Partida Rol por web

El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 5: Fraternidad

Cargando editor
12/07/2017, 16:02
Iván Auriol

El viento amaina

Al pasar unos cuatro días desde el ataque de Plasma, Iván finalmente despertó.

El joven chico hada había permanecido en cama todo este tiempo, estable, pero recuperándose de las graves heridas que había recibido durante el combate.

Al principio no dejaron que nadie le hiciese visitas, pero a los dos días de despertar sus compañeros ya pudieron ir a verle.

Iván se mostró extremadamente calmado en todo momento. Como si estuviese distraído constantemente, respondía vagamente a aquellos que le hacían preguntas o trataban de darle conversación.

Parecía ser capaz de comprender lo que le decían, pero cuando la doctora Pujol le comunicó su estado no se alteró en absoluto.

Iván había perdido la movilidad de las piernas, y su poder para volar permanentemente se había esfumado. Mientras yacía en su cama de la enfermería miraba constantemente por la ventana, con la mirada perdida en el cielo.

- El viento negro arrecia… - decía de vez en cuando.

Después de que la escuela comunicase la situación del menor a su familia, el padre y la abuela de Iván no tardaron en personarse en el Liceo.

El padre parecía devastado. La abuela, en cambio, indignada.

¿Cómo era posible que en una escuela supuestamente segura sucediesen estas cosas? Aquel no era el primer incidente en el que se había visto envuelto su nieto y, visto el resultado del último, decidió que Iván ya no podía permanecer en el Liceo.

Visto el estado de Iván, el director Richmond no tuvo mucho que objetar ante la decisión.

Los integrantes del Grupo 4, avisados por Gata Lunar, apenas tuvieron un par de horas para despedirse de su compañero.

Se reunieron en el vestíbulo de la escuela y esperaron a que el joven, acompañado por sus familiares, apareciese por uno de los pasillos. Iba en silla de ruedas, empujado por su padre, mientras su abuela andaba a su lado con actitud altiva.

El muchacho parecía algo más lúcido de lo que había estado durante los últimos días. Cuando vio a sus compañeros esperándolo sonrió amargamente.

- Papá, para por favor.

La abuela fulminó a su nieto con la mirada.

- Quiero despedirme de mis amigos. 

Notas de juego

Os dejo a cada uno dedicarle unas palabras finales a vuestro compañero.

Cargando editor
12/07/2017, 20:58
Rudy Vergara

Era muy duro ver a Iván en esa posición. El chico que siempre estaba volando, levitando, flotando ahora descansaba en una silla, anclado. Era como cortarle las alas a un pájaro. Era crudo, triste. Por esto nunca perdonaría a mi padre.

Pero ya no podía ser un héroe en esa condición, se tenía que ir.

Después de todos los momentos que habíamos vivido...

Esos momentos me vinieron a la cabeza. Todas las peleas, las batallas. La tensión. Las veces que me salvó y las veces que le salvé. Todas las charlas que teníamos antes de irnos a dormir. Las veces que le obligaba a ver animes y el me obligaba a leerme sus libros favoritos. Cuando sin darse cuenta, su cuerpo dormido acababa varado, sobrevolando mi cama durante las noches. Todas las veces que le ayudaba con los deberes de Super Ciencia y el me ayudaba con los de Lengua y cosas místicas. Cuando se posaba en mi hombro de vez en cuando como si fuese un pajarillo. Todas las vivencias. Todos esos momentos pasaron ante mis ojos.

Y ahí estábamos, en el momento de la despedida.

-Iván... -dije con la voz entrecortada.

En cuanto Salara-senpai nos avisó de que Iván se iba ir, pensé en qué le podía dar de recuerdo. Quería que algo bonito, algo personal que tuviésemos en común. Lo tenía.

Metí la mano en mi bolsillo y cogí una hoja de papel que estaba doblado. Con sumo cuidado la abrí y se la entregué al chico hada. Mis ojos ya llevaban un rato húmedos.

-Esto lo escribí el primer día. Al volver de la Ceremonia del Nombramiento. Quería que lo tuvieses, como recuerdo. -dije con la voz más entrecortada todavía.

 

En cuanto leyó el papel no pude aguantar más y fui a darle un fuerte abrazo, pero con cuidado de no hacerle más daño. Le di un beso en la mejilla.

