Partida Rol por web

El libro de Shaire

Capítulo 1: El sacrificio de los hijos

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31/03/2012, 15:25
Director

Ibrahim alcanzó su meta. Mientras estaba en ello, había observado cómo el umbral se opacaba, como la superficie de una fuente estancada, ocultando de su vista al terno prometido, y aunque había temido quedarse atrapado en aquel cajón de física demencial,  ahora captaba que el portal sólo había asumido ese aspecto para acogerse a un estado de latencia.

Tomó precauciones y asomó la cabeza con cuidado. Al principio creyó que había aparecido enfrente o detrás de una catarata. Al mirar hacia arriba, comprendió que se trataba de una tubería reventada que disparaba una cortina de agua. Sacudió la cabeza, sus sentidos volvieron a la realidad. Frente a él, una forma voluminosa como la de una cría de elefante, aullaba y se debatía emitiendo un confín de pseudópodos o colas de ácido en un recinto estrecho.

No tardó en reconocer que se encontraba en un puesto de mercado. A su derecha, una chica se afanaba por tirar de un cable eléctrico. En el fondo, a la izquierda, la otra era zarandeada con violencia contra la pared y el techo por tres de esos apéndices.

Entonces, el monstruo se sacudió lo suficiente como para ponerse de perfil y revelar que, atrapado entre unas fauces plantadas en mitad de su pecho, mantenía el brazo izquierdo de un muchacho latino, quien no cejaba de asestar navajazos a aquella vejiga con patas.

Ese monstruo…  Era como si se hubiese escapado de sus malos sueños hacía cuestión de pocos minutos: ¡un cuajo de materia grisácea rematada por un bosquejo de cabeza y rostros humanos!

- Tiradas (1)

Motivo: Daño a Ibrahim

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Notas de juego

Segundo asalto. Orden: Carla, Alicia, Antonio, Dunwich e Ibrahim.

Alicia, sacaste tus tiradas, así que narra el éxito en tu turno. Le haces de daño 10 x 1d10.

Ibrahim, tu ropa se ha desintegrado en el viaje (¡estás desnudo again!) y has perdido 10 pv debido al aire enrarecido y las fricciones metafísicas.

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31/03/2012, 21:21
Alicia

Arranqué el cable y lo tiré hacia el charco, pero se ve que la corriente era floja. Aquella cosa apenas iba a notarlo. Con tiempo y material podría, tal vez, construir un arma. Pero no tenía demasiado a mano. ¿O no? Porque estaba segura de algo: Ácido+Base=Sal. En definitiva, aquel bicho repugnante parecía tener sangre ácida y que le echasen algo que contrarrestase no podía ser bueno y estaba bastante segura de que la sosa caustica le sentaría mal. 

Me agaché detrás del mostrador y recuperé mi mochila. Luego miré las cosas abandonadas por si entre los detergentes y demás productos de limpieza veía algo, pero no, nada de nada. Bueno, al menos tras el mostrador estaría a salvo de los tentáculos. Y entonces apareció de la nada un tipo desnudo. Esto se volvía bizarro por momentos. No, en serio, era como si alguien se hubiese propuesto que jamás tuviese una vida normal. 

Volví a agacharme, lo que tenía que hacer era incrementar la corriente eléctrica. Si, eso era. Así que tendría que salir de allí y buscar la caja de fusibles...

- Tiradas (2)

Motivo: Daño Eléctrico

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Motivo: Química

Tirada: 1d100

Dificultad: 47-

Resultado: 69 (Fracaso)

Notas de juego

Que gafe soy, mira que sacar un 1 :P

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31/03/2012, 22:12
Carla Vidal

Notas de juego

Master, Carla aún sigue pillada por los tentáculos o se ha liberado?

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31/03/2012, 22:17
Director

Notas de juego

Sigue atrapada, estimada. Se me ocurren dos posibilidades (pero eres libre de concebir alguna más):

-Tratar de zafarte. Tendrías que tirar 1d100, para Fuerza. Yo también tiraría para Dunwich. Tu tirada tendría que ser, además de exitosa (sacar menos que tu Fuerza), bastante más baja que la suya.

-Concentrarte para realizar un segundo ataque psiónico, con un -30% a tus posibilidades básicas.

