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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 7: Perdidos

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18/10/2018, 19:20
Diana Castelló

Aquel pequeño lapso de tiempo en realidad había sido una montaña de emociones una tras otra, sin tiempo de descanso entre ellas. Era imposible superar una antes de que la siguiente les abordara.

La partida de Aitor, por lo menos por parte de Diana, ya estaba más que superada, y debía hacerlo, por lo menos por el bien de Marina. El que Moussa los acusara de usar el grupo solo para acceder a ligas mayores, no le pilló por sorpresa, puesto que no era la primera vez que lo comentaba, aunque igualmente le dolió. Que el propio Moussa después de haberles dicho que no se iban soltara su típico discurso moralista, ahondó más aún en el dolor que ya antes había causado, pero Diana seguía aguantando el tipo. Pero en el momento en que Marina estalló en rabia, aquella montaña rusa había llegado a su punto más alto y se precipitaban sin poder remediarlo hasta un enorme abismo. Nunca esperó ver a la atlante tan cabreada y a la vez tan controlada, y aquello en cierto modo la asustó, y una lagrimilla comenzó a recorrer sus mejillas. Y el momento de la revelación final de Moussa ya la pilló con las defensas lo suficientemente bajas como para romper en llanto.

No pudo controlar el hecho de que en cierta manera, el Senegalés les ocultara aquello, sobretodo después de las grandes revelaciones que había habido en el grupo... la metamorfa de verdad creía que aquel no era un grupo en el que se ocultaran cosas importantes, pero al parecer no había sido así. En realidad eso le dolió, pero aunque sonara extraño la pequeña muestra de cleptomanía por parte de Moussa le ablandó más aún si cabía el corazón.

- Sé que no hubiera sido lo mismo, pero la próxima vez que que quieras algo, pídelo renacuajo .- Le dijo bromeando con lágrimas recorriendo sus mejillas segundos antes de ir a abrazarlo -. Y en cuanto a eso .- Señaló el vial con los posibles restos de su material genético -. Creo que deberías guardarlo bien, no querrás que haya dos o más como yo aquí para darte el coñazo y aguarte las fiestas...- Sonrió aún con lágrimas en los ojos -. Y ya te dije, que ésta no tiene porqué ser tu última oportunidad, siempre que hagas un mínimo esfuerzo por encajar,  no habrá problema. Fallos cometemos todos, yo la primera.

Después de soltar a Moussa de su abrazo, la joven metamorfa se había alejado un poquito, dejando espacio a los demás para que expresaran lo que sentían con respecto a la gran revelación y allí trató de enjugarse las lágrimas con la mejor y más sincera de sus sonrisas en los labios.

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18/10/2018, 22:56
Marina

La revelación final de Moussa no dejó indiferente a Marina. La semiatlante, que se había mantenido callada y de brazos cruzados durante la explicación, comenzó a llorar igual que la mayoría de sus compañeros.

Extendió los brazos hacia Moussa y lo atrapó en un abrazo que bien podría haber asfixiado un oso. Aunque Marina no tenía tanta fuerza como Rudy o Daniel, la enorme disparidad que había entre su complexión y su poder sorprendía siempre a todos.

La semiatlante alzó a Moussa del suelo, estrechándolo contra su pecho mientras derramaba sus lágrimas sobre él.

- Qué tonto eres, Moussa… - dijo con su poderosa vez, que esta vez sonó en sus cabezas como una fluida y agradable canción -. Claro que te damos una oportunidad.

Se la veía aliviada.

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18/10/2018, 22:57
César

Cuando todos le hubieron dedicado unas palabras a Moussa, César se situó frente a él. Jugaba nerviosamente con el mechero zippo, abriéndolo y cerrándolo continuamente.

“Clic… clac” “Clic… clac” “Clic… clac”.

El piroquinético nunca había sido muy sentimental, al menos en público.

“Clic… clac” “Clic… clac” “Clic… clac”.

Ahora tenía los ojos rojos, visiblemente anegados en lágrimas. Mantenía la cabeza gacha, con la mirada fijada en el mechero, que seguía dando vueltas en sus manos.

- Moussa… - comenzó a decir el piroquinético -. Yo… me alegro de… haber venido al Liceo… - comenzó, con cierta dificultad para encontrar y pronunciar las palabras - porque aquí te he conocido a ti, y he aprendido a ser mejor, y a controlar mi mutación.

“Clac”

Con aquel característico sonido metálico, el mechero se cerró por última vez.

- Me has cambiado la vida, Moussa. Gracias a ti me hablo otra vez con mis padres. Gracias, gracias…

César abrazó también al senegalés.

- Quédate con nosotros, quédate.

En medio del abrazo, César comenzó a sollozar. Y luego, de pronto, comenzó a reír.

- Qué mal me lo has hecho pasar, cabrón…

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18/10/2018, 22:57
Salara

Por último, Gata Lunar se situó también junto a Moussaa.

- B-bueno… ¿Qué comience el entrenamiento? - preguntó, animada.

La Sala del Peligro comenzó a cambiar al instante, como si la propia E.S.T.H.E.R. hubiese estado atenta a aquella emotiva discusión de grupo.

El gran espacio vacío se convirtió en una ciudad arrasada, y cientos de pequeñas naves se materializaron en el cielo.

En la calle, a su alrededor, unas criaturas violetas y con muchos tentáculos comenzaron a asomarse entre los edificios.

Y en medio de aquel escenario, una surrealista canción los envolvió.

 

Fin del capítulo 7