-Te quiero mucho, Iván. -dije sin preocuparme de que sonara raro.- Espero que te vaya bien. Te echaré un montón de menos. El Liceo no será lo mismo sin ti.

Cargando editor
13/07/2017, 13:49
Diana Castelló

A decir verdad, aquella mañana Diana se había levantado bastante despejada, bastante tranquila, aún sabiendo que era el día en que Iván abandonaría la institución. Lo iba a echar de menos, mucho, pero no quería hacerle la partida aún más difícil, así que trató de estar tranquila. No buscó en su cabeza motivos para entristecerse, seguro que sus compañeros ya conseguirían hacerla llorar, así que simplemente comenzó su día como si fuera un día cualquiera.

La chica había ido a visitarle y a pasar tiempo con el religiosamente desde que se comenzaron a admitir visitas, y le partía el corazón verle de aquella manera, pero se mantuvo firme, decidió que no mostraría signos de debilidad, por mucho que le costara... no por ella, por él. 

El día de su marcha se duchó como todos los días, se "vistió" como hacía siempre con el uniforme escolar y fue tratando de practicar aquello que había conseguido gracias a Iván. Estudiándole a él, viendo como la luz se comportaba al ponerse en contacto con él, y sabiendo que estaba en sus genes, trató de acelerar su aprendizaje. Esperó hasta que Rudy terminó su despedida y se oyeron pasos resonar por el pasillo, sin que se viera a nadie caminar por él. Al momento Iván sintió un fuerte abrazo y un beso en su mejillas, y cuando se giró vio a la joven metamorfa agarrada a su cuello desde detrás de su silla.

- Gracias por todo lo que me ha enseñado y todo lo que ha hecho por nosotros Señorito Auriol .- Susurró la Skrull a los feéricos oído del chico hada -. Te echaremos muchísimo de menos, y esperamos volver a verte pronto, y si no te dejan venir, ya me encargaré yo de llevarlos.- Dijo mientras caminaba al frente a la silla mirándolo y poniendo su frente pegada a la del chico -. Me encargaré de protegerlos como tú lo hiciste hasta que vuelvas... porque sé que volverás.

Besó al chico hada de nuevo en la mejilla y se separó, poniéndose al lado de Rudy, y secándole las lágrimas con un pañuelo que sacó de su bolsillo.

- Hasta pronto Vent.- Dijo volviendo a mirarle y guiñándole un ojo.

 

Cargando editor
13/07/2017, 20:57
Sara Carrión

Le dio un vuelco al corazón al ver a Vent en silla de ruedas y tan apagado. Él siempre había sido un chico con energía pero ahora se esfumó dejando una mera sombra de lo que era su amigo. Bien se podía haber echado a llorar delante suyo pero Sara creyó que haciéndolo llenaría de más preocupaciones a Iván y no quería eso. Pero no podía evitar que los ojos se volvieran acuosos.

Se acercó hasta la silla de ruedas y después un poco más para darle un beso en la mejilla.

- No te preocupes que esto se arreglará. Podrás volver a volar, ya lo verás. Ten esperanza y cuando eso ocurra ven a buscarnos.

Era consciente de que al chico hada lo iban a intentar engañar pero ahora él se marchaba y ninguno de ellos podría hacer nada al respecto. Sólo quería que Vent les encontrara algún día y entonces pudieran enfrentarse juntos a esa bruja. Sería una mujer poderosa pero se tendría que enfrentar a todos los amigos de Iván.

- Nos volveremos a ver. Cuídate. Pensaré todos los días en ti.

Esto no había terminado, tan sólo era una pausa que al final desembocaría en algo más.

Cargando editor
16/07/2017, 23:03
Aitor Zumalacárregui

Aquel día era la despedida de Iván/Vent. Había sido un muchacho bastante singular, nunca capaz de estar mucho rato con los pies en el suelo, literalmente. Había encontrado un lugar en el que, contra todo pronóstico, podía encajar estupendamente y ahora se lo llevaban. Los adultos a veces eran muy cortos de miras. Si le hubieran dejado quedarse en el Liceo las cosas podrían ser muy diferentes. Aunque, claro, con la ratio de ataques a la base "secreta" que había, la verdad es que en el fondo comprendía a sus tutores legales. No había sitio para él en el Liceo, al menos no en esas condiciones.