 

 

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01/04/2012, 11:39
Antonio Mendoza
Sólo para el director

Notas de juego

Máster, a mi me afecta la electricidad? Quiero decir, si el bicho se lleva daño eléctrico...

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01/04/2012, 11:55
Director

Notas de juego

En efecto, Antonio, pero su efecto será irrisorio, desgraciadamente,

a causa de la mala tirada de Alicia. Siendo generoso, tu Fuerza subirá a 80

sólo en este asalto.

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01/04/2012, 22:38
Carla Vidal

La muchacha continuaba prisionera de aquellos asqueros apéndices de la criatura. Era como estar cogida por un pulpo de otra dimensión, y el daño que provocaban aquellas cosas era más que doloroso.

-Aaaaaahhh!!!- gritó Carla al sentir el dolor en sus muñecas y pierna, a demás de los golpes que recibía al darle golpetazos conra todo lo que tenía a su alrededor. Se sentía como una muñeca de trapo que no pude liberarse de las gamberradas de sus propietarios.

Intentó liberarse, pero aquella criatura era más fuerta que ella...eso era evidente. Pero Carla sabía que le había provocado dolor con su ataque mental. Puede que la solución fuera volver a concentrarse, todo lo posible entre los latigazos dolorosos de los tentáculos, e intentar liberarse de la criatura con su poder.

Y parecía que la cosa había funcionado... la criatura gritaba alocada y parecía estallar en su interior.

Podría ser aquel poder un don y no una maldición, como hasta ahora pensaba?

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque mental

Tirada: 1d100

Resultado: 2(+40)=42

Motivo: Ataque mental

Tirada: 1d100

Dificultad: 40-

Resultado: 1 (Exito)

Motivo: Daño mental

Tirada: 3d10

Resultado: 21(+20)=41

Notas de juego

Perdón, me equivoqué de casilla para colocar mi %. Pero en las dos con éxito!

Y el daño... oooooolé!

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02/04/2012, 10:12
Director

Un segundo fruncimiento de ceño por parte de Carla fue el anuncio de la implosión del tallo cerebral de aquella criatura.

Dunwich lanzó un gemido gutural y mantenido al tiempo que sus globos oculares estallaban; las mandíbulas torácicas se cerraron con fuerza en torno al brazo de Antonio, y algunos incisivos tocaron el hueso; la selva de apéndices se desmayó alrededor.

Casi con simultaneidad, Alicia había conseguido arrancar el cable de la caja y lo había desplomado en el suelo.
Se produjo un chisporroteo. Los plomos saltaron sin tardanza. Mientras se arrojaba detrás del mostrador con alquímicas intenciones, evitando los latigazos agónicos, Alicia se temió que el cortocircuito sirviese para poco más que levantarle una mancha de ampollas estomagantes. 

Sin embargo, aquel calambrazo constituyó para Antonio fue la ambrosía que le proporcionó el espíritu para arrancarse de aquel cepo. Aquella herida necesitaría de una desinfección y suturas esmeradas.
La descarga se desplazó por todo el cuerpo de la bestia y Carla, que ya en el suelo pugnaba por liberarse de los lacios tentáculos, también recibió su parte.

El monstruo se derrumbó como una montaña de basura, y de sus poros comenzó a emanar la cocción de sus humores. En pocos minutos, el puesto de mercado sería inundado por un banco de pura miasma.

El contorno del portal, a cuyo quicio se asomaba el desconocido negroide y desnudo, se volvió carmesí. Latió acompañando los últimos momentos de Dunwich.

-Paadreeergg –gimió lastimeramente.

Notas de juego

Fin del combate.

En este punto, me gustaría que hiciéseis una descripción somera,

casi utilitaria, de vuestros personajes.

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02/04/2012, 10:15
Director

La corriente eléctrica ha barrido un dique precario de tu estructura genética.

Notas de juego

Detallaré lo que experimentas dentro de unas horas,

pero tu segundo poder: Emisión de energía oscura,

acaba de ser activado.

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02/04/2012, 10:25
Ibrahim Gutierrez

- Buff... otra cosa de esas. Joder, qué asco. - Pensé al ver el espectáculo del ser deforme debatiéndose espasmódicamente ante su inminente muerte. Sea como fuere, he venido hasta aquí por una razón clara, aunque no tenga tan claro qué conseguiré de esta gente, pero si algo ya me decía que eran parte del juego, el ver a este ser horrendo, tan parecido a aquél que reventé en la plaza dos de mayo, me ha acabado de confirmar mis sospechas.

