Partida Rol por web

El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 7: Perdidos

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13/10/2018, 00:43
Daniel D´aeth

 

Cámara Privada de Isis

Cuando vio la expresión en el rostro de Isis, Daniel supo que había permitido que sus sentimientos se descontrolasen y el adolescente que había en él aflorase. Y donde había un atisbo de rabia, ahora sólo anidaba la vergüenza por haberse comportado de esa forma ante quien precisamente pretendía actuar de la forma más responsable y madura posible. Era como ver la expresión de decepción en el rostro de su padre: fría e implacable. Y aún así, pareciera como si la Diosa Madre tuviera aún más paciencia que Jacob y decidiera usar esa infinita paciencia con un niño que no sabía cuál era su lugar.

¿Él─ Daniel no comprendía a quién se refería. Se quedó pensativo, repasando mentalmente lo que recordaba sobre las historias que su padre le había contado sobre Heliópolis y sobre su familia. ¿Algún hermano con el que estaba enemistado? No, eran una familia unida y... Él. El recuerdo brilló en su mente como una cerilla en la oscuridad. Una historia antigua, de las primeras que Jacob le contó, poco tiempo después de descubrir quién era él realmente. Sabía que había una parte de mito en esas historias, y a menudo acudía a su madre para compararlas con los registros que se tenía entre los humanos al respecto. Pero de todas, esa parecía tener mucho sentido en ese momento. El nombre se deslizó de sus labios como una serpiente─  ¿Seth? No entiendo. ¿Qué tiene que ver conmigo?

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13/10/2018, 00:53
Daniel D´aeth

Daniel estaba allí el primero ante las férreas puertas cuando el resto de miembros del Grupo 4 llegó al punto de reunión. Vestía con los pantalones del uniforme de deporte del Liceo y una negra camiseta que enmarcaba los juveniles músculos de su torso. La pulsera de rojo metal brillaba en su muñeca, dándole un toque de color poco acostumbrado en el inglés. Con César mantuvo una breve charla al respecto de un grupo de música barcelonés que acababa de descubrir, citándose para más tarde para escuchar algunas canciones en Youtube

Después de que Gata Lunar abriera las puertas y pusiera a su disposición la Sala de Peligro, Daniel tomó la iniciativa, avanzó unos pasos para situarse delante del grupo y les dedicó una cálida sonrisa.

Agradezco a todos que hayáis acudido a este entrenamiento ─uno tras otro, fue mirándoles a los ojos: Diana, Moussa, Marina, Rudy, César y Sara. No le sorprendió no ver a Aitor entre ellos, dado que al declarar que marcharía del Liceo tampoco tenía mucho sentido que participara en aquellas prácticas─ Y muchas gracias Gata Lunar por ayudarme a preparar todo esto. Sé que las cosas no han sido del todo fáciles desde que llegué al Liceo, pero creedme cuando digo que no podría pedir estar en mejor sitio que entre estas cuatro paredes, y en mejor grupo que en número cuatro.

»Desconozco lo que pensáis sobre el último discurso que me dedicó vuestro antiguo cabecilla, pero quiero que tengáis claro que, en mi opinión, el grupo 4 no necesita un líder que les diga exactamente qué hacer y cuándo hacerlo. Os he estado observando todo este tiempo: cuando os encasillan en unas instrucciones no brilláis con vuestra verdadera fuerza, y es sólo cuando os permiten ser creativos demostráis de lo que sois capaces ─avanzó hacia Rudy─ Lo demostrásteis en los Juegos, o cuando Sara fue capaz de mantenernos a todos con vida en el desierto. ─se acercó a Moussa─ Tú, con diferencia, eres el más poderoso de todos nosotros, pero te han acostumbrado tanto a sentirte menospreciado que no sabes lo bueno que eres. O tú, Marina: eres una joya en bruto que quisiera ayudarte a mostrar a todo el mundo.

Se volvió a apartar, de forma que todos pudieran verlo.

No quiero ser vuestro líder, alguien que os dé ordenes y os diga cuándo saltar y cuándo callar. Quiero ayudaros a trabajar como un equipo unido, y que entre todos decidamos qué es mejor para el grupo 4. Será entonces cuando seamos imparables. Para eso os pedí que vinierais. ¿Me ayudaréis? ─y teatralmente, extendió la mano.

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14/10/2018, 12:00
Sara Carrión

El grupo acabó por despedirse dejando a Sara con Alberto, deseando quedarse allí con él pues lo contrario significaba tener que enfrentarse a los abuelos. No se le pasó por alto el tema de Rudy con Silvano "capaz es de tener un romance con un chico y una chica a la vez, ¿será cierto? Alicia tendría que investigar eso..." se planteó un instante pero habiendo otras preocupaciones prefirió dejarlo pasar, además que la última vez creyó que estaba con Diana para resultar que se equivocaba de pleno.

- Voy a ver a los abuelos. Deséame suerte, corazón.

Comentó a Alberto aunque al instante lo cogió de la mano para que lo acompañara en aquella traumática tarea que tenía por delante.

Al poco tiempo, Sara había tenido una nueva charla, recibiendo la reprimenda del día para que luego... no cambiara nada. Se había puesto a llorar porque sabía bien lo que sucedía, que el abuelo había cedido pero tenía que parecer que no, que era él el que seguía al mando. A la alicantina le tocaba soltar toda esa retahíla de lloriqueos para que al final pudiera irse satisfecho. Quedando ella avergonzada del espectáculo que tenía que dar siempre delante suyo. "Cerrado de mollera, más cerrado que una caja fuerte" le iba diciendo a su hermana cuando al fin se quedó sóla. Esperó unos minutos antes de ir a encontrarse de nuevo con su novio para poder tener la merecida charla que tenía pendiente con su chico.

Los días pasaron con poco que hacer lo que resultaba ser un alivio. Había capeado el temporal, hasta tenía la sensación de que en el fondo la situación estaba controlada. Sabía bien lo que pasaba, que no querían llegar hasta el punto que hicieron con su hermana. El fantasma se lo recordaba una y otra vez, que la echarían porque no tenían remedio, mas era un trauma que arrastraba consigo y no parecía tener fin. Ya no tenían tanto poder como para echarla o al menos no para destrozarla, podría acudir a sus amigos para que la apoyaran, a las malas incluso unirse a un grupo de superjóvenes, que era justo el futuro que tenía planeado.

Cuando empezó aquella nueva reunión del SG4, Daniel les planteó su visión y se sintió satisfecha porque el joven pensaba a su parecer del modo acertado. Al principio con las discusiones entre Aitor y él, había creído que iban a tratar de imponerse de un modo autoritario. Ahora, todo se veía mejor. No porque el genio vasco no estuviera, pues lo echaba mucho de menos, sino porque había desaparecido aquella tensión. Sara quería pertenecer al equipo, entrenar con ellos, poner sus poderes al servicio de la humanidad. Para que funcionaran bien era necesario que se conocieran y sabía que era lo que Saga pretendía. Así que ella sonrió, se acercó para colocar la mano sobre la suya.

- Va a ser genial, ¡seremos auténticos superhéroes!