-Iván, has sido un compañero magnífico, nos has ayudado a dar lo mejor de nosotros con tu puro ejemplo. Estoy investigando... algunas cosas -dijo Aitor decidiéndose a no facilitar los datos exactos con sus correspondiente vocabulario técnico, datos y fórmulas asociadas para no alargar la explicación, que de todas maneras probablemente caería en saco roto- que podrán hacer que personas en tu estado vuelvan a caminar. Lo siguiente será volar. Lo voy a conseguir, no lo dudes. Espero que estés dispuesto a ser mi paciente cero...

El tono de voz de Aitor, como acostumbraba, era de afirmación categórica. En oídos de adultos no conscientes de la genialidad del chico seguramente sus palabras sonarían huecas, o de fútil esperanza, pero para quien le conociera sería fácil imaginar que el joven vasco podría lograr esa y otras proezas, y que mantendría su palabra. Era una mera cuestión de tiempo que Aitor pudiera producir algún ingenio capaz de dotar a su portador de capacidades de vuelo. Sólo esperaba que Iván no lo rechazara por ser diferente a lo que había estado acostumbrado. Aunque, dado que el inventor tenía en mente que el control del artefacto fuera a través del pensamiento, seguramente no hubiera posibilidad de tal desengaño. Se vería.

Cargando editor
16/07/2017, 23:44
Moussa Dakar

El dolor y la ira que días antes le habían dominado, estuvieron a punto de arrastrarlo hacia una espiral autodestructiva de la que quizás no hubiese logrado salir. Pero el apoyo otorgado por sus compañeros...no, por su familia, le hizo darse cuenta de que estaba apunto de iniciarse en un camino de no retorno. De no haber sido por las palabras de Diana, el abrazo con el que le envolvió y el apoyo incondicional de César, seguramente ya habría abandonado el Liceo para dedicarse a cazar y matar (En caso de que realmente encontrase el valor para ello) a todos los criminales que se cruzasen en su camino.

Pero sabía que eso no solucionaría nada, es más, ese camino tan solo le habría alejado de sus amigos y transformado en algo que no era. Así que tomó toda esa furia que ardía en su interior y la transformó en una férrea determinación.

Por primera vez en toda su vida, Moussa comenzó a estar rodeado de libros. Aunque por desgracia, comenzó a faltar a gran parte de las clases para quedarse en la biblioteca estudiando, acribillando a preguntas a los miembros del club de inventores o pidiendo consejo y ayudando a la doctora en la consulta. Pese a pasarse todo el día sumido en su propio proyecto, siempre sacaba algo de tiempo para ir a visitar a sus compañeros heridos.

Una puerta cerrada no le impidió ir a visitar a Iván y contarle todo lo que iba aprendiendo y cual era su plan. Por supuesto Iván seguía en coma y no podía escucharlo, pero de alguna forma el ver a su amigo en aquel estado le ayudaba a redoblar sus esfuerzos y conseguir energías nuevas para seguir estudiando.

Pese a su esfuerzo, el avance era lento lo cual no hacía más que hacer crecer su frustración, hasta que un día, la liberó golpeándose la cabeza contra la pared. Para Aitor, su compañero de habitación, debió de ser un buen espectáculo. Se pasó el día siguiente con un gran chichón en la cabeza y con un terrible dolor en la misma, no lo volvería hacer.

Los días pasaron e Iván por fin despertó y con ello, llegaron nuevas malas. La familia del chico hada había decidido que aquel no era un buen lugar para él y se lo llevaban. Otro duro golpe para Moussa, quién en su empeño por ayudar a Iván, casi se pierde la despedida.

Un portal brillante y azulado apareció en medio del pasillo. De su interior, como era de esperar, emergió Moussa quién no tardó en buscar con la mirada a sus compañeros. Una vez localizados, se acercó con paso rápido hacia ellos y guardó silencio mientras todos se iban despidiendo.

-No solo volverás a volar, también recuperarás el uso de las piernas. Estoy trabajando en algo que te ayudará, ya verás. Quizás me lleve unos pocos meses, pero te aseguro que no pararé hasta que logre curarte. Hasta entonces, no hagas pactos con una bruja rara, hay una especie de profecía que dice que te devolverá los poderes, pero que pasará algo malo o algo así. No soy de los que creen en las profecías, pero si tiene algo de cierto, entonces significa que hay una forma de recuperar tus poderes. Una vez mi proyecto esté terminado, no dejaré a Hecate tranquila hasta que de con la forma de recuperar tu magia. Sé que será difícil esperar, pero te pido que confíes en nosotros. Siempre que podamos, iremos a visitarte y si nos necesitas para lo que sea, solo estamos a uno o dos portales de distancia.