Me recorrió la espalda un escalofrío al ver el cable eléctrico bañándose en el agua y transmitiendo sus dolorosos chisporroteos a todo aquel que entrara en contacto con el mortal binomio que conforman el agua y la electricidad. Seguramente los plomos ya habrían saltado, disipando toda corriente eléctrica, pero eso yo no tenía manera de saberlo, así que, cuando salí de aquella ventana que no era sino un desgarro espacio-temporal, busqué un lugar lejos de la amenaza eléctrica.

Salté desde el boquete cuántico, suspendido a metro y medio del suelo, hasta la primera superficie seca y elevada que encontré: un mostrador recubierto de mármol de un blanco crudo que conoció, sin duda, mejores días que aquel. Desde mi posición observé a los demás integrantes de aquel cuadro, cuando me di cuenta que mis pantalones, que constituían la única ropa que portaba antes del salto, habían desaparecido, hechos jirones, en el inhóspito no-lugar que acababa de atravesar.

Desde luego, para un futuro, estaría bien conseguir ropa algo más resistente. De lo contrario no será esta la última vez que pasee mis vergüenzas en público. De todas formas, después del episodio protagonizado en pleno centro de Madrid, cada vez me importa menos.

Mi desnudo cuerpo atlético, mi cara algo contrahecha y sin afeitar desde hace un par de días y el cofre entre las manos. Esa era la imagen que contemplaban aquellos tres que parecía se acaban de enfrentar a una criatura surgida del una pesadilla lovecraftiana y aun no se habían recuperado lo suficiente como para preocuparse realmente por mi presencia.

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02/04/2012, 11:07
Antonio Mendoza

El daño en el brazo había dejado a Antonio al borde de la inconsciencia. Sin embargo, pudo comprobar como Carla acababa con el ser, y como caía al agua con electricidad. Se levantó, se acercó al cable y, cogiéndolo sin ningún temor de la electricidad que aún pudiera contener, va a apartarlo del sitio... hasta que se fija en el desconocido. Había entrado por el portal, sería aliado del ser que acababan de derrotar?

Dos ojos de un negro profundo se clavan en Ibrahim. Antonio es un tipo de piel morena, claramente sudameticano o centroamericano, con pelo rapado y gesto de ira mal contenida.

Eh, tú- grita Antonio, dirigiéndose a ibrahim-, ¿quién demonios eres? Vienes de donde salió este ser, debo suponer entonces que tienes algo que ver con él. -Y, mientras dice esto, empuña fuertemente su navaja, dispuesto para atacar de nuevo.

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02/04/2012, 16:21
Director

La voz de un coro, de cualidades escénicas y andróginas, va alcanzando en oleadas tu mente antes de que puedas incorporarte:

El Drama te echa de menos, Carla. Considéranos tu familia adoptiva.

No nos temas. Habitamos el reverso del universo. Representamos lo expeditivo, y también lo irreversible. Bailamos sobre la luz negra que revela el deterioro de la balanza. Somos bombeados en el dentro-afuera del corazón de las tinieblas.

A menudo, los hombres nos invitan a pasar. Nosotros, gustosos, tomamos las riendas de sus psiques mientras ellos se entregan con alivio a la inconsciencia y al olvido. Pero tú, oh, Carla, eres nuestro Pórtico de la Gloria.

Aún estaba fresca su huella en tu materia remodelada cuando El Otro te sumergió en El Drama, como el herrero templa el hierro al rojo. Así te creó: medio-hermana de Dunwich. Podéis consideraros afortunados vosotros, sus vástagos de la segunda hornada, por haberla tenido a Ella de madre. Dunwich y los primeros fueron el fruto de una brutal partenogénesis. 

No niegues lo evidente. Explícanos por qué si no le freíste el cerebro a aquella chica. ¿Qué menudencia te llevo a hacerlo, los celos acaso? ¿No fue más bien que anhelabas embeberte de nuestra esencia? Ah, nada como el hogar. El hogar es un atributo, como el color de pelo o el de los ojos. Tu hogar es El Drama.