Exclamó mezclando sus propios deseos con el propósito del entrenamiento. Mostró una sonrisa, la habitual en ella cuando no le atosigaban sus propios conflictos.

- Una de combate en grupo para nosotros.

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14/10/2018, 23:18
Aitor Zumalacárregui

Bueno, al menos ya sabía que con Moussa era poco probable una despedida lacrimógena, una cosa que le hubiera sentado realmente mal al genio vasco. En cambio el senegalés siguió su tendencia a quitar hierro a las cosas y a sugerir más que evidenciar sus sentimientos. Y ya le costaba mucho expresar algo que no fuera enfado, así que Aitor podía darse por contento.

─Sí, hay unas cuantas cosas que cambiar de la política y de la clase política, pero todo el mundo puede aprender de sus errores, ¿verdad? Respecto a la despedida... de verdad, ahora mismo no me veo con fuerzas. Está bien que me hayas "secuestrado", pero no voy a volver delante del grupo 4 a dar explicaciones. Está Marina, ¿sabes? Y acabo de discutir con ella y despedirme. Más o menos. Es igual, de todas maneras poco importan las razones, la cuestión es que me voy. Confío en que los demás lo entenderán cuando se lo expliques ─sin comerlo ni beberlo Aitor había involucrado a Moussa en su "despedida", convirtiéndole en poco menos que su adalid por la justa causa de su marcha, muy a pesar de la opinión de Atajo.

Pero su seriedad se esfumó al poco, cayendo en una de sus célebres ideas. Paracaidismo sin paracaídas... Moussa era Moussa, estaba claro. Aitor negó con la cabeza, pero en su rostro se dibujó una sonrisa. Activando los sistemas de su traje de músculos artificiales (que ya no se quitaba ni a sol ni a sombra, desde que su corta e inocente visita sin traje a la piedra del nombre se convirtió en una excursión casi-mortal a una dimensión pseudo-egipcia) y se lanzó como una piedra al agujero de abajo, perfectamente vertical, con los brazos bien pegados al tronco. Al reaparecer en el portal superior del traje de Zenitram se desplegaron una suerte de alas tipo ardilla voladora y planeó grácilmente a toda velocidad en espiral hacia abajo, sonriendo hasta llegar al suelo, donde aterrizaría con una grácil pirueta seguida de una fluida voltereta. Y cuando Moussa se dignó a aparecer a su lado, de dio un fuerte abrazo.

─Si no le cuentas a nadie esto yo tampoco lo haré ─dijo con una sonrisa, golpeándole el hombro amistosamente.

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14/10/2018, 23:57
Aitor Zumalacárregui

E.S.T.H.E.R. había sido, sin duda, la profesora que mayor huella había dejado en Aitor y, por defecto, aquella a la que tendía a hacer más caso, pese a la independencia de opinión del vasco. Así pues, la convocatoria a una reunión privada con la profesora no era algo que estuviera dispuesto a saltarse, por lo que acudió a la misma con su puntualidad habitual: al segundo.

Al entrar en el taller de la profesora envidió una vez más su tecnología, además de la increíble capacidad de su diseñadora y constructora. Otros seguramente se sentirían intimidados o insignificantes, pero Aitor era diferente. Y hacía bien poco había hablado con dioses de gran talla, nunca mejor dicho. Ni ellos habían logrado intimidarle.

─Hola, E.S.T.H.E.R., gracias por invitarme. Aprecio tu interés respecto de mis planes, pero no tengo nada definitivo. De momento pensaba montar una empresa de reciclaje de componentes valiosos en vertederos, manejada a través de robots y drones, con la que conseguir fondos para construir una fábrica dedicada a la construcción de robots que me facilitasen la entrada en el mundo de la construcción de edificios a gran escala. En 4 ó 5 años espero estar construyendo el primer gran edificio autónomo de más de medio kilómetro de altura de España, con casi total seguridad en Barcelona. Después de eso probablemente me dedique a sanear el mundo de la política desde dentro, aprovechando las invitaciones que me lanzarán, como ministro de industria y energía, economía o medio ambiente. ¿Tenías alguna idea al respecto que quieras compartir? Mis planes todavía no son definitivos, todavía fluyen.

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15/10/2018, 02:14
Moussa Dakar
Sólo para el director

La verdad es que no está seguro de si sus acciones son las correctas o no cuando da rienda suelta a su gran bocaza. Lo único que sabe a ciencia cierta es que si su madre lo odiase, no les habría abierto la puerta de casa, ni invitado a pasar. Eso tiene que significa, al menos para Moussa, que los sentimientos por su hijo ahí están. Así que opta por lo que mejor se le da hacer, soltar una reprimenda. Claro que normalmente, eso suele terminar mal para él, pues acaban enfadándose por las cosas que dice. Pero en esa ocasión, sus palabras sirven para despertar antiguos recuerdos y con ellos, las emociones que ambos mantienen o más bien, mantenían bajo control.

Desbordados finalmente por todo lo que guardan en sus corazones, madre e hijo se funden en un gran abrazo derribando por fin, la barrera que se había levantando entre ambos. Durante largo tiempo ambos toman la palabra a la vez, pero finalmente, ambos simplemente se quedan allí, abrazados el uno al otro en una clara demostración de todo lo que sienten el uno por el otro.

Moussa por su parte, se siente algo incómodo y no está seguro de si largarse o apartarse a un lado. Hace una u otra cosa puede ser considerado como una falta de respeto. Así que solo se queda en silencio, mirando hacia los lados y con las manos en los bolsillos.

Finalmente, César le invita a unirse a ellos en aquel gran abrazo que están compartiendo. Aquello sí que no se lo esperaba y no sabe qué hacer. Pero tras meditarlo unos instantes, se da cuenta de que César se ha convertido en su verdadera familia, es el hermano que nunca tuvo, así que con pasos rápidos, acorta las distancias y se une a ellos.

La sensación le agrada, pero también le hace sentir incómodo.  No está preparado para muestras de cariño, así que es e primero en separarse. Además sabe que posee un gran don para hacer daño a quienes lo rodean, por lo que es mejor no tentar a la suerte.

-Me alegro mucho por los dos, a ambos os hacía falta esto.

Le agrada ver que su amigo por fin ha logrado superar la oscuridad que había en su interior y que la visita a la casa de los padres de César ha llevado a buen puerto.

-Supongo que tendréis mucho de lo que hablar y no quiero molestar. Además aún tengo que reunirme con Bosch y aunque su rostro petrificado por la seriedad no lo indique, estoy seguro de que estará preocupado. Regresaré al Liceo y os dejaré a solas, para que podáis poneros al día, César tiene muchas cosas guays que contar. Regresaré en unas horas a buscarte, aunque si vas a quedarte a dormir aquí, envíame un mail o llama a alguno de estos para que me avisen. Bueno, ha sido un placer conocerla, señora. Me alegro de verles por fin tan contentos a ambos.

Notas de juego

Muy buenas!

Como quieres ir cerrando ya este capítulo, podemos cerrar si te parece, esta escena. Moussa regresaría al Liceo para hablar con Bosch, contarle lo que ha pasado y decirle que está bien, omitiría lo del dolor en su corazón. Pero se lo confesará a la doctora para poder hacerse pruebas. También regresaría a por César más tarde o al día siguiente, según como vayan las cosas en la casa del pirokinetico jeje

Un saludo!