Cargando editor
18/07/2017, 15:50
Marina

Silenciosa como siempre, Marina se sumó a la despedida con un abrazo silencioso. Por su rostro, parecía que Sirena estaba a punto de llorar. Pero no derramó lágrima alguna.

Tras separarse un poco del chico hada, Marina le acarició el cabello y sonrió con dulzura.

Pero no quería despedirse sin decir nada, así que tecleó rápidamente algo en su teléfono móvil.

“Te echaremos de menos. Vuelve pronto.”

Iván asintió levemente con la cabeza.

Cargando editor
18/07/2017, 15:50
César

El último en despedirse fue César, que parecía haber reservado pacientemente su turno para el final.

- Menuda mierda - le dijo con franqueza y rabia combinadas cuando se acercó al muchacho en silla de ruedas.

César parecía nervioso. Apoyaba el peso del cuerpo intermitentemente en una pierna y en la otra. Tenía las manos metidas en el bolsillo delantero de su sudadera. Parecía evidente que apretaba los puños dentro del bolsillo.

- Eres un tío legal, esto es injusto - agachó la cabeza -. Espero de verdad que algún día puedas volver a volar. Con nuestra ayuda - señaló con una leve inclinación de cabeza a Aitor y Moussa - si hace falta.

Parecía querer decir algo más, pero acabó dando un paso atrás, volviendo con el grupo.

Cargando editor
18/07/2017, 15:51
Iván Auriol

La amarga sonrisa de Iván se tornó algo más alegre tras las despedidas.

- Gracias a todos.

Las emotivas palabras de sus amigos habían arrancado cierto brillo de sus ojos. Se le veía emocionado, pero no manifestó más que aquella sincera sonrisa.

- Yo también os echaré de menos. Si vuelvo algún día… ya sé dónde encontraros. Quizá podamos arreglar esto… entre todos.

En aquel momento la abuela y el padre, que se habían mantenido respetuosamente al margen de la despedida, se acercaron de nuevo a Iván.

- Es hora de irnos - dijo secamente la abuela de Iván mientras echaba a andar hacia el frente.

El padre de Iván dedicó una sonrisa de agradecimiento al grupo de adolescentes.

- Sois un grupo fantástico. Ojalá volvamos a vernos otro día.

Al salir por la puerta principal del vestíbulo Iván sintió la calidez del sol en la piel. Aquella mañana también soplaba una leve brisa entre las montañas, pero no era nada comparado con la sensación de surcar el cielo.

El muchacho estrujó la página del diario de Rudy mientras las lágrimas le surcaban el rostro.

- Adiós… - dijo en voz baja mientras se le hacía un nudo en la garganta.

Cargando editor
18/07/2017, 15:51
K'Sha

Dos semanas después...

Tras la marcha de Iván todos volvieron a la rutina habitual del Liceo. Las clases se volvieron algo extrañas, pues no podían ignorar el vacío que había dejado el chico hada. Rudy, incluso, se quedó completamente solo en la habitación. Todas las pertenencias de Iván habían desaparecido, era como tener sólo medio cuarto.

Aquel día el Grupo 4 se encontraba en una de las aulas regulares de la escuela, junto al Grupo 5. Era habitual que sus dos grupos coincidiesen, por lo que se habían habituado a estudiar y trabajar juntos.

Era viernes, y acababan de tener una clase de Rescate Civil con el Director Richmond, por lo que estaban algo cansados. Esperaban, sentados, a que llegase el siguiente profesor.

K’Sha, la profesora alienígena de Vuelo y Pilotaje entró en el aula unos dos minutos después de las diez en punto.

- Perdón por el retraso - se disculpó con su habitual tono desenfadado -. Hoy tenemos una asistente muy especial.

Cargando editor
18/07/2017, 15:52
Zeus

Detrás de la profesora entró en el aula una figura alta, imponente, y bien conocida por toda la escuela. ¡Incluso llevaba su uniforme de héroe!