La estructura anfibológica de tu ADN tiene el poder de revertirse hacia El Drama. Eres el broquel apto para extraer agua de un acuífero inagotable. Los doctores humanos nombraron como “estado comatoso” lo que en realidad fue un acto de bautismo. Durante esos tres meses, te macerabas en nuestra dimensión. No te resistas, ayúdanos a liberarnos de El Otro.

La elocución ha ido languideciendo junto con el portal y la vida de Dunwich, hasta su extinción. Ya no hay voces en tu cabeza. La grieta interdimensional comienza a desvanecerse. En un primer momento, tienes la percepción de que una fumarola escapa por la abertura, como si ese otro mundo, El Drama, tal como las voces lo llamaron, fuese un mundo en llamas, eternamente ardiente, pero no tardas en comprender que ese humo que dificulta tu interior procede de las niñas de tus ojos, que tus pupilas se han convertido en diminutas chimeneas y que aún lo serán por unos minutos.

Vuelves la vista a tus compañeros y el recién llegado. Unas vetas irregulares de negrura, como garabatos o rayones coléricos, los surcan, de dentro a afuera, distribuyendo raíces en localizaciones que podrías nombrar como No Necesito A Nadie, o Mi Pobre Madrecita, o Todos Me Las Pagaréis y que intuyes que podrían servirte de cánulas para inyectarles más de esa energía oscura y seductora de la que El Drama rebosa.

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02/04/2012, 16:23
Director

El cuerpo de Ibrahim aparece recorrido de finas líneas irregulares del color de la sangre, un cuarteamiento que le confiere el aspecto de una capa de magma que se enfriase rápidamente. Desprende un calor endemoniado.

En sus manos, Ibrahim no tiene ningún cofre, sino un sistema nervioso central completo: un encéfalo con globos oculares del que cuelga una médula espinal. Los ojos os lanzan miradas muy vivas a la par que impenetrables.

De una de las fosas nasales de Alicia se escapa un hilillo de sangre.

Cuando Carla se revele desde el rincón en que ha caído, todos advertirán que sus ojos expelen arabescos de humo. Las muñecas y el tobillo apresado de la muchacha sisean aún, como carne a la plancha.

La masa informe de Dunwich se estremece por última vez y el portal se esfuma sin aparatosidad.

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02/04/2012, 17:00
Ibrahim Gutierrez

Algo muy grave hubo de pasar para que en aquel momento no contestara de malas maneras al sudamericano. Y realmente lo fue. Tanto que me hizo volver a considerar la posibilidad que estuviera dentro de una macabra pesadilla, pero sólo fugazmente. Y es que el cofre del libro se había transformado en mis manos en algo sumamente asqueroso.

Entonces, mi mirada furibunda dejó de lado a aquel que me acusaba de no sé qué, para fijarme en aquel cerebro con ojos vivos. 

- ¡Qué puta mierda es esto! - Exclamé con violencia mientras dejaba caer aquello que tenía entre mis manos sobre el mostrador de mármol. Mi impulso primario era de pisarlo, por lo que pudiera pasar, pero di un paso atrás, sin dejar de observar aquella aberración en que se había convertido el cofre que atesoraba. De reojo, miraba a las dos mujeres y al chicano, a los que consideraba poco más que advenedizos espectadores de lo que allí ocurría.

- ¿Qué... qué pasa aquí? - Pensé. Estaba confuso. No sabía que se esperaba de mí... aquel milagro era demasiado extraño. ¿Y si todo fuese una cruel broma del destino en busca de mi más absoluta perdición? A fe mía que no hacía falta toda aquella parafernalia para echar a perder a un tipo como yo... ¿o sí?

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02/04/2012, 19:50
Director

Los sesos emiten un chasquido al tocar la losa.

Al desvanecerse el portal, la única luminiscencia proviene de un piloto de emergencia. El miasma que envuelve el cadáver de Dunwich continúa extendiéndose, provocándoos arcadas.

Ráfagas de linternas se disparan hacia vuestro local por debajo de la persiana metálica, acompañada de un griterío.

-¡Eh! ¿Estáis bien ahí dentro? -preguntan.
 

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03/04/2012, 22:09
Alicia

Me dejé caer tras el mostrador. Luego llevé la mano a la nariz, estaba chorreando sangre y no había que ser muy listo para saber que era cosa de Carla. 