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15/10/2018, 11:44
Moussa Dakar

Durante aquellos tres días, Moussa apenas ha sido visto. Tan solo reunió al grupo una vez tras conversar con Aitor y así, explicarles lo que pasaba por la cabeza de Aitor. El genio vasco siente la responsabilidad de hacer del mundo un lugar mejor, ya sea gracias a sus avances científicos o mediante la política. Cree que tiene un deber para con el mundo gracias a su don y siente que permanecer en el Liceo puede acabar rápidamente con ese futuro brillante que espera dar a la humanidad. De hecho, nunca ha querido ser un verdadero héroe y su paso en el Liceo era únicamente para desarrollar su verdadero potencial. Aunque ha prometido visitarlos de vez en cuando.

Moussa no es el más indicado para juzgar el comportamiento de nadie, él mismo tiene una personalidad de lo más complicada. Pero no puede evitar sentir que Aitor podría haber hecho las cosas de otra forma, además le chirría un poco eso de que se crea tan especial como para cambiar el curso de la historia, pero quién sabe...el grupo 4 ya se ha enfrentado antes a lo imposible y han logrado vencer. Quizás Aitor logre hacer del mundo un lugar mejor sin necesidad de vestir un traje ajustado.

Lo que sí comparte con el grupo, es que Aitor estaba dolido por tener que abandonarlos. Él nunca lo admitiría, pero se  ve obligado a ello debido a sus creencias. Así que al menos por parte de Moussa, tan solo puede respetar su opinión. Quizás si Aitor logra cumplir sus objetivos, llegue un día donde los héroes dejen de ser necesarios y exista verdadera igualdad, aunque claro, eso suena más a peli de ciencia ficción que otra cosa.

El senegalés supone que Marina estará muy afectada, pero no es el más indicado para consolarla. Después de todo la atlante no tiene muy buena opinión de él y por su parte, tampoco es que a él le caiga muy bien. Así que supone que Diana o Sara se encargarán de cuidarla.

Ahora, tres días después, vuelven a reunirse todos, bueno...todos menos Aitor. Daniel parece que quieren entrenar con el equipo, aunque cuando se dirige a él, no puede evitar entrecerrar los ojos mostrando cierta sospecha. ¿Le está tomando el pelo? ¿Realmente cree que Moussa es el más poderoso? ¿Ese tío está ciego o qué diablos pasa con él?

-Estás flipao, bro. Soy quién posee mayor movilidad de todos, pero ni de coña soy el más poderoso. A mi entender, ese papel le corresponde a Sara. Es quién posee mayor abanico de habilidades y todas ellas muy poderosas. Además, cualquiera de vosotros podría tumbarme de un solo golpe si lográis alcanzarme, algo fácil para Diana al poder hacerse invisible. Además con las ganas que me tiene, quizás me pase una semana en coma si me pilla.

Hasta ahora han logrado vencer todas sus batallas gracias a la combinación de sus poderes, pero el factor suerte ha sido también un elemento clave para todos ellos. Moussa no ve tanto el problema del liderazgo como la falta de confianza.

-Yo creo que todo esto es una perdida de tiempo. La mitad del grupo no tardará en irse con los vengadores o algún otro supergrupo famoso. Además, no hay confianza entre nosotros, al menos por como yo veo las cosas. De todas formas, estamos aquí para aprender a usar nuestros poderes y creo que todos hemos aprendido ya lo básico. Yo por mi parte, solo quiero terminar mi proyecto y después largarme de aquí. Este grupo está roto y solo es cuestión de tiempo que se disperse. Perder el tiempo aprendiendo a trabajar en equipo, cuando dentro de poco apenas quedaremos algunos aquí, es una estupidez.

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16/10/2018, 01:01
Diana Castelló

Hacía tiempo que no entraba en la Sala del Peligro, y aquellos, pese a que pareciera raro, le emocionaba. Era un alivio saber que no saldría de aquel lugar medio moribunda, o que moriría de un calor asfixiante... en definitiva, se alegraba de que todo fuera controlado por un ordenador, y siendo E.S.T.H.E.R. todavía mejor.

Durante todo el discurso de Daniel, Diana sonrió, le parecía realmente encomiable la actitud del chico, y el hecho de que no quisiera liderarlos, sino darles libertad para ser ellos mismos y crecer le parecía agradable, pero poco práctico. Al fin y al cabo eran jóvenes que necesitaban ciertas normas, y  ciertos límites, darles completa libertad podría resultar hasta casi más caótico que un grupo que se rebela por el hecho de no querer seguir las normas, como venía pasando hasta ahora. Habría que ver que pasaría.

Durante el discurso de Moussa, Diana no dejó de pensar en cuánto el Senegalés se infravaloraba a sí mismo. El chico era sin duda un aliado realmente poderoso, y en caso de que se pusiera en tu contra podría ser realmente peligroso. Cuando la nombró e hizo el comentario sobre "las ganas que le tenía" Diana levantó el dedo índice y abrió la boca como para hablar... pero se cayó, no quería reabrir la herida, ya había decidido enterrar el hacha de guerra, y si alguien tenía que ser el maduro en aquel momento, le iba a tocar a ella.

- Creo que le deberías de dar un poco de cancha a tu nueva familia Moussa.- Se dirigió a pasos cortos hacia donde estaba el chico y le puso la mano en el hombro -. Sólo hablo por mí, pero no tengo intención alguna de unirme a ningún supergrupo famoso por mucha relación que pueda o no tener con ellos. Créeme cuando te digo que si estoy aquí es porque me queda demasiado que aprender y no soy la única. Si de verdad crees que el grupo se está viniendo a bajo, ayúdanos a juntar las piezas de nuevo, aunque tenga que ser con piezas diferentes .- En aquel momento miró a Daniel y le sonrió y volvió a mirar al Senegalés a los ojos -. porque no siempre encaja todo a la primera...- Puso la otra mano en el hombro de Moussa -. Pero no te rindas con nosotros, al igual que a nosotros nos toca no rendirnos contigo, por muy difícil que nos lo pongas a veces.

Sonrió y guiñó un ojo al pequeño Senegalés, para después soltarlo y dirigirse al resto del grupo.

- ¿Deberíamos empezar fuerte? o ¿Queréis que vayamos poco a poco? No quiero que nos hagamos daño por querer fardar... y por favor, nada de enemigos que creen esferas de oscuridad... con uno ya tuvimos suficiente.- Pidió aún con la sonrisa en los labios.

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16/10/2018, 01:37
Narrador

Cámara Privada de Isis

El pecho de Isis se hinchó en una profunda inspiración. Sus ojos, de intensos iris dorados, se posaron en Daniel. Su mirada era intensa, pero también mostraba un atisbo de duda, de vacilación.