Era Zeus, la líder de la Nueva Generación.

- ¡Buenos días, jóvenes héroes! - saludó con voz firme. Paseó su intensa mirada por el aula, echando un vistazo a los estudiantes.

El Grupo 4 ya había visto de cerca a Zeus una vez, cuando se colaron en la base subterránea de la escuela. En aquella ocasión la habían visto vestida con ropa de deporte, pero la verdad era que el uniforme le daba un aire completamente diferente. Incluso se había cortado el cabello, confiriéndole un aspecto mucho más “duro”.

Zeus poseía un rango de poderes muy completo y característico. Tenía fuerza sobrehumana - de las más poderosas del Liceo - era invulnerable, volaba e invocaba rayos del cielo. Su nombre de héroe no era nada sorprendente, y además se rumoreaba que era la hija del mismísimo dios al que hacía referencia.

La joven heroína era una especie de celebridad en la escuela, una estudiante muy prometedora que aspiraba a trabajar con los grandes en el futuro.

Cargando editor
18/07/2017, 15:52
K'Sha

- Hoy nos dividiremos en dos grupos - indicó la profesora, retomando la atención de los estudiantes -. Aquellos que puedan volar por sí mismos harán clase con Zeus. El resto iremos al simulador de vuelo, comenzaremos a practicar el escenario para el examen final.

K’Sha recogió una tablet de su escritorio.

- Diana, Rudy y Sara del Grupo 4, y Ana y Sandra del Grupo 5. Vosotras con Zeus. El resto conmigo. Ehm… vaya - murmuró algo en voz baja mientras revisaba su tablet -. Menos tú, Moussa. Tienes que dirigirte a la enfermería.

Cargando editor
18/07/2017, 16:52
Moussa Dakar

Durante aquellos dos últimas semanas, Moussa se había perdido bastantes clases o al menos así fue al principio hasta que Bosch le lanzó una buena reprimenda. Desde entonces no faltaba demasiado a las clases (Aún lo hacía en ocasiones, pero tanto) aunque no solía prestar atención. Simplemente se limitaba a seguir con su proyecto. Por desgracia era tan complicado como ambicioso y por tanto, no eran las pocas que en medio de una clase lanzaba una maldición en alto al ver que las cosas no iban como él quería. Eso sin duda le había valido algún que otro castigo, pero no parecía afectarle en absoluto.

Pocas eran las clases donde realmente prestaba atención y daba lo mejor de sí mismo. Rescate civil era una de ellas, donde intentaba perfeccionar su escudo Asgard y obtener un mejor dominio de su poder. Aquel día en concreto se encontraba agotado, se había esforzado más de lo habitual y si a eso se le sumaba el hecho de que apenas dormía, nos dejaba con un Moussa con grandes ojeras y agotado.

La siguiente clase se presentaba algo aburrida. Volar no era una de sus prioridades, él podía teleportarse así que no veía necesidad alguna de aprender manejar un avión. Supuso que sería útil en algún momento, pero para eso tenían a Aitor. Resignado, se dispuso a ir a la clase cuando la profesora le indicó que debía de ir a la enfermería.

Frunciendo el ceño, se preguntó si por fin Bosch había logrado que le hiciesen las pruebas que le había solicitado algún tiempo antes. Aquello le hizo rememorar la terrible pesadilla que le hizo despertase bañado en su propio sudor y sin saber muy bien el motivo, sintió cierta inquietud y temor por lo que pudiesen encontrar con las pruebas médicas.

-Eh...vale, voy para allí. ¡Suerte a todos con la simulación!

Una teleportación después, estaba en la enfermería dispuesto a enfrentarse a lo que le deparase el futuro.

Cargando editor
18/07/2017, 18:09
Sara Carrión

El tiempo había pasado rápido y Sara ahora estaba tan embobada con su chico que declarar la existencia de su hermana iba quedando para más y más tarde. Esos quince días habían sido muy dulces, pero hacía esfuerzos por que no se notara diferente ante los demás y por supuesto ella pensaba que lo lograba cuando la realidad es que iba más distraída que nunca antes.

