Partida Rol por web

El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 7: Perdidos

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01/10/2018, 14:39
Aitor Zumalacárregui

Aitor, que se había dirigido solemnemente a la silla opuesta a donde se sentaba la semi-atlante, respiró profundamente, dirigió una (¿última?) mirada hacia Marina, parpadeó, centró su vista en el director, como volviendo al mundo real cuando éste acabó la explicación. Se quitó una lágrima del ojo derecho y tomó la palabra.

─Una explicación no sesgada estaría bien. Puede contárnoslo sin tapujos, créame, le entenderé ─decirle lo contrario al genio vasco sería insultar su más que considerable inteligencia. Puede que el señor Richmond tuviera mucha experiencia a sus espaldas, pero eso no implicaba capacidades intelectuales. Desde el punto de vista de Aitor cualquier información que impedían que tuviera no podía ser usada, aprovechada y convertida en una herramienta más eficiente de lo que era inicialmente. La información era poder, capacidad de decisión, dejar pasar la oportunidad... y era algo que tanto los gobiernos como los adultos en general se esforzaban en retener, en atesorar sólo para sí.

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01/10/2018, 22:39
Daniel D´aeth

En la Cámara del Conocimiento de Thoth

Daniel alzó la mirada, incómodo ante las palabras que había dedicado el gigantesco ser ante su compañero Moussa, como si no fuera más que una mota de polvo o una rata de laboratorio que se pudiera diseccionar. Sin embargo, se abstuvo de hacer comentario alguno, y casi agradeció que toda la atención fuera dirigida deliberadamente hacia la puerta del lado contrario, que se abrió ominosamente para dar paso a la Diosa Madre. El inglés tardó un largo segundo en retirar la mirada de la mayor figura para darse cuenta de quién la acompañaba, y para entonces sus compañeros ya habían corrido hacia ella. Hizo lo propio, no sin antes dedicar un leve cabeceo a Isis a modo de saludo y reverencia.

─Os agradecemos de todo corazón vuestra ayuda ─le dedicó a la Ennead, cuando ambas diosas confirmaron que Álvaro sería transportado a la Tierra y que ellos podrían regresar cuando estuvieran listos.

El regreso a través del dorado portal de Hécate no tuvo nada que envidiar a su entrada en Heliópolis. Nuevamente, la profesora demostró el nivel que tenía, tanto de poder como de control, y Daniel se permitió dirigir una mirada a Moussa cuando ésta comenzó a realizar los gestos rituales para encaminarles hacia la Tierra. Más pronto que tarde, él sería capaz de hacer lo mismo, y al inglés le encantaría estar ahí cuando eso sucediera.

 

La Tierra. El Liceo

En apenas un suspiro, Daniel notó en su cuerpo los cambios del ambiente antes que percibirlos con sus sentidos: el aire era más fresco, menos pesado, y si lo analizaba profundamente, la gravedad era distinta, quizás unos puntos por debajo de la terrestre. En cuanto abrió los ojos y vio el despliegue a su alrededor, y les confirmaron el tiempo que habían estado ausentes, comprendió por qué estaba todo el mundo allí. No sólo profesores y familiares, sino agentes del gobierno que velaban por intereses propios. Allí no sólo había estudiantes, había tesoros en potencia que todos querían proteger.

Lentamente, todos se separan, siendo recibidos por aquellos que habían acudido para verles regresar de aquel aparentemente inhóspito lugar. Daniel, sin nadie a quien dar explicaciones, se apartó a un lado mientras examinaba el agujero provocado por el portal dimensional masivo. Casi podía sentir algo de lástima porque allí no hubiera nadie para llorar por él. Casi.

Por sorpresa, una felina presencia saltó sobre su espalda, de ahí a su cabeza, maullando como si le estuviera reprendiendo por haber desaparecido tanto tiempo sin dejarle comida. Bast frotó su cabecita peluda en su mejilla, luego descendió elegantemente y se alejó de las familias y los amigos rumbo al interior del bosque. Daniel, a sabiendas de que era hora de volver a su habitación, fue tras ella.

 

Frente al despacho del Director

La noticia bomba de la marcha de Aitor fue devastadora entre sus compañeros del Grupo 4, y aunque Daniel hubiera jurado que el día que el vasco se marchara sería el último en enterarse, descubrió que ninguno lo sabía. Ni siquiera Marina. El inglés le dedicó una mirada de tristeza a la joven, que dejó claro su malestar ─ amenazando de paso la integridad del edificio ─ mientras cada uno le dedicaba unas palabras a su ahora antiguo compañero. Aitor también tuvo unas palabras para él, por supuesto. Sin embargo, en esa ocasión, Daniel decidió mantenerse en silencio, apartado del corrillo que se había organizado a su alrededor. Simplemente esbozó una leve y enigmática sonrisa cuando Aitor decidió recomendarle unos libros sobre cómo ser un buen líder. No era momento para réplicas.

 

En el despacho del Director

Entrando el último, Daniel se sentó en la única silla libre notando la tensión flotando en el ambiente entre los antiguos amantes. Casi deseaba que Rudy hiciera gala de su torpeza para relajar la situación, pero Richmond y Bosch fueron implacables y comenzaron un discurso atropellado que dejaba claro sus diferentes puntos de vista.

─Toda información sobre lo que sucederá con Álvaro y qué se hará con los nuevos contactos realizados con la dimensión de Heliópolis sería bien recibida, Director ─añadió, suspirando por el comentario de Aitor, que dejaba bien clara su opinión sobre el nivel intelectual de sus compañeros.

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02/10/2018, 10:50
Daniel D´aeth

 

Heliópolis

No dormir tenía muchas ventajas. Desde que tenía memoria, Daniel había agradecido no tener esa necesidad intrínsecamente humana de utilizar parte de las horas del día para entrar en esa suerte de inconsciencia, lo que había aprovechado habitualmente para sus estudios. Sin embargo, allí en Heliópolis, aprovechaba el tiempo que sus compañeros dormían para pasear por la ciudad.