 - Me cago en la puta - murmuré. 

Luego me estiré para coger la mochila con mis cosas, es decir, las que había considerado útiles de las que robe en la parada de autobuses y, sobretodo, l pistola con las muestras. También me estiré para coger el ordenador, aunque fijo que con todo lo que había pasado fijo que estaba jodido. 

Mierda, lo que faltaba - gruñí 

Subido en el mostrador había un tipo en pelotas. Tenía los músculos y abdominales que gritaban: "paso horas en el gimnasio", pero no tenía buena pinta. Su piel había sufrido daños, por decirlo suavemente. Antonio tenía el brazo destrozado y Carla... Carla necesitaba ir a un hospital. Ya. De no estar segura de que rastrearían mi móvil, llamaría. Y luego me largaría. A toda hostia y sin mirar atrás. Ya tenía demasiados problemas después de todo. 

Claro que no tenía a donde ir y mi aspecto debía ser lamentable. Como poco. Me había aclarado el pelo con henna, estaba sucia y manchada de sangre. Y la ropa que había cogido me quedaba más ceñida de lo que acostumbraba. Puta pija, ya podía haber tenido alguna que otra cosa cómoda. Me había tenido que conformar con unos vaqueros que me quedaban algo grandes y una camiseta de tirantes.

Antonio y el tipo en pelotas empezaron a pelearse y pensé que, ahora que nadie me hacía caso, era el momento de largarme. Pero me sabía mal dejar a Carla ahí tirada, porque iba a palmarla seguro. Me mordí el labio. 

El tipo en pelotas soltó lo que el llamaba cofre que a mi me parecía otro bicho repugnante. Apreté los labios. Odiaba mi vida. Saqué una interna para iluminar.

Antonio, saca a Carla del puto charco y aléjala de esa cosa. Hay que salir de aquí antes de que suelte gases venenosos o algo parecido - luego miré al tipo en pelotas - Y tu, seas quien seas, si no vas a diseccionar esa cosa, tirala al jodido charco. - Le miré de arriba a abajo - Y vistete. Hay ropa - robada, pensé pero no dije - en la maleta esa.

Hice un gesto con la cabeza y justo entonces escuché como nos llamaban. Maldije entre dientes. Puta mierda de vida. Pero la culpa era mía, nadie me obligaba a traerles. Tenía que haberles dejado tirados en la estación de autobuses. 

¡No! - Grité - Llamad una ambulancia. Ha reventado una tuberia sobre una caja eléctrica - Era casi verdad, aunque lo del mordisco y las abrasiones por ácido sería jodido de explicar. Pero siempre quedaba hacerse los tontos. - No entréis, es peligroso. Ya salimos nosotros

Miré significativamente al resto. 

Vamos, ya tenemos demasiada mierda encima.

 

Notas de juego

Siento no haber respondido antes.

Acciones: Salir de allí con "sus cosas", conseguir una ambulancia y evitar que ls okupas entren.

Las imagenes son apropiadas a la situación, dejo otra de Alicia "normal".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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03/04/2012, 23:28
Carla Vidal

Una agria arcada nació del fondo del estómago de Carla e inició el desagradable camino ascendente, buscando una salida al exterior. La muchacha vomitó lo último que se había llevado a la boca (no recordaba que había sido), acompañada de unos temblores en las manos y un balbuceo que ni ella misma sabía su significado.

-Yo no... no...no... las voces...no, no, no...- la chica estaba cada vez más nerviosa, en un claro inicio de estado de shock. Su cuerpo, arrodillado aún en el suelo encharcado, comenzaba a dibujar un vaivén rítmico, mientras se auto-abrazaba y repetía una y otra vez las misma palabras: no, no, no...

Carla era incapaz de reaccionar a lo que había sucedido. Ni siquiera ser consciente de lo que había provocado. Todo lo que estaba a su alrededor era una abstracta imagen desfigurada y borrosa, que se modificaba segundo a segundo sin poder ser consciente de ello: un hombre desnudo, Alicia sangrando, una especie de engendro encima de la mesa, gritos de la gente del edificio...

Carla solo repetía una y otra vez el mismo mensaje:

-Las voces... no, no... yo no... el Otro...