En ese momento la mujer pájaro les hablaba de esa prueba de vuelo e introducía a Zeus la cual tenía un aspecto bastante militar. Aitor también había cambiado mucho con esa armadura sintética o lo que fuera. Pero Moussa sufría unos cambios de carácter los cuales eran más llamativos aún. Se le notaba concentrado en alguna de sus tareas y Sara no tenía ni idea de lo que planeaba. Sería algún tipo de invento que estaría realizando junto al genio vasco. No se había enterado bien de nada de lo que ocurría durante los días pasados.

Ana y Sandra del grupo cinco, ¿esas quiénes eran? No conseguía recordarlas pero era porque sólo le venía un rostro a la mente ¡el de su apuesto novio!

- La prueba de vuelo para el examen final.

Sintió la necesidad de mirar de reojo a Rudy pero consiguió evitarlo. Tenía curiosidad por saber cómo llevaría su nuevo superpoder aunque en los días que habían transcurrido seguro que lo habría practicado bastante.

Al final no pudo evitar mirarlo y sonreir maliciosamente.

- Tranquilo que si caes te rescataremos las chicas.

No era difícil afirmar eso porque era el único varón de ese grupo de prácticas.

Echó un vistazo a Moussa mientras desaparecía sin entender porqué se marchaba porque no lo había llegado a escuchar todo. ¿No tenía que practicar junto a ellos? Encogiéndose de hombros se acercó a K'Sha y Zeus, lista para seguirlas.

Cargando editor
18/07/2017, 18:31
Rudy Vergara

La primera vez que entré a mi habitación desde la partida de Iván fue devastador. Cerré la puerta, dejé el móvil al lado de mi portátil y me senté en mi cama. Ya se habían llevado todas las cosas de Vent. 

Me tumbé. No sabía que hacer. Era una tontería quedarse ahí, no iba a solucionar nada, pero era incapaz de levantarme. Volví a mirar a la cama de mi amigo y de pronto comencé a llorar. Esta vez no me contuve. Me quité las gafas y hundí la cara en la almohada.

-¡¿POR QUEEEEEEEE?! - grité, aunque la almohada atenuara el sonido.

No sé cuanto rato estuve ahí tirado. ¿Tal vez minutos? ¿Horas? No lo sabía. Miré el móvil y vi que tenía mensajes de Fusión. Hacía unos días que no iba a verle. Después de todo lo que había pasado... 

Le conté todo lo ocurrido, lo de Plasma, lo de Iván, lo de mi nuevo poder. Fusión escuchó todo lo que tenía que decir, como un buen amigo. También le conté que quise ir a ver a Plasma a su celda, pero no me dejaron.

Me preguntó por Mamá. Se pondría bien, todavía no tenía sus poderes, pero los recuperaría poco a poco. Era muy raro ver a Gloria Vergara así otra vez, como antes de ser super.

Aunque no todo fueron malas noticias. Los Protectores, el super-equipo que defendía el Reino Unido en el que participaba Wrecking Mom, vino a escoltar a Plasma y mamá a casa. Al ser hijo de un miembro del equipo, los conocía bastante. Incluso era amigo de dos de ellos. Les pedí a Rock'N'Roll, el geoquínetico, y Etería ,la bruja dimensional, si les podía presentar a mi amigo Fusión que era un gran fan de los Protectores.

Los días siguientes fueron tranquilos.

Natalia me recomendó que adornara más la habitación, que si colocaba algunos pósters en el lado de Iván no me sentiría tan solo. Incluso me propuso que pusiese un espejo.

-¿Pero qué crees, que soy un loro, señorita? - le contesté con una sonrisa.

Pero la verdad es que funcionó. Colgué una tele en la pared, encima de la cama de Ivan, y los sitios vacíos los rellené con pósters de mis animes favoritos. 

 

Desde que hubo el incidente con Plasma, no habíamos tenido clase de Vuelo en el exterior. Habían sido en aula o en simulador. Suponía que Zeus no estaba siempre disponible. Estaba nervioso por que llegara este momento. ¡Sería mi primera clase de vuelo real!

-¡Listo para despegar, Zeus-senpai! -dije mientras le hacía un saludo militar.- O sensei... No sé cual va mejor, jeje.

Siempre me ponía un poco nervioso al hablar con ella. ¡Era como una estrella del rock!

- Tranquilo que si caes te rescataremos las chicas.

-¡Eeehh! -dije sonrojándome un poco.