El lugar era imponente de día, pero tenía un aura mágica durante la noche: La iluminación artificial teñía las superficies de piedra de un tono azul apagado muy similar al del campo protector que protegía a sus habitantes del peligro de los desiertos, por lo que Daniel imaginó que provenían de la misma fuente de energía. Al igual que los terrícolas, los heliopolitas, siervos de los Ennead, apenas hacían vida durante las horas de ausencia de luz solar, pero aún así pudo cruzarse con alguno que otro que no dudó en saludarle con una leve sonrisa y un cabeceo. La noticia de la visita de los extranjeros de otro mundo no había tardado en correr de boca en boca. Incluso una pequeña, acompañada de su madre, le regaló una pequeña gargantilla de un metal rojizo como muestra de cortesía. Incapaz de ponérselo al cuello ─ y si era sincero, no era muy amigo de llevar nada colgando ─ lo asió en su muñeca izquierda quedando como si fuera un brazalete.

Aquel sitio sería un buen lugar para vivir algún día. Como sus vecinos, que terminaban sus días de jubilación en las costas españolas, decidir asentarse en el hogar de su familia para aprender más sobre sus raíces estaría bien. Incluso tampoco tendría que tardar tanto, durante las vacaciones podría hacer una escapada. 

El paseo nocturno terminó sobre uno de los colosales obeliscos observando el cielo nocturno. Lentamente, el orbe solar surgió por el horizonte y bañó el inmenso e infinito desierto con sus rayos. La ciudad despertaba, y así lo harían sus compañeros también. Sería mejor que fuera al edificio de invitados antes de que descubrieran que tenía un cuarto propio en la Gran Pirámide. Afortunadamente, estaban todos tan inmersos en sus propios asuntos que nadie había preguntado dónde dormía, lo que suscitaría demasiadas preguntas.

Y no estaban preparados para las respuestas.

 

Cámara Privada de Isis

La llegada de Hécate y la resolución de la situación con Álvaro dejaron a Daniel sin preocupaciones que le rondaran la cabeza.  Si era sincero, aunque el viaje había sido completamente accidental, sólo había servido para algo bueno: habían derrotado a un peligroso enemigo que sería confinado hasta nueva orden, había podido visitar el hogar de su familia y conocer a su abuela, y el Liceo había conseguido poderosos aliados. Dudaba que pudiera haberlos más que los mismísimos dioses de la antigüedad, los que podrían ser considerados los primeros metahumanos de la Tierra. Claro que Rita había sufrido un drástico cambio durante el incidente con Álvaro, pero el inglés estaba convencido de que un poco de descanso y aire puro serían más que suficientes para recuperar a la risueña muchacha.

Con esos pensamientos en la cabeza, Daniel acudió a la Cámara Privada de Isis escoltados por esos silenciosos guardianes que prácticamente se habían convertido en su sombra. Al principio se sintió intimidado, como si fuera un intruso. Luego decidió asumirlo como una seña de identidad: al fin y al cabo, era de la familia, y ellos eran como sus guardaespaldas. O eso esperaba.

Diosa Madre ─dijo, inclinándose levemente a modo de saludo nada más entrar. No sabia bien cómo tratarla todavía, y llamarla abuela le parecía demasiado pueril, por lo que decidió darle el tratamiento más correcto posible hasta que fuera ella misma quien le corrigiera.

Le había mandado llegar para una reunión privada antes de su regreso a la Tierra. Tenía sus sospechas sobre el por qué, quizás estaría interesada en que hiciera de enlace entre ambas comunidades, o hacerle llegar un mensaje personal a su padre. No obstante prefirió esperar a que fuera ella quien comenzara la conversación. 

 

El Liceo

Aún faltaban unos metros para encontrarse cuando percibió su presencia. No sabía explicarlo, pero Jacob D´aeth tenía un aura ─ algo propio de los mismísimos dioses ─ que le hacían inconfundible para quien supiera qué buscar. Y su primogénito había pasado a su lado demasiados años como para no reconocerlo. Zalamera, Bast le llevó hasta un grueso roble bajo cuya sombra esperaba un formidable sabueso negro de ojos dorados.

Padre ─dijo lacónico Daniel, a medio camino entre el saludo y el reconocimiento. Ambos nunca habían sido hombres de muchas emociones, eso era trabajo de su madre, así que el encuentro entre padre e hijo, después de que éste último hubiera estado desaparecido durante días en una dimensión desconocida, fue bastante fría.

~Has regresado ~usaba la conexión que confería la presencia de Bast, como cada vez que habían hablado desde su llegada al Liceo. Probablemente la presencia de tantos hombres del gobierno, telépatas y magos a su alrededor le habían llevado a extremar precauciones. Siempre un paso por delante de los demás.

~La abuela manda saludos ~haber llegado hasta Heliópolis por sus propios medios le había imprimido carácter, lo que le permitió lanzar un reproche con la mayor de las cautelas. Pero un reproche, al fin y al cabo ~He tenido que atravesar una fisura en el espacio por accidente para llegar hasta el hogar de mi familia, pero al menos no he tenido que esperar a que mi padre me llevara.

~Cuida tu lenguaje. Isis es una Reina entre Dioses ~Jacob sólo necesitó subir un tono su voz para que Daniel tragara saliva. Seguía teniendo ese efecto en él ~¿Tanta urgencia había para visitar el Reino? ¿Tanta necesidad?

Algo en sus palabras llamó la atención del inglés, como si se escondiera tras cada letra, pero no fue capaz de vislumbrarlo. Estaba demasiado ocupado luchando con la emoción de ver por fin a su padre y sus ansias por echarle en cara tantas cosas. Al menos pudo reconocer algo que sospechaba: Jacob había averiguado por sus propios medios dónde habían estado, lo que implicaba que, de alguna manera, seguía teniendo contacto directo con Heliópolis.

~No es que terminara allí por decisión mía ~devolvió. Estaba tirando demasiado de la cuerda, pero ya era demasiado tarde para parar ~Al menos desaparecer en una dimensión durante días ha sido suficiente para que mi padre se dignara a verme. ¿Muy ocupado para ver qué tal lo hacía en los Juegos?

