Partida Rol por web

¿Habéis encontrado algo de utilidad? Preguntó a ambos compañeros cuando se encontraron de nuevo.

Siguieron avanzando y llegaron hasta el comedor.

El caballero se acercó a la enorme sala y observó para segurarse que estaba libre de peligros. Una vez quedó comprobado se aproximo a un lugar de la sala dónde pudo ver extrañas manchas. Se acercó a investigarlas e intentar averiguar el por qué de su existencia.

Creo que he encontrado donde esta la entrada para bajar al siguiente nivel, si os encontrais bien nos dirigiremos allí, hay que parar el ritual cuanto antes. No le importaban demasiado las manchas, seguramente eran restos de sangre, o comida podrida, o cualquier cosa parecida.

¿A que esperamos?- preguntó el semielfo a sus compañeros. Ya habían perdido demasiado tiempo en aquella planta. Debían continuar con su misión. Y ahora debían moverse con mas rapidez. 

Nada mas que mugre y cascotes viejos es lo que hemos visto , espero que tengais mas ideas porque si no .... digo un poco frustrado por la inactividad despues del las plantas.

Las manchas del suelo examinadas por Tyriael resultan ser sangre fresca y restos de carne. Al cruzar la puerta de la punta este podéis ver alineadas a vuestra izquierda las celdas de los antiguos aprendices, de donde ahora emerge un hedor nauseabundo y el acompasado ruido de una docena de ronquidos. 

Entonces entendéis porque el mapa señala esta sala como "Celdas de los guardias" pues en este momento quien las está ocupando son una quincena de draconianos que siguen durmiendo ajenos a vuestra intrusión.

Acercaos a mí y no os alejeis, voy a hacernos invisibles. Pero es o no significa que podais hacer ruido. Mientras no os alejeis ni ataqueis no nos podran ver. Durará unos 9 minutos, Leila ve delante por si hay trampas por favor.

Tras decir esto en voz baja lanzó su conjuro deseando que sus compañeros blindados no hicieran demasiado ruido.

Leinard se coloca en primera posición, dispuesto a investigar por la zona en caso de encontrar algún tipo de trampa. Antes de avanzar por la habitación preguntó a la maga:

¿Cual es el radio de acción de tu esfera?- susurró.

Justo para que kuroth quepa dentro, 10 pies. Ademas, una vez salgais entrar no os hara invisibles de nuevo, asi que simplemente quedaos cerca...

Tyraiel dudaba de que hacer. No le gustaba dejar enemigos a su espalda y mucho menos draconianos. Había combatido contra multitud de ellos y sabía del peligro que representaban. Miró a unos y a otros a la cara, pero finalmente cedió a la inteligencia de Laurana. Asintió y accedió al plan. Sin embargo no era ni de lejos un ejemplo del sigilo. Hizo lo que pudo auqne él mismo era consciente del ruido que hacía, por lo que sus ojos no se separaban de la celda dónde se encontraban los draconianos.

la verdad es que miraba incrédulo lo que pretendían hacer estos humanos , sobre todo teniendo en cuenta que teníamos toda la ventaja táctica , pero visto que podrían llegar a ser un problema si las cosas se torcían , agarre como pude mis bártulos para intentar que no hiciesen demasiado ruido al moverme por esa estancia , lo mas pegado posible a la elfa.

A pesar de que Kuroth se mueve con un pésimo sentido del sigilo conseguís pasar de largo sin escuchar ningún sobresalto por parte de los draconianos.

A vuestra derecha e izquierda quedan dospuertas que corresponden a dos habitaciones sin nombre en el mapa. Un poco más abajo, siguiendo el mismo pasillo por el que avanzáis se encuentra otra habitación sin nombre a vuestra derecha, la 41 en el mapa, que a bien tubo el túnica negra dibujar un dragón de cinco cabezas con escaso detalle pero que sin lugar a dudas representa a Takhisis.

A la izquierda se encuentran los aposentos privados, del  "Señor de los Dragones" el de sus "Guardianes".  Finalmente, al llegar al final del pasillo os encontráis con la habitación cuyas dos antesalas preceden al acceso al siguiente nivel del templo.