Al principio me molestó un poco lo que dijo Sara, pero luego me di cuenta de que tenía mucho sentido. Ella y Diana sabían bastante del tema y volaban de maravilla. Y Abeja Reina y Tramuntana seguramente lo mismo. 

-Gracias, Estigia. -dije dandole un golpecito en el hombro mientras me reía.- No he practicado mucho la verdad. ¡Así que espero que me cuidéis ahí arriba!

Cargando editor
18/07/2017, 20:12
Diana Castelló

Cuando todo aquello de la despedida de Iván pasó y se vio al chico a lo lejos saliendo de la institución, la joven metarmofa desapareció, literalmente.

- Lo siento .- Dijo en voz alta.

Se oyeron paso apresurados hasta el exterior y un fuerte aleteo que levantó bastante cantidad de arenisca de los zócalos del patio. Necesitaba estar sola. Hacía ya tiempo, aquella era una actitud normal en Ms Justice, aunque desde que reveló a los demás su identidad, no necesitó volverse a alejar del grupo para aquello... pero ese día si que necesitaba estar sola.

Cualquiera que paseara por las zonas altas del complejo podría oír un llanto lastimero que se alzaba al viento, pero sin ser capaz de ubicarlo con completa exactitud.

Las siguientes semanas pasaron bastante tranquilas. La chica se apoyó y apoyó a sus compañeros de equipo. Prácticamente tuvo su habitación para ella, puesto que Sara se pasaba casi todo el día con Alberto, completamente comprensible. Cada vez que entraba a la habitación y la veía vacía no podía evitar sonreír como una idiota. Se alegraba mucho de que su compañera de habitación hubiera encontrado a alguien tan especial para ella.

Un par de días después de la marcha de Iván, Bosch dio con Diana para ir a tratar de aliviar sus problemas con Toni, el chico que la había atacado tras descubrir su verdadera identidad. Hasta que no se encontró con los chicos, y tras un buen rato de tratar de calmar los humos del Chico-Lobo, consiguió averiguar cómo era que habían dado con su bien guardado secreto. La verdad que nunca había esperado que las cosas se dieran de aquella manera, pero Kel ya se había disculpado suficiente y ya le había perdonado hacía demasiado tiempo... Toni definitivamente no era Kel.

Los días siguientes continuaron como siempre, acudiendo a clase, aplicándose en todas y cada una de ellas, empapándose de todo el conocimiento que le era posible, y estudiando por su cuenta para ser capaz de contestar a las preguntas que se hicieran en el aula.

Aquella mañana, la chica Skrull del Liceo se aplicó al máximo en la clase de Rescate Civil, haciendo gala de su recién adquirida habilidad y de las ya conocidas para tratar de salvar a la mayor cantidad de civiles posible. Estaba agotada... realmente extenuada, aunque con un corto descanso, la chica creyó que podría aplicarse a fondo en la siguiente clase también. Iba a hacer lo que fuera posible para no quedar en ridículo en aquel ejercicio, y menos con Zeus haciendo de tutora... no podía fallar.

Cuando Sara hizo aquel comentario a Rudy, Diana sonrió. Sabía que el chico era nuevo en aquello del vuelo, pero estaba completamente segura que sería capaz de superar la prueba con éxito ¿Quién les aseguraba que no fuera mejor volando que las chicas, que llevaban más tiempo haciéndolo?

- ¿Quién sabe? .- Dijo la chica -. Yo estoy bastante flojucha hoy... Tal vez me tengáis que salvar a mí.

Tras aquellas palabras sonrió e hizo surgir sus preciosas alas en su aleteando fuertemente... no parecía que estuviera tan débil como decía, pero quizá fuera solo un fachada.

- ¡Lista! .- Dijo la chica sonriendo de soslayo.

Cargando editor
20/07/2017, 12:51
Aitor Zumalacárregui

La rutina era buena para Aitor. Cuando surgían situaciones como la de Vent (porque siempre sería Vent) su mente daba un vuelco y empezaba a ser habitual que se estresara en una especie de orgía creativa de dimensiones hasta dañinas. La ausencia del muchacho, aunque extrañamente dolorosa, aportó paz a la mente del genio vasco. Desde luego no culpó el comportamiento errático de Moussa, porque él mismo no se sentía nada centrado. Sólo el proyecto de su traje le mantuvo cuerdo y ocupado. Una mente demasiado despierta para tener huecos durante los cuales torturarse.