El perro que era su padre ladeó la cabeza, lo que le confería un aspecto muy terrenal. Muy animal.

~Te vimos gracias a Bast. Lo hiciste bienel felino, reconociendo su papel en la situación, se estiró con un gemido y se frotó con la pierna de Daniel, reconfortándole.

¿Y ya está? ─estalló, hablando en voz alta. Parte de la arena que viajaba con él se arremolinó en torno a sus pies, lo que hizo que Jacob desviase la mirada hacia ella ~Los padres de todos los alumnos estaban aquí. ¡De todos! ¿Y tú no te dignaste a coger un avión con mamá para ver qué tal me iba?  No es que seas un cualquiera precisamente para no poder cogerte un día libre. ¿Y ella? ¿Dónde está?

~En el colegio, hablando con tus profesores. No era sensato...

~Bien, iré a verla ~le cortó ~Al menos hay alguien que demuestra interés.

El inglés se alejó con Bast siguiéndole de cerca, mientras la negra criatura de ojos dorados le observaba con atención. La conversación había cambiado de tono rápidamente, pero lo que rondaba la mente de un ser tan prodigioso como él era demasiado como para atisbarlo.

Notas de juego

Ale, ahí tienes tochopost. ¿No querías leer? xD

Hay PNJs demasiado importantes como para atreverme a usarlos en las conversaciones, como Isis o cualquier otro Ennead. Así que si no te importa rolearlo conmigo, aunque lleve algo más de tiempo, te lo agradecería.

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02/10/2018, 13:50
Sara Carrión

Miró hacia Moussa sin saber qué decirle. Si se ponía a hablar mal de los abuelos se iban a llevar todos un disgusto. Moussa no podía hacer nada por ella, porque bueno, porque era africano. Ni Rudy podría, ni quizás Daniel. Visto así, sólo Diana y Aitor podrían echarle una mano porque no parecían extranjeros, pero siendo tan jóvenes no les escucharían. Lo mismo al director y Bosch sí, por eso podría ser necesario hablar con ellos más adelante.

Sara apartó sus problemas familiares esperando que no supusieran la marcha del Liceo. Se acercó a Marina y la miró preocupada, sabiendo que al final Aitor le había destrozado el corazón. Nada de familia fantástica, el genio vasco no se había acordado de ella lo cual era fatal. "Tan listo para unas cosas y tan torpe para otras. A ver ahora lo que tarda Marina en superar ésto". Tendría que estar atenta a su amiga.

Ya cuando habló el director lo que atrajo su atención fue que tenían que decirle algo sobre Álvaro. Y con la información que tenían, a Sara le vino a la cabeza que tenía que ser hijo de alguien que conocían, alguien que tuvo un romance con un dios o diosa. Podría imaginarse multitud de opciones, mas lo mejor era tan sólo esperar.

- Nos gustaría saberlo, sí. Ahora que está cautivo, quizá se pueda hacer alguna cosa.

Que alguna cosa pasaba por hablar con los padres, pues alguno de ellos debía de ser un dios similar. Quizás pudiera hacerse cargo.

- Si se le pudieran quitar esos poderes, así aprendería a comportarse como un chico normal.

Era la mejor solución, anular esos dones para que pudiera ir a un correccional. Mas no creía que fuera posible y eso significaba tenerlo atrapado, lo cual a Sara le parecía terrible, un gran dilema moral. Supuso que a todos los demás también les parecía una mala solución, mas no habían otras opciones.

Notas de juego

He editado para poner un poco de texto referente a Marina.

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02/10/2018, 20:04
Rudy Vergara

La situación se torció un poco. ¡Ay, Aitor! Algunas cosas no se podían aprender tan fácil.

Entramos al despacho del director, una vez más. No sé si era por costumbre, pero me daba la sensación de que íbamos por alguna travesura. Pero no.

Richmond se disculpó de la situación. Quiero decir, nuestra vida había peligrado bastante en nuestra estancia en la escuela. El Ataque De Dr Ratchet, la Rebelión de D.A.M.I.A.N., el Regreso de Plasma y ahora Omnis.(Sí, en mi cabeza suenan como títulos de pelis)

Poco podía hacer la escuela contra esas situaciones, no podía tener una defensa más avanzada. Pero que tus alumnos se metiesen en líos una y otra vez... Debía de ser preocupante. Supongo que eran los riesgos de una escuela de superhéroes.

Mis compañeros querían información. Querían saber que iban a hacer con Omnis, donde lo iban a guardar y esas cosas. Yo, sinceramente, no.

Yo prefería olvidarme ya de ese tío. ¡Que lo encierren en una cárcel mágica y no vuelva jamás! No necesitaba tener la preocupación de que pudiese volver en cualquier momento. Que a decir verdad, esa era la maldición de los buenos superhéroes. Estabas obligado a dejar vivir a tu villano, pues era lo correcto, y luego te arriesgas a que pueda volver... ¡Aaaaah!

- Si se le pudieran quitar esos poderes, así aprendería a comportarse como un chico normal.

-Ese capullo sigue siendo un asesino, con o sin poderes. -miré a Bosch y Richmond con cara de susto por haber dicho esa palabrota. Luego me sacudí y seguí.- Bueno, sí, pero es un capullo de verdad. Lo de quitarle los poderes estaría guay, pero yo lo quiero ver una celda super segura igualmente.

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03/10/2018, 00:16
Moussa Dakar

La tensión que se forma en el ambiente se puede llegar a cortar con un cuchillo. Moussa pensaba que Aitor vendría a visitar a Marina, pero por la forma en la que se comporta el cerebrito del grupo, parece que no va a ser así. ¿Qué diablos le pasa? Siempre ha sido un poco raro, pero ahora hay algo que no encaja. Hace pocas horas estaba como loco por encontrarse de nuevo con Marina y ahora...¿Le habrá pasado algo? ¿Y si Omnis le hizo algo a su cabezota cuando estuvieron conectados psionicamente? Será algo que tendrá que investigar por su cuenta y más tarde.