Notas de juego

Carla está incapacitada para reaccionar, es demasiado para ella. Gente... echarle una mano o se nos vuelve majareta!!

Saludos

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03/04/2012, 23:51
Ibrahim Gutierrez

- Joder. - Digo como toda respuesta justo antes de coger aire y aguantar la respiración. Aquel lugar se estaba envenenando por momentos y prefería no sufrir en carnes propias lo que fuera que provocara respirar aquello que salía del cuerpo putrefacto del engendro que acababa de morir en el charco de agua.

Entonces las palabras de la muchacha de la linterna cobran sentido: una mochila con ropa. Por lo menos no llamaré tanto la atención, pero debo hacerlo deprisa. Bien, eso no será un problema.

Me lanzo a por la mochila, mis manos se mueven a una velocidad que volvería loco a un trilero. En un instante, saco toda la ropa de la mochila lanzando las prendas al aire, una a una, y las observo desplegarse entorno a mí. Veo unos pantalones y una camisa que me podrían ir bien y, mucho antes que las piezas de ropa comenzaran a curvar su trayectoria hacia el suelo, me lanzo a por ellas y me las enfundo. Después de esto, con una fugaz pasada y antes que toquen el suelo, recupero en el aire las prendas que no me voy a poner y las devuelvo a la mochila.

Miro a la rubia que me ha ofrecido la ropa y le dedico una media sonrisa de agradecimiento. No hablo, pues prefiero no respirar. Entonces vuelvo al lado de aquello en lo que se había convertido el cofre y, aprovechando la escasa luz que la linterna regala al ambiente, lo observo con curiosidad.

- Puede que sea cosa del libro, que se haya querido convertir en algo más útil que un montón de papeles de mierda. - Pienso, utilizando la falta de lógica que caracteriza a mis razonamientos, pero en medio de todo este caos, puede que sea la mejor forma de pensar.

Espero a la expectativa. Tanto por ver cómo reacciona aquello que he dejado caer sobre el mármol como para ver qué pretenden hacer estos chavales. Lo cierto es que están bastante hechos polvo, pero de entrada no voy a ejercer de buen samaritano si no es que veo claro de qué lado están. De momento, uno de ellos me ha amenazado con una navaja y la otra me ha ofrecido ropa.

Notas de juego

Según el manual, con mi CON podría aguantar la respiración casi una hora, así que no creo que tenga problema alguno con los vapores que se desperdigan por el ambiente. Por lo menos, de ahora en adelante.

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04/04/2012, 12:59
Director

La hemorragia de Alicia remite. Y el estropicio ha respetado el portátil.

-¡Qué pestazo! ¿Pero qué es todo ese humo asqueroso? –replican afuera.

La velocidad de los movimientos del recién llegado es la de un colibrí, un visto y no visto.

-¡Vamos, llamad a una ambulancia! –Es la voz de Javi.

-Pero, ¿a quiénes habéis traído vosotros? –le recriminan unos cuantos.

Aquel cerebro desnudo descansa sobre su temporal derecho. Unos regueros de electricidad se encienden sobre su corteza, indicando algún tipo de actividad.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte de Alicia

Tirada: 1d100

Dificultad: 49-

Resultado: 35 (Exito)

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04/04/2012, 19:49
Alicia

Me cago en la puta, la revienta cerebros tiene PSD. Esto ya es lo último. No, lo último es un capullo echando en cara que estemos aquí. Pues ya pueden darle por culo, pensé. En realidad lo peor era que esos cabrones tenían razón, era culpa mía. Pero iban listos si creían, ni por un puto momento, que iba a admitir nada de aquello.


En el fondo era por su bien, dudaba que ver a aquel bicho o al jodido cerebrito ayudase a su cordura. Eso y que ya había visto lo poco que les importaba a los cabrones del ejercito las “bajas civiles”. Seguro que hasta se alegraban de librarse de unos cuantos anti-sistema. Así que volví a mirar al tipo que había salido de la nada y a Antonio. Levanté un dedo a modo de advertencia.


Me llevé el dedo a los labios en una señal de silencio. Después señalé a Antonio e hice un movimiento de cabeza hacia Carla.


- Sácala del charco – susurré.