- Seth tratará de vengarse de Heliópolis por todos los medios posibles. Cuando regrese finalmente… Heliópolis no será un lugar seguro. Su influencia se extiende poco a poco por el mar de arena, despertando antiguas fuerzas que deberían seguir dormidas - dijo Isis mientras comenzaba a andar, trazando la trayectoria curva del gran disco de oro sobre el cual Daniel se había detenido.

Con cada paso de sus pies descalzos, una ligera vibración se extendía por el disco.

De nuevo, esas sensaciones comenzaron a llegar a la mente de Daniel. Luces, sonidos, emociones. El choque sensorial, sin embargo, fue menos intenso que el anterior. Ahora, toda aquella información comenzaba a tomar forma.

Daniel vio como el mundo se recubría de una especie de película etérea, como una imagen del mismo mundo, pero desplazada a escasos centímetros del mundo real. En esta especie de “holograma”, Isis poseía en su pecho una esencia dorada, una llama que ardía intensamente. A medida que andaba a su alrededor, la llama danzaba y se agitaba.

- Los Ennead somos una raza antigua y poderosa. Como te he explicado, poseemos un Sekhem que nos permite alterar un aspecto del mundo a nuestra voluntad. Tú lo tienes también - dijo mientras señalaba con una mano al pecho de Daniel.

Cuando el joven se miró a sí mismo, vio también una llama dorada en su pecho. Aunque, en comparación a la de Isis, la suya era mucho más pequeña, menos vigorosa.

- Nuestro poder crece con el tiempo, madura. También se puede refinar con el entrenamiento y el estudio. Pero hay… otras maneras de aumentar el poder de un Ennead.

Isis detuvo su andar, y de pronto la iluminación de la sala disminuyó hasta dejar a abuela y nieto en penumbra. En aquel momento, tan solo las llamas doradas de sus pechos los iluminaban. Las sombras bailaban en el rostro de Isis, dándole un aspecto algo siniestro.

Detrás de ella, una gran sombra creció, elevándose y tapando la gran ventana que daba a la ciudad. Tenía aspecto humanoide, aunque poseía una cabeza de bestia. La sombra, de pronto, extendió una mano hacia Daniel. Se dirigía a por él, a por su pecho, a por su llama.

- Canibalismo - reveló en un susurro que reverberó por toda la sala.

La sombra se desvaneció al instante, en el mismo momento en que cerraba sus garras entorno a Daniel. La iluminación de la cámara se restableció. En sus pechos todavía ardían aquellas llamas doradas. Isis anduvo hasta situarse de nuevo frente a Daniel.

Acercó su mano al pecho del joven, con el rostro marcado por la preocupación.

- El Sekhem de un Ennead joven es puro poder esperando a ser moldeado, un diamante en bruto. Es más fácil de… asimilar.

La mano de Isis subió en un suave movimiento hasta posarse en el hombro de Daniel. En aquel momento, la extraña ilusión que los rodeaba se deshilachó con un harmónico sonido metálico. El disco bajo sus pies dejó de vibrar, y las llamas doradas se apagaron.

- Si permaneces en Heliópolis, Seth terminará descubriendo tu existencia, si no es que lo sabe ya. Nosotros podemos protegernos, y hacer los posible por protegerte a ti, pero… Es más seguro que durante tu entrenamiento crezcas en otra dimensión, lejos de su zona de influencia. Un lugar en el que jamás podrá alcanzarte.

Isis posó su otra mano en el otro hombro de Daniel, agarrándolo con suavidad.

- Daniel, es muy importante que estés lejos de aquí, por tu seguridad - dijo la diosa con absoluta seriedad -. Regresa a la Tierra - ordenó.

Tras oír las últimas palabras, Daniel sintió como algo se removía en su interior. Era la primera vez que Isis le daba una orden directa desde que se habían conocido. En sus palabras, tono y presencia había una especie de autoridad que le recordaba a su padre, pero todavía más intensa.

Por alguna razón ella gobernaba en aquel lugar, sobre dioses y humanos.

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16/10/2018, 12:02
Daniel D´aeth

 

Cámara Privada de Isis

La voz de Isis era hipnótica, y consiguió que Daniel se olvidara de sus infantiles preocupaciones a medida que desgranaba la historia de su familia hasta el catastrófico incidente que lo cambió todo. Conocía la historia ─ la real y la que había trascendido a lo largo de los siglos como mitología egipcia ─ por boca de sus padres, pero escucharla de la mismísima Diosa Madre lo cubría todo de un aura que le daba muchísimo más peso. Pensar que un Ennead, alguien como los titánicos seres que ahora caminaban en Heliópolis, se hubiera dedicado a dar muerte y a alimentarse de sus semejantes por el afán de conseguir más poder le dio escalofríos. De hecho, cuando todo se sumió en la oscuridad y vio aquella sombra, estuvo tentado de saltar hacia delante para proteger a Isis. Pero, ¿qué podría haber hecho él? Comparado con la familia de su padre él no era más que un chiquillo inexperto que jugaba con sus compañeros del colegio. Los Dioses de Heliópolis habían tenido siglos para fortalecer cuerpo y mente. Seth también.

Lo comprendo ─se sinceró. De hecho, estaba ligeramente atemorizado. Él, que sabía bien que nunca había sentido miedo, ahora percibía algo en su pecho que le gritaba que se marchara de allí y que no volviera hasta ser perfecto. Y quizás entonces, tampoco. Aunque sabía que era poderoso, no era nada comparado con las fuerzas que allí se enarbolaban, y si llegara el día en que Seth atacara de nuevo y no estaba debidamente entrenado... probablemente sólo conseguiría darle más fuerzas a su enemigo─ Ahora sé lo que debo hacer. Diosa Madre. Gracias por abrirme los ojos.

Notas de juego

Qué buena. Sea verdad o no lo del canibalismo, me ha parecido brutal la presentación. La verdad es que todo ha quedado perfecto de cara al entrenamiento que sugiere Daniel cuando regresan :D

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16/10/2018, 13:51
Rudy Vergara

El de Daniel fue un discurso inspirador. Aunque no me gustaba la idea de tener un líder en el grupo, sabía de que pasta estaba hecha. Sabía que el trabajo en equipo era una parte vital en la que necesitábamos trabajar. Nos ayudaría contra el próximo supervillano.

Le pasé un brazo por encima del hombro a Saga y sonreí.

Pero luego habló Moussa...

-¿Que no hay confianza? -dije extrañado. No entendía por qué decías estas cosas el senegalés.- ¿No serás tú el que no confia en nosotros? A lo mejor como eres el que nunca escucha y actúa en solitario... No sé tú, pero yo confiaría mi vida en cada integrante de este grupo. Incluido tú.

Tenía el ceño fruncido. No me gustaban esos comentarios tan crudos. ¿Que estábamos rotos? ¿Que no habia confianza? ¡Tonterías!

Asentí cuando Diana habló. Compartía lo que iba diciendo mi amiga.

-En fin. -dije sacudiendo un poco la cabeza.- Y si lo decías por mi, Moussa, que sepas que no. No me pienso unir a ningún grupo. Yo quiero aprender y exprimir al máximo lo que el Liceo me pueda enseñar. Y luego... Mi idea era fundar nuestro propio super equipo de superhéroes. Así que...

Di unos pasos al frente y miré al techo.