-¡Ey!   -Grita de pronto totalmente indignado.   -¿Nos ha llamado tontos? Pues este tonto puede meterte pirañas dentro de los calzoncillos, así que yo me andaría con cuidado.   -Soltando un gruñido y cruzándose de brazos, gira la cabeza en dirección contraria a la que se encuentra Aitor.

Aitor no se ha cortado ni media con sus palabras, lo cual provoca una explosiva reacción en Moussa. No es que vaya a usar un ataque como aquel, pero la idea le ha parecido de lo más original y la imagen de Aitor dando saltitos, mientras las piraña se alimentan, logra hacerle superar su pequeño enfado.

-En fin, volviendo al tema de Omnis...Nosotros hemos tenido mucha suerte, estamos todos bien. Pero Oráculo ha perdido una parte de su ser y no volverá a ser la misma jamás. Quizás seamos niños y a veces, sobretodo yo, actuemos por impulsos...pero si estamos aquí es para aprender ¿No? Es decir, existen peligros contra los que no estamos preparados, eso lo sabemos...pero ocultando su existencia no nos protegéis, tan solo nos convertís en presas más vulnerables. Supongo que lo que quiero decir, es que yo sí quiero saberlo todo.

Las intervención de Rudy, provoca que se pare a pensar sobre la propia personalidad de Omnis. ¿Qué es lo que motiva al muchacho a actuar así? ¿Sufrió algún trauma? Quizás le pasó algo en su infancia que lo dejó marcado de por vida o las cosas no salieron como él esperaba en algún momento de su vida, arrastrándolo a un camino de muerte y odio. También existe la posibilidad de que debido a sus grandes poderes, contemple a la humanidad, como esta hace con las moscas. ¿Son los seres humanos crueles por aplastar moscas sin sentir remordimientos? Desde luego a Moussa algo así le parece de lo más asqueroso y cruel, pero no hace más que unas pocas horas, han estado en presencia de unos poderosos seres que aseguran ser dioses y que tratan a los humanos como siervos. Por último, está la posibilidad de que Omnis simplemente sea malo por naturaleza, uno de esos seres que disfrutan infligiendo dolor a otros.

-Sara tiene razón, privarle de sus poderes para siempre, debería de ser la máxima prioridad. Aunque también estoy de acuerdo con Rudy, con o sin poderes, debe de cumplir condena por sus pecados.

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03/10/2018, 12:21
Aitor Zumalacárregui

─Hablaba en mi propio nombre, Moussa, dejándole claro a la directiva aquí presente que tratarnos de incapaces de entender algo "porque somos demasiado jóvenes" conmigo no es excusa, por si tienen que buscar otra. "Información clasificada" tampoco me sirve, porque significa "no nos interesa que se sepa porque nos resulta comprometido o peligroso" dicho por un gobierno. Y esto ni siquiera es un gobierno... ─contestó el genio por alusiones, aprovechando para azuzar a los adultos presentes por si sentían la tentación de volverse hacia atrás en su intención de confesar.

El tono de Aitor, como siempre, era neutro, carente de emociones. Era como si un robot estuviera hablando y no una persona. Los que más le conocían podrían intuir que Aitor había caído en lo más profundo de su coraza emocional, no dejando que trasluciera ninguna emoción, tal vez por el profundo dolor que sentía en aquellos momentos.

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03/10/2018, 16:55
Diana Castelló

Diana al ver la reacción de Marina, no dudó en seguirla cuando ésta entró al despacho, de hecho se sentó justo al lado de la chica y le cogió la mano con una sonrisa en los labios, tratando de tranquilizarla... ya hablaría con ella más tarde si tenían un momento a solas.

La metamorfa tenía claro que el Director no tendría motivo alguno para echarles una bronca, así que iba completamente tranquila y segura de que todo saldría bien antes de que comenzara a hablar. Las disculpas la cogieron un poco por sorpresa, aunque en cierto modo era normal que lo hicieran, con toda la seguridad que había en el complejo, que Omnis se colara allí no era algo normal. Aunque según Toth tenía poderes divinos absolutos, así que en cierto modo era normal que pudiera pasar desapercibido.

- Las disculpas sobra Director Richmond .- Se atrevió a decir Diana -. No podríais haber previsto el ataque de Omnis, y tampoco se podría haber hecho mucho para pararlo cuando según nos han comentado en la otra dimensión sus poderes son similares a los que aquellos dioses. No creo que ninguno de nosotros os culpe por ello... o por lo menos no deberían .- Comentó pasando su mirada por cada uno de sus compañeros -. Aunque me uno a mis compañeros en las ganas de conocer con pelos y señales todo lo que nos podáis contar sobre Álvaro. Somos adolescentes, si, pero ya hemos pasado por suficientes cosas como para que se nos tome como niños.

En el momento de aquella última frase apretó la mano de Marina, aunque ésta quizá ni lo notara. En realidad le daba rabia que aquella conversación no hubiera sucedido antes del encontronazo con Omnis.

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03/10/2018, 20:20
César

Antes de la reunión, Azotea del Liceo

Moussa tenía algo. De alguna forma, sus palabras lograban distraer a César de los problemas que tenía en aquel momento. El piroquinético sonrió, divertido, al imaginarse a sí mismo en una mansión justo al lado de la de Moussa. Se imaginó en un gran balcón, orientado hacia un gigantesco jardín con piscina.

En la distancia, Moussa le saludaba desde su propia mansión, con Beyoncé a un lado.

César se encogió de hombros finalmente. Se daba por vencido.

- Está bien, vamos a verlos.

Alargando una mano, correspondió al gesto de Moussa, chocándola contra la suya.

- Pase lo que pase, es hora de acabar con esto.

Balanceando el cuerpo hacia atrás, César se levantó con cuidado de no caer al vacío.

- ¿Puedes como…? ¿Teletransportarnos directamente a la puerta de mi casa? - preguntó, más por curiosidad que como petición -. Espera un momento…

César sacó su teléfono móvil del bolsillo. Lo desbloqueó y comenzó a buscar algo en google.

