Partida Rol por web

Os estaremos vigilando, novatos. Cuidadito con cómo os comportáis de ahora en adelante

Diciendo esto, todo el mundo desaparece de vuestra vista, quedándoos solos de nuevo en la calle

Gabriel intuía que el vampiro al que habían encontrado debía de ser poderoso... o por lo menos aduro de pelar. Tenían que hacer una misión y no era momento de pelear, ni de enfrentarse, ni de discutir, por lo que decidió ignorar los hechos y seguir la dirección que les había marcado, para encontrara la taberna de los capitanes.- Vamos.- Fuel a excueta e inexpresiva palabra que dijo a sus compañeros mientras comenzaba a moverse hacia la taberna.

Adham se siente molesto porque no le gusta que lo vigilen o que alguien le pise los talones. Después le dice a sus compañeros "Sí, vamos que hemos perdido mucho tiempo y debemos de cumplir nuestra mision". Adham se va hacia la taberna de los capitanes.

La puerta está cerrada. Llamáis y se descorre un tablón a la altura de los ojos, y desde el interior os preguntan: Nombres, navío y rango, por favor

Gabriel miró los ojos que se entreveían por la ranura y contestó someramente.- Somos tres, no tenemos barco y nuestro rango son piezas de oro que le interesen a un capitán - dijo el guerrero al de la puerta. Quedaba claro en su frase que andaban buscando un capitán y que pagarían por sus servicios. No hací afalta explicar más, pues al de la puerta no era quién para explicarselo todo.

Esta taberna es sólo para los oficiales de navío. No se permite la entrada a extraños. Adiós

Y diciendo esto, cierra el visor de la puerta

Adham se aleja a la oscuridad de la calle fuera del alcance del farol y de posibles curiosos para indicarles a su compañeros que lo siguieran hasta donde esta él. Después les dice "Es mejor que hablemos aquí a ver si el portero va a estar escuchando" "Podemos intentar buscar otra entrada o meternos por una ventana pero corremos el peligro de que nos vean o que en el interior tenga más vigilantes" "¿Se os ocurre algún plan o nos arriesgamos metiendonos como ladrones?".

El guerrero se acerca a su compañero y escucha sus palabras. Tras esto niega con la cabeza y le dice.- Si nos colamos en el interior y luego se dan cuenta nos meteremos en un lio... y tras la bronca de antesno creo que debamos - comentó.- Lo seguiré intentando hasta que me habran- concluyó el Brujah a sus comañeros.

Tras esto se dirigió de nuevo a la puerta y volvió a llamar.

Vuelve a descorrerse el tablón:

Nombres, navío y rango, por... ¿Otra vez tu? Ya te he dicho que esto es exclusivo. ¿Qué coño quieres?

- Y te he oído - respondió el guerrero.- Pero tenemos que hablar con un capitán para hacer negocios - le contestó.- ¿Cuánto nos costaría entrar para llevar a cabo esos negocios? - preguntó Gabriel al portero recordando que todo en esta vida tenía un precio.

Rendor permanecia callado, anteriormente Adham lo habia puesto en envidencia delante de aquel individuo, y no estaba de humos para decir una palabra, puesto que su mayor atencion la tenia en controlarse. Dejo que los demas resolvieran la situacion.

Adham viendo que sus compañeros querian insistir en entrar por la puerta, decidio buscar por alrededor de la taberna entradas, salidas, altura de la construcción y ruido en los diferentes lados de la taberna. Para luego asomarse por una de las esquinas y saber si el portero les ha dejado entrar.

Lo siento, mis instrucciones son claras. No puedo dejar entrar a gente que no sea oficial. Comprendame, es mi trabajo y no puedo jugarmelo. Tengo mujer y siete hijos. Adiós y por favor no me complique la noche

El guerrero con su habitual rapidez, interpuso la mano antes de que el portero cerrara la mirilla.-Te comprendo, pero, compréndeme a mí. Necesito hablar con alguno de los capitanes - Comentó.- No quiero problemas por lo que te rogaría que ledijeras a tu jefe lo que ocurre y que queremos hablar con él - pidió el brujah.

Un momento. La ventanilla de la puerta se cierra. Tarda unos 10 minutos en volver a abrirse. Unos ojos fríos os acechan. Cuando habla, su voz es muy grave y autoritaria .Pedro me ha dicho que queréis entrar a hacer negocios. Os equivocáis de taberna, aquí sólo se permite la entrada a oficiales, y vosotros no teneis pinta de haber pisado una cubierta en vuestra vida. O me acreditais rango y navío, o no pasáis. ¿Queréis alguna otra cosa mas? la mirada indica que ya ha dicho todo lo que tenía que decir

Director yo estoy dando la vuelta a la taberna ¿no me lo vas a describir?.

- Hola -  responde Gabriel educadamente. Luego deja hablar al que parecía el jefe de la taberna y le escucha sin inquietud, pese haber estado esperando diez minutos delante de la puerta. Este echo insólito en los de su clan, es un síntoma más de la personalidad fría y calmada, siempre concentrado.

Cuando termina el tipo de hablar Gabriel le contesta.- Es cierto lo que te ha dicho Pedro. Venimos buscando a un capitán que quiera llevarno en su barco - corroboró el guerrero.- Realmente probamos primero en la taberna que hay al lado de los muelles, donde... tuvios un intercambio de impresiones con el tabernero. Allí nos encontramos con el Alguacil quien nos dijo que ésta era la taberna donde podíamos encontrar a los capitanes - explicó Gabriel sin inmutarse.- Necesitamos hablar con alguno de ellos y que nos dé cobijo en su barco y lo necesitamos antes de que llegue el alba -. Al decir esto, el brujah la mirada fija que mantenía sobre el dueño cambió, entornado los ojos como dejando entrever que había algo en esa última frese que llevaba más sentido del que se entreveía. Sin más volvió a su mirada fría como el hielo y esperó la respuesta del tabernero.

Por mi, podeis esperar en la puerta a que se vaya alguien, pero lo que es aquí dentro no entrais. Adiós y cierra la tabla

El guerrero se gira hacia sus compañeros y les dice.- Tenemos que encontrar una nueva forma de entrar- comentó sin emoción alguna.- Podríamos ir al puerto, recopilar información sobre el nombre de algún barco y el caitán del mismo y volver a ver que pasa- propuso el brujah ya sin muchas ganas de hacer nada.

Te metes por un callejón estrecho siguiendo el edificio. Pasas al lado de una puta ejerciendo su oficio, y das la vuelta a la esquina. Hay una puerta oscura, pero una luz tenue sale por debajo de ella. No ves a nadie más allí