-¡ESTHER, pon Despacito! -dije dando una palmada.- ¡Y prepara una de aliens invasores!

 

Notas de juego

https://www.youtube.com/watch?v=kJQP7kiw5Fk (No me funciona el botón de pegar video de YouTube, jeje)

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16/10/2018, 14:11
Daniel D´aeth

¿Ves, Moussa? Diciendo esas cosas sólo me das la razón ─le devolvió el inglés con una sonrisa. Que no dejara de hablar de cómo los demás podían derrotarle de un sólo golpe demostraba lo infravalorado que se sentía. ¿Habría sido así siempre? ¿Tendría algo que ver la forma en que le trataba Aitor?─ Ya has oído a los demás, y yo opino lo mismo que Rudy. ¿Por qué vamos a irnos por ahí a unirnos a ningún grupo? En el Liceo vamos a aprender todo lo que podamos, y cuando terminemos... el cielo es el límite. O más allá, y tú serás clave para eso.

Se acercó al senegalés mientras Rudy pedía esa canción con la que se había encariñado últimamente─ Todo el día en la habitación con ella. Ay bendito... ay bendito... Lo que te digo Moussa es que aunque Rudy se vaya a hacer esa... ¿cómo es la palabra? ¿Internship? Luego regresará. Y los demás tampoco vamos a irnos a ningún lado. Mi alternativa es un trabajo de oficina que te aseguro que no me apetece nada.─ Volvió a extender la mano a Moussa para estrecharla─ ¿Qué me dices?

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16/10/2018, 16:22
Esther

Taller personal de E.S.T.H.E.R.

La profesora de tecnología asentía con la cabeza a medida que escuchaba a Aitor.

- Tienes una visión de futuro maravillosa, siempre lo he creído.

Era extraño que un robot emplease una expresión como “creer”. Pero E.S.T.H.E.R. era un robot de todo menos “normal” o siquiera “esperable”.

- Desde el momento en que nací tuve la gran fortuna de poder aprender de una de las mentes más brillantes del planeta. Él me construyó, y me enseñó todo lo que sé - dijo mientras su “mirada” se perdía en el vacío, como si estuviese viendo algo más allá de Aitor -. Al principio no era más que un montón de código. Una inteligencia artificial con capacidad de aprendizaje, de automejora. Pero él nunca me trató como a un objeto. Me dio un nombre, una identidad. Y así yo comencé a sentirme como un ser vivo.

E.S.T.H.E.R. ladeó levemente la cabeza, observando a Aitor mientras comenzaba a andar entorno a él.

- Llegado el momento, él me envió aquí a cumplir con una complicada misión. Debía cuidar de alguien. Enseñarle lo que sé, protegerlo de ciertas cosas. Y llegado el momento, tras unos eventos que cambiarían su mentalidad para siempre, darle algo antes de su marcha.

La profesora alzó una mano con suavidad. En su palma tenía un pequeño aro de blanco cerámico, una especie de brazalete.

Con un pequeño arco voltaico de intenso azul, el brazalete se separó en cientos de diminutos fragmentos que volaron con fluidez por el aire, enroscándose alrededor de la muñeca de Aitor. Allí se ensamblaron de nuevo, formando el mismo brazalete blanco que la profesora tenía momentos antes en su mano. Era frío al tacto, pero pronto se acostumbró a él.

- Puede que ahora mismo no sepas lo que es, pero estoy segura de que lo descubrirás pronto.

Tras aquella extraña historia, E.S.T.H.E.R. volvió hacia su escritorio, de donde extrajo una pequeña pieza de metal negro, del tamaño de una tarjeta de crédito. Luego, volvió hacia Aitor.

- Y esto es de mi parte, un favor que te pido a ti. He hecho lo que he podido con él, pero… el Dr. Ratchet lo sometió a modificaciones terribles que yo jamás seré capaz de restituir. Quizá tú sí que puedas…  

La profesora tendió la pieza de metal negro al genio vasco. Parecía una especie de unidad de memoria. En letras plateadas y pequeñas estaba escrito un código.

UA102

La memoria absoluta de Aitor no tardó en viajar a aquella conversación que tuvieron meses atrás, cuando E.S.T.H.E.R. les confesó la verdadera identidad de la inteligencia artificial que los había atacado en lo más profundo del Liceo.

En aquel momento, ella les confesó que UA102 era su hermano menor, que ambos habían sido creados por la misma persona. Que eran inteligencias artificiales que se habían desarrollado hasta trascender el silico.

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16/10/2018, 15:59
Moussa Dakar

La noticia de que Diana y Rudy van a permanecer en el Liceo le toma por sorpresa. Estaba completamente seguro de que antes de terminar el curso, ambos se habrían largado para formar equipo con los vengadores. Así que el descubrir de que la intención de ambos es permanecer en Liceo le resulta de lo más inesperada. Pero pese a todo, su expresión no cambia.

La imagen de Rita, tan débil y apagada, no para de repetirse en sus pesadillas. Puede que todos tuviesen razón, que tendría que haber respetado las tradiciones de los habitantes de Heliopolis y no haber forzado la entrada a la sala del tesoro y quizás deberían de haber descansado cuando todos lo pidieron. Pero de haberlo hecho...¿Qué habría sido de Rita?

-Tienes razón Rudy, no confío en vosotros. Gracias a Sara sabíamos que Omnis iba a atacar, no sin gran esfuerzo, logré que el Liceo me proporcionase todo el material que tenían sobre él o al menos, parte de ello. ¿Recuerdas lo que pasó cuando os pedí ayuda? Nadie me apoyó, sabíamos que ese monstruo iba a venir a por nosotros, pero confiabais en que alguien nos salvaría. No digo que podríamos haber hecho nada contra Omnis, pero podríamos haber tratado de preparar algo juntos...   -Durante un instante casi vuelve la mirada hacia Marina, pero tras saber lo que está pasando con Aitor, prefiere no echarla más mierda encima por lo que simplemente agacha la mirada.    -Solo queríais ser niños y divertiros...Pues espero que os fuese genial, Rita ahora ha perdido la chispa que ardía en su interior y todo fue culpa mía. No tendría que haber abierto ese maldito portal, pero fue lo único que se me ocurrió para poder detenerlo. Así que sí, me reafirmo en mis palabras, no somos un equipo y sí, estamos rotos.

Cruzando los brazos a la altura del pecho, observa la mano que le ofrece Daniel, pero se niega a estrecharla. Moussa tiene muy claro cual es la situación del grupo y aunque ha decidido permanecer con ellos, ya no los considera su familia.