Después centré mi atención en el otro. Era rápido y eso le daba una clara ventaja si decidía atacarnos. Por otra parte, en esta habitación estaba en desventaja, porque dudaba mucho que fuese inmune a la electricidad y a Antonio eso le ayudaba. No es que aprobase el que decidieran pelear. En realidad parecía salido de un jodido cliché malo de superhéroes. Siempre la misma tontería. Dos superhéroes se encuentran por primera vez y, ante la duda, se dan de tortas. Parecían subnormales. No, en serio, es que era la misma gilipollez que habría hecho Javi.


Recordar a mi hermano me dio un bajón. Ni siquiera estaba segura en cuál de las fases de la depresión estaba, lo único que sabía era que no podía permitirme el lujo de pensar en eso. Señalé al tipo recién vestido y la cosa con pinta de cerebro. Luego hice un gesto con el dedo como si cortase mi cuello.


- Deshazte de esas cosas, yo intentaré calmar los ánimos fuera.


No esperé a ver qué hacían, si decidían pasar de mi era su jodido problema. Después de todo, aunque a me estuvieran buscando, yo no era mutante, me resultaría mucho más sencillo desaparecer del mapa. Ellos sí que necesitaban mantener un perfil bajo.


Cogí el ordenador improvisado, la mochila y salí con los okupas cuidando de que no pudieran ver lo que había dentro. Luego miré al que pensaba que se había quejado de nosotros.


- A ver si lo entiendo, ¿encima de que nos revienta una jodida tubería y que casi morimos electrocutados por culpa de unos cables rotos quieres culparnos? – le miré acusadoramente – Imagino que los dueños no habrán hecho ningún mantenimiento y que no es culpa vuestra – suavice – Pero joder, tampoco es nuestra.


Hice un gesto significativo de limpiarme un poco la sangre, para dar pena de forma intencional. Echar en cara cosas a alguien que da pena estaba muy mal visto socialmente y dudaba que fueran a hacerlo. Luego les enseñé el ordenador.


- Al menos no se ha jodido el ordenador. Tal vez podamos retrasar lo del desahucio y generar alguna distracción – Como una denuncia de pederastia al alcalde. Algo lo suficientemente gordo para generar repulsa en la gente conservadora. Ni siquiera tenía por qué ser cierto. Vale, era rastrero el ponerle fotos y videos yo misma. Pero que se jodiera, no estaba para lindezas. – Y mañana os echaré una mano con la moto aquella.


Pero la verdad es que no podría quedarme mucho tiempo allí, ya no. Por mucho que me jodiese este ya no era un lugar seguro. No para una fugitiva como yo y menos para tres mutantes. En realidad, con el tinte rubio y el cambio de ropas, si me separaba debería ser relativamente fácil hacerme pasar por una Erasmus. Sólo tenía que llegar a una universidad grande, colarme en la secretaría y falsificar un expediente. Juego de niños. Ni siquiera estaba particularmente preocupada por el dinero o dónde dormiría, se podía robar pasta por internet. Lo único realmente malo era que no tenía tiempo. A mi familia se le acababa el tiempo. Entonces lo supe: estaba en la fase de negación.

- Tiradas (3)

Motivo: Influencia - que se sientan culpables por acusarles

Tirada: 1d100

Dificultad: 106-

Resultado: 96 (Exito)

Motivo: Influencia - evitar que entren o sospechen

Tirada: 1d100

Dificultad: 106-

Resultado: 67 (Exito)

Motivo: computadoras - incriminar al alcalde

Tirada: 1d100

Dificultad: 70-

Resultado: 20 (Exito)

Notas de juego

Nota: he tirado dos veces lo de influencia porque consideré que eran cosas distintas. Si no procede basta con quedarse con la primera tirada. Y si, acabo de descubrir que tenía más de un 100% en esto XD Alicia intentará que no entren bajo ninguna circunstancia. También mandar a Carla y Antonio al hospital. 

Nota 2: Lo de computadoras es para el caso de que tenga tiempo y pueda hacerlo. El plan es simple, se pone pornografía infantil en el ordenador del alcalde, denuncia anónima, soplo a los medios y mover el tema para que sea ANTES de que envíe la orden definitiva de desahucio. Si hacen falta tiradas adicionales para generarle todo ese caos, tirarles sus sistemas informáticos abajo, etc, ya lo dirás.