- Como me alegro de que haya cobertura en la escuela… - musitó para sí mientras hacía zoom en su pantalla, con aquel característico movimiento de dos dedos separándose sobre la pantalla -. Aquí es… - dijo finalmente mientras mostraba el móvil a Moussa.

En la pantalla había un mapa, una localización marcada sobre un lugar. Era Zaragoza. Aquello era bueno, pocos saltos.

Tras encadenar unos pocos saltos, Moussa y César aparecieron en medio de una calle a las afueras de la ciudad. Se encontraban en una zona residencial, poblada de casas unifamiliares. Ante ellos se encontraba el número 41 de la Avenida de la Ilustración.

- Es diferente… - dijo César, mientras miraba la casa con el ceño fruncido, confundido.

Se llevó una mano al rostro y chasqueó la lengua, disgustado.

- Claro, ¿por qué no iba a ser diferente? La quemé entera…  

César carraspeó y se acercó a la puerta exterior. Un pequeño muro los separaba el pequeño jardín dentro de la casa. Ésta se alzaba un par de pisos, y parecía bastante corriente. Daba la sensación de construcción reciente.

- Vamos a probar…

El piroquinético alargó una mano hacia el timbre, aunque no lo pulsó.

- Eh… gracias por esto, Moussa - dijo con una media sonrisa mientras lo miraba momentáneamente, antes de llamar definitivamente al timbre.

Pasaron unos largos segundos, en los que César se removió en su sitio, se arremangó para luego tirar de nuevo de las mangas, y se pasó la mano por el cabello.

Entonces, alguien descolgó el telefonillo.

Una voz femenina, profunda pero suave, les habló desde el otro lado. Debía de ser de una mujer adulta.

- ¿Quién es? - preguntó.

César se quedó congelado. Abría la boca, pero ningún sonido emergía de su garganta. 

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03/10/2018, 20:53
Narrador

Cámara privada de Isis

Cuando Daniel entró en aquella cámara, Isis no se encontraba sentada. La Diosa Madre estaba de pie, en toda su gloria y de espaldas a él. Miraba a través de uno de esos maravillosos muros ventana, que parecían sólida piedra desde el exterior, y sin embargo dejaban ver el exterior como si no hubiera barrera alguna.

Daniel advirtió que, a diferencia de los aposentos que habían preparado para él, que se veían grandes y vacíos, aquellos contenían mobiliario de tamaño a acorde a los Ennead.

- Acércate, Daniel - dijo Isis con su reverberante pero cálida voz.

A medida que andaba, el joven vio como el vestido de su abuela desprendía brillos dorados. Los pasos de Daniel contra el suelo marmóreo resonaban por la enorme sala. Llegado cierto punto, Daniel notó que el sonido de la piedra se tornó en sonido del metal. Cuando miró a sus pies, vio un gran círculo de oro pulido.

Sobre el oro había un intrincado grabado. Líneas curvas, suaves y elegantes que se entrelazaban y formaban bellos patrones. Como si pudiese comprender su significado, como si se tratase de algún tipo de mensaje, Daniel recorrió los patrones con los ojos.

En su mente comenzaron a formarse pensamientos. Al principio fueron solo un murmullo, pero a medida que leía el patrón, al murmullo se sumaron la luz, y el sonido. Imágenes y voces comenzaron a agolparse en su cabeza.

Daniel estuvo seguro de que estaba experimentando “algo”. Pero aquel “algo” era demasiado para sus sentidos. Demasiada luz, demasiado ruido. Todo estaba entremezclado, como un vídeo incapaz de ser visto y oído por el dispositivo que lo reproduce.

- Daniel - dijo de nuevo la reverberante voz de Isis.

Quizá fue por oír su propio nombre, o quizá por la poderosa voz de su abuela, pero Daniel logró salir de aquel extraño trance. Cuando alzó la vista, vio a la gran diosa de pie frente a él. Lo miraba desde lo alto, a través de aquella imperturbable máscara de oro.

Isis se inclinó levemente hacia él.

- Parece que, después de todo, tú y tus amigos habéis encontrado la manera de regresar a la Tierra - dijo pausadamente, como si estuviese considerando cada una de sus palabras -. Es una lástima que te vayas tan pronto. Desearía que pudieses haber llegado en circunstancias más propicias, para poder conocer tu hogar.

El tono de Isis era cálido, maternal. Parecía lamentar aquella situación de forma genuina.

- Pero debes volver con Anpu.

Isis volvió a mirar hacia el exterior, la ciudad de Heliópolis era bella de noche, pero también de día. Ahora, Daniel sentía que podía apreciarla de verdad. Bajo la luz de Ra, la piedra, el oro y el verde exuberante recubrían la ciudad por completo.

- Dime, Daniel. Después de hablar con Thoth... ¿Has reflexionado sobre el Sekhem? - preguntó, todavía sin mirarlo.

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03/10/2018, 21:07
Marina

La playa en la mente

En medio de aquella playa, aunque estaban dentro de una ilusión creada por Aitor en sus mentes, Marina era más real que nunca.

Sus ojos enrojecidos, su mandíbula apretada, sus brazos cruzados contra su pecho.

Marina escuchó todas aquellas palabras, en lo que en mundo real habrían sido fracciones de segundo. Una parte buena de la telepatía era aquella, la capacidad de comunicar mucho en poco tiempo.

Pero aquello lo convertía en un mensaje complicado, uno agolpado, rápido, y difícil de digerir.

Tras oír todo aquello, Marina se llevó las manos al rostro. Respiró fuertemente aquel falso olor a sal. Miró hacia el falso horizonte, con los ojos anegados, y luego miró hacia Aitor. El verdadero.

- Eres una persona extraordinaria, Aitor - admitió, con una voz clara y firme, aunque algo ahogada por las emociones - una descripción que sólo podía darse en aquel entorno telepático.

Pero tras decir aquello, Marina se alejó un par de pasos del genio.

- Tu mente trabaja en formas que no puedo ni imaginar. Pero a veces te concentras tanto en todo, en tus proyectos, en el futuro, o en resolver un problema del presente… que te olvidas de las pequeñas cosas, de las soluciones fáciles.