-Durante mucho tiempo he pensado que había algo mal en mi, que por eso no encajaba en este sitio. Pero ahora sé que yo soy el único al que le importan una mierda las normas si con ello logro salvar o proteger una vida, incluso al riesgo de la mía propia.    -Negando con la cabeza y tratando de contener las lágrimas, Moussa no puede evitar pensar en Iván y en Rita. La imagen del chico hada encadenado a una silla de ruedas de por vida no es lo peor de todo, sino el vacío que vio en su mirada como si ya nada en su vida importase. Una mirada que ha vuelto a ver en Rita cuando por fin lograron encontrarla. Miradas carentes de esperanza y por tanto sin vida que ahora pesan sobre el alma de Moussa.   -No tenéis de idea de lo que se siente estando atrapado y sabiendo que nadie va acudir a rescatarte, no son las heridas o el miedo a la muerte lo que te destroza, es la falta de esperanza. El saber que no le importas a nadie una mierda y que estás completamente solo, es peor que sufrir mil muertes, de hecho llega un punto donde vivir o morir no significa nada para ti. Conozco bien esa sensación y es algo que he visto en los ojos de Iván y Rita. Chissttt ¿Confianza? Tuve que provocaros, tuve que hacer que me odiaseis para que me ayudaseis a ir a buscar a Rita y a Marina, pues eran quienes peores posibilidades tenían de sobrevivir. ¡Os pedí ayuda! ¡Os expliqué las pocas posibilidades que tenían de sobrevivir sin refugio o agua! El tiempo jugaba en nuestra contra y aún así, preferisteis sentaros a esperar en un maldito templo para honrar así a unos dioses, que ni tan siquiera se preocupan de los suyos.

La experiencia sufrida en Heliopolis le han cambiado por completo. Ahora tiene muy claro cuales son sus objetivos y qué es lo que piensa arriesgar para conseguirlos. El grupo es algo secundario para él, pero necesario, puesto que el Liceo sufre demasiados ataques y sabe que antes o después, se verán obligados a luchar. Pero hasta ahí llegará sus lazos con ellos o al menos, con la gran mayoría.

-Me he dado cuenta de que es más fácil pedir perdón que pedir permiso. Por lo que desde ahora y más que nunca, haré siempre lo que considere mejor para preservar vidas. ¿Queréis entrenar? Adelante, lucharé a vuestro lado, pero os aviso desde ya que si se da el caso, no volveré a discutir con vosotros, haré simplemente lo que deba hacer. Si podéis aceptar eso, entonces permaneceré en el grupo, en caso contrario solicitaré que me cambien por otro alumno, alguien que se adapte mejor a vosotros. Después de todo, no necesitamos llevarnos bien ni ser una familia para aplastar enemigos, eso quedó demostrado el primer día en el Liceo.

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16/10/2018, 19:33
Marina

Lo que parecía que iba a ser un ejercicio de entrenamiento se fue torciendo cada vez más y más, a medida que la conversación previa iba por senderos complicados. Marina y César se habían mantenido callados durante aquel primer intercambio.

Marina, de brazos cruzados y con el ceño fruncido, observaba aquel extraño vaivén sin mediar palabra.

Tras las últimas palabras de Moussa, ella se encogió de hombros y dio un paso al frente. En el rostro de la semiatlante era evidente que no estaba pasando por su mejor momento. Estaba dolida, triste, y enfadada.

Había pasado aquellos últimos días encerrada en su cuarto, o pasando algo de tiempo con Sara y Diana. Ambas eran conscientes de que la muchacha estaba más enfadada que triste. Por lo súbito de la situación. Por lo estúpida que se sintió al enterarse allí, al mismo tiempo que los demás, de la marcha de Aitor.

Marina había ido a aquel entrenamiento con tal de despejarse, de pensar en otra cosa que no fueran sus dramas. Y aunque había entrado en la Sala del Peligro con los ánimos calmados, ahora se veía de nuevo en ascuas.

- Vale ya - dijo con su voz, pues ya no llevaba el dispositivo de comunicación que Aitor había construido para ella.

La vibración de sus cuerdas vocales reverberó por la Sala del Peligro con suavidad y mesura, sin provocar efecto adverso alguno.

- Estoy harta de esto.

Marina anduvo hacia Moussa, deteniéndose a un escaso metro de él. Puso los brazos en jarras, y miró al senegalés a los ojos.

- ¿Tú quieres seguir en este grupo? ¿O quieres irte como Aitor? - preguntó.

- Oye… - comenzó a intervenir César, que se veía más sorprendido que molesto por la brusquedad de Marina.

- Dejadme hablar - espetó Marina, con una reverberación que provocó en todos una incómoda sensación en el pecho, como si les faltase aire.

> Escucha, Moussa. Sé que no puedo entender del todo por lo que estás pasando. Pero, ¿por qué te resistes a formar parte del grupo? Hemos pasado por muchas cosas juntos: hemos entrenado, hemos reído, hemos luchado y hemos sufrido. Y estoy segura de que te importamos. Después de todo… fuiste a hablar con Aitor cuando se marchó sin más…

Marina, con el rostro enrojecido, se detuvo para tomar aire, en una respiración rápida y agitada. Sus compañeros no recordaban haber oído tantas palabras saliendo de su boca sin sentir un grave mareo. La semiatlante, por otro lado, parecía estar haciendo un concienzudo esfuerzo por hablar al mismo tiempo que controlaba el poder de su voz.

- Lo último que has dicho… no me gusta. ¿De verdad quieres esto? ¿Quieres seguir con nosotros con condiciones? Si el grupo está roto, ¿qué te retiene aquí?

- No lo presiones así, Marina - dijo César mientras se acercaba a ambos, alzando las manos, indicando que parase.

- Va-vamos a calmarnos un poco… - sugirió Gata Lunar desde los controles de la Sala del Peligro, dando también rápidos pasitos hacia el grupo.

César llegó hasta Moussa y puso una mano sobre su hombro.

- Déjalo ya... - le pidió a la atlante

Con los ojos llorosos, Marina se cruzó de brazos. Miró a Moussa durante dos largos segundos, y luego agachó la cabeza.

- A-a ver... ¿Nos tomamos un descansito, sí? - propuso Gata Lunar.

Aunque ni siquiera habían comenzado.

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16/10/2018, 19:39
Sara Carrión

Estaban intentando seguir adelante con el grupo a pesar de la pérdida de Aitor, quien les había dejado algo tocados. Ahora Moussa se empeñaba en darlos por hundidos, sin ser así. La joven había creído que el senegalés hacía un esfuerzo, ahora no estaba segura. Aún así, todavía podía entrar en razón.

- Moussa escucha. Lo habíamos hablado entre todos lo de esperar a la mañana y en casos como ese hay que escuchar a la mayoría, no lo hiciste y salió bien, pero en otra ocasión podrás ver que lo correcto es hacer lo que piensa la mayoría, porque una decisión tomada entre todos suele ser más inteligente que la que toma una sola persona.

Trató de explicar ese detalle que el joven no conseguía asumir y daba con ello a entender que no sabía jugar en grupo lo que la apenaba mucho. Sara suspiró suavemente.

- Tú no tienes la culpa de lo que le pasó a Rita. No sabíamos que Omnis iba a buscarnos ya. Yo estaba convencida por ejemplo de que iba a ser más adelante porque no había entendido bien las visiones. De no creer eso habríamos actuado con celeridad. Pero eso no es tan importante como que entiendas que no eres culpable de nada. Que crearas ese portal y se combinara con la esfera de Hécate nos salvó la vida a todos, incluyendo a Oráculo. Entonces eres más bien quien nos dió una segunda oportunidad.

