselo; eran mercenarios y ese era su trabajo.

Pero ella no era una mercenaría; aceptaba ese trabajo de vez en cuando, pero ella se buscaba la vida de otra forma

- Lajatang? Eso... deja que recuerde... no era una especie de Bastón con dos medias lunas? Si, podría llegar a hacer un Lajatang... En cuanto a la espada bastarda de acero negro, no domino la fundición del acero negro, pero con el material, sería capaz de hacerte una buena arma. - contesta a Shalash sin dedicarle más tiempo. La verdad es que se había metido en su conversación y ahora pensándolo bien, no sabía si Shalash tendría suficiente dinero ni siquiera para cubrir los gastos.

Kris estaba de acuerdo con Valeria. Él era un Herrero, su gran cuerpo le había ayudado a servir como guardaespaldas durante su viaje para poder costearse esta árdua misión de mejorar en su profesión, pero aún siendo tan grande, no se creía capaz de compararse a un soldado entrenado.

- Como último recurso tenemos el billete del zepelín. Me pregunto si podríamos encontrar algo asequible...Por lo que he escuchado es muy caro...