> Si hubiésemos hablado esto en privado creo que te habría entendido, podríamos haberlo decidido juntos - se lamentó, llevándose de nuevo las manos al rostro -. Pero ya lo has hecho tú solo.

A través del vínculo telepático, Aitor pudo captar parte de las emociones de Marina. Estaba triste y sentía algo de ira, pero estaba principalmente dolida. Incluso decepcionada.

- Vete - dijo con su suave y embriagadora voz de Sirena -. Vete del Liceo.

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03/10/2018, 21:45
Daniel D´aeth

<h3>Cámara privada de Isis</h3>

Tras aquella extraña sensación que por poco le hace hincar la rodilla en el suelo, Daniel se masakeó el puente de la nariz y elevó la mirada hacia la imponente figura de la Diosa Madre.

My Sekhem. He meditado sobre lo que implicaban tus palabras al respecto ─confesó. Había tenido horas de sobra para hacerlo─ Al principio, cuando despertaron mis habilidades y mi padre me explicó debidamente quién era él, así como el legado de mi familia, pensaba que eran una variación de su... herencia. Pero cuando me dijiste que era algo tan único y exclusivo, tan a la altura de los dones de los Grandes Ennead, me sentí mucho más unido a esa rama familiar de lo que nunca me había sentido. Siempre había imaginado que estaba a medio camino, entre el mundo humano y el divino─ usar el término extradimensional o extraterrestre le resultaba hasta ofensivos─ En unas horas aquí me he sentido más en casa que en mucho tiempo. Aquí encuentro paz, disfruto con cosas que ni siquiera había apreciado en la Tierra: un amanecer, el murmullo del agua, el correr de la arena por mis dedos... Ahora sé que es porque soy de aquí.

Sin saberlo, su iris se había tornado de un color esmeralda que duró apenas unos segundos.

Pero tus palabras me... inquietan, Diosa Madre. Hablas de mi marcha como si no fuera a volver jamás. ¿No podría regresar en otra ocasión? ¿Aprender más de mi legado? Incluso acompañar a los otros en alguna expedición en el desierto. Seguro que hay cosas que... ─su discurso fue interrumpido por un leve gesto de Isis.

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03/10/2018, 23:33
Señor Richmond

Despacho de Richmond

Richmond asintió con la cabeza, solemne.

- Queréis explicaciones, lo comprendemos. Tengo entendido que Gata Lunar os contó parte de la historia.

El director separó las manos y se recostó en su silla. Su mirada se perdió en el vacío durante unos instantes, como si viese algo más allá del despacho.

- Veréis…

El curso pasado, un joven llegó a esta escuela junto a muchos otros. La mayoría de los estudiantes que llegan aquí necesitan ayuda para controlar o desarrollar sus poderes. Él no era una excepción.

Algunos estudiantes tienen sus poderes desde que nacen. Otros, como los mutantes, los desarrollan durante la infancia o la adolescencia. Él había descubierto sus capacidades hacía bien poco, y necesitaba ayuda para desarrollarlas.

Su poder nos resultaba… fascinante. Al principio se manifestó como una especie de telequinesis, podía mover objetos a distancia. Lo descubrió cuando, durante un recreo, la pelota con la que estaba jugando cayó fuera de los límites de su colegio. En ese momento, él recordaba haber deseado poder recuperar la pelota sin tener que ir a buscarla.

Poco después desarrolló su telepatía. Mientras hacía un examen para el que no había estudiado, deseó poder leer la mente de sus compañeros y de su profesor para extraer las respuestas correctas. Y lo hizo.

Un día en el que llovía se había dejado el paraguas en casa. Deseó que la lluvia no lo mojase, y así pasó.

Otro día, en el que perdió el autobús del colegio, deseó poder llegar allí rápidamente, sin tener que andar. Poco después se encontró frente a sus puertas, como por arte de magia.

Cuando Álvaro nos contó estas historias, decidimos que no podíamos clasificar su poder de la misma forma en que habíamos clasificado los de los demás estudiantes. Al principio pensábamos que simplemente había “tenido suerte”. Que poseía un gran rango de poderes de origen desconocido. Pero Hécate nos sugirió una posibilidad mucho más intrigante.

El poder de Álvaro era uno solo, de origen antiguo y misterioso. Omnipotencia. La capacidad de hacer realidad sus deseos, de afectar la realidad con su propia fuerza de voluntad. Pero no era perfecta, no todavía.

Sus antiguas hazañas habían sido meros trucos, formas improvisadas y poco practicadas de canalizar su verdadero poder. En el Liceo nos planteamos entrenarlo. Observando a otros estudiantes que habían entrenado a fondo sus poderes, Álvaro pudo desarrollar sus propias versiones de esos poderes.

Creíamos que estábamos entrenando a un héroe, pero… resultó no ser así. A medida que su poder crecía, su forma de ser cambió. Álvaro se volvió arrogante, irascible y… cruel. Comenzó a excederse en los entrenamientos con sus compañeros. Fuera de las clases, usaba sus poderes para abusar de otros estudiantes. Incluso llegó a agredir a alguno de ellos.

Cuando detectamos este comportamiento tratamos de razonar con él, de hacerle comprender que esta manera de actuar no era aceptable. Él nos rechazó y, temerosos de tener que detenerle a la fuerza debido a sus poderes, decidimos llamar a sus padres. Pensábamos que quizá ellos serían capaces de hacerle entrar en razón. Al fin y al cabo, era un niño.

Pero nos equivocábamos.

Durante aquella reunión Álvaro entró en cólera y desató sus poderes frente a sus padres, matándolos en el acto. Cuando Hécate llegó el mal ya estaba hecho. Trató de atrapar a Álvaro, de retenerle, pero éste escapó.

No sabemos si el Omnis que conocéis nació después de aquel evento, o si ya existía antes y simplemente le dimos una excusa para escapar de nosotros. Pero desde entonces le hemos estado siguiendo la pista, tratando de detenerle de alguna forma.