En el siguiente nivel del templo estaba segura de que tendrian que luchar, y a menos que encontraran alguna manera de barrar la entrada eso atraeria a los enemigos que habian dejado atras, como bien habian señalado sus compañeros. Estando cerca como estaban no necesitó alzar mucho la voz.

Creo que teneis razón, vamos a por el lider y despues ya lidiamos con los que hemos dejado atrás. Mejor que bloqueemos la puerta para que no venga gente de abajo.

Tyriael rezaba para que llegado el momento no hubiese sido una mala idea dejar atrás enemigos. Cuando Laurana propuso bloquear la puerta Tyriael asintió. Aunque hubiese muchos más accesos, siempre sería un entretenimiento para los draconianos tener que buscar otra entrada.

Así fue que pidió ayuda a Kuroth y entre ambos cerraron el acceso y lo obstruyeron con cuantos objetos encontraron por los alrededores. Mejor bloquearla en exceso. Esperaba no tuviesen que huir rápidamente en el futuro y ellos mismos se hubiesen cavado su propia tumba.

-Creo que deberíamos mirar que ocultan esta y esta estancia. Dijo señalando el dragón de cinco cabezas y la marcada como aposentos del Señor de los dragones. Quizá encontremos algo que nos pueda ser útil para saber que se proponen y cómo evitarlo.

Estoy de acuerdo con Tyriael. Investiguemos esas habitaciones antes de ir a por el enemigo. Quizás averigüemos algo útil. Optó primero por ir a la de los aposentos del Señor de los Dragones.

Asiento para no hacerme de rogar , a fin de cuentas esta bastante claro que ya han decidido el curso de acción, así que de momento me guardi mis opiniones para en otro momento poder hacer mas presion.

La habitación está decorada con un montón de fardos y tapices rojizos y negros colgados algo toscamente que ocultan el techo y las paredes. Al fondo de la habitación, llena de humo que desprenden unos incensarios, se levanta un altar decorado con un dragón de cinco cabezas.

Entre vosotros y el altar se arrodilla una figura vestida con una túnica oscura que al parecer pertenece a una mujer de aspecto agradable, alta y de tez morena, propia de los descendientes ergothtianos.

Mientras os acercáis, sigue pronunciando una oración completamente ajena a vuestra entrada.

Únicamente tú consigues prestar suficiente atención para poner palabras a los susurros de la sacerdotisa. Por lo visto, pese a estar orando en común los murmullos han pasado desapercibidos, excepto las últimas palabras.

-...ese día de completa perdición de nuevo al alcance. Hemos recuperado los pedazos de vuestro templo como nos ordenasteis. Ahora los tenemos abajo y, mediante vuestra terrible corrupción de la inocencia, podremos abriros de nuevo el camino de entrada al mundo-

Según parece está tan concentrada en sus plegarias que no ha advertido vuestra presencia.

Tyriael avanza junto a sus compañeros. La habitación está decorada y habilitada como altar a Takhisis, lo cual hace que el caballero de Solamnia comience a ser invadido por la ira.

Frente a ellos, una muchacha de tez morena parece implorar una plegaria hacia el dragón de cinco cabezas.

Tyraiel avanza decidido pero cauto, con el filo apuntando hacia la muchacha eleva la voz con notable enfado:

-Habéis mancillado el Liceo con vuestra presencia. Levántate y enfrenta tu desafío. Las plegarias a tu señora no te harán inocente. Conocemos lo que tramáis. Y no esperéis que Solamnia lo permita.

El caballero espera cualquier treta proveniente de la mujer. Pero no atacará hasta que la mujer sea capaz de defenderse.

El maldito caballero de Solamnia tenia que usar su galanteria ahora, cuando podriamos facilmente haber evitado todo combate.. con un suspiro agarro mi bastón y lanzo uno de mis conjuros más potentes. Con amplios movimientos de los brazos digo una sola palabra: Shast'rek. No habia nunca usado el conjuro con una persona, pero esperaba que fuera tan efectivo como esperaba.

Había estado observando toda la escena en silencio, preparado para atacar solo cuando estuviera en una mejor posición para disparar contra sus enemigos. Sin embargo, la posibilidad de atacar por sorpresa se fue al garete cuando intervino el caballero con sus palabras.

Ya no quedaba mas remedio que aguardar a que el hechizo de Laurana tuviera el éxito deseado e intervenir en el combate.