La chica trató de coger la mano de Moussa. Él le caía muy bien a pesar de sus prontos, mas ahora parecía haber llegado a un punto de no retorno.

- Quédate con nosotros e intenta que hagamos las cosas de mutuo acuerdo. Es así como tiene que funcionar un grupo, tenga superpoderes o no. Nosotros contamos contigo para seguir viendo tus proezas. Tan sólo no estés dando vueltas a cómo pasaron las cosas. Las cosas nunca son perfectas, siempre hay fallos que se tienen que arreglar poniendo esfuerzo. Eso es lo que acabamos haciendo y salió todo lo bien que pudo salir. Salvamos a Rita aunque ha sufrido, pero está viva.

Le miró con dulzura. Esperaba que dejara de castigarse.

- Yo quiero que te quedes, confío en que las cosas saldrán mejor la próxima vez. Pienso seguir esforzándome porque por cada error tendremos diez aciertos. ¿No te parece? Haremos que las cosas funcionen bien por mucho que nos cueste.

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17/10/2018, 12:10
Moussa Dakar

Por fin ha llegado el día que tanto ha temido en el pasado, pero que desde su viaje a Heliopolis, tanto ha deseado, abandonar aquel grupo. Durante unos instantes medita sobre todo aquello, mientras se lleva las manos a los bolsillos y entonces, es cuando por fin ve todo con claridad cristalina. Sin decir una sola palabra, simplemente da un paso hacia atrás y se desvanece por uno de sus portales. Tal y como siempre hace cuando discuten, simplemente se larga de allí.

-Estoy...roto.   -La vocecilla de Moussa resuena de nuevo al de poco tiempo detrás de los presentes. Moussa está allí de nuevo, sosteniendo entre sus manos una vieja y desgastada caja de madera. Su mirada está clavada en el suelo y mantiene la cabeza agachada.   -Poco antes de la fiesta, la doctora me diagnosticó TAG, trastorno de ansiedad generalizada. Continuando hablando como si fuese apenas un robot, comienza a enumerar todo lo que el Tag abarca.   -Eso hace que me preocupe y sientan una gran ansiedad hacia determinados asuntos que son desproporcionados en relación con los acontecimientos. También provoca que piense demasiado en planes y las soluciones, con todos los peores resultados posibles. Todo eso hace que perciba situaciones como amenazantes o peligrosas...Temperamento indeciso, miedo a tomar la decisión equivocada. Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación. Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite. Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se pone en blanco.

Extrayendo de su bolsillo un bote de pastillas, lo sostiene en la mano con gran nerviosismo. Es precisamente ese pequeño bote de plástico, lo que al meter las manos en los bolsillos le han ayudado a por fin aceptar que tiene un serio problema.

-La doctora cree que estaré bien si sigo la terapia y tomo la medicación, pero no sé...tomarla no me permitía estudiar bien y no la he estado tomando.

Con los ojos aún clavados en el suelo, carga  el peso de un pie a otro en un claro acto de nerviosismo y miedo. Las palabras se le atrancan en la garganta al resistir cuanto puede y evitar romper a llorar.

-Cuando llegué aquí no tenía nada pero os convertisteis en mis amigos y mi familia. Yo...nunca había tenido amigos y ya apenas recordaba lo que era tener una familia. El miedo a perderos fue creciendo en mí y todo me sobrepasó con lo de Iván. No quiero perderos a ninguno más, se que soy un capullo, que voy a mi bola y que me he portado fatal con todos vosotros. Sé que no merezco otra oportunidad, pero aquí estoy pidiéndoos la última. Voy a tomar la medicación y acudir a la terapia, tengo que asumir que no puedo cambiar las cosas y que debo afrontar la realidad. Pero necesito vuestra ayuda...

Con gran vergüenza y temor, abre la tapa de la caja que sostiene entre sus manos para mostrar así su contenido a los presentes. Lo primero que saca de ella, es una especie de guante metálico.   -Yo no tenía un móvil, ni una cámara para tener fotos de todos vosotros y eso, así que opté por tener recuerdos de este lugar de otra forma. Esta mano es de uno de los robots que destruimos el primer día en el Liceo. Pensé que sería guay tener algo de ese día.     -Dejando a un lado el objeto, extrae de la caja un libro y pasa las páginas revisando algunos detalles que hay escritos a mano en él.    -Aitor se pasó casi toda la noche uno de los primeros días, leyendo este libro de programación y claro, tuvo que hacer correcciones en él. Por la mañana ya había terminado con él e implementado lo que había aprendido en Gina. No sé, pensé que sería una buena forma de recordar a Aitor.

El siguiente objeto que saca, es una cinta de pelo de color azul. Una que Sara usó en los primeros días del Liceo, pero que después misteriosamente, había desaparecido.

-Al principio pensé que Sara era un poco racista, pero ha demostrado ser la persona más noble y buena que jamás he conocido. La verdad, es que me gustaría ser más como ella. Tomé esta cinta "prestada" para tener un recuerdo de ella. Me pareció que como ella, era hermosa y elegante.

Lo que toma a continuación, arranca una sonrisa en sus labios. Aunque para ese momento, sus ojos ya están llorando. Se trata de un papel doblado que al abrirlo, muestra uno de los dibujos de Rudy.

-Este me gustó, Rudy lo hizo la primera semana de estar en el Liceo. Somos todos nosotros o bueno, una versión de cada uno de nosotros pero en versión robots gigantes de combate. No sé, me pareció genial y refrescante, tal y como es Rudy.

Rebuscando en la caja, la cual parece estar plagada de objetos, da por fin con lo siguiente que desea mostrarles. Son dos pendientes decorados con conchas marinas, unos que Marina no tarda en reconocer.

-Me fijé que los llevabas en ocasiones puestos, al menos al principio del curso. Tras asegurarme de que no tenían realmente un valor sentimental para ti, decidí tomarlos también prestados. La forma  de las conchas,me hacía recordar tus orígenes y también que pese a lo pequeños que son, representan algo inmenso. No sé, al verlos me hacía pensar en ti, Marina. Pues tal y como es el océano, tu también eres por dentro, inmensa. Tiene un gran corazón y aunque aún hay mucho que descubrir sobre ti, hasta ahora todo lo que hemos visto ha sido maravilloso.

César reconoce rápidamente el siguiente objeto que extrae de la caja, es el viejo mechero que usaba al principio en el Liceo, antes de obtener los guantes ifrit.

-Bueno, de ti poco tengo que decir, eres como mi hermano y me alegro un montón de haberte conocido.

Por último, Moussa toma un vial vacío. El que Diana le otorgó con su propia sangre para ayudarle a desarrollar su aparato de curación.

-He sido un cabrón injusto con todos, pero con nadie más que contigo. Te dije cosas horribles en Heliopolis, cosas que no pensaba. No sé por qué actuaba así, ni decía lo que decía. Eres más humana de lo que yo seré jamás y serás una de las mayores héroes del mundo. No fue fácil conseguir nada tuyo al principio, el resto fueron olvidando estos objetos antes o después, pero con tu memoria perfecta...tenía las cosas complicadas. Entonces un día me diste esperanzas, me ayudaste confiándome una parte de ti. He sido un monstruo contigo, lo he sido con todos vosotros. Tenía tanto miedo de perderos, de que os pasase algo, que yo mismo os he alejado de mi lado. Yo...lo siento, lamento todas las veces que he sido un capullo, que os he insultado y que os he tratado fatal. También lamento haber tomado todas estas cosas prestadas...bueno, todas menos la pluma del director, se merecía quedarse sin ella.