Ya no es un niño con demasiado poder que cometió errores. Ahora es un villano en toda regla, uno que temíamos enfrentar nosotros mismos.

- Y ahora lo tenemos en la base subterránea, en un cubo mágico diseñado por un dios de otra dimensión - dijo repentinamente Bosch, cortando la narración de Richmond.

A pesar de la seriedad de su voz, se notaba que el subdirector estaba disgustado con todo el asunto de Omnis.

- Hemos contactado con SHIELD, pero, dada la naturaleza de nuestro cautivo, debemos estudiar muy de cerca todos los riesgos que implicaría desplazarlo a otra instalación - continuó Richmond -. Me temo que Álvaro es culpable de graves crímenes, es posible que deba pasar el resto de su vida encerrado.

> No sabemos si le podemos quitar los poderes. Por lo que he hablado con Hécate, y lo que ella ha consultado con los nativos de Heliópolis, es un asunto peliagudo, aunque no imposible. Parece ser que los orígenes del poder de Álvaro podrían considerarse… divinos.

- De todas formas, gracias a Hécate estaremos en contacto con nuestros nuevos aliados. Parece ser que les caísteis en gracia, y sienten cierta curiosidad por los progresos de “los viajeros de otro mundo”. Si pasase algo con Omnis, quizá ellos podrían ayudarnos de nuevo, viendo como uno de los suyos fue capaz de derrotarlo en combate singular - explicó Bosch -. En todo caso, Omnis se queda en su celda, bajo estricta vigilancia, hasta que las autoridades pertinentes se pronuncien.

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04/10/2018, 15:44
Daniel D´aeth

Escuchar largo y tendido la explicación sobre los orígenes de los dones de Álvaro abrió nuevas puertas a la comprensión del comportamiento del muchacho. Daniel había escuchado historias por parte de sus compañeros, pero hasta ese momento nadie le había contado toda la verdad con todo lujo de detalles. Omnipotencia. Encajaba con la descripción que habían dado los Ennead sobre que sus dones tenían una naturaleza divina. ¿Cómo calificarlos de otra forma? No tenía límites, por lo que era lo más parecido a un Dios en la Tierra. Para el inglés era comprensible que se hubiera distanciado tanto de lo moralmente correcto y se hubiera convertido en un criminal. Poder hacer lo que quisiera cuando quisiera te alejaba tanto de los seres humanos como a estos de los insectos. Eso le hizo pensar en Aitor: su extraordinaria inteligencia le hacía insensible a los sentimientos de los demás y no habían sido pocas las veces que los había tratado como seres inferiores, aunque dudaba que hubiera sido a propósito. Como probablemente le pasaba a Álvaro, para él era algo natural. 

Si por ahora la única solución posible es mantenerlo confinado aquí, ¿sería conveniente seguir impartiendo las clases en el Liceo? ─intervino ─ Si bien no dudo que el colegio extremará la seguridad, cabe la posibilidad de que escape. O incluso que alguien intente liberarlo. En ambas situaciones, los primeros afectados seríamos los alumnos.

Inconscientemente, el inglés giraba en su muñeca un pequeño brazalete de un metal brillante y de color rojo oscuro. Lo había traído de Heliópolis, aunque parecía más un adorno que algo práctico.

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04/10/2018, 16:19
Rudy Vergara

Mientras Richmmond explicaba la historia de Omnis, no podía parar de imaginar las imágenes que nos mostró Gata Lunar en su día, Álvaro matando a sus compañeros de grupo. Horroroso.

Hice un barrido con la mirada de todos mis compañeros. Por un momento me imaginé a uno de ellos convirtiéndose en un villano y volviéndose contra nosotros. Sacudí la cabeza. No, ninguno haría eso. Habría que ser un monstruo.

Ante el comentario de Daniel, dije:

-Hombre. Yo creo que da igual donde este, la verdad. -me encogí de hombros.- Quiero decir, es un Dios Omnipotente. Después de lo que le ha pasado, correríamos peligro en cualquier sitio. Aquí al menos tenemos defensas, profesores y estamos en contacto con SHIELD y esas cosas. ¿No?

 

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04/10/2018, 16:44
Daniel D´aeth

Yo lo veo de esta forma: Álvaro ha demostrado mucho interés por el Liceo, y si llega a escapar o ser liberado probablemente acuda aquí. Si los alumnos estamos lejos podríamos tener tiempo de montar una defensa, si es que viene a por alguien en particular. Si no, y es algo de las instalaciones, estaríamos a salvo ─meditaba con los brazos cruzados, mirando a su compañero─ Si estamos en el mismo sitio que él cuando se libere ─ si lo hace ─ sería como una bomba: nos pillaría por sorpresa, como el día de los Juegos.

Se dio cuenta que probablemente estuviera dando una impresión equivocada, por lo que se apresuró a alzar levemente la mano hacia Rudy.

No vamos a recibir mayor protección y formación que aquí, estoy de acuerdo. Pero pensad en nuestros padres, ¿qué pensarán cuando descubran que el causante de nuestra desaparición está encerrado en el mismo sitio donde dormimos, vamos a clase y, vivimos, básicamente? ─miró al Director ─ ¿Ha pensado en eso el Liceo?

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04/10/2018, 18:31
Sara Carrión

La historia de Álvaro era triste, la de un chico echado a perder debido a sus inmensos poderes. Sara comprendía un poco de todo aquello, mas en estos momentos estaba más preocupada por Marina. Se había quedado a su lado y finalmente la estrechó suavemente, para que sintiera su amistoso contacto. Aitor al final actuó de una forma bastante robótica, olvidándose de ella. Pero podía haber sido un despiste y quizá todavía podrían continuar su relación. La joven esperaba que fuera así.

Al terminar el relato, a Sara no le quedaba claro que hubiera matado a sus verdaderos padres.

- Pero si tiene un poder divino, le habría venido de familia. Podría ser que fuera adoptado.

Añadió porque un don divino debía de tener algún significado.

- Se podría investigar la historia de sus padres, por ver si lo adoptaron y porque podrían haber estado cerca de alguna divinidad.