Ahora era cada vez más normal ver a Aitor/Zenitram vestido con su traje nuevo, que le hacía parecer un "tío cachas" a pesar de no serlo en absoluto, probando sus capacidades en entornos controlados. Desde luego lo estaba utilizando en las clases físicas. Saltos, acrobacias y peripecias atléticas de repente parecían un juego de niños para él... siempre que llevara el traje. Músculos sintéticos, ¿vaya idea, no?

Cuando por fin llegó el día de las anunciadas prácticas de vuelo Aitor sintió una punzada en su orgullo cuando la profesora K'Sha dijo aquello de "los que puedan volar por sí mismos". No había llegado a poder hacer las prácticas con su propio traje por muy poco. De hecho, gracias a él ahora podía emular, al menos hasta cierto nivel, parte de la funcionalidad de vuelo. Pero a quién quería engañar, aunque su recién estrenado traje de diera la capacidad de trepar como una araña, de dar enormes saltos y de planear, eso no era nada en comparación con las capacidades reales de sus compañeros de equipo más dotados.

-Hoy no iré con vosotros -dijo al grupo de "voladores por sí mismos"- pero pronto me uniré, tomad apuntes. O tratad de recordarlo todo bien, luego os leo la mente -añadió esbozando una sonrisa un tanto rara.

Cargando editor
20/07/2017, 20:37
Zeus

Exterior del Liceo, instalaciones deportivas

Zeus llevó al pequeño grupo al exterior de la escuela, más concretamente a la pista de atletismo. Hacía un día estupendo, con el cielo completamente despejado y el sol radiante en lo alto. También soplaba un viento refrescante.

- Muy bien, héroes, comencemos.

La heroína puso los brazos en jarras y, sin hacer esfuerzo alguno, se elevó unos veinte centímetros en el aire. Estaba levitando a baja altura.

- Para la mayoría de nosotros, volar es una capacidad física más. Ya sea con alas, aire, o cualquier otra fuerza - miró momentáneamente a Rudy - volar resulta tan natural como correr, e igual de cansado.

Zeus hablaba alto y claro. Pronunciaba las palabras de un modo relativamente pausado, pero no dejaba que sus oyentes se distrajesen. Era un extraño canto de sirena que invitaba a escucharla, y que no dejaba lugar a dudas respecto a lo que decía.

- Como héroes, a veces tendréis que volar durante largos periodos de tiempo. Que no os extrañe también que debáis, eventualmente, cargar con civiles o con vuestros propios compañeros. Debéis entrenar vuestra resistencia volando igual que lo hacéis corriendo o haciendo toda clase de ejercicio. Así que para comenzar…

Zeus dio una fuerte palmada.

- ¡Diez vueltas volando sobre la pista!

Y así comenzó la clase de vuelo de aquella mañana. La joven profesora, lejos de quedarse a un lado observando a los estudiantes, remontó el vuelo e hizo ella también el ejercicio de calentamiento. 

Cargando editor
20/07/2017, 20:37
Tramuntana

Tramuntana, la rubia a reacción y rival de Iván, suspiró audiblemente cuando Zeus dio la orden de comenzar. Un viento furioso se arremolinó a su alrededor, haciendo que su largo cabello ondease con fuerza. En unos instantes la joven se alzó del suelo, propulsada por su aeroquinesis. Con un estallido - debido a la presión del aire - despegó y se puso a la cabeza del grupo. Su vuelo era uno de los más rápidos entre los estudiantes de primer curso.

Tras las primeras cinco vueltas, en las que encabezó el grupo sin duda alguna, comenzó a aminorar la marcha. La especialidad de Tramuntana eran las carreras cortas y explosivas en el aire. 

Cargando editor
20/07/2017, 20:38
Abeja Reina

Abeja Reina tenía unas preciosas alas de insecto, bellamente coloreadas cual mariposa. Aunque era capaz de volar, aquel no era precisamente su fuerte. Batiendo las alas con fuerza se elevó en el aire y comenzó a volar, manteniéndose siempre en la cola del grupo.

Con el paso del tiempo el vuelo de Abeja Reina se volvió también más lento. Aunque eran llamativas, sus alas no eran las más apropiadas para volar rápido o durante largos periodos de tiempo. De todo el grupo, ella era la que necesitaba mejorar más.