Tomando una vez más el bote de pastillas, lo sostiene entre sus manos. Tenía miedo de aceptar que estaba enfermo, que estaba mal de la cabeza. Pero su miedo a perderlos a todos ellos, es aún incluso mayor. Por eso tomando una de las pastillas, se la lleva a la boca.

-Aún no había tomado nada prestado de ti, Daniel y aunque al principio sospeché que podías ser un espía, cosas mías...has demostrado ser alguien dispuesto a todo por ayudarnos. Te has ganado más que yo el derecho a estar el grupo.

Uno por uno, camina hacia cada uno de los miembros del equipo, haciéndoles entrega de los objetos que les había robado.

-Lo siento, no quería robaros, solo quería tener algo vuestro para cuando os marcháseis del Liceo. Yo...lo siento por todo, de verdad, quiero ser parte de este grupo y me gustaría poder formar parte del grupo que fundéis. Acudiré a terapia y me tomaré la medicación sin falta, os lo juro. Solo por favor, dadme una última oportunidad.

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17/10/2018, 13:01
Aitor Zumalacárregui

─Su creador tenía alma de profeta, profesora, pero supongo que cualquiera con suficiente intelecto puede convertirse en una suerte de oráculo para otros, gracias a sus capacidades de predicción. En cualquier caso, muchas gracias. El brazalete, es obvio, tiene nanotecnología o algo muy cercano a ello, así que per se ya es interesante. Te mantendré informada de mis progresos con él. Y, por supuesto, también respecto de tu hermano.

Aitor hizo una ligera inclinación de cabeza y sonrió a su profesora predilecta.

─Imagino que estaré bastante ocupado los próximos años, pero cualquier cosa en la que pueda ayudarle, no dude en contactar conmigo.

Con aquellas escuetas palabras el genio vasco se despedía de aquella inteligencia artificial tan singular, de su impresionante taller y del Liceo. Resultaba cuanto menos curioso la autosuficiencia del chico, o su determinación, puesto que incluso hablando con un robot cuyas capacidades quedaban claramente por encima de las suyas propias, estaba convencido de que más pronto que tarde lograría no sólo alcanzarlas, sino superarlas. Cuando tuviera un laboratorio a la altura seguramente le mandaría las especificaciones a la profesora. Y tal vez una foto.

Notas de juego

Viendo este último post me apena romper esta línea de posibles acontecimientos dentro del Liceo, aunque así surgirá una nueva de posibles acontecimientos *inesperados* fuera del Liceo para los componentes del Grupo 4, saliendo al mundo a enfrentarse a el máster sabe qué :-P

En cualquier caso, supongo que esta es la última participación activa de Aitor en la partida, al menos como PJ. Cuando quieras puedes abrirme la hoja de Crazy Crow y voy rellenando :-)

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17/10/2018, 14:23
Rudy Vergara

Seguía de espaldas, esperando a que ESTHER pusiese la canción y empezase la simulación, pero parecía que quería dejarnos hablar.

Al final la conversación derivó en una discusión, en la que para mi sorpresa, Marina fue participe. Jamás la había odio hablar tanto. Se notaba que la semi atlante controlaba cada vez más su poder.

Al final Moussa optó por desaparacer, como siempre. Pero para mi sorpresa, volvió al instante.

No quería mirarle, estaba enfadado. No se podían decir esas cosas, hacer que los cimientos del equipo tiemblen, y luego como si nada, irse. Pero lo que dijo el senegalés, fue cuanto menos impactante.

Cuando dijo lo de su transtorno, todo cobró sentido. Ahora entendía por qué el chico había sido así. Sobretodo desde el ataque de Plasma. Me giré consternado. Parecía que por fin algo había hecho clic en el senegalés.

-Moussa, yo... -susurré, pero no sabía qué decir.

Se me humedecieron los ojos al oir lo que nos contaba. Entonces abrió la caja que traía consigo.

-Oh. -logré decir cuando enseño mi dibujo.

Todo este tiempo... Lo había guardado. No me lo podía creer. Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara también.

Moussa acabó y nos entregó sus recuerdos. Me acerqué a él y le abracé.

-Yo-yo... Lo siento mucho. Por las cosas tan feas que te he dicho. No tenía ni idea y... -conseguí decir entre sollozos.- Eres el mejor Moussa y tenemos mucho que agradacerte. También has sido un capullo, eh, jeje. Pero eso te lo perdonamos.

Luego solté al senegalés y miré el dibujo que hice, una de mis obras maestras.

-¿Así que era verdad que miraste mi diario secreto, eh? -bromeé mientras me secaba las lágrimas con el bajo de mi camiseta. Luego le tendí el dibujo.- Toma, esto es tuyo. Te lo puedes quedar. Lo pondremos en nuestro cuartel general.

 

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18/10/2018, 09:05
Daniel D´aeth

Las palabras de Moussa atacando al grupo fueron la gota que colmó el vaso de una Marina que hasta el momento había decidido quedarse al margen. Y como el mar durante un maremoto, su furia llegó golpeándolos a todos, aunque minimizando los efectos de su poder para alivio del grupo. Nada pudo hacer Cesar para controlarla, aunque viendo lo que sucedió después, Daniel lo agradeció. El senegalés se marchó con unas lapidarias palabras, y Saga habría apostado que esa sería la última vez que lo vería en mucho tiempo.

Afortunadamente, se equivocó.

Su compañero regresó, abriendo casi literalmente las puertas de su corazón y de su alma, y revelando el secreto que lo había atormentado durante todo ese tiempo. Fue una información desgarradora, y a medida que Moussa iba mostrando ante los demás capa tras capa de sus sentimientos, revelando una faceta cándida y desconocida hasta ahora para Daniel, el inglés sintió cómo se emocionaba también. No conocía la enfermedad en absoluto, pero era evidente el sufrimiento por el que su compañero había tenido que pasar. Ahora encajaban sus arranques de frustración y de rabia, o su forma de plantear las cosas, tanto en el Liceo como en Heliópolis.

Mientras hablaba con unos y con otros, Daniel se mantuvo en silencio. Era un momento para los demás, para quienes lo habían conocido desde los primeros días, por lo que se mantuvo a un lado controlando el arranque de lágrimas que pugnaban por salir del balcón de su mirada. Sin embargo, cuando Moussa tuvo unas palabras para él, revelando las sospechas que tenía al principio — ¿quien podía culparle de pensar algo así? — un par de huidizas lágrimas se escaparon mientras el inglés sonreía, restandole importancia— No tienes que disculparte... yo... gracias, Moussa.

Daniel también le abrazó. No era un muchacho de expresar emociones, pero su cuerpo le impelía a hacerlo— Este grupo no se va a romper y tú vas a ser parte de él como cualquiera.