Tenía la sensación de que había un cabo suelto ahí. Que Álvaro no era un simple chico agraciado o maldito con esos poderes, sino algo más. Pero, habiéndose cumplido ya casi todas las visiones, la alicantina creía que la de Moussa sería la próxima en venir a por ellos. Y es que todo lo que había visto Alicia al final había venido a buscarlos. De hecho no estaba segura de si la de Moussa se había cumplido del todo, porque en ella salían un adulto y un chico rodeados de luz violeta. A estas alturas, no sabía si habían conocido a ambos, pues Aitor y Moussa no terminaron de contar los detalles de aquello que sólo ellos sabían.

Luego Daniel preguntó por la seguridad en el Liceo, cosa que no afectó a la joven. Si lo tenían bien encerrado creía que no se iba a liberar. Por ahora prefirió no decir nada.

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05/10/2018, 01:32
Moussa Dakar
Sólo para el director

El viaje, pese a ser rápido, tiene siempre ese ligero inconveniente de malestar que acontece con cada salto. Por suerte en aquella ocasión, el viaje tan solo requiere unos pocos saltos y en poco tiempo, se presentan en la urbanización en la que se ha criado César.

Con las manos entrelazadas detrás de la cabeza, Moussa observa curioso el lugar. Esperaba que César se hubiese criado en una especie de Bronx, con las calles pintadas, coches desguazados en las calles, licorerías en las esquinas, unos vagabundos calentándose las manos en un bidón con fuego...

-Creo que tengo que dejar de ver tantas pelis... -Susurra entre dientes, algo que César bien habría escuchado de no estar tan sumamente nervioso por aquel reencuentro.

La palabras de agradecimiento que le ofrece su compañero, son recibidas con una amplia sonrisa y un guiño divertido. Tan solo espera estar haciendo lo correcto y que la familia vuelva a reunirse. Él no tuvo esa suerte, pero espera de corazón que su hermano no tenga que pasar por eso y que dentro de poco, vuelva a contar con el afecto de sus padres. Después de todo, un hogar no lo hacen los objetos, sino las personas que viven en él.

-Tranqui, bro, todo irá bien.

Pero no, no va bien en absoluto pues tras pulsar el timbre y escuchar la voz de quién Moussa cree es la madre de César, este simplemente enmudece. Extendiendo los brazos y haciendo una mueca, trata de dar ánimos a su compañero para que hable. Pero toda la llama de Salamandra acaba de apagarse como si hubiese sido atacado por un huracán.

-¿Hola? Esto...usted no me conoce.    -¿Usted? ¿Pero qué coño dices Moussa? Mierda...he pasado demasiado tiempo con los de mi grupo y se me han pegado sus malas formas chisssttt.   -Me llamo Moussa, Moussa Dakar y he venido para conocerlos, verá ustedes no lo saben aún, pero son personas muy importantes. He venido acompañado por alguien a quién llamo amigo y hermano. Aunque del lugar del que provengo, todos lo llaman de otras muchas formas, aunque la que más suele prevalecer es...héroe. Es alguien que ha salvado cientos de vidas, ha desbaratado los planes de un supervillano y derrotado al mismísimo Plasma. También le conocen como Salamandra, aunque creo que usted le conoce por otra palabra...hijo.

Quizás haya soltado mucha información en muy poco tiempo, pero sabe que debe de hacer que César cause una gran impresión a sus padres, para que estos puedan superar todo aquel rollo de perder la casa.

-La última vez que vieron a César, era alguien incapaz de controlar su poder. Pero ha crecido mucho desde aquel día y si ahora está aquí, es gracias a que ha dominado su poder y que ya no podrá causar daño a nadie. De hecho, todo lo que he dicho es cierto, se ha convertido en un gran héroe y personalmente, me gustaría conocer a los padres de aquel que se ha convertido en un hermano para mí y en todo un ejemplo a seguir. ¿Podemos pasar?

 

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05/10/2018, 14:41
Aitor Zumalacárregui
La “solidez” de Marina hubiera sorprendido a otro telépata, pero la “dureza” mental de aquella chica no le era en absoluto desconocida a Aitor. La comunicación de aquel tipo tenía muchas ventajas y algunos inconvenientes, el principal de los cuales, en aquellos momentos, era que allí sólo existían ellos: no había forma de escurrir el bulto o desviar la atención sin que resultara terriblemente obvio.
 
Las palabras de la semi-atlante le dolieron más que si le hubiera golpeado físicamente. Esperaba que ella le hubiera implorado llorado, agarrado, abofeteado, algo… pero eso no iba a pasar. La supuestamente inalterable determinación del genio vasco se desmoronó como un castillo de naipes ante el mazazo emocional de la ruptura. Si ella le hubiera dicho que se quedara…
 
Aitor inspiró en la vida real y aflojó el vínculo mientras la construcción mental de la playa se quebraba en mil pedazos, se perdía su olor marino, su calidez y su belleza onírica, dejando tras de sí sólo un vacío frío e insondable.
 
Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a aflorar.
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05/10/2018, 14:43
Aitor Zumalacárregui
Aitor tenía la mirada fija en el infinito mientras el director y el subdirector explicaban la situación. Parecía ausente, perdido, pero casi sin ni pestañear. Repentinamente inspiró, volvió a enjuagarse una lágrima con completa naturalidad, sin darle la menor importancia, y se levantó.
 
-Es suficiente, director. Los beneficios potenciales de este instituto son inferiores a su potencial de catástrofe para mi. Me reafirmo en lo que ya le he comunicado por escrito: aprecio mucho su preocupación y la inversión personal que ha realizado para ayudar a jóvenes de nuestro tipo, así como su implicación en la resolución de crisis de tipo sobrehumano. Ha reunido usted aquí un equipo de profesorado excepcional y estoy seguro que el alumnado se beneficiará notablemente de sus clases, no obstante, mi decisión es inapelable. Gracias a todos.
 
Y el joven vasco se levantó y se fue con paso decidido, cerrando la puerta a su espalda. Por su mejilla resbalaban